SALHAKETA-VARRA C/ San Agustín 24-bajo. Tfno 948222988 PROGRAMA EDUCATIVO PARA PERSONAS EXCARCELADAS EN PROCESO DE INTEGRACIÓN COMUNITARIA -Piso de larga estanciaPROGRAMA DE 2003 Coordinadora: Maria Saenz Azcona ÍNDICE INTRODUCCIÓN 2 1. FUNDAMENTACIÓN 3 1.1. 1.2. 1.3. Consecuencias de la pena privativa de libertad Legislación penitenciaria Criterios de intervención educativa 3 4 6 2. OBJETIVOS 8 3. PERSONAS USUARIAS 9 4. METODOLOGÍA 12 4.1. 4.2. 4.3. 4.4. Requisitos de acceso Mecanismos de acceso y procedimiento a seguir Proyecto individualizado de intervención educativa Seguimiento 5. RECURSOS 5.1. 5.2. 12 12 13 15 16 Recursos materiales Recursos humanos 16 16 6. EVALUACIÓN 18 BIBLIOGRAFÍA 19 ANEXOS 20 1 INTRODUCCIÓN Presentamos un proyecto educativo que intenta responder a una necesidad social detectada por la Asociación SALHAKETA desde hace varios años, a saber, la de personas en libertad condicional o definitiva en proceso de integración comunitaria que carecen de apoyo socio-familiar para hacer frente a los diferentes procesos de adaptación a la vida en libertad. Rubí (1991, 39) señala que el análisis de las necesidades sociales tiene que ser interdisciplinar y deberá tener en cuenta no sólo la descripción cualitativa y cuantitativa de las mismas, sino también deberá analizar el porqué de las causas que las generan. Nos centraremos inicialmente en este último aspecto, intentando contextualizar adecuadamente el grave problema de la excarcelación, que nos permitirá proponer en el lugar y en el tiempo de una manera correcta los objetivos del proyecto educativo. Proyecto que lo definimos con precisión: Criterios educativos como base y comunidad como escenario. Lo expresa perfectamente Garrido (1991) cuando afirma que: "Los delincuentes no precisan terapia sino ayuda y, más en concreto, ayuda educativa. La pregunta relevante es ahora, para nosotros, la siguiente: ¿Qué podemos hacer para que las personas que han delinquido tengan mayores oportunidades de integrarse en una vida prosocial? La respuesta nos obliga a considerar dos niveles: el del individuo y el de los recursos del medio (escenarios) donde éste ha de llevar a cabo tal integración. (...) El énfasis de este enfoque psicoeducativo se pone en el tratamiento comunitario, por ser éste el escenario final donde el éxito o el fracaso de nuestra intervención ha de ponerse de manifiesto. Además, actuando en los ambientes naturales facilitamos el efecto de generalización de las habilidades enseñadas, que es uno de los problemas básicos en el tratamiento de estas poblaciones". 2 1. FUNDAMENTACIÓN El proyecto se fundamenta en los siguientes puntos: 1. Consecuencias que la pena privativa de libertad ocasiona al sujeto. 2. Legislación penitenciaria, especialmente con relación a la libertad condicional como instrumento de acortamiento de la estancia en prisión. 3. Criterios de intervención educativa. ------------------------------1.1. CONSECUENCIAS QUE LA PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD OCASIONA AL SUJETO Son ya clásicos los estudios sobre los efectos negativos que tienen las penas privativas de libertad en las personas afectadas por estas sanciones. Clemmer (1958) introdujo el concepto de prisionización como el proceso que genera criminalidad y antisociabilidad. Goffman (1966) definió la cárcel como una institución total, que produce en el interno una importante pérdida de la realidad social. Neuman (1984), en su tipología de las víctimas, incluye entre las colectivas a las víctimas del sistema penal, describiendo la inoperancia de la llamada reinserción social de liberados definitivos o condicionales. Como aproximación más cercana a la realidad penitenciaria de España y de Navarra, podemos exponer, desde diferentes perspectivas, los siguientes aspectos: a) Manzanos (1992), en su análisis sociológico, concluye que el tratamiento penitenciario y la asistencia pospenitenciaria, como mecanismos para materializar la reinserción social, están instrumentalizados por fines disciplinarios. En el momento de salir de prisión varios son los problemas que se les plantean al preso: mayoritariamente se encuentran sin trabajo; tres cuartas partes tienen carencias de apoyo familiar; dos terceras partes tienen problemas de drogodependencia y una de cada diez personas excarceladas tiene problemas de vivienda. Existe una interrelación estadística altamente significativa entre diversas variables y, sobre todo, entre las repercusiones de la estancia en prisión, el tiempo de estancia, el número de ingresos y la desestructuración familiar, lo que indica la estrecha relación de proporcionalidad entre penetración o intensificación de la acción penitenciaria y el deterioro de las condiciones sociales del preso y su familia. b) Landrove (1990), desde la moderna victimología, afirma que cuando en este país y en otros se envía a alguien a la cárcel se le está condenando a algo más que a una pena privativa de libertad: se está propiciando indefectiblemente su victimización. La situación de las cárceles en España priva