la gestión de los espacios verdes y su sostenibilidad

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LA GESTIÓN DE LOS ESPACIOS VERDES Y SU SOSTENIBILIDAD
ECONÓMICA
El incremento de los espacios verdes y su conservación, requieren de una planificación
respecto a tipologías y su coste de mantenimiento, para que el patrimonio vegetal de la
ciudad sea sostenible económicamente. No se debe ignorar que lo caro no es crear una
zona verde sino su mantenimiento futuro.
Nuestra media nacional en ratios de m2/habitante de espacios verdes, supera los 15
m2/habitante, 7 m2 de zonas verdes, parques y jardines y 8 m2 de zonas verdes de
mantenimiento naturalizado. Su coste de mantenimiento es diferente, la referencia de
coste medio a nivel nacional está entre los tres y cuatro €/m2 y año.
Si esto es así y nuestra tendencia es alcanzar los 10 m2/habitante como media nacional
(ya existen en España varias ciudades que superan esta cifra), los responsables de la
gestión municipal de las zonas verdes, técnicos y políticos, deben concienciarse de que
en el corto-medio plazo el presupuesto municipal debe hacer frente a un coste de al
menos cuarenta euros por ciudadano para conservar sus zonas verdes.
Pero ...... ¿Existe suficiente concienciación ciudadana e intencionalidad política por la
sostenibilidad económica de la conservación de los espacios verdes?.
Hasta ahora existía la preocupación por realizar un mantenimiento diferenciado basado
en que fuese ecológicamente sostenible y ello referido a realizar un uso racional del
agua, reciclaje de los restos de conservación, uso de abonos, herbicidas e insecticidas de
baja toxicidad, facilitar la diversidad biológica e implantación de fauna en los espacios
verdes, etc., etc.
De ahora en adelante, la sostenibilidad referida a la gestión de la conservación de
espacios verdes, debe incluir conceptos como sostenibilidad social (referida a los
dineros que desarrollan su profesión en el sector tanto en lo referido a sus retribuciones
a través de un convenio digno como a su seguridad y salud laboral) y, por supuesto, la
sostenibilidad económica del presupuesto dedicado a la conservación.
Un servicio de conservación de espacios verdes es de los considerados intensivos en
mano de obra. Hasta el ochenta por ciento del coste puede suponer el coste de la mano
de obra.
Y yo me hago esta pregunta ¿Están concienciados los agentes que intervienen en la
gestión de conservación de los espacios verdes de esta situación? Mi respuesta es que en
bastantes casos no y, lo que es peor, es que el sistema se está deteriorando, se sacan
licitaciones a veces cuyos importes son menores en euros reales que cuatro o cinco años
atrás.
Si los presupuestos dedicados a la conservación en el mejor de los casos suelen suponer
el cinco por ciento del presupuesto total municipal, el ahorrar el diez por ciento del
cinco por ciento supone prácticamente disminuir en un diez por ciento la plantilla y ello
supone una bajada de la calidad del servicio considerable.
Se impone una gestión racional y económicamente sostenible de las zonas verdes y para
ello hay que apoyarse en planes de gestión y herramientas informáticas de apoyo a la
gestión. Hay que gestionar por tipologías y relacionar las mismas con niveles de calidad
de acorde con la disponibilidad de presupuesto.
La evaluación sobre el dimensionamiento del servicio y su coste a precio de mercado
debe ser función de los técnicos de parques y jardines y su opinión respetada, los
recortes en presupuesto a posteriori deben ser compensados reduciendo zonas o nivel de
calidad, ambas variables deben ser plasmadas y rectificadas en pliego. Lo que no puede
ocurrir es que se licite pensando en aplicar el principio de la subasta encubierta, porque
ya lo dijo J. Ruskin (1818-1900) “No hay casi nada en este mundo que alguien no
pueda hacer un poco peor, para cobrar un poco más barato, y la gente que sólo se fija
en el precio, son sus presas naturales”. Decidir una adjudicación simulando una
subasta encubierta en un servicio intensivo en mano de obra es un desacierto, la calidad
del servicio se deteriora.
Conviene también hablar de la morosidad, pues en casos concretos es insostenible el
aplazamiento en los pagos tan dilatados, que yo ya he visto algunas empresas pequeñas
y medianas del sector morir de este mal. Las empresas no pueden ejercer de entidades
financieras.
Si como ya he citado, este tipo de servicios es de los denominados intensivos en mano
de obra, si ya existen servicios con plantillas superiores a los 100 operarios, ¿Qué
empresa es capaz de aguantar financieramente más de tres, seis, nueve meses y hasta
superar el año con las nóminas de los 100 operarios que tienen que cobrar todos los
meses puntualmente? Se necesita mucho músculo financiero.
¿El problema está generalizado? No podemos decir que si, pues más bien desde siempre
existieron ayuntamientos cuya capacidad de gestión fue buena así como su forma de
pago y la sigue siendo y, sin embargo, otros siempre hicieron una mala gestión en los
pagos. ¿Por qué unos si pueden cumplir sus compromisos y otros no? Creo que unos
están haciendo gestión y a otros les falla la misma.
Lo peor es que en los tiempos que corren, la situación se va a empeorar.
Serafín Ros Orta
Director Nacional
EULEN Medio Ambiente
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