A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 22 de mayo de 2013, habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden de votación: doctores Negri, Kogan, Hitters, Genoud, Soria, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa L. 108.498, "C. , B. D. contra Clínica Noguera S.A. y otros. Despido". A N T E C E D E N T E S El Judicial Tribunal Morón de acogió Trabajo nº parcialmente 3 la del Departamento acción deducida, imponiendo las costas del modo que especificó (v. sent., fs. 110/124). La parte actora dedujo recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley (v. fs. 133/137), el que fue de autos concedido por el citado tribunal a fs. 140. Dictada a fs. 149 la providencia y hallándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte decidió plantear y votar la siguiente C U E S T I Ó N ¿Es fundado el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley? V O T A C I Ó N A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Negri dijo: I. El tribunal de grado hizo lugar parcialmente a la demanda promovida por B. D. C. contra "Clínica Noguera S.A.", Eduardo concepto de Pedro sueldo correspondiente al Touriñan anual segundo y Ruth Noemí complementario semestre del Epsteyn, en proporcional año 2006. La rechazó, en cambio, en cuanto procuraba el cobro de las indemnizaciones por antigüedad y sustitutiva del preaviso, integración del mes de despido y las penalidades previstas en los arts. 2 de la ley 25.323, 16 de la ley 25.561 y 80 de la Ley de Contrato de Trabajo (texto según art. 45 de la ley 25.345). II. Contra este último aspecto de la sentencia se alza la actora mediante recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley, en el que denuncia la violación de los arts. 44 y 47 del decreto ley 7718/1971; 163 inc. 1 del Código Procesal Civil y Comercial; 63, 80, 232, 233, 242, 243 y 245 de la Ley de Contrato de Trabajo; 3 del decreto 146/2001; 2 de la ley 25.323 y 16 de la ley 25.561. Refiere que es absurda la decisión que tuvo por acreditada la causal invocada por el empleador para disponer la extinción de la relación laboral, ya que no se reparó en que la actora se vio impedida de conocer los motivos de la ruptura, pues en la imprecisa redacción del telegrama de despido se omitió consignar la fecha de la supuesta falta cometida, de la cual recién se anotició al tomar vista -en estas actuaciones- del escrito de contestación de la demanda (v. fs. 135). Señala, además, que tal injuria tampoco fue demostrada en su totalidad, ya que si bien el juzgador concluyó que el día 15 de octubre de 2006 la señora C. consumió en horas y lugar de trabajo un sedante prohibido, poniendo en peligro a los pacientes que se encontraban a su cargo, no se sustraída de probó la que dicha clínica, tal sustancia hubiera como alegó se sido en la comunicación rescisoria (v. fs. 136). Finalmente, se opone al rechazo del reclamo vinculado al pago de la indemnización por falta de entrega del certificado Contrato de oportunidad previsto Trabajo, en que se por el afirmando debe art. 80 “en cursar de la Ley de a la relación la intimación para adquirir el derecho a percibir la indemnización prevista en la norma en análisis, el plazo previsto en el art. 3 del decreto 146/2001 confiere al empleador un plazo de 30 días para que cumpla de manera espontánea con la obligación contractual que se torna exigible desde la extinción, pero de ningún modo puede derivarse de ello que la intimación, aún cuando se cursara con anterioridad a dicho plazo no resultase eficaz a los fines indemnizatorios” (sic, fs. 136 vta.). III. El recurso no prospera atento su insuficiencia. 1. En el caso, el a quo ponderó los distintos elementos probatorios aportados a la causa en orden al establecimiento de las circunstancias en que se produjo la extinción del vínculo laboral y consideró verificado que ésta se configuró en los términos del art. 242 de la Ley de Contrato de Trabajo, toda vez que resultó probada la injuria grave denunciada por la accionada para decidirla. En veredicto, ese tuvo orden, por en la acreditado cuarta que: cuestión i) la del actora fue despedida por carta documento de fecha 10-XI-2006 (v. fs. 7 y 31), en la que se aludía a "numerosos incidentes durante su desempeño como enfermera", detallados como: "desobediencia a órdenes médicas respecto de pacientes a su cargo", "llegadas tarde" y "lo que resulta determinante, consumo de sustancias institución durante alteran discernimiento, su el prohibidas horario y sustraídas lugar tornándose de su de la trabajo, que presencia en peligrosa para usted y sus pacientes"; ii) que el día 15 