al que la sufre de muchos otros bienes jurídicos 3 inherentes a la condición humana creando un contexto deshumanizado. Hay que destacar que esta victimización no se agota con la excarcelación: quien alcanza la libertad condicional o definitiva- recomienza, en un elevado número de casos, un ciclo tan conocido como mal tutelado por el sistema penal. Las dificultades que el sujeto encuentra fuera de los muros, en el seno de una sociedad frecuentemente hostil, son enormes. Al margen de transnochadas e ineficaces iniciativas de corte benéfico, lo cierto es que las respuestas institucionales a esta problemática son insuficientes en la inmensa mayoría de los países. No extraña que las penas privativas de libertad propicien la reincidencia. c) Sáez (1995), tomando como marco de referencia los derechos humanos, sitúa la pena privativa de libertad en la coordenada del sufrimiento: cuando un ciudadano es recluido pierde su libertad física pero también pierde la posibilidad de comunicarse, de relacionarse, de trabajar, de desarrollar sus afectos, etc. Se le trata como un incapaz sometido a una rigurosa disciplina. La estancia en la cárcel lleva parejas experiencias cotidianas de miedo, coacción e incomprensión. Pierde los referentes sociales y comunitarios, sus vínculos familiares y personales, en un proceso irreversible de degradación de su humanidad. Concluye este magistrado manifestando que el imperativo de la realización de los derechos humanos impulsa a la búsqueda de alternativas: los caminos a seguir son los de la descriminalización, la reforma radical de las instituciones penitenciarias y la excarcelación. d) Valverde (1991), en su estudio psicológico sobre las consecuencias del internamiento penitenciario, señala que la entrada en prisión implica el aislamiento tajante e inmediato de todo lo que se dejó fuera. El recluso va perdiendo su sitio en la familia y se acabará convirtiendo en un elemento extraño e incluso distorsionador de la vida de las personas de su entorno. De ahí que cárcel y desarraigo caminen juntos y provoquen importantes dificultades de reintegración social al sujeto cuando éste salga en libertad. 1.2. LEGISLACIÓN PENITENCIARIA, ESPECIALMENTE CON RELACIÓN A LA LIBERTAD CONDICIONAL COMO INSTRUMENTO DE ACORTAMIENTO DE LA ESTANCIA EN PRISIÓN Para una persona encarcelada la libertad condicional supone poder abandonar la prisión con antelación al cumplimiento total de la condena, y por tanto, sufrir en menor intensidad temporal los efectos desocializadores de la pena privativa de libertad. Aquí se encuentra, precisamente, la importancia que posee la libertad condicional como un elemento inicial de reintegración social más favorable para el sujeto penado y para la sociedad, que puede ofrecer sus recursos sin limitaciones aparentes. Obviando la puesta en libertad por la concesión de la libertad definitiva al cumplir en su integridad la pena y que supone la extinción de la relación penitenciaria, nos 4 centraremos en la libertad condicional, última fase en el cumplimiento de una pena privativa de libertad de acuerdo al sistema progresivo. Es ordenada por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria y supone la existencia de unas "condiciones" en una situación de libertad efectiva, que se van a mantener hasta el cumplimiento definitivo de la condena. Sus características y requisitos vienen señalados en el Código Penal (artículos 90 a 93), en la Ley Orgánica General Penitenciaria y en el Reglamento Penitenciario (Capítulo I del Título VIII, artículos 192 a 201). Los requisitos para su concesión son: -tener cumplidas las tres cuartas partes de la condena, -haber observado buena conducta, -estar clasificado en tercer grado, -tener un pronóstico individualizado y favorable de reinserción social. El expediente de libertad condicional contendrá todos los documentos necesarios para la concesión de la misma (art. 195 del Reglamento Penitenciario) y se elevará al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria por la Junta de Tratamiento. En este expediente deberá estar el acta de acogida por parte de un familiar, persona allegada o institución social extrapenitenciaria. Se establecerá un control o seguimiento del excarcelado, según el programa individualizado establecido por la Junta de Tratamiento, que realizará el Servicio Social Penitenciario hasta el momento de su libertad definitiva. Los tres casos excepcionales de concesión de la libertad condicional que no tienen en cuenta el requisito de cumplimiento de las tres cuartas partes de la condena son: -haber cumplido setenta años, -parecer una enfermedad muy grave con padecimientos incurables, -y tener cumplidas las dos terceras partes de la condena, siempre que se hubiera desarrollado continuadamente actividades laborales, culturales u ocupacionales. Si tenemos en cuenta la inexistencia en el Código Penal de la redención de penas por el trabajo desempeñado en prisión, la situación de cara a la libertad condicional se ha agravado porque el tiempo efectivo de cumplimiento ha aumentado. La libertad condicional cobra una singular importancia como posibilidad de alcanzar la libertad sin cumplir toda la condena, y debe ser ese horizonte una posibilidad que posean todos los presos y presas independientemente de que tengan o no una familia que les acoja. El trabajo educativo ha de empezar precisamente por ofrecer, a aquellos sujetos que lo demanden, una situación de estabilidad y seguridad, en la propia comunidad, con personas cercanas y conocidas, en un espacio concreto. 