MEMORIAL EN APOYO DE LA POSICIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE EDUCACIÓNPRIVADA EN RELACIÓN AL P. DEL S. 1658 (P. DE LA C. 2937) A LA HONORABLE ASAMBLEA LEGISLATIVA: La Asociación de Educación Privada de Puerto Rico comparece para someter su posición en relación al proyecto de ley P. del S. 1658 que contempla la creación de una Junta Examinadora del Magisterio de Puerto Rico. La Asociación de Educación Privada es una entidad sin fines de lucro que representa instituciones de educación privada de niveles primario, en secundario, Puerto estudiantes Rico. de un post-secundario, Éstas a universo su vez vocacional sirven aproximado de y universitario alrededor 800,000 de 200,000 estudiantes de tales niveles que asisten a las escuelas públicas y privadas de Puerto Rico. Las escuelas privadas no reciben ayuda gubernamental y sufragan sus gastos de los costos de las matrículas pagadas por los padres. Éstos ejercen su derecho constitucional de enviar a sus hijos a escuelas privadas sectarias o no sectarias. La política pública del Estado Libre Asociado de Puerto Rico es de garantizar su autonomía y diversidad. Están sujetas únicamente a cumplir con unos requisitos mínimos establecidos por la Ley 49 del 30 de junio de 1988, según enmendada. La función de la escuela privada en Puerto Rico es de vital importancia. Aparte de liberar al estado del peso económico que representa educar al segmento de estudiantes que acude a la escuela privada, éstas proporcionan una educación de calidad que permite a sus estudiantes obtener educación universitaria y convertirse en ciudadanos productivos. Los maestros que enseñan en las escuelas privadas son todos maestros que poseen una licencia regular expedida por el Departamento de Educación o una licencia especial expedida por el propio Secretario, cuando el maestro tiene el grado académico necesario o la experiencia profesional adecuada compatible con la misión y filosofía de la institución educativa. El proyecto de ley, en su exposición de motivos señala como uno de sus propósitos el permitir magisterio puertorriqueño reconocidos como agilizar los una procesos se clase de que puedan los auto-reglamentar profesional. evaluación integrantes de Persigue, las y además, solicitudes para del ser el el otorgamiento de licencia profesional y señala que “... permitirá elevar los definiendo criterios una base y estándares común de de entrada conocimientos a la profesión, fundamentada en investigaciones educativas de mayor pertinencia para Puerto Rico”. Señala, adicionalmente, que la calidad de la actividad educativa realizada por los maestros es académico de los estudiantes. la clave Termina para el mejoramiento puntualizando que necesario “que se promueva el uso efectivo del tiempo en el salón 2 es de clases de modo que el estudiante pueda nutrirse de todo el con el conocimiento y se desarrolle de forma integral.” La Asociación de Educación Privada está comprometida mejoramiento de la educación tanto pública como privada. Considera que todo esfuerzo legislativo en esa dirección debe recibir su endoso solidario. En cuanto a la deseabilidd del establecimiento de una Junta sistema Examinadora público, necesario la expresar para Maestros Asociación su de que se Educación criterio, ya que desempeñan Privada esto no en el considera compete a las autoridades del sistema público. Sí vale señalar que los maestros del sistema público en la actualidad son debidamente licenciados por el Departamento de Educación. En cuanto a si la creación de una Junta Examinadora podría ayudar a elevar la calidad del magisterio en el sistema público entendemos que esto dependería de la voluntad y eficacia con que se implemente la ley. Sin embargo, es bien sabido que la calidad de los maestros surge principalmente de la calidad formación, así de los como de centros su universitarios propio talento académico. Finalmente, más importante, de los donde y recibe su aprovechamiento estímulos sociales, culturales y económicos que reciba en su profesión. En Finlandia, por ejemplo, cuyo país se señala como uno de los primeros en la educación, la profesión de maestro tiene un reconocimiento a la par de un doctor en medicina. 