de octubre de 2006 la actora fue encontrada por el enfermero Soler tratando infructuosamente de medicar a un paciente, mareada, dislálica y con trastornos en la marcha, reconociendo luego ante sus compañeros de trabajo que se había aplicado un sedante mayor (fentanilo), lo que resultaba compatible con los trastornos que presentaba; y iii) no se acreditó que dicha sustancia fuera sustraída de la clínica (v. fs. 111/113 vta.). También halló probado que los días 30 de enero y 10 de octubre de 2006 fue sancionada con sendos apercibimientos por llegar respectivamente, tarde y como así ausencias también que injustificadas, en fecha 12 de octubre de 2006 se la suspendió por un día en razón de haber desobedecido una orden respecto del cambio de suero de un paciente (v. fs. 114). En la sentencia señaló el juzgador que si el trabajador tiene antecedentes disciplinarios desfavorables -como en el caso de autos, dos apercibimientos y una suspensión, todas sanciones consentidas por la actora-, la relación de proporcionalidad en la valoración de la injuria no debe limitarse al último hecho que determina el despido, sino que éste debe ser ponderado en su correlación con tales antecedentes, los que, por otra parte, fueron invocados en el telegrama rescisorio (v. fs. 118 y vta.). Sin perjuicio de lo cual manifestó el a quo que el último hecho desencadenante del despido -aplicarse un sedante mayor (fentanilo) en horas y lugar de trabajo- tuvo una enorme gravedad, ya que resultaron determinantes de una peligrosa pérdida de facultades para el desarrollo de sus tareas, las que involucran la salud de los pacientes que concurren a la clínica (v. fs. 119). En cuanto a la contemporaneidad de la medida dispuesta, entendió el juzgador que el lapso transcurrido entre el último hecho y el telegrama de despido no resultaba violatorio de la inmediatez como requisito de validez de la denuncia del contrato de trabajo, puntualizando además que la actora tuvo la posibilidad de ejercer su derecho de defensa en juicio en el transcurso de las presentes actuaciones (v. fs. 119 y vta.). A fin de dar respuesta a la argumentación de la accionante en cuanto a que el telegrama rescisorio no reunía los requisitos del art. 243 de la Ley de Contrato de Trabajo por su redacción ambigua, destacó el tribunal que se hallaba indudablemente acreditado en autos que C. tenía pleno conocimiento de las causales invocadas por la accionada para extinguir el vínculo -tanto en relación a los antecedentes disciplinarios, habiendo sido las sanciones impuestas consentidas, como respecto del último hecho desencadenante del distracto-, de allí que -señalóla finalidad de la citada norma no había sido menoscabada en el caso (v. fs. 120). El escenario descripto condujo al sentenciante a concluir que el despido dispuesto por el empleador resultó legítimo, toda vez que el obrar contrario a derecho de C. configuró una injuria de entidad suficiente para impedir la prosecución de la relación laboral, disponiendo -por tal motivo- el rechazo íntegro de la demanda (v. sent., fs. 120 vta.). 2. Estas esenciales conclusiones deben permanecer firmes, toda vez que no han sido objeto de adecuada impugnación. Reiteradamente ha señalado esta Corte que determinar la existencia -o no- de la justa causa alegada para decidir la extinción del contrato de trabajo, como la apreciación de las constancias probatorias aportadas a los fines de acreditarla, constituyen materia reservada a los jueces de grado; sus conclusiones no son revisables en la instancia extraordinaria apreciación absurda de salvo los que hechos y se demuestre las pruebas de una la causa, o que la valoración de la injuria fue efectuada por el juzgador sin la prudencia que la ley exige (art. 242, L.C.T.; conf. causas L. 101.513, "Alzueta", sent. del 17XI-2010; L. 97.813, "Perpetuo", sent. del 16-XII-2009; L. 92.410, "Firmani", sent. del 5-III-2008; L. 91.882, "Seminario", sent. del 28-V-2008; entre otras). a. Si bien la recurrente le imputa al tribunal haber incurrido en el vicio de absurdo, tal denuncia no ha sido acompañada del desarrollo necesario en condiciones de poner en evidencia su configuración. Por el contrario, el recurso se circunscribe a reiterar argumentaciones que -afincadas sustancialmente en la presunta vulneración del art. 243 de la ley de Contrato de Trabajo- ya fueron abordadas y desestimadas por los jueces de grado. Al respecto, tiene dicho esta Corte que es insuficiente el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley que a través de la mera reiteración de los argumentos esgrimidos en la instancia anterior, no logra