5 1.3. CRITERIOS DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA Los pasos en el camino de la reintegración y normalización que van a recorrer las personas que acceden a la libertad condicional son muy significativos frente a los que cumplen en su integridad la pena: el grado de desocialización es menor, los compromisos que adquieren les responsabilizan de sus conductas, o se pueden atajar más eficazmente los déficit psicoeducativos que presentan. Cuando el acogimiento se produce por parte de una institución o asociación –gestoras de un determinado grado de vinculación con la comunidad- se produce una respuesta muy positiva por parte de la persona que accede a la libertad. No se trata sólo de dar una solución de enorme trascendencia para la persona encarcelada, sino que se intenta crear un punto de encuentro con las responsabilidades sociales en la existencia de las conductas delictivas. He aquí donde entendemos la intervención con las personas excarceladas, basada en la utilización de criterios educativos en un escenario comunitario. Los aspectos básicos del proyecto educativo son, siguiendo a Garrido (1993): a) Las aproximaciones cognitivo-sociales como las más eficaces en la rehabilitación de los delincuentes. b) Atención al contexto interpersonal en el que se desenvuelve el individuo, es decir, a la ecología de la conducta, donde el sujeto y el ambiente se retroalimentan mutuamente. c) Énfasis en el trabajo educativo o psicoeducativo, intentando proporcionar nuevos recursos personales para que el sujeto tenga nuevas y mejores opciones con las que modificar su ambiente y lugar. d) Atender tanto a la conducta manifiesta del individuo como a su cognición y a su emoción (afecto). e) Intervención sobre el medio para posibilitar recursos al individuo que incrementen su competencia social. f) Promover la competencia social del sujeto, ese conjunto de habilidades (de toda índole, incluyendo los modos de pensar y de sentir, además de su comportamiento externo) que le va a permitir desarrollarse como un ser humano en un medio prosocial. Estos criterios educativos los basamos en los siguientes principios de intervención (Vega, 1994): - La capacidad de las personas para aprender y modificar su conducta, por tanto, educabilidad del sujeto inadaptado. El respecto profundo a los derechos de la persona inadaptada. La educación integral. 6 - La integración comunitaria. La sectorización. La normalización. La atención individualizada. La autonomía personal. La intervención interdisciplinar. 7 2. OBJETIVOS 2.1. OBJETIVO GENERAL Apoyar la progresiva integración sociocomunitaria, de personas excarceladas en libertad condicional o definitiva, a través de un programa educativo individualizado. 2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS 2.2.1. Garantizar un alojamiento digno, seguro y estable, como elemento clave y previo a la consecución de la pretendida inserción sociocomunitaria. 2.2.2. Guiar un proyecto de vida normalizado que sirva para el desarrollo prosocial. 2.2.3. Acompañar desde la cercanía y respeto a la singularidad de la persona sus procesos de cambio para superar las situaciones de marginación. 2.2.4. Ser un marco de referencia positivo, comprometido con las historias vitales y los procesos personales, de forma que permita a las personas que durante un tiempo fueron usuarias del piso recurrir al mismo y retomar sus proyectos inacabados. 2.2.5. Proporcionar las técnicas y los medios adecuados para el proceso de normalización; ofrecer alternativas para la resolución de conflictos o problemas cotidianos. 8 3. PERSONAS USUARIAS El servicio está dirigido a personas de ambos sexos. Por razones criminológicas la mayoría de los usuarios serán varones: el 90% de las personas encarceladas son de sexo masculino. Son tres las características fundamentales que deberán reunir los usuarios del servicio: a) Ser originarias o haber tenido residencia habitual en Navarra. b) Contar con un proyecto de asentamiento en Pamplona o su comarca. c) Estar excarcelado, es decir, en libertad condicional o definitiva, en tercer grado régimen abierto, en medida de seguridad en fase de no internamiento o en suspensión condicional de la pena sin otro recurso. Para definir el tipo de usuarios, nos basamos en cuatro situaciones características: a) Situación penitenciaria Personas que hayan sido condenadas a penas privativas de libertad y que accedan a la libertad condicional o definitiva. La libertad condicional se trata de una figura orientada a la resocialización que goza de la naturaleza de la institución de la libertad a prueba. Puede ser entendida como la última fase en el cumplimiento de una pena privativa de libertad de acuerdo al sistema progresivo, que está definido por el primer grado o régimen cerrado, el segundo grado o régimen ordinario, el tercer grado o régimen abierto, y el cuarto grado o libertad condicional. En un sentido amplio, nos encontramos ante un modelo alternativo al cumplimiento tradicional de la privación de libertad que guarda cierta relación con la suspensión y la sustitución de la pena (Gracia y otros, 1996; Mapelli y Borja, 1996). El acogimiento al liberado condicional supone ofrecer los recursos mínimos necesarios –alojamiento, alimentación, etc.