3 La Asociación, sin embargo, quiere expresar su más firme oposición a que la licencia que emitirá la Junta sea una condición mandatoria para el maestro que se desempeña en la educación privada a nivel primario o secundario. Como veremos a continuación, el requerir tal requisito a los maestros para que puedan enseñar en las escuelas privadas, tal como lo contempla el Artículo 3 del P. del S. 1658, viola la política pública del Estado Libre Asociado de dar la máxima autonomía institucional y académica a las instituciones de educación privada, según consagrada en la Ley 49 del 30 de junio de 1988 e impediría la libre contratación de maestros cualificados lo que han venido haciendo hasta la fecha las escuelas privadas, privándoles a éstas de escoger quienes pueden enseñar, en violación de su derecho constitucional a su libertad académica. Esto menoscabaría reclutamiento de llevaría sistema al las a gran escuelas privadas privado a su grado a la maestro capacidad de cualificados y debilitamiento académico e institucional. La Ley 49 que le da esa autonomía a las escuelas privadas ha funcionado bien durante los últimos dieciocho años y ha servido bien al Pueblo de Puerto Rico y a las escuelas privadas. Por tanto, debe permanecer inalterada. Aunque la educación privada podrá contratar maestros que hayan sido debidamente licenciados por la Junta, como lo ha venido haciendo en relación a aquellos certificados por el Secretario de Educación, considera que el 4 requisito de una licencia mandatoria sería altamente detrimental a la educación privada en Puerto Rico, privándole de obtener maestros que poseen los atributos, preparación académica y experiencia necesarios para que las escuelas privadas, conforme a su visión y misión diversa y heterogénea puedan utilizarlos para llevar a cabo su función educativa. La Ley 49 establece que la política pública del Estado Libre Asociado es “mantener y fortalecer la diversidad educativa que garantiza y representa la educación privada en una sociedad mediante una reglamentación adecuada.” Establece que las escuelas privadas deben obtener licencia para operar y limita la imposición de los requisitos aseguren por la parte del adecuacidad estado de los a unos de carácter ofrecimientos mínimo académicos de que las instituciones privadas. En cuanto a los requisitos mínimos que deben cumplir los maestros, el Artículo 3(b) de la Ley dispone: “b) la facultad de la institución deberá poseer la preparación educativa y experiencia necesaria; disponiéndose, sin embargo, que la institución evidenciará la preparación académica de sus profesores, teniéndose en cuenta la naturaleza y objetivos particulares de cada institución educativa privada, bajo uno de los siguientes criterios: 1) Que posea el certificado correspondiente de maestro expedido por el Secretario de Instrucción Pública. 5 2) Que de conformidad con la naturaleza y objetivos particulares de cada institución educativa y en armonía con los recursos humanos disponibles en Puerto Rico, la institución solicitante demuestre que la facultad propuesta posee el grado académico necesario o la experiencia profesional idónea, compatible con la práctica y normas prevalecientes en la comunidad académica para el tipo de institución solicitante, en cuyo caso el Secretario queda facultado a expedir un certificado de maestro provisional. 3) Que posea grado de maestría o doctorado en el área académica o correspondiente, en cuyo caso también el Secretario queda autorizado a expedir un certificado de maestro provisional.” Esta disposición le ha permitido a las escuelas privadas el reclutamiento de maestros cualificados por su preparación sustantiva, así como por su vinculación con los objetivos y visión particular de cada institución que de otra manera no estarían disponibles. Algunos ejemplos de estos son los siguientes: 1. Dentistas que actúan como maestros de estudiantes que se preparan para ser asistentes de dentistas 2. Doctores en medicina para cursos científicos y de biología 3. Ingenieros para cursos técnicos afines a las ciencias de la ingeniería 4. Sacerdotes o Ministros 5. Psicólogos y maestros de Educación Especial 6. Agrónomos 7. Profesores Universitarios 6 8. Modistas y Chefs de Cocina 9. Personas con extensa preparación en el idioma inglés 10. Maestros de Milicia Durante recursos años, para recurriendo al la escuela brindar sistema y privada fortalecer actual que se ha su enseñanza le nutrido permite una de estos académica, licencia provisional expedida por el Departamento de Educación, conforme al Artículo 3 de la Ley 49. De aplicarse mandatoriamente a dichas escuelas los términos del