cultivando nuestras ciudades, estrategia de gobernanza

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CULTIVANDO NUESTRAS CIUDADES, ESTRATEGIA DE GOBERNANZA –
LAS PLANTAS MEDICINALES DEL JARDÍN Y SUS USOS
EN AMÉRICA LATINA
Isabel Maria Madaleno
Instituto de Investigação Científica Tropical
[email protected]
¿Cuales son las necesidades básicas para la sobrevivencia del ser humano? Comer,
sanarse, abrigarse, son requisitos fundamentales. Una vida digna en entorno urbano de
cualquier país civilizado requiere, además, agua potable, unidades de enseñanza, de
sanidad, electricidad, carreteras, transportes… y la enumeración sigue sin terminar.
Depende del concepto de riqueza (y de pobreza) del autor, más que de la noción de
desarrollo, ya que ese paradigma está cambiando. Todos los derechos humanos
consagrados por Naciones Unidas son básicos. Pero, en una coyuntura de crisis
mundial, cuando las expectativas bajan hasta la frontera del posible, es tiempo de
preguntarse: ¿Por qué no cultivamos lo que comemos? ¿Por qué no nos sanamos con las
hierbas que producimos o acopiamos? Cuando falla el Estado y las políticas públicas
dejan de estar al servicio del ciudadano, para pasar a estar al servicio de los poderes
económicos instalados; Cuando sucumben los sistemas de sanidad pública, porque el
estado del bienestar ya no está vigente, hay que buscar alternativas. Pues esto hicieron,
hace décadas, gentes de todas partes de Latinoamérica. Desde 1998 que el Instituto
Tropical pesquisa las especies medicinales con aplicación externa o interna, en distintas
ciudades y regiones metropolitanas del Nuevo Mundo. Se cultivan o acopian como
forma alternativa de resolver los problemas crónicos de salud o malestares súbitos. Lo
hacen los ciudadanos más pobres pero también los que, pudiendo pagar sistemas
convencionales de sanidad, confían en los poderes curativos de la naturaleza. La
agricultura urbana está hoy integrada en los planes de urbanización de casi todos los
países del mundo, siendo reconocida por gobiernos locales como estrategia de
gobernanza esencial al desarrollo sostenible de nuestras ciudades. La comunicación
presenta los resultados de estudios realizados en seis regiones metropolitanas y tres
ciudades de América Latina. Las especies nativas de América son mayormente las
preferidas.
Palabras-Clave: Gobernanza, Latinoamérica, plantas medicinales
CULTIVATING OUR CITIES, A GOVERNANCE STRATEGY – MEDICINAL
PLANTS AND USES IN LATIN AMERICA
Isabel Maria Madaleno
Portuguese Tropical Research Institute
[email protected]
Which are the basic survival needs of any human being? Food, health and shelter
are fundamental needs. Furthermore, any civilized city needs water, schools, healthcare,
electricity, roads, transportation … a never ending number of needs. It all depends on
our concept of wealth (or of poverty) more than our notion of development, because it is
1
a paradigm under construction. All the Human Rights approved by the United Nations
are basic. However, during a world crisis, when our prospects are lowered to the limits
of the achievable, it’s time to inquire why don’t we provide our most basic needs, for
example, why don’t we cultivate what we eat? Why don’t we collect or grow medicinal
species? When the government fails on us and public policies that use our taxes are no
longer devised to help us have a better life, but to benefit the corporations and the
wealthiest individuals; when public health institutions succumb, and the welfare state
mourns, we have to search for alternative ways to survive. That is exactly what Latin
Americans have been doing for decades. From 1998 onwards the Portuguese Tropical
Research Institute has been researching medicinal herbs with internal and external
applications in the New World. Species are both cultivated and collected as a way to
solve chronic health problems and acute aches. This activity is developed not only by
the less wealthy but also by those that, even having access to conventional healthcare
systems, prefer natural ways to deal with health. Urban agriculture is integrated in urban
planning and is now recognized by local governments as a governance strategy essential
to a sustainable urban development. The paper presents results from fieldwork
developed in six metropolitan regions and three other Latin American cities. Evidence
shows Native American plant species are usually preferred.