- y un apoyo humano desde la cercanía. El acta de acogimiento se cumplimenta ante los Servicios Sociales Penitenciarios por parte de la persona o institución que se va a responsabilizar del penado durante el tiempo que va a durar la libertad condicional. La situación de aquellos que cumpliendo todos los requisitos para la concesión de la libertad condicional (a excepción de la existencia de un acogimiento) no pueden acceder a la misma, es muy grave. No se trata sólo de una realidad discriminatoria que se da en aquellas personas con menos recursos personales o 9 sociales, sino que enfrenta al preso con la sociedad, porque al finalizar la condena saldrá en libertad con un mayor grado de desocialización y más aislado. b) Situación familiar Personas que pudiendo acceder a la libertad condicional se encuentren sin apoyo y acogimiento familiar, bien por no haber tenido este vínculo o haberlo perdido durante el tiempo que han permanecido en prisión. Del mismo modo, personas que alcanzando la libertad definitiva, se encuentran en situación familiar similar. La cárcel supone un ambiente total y, por tanto, excluyente. El recluso va a ver restringidas sus relaciones interpersonales, lo que le llevará a una pérdida gradual de las vinculaciones que tenía establecidas. Las personas del exterior, especialmente las de su entorno inmediato, con las que tenía establecidas unas vinculaciones emocionales más intensas, si bien al principio del encarcelamiento se volcarán en él, después tendrán que ir reajustando sus vidas. La familia establecerá nuevas vinculaciones en las que el recluso ya no estará presente. Esta pérdida de vinculaciones tendrá repercusiones importantes para la vida del preso, tanto en el interior de la prisión como cuando acceda a la libertad. Cuando el recluso regrese a su ambiente, y si no se ha mantenido una situación familiar estable, a menudo se va a encontrar marginado, extraño, percibe que no encaja, y eso va a ser fuente de nuevas frustraciones que se añadirán a su condición de ex-preso. La relación con la familia se puede agravar en la medida en que la estancia en prisión se prolonga en el tiempo, y en su caso, en el espacio (cumplimientos alejados del lugar de origen o residencia). Las respuestas institucionales, debido a su naturaleza, no pueden sustituir al entorno próximo de la persona. La relación que se establece entre el agente institucional (asistente social, psicólogo, educador, etc.) y la persona liberada, tiene un carácter profesional. Evidentemente, la relación profesional no puede ser equiparable con la relación familiar e íntima. Nuestro programa pretende articular relaciones cercanas y humanas que surjan desde la confianza y el respeto mutuo. A pesar de no poder sustituir los vínculos familiares, si podemos acercarnos mucho, en la medida en que nos alejemos de fórmulas institucionalizadas y nos apoyemos en el compromiso e implicación personal. Además, contamos con el factor “tiempo”, imprescindible para la estabilidad y la madurez de las relaciones interpersonales. Nuestra respuesta no tiene limitaciones temporales, seguirá manteniéndose mientras nosotros, el sujeto o la situación lo requieran. c) Situación psicosocial Personas que debido a sus características personales, su historia de vida y/o su estancia prolongada en prisión, presentan déficit psicoeducativos destacados y graves dificultades para integrarse en la comunidad. 10 La cárcel tiene importantes repercusiones de conducta sobre las personas que la padecen. El espacio penitenciario incide poderosamente sobre el recluso conduciendo al proceso de prisionización, es decir, interiorización del entorno anormal de la prisión. La adaptación a esta situación anormal de la prisión supone la adopción de pautas de conducta y de emociones adaptadas a dicho contexto, que en la sociedad resultan claramente inadaptadas, ineficaces e incluso violentas. De ahí, que la cárcel y el proceso de adaptación a la misma tenga consecuencias concretas desde el punto de vista psicosocial: exageración de acontecimientos insignificantes, autoafirmación agresiva o sumisión innecesaria, dominio o sumisión en las relaciones interpersonales, ausencia de control sobre la propia vida, estado permanente de ansiedad, ausencia de expectativas de futuro, ausencia de responsabilización, alteraciones afectivas, etc. Nuestro programa