Proyecto de Ley 1658, causaría que las escuelas privadas se vieran huérfanas de tales recursos. Destruiría lo que ha sido hasta ahora una trayectoria exitosa en la preparación de los estudiantes que no asisten a las escuelas públicas. Esta flexibilidad en la obtención de los recursos mencionados, que no significa la tenencia de personal docente sin preparación o subpreparados, ha permitido que las escuelas privadas tengan un marcado éxito en la preparación de sus estudiantes, tal como lo reflejan los resultados de los exámenes de entrada a la Universidad de Puerto Rico y otras más en comparación con otras escuelas. No es coincidencia que en los Estados Unidos en casi todas, sino en todas las jurisdicciones estatales se ha eximido de la aplicación mandatoria de la licencia de maestros a las escuelas privadas. Véase, U.S. Department of Labor Bureau of Labor 7 Statistics. sss.bls.gov, Kindergarten, Artículo Elementary, Middle, sobre and “Teachers-Preschool, Secondary.” Como allí se señala: “All 50 States and the District of Columbia require public school teachers to be licensed. Licensure is not required for teachers in private schools in most States.” Más adelante, expresa el artículo: “Private schools are generally exempt from meeting State licensing standards. For secondary school teacher jobs, they prefer candidates who have a bachelor’s degree in the subject they intend to teach, or in childhood education for elementary school teachers. They seek candidates among recent college graduates as well as from those who have established careers in other fields. Private schools associated with religious institutions also desire candidates who share the values that are important to the institution.” El sistema actual autorizado por la Ley 49, y la práctica en los diferentes estados anteriormente, permite de a la las Unión, escuelas según se privadas ha señalado seleccionar los candidatos idóneos para enseñar en sus escuelas. Es muy importante para el sector privado el poder seleccionar libremente a sus maestros como lo es también la libertad de seleccionar su visión, misión institucional, sus objetivos, su filosofía educativa, su contenido curricular y su metodología de enseñanza, al igual que su política organizacional y sus reglamentos internos. La libertad de seleccionar a sus maestros es distintivo y fundamental para la escuela privada. Ya que es mediante éstos que la escuela instrumenta su visión, misión, filosofía y currículo. 8 Bajo la ley actual los directores de la escuela privada pueden seleccionar maestros independientemente de si los candidatos están certificados o licenciados por el Departamento de Educación, siempre y cuando puedan demostrarle al estado que están capacitados por su preparación académica y su experiencia para las funciones que van a desempeñar en las escuelas. Por eso, tanto la Ley 49 de 30 de junio de 1988 como la experiencia en casi todos los estados de la Unión, ha dispensado a las escuelas privadas de tener maestros licenciados por el Estado. Se ha aceptado un sistema de licenciamiento provisional para atender los méritos de cada candidato individual propuesto por la escuela privada. Éstos si bien no poseen los cursos en pedagogía necesarios para el licenciamiento tradicional y regular, tienen los méritos que enriquecen la academia privada. El proyecto de ley para crear la Junta Examinadora y Colegiación de los Maestros como la Ley de Certificación de Maestros existente responden a las necesidades del estado para mejorar su sistema educativo, pero no responden a las necesidades del sector privado de educación primaria y secundaria. El maestro idóneo para el sistema público y las cualidades requeridas de éste para el mejor servicio en el sistema público no son necesariamente las equivalentes para el sector privado. Cualquier legislación que no tome en consideración esta gran diferencia, es claramente 9 discriminatoria al sector privado y atenta contra la diversidad educativa garantizada en nuestro sistema de gobierno democrático. La función del estado de velar porque la escuela privada cumpla con los requisitos mínimos está garantizada por la Ley 49. La idea que se articula en la legislación propuesta parte de la premisa equivocada de que existe una sola manera de evidenciar la preparación adecuada de los maestros. Existen diversas formas de demostrar la solvencia académica del magisterio. De hecho, nuestras propias