Keywords: Governance, Latin America, medicinal plants
1. INTRODUCCIÓN
De acuerdo con las geógrafas americanas Mary Price y Catherine Cooper (2007)
se debe a autores franceses del siglo XIX el término América Latina que designa la
región localizada al sur de la frontera mexicana de Estados Unidos, donde se habla el
español, el portugués y el francés (PRICE Y COOPER, 2007). Suele ser más frecuente,
en España, la denominación Iberoamérica, que señala los países americanos de habla
portuguesa y española (ZARZA, 1992, GONZÁLEZ, CALDAS Y BISNETO, 1999). A
pesar de que, hasta presente, el Instituto de Investigaciones Científicas Tropicales de
Lisboa, no haya investigado colonias de habla francesa, en Latinoamérica, hemos
adoptado en esta comunicación la designación más amplia, como promesa de proseguir
la investigación vertiente en otras urbes del mismo espacio geopolítico.
Desde 1998 que en el Instituto Tropical de Lisboa desarrollo estudios sobre
agricultura urbana y, particularmente, sobre plantas de usos medicinales cultivadas en
jardines y patios traseros de grandes metrópolis (ej. Ciudad de México), ciudades
medianas (ej. Río Cuarto, Argentina) y pequeñas urbes (ej. Colonia del Sacramento,
Uruguay). La gran recesión económica, que empezó con la crisis inmobiliaria de
Estados Unidos, en 2007, seguida de la caída de Lehman Brothers, en 2008 (DADUSH
y SHAW, 2011), y que sigue en el 2010 con el ataque especulativo a las deudas
soberanas de distintos países europeos, debido a un mercado cada día más fluctuante y
caprichoso, como ya en 1991 lo caracterizaban Czerny y Panadero Moya, está
provocando un aumento de los cultivos en medio urbano (PANADERO y CZERNY,
1991).
Esta actividad, tan paradojal dentro de una ciudad, constituye una estrategia de
supervivencia pero también de gobernanza, pues los hogares y los vecinos se unen
frente a la disminución del papel regulador del Estado, a la ausencia de políticas
sociales, a la persistencia del paro, a la disminución del nivel de vida. Este fenómeno
fue especialmente violento en Argentina y en el Uruguay, en principios del siglo XXI,
2
donde se registraron ejemplos paradigmáticos de lucha contra la falencia del sistema
financiero y de regreso al cultivo del suelo, para alimentarse y sanarse
(SANTANDREU, PERAZZOLI, TERRILE, PONCE, 2009). Actualmente la
agricultura está condenada a ocupar un lugar destacado en el espacio urbano frente a la
desvalorización del inmobiliario y a la valorización de las actividades del sector
primario, por general. Ese rol está actualmente siendo sancionado por gobiernos locales
(Cuadro 1), por todo el mundo, en un marco de construcción de ciudades más
resistentes a cambios climáticos y crisis financieras (PEDUTO y SADTINOVA, 2009).
Cuadro 1: Promoción de la Agricultura Urbana en Latinoamérica
Organizaciones
Países
Año
Plan de Actuación
Huertos orgánicos en La Habana
Distribución de semillas, de
secaderos de hierbas a energía solar,
distribución de herbicidas naturales,
promoción de ferias de venta de la
producción en Río Cuarto, pampa
de Córdoba
Distribución de semillas, de
Municipalidad
Chile
2003
estanques de compostaje, de
lombrices. Cursos de agricultura
biológica y de reciclaje, en La
Pintana.
Cursos de cultivos orgánicos, de
Comunidades de
Chile
2012
hidroponía. Organización de uso de
Agua
agua del río Maipo para riego de
huertos obreros y familiares en La
Pintana, Santiago
Promoción de cultivos tradicionales
Municipalidad
México
2004
en las chinampas de la Ciudad de
México
Programa “cinturón verde” que
Municipalidad
Brasil
1998
promociona la creación de patos en
las islas fluviales de Belem.
Promoción de cultivo de árboles
frutales y de hortícolas en las islas
de Caratateua y del Mosqueiro,
estado del Para.
Programa “alimente Prudente” que
Municipalidad
Brasil
1999
faculta apoyo técnico y distribución
de semillas a agricultores que
limpian y cultivan parcelas urbanas
sin edificación, en Presidente
Prudente, estado de S. Paulo.
