Washi: Tradición y Desarrollo Por: Carolina Larrea Washi es la palabra que identifica al papel japonés hecho a mano. Pero éste, no sólo se refiere a la calidad de un papel cualquiera, sino que tiene un significado más profundo. El profesor y especialista en papel tradicional japonés y europeo, del Centro para el Libro de la Universidad de Iowa, en Estados Unidos, Timothy Barrett señala: El washi, aparece en una amplia variedad de imágenes y sentimientos en los japoneses más ancianos quienes crecieron usando el papel hecho a mano en su vida diaria. Para ellos tiene un significado y un matiz diferente a lo que para nosotros podría significar. De hecho, el oficio del papel japonés en sí mismo tiene mucho más lazos con un significado religioso que su contraparte europea1. No es fácil transmitir la importancia del papel japonés, como arte, oficio, tradición y como disciplina de trabajo y meditación sin haber tenido la experiencia de haberlo practicado. Comencé a elaborar el papel de manera artesanal para usarlo en mis trabajos de creación en el año 1994. Fue en ese entonces que presencié la técnica del papel reciclado en una escuela de oficios en México. Me pareció estar frente a un acto mágico que seguí repitiendo por muchos años más. Pero no sería sino hasta el año 2000 en que tomaría mi primer contacto con la técnica del papel japonés en un breve taller de 5 días. Un oficio que requiere habilidad y paciencia. Sin embargo después de esta breve introducción hacia la técnica, que en ese momento me sería enseñada como minogami 2, la práctica quedó en el camino por falta de herramientas e información. En el año 2005, fui invitada por el profesor Barrett, para asistir a su clase: “Técnica e Historia del Papel Tradicional Japonés y Europeo en la Universidad de Iowa y para trabajar en el centro de investigación del papel en el Campus Oakdale de esta misma universidad. Y es recién aquí, en donde tuve un contacto real con la técnica japonesa tradicional llamada Nagashizuki. En esta clase tendría la doble tarea de desaprender lo que había visto en Chile y aprender la manera correcta de hacer washi . Esta técnica no sólo significó largas semanas de prueba, sino también el aprendizaje de la mística del oficio y el sentido de la práctica. El trabajo en comunidad y el espíritu de mantener y compartir la tradición. La manera en que el maestro Barrett enseña y traspasa la técnica del nagashizuki, de acuerdo a sus palabras, es sólo en respuesta al agradecimiento a sus propios maestros en Japón y a la necesidad de preservar la tradición de este oficio para generaciones futuras. Barrett me abrió las puertas al mundo del papel japonés y su historia. Su devoción y espíritu investigativo me han llevado hasta hoy a seguir trabajando y enseñando el washi, tratando de transmitir con ese mismo espíritu, la importancia del hacer en comunidad, siguiendo un fin colectivo. El significado de la disciplina y el respeto por los tiempos de la naturaleza. La importancia de cada etapa de su proceso, y el juicio crítico de sus resultados. Pero, qué es el washi? El washi, muchas veces es conocido en el mundo occidental como papel de arroz. Pero es un error denominar así a un papel cuya materia prima no es la paja del arroz, que es utilizada mayoritariamente como relleno en la elaboración del papel en China, o el papel de origen taiwanés que se hace de las fibras de una planta llamada Papel de Arroz (Tetrapanax Papyriferus). El papel japonés está hecho principalmente de la corteza interna de un tipo de morera llamada Kozo (Broussonetia papyrifera)) que se caracteriza por tener una fibra extraordinariamente larga de 1,2 a 1,3 cm, si se compara con las fibras más comunes de 0,6 o 0,8 cm. Las otras dos fibras que se usan para elaborar el washi son Gampi (Wikstroemia canescens) y mitsumata (Edgeworhtia papyrifera). El 80% del papel en Japón se elabora a partir de las fibras de kozo. el otro 20%. Lo representan Gampi, mitsumata y ocasionalmente otras fibras.3 La técnica del Nagashizuki viene del verbo nagaso: fluir, echar agua y suku: hacer papel, es decir, es la manera de fluir con el agua para hacer papel, así se forman estas láminas, que se caracterizan por ser resistentes y delicadas al mismo tiempo, flexibles y de una gran versatilidad. El washi, es materia prima para muchos objetos y objetivos, a diferencia de la sociedad occidental en el que el papel cumplió un rol práctico y económicamente conveniente. Aparte de sus fines prácticos, Japón utiliza el papel para fines religiosos, como soporte de los sutras budistas fabricados en papel desde épocas remotas, o el origami que en un