pretende una intervención peculiar, acorde con el proceso de cada individuo. Un proceso educativo que tiene como punto de partida tres elementos: - el educador o persona que se compromete a apoyar al sujeto, - el sujeto que recibe el apoyo, - y el contexto donde ambos se encuentran. Con esta base se inicia el proceso educativo donde los tres elementos tienen un papel activo en el camino hacia la recuperación personal y social del sujeto. d) Situación Económica Personas que cuentan con escasos recursos económicos. La pobreza y la marginación siguen definiendo a gran parte de las personas presas. Aunque la tipología es muy heterogénea, son muchas las personas que provienen de contextos sociales donde apenas han existido suelos básicos sobre los que construir nada. Problemas familiares desde la infancia, graves necesidades económicas, barrios marginales, escasa o deficiente cualificación formativa y laboral, ausencia de tradiciones culturales, violencia como forma de autoafirmación ante los demás, escasa autoestima, etc.(Arnanz,1994). Deficiencias socioeconómicas concluyen en graves dificultades de incorporación al mundo laboral y en consecuencia incapacidad de autonomía personal, más aun considerando el valor y prestigio sociales que tiene el trabajo en nuestra comunidad. La mayor parte de las personas usuarias del servicio van a recurrir, hasta que encuentren un trabajo remunerado, a las prestaciones sociales, que pueden ser con carácter general: El Subsidio de excarcelación (Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad Social, B.O.E. de 29/6/94, art.215 y Real Decreto 625/85, art.12) y las ayudas económicas recibidas por el departamento de bienestar social. 11 4. METODOLOGÍA 4.1. REQUISITOS DE ACCESO Los requisitos de acceso al servicio son: a) Estar empadronado en Navarra. b) Tener un proyecto de asentamiento en la ciudad de Pamplona. c) Mantener un proyecto de vida acorde con el proyecto educativo. d) Respetar las normas de conducta impuestas, en su caso, por el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria y el Servicio Social Penitenciario. 4.2. MECANISMOS DE ACCESO Y PROCEDIMIENTO A SEGUIR La solicitud de ingreso en el servicio podrá ser presentada por el propio interesado, o bien, ser derivado el caso por otras instituciones o grupos con las que exista la coordinación pertinente. Una vez planteada dicha solicitud –directamente ante el Trabajador social o Psicologo de Salhaketa-, los pasos a seguir serán: a) el Trabajador social o Psicologo mantendrá una entrevista en profundidad con el solicitante, donde éste expondrá sus motivaciones y su proyecto de vida, al tiempo que la profesional le informará del recurso y su funcionamiento. b) La solicitud, junto con el Informe Valorativo y, en su caso, el Informe Social fruto de la derivación, serán estudiados por el Equipo de Seguimiento, quien decidirá la idoneidad de la misma de acuerdo a criterios de adecuación al proyecto y disponibilidad de plazas. Si la solicitud se valora positivamente, el Equipo de Seguimiento procederá a decidir sobre el profesional que cumplirá la función de “adulto positivo”. c) El solicitante deberá elaborar, junto con el Trabajador social o Psicologo, los contenidos individualizados de su proyecto educativo y firmar el documento denominado “Contrato de uso y utilización del piso de larga estancia”. Además, se le presentará al profesional que realizará las funciones de “adulto positivo”, estableciéndose los criterios generales del seguimiento y apoyo a realizar. 12 4.3. PROYECTO INDIVIDUALIZADO DE INTERVENCIÓN EDUCATIVA El programa individualizado de intervención educativa consiste en la elaboración de un intinerario básico de inserción acorde con las necesidades de la persona, su historia vital y su proyecto de vida futura. Hay dos bases fundamentales en este proyecto, una de naturaleza humana y otra física. La primera se va a corresponder con los profesionales que se van a relacionar con los usuarios del servicio: * el Trabajador social o Psicologo, que va a coordinar tanto el proyecto individualizado de cada usurario como las relaciones con su “adulto positivo” y el resto de los profesionales externos que intervengan desde su respectivas especializaciones. * El “adulto positivo”, figura que se corresponde con el profesional que, actuando voluntariamente, va a realizar el seguimiento establecido para cada uno de los usuarios. El recurso material o físico es el propio piso de larga estancia, al que se le va a dotar de las características de los pisos compartidos, fundamentalmente en los dos siguientes aspectos: - La organización y funcionamiento del piso, que va a corresponder especialmente a los usuarios. Ellos serán los encargados de que el piso esté limpio y ordenado, responder a las obligaciones de la comunidad de vecinos, encargarse del mantenimiento de la vivienda, etc. - Hacerse cargo con sus recursos de los gastos de la vivienda, a saber, la cuota de alquiler y los gastos corrientes. La intervención educativa irá dirigida a: 1.