Fuentes: MADALENO (2001), (2002), (2010) y MADALENO y MONTERO (2011)
Gobierno central
Gobierno central
Cuba
Argentina
2009
2011
2. CULTIVANDO CIUDADES
José António Ocampo y Rob Vos (2008) consideran los países latinoamericanos
vulnerables a crisis financieras, debido a las políticas pro-cíclicas que normalmente
adoptan y las cuales los países asiáticos tienden, en cambio, a rechazar. Verdad que los
3
choques petroleros de los años setenta del siglo pasado han generado una década
perdida en el desarrollo del gigante suramericano, Brasil, en los años ochenta. Sin
embargo, la dinámica de desarrollo del otro gigante, la asiática China, en el siglo XXI,
provocó un aumento exponencial en la búsqueda de alimentos y de recursos mineros,
que aportaron un inesperado flujo de capital financiero a muchos países
latinoamericanos, incluyendo los del Mercosur. Este fenómeno reciente polarizó el
desarrollo en distintos países del Hemisferio Sur y vulneró, en cambio, los antiguos
colonizadores del Hemisferio Norte (DADUSH y SHAW, 2011).
La consecuencia más visible a nivel global es el aumento de las desigualdades, a la
vez que la pervivencia de un modelo de desarrollo neoliberal genera la quiebra del
Estado del Bienestar. En 2002, Naciones Unidas iniciaron un programa destinado a
colmatar esas deficiencias en las políticas de desarrollo y destinadas a promocionar
ayuda a las gentes, culturas, países, regiones, ciudades menos capacitadas en hacer
frente a la globalización de la pobreza: Los Objetivos de Desarrollo del Milenio,
firmados por 191 miembros, buscan eliminar la pobreza extrema en el mundo hasta el
año 2025 (SACHS, 2008).
En simultáneo, Naciones Unidas invirtieron recursos en la promoción de la
agricultura urbana, a favor de la creación de redes internacionales que involucran
investigadores, comunidades de vecinos, gobiernos locales, organizaciones nogubernamentales (UNDP, 1996). Una de las organizaciones más bien sucedidas es la
holandesa RUAF (International network of Resource centres on Urban Agriculture and
Food security), que trabaja en estrecha colaboración con UN-Habitat, con el programa
“Urban Harvest” del CGIAR (Consultative Group on International Agricultural
Research) y con la institución de investigación científica canadiense IDRC
(International Development Research Centre), de Ottawa (ZEEUW, 2011).
En realidad fueron los canadienses quienes han empezado el programa “Ciudades
Alimentando Personas” (Cities Feeding People), en la década de los noventa del siglo
pasado. Realizaron estudios en el continente africano que demostraron la persistencia de
los cultivos urbanos, en los países y barrios más pobres, y lo han divulgado no sólo en
fueros de investigación y en universidades pero también a las cúpulas políticas del
Canadá y en Estados Unidos (MOUGEOT, 1994).
Durante las crisis financieras de Argentina y del Uruguay, la agricultura urbana se
ha convertido de simple estrategia de supervivencia en estrategia de gobernanza, frente
a la marcada incertidumbre. Como escribió el geógrafo uruguayo Álvaro López Gallero,
en 2003, en plena crisis: “las plazas financieras del mundo subdesarrollado se han
convertido en los campos apropiados para fértiles negocios con títulos públicos,
sometidos a calificaciones de consultoras de los países del Primer Mundo, en el marco
de voluminosas deudas externas impagables. (…) Se ha producido un distanciamiento
entre el área productiva y la reproducción del dinero (…). La ética de la solidaridad
social del mundo cristiano o del socialista ha sido desplazada por la preferencia por las
señales de los mercados financieros minoritarios” (GALLERO, 2003: s/n.).
El fallo del estado en aplicar los impuestos de los ciudadanos, en invertir la
riqueza de las naciones en provecho de los tributados, explica por qué las gentes de
Latinoamérica tuvieron de organizarse para proveer su nutrición y resolver sus
problemas de salud, bien antes que los europeos y americanos llegaran a la misma
situación. Todavía, no estuve siempre el estado ausente del apoyo a los cultivos urbanos
en Argentina, por ejemplo, como se puede leer en el cuadro 1, que presenta la síntesis
4
de organizaciones, gubernamentales o no, por país, involucrada en la temática vertiente,
de acuerdo con el trabajo de campo realizado por la autora, en los años señalados.