principio era el papel de los espíritus. Actualmente también encontramos muchas figuras del pajarito junto a las imágenes del buda en pequeños santuarios del Japón. En la vida cotidiana, el papel aparece entre otras funciones, en la iluminación de las casas, la fabricación de artefactos como linternas, paraguas, papel para envolver diversos objetos e incluso para la fabricación de ropa, como es el caso del Kamiko, kimono hecho de papel tela, y para los shoji o puertas deslizables que separan los ambientes de las casas. Los papeles más refinados se usaron como soporte para el arte y para registrar eventos de los emperadores. De cómo llegó el papel a Japón y se transformó en un oficio con tradición propia China es quien se adjudica la invención del papel. El cual fue presentado oficialmente por el guardia imperial Ts’ ai Lung en la corte del emperador Ho Ti en el año 105 de la dinastía Han, Sin embargo, durante el mes de Agosto del 2006, diversas fuentes en internet informan que se encontró un trozo de papel de fibras de lino que data del año 8 AC en la provincia de Gansu al noroeste de China.4 Desde China, el papel llegó a Japón a través de un monje coreano llamado Doncho en el año 610 DC y se desarrolló, en un principio como una actividad factible de ser realizada durante la temporada en que los cultivos quedaban cubiertos por la nieve. Si bien Japón recibió el oficio del papel desde China, con el correr de los años, los mismos campesinos fueron modificando las plantas usadas por los chinos, por otras que localmente existían en sus bosques y campos., ellos adaptaron tanto técnica como fibras para la elaboración de su papel. Los chinos en su mayoría utilizaron el cáñamo y los japoneses, la morera. Pero es la técnica que alcanza la formación del papel en Japón que lo hace sobresalir en su calidad por sobre los del resto de Oriente, al punto de fabricar un papel especial que se exportaba a China, llamado Toyo-shi. Luego los chinos aprendieron a hacer este papel y lo llamaron tung-yang-chih, que significa papel japonés. En el año 770 del período Nara, el emperador Shôtuku, encargó la impresión de un millón de dharanis, oraciones budistas en papeles individuales que irían dentro de pequeñas pagodas transportables. 5 Este primer encargo masivo significaría la fabricación de papel en gran escala y su uso masivo. Así la industria del papel artesanal cobra gran importancia y su especialización se hace cada vez más amplia. Se trabajan técnicas especiales para elaborar papeles de gran calidad y de los más diversos tipos. Papeles para cubrir murallas, o papeles para transportar pólvora y medicinas, tabaco y correspondencia, papeles especiales para limpiar el filo de las espadas. Objetos como platos y cajas lacadas. Bordes de tatami y vestidos para nobles. Papeles mezclados con arcilla para modelar, pulidos con conchas o camelias para darles brillo, teñidos y laminados en ambas direcciones y con diferentes barnices. Cada una de estas variedades de papel otorgó una identidad particular para las ciudades que lo elaboraban. En Japón, el oficio del papel se transformó en una actividad que reunió aldeas completas convirtiéndose en comunidades artesanas que se sostenían principalmente con la elaboración del papel, especializándose en ciertos tipos de washi, para usos específicos. Surgieron las kamisukiuta, canciones de los maestros del papel, cuyo objetivo era hacer más ligero un trabajo pesado y monótono, Algunos centros importantes hasta el día de hoy están en la prefectura de Kochi, Mino, Shimane y Echizen. En esta última, en la ciudad de Imadate, se encuentra el santuario OkamotoJinja llamado popularmente Otaki, debido a que se encuentra en esta aldea. Este santuario está dedicado a la diosa Kawakami, que de acuerdo a la leyenda del pueblo bajó a la tierra tomando la forma de una princesa y les enseñó a los agricultores, quienes vivían en la pobreza, el oficio del papel, en las aguas del río Okamoto 6. Cada año entre el 3 y 5 de Mayo, se realiza el Kami to Kami no matsuri, que siginifica, festival de la diosa y el papel. Las aldeas que involucra este festival son: Sadatomo, Shinzaike, Oizu, Iwamoto y Otaki. La imagen de la diosa Kawakami es llevada en un santuario portátil por las calles ciudad. Los artesanos papeleros recorren diferentes aldeas, descansando cada cierto trecho y aprovechando de beber sake o cerveza. Cuando el descanso acaba, los habitantes de la aldea cargan la imagen y forman un círculo. Los hombres de las otras barrios intentan empujarlos hacia la calle para llegar a la siguiente parada. Cada grupo tiene como objetivo mantener la imagen