- Fomentar la autoestima, favoreciendo la seguridad y confianza en sí mismo para hacer frente a los problemas y dificultades propias de la vida cotidiana. 2.- Educar en hábitos de higiene y cuidado personal, así como en todo lo referente a la salud física y psíquica. 3.- Enseñar habilidades y tareas domésticas, planificación económica y las responsabilidades propias de una comunidad de vecinos. 4.- Dar a conocer los recursos comunitarios existentes en el barrio, impulsando la participación en los mismos. 13 5.- Potenciar, siempre que se valore conveniente, vínculos relacionales anteriores: familia, amigos, etc. 6.- Ofrecer una orientación formativo-laboral adecuada a las posibilidades y expectativas individuales. 7.- Evitar situaciones de reincidencia o formas de vida inadaptadas al contexto social, mediante una atención personalizada. 8.- Fomentar conductas de consumo moderado de drogas legales (alcohol y tabaco) e informar de las consecuencias del consumo de drogas ilegales. Otro aspecto significativo del proyecto educativo es lo que hemos venido denominar “Pedagogía de lo cotidiano”, es decir, la educación más cercana a actividad diaria de los miembros de nuestra comunidad, base del criterio normalización e interacción social, respetando siempre la pluralidad de manifestaciones individuales. En este sentido trabajaremos en la dirección de: en la de la . Organizar el reparto de las tareas domésticas y, en los casos que resulte necesario, enseñar las habilidades necesarias para hacer frente a estas labores: cocinar, limpiar, planchar, hacer las compras, etc., incidiendo especialmente en los aspectos de una alimentación equilibrada. . Cuidar el aseo e higiene personales, ofreciendo información básica sobre aspectos de salud y los recursos existentes en Osasunbidea. . Tener en regla los trámites administrativos referentes a su situación jurídica, prestaciones sociales, tarjeta sanitaria, tarjeta de desempleo, carné de identidad, pasaporte, etc. . Dar a conocer los recursos comunitarios existentes en el barrio y en la ciudad. . Enseñar técnicas de búsqueda de empleo, fomentar la participación en cursos formativo-laborales, etc. . Apoyar el contacto positivo con familiares y amigos que puedan contribuir a su proceso de normalización. . Crear espacios socio-educativos distendidos y cotidianos en el piso, que favorezcan la interacción entre las personas que comparten la vivienda. 14 4.4. SEGUIMIENTO El proyecto se estructura a partir de respuestas educativas adaptadas a las características y necesidades específicas de cada uno de los usuarios. Por ello, el seguimiento se desarrollará de forma individualizada. La Trabajador social o Psicologo coordinará este trabajo por medio de: su relación con los usuarios; la actividad realizada por el “adulto positivo” y sus Informes de seguimiento, y la información obtenida a partir de la coordinación mantenida con profesionales de instituciones y/o asociaciones que, por diversos motivos, conozcan la problemática individual concreta y/o tengan contacto con el usuario. El Equipo de Seguimiento establecerá los criterios generales de adaptación del proyecto a cada usuario y a su evolución de acuerdo a los siguientes factores: FACTORES 1. Situación Penal 2. Situación Penitenciaria 3. Situación Laboral 4. Situación Sanitaria 5. Drogodependencia 6. Situación Económica 7. Situación Educativa 8. Situación Socio-Relacional y Afectiva 8.1. Familia 8.2. Pareja 8.3. Amistades 9. Situación Convivencial 10. Necesidad del “adulto positivo” VALORACIÓN POSITIVA 1. No tener causas abiertas o pendientes de ejecución. 2. Estar en LD o finalizando el periodo de LC, haber transcurrido al menos 18 meses desde la excarcelación. 3. Estar trabajando, al menos 18 meses ininterrumpidamente y contar con posibilidades reales de continuidad. 4. Nivel de responsabilización alto, mantener una actitud responsable con respecto a la salud. 5. Estar dado de alta por el centro correspondiente, presentar un consumo moderado de alcohol. 6. Contar con recursos económicos autónomos, mostrar capacidad de planificación económica a partir del presupuesto mensual con el que cuenta, no tener deudas y contar con una cantidad de dinero ahorrado. 7. Haber completado un nivel mínimo de estudios primarios o poseer graduado escolar, no tener graves déficit psicoeducativos. 8. No tener problemas acusados en las relaciones interpersonales. 8.1. En el caso de poseer una familia normalizada, haber retomado y/o mantener relación regular y satisfactoria. 8.2. En el caso de mantener una relación de pareja, que sea con una persona que no presente problemas de drogodependencia y/o marginación. 8.3. Contar con círculos de amistades alejados del mundo marginal. 9. No presentar problemas de higiener-aseo personal, llevar una alimentación equilibrada, no tener problemas acusados en la relación de convivencia con el resto de las personas que viven en la vivienda, nicvel de responsabilización alto en las tares domésticas, mantener una relación adecuada con los vecinos y en el barrio. 