Universidades reconocen y aplican otro modelo para demostrar la calidad de sus profesores, extensa esto es preparación descartando la la prioridad académica otorgación de en está el en área prioridad reclutar maestros en que se al método con enseñará, sobre la substancia. Por el contrario, la licencia a ser expedida por la Junta Examinadora otorga mayor prioridad al método que a la substancia pues esa ha sido la escuela de pensamiento utilizada por el sistema de educación pública. Las escuelas privadas, al igual que ocurre con nuestras Universidades, reclutan bajo otros parámetros, entre los cuales se destaca el de prioridad en la preparación en el área de enseñanza. Lo que recomendamos es que se reconozca al sector privado de la educación la facultad de reclutar a sus profesores bajo los criterios académicos que la propia institución determine 10 según su filosofía como ha ocurrido hasta el presente y como es la práctica en el sistema universitario público y privado. Por otro lado el proyecto de Ley que contempla la Junta Examinadora del Magisterio exime del requisito de licencia a los maestros que enseñan en instituciones de educación superior. Esta exclusión confirma la posición de la Asociación de Educación Privada de que no se puede exigir como requisito mandatorio que el maestro que enseñe en una institución privada deba poseer una licencia expedida por la Junta. Muchos maestros que enseñan en instituciones de educación superior son recursos que utiliza la educación privada en general. Bajo el proyecto de ley podrían enseñar en instituciones de nivel superior pero no en las escuelas primarias y secundarias. Aunque si bien los requisitos de cursos en pedagogía necesarios para la obtención de una licencia, tienden a brindar a los maestros conocimientos en el arte de enseñar, éstos no pueden ser criterios determinantes cuando se trata de maestros dedicados a la enseñanza en instituciones privadas a quienes el estado debe garantizar su diversidad y su autonomía académica. La educación privada está sujeta a la reglamentación del estado solamente en cuanto a unos requisitos mínimos. La exclusión de un número significativo de profesionales cualificados para enseñar en el sector privado por carecer de la licencia a ser expedida por la Junta, representaría un acto discriminatorio en 11 poder contra de ese sector y privaría asimismo a las escuelas privadas y a los estudiantes de recursos intelectuales valiosos en perjuicio de su libertad académica. Crearía, además, un problema de desempleo entre este grupo de profesionales que están dispuesto a dedicar su tiempo y energía a enseñar en las escuelas privadas primarias y secundarias de forma arbitraria y discriminatoria. La ley 49 representó un paso de avance en defensa de la protección de las escuelas privadas, al permitirle flexibilidad en la contratación de recursos docentes. La escuela privada atiende entre un 25% a un 30% de los estudiantes del país de escuelas primarias y secundarias. La escuela privada no recibe ayuda o subsidio del gobierno. La escuela privada le ha servido bien a Puerto Rico. Exigir como requisito mandatorio que sus maestros obtengan una licencia de la Junta Examinadora es maniatar a la escuela privada, reducir su capacidad de enseñanza y propiciar su debilitamiento y extinción. Las disposiciones de la Ley 49 en cuanto a certificación provisional emitida por el Secretario es una necesidad básica del sistema de educación privada. Eliminar tal flexibilidad es ir contra la institución de la escuela privada misma. Por tales fundamentos, considerada la experiencia en Puerto Rico de la Ley 49, así como la similar situación en los Estados Unidos, el cambio que pretende introducir el proyecto de ley 1658 en lo que atañe a la flexibilidad en la contratación de maestros es dañino a la educación privada en Puerto Rico. Sostenemos respetuosamente que el proyecto de ley debe ser enmendado a los efectos de excluir a las escuelas privadas del 12 requisito de que todos sus maestros posean mandatoriamente la licencia expedida por la Junta Examinadora y debe hacer claro que la aprobación del mismo en nada afecta ni deroga las disposiciones de la Ley 49, específicamente el Artículo 3 de la misma que permite la flexible contratación de recursos docentes valiosos. Respetuosamente sometido hoy 4 de octubre de 2006. ASOCIACIÓN DE EDUCACIÓN PRIVADA DE PUERTO RICO, INC. Por: Doris Bello Presidenta 13