3. METODOLOGÍA
La metodología utilizada en el estudio de las plantas medicinales se inició en
Belem, ciudad capital del estado del Para, en un marco de investigación sobre prácticas
agrícolas urbanas y periurbanas (MADALENO, 2002). Al ser el segundo cultivo de los
jardines de Belem y de Santiago de Chile, he proseguido con trabajo de campo
específicamente dedicado a plantas de uso terapéutico en 2004, en Ciudad de México,
utilizando, como punto de partida, un mismo cuestionario en entrevistas a tres actores
involucrados: 1) Los agricultores urbanos y periurbanos; 2) Los vendedores de hierbas y
porciones de plantas de uso medicinal en mercados y ferias, o informalmente en las
calles; 3) Los acopiadores de hierbas, los curanderos, los médicos fitoterapeutas.
Cuadro 2: Investigación Primaria Realizada en Latinoamérica
Regiones
metropolitanas
(R.M.) y
ciudades
R.M. de Belém,
Brasil
R. M. de
Santiago de
Chile
R.M del México
Central (C. de
México, Puebla
y Cuernavaca)
R. M. de Lima,
Perú
R. M. de La
Habana, Cuba
R.M. de San
José, Costa Rica
S. Luis, Brasil
Río Cuarto,
Argentina
Colonia del
Sacramento,
Uruguay
Total o
promedio
Muestras
tomadas
(n.)
570
Agricultores urbanos
y periurbanos (%)
97.3
132
Vendedores Curanderos, Especies
de hierbas fitoterapeutas medicina(%)
(%)
les (n.)
2.3
0.4
140
84.1
15.1
0.8
70
100
42.0
48.0
10.0
70
34
0.0
88.2
11.8
60
50
94.0
6.0
0.0
60
43
69.7
28.0
2.3
60
100
90.0
8.0
2.0
109
100
80.0
17.0
3.0
125
50
48.0
14.0
0.0
70
1,179
67.2
25.2
3.4
560
Fuentes: MADALENO (2001), (2002), (2010) (2011) y MADALENO y MONTERO (2011)
En el Uruguay, donde el consumo de la hierba-mate es casi universal (96%),
superior incluso a la de Argentina (93%), se han añadido entrevistas a simples
5
consumidores de especies medicinales también. El cuadro 2 presenta la recopilación de
información primaria en nueve ciudades y regiones metropolitanas, entre 1998 y 2011.
He realizado ya investigación en 2012, pero los resultados serán presentados en otra
oportunidad. Al tener un clima desértico costero, la región metropolitana de Lima (que
incluye el Callao), no tuve muestra de huertos y de jardines cultivados, o sea, de
agricultores urbanos. Además no he entrevistado ningún fitoterapeuta en el Uruguay,
substituidos por diecinueve consumidores de infusiones y mate. Tampoco he
entrevistado curanderos en Cuba, al registrar que en ese grupo estaban los que
practicaban “santería”. Subrayo que hay doscientas y cuatro especies comunes.
4. LOS JARDINES DE SALUD DE LATINOAMÉRICA
El primer resultado que estriba del trabajo de campo realizado en ocho países
latinoamericanos es lo que las especies botánicas nativas de uso medicinal dominan en
siete de los países. La excepción es el Uruguay, donde las plantas de uso terapéutico
europeas corresponden a 27 especies, el 38.6%, contra 23 americanas, malo grado la
preferencia ser el mate de Ilex paraguariensis, como señalamos.
Esto conduce el lector al segundo resultado reseñable de la investigación vertiente
y que es el hecho de que, salvo en los países sur-atlánticos temperados (Argentina y
Uruguay), en los demás, que son mayormente tropicales, la primera preferencia son
yerbas usadas en infusión calmante, digestiva y bastante ecléctica – Matricaria
chamomilla, en el Perú y en Costa Rica; la Melissa officinalis, en Chile; Lippia alba, en
Brasil; Agastache mexicana, en México; Justicia pectoralis, en Cuba.