10. No requerir la intervención continuada de la persona de apoyo para resolver situaciones-problema. 15 Se completará con una autoevaluación (visión que el usuario tiene de su situación) y una valoración global por parte del Equipo. 16 5. RECURSOS 5.1. RECURSOS MATERIALES Se cuenta con un piso de tipo medio en un barrio céntrico de Pamplona. Las características estructurales son: - Situación: Barrio centrico - Superficie: sobre los 90 m2 - Distribución: * Cuatro habitaciones individuales. * Cocina-comedor. * Un baño. * Una despensa. * Un sala de estar. Este piso sería amueblado por medio de la asociación gracias al apoyo de otras entidades y asociaciones que gratuitamente colaboran en el proyecto El piso parte del principio de autofinanciación por lo que respecta a sus gastos y mantenimiento, que se harían frente tanto a través de las aportaciones de los usuarios (cuota de alquiler y gastos corrientes), como de los recursos obtenidos por la Asociación mediante las actividades realizadas para ello, además de aportaciones privadas. El proyecto debería de ser subvencionado, para su viabilidad, por el Departamento de Bienestar Social de la Diputación Foral de Navarra. 5.2. RECURSOS HUMANOS Los profesionales que forman parte de este proyecto educativo son, por una parte, el Trabajador social o Psicologo como coordinadora del proyecto, y por otra, los profesionales-voluntarios que ejercen la figura del “adulto positivo” con el usuario asignado. El Equipo de Seguimiento queda formado por el Trabajador social o Psicologo y los profesionales-voluntarios. Las funciones de el Trabajador social o Psicologo se concretan en dos ámbitos de actuación: 1. Las propias de la coordinación y gestión del proyecto: - Realizar entrevistas a las personas antes del ingreso en el piso. Elaborar Informes Valorativos y de Seguimiento. Coordinar el trabajo del Equipo de Seguimiento. 17 - Trabajar junto con el usuario en la elaboración de su proyecto de inserción. Coordinarse con asociaciones, entidades privadas y servicios institucionales que puedan ser recursos útiles para nuestros usuarios. Mantener información actualizada que pueda repercutir positivamente en el asesoramiento de los usuarios. Realizar todas aquellas derivaciones que resulten necesarias ante la imposibilidad de respuesta por nuestra parte. Responsabilizarse de la gestión administrativa. Mantener relación fluida con las Instituciones Públicas. 2. Las de naturaleza educativa: - Planificar y evaluar las tareas domésticas, y en los casos que sea necesario, enseñar las habilidades básicas necesarias para hacer frente a éstas labores. Informar y orientar sobre los recursos comunitarios existentes en el barrio. Enseñar técnicas básicas de búsqueda de empleo. Apoyar vínculos relacionales que se valoren positivos para los usuarios. Favorecer una buena interacción en el piso, a través de espacios socioeducativos distendidos y cotidianos. Realizar reuniones con los usuarios del piso para tratar temas de funcionamiento y convivencia. Prestar atención a los aspectos más íntimos y profundos, a través del acompañamiento y la escucha. Las funciones de los profesionales-voluntarios son: - Mantener una relación educativa y personal fluidas con el usuario asignado. Ejercer de adulto positivo, es decir, de persona de referencia prosocial. Elaborar los informes correspondientes al seguimiento efectuado. Formar parte del Equipo de Seguimiento y coordinarse adecuadamente con el Trabajador social o Psicologo. 18 6. EVALUACIÓN La evaluación, al tratarse de un servicio de nueva creación, es especialmente necesaria en la dirección de orientar los cambios y ajustes que se vayan considerando oportunos. Por ello, vamos a realizar una evaluación formativa y de procesos que es la que mejor se ajusta a las características de un servicio de esta naturaleza. Su carácter va a ser eminentemente cualitativo y dinámico, refiriéndose a los siguientes aspectos: a) b) c) d) e) f) Funcionamiento del equipo y ajuste en el desempeño de sus funciones. Coordinación y respuesta de los recursos sociales. Relación con el entorno: vecinos, barrio, comunidad. Cumplimiento de los objetivos planteados y pertinencia de los mismos. Adecuación de la estructura organizativa. Suficiencia de los recursos existentes. Los criterios cuantitativos van a ser: a) b) c) d) Número de usuarios atendidos. Número de estancias producidas. Ocupación media del servicio. Balance económico. En el proceso de evaluación va a ser necesaria una retroalimentación constante que exige sistematización y rigor para recoger, ordenar y valorar la realidad, siempre complejas y variable (Nieva y otros, 1995). 