de la diosa, por más tiempo en su propia aldea. Mientras el consumo de alcohol va aumentando, y especialmente en la última parada, los empujones son más enérgicos y exaltados. Es probable que durante el período Edo (1603- 1868), el papel haya alcanzado su mayor desarrollo y en el que cada el tipo de papel estaba diversificado por áreas y familias en particular. Aún hoy, en el que el número de artesanos papeleros ha disminuido aproximadamente en 300 casas, los tipos de papel producidos no se topan entre sí, y cada uno se dedica a trabajar una fibra diferente, aún elaborando papel para una misma finalidad. Es el caso del papel en gran formato para los shoji 7 Japón fue admirado y considerado un pueblo que se formó de madera y papel. Sin embargo, la declinación del washi comenzó en un primer momento, durante la Era Meiji ( 1868-1912) con la apertura de Japón a Occidente. En la primera mitad del siglo XX el washi tradicional gozaba de muy buena reputación por su fuerza y longevidad, Con la introducción de la máquina para hacer papel, se redujo su calidad, pero al mismo tiempo fue la manera en que pudo competir con el papel europeo evitando que desapareciera completamente. A esto se le sumó la incorporación de químicos y pulpa de madera, además de otras modificaciones, que definitivamente afectó su calidad de manera considerable. Desde aquí se comenzó a clasificar el washi elaborado artesanalmente y el fabricado en máquina. Aunque existen maestros del papel ortodoxos que clasifican como washi auténtico solamente aquel que ha sido elaborado de manera artesanal, utilizando los materiales y herramientas tradicionales; cocinando las fibras con cenizas y blanqueándolas al sol. Según el maestro del papel Yasuo Kobayashi,... “ usar las características naturales de las plantas que se obtienen localmente, será un factor que hará ese papel auténtico” 8 . Un segundo motivo fue “ la emigración de jóvenes a las grandes ciudades queriendo una vida más moderna y ganar dinero más fácilmente como operarios de una fábrica o empleados en un banco, en vez de recibir el pago mínimo por un trabajo más pesado”.9 Antiguamente, las casas papeleras eran negocios familiares en el que todos participaban y los hijos aprendían el oficio de sus padres sin preguntarse si deseaban dedicarse a una actividad diferente; cuando esto sucedía, era presionado sutilmente para que siguiera el mismo curso de la familia y desistiese de la idea. Pero la modernización llegó, y con esto, muchos oficios se vieron afectados por su “industrialización”. Es esta la era en que el papel artesanal debió coexistir con el papel de máquina, por lo que en 1933, admiradores del washi tradicional se agruparon para apoyar y proteger el papel hecho a mano. Es importante destacar que los mismos maestros papeleros, se dieron cuenta que debían hacer algo, para evitar la desaparición, de lo que hasta la época anterior a la industrialización, fue un oficio que empleaba a ciudades completas. Alrededor del 1900 llegaron a existir 66.000 unidades productoras de papel tradicional. Su calidad y la amplia variedad que se fabricó, marcó una época de oro para el washi en toda Asia. Con la llegada de la era industrial, el maestro del papel sufrió un cambio brusco en su vida y con certeza en la vida de todos los artesanos que vieron como su dedicación al oficio, fue reemplazado por máquinas que redujeron los costos de producción, sacrificando calidad, belleza y durabilidad. Pero en el año 1968, el washi tradicional fue nombrado Propiedad Nacional Cultural Intangible de Importancia. En esta misma época, muchos tipos de papeles fueron nombrados como artesanía tradicional japonesa. Durante los años 70 la asociación nacional del washi hecho a mano, comenzó a revitalizar el oficio y en 1975, la nueva generación de artesanos, creó el Encuentro Nacional de Jóvenes Maestros del Papel, que se reúne año a año hasta el día de hoy. Los maestros más experimentados fueron nombrados Tesoros Nacionales Vivientes, por su perseverante y larga trayectoria en el oficio tradicional del washi. Entre ellos Iwano Ichibei, a quien tuve el honor de conocer personalmente en Febrero del 2007, cuando la artista japonesa de la ciudad de Echizen, Aoki Rina y el artista canadiense Paul Denhoed, me llevaron a su estudio, siendo presentada como maestra del papel en Chile. Ichibei me miró y preguntó inmediatamente: ¿qué usan en Chile como auxiliar de formación?. Me pareció gracioso que diera por sentado que el papel se desarrollara en todo el mundo. Ichibei, es conocido y respetado por elaborar de manera tradicional el papel Hosho 10. En el cual sólo utiliza