concretar una réplica adecuada y eficaz de lo decidido (conf. causas L. 102.577, "Lanzavecchia", sent. del 8-IX2010; L. 94.292, "Casado", sent. del 15-X-2008; entre otras). b. Tampoco mejora la suerte adversa de la queja el agravio por el que se pretende poner de manifiesto que el hecho generador de la injuria grave no fue acreditado en su totalidad (v. rec., fs. 136). Sostuvo el tribunal de trabajo, en el fallo que se impugna, que la valoración de la injuria no debía limitarse al último hecho que determinó el despido, sino que éste debía ser ponderado en su correlación con los antecedentes disciplinarios de la actora, los que, por otra parte, fueron invocados en el telegrama rescisorio, pues la causa susceptible de legitimar la ruptura unilateral del vínculo laboral puede provenir tanto de un hecho aislado cuya gravedad contrato, como impida de una -por sí serie solo- la concatenada prosecución de hechos del que, aisladamente considerados no resulten de entidad, aunque valorados luego en su conjunto pueden igualmente justificar la medida rupturista (v. fs. 118 vta.). Fue en jurisdiccional ese valoró contexto los que dicho antecedentes y órgano sanciones disciplinarias aplicadas por la empleadora con anterioridad a la extinción del contrato de trabajo, y que aparecían en el telegrama de despido, sin que ello pueda -remarcó- considerarse como una violación del principio non bis in idem, tal como lo había planteado la actora en su escrito de demanda (v. últ. fs., cit.). De todas formas, entendió que el hecho de aplicarse un sedante mayor (fentanilo) en horas y lugar de trabajo revistió una gravedad extrema, ya que resultaron determinantes de una peligrosa pérdida de facultades para el desarrollo de sus tareas, las que involucran la salud de los pacientes que concurren a la clínica (v. fs. 119). Frente a tales definiciones, la impugnación de la recurrente, sustentada en que no se comprobó que dicha sustancia hubiera sido sustraída de la clínica demandada, además de exhibir un notorio apartamiento de la conclusión medular que condujo al sentenciante a resolver este aspecto de la controversia, no se ocupa de rebatir todos y cada uno de los argumentos que sirvieron de sustento al tribunal de grado para arribar a la decisión cuestionada, deviniendo -por tal motivo- insuficiente (conf. causas L. 91.059, "Faccia", sent. del 14-V-2008; L. 85.504, "B. y C.L.A.", sent. del 8-XI-2006; L. 87.670, "Sindicato Trabajadores Municipales de Lomas de Zamora", sent. del 28-VII-2004). c. Se impone destacar, además -ya que a ello se hace mención transgresión compareciente en el recurso-, al principio pretende que de -en mediante la congruencia lo rigor- es invocada que el desvirtuar la ponderación de la prueba desplegada por el juzgador por la que arribó a la definición que tuvo por acreditada la causal legitimante del despido, tópico que -claro estáformó parte del núcleo de la controversia sometida a juzgamiento. Reiteradamente se ha señalado que la conformidad entre la sentencia y los escritos de constitución del proceso en cuanto a las personas, el objeto y la causa es ineludible exigencia sustanciales del de juicio cumplimiento relativos a de la principios igualdad, bilateralidad y equilibrio procesal, toda vez que la litis fija los límites de los poderes del juez (conf. causas L. 92.617, "Valsecchi", sent. del 11-III-2009; L. 85.849, "Bentrón", sent. del 11-IV-2007; L. 84.945, "Buffo", sent. del 22-XI-2006). El recurrente, además de no denunciar que la valoración de dichas piezas procesales -labor por regla privativa del tribunal de grado- pueda eventualmente hallarse teñida del vicio de absurdo, tampoco demuestra que se haya superado dicho ámbito de actuación y que así se verifique un quiebre al principio de congruencia. d. Cabe concluir, entonces, que si el interesado no evidencia que en la valoración de la injuria el juez de la causa se apartó de la prudencia exigida por la ley, ni acredita que la definición provenga de una motivación apreciación de las Por último, de los extremos viciada pruebas, por el fácticos una absurda recurso deviene improcedente. 