El tercer resultado a subrayar es que las plantas de origen africana son poco
numerosas (2.1%) ya que la migración de gentes y de culturas originarias de África fue
forzada y, por lo tanto, no hube posibilidad de aportar semillas, utilizándose en los ritos
y prácticas de cura las plantas con usos similares del Nuevo Continente. El Cuadro 3
hace la síntesis del origen geográfico de las especies cultivadas, vendidas y consumidas
en las nueve urbes latinoamericanas.
Cuadro 3: Origen Geográfica de las Plantas Latinoamericanas
Origen
Americanas
Europeas
Asiáticas
Africanas
Pacificas
Australianas
Universales
Desconocida
Total
Número de Especies
343
70
63
12
4
7
15
46
560
(%)
61.2
12.5
11.3
2.1
0.7
1.3
2.7
8.2
100
Fuente: Trabajo de campo (1998-2011)
Respecto a los jardines donde se han tomado muestras, subrayo la presencia de la
especie mediterránea romero (Rosmarinus officinalis), en el México percibida como
nativa por las indias de los estados de México y de Puebla, que las vendían en el
Mercado de Sonora (Ciudad de México) y en el Mercado 5 de Mayo, de Puebla. Se
6
recomienda como analgésico y, en tomas abundantes, para la diabetes. Obtuvo el tercer
lugar en las preferencias de mexicanos y costarricenses, el sétimo entre peruanos (que la
adquieren en el mercado) y argentinos, los cuales, junto con los uruguayos (8º puesto),
la utilizan frecuentemente como condimento. Sin embargo, las infusiones de romero son
muy apreciadas también para el hígado, así como las decocciones se usan para lavar la
frente y eliminar arrugas (Fig. 1).
Fig. 1: Romero de jardín uruguayo
Madaleno, 2011
Fig. 2: Alcanfor de un jardín de
Colonia del Sacramento
Madaleno, 2011
De acuerdo con el especialista americano Michael Castelman (2009), desde 1235
se usa el romero macerado en vino para friccionar los miembros paralizados, como lo
hizo con suceso un eremita que curó la Reina Isabel de Hungría. La creencia se ha
expandido por toda Europa y, con el paso del tiempo, se pasó a usar la famosa “agua de
Hungría” en caso de gota, de prevención de la calvicie, y otros problemas con el
cabello. Esa era, bien a propósito, la prescripción de las informantes chilenas de los
huertos obreros y familiares de La Pintana, entrevistadas en 2003.
La aplicación externa más destacada del romero en Latinoamérica suele ser, así,
en fricciones, alcohólicas o no, contra dolores reumáticos. Señalo que en Uruguay se
utiliza también para ese efecto el alcanfor (Cinnamomum camphora), planta asiática que
se aclimató bien en el país (fig. 2). Entre las plantas americanas destaco el frailecillo
(Jatropha gossypifolia) de Costa Rica, denominada Piñón Colorado en el Perú, Pião
Roxo en Belem, Brasil, Mano de León en México. Se aplica externamente contra
dolores reumáticos y en baños de asiento para resolver problemas ginecológicos. El
lavado de heridas es reseñable por ser un buen cicatrizante. La ingesta cura desde la
gastritis a cólicos estomacales y enfermedades venéreas. Sin embargo, hay que tomarse
cuidado pues a pesar de sus reconocidos efectos antimicrobianos, anticonvulsivos y
antibióticos, la planta es tóxica (AREVALO ET AL., 2007, NAVAS, 2007).
Otra planta originaria de las forestas tropicales americanas, conocida desde los
primeros años de colonización, de esta vez vendida en mercados por toda Latinoamérica
es la cáscara sagrada o cáscara de los Jesuitas (Cinchona officinalis), también conocida
como quina. Se extrae del árbol nativo del Perú y suele ser la más famosa medicina
natural contra fiebre y la malaria. De vuelta a huertos y jardines, otra planta de las
culturas originarias es el maíz (Zea mays), cuyos “pellos” se usan como diurético. Aún
hoy día la infusión se usa con suceso entre las mujeres, contra la cistitis, incluso en los
medios universitarios, como he comprobado en la Universidad Nacional Autónoma de
7
México, con quienes hemos investigado la ciudad de Cuernavaca, en 2006. La planta
hace parte de la medicina ancestral Azteca, como he leído en los archivos del Museo de
la Medicina en Ciudad de México, durante la misión del 2004 (MADALENO, 2004).