pulpa 100% de kozo. Trabaja para artistas que llevan años usando su papel, no dando abasto para recibir nuevos clientes. Hoy trabaja junto a su hijo Iwano junich, quien está aprendiendo el oficio para sucederlo en el futuro y preservar este tipo de papel muy utilizado por artistas. Son estos maestros los que resguardan y protegen las artes del Japón, y es el Ministerio de Cultura del gobierno japonés quien protege a sus maestros. Muchos de aquellos jóvenes que un día partieron a las grandes ciudades para tener una vida más moderna y para estudiar en la universidad, han vuelto a sus pueblos natales para aprender el oficio del papel, y aseguran que:“ este entrenamiento es una buena alternativa para lo que llaman una vida urbana insensible, sin significado ni propósito, alejado de la naturaleza y la belleza de trabajar con las propias manos”.11 De la Influencia del Nagashizuki en el resto de Asia y su Importancia en el Mundo Occidental China atesoró por más de 500 años el secreto de la elaboración del papel. Sin embargo, son pocas las provincias de este país, que conservan la manera tradicional de fabricarlo, encontrando en muchas de ellas el estilo japonés nagashizuki en su lugar. Corea, quien tuvo una larga tradición papelera muy diferente de la del resto de los países asiáticos, por tener la particularidad de ser el único papel que es formado con el sentido de las fibras a lo largo de su superficie, fue reemplazado también por la técnica nagashizuki imponiéndose de manera natural por sobre ésta más antiguas. En el video llamado “Papermaking Around the World ” realizado por la historiadora Elaine Koretsky para el Research Institute of Paper History & Technology en Boston, Estados Unidos, nos muestra un recorrido por los países asiáticos y sus estilos de hacer el papel entre los años 1976 y 2002. Aquí vemos como el Nagashizuki se ha extendido por China, Taiwán, Corea y Vietnam con leves modificaciones dependiendo de las condiciones de cada lugar y la adición de algún elemento regional. El washi ha alcanzado prestigio en todo el mundo por su calidad, versatilidad y longevidad. Si bien su producción en Japón ha disminuido, su manufactura es necesaria para satisfacer necesidades que un papel corriente no puede suplir. En el mundo de la conservación y restauración, el washi es utilizado en la reparación, reintegración y laminación de documentos, en la reconstrucción de lomos de libros antiguos y el armado de empastes. En el área de las bellas artes, durante mucho tiempo el washi fue relacionado, principalmente a la caligrafía, a la impresión del grabado tradicional ukiyo-e 12 y al grabado en madera en general. Pero cuando los métodos de impresión se modernizaron, el washi no pudo competir con la precisión y el bajo costo del papel hecho en máquina. Hoy en día, artistas y fotógrafos han comenzado a preferir el washi como papel de impresión para sus creaciones, pues la tecnología es más compatible con la textura y “porque la tinta es esparcida sobre el papel, imprimiéndolo digitalmente, lo que permite mayor gradación tonal y detalles que el papel hecho a máquina”. 13 Según Tim Barrett, desde la segunda mitad del siglo XX, los artista occidentales han comenzado a explorar el potencial creativo del proceso del nagashizuki en la ejecución de sus trabajos de arte, ya que existe la posibilidad de trabajar en el papel y no sólo en su superficie. De las Motivaciones para elaborar y enseñar la técnica japonesa nagashizuki La manera de enfrentar la elaboración del papel japonés, atrae a muchas personas que como yo, encuentran en el quehacer una manera de meditación. Como artista puedo pasar muchas horas en mi estudio trabajando de manera concentrada y metódica. El nagashizuki, significa principalmente desarrollar la paciencia. En un mundo en el que todos desean una respuesta rápida, es aquí en donde encontramos un espacio de tiempo para el trabajo reflexivo. Para quienes ya están dentro de la práctica del nagashizuki, el proceso completo demora aproximadamente unas dos semanas, y puede reunir a varias personas en cada una de sus etapas. En el edificio 243 del campus Oakdale de la Universidad de Iowa, se encuentran las instalaciones del Centro para la investigación y fabricación del papel, bajo la dirección del profesor Timothy Barrett. Este Centro cuenta además con una plantación de kozo japonés, en el cual, cada año a fines de Noviembre, y cuando las hojas caen por la primera nevada, se realiza la cosecha de las ramas de kozo. A este evento vienen artistas de otras ciudades y voluntarios que van desde exalumnos hasta el director de las colecciones especiales