3. cuestionamiento dirigido y en a lo relacionado impugnar el rechazo con el de la indemnización por falta de entrega del certificado previsto en el art. 80 de la Ley de Contrato de Trabajo -modificado por el art. 45 de la ley 25.345-, es posible constatar que el valor de extraordinaria previsto por lo no el cuestionado alcanza art. 278 a ante satisfacer del Código y siguiendo esta el instancia monto Procesal mínimo Civil y Comercial. a. En ese orden, en sustancia el desarrollo plasmado por mi colega doctor Pettigiani en la causa L. 90.653, "Valdebenito", sent. del 26-VIII-2009 (sufragio al que adherí -en lo que interesa- a través de la opinión que vertiera el doctor de Lázzari), debo decir que la autorización para el trámite conjunto de más de una pretensión, basado en que resulten de la competencia del mismo tribunal, no se excluyan entre sí y puedan tramitarse por el mismo tipo de proceso, no puede tener como resultado poner al demandante en una mejor situación procesal que la tendría de haberla tramitado por separado, permitiéndole franquear luego, y ante esta instancia, el requisito del valor del litigio. La posibilidad de reunir en un mismo proceso varias pretensiones contra un sujeto demandado no se halla supeditada a la existencia de un vínculo de conexidad por la causa o por el objeto entre aquéllas; antes bien -y siempre que se cumplan los recaudos de la ley de rito- el instituto en análisis responde, exclusivamente, a motivaciones de índole económica, sea por razón del tiempo, actividad o gastos. Se sigue de ello que la accionante bien pudo incoar varias demandas independientes y originar el tratamiento autónomo deducidas, sin de riesgo cada una alguno de de las que pretensiones se divida la continencia de la causa, esto es, que se arribe -por ese recorrido- a pronunciamientos contradictorios. Sintetizando litigio a los función de la pretensiones reclamos han fines bajo esa premisa, recursivos naturaleza deducidas en merecido un debe jurídica la de misma análisis el ser cada valor ponderado una demanda, del en de las pues los diferenciado por el sentenciante conforme los hechos invocados y acreditados durante la sustanciación del proceso. Para más, con prescindencia del resultado que se obtenga en la sentencia de mérito, e independientemente de cual sea la recursiva, ulterior parte el que test análisis intente transitar de admisibilidad de la esta que procedencia senda habilita del el remedio extraordinario no puede conducir a resultados disímiles, según se ejercite -o no- la opción de acumular todas las acciones (pretensiones) contra el mismo demandado (arts. 15 de la ley 11.653 y 87 del C.P.C.C.). b. Como quedó anticipado, la recurrente dirige su crítica a cuestionar la decisión de grado en torno al rechazo de la acción -independiente de las derivadas del despido- promovida en concepto de indemnización por falta de entrega del certificado previsto en el art. 80 de la Ley de Contrato de Trabajo, impugnación definitoria de un agravio cuya cuantía resulta notoriamente inferior a la prevista Comercial por el (art. art. 1, 278 ley del Código 11.593), por Procesal tal Civil razón, y la admisibilidad del recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley deducido sólo podrá justificarse en el marco de la excepción contemplada en el art. 55 de la ley 11.653. Consecuentemente, sede casatoria queda la función circunscripta a revisora verificar de si esta lo resuelto en autos contradice la doctrina legal vigente a la fecha del pronunciamiento configura cuando interpretación de la impugnado, Suprema las Corte normas violación ha que que se establecido la rigen la relación sustancial debatida en una determinada controversia y el fallo apelado la transgrede, precisamente, en un caso similar (conf. causas L. 88.054, "Antoni", sent. del 7-IV2010; L. 86.537, 95.962, "Molina", "Keipert", sent. sent. del del 23-XII-2009; 2-VII-2008; L. L. 87.636, "Moledda", sent. del 14-XI-2007; entre muchas más). Efectivizado lineamientos antes el examen enunciados, del caso conforme los corresponde rechazar las alegaciones que nutren este tramo de la réplica en razón de que no se ha denunciado a su respecto la vulneración de doctrina legal alguna, presupuesto esencial e inicial para pretender la revisión de lo resuelto en el presente marco excepcional previsto por el art. 55 de la ley 11.653 (conf. causa L. 94.682, "Mangione", sent. del 2-IX-2009). IV. Por lo expuesto, corresponde rechazar el recuso extraordinario de inaplicabilidad de ley deducido, con costas (art. 289, C.P.C.C.). Voto por la negativa. A la cuestión planteada, la señora Jueza doctora Kogan dijo: I. En relación al agravio dirigido a cuestionar la conclusión de grado que halló acreditada la injuria grave invocada por el empleador para decidir la extinción de la relación laboral, adhiero a lo expresado por el doctor Negri en el punto III, apartados 2 "a", "b", "c" y "d" de su voto. II. He de disentir en cambio con el citado colega en cuanto sostiene la falta de concurrencia de los requisitos de admisibilidad del recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley (valor del litigio) respecto de la pretensión vinculada al pago de la indemnización prevista en el art. 80 de la Ley de Contrato de Trabajo, modificado por el art. 45 de la ley 25.345. 