COLECTORES Y CONCENTRADORES La respuesta a nuestras charlas sobre calefones solares ha sido poco menos que espectacular. Las inquietudes y las consultas han superado los limites de capacidad de análisis por lo que debemos pedir disculpas a todos aquellos que no han recibido contestación personal. Estamos tratando de sintetizar y agruparlas en cuestionarios comunes, y como dice el refrán “matar varios pájaros de un tiro”. Con la de hoy ya llenamos un vacío muy importante. Habíamos dicho en varias oportunidades que el sol, única fuente de energía de nuestro planeta, suministra miles de veces mas energía de la que necesitamos pero que uno de los problemas mas grandes es que lo hace en forma muy dispersa, por lo que debemos cosecharla tal cual hace una New Holand con el trigo, maíz o girasol que se presentan con las misma características. Debemos meter esa energía en el silo, que en este caso se trata de un tanque aislado. Ya vimos que en lugar de una cosechadora necesitamos de un colector o captador de radiación, que merced a cubrir una superficie determinada permite elevar la temperatura del agua entre 50 a 70 grados y luego trasladarla por una cañería hasta el deposito desde donde la enviaremos hasta el termotanque, que le dará el último toquecito para mantener controlada la temperatura del baño, pero ahorrando una muy importante cantidad de gas o leña, según se trate el tipo de calefón. Sin embargo la inquietud de muchos televidentes es la posibilidad aumentar la temperatura a mas que 50 o 70 grados. En ese caso debemos usar otro tipo de colector que cumple una doble función: colecta pero al mismo tiempo concentra, razón por la cual se los llama concentradores. Para no perder la costumbre de simplificar las cosas digamos que pueden ser lupas, es decir concentradores por refracción, tal cual ocurre cuando quemamos papeles, o también espejos cóncavos similares a los utilizados en cosmética para inspeccionar el cutis de la cara. En este ultimo caso seria un concentrador por reflexión, similar a una unidad óptica de un automóvil pero con dimensiones mucho mayores. Por ejemplo con un metro y medio de diámetro son muy utilizadas como cocinas solares en algunos países como la India. En una o dos horas esta listo el puchero y la única preocupación es mantener cada tanto la orientación respecto de la posición del sol, con la ventaja de que el arroz difícilmente se nos pegue en el fondo de la olla. Sesenta o setenta años atrás, cuando todavía existían campos salvajes eran frecuentes los incendios originados espontáneamente y provocados por vidrios o botellas rotas o también por latas de conserva que cumplían, ambas, la función de concentradores, los vidrios o frascos por refracción y las latas vacías por reflexión. El invento dista mucho de ser nuevo. Arquímedes, 287 a 212 años antes de Cristo, aquel griego famoso por haber salido desnudo de la bañadera gritando eureka!, eureka!, entusiasmado al descubrir el principio o ley que lleva su nombre, se hizo tan famoso por eso como por haber quemado toda la flota de los romanos que invadieron Siracusa durante las famosas guerras púnicas. Se dice que los 1500 soldados usaron 8 grandes espejos cóncavos para enfocar las velas de cada uno de los barcos romanos incendiándolos. Si los tubos de polipropileno negro del captador que aprendimos a construir los colocamos adentro de un tubo de vidrio que cumpla las funciones de lupa, la temperatura de nuestro calefón se va a 100 grados y de hecho este tipo de calefones se fabrican, aunque su precio es mas elevado. La pared del tubo debe ser mas gruesa que la de un fluorescente quemado, alternativa en la cual ya esta pensando mas de un lector o televidente, además si se hace vacío en el tubo, como ocurre con los fabricados en serie, aumenta el rendimiento. Sin embargo, y tal como lo hemos repetido en otras oportunidades, jamás, por mas bueno que sea el colector, será capaz de producir mas calor que lo que el sol le entrega. Aunque esto parezca una verdad de perogrullo, mas de una vez me he encontrado con propagandas que especifican erróneamente captar mas calor que lo que el sol da, dato perfectamente conocido y compilado en tablas para cada lugar determinado Si aumenta la temperatura, a igualdad de rendimiento, disminuye la cantidad de agua por hora que rinde el calefón, razón por la cual, a menos que se necesite mas temperatura por otro motivo, no tiene sentido complicar la cosa y encarecerla para lograr 100 grados cuando la cantidad de calor suministrada es la misma. Si le llamamos G1 y G2 a las cantidades de litros por hora de agua caliente que da el captador solar, a los saltos de temperatura DT1s y DT2s y teniendo en cuenta que la temperatura de ingreso al captador es Tae , se cumple que: G1 = G2 x DT2s/ DT1s Para DT1s = T1s - Tae y DT2s = T2s - Tae Ejemplo: queremos saber cuantos litros nos entregará el captador para 100 grados cuando a 70 grados nos daba 50 litros, sabiendo que la temperatura de entrada del agua es de 18 grados. G2 = 50lts; DT2s = 70 – 18 = 52º; DT1s = 100-18 = 82º G1 = 50 x 52/82 = 31,7 litros por hora 9 Como conclusión si el agua caliente se pretende para el baño o calefacción, basta con un colector plano simple y si es para cocinar, se debe recurrir a un concentrador parabólico pues tampoco alcanzan los 100 grados de un colector plano. La cocina solar mencionada puede alcanzar temperaturas del orden de los 300 grados. Pero el perfeccionamiento ha permitido alcanzar temperaturas imposibles de alcanzar con otros medios en hornos solares de investigación, de los cuales son un ejemplo el de Odeillo en Francia o la Plataforma solar de Almeria en España. Con concentradores parabólicos o canalones la temperatura puede superar los quinientos grados. Hay canalones especiales que generan vapor a 500 grados y ese vapor a su vez acciona una turbina. Aclaro para no generar expectativas falsas que son aplicaciones muy especiales en donde no se dispone de combustibles fósiles o solamente con carácter experimental. Si la concentración es múltiple, es decir con grandes espejos ubicados estratégicamente como en un anfiteatro, que siguen el recorrido del sol y estos a su vez concentran sobre una gigantesca pantalla parabólica, la temperatura puede llegar a casi 4000 grados, tal es el caso de los dos ejemplos mencionados. Recordemos que la temperatura de fusión del acero es del orden de los 1500 grados. A esos espejos seguidores del sol se los llama helióstatos, verdaderos sucesores automáticos de los espejos de los soldados griegos. 10 11