19 BIBLIOGRAFÍA ARNANZ, E. (1994): “Drogas y Prisión”. I Congreso de Proyecto Hombre. Pamplona. CLEMMER, D. (1958): The Prison Community. New York. GARRIDO, V. (1991): Iniciativas sociales en educación informal. Madrid: Rialp. GARRIDO, V. (1993): Técnicas de tratamiento para delincuentes. Madrid: Centro de Estudios Ramón Areces. GOFFMAN, (1966): The Prison. Studies in Institutional Organization and Change. New York. GRACIA Y OTROS (1996): Las consecuencias jurídicas del delito en el nuevo Código penal español. Valencia: Tirant lo Blanch. LANDROVE, G. (1990): Victimología. Valencia: Tirant lo Blanch. MANZANOS, C. (1992): Cárcel y marginación social. Donostia: Gakoa. MAPELLI Y BORJA (1996): Las consecuencias jurídicas del delito. Madrid: Civitas. NEUMAN, E. (1984): Victimología. Buenos Aires: Universidad. NIEVA Y OTROS (1995): Centros de encuentro y acogida, documento de referencia. Barcelona: Igia. RUBÍ, C. (1991): Introducción al Trabajo Social. Barcelona: EUGE. SAEZ, R. (1995): “El nuevo Código penal y la protección de los derechos humanos”. Prevenció, 1. VALVERDE, J. (1991): La cárcel y sus consecuencias. Madrid: Popular. VEGA, A. (1994): Pedagogía de Inadaptados Sociales. Madrid: Narcea. 20 ANEXOS Anexo I: Modelo de Entrevista 21 Anexo II: Modelo de Informe 22 Anexo III: Modelo de contrato 23 Anexo IV: Modelo de diseño de inserción 24 21 ANEXO I: MODELO DE ENTREVISTA Número de entrevista: Fecha:____________ Hora:_______________ Duración:_________ Lugar:___________________ Persona entrevistada:_________________________________________ Objetivos de la entrevista: 1.- Motivos de solicitud del recurso 2.- Proyecto de vida 3.- Informar del recurso y su funcionamiento Desarrollo de la entrevista: ___________________________________________________________ ___________________________________________________________ ___________________________________________________________ ___________________________________________________________ ___________________________________________________________ ___________________________________________________________ ___________________________________________________________ ___________________________________________________________ Valoración: Actitud de la persona entrevistada: _______________________________ ____________________________________________________________ -Observaciones: _______________________________________________ ____________________________________________________________ _ 22 ANEXO II: MODELO DE INFORME Apellidos:___________________________ Nombre:_____________ Fecha y lugar de nacimiento:______________________________________ Edad:_____________ Estado Civil:___________ Hijos/as:________ D.N.I.:______________________ a) Estudios: ____________________________________________________________ _ ____________________________________________________________ _ b) Experiencia Laboral: ____________________________________________________________ _ ____________________________________________________________ _ c) Actividad Actual: ____________________________________________________________ _ ____________________________________________________________ _ d) Situación Actual respecto a: - Tarjeta sanitaria:______________________________________________ - Tarjeta de desempleo:__________________________________________ - Carné de autobus:_____________________________________________ - Padrón:_____________________________________________________ - Ingresos/Ayudas sociales:_______________________________________ e) Situación Personal: 23 ____________________________________________________________ _ ____________________________________________________________ _ f) Necesidades Manifestadas: ____________________________________________________________ ____________________________________________________________ __ Valoración: 24 ANEXO III: CONTRATO DE USO Y UTILIZACIÓN DE VIVIENDA La ASOCIACION SALHAKETA, y en su nombre D./Dña. __________________________, como responsable del piso sito en la calle XXXXXX nº 4, 4º dcha., de Pamplona, alquila una habitación individual de ese piso con derecho a los elementos comunes del mismo, a D.________________________________, con D.N.I. nº ____________, en base a los siguientes acuerdos: 1º) La renta mensual será de ____________________________pesetas, incluidos todos los gastos comunes, a pagar mensulamente a partir de la fecha del presente contrato. 2º) D._________________________________________se compromete a hacer un uso correcto de la vivienda, cuidarla y respetar las normas de convivencia que se establezcan con el resto de los usuarios. Así mismo, continuará o iniciará el programa de reintegración social acorde a sus necesidades. 3º) La Asociación SALHAKETA se compromete a apoyar en todo aquello que le fuera posible a D._______________________________________________ __________________, por petición expresa en este sentido. 4º) Este acuerdo se dará por finalizado a instancias de una de las partes o por mutuo acuerdo. En Pamplona, a __ de ______________________ de l99__. Fdo.: Por la ASOCIACIÓN SALHAKETA _________________________ 25 ANEXO IV: MODELO DE DISEÑO DE INSERCIÓN 1.- Situación Actual: * Ambito Legal: * Ambito Personal: * Ambito Familiar: * Ambito Económico: * Ambito Formativo-Laboral: 2.- Espectativas de Futuro/Objetivos: * Ambito Legal: * Ambito Personal: * Ambito Familiar: * Ambito Económico: * Ambito Formativo-Laboral: 3.- Actividades a realizar: 4.- Tiempos previstos: 5.- Recursos a utilizar: 26