La fig. 3 presenta un jardín de Río Cuarto, en la pampa argentina. Los cultivos son
todos orgánicos, con utilización de un estanque de compostaje, con lombrices. El riego
usa el agua de un pozo, ya que la ciudad tiene déficit hídrico y, por lo tanto, durante la
misión de enero-febrero del 2011, la municipalidad pasaba multas a los vecinos que
usasen agua de la red, durante el verano. Mesclado con el maíz, como suele ser vulgar
en tantos jardines visitados, está otra especie nativa, originaria de Chile, y que se cultiva
o vende en todas las urbes investigadas, el cedrón (Aloysia triphylla). Igualmente un
anti-inflamatorio poderoso es uno de los más apreciados digestivos de América.
Fig. 3: Jardín de Río Cuarto, pampa de Córdoba, Argentina
Madaleno, 2011
El trabajo de campo realizado en ocho países y nueve ciudades latinoamericanas
muestra que las plantas medicinales consumidas son muy diversas. Totalizan 560
especies que pertenecen a ciento y tres familias distintas. Más reseñable, todavía, es el
hecho de que cerca de un tercio (204) de las especies sean comunes a dos o más
ciudades. Los agricultores urbanos prefieren las siguientes familias botánicas:
Asteraceae, Lamiaceae, Malvaceae, Rosaceae, Verbenaceae and Euphorbiaceae. Son
básicamente plantas herbáceas y arbustos, con talla más adecuada a la pequeñez de los
jardines y patios traseros. Respecto a frutales, la familia de las Rutaceae suele ser la más
común, constituida sobre todo por cítricos. Entre las cascaras vendidas en los mercados
y ferias, las extraídas de las Fabaceae son las más numerosas. Siguen las Simaroubaceae
y Lauraceae.
5. CONCLUSIONES
Las crisis financieras que se han sucedido en el siglo pasado y incrementado en
el inicio del siglo XXI, han constituido una oportunidad excelente para los ciudadanos
de Latinoamérica, que se han organizado para producir los alimentos frescos que
consumen y para buscar en sus huertos y jardines las plantas necesarias para sanarse. Al
cultivo se agrega el acopio de hierbas silvestres en lotes urbanos sin edificación, en
forestas periurbanas, en el entorno rural.
8
La necesidad de disminuir los déficits comerciales y las deudas soberanas, han
producido el desmonte y destrucción de los sistemas nacionales de salud por todo el
mundo. Este hecho, juntamente con la disminución de los recursos disponibles para
alimentar y cuidar de una población creciente, ha aumentado el foso entre los ricos y los
pobres en la última década y explica porque aumentan las especies medicinales de los
jardines y patios traseros, como vengo observando durante las misiones que hace quince
años realizo en este espacio geopolítico.
En 1998, en dos misiones a Belem, en la Amazonía, he registrado noventa y
siete especies en los jardines. En 2005, durante otra misión científica, de esta vez a los
mercados y ferias, he añadido 43 más. En fines del año 2010, en una misión a S. Luís,
capital del estado del Marañón, también en Brasil, he registrado un total de ciento
nueve. La misión conjunta con la Universidad de Río Cuarto, en Argentina, ha
acrecentado ciento y veinte y cinco especies en una ciudad mediana, de la pampa de
Córdoba. La misión a la pequeña Colonia del Sacramento agregó setenta más.
De acuerdo con Hagit Matras (1995), especialista en medicina popular de la
Universidad de Jerusalén, existen básicamente dos tipos de medicina que usan
herbolaria: la racional, que emplea prescripciones derivadas de hierbas o porciones de
plantas; la mágico-religiosa que, en conjunto con la flora medicinal, usa la oración,
amuletos, y rituales diversos. Mientras la primera suele ser practicada sobre todo por
mujeres, cerca de 2/3 de los informantes de esta investigación hecha en América Latina,
los rituales mágicos son dominados por hombres, la mayoría de los curanderos. Además
de las cuestiones coyunturales de crisis, que favorecen el cultivo de jardines de salud,
concluyo afirmando que la persistencia de la medicina natural se debe a la eficacia de la
cura con plantas.
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