de la biblioteca de la Universidad. En Noviembre del 2005, tuve la oportunidad de participar de esta actividad que presentó para mí, el desafío de las bajas temperaturas en el país del Norte. Primero reunimos las ramas de kozo que el profesor Barrett y su asistente cortaban de una manera especial, para que creciera una nueva plantita para el año siguiente. Una vez realizada la cosecha, se separa la corteza de su vara central por acción del vapor. La primera será para hacer el papel, la segunda, históricamente fue parte de la leña para cocinar las cortezas. Aquí se forma un ruedo de personas que al calor de una taza de té y conversación, van eliminando con un cuchillo especial, la piel más superficial de las cortezas, dejando sólo la parte blanca, la corteza interna. Finalmente se deja secar para ser almacenada, y ser utilizada en una próxima producción. De acuerdo a lo que recomiendan los maestros papeleros, las cortezas que producirán un mejor papel, deberán tener por lo menos un año de almacenamiento. Así se logra un papel de mejor calidad, más firme y duradero. La cosecha anual en Oakdale es conocida entre las personas que se dedican a la investigación y a la elaboración del papel. Cada año, muchas personas esperan este evento que duran entre 4 y 6 días, como punto de encuentro y aprendizaje. El proceso del washi requiere dedicación y amor por el oficio; humildad y paciencia para pasarse semanas practicando sin lograr realmente una buena hoja de papel. La concentración que se logra al mover el bastidor mientras se forma la hoja es tal que podría verse como un trabajo aparentemente monótono. Efectivamente tiene algo mecánico. Pero está lleno de significado, de compenetración y conexión con el cuerpo y la mente. Existe una mirada más allá de las olas de pulpa que viajan por el bastidor. Cada etapa del proceso que va desde cosechar las ramas de kozo, hasta despegar las hojas de papel de los tablones de secado, nos lleva a un acto mágico, en el que el resultado es de una belleza sublime. Es como si siempre hubiese existido de esa forma. El washi es capaz de resistir sin deformarse aún estando húmedo. Es esa fortaleza y delicadeza la que a mí me atrae de este papel. Es la concentración y la conexión al hacerlo, lo que me mantiene fabricándolo en estos años. Y ambas instancias son las que me llevan a enseñarlo. Cómo permitir que un oficio de tanta belleza y dedicación se pierda? Cómo pretender que un papel fabricado en máquina logre la suavidad, resistencia y calidad de un papel hecho por las manos expertas de un artesano japonés? Notas. 1.- Cap. 1 – Past Uses (1983) Japanese Papermaking, traditions, tools, and techniques. Timothy Barrett. Wetaherhill, Inc 2.- Minogami: Papel Elaborado en la ciudad de Mino 3.- Observing Variations in Japanese Papermaking traditions, tools, and Techniques. Paul Denhoed. Hand Papermaking Magazine. Nº 22 – 2007 4.- www.elporvenir.com.mx/notas.asp?nota_id=80574 5.- The Nara Period.( 1954) Kiyofusa Narita. A Life of Ts’ai lung and japanese paper-making. Tokyo Paper Museum. 6.- http://hqpapermaker.com/paper-history 7.- Shoji: puerta deslizable, hecha con un marco cuadriculado y forrada con un papel traslúcido. 8 y 9.- Traducción de Paul Denhoed y Yamashita Maki (2007) What is Real Washi? A conversation between Kobayashi Yasuo and Yagihashi Shin. Hand Papermaking, vol. 22 Nº1. Pag. 13 10.- Hosho: Significa la presentación respetuosa de un libro o un escrito. En el período Edo, se uso para registrar eventos oficiales y todo lo concerniente a los emperadores. 11.- Mina Takahashi, pág. 2 (HPM. Nº22- 2007) 12.- Ukiyo-e: Grabado que se hace en madera y se imprime sobre papel con tintas al agua, utilizando un cojinete fabricado con hojas de bambú que frota el papel, presionándolo contra la placa de madera labrada. 13.- Ibe kyoko, Washi en el S.XXI. Traducción Mina Takahashi. HPM Nº22 (2007) BIBLIOGRAFÍA 1.- Barrett, T. (1983) Japanese Papermaking: traditions, tools, and techniques. (1era Edición) New York- Tokyo: Weatherhill. 2.- Kiyofusa, N (1954) A Life of Ts’ai Lung and Japanese Paper-making.(Edición de 1980) Tokyo: The Paper Museum. 3.- Hand Papermaking, Inc. (2007). Hand Papermaking Vol. 22 (Nº 1) 4.- Hand Papermaking, Inc. (2004). Hand Papermaking Vol. 19(Nº 2) 5.- Thomas Keith Tindale & Harriet Ramsey Tindale (1952) The Handmade paper of Japan. The Seiki Collection. Vermont- Tokyo: Charles E. Tuttle Co. 6.- Koretsky, Elaine (2002) Traditional Paper Sheet Formation Around the World 1976- 2002. [video] research Institute of Paper Hisotry & Technology. Boston. http://jej2008.blogspot.com/ 12:23- 14 de Maio de 2009