1. Como he hecho referencia, entre otras, en la causa L. 97.982, "Santisteban", sent. del 30-III-2011, a fin de examinar la concurrencia de los requisitos de admisibilidad del recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley (valor del litigio), entendí necesario el análisis de la normativa vigente y así determinar si resulta pasible de discriminar separado los las montos distintas que son pretensiones, motivo de sumando agravio, en por una acumulación objetiva de pretensiones, como la de autos. Así: La Constitución provincial, en su art. 161 inc. 3º apartado conocer y "a", atribuye resolver en a grado esta de Corte la apelación, facultad de "... la de aplicabilidad de ley en que los tribunales de justicia en última instancia, funden su sentencia sobre la cuestión que por ella deciden, con las restricciones que las leyes de procedimiento establezcan...". Por su parte a la materia, aplicable el art. 55 de establece la que: ley 11.653, "Contra las sentencias definitivas dictadas por los tribunales, sólo podrán interponerse los recursos extraordinarios previstos en la Constitución de la Provincia. El de inaplicabilidad de ley sólo será concedido cuestionado ante la respecto cada actor, de cuando instancia la el valor del extraordinaria suma fijada por o exceda, el Código Procesal civil y comercial..." (lo destacado me pertenece). El art. 278 del Código Procesal Civil y Comercial vigente a la fecha de interposición del recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley (5 de junio de 2009, v. fs. 137), que remite la norma específica, expresa que podrá accederse a esta instancia cuando el valor de lo habilitar la cuestionado exceda de pesos veinticinco mil ($ 25.000). El acumulación art. 15 objetiva de de la ley 11.653, pretensiones, al expresa que: el demandante podrá acumular todas las acciones que tengan contra una parte, siempre que sean de la competencia del mismo tribunal, no sean excluyentes y puedan sustanciarse por los mismos trámites. Es doctrina de esta Corte, que resulta menester interpretar las normas involucradas en forma coordinada con el espíritu que guía a la Constitución provincial que consagra las garantías de acceso a la justicia, defensa y tutela judicial continua y efectiva (conf. art. 15, Constitución de la Provincia), admisibilidad debiendo del estarse recurso así, (conf. a causa favor Ac. de la 91.330, "Silvestrini", sent. del 3-XI-2004). De tal modo, la naturaleza de la acción entablada, hace que las garantías mencionadas –acceso a la justicia, defensa y tutela judicial continua y efectiva- deban ser interpretadas a la luz de la protección que específicamente el legislador constitucional ha querido establecer para la materia, y que encuentra amparo a través de los arts. 14 bis de la Constitución nacional y 39 de la Carta Magna provincial. A lo expresado, en el caso que nos ocupa, debe adicionarse el contexto donde está inserta la sanción que el legislador impone ante la falta de entrega del certificado de trabajo en el plazo establecido (art. 80 de la L.C.T., t.o. ley 25.345); Capítulo VII "De los derechos y deberes de las partes" ... "Deber de observar las obligaciones frente a los organismos sindicales y de la seguridad social. Certificado de trabajo. El artículo en su parte pertinente, refiere que "... Cuando el contrato de trabajo se extinguiere por cualquier causa, el empleador estará obligado a entregar al trabajador un certificado de trabajo, conteniendo ... Si el empleador no hiciera entrega de la constancia o del certificado previsto respectivamente en los apartados segundo y tercero de este artículo ... será sancionado con una indemnización a favor de este último...". El contenido de la norma es imperativo, la conducta -obligación impuesta al empleador al momento de extinguirse el vínculo (arts. 63 y 80, L.C.T.), causa-fuente- guarda expresa conexidad con los rubros que fueron (remuneración, período laboral, motivo del presente caso categoría laboral, entre otros). 2. Por las razones dadas y la naturaleza tutelar de la normativa en juego, no encuentro motivos para discriminar o desacumular la queja vinculada a la sanción que establece Trabajo, trabajo terminar por el la art. 80 de falta de entrega -obligación el nacida vínculo-, del del la Ley de de Contrato de certificado de contrato, resto de las exigible al pretensiones recurridas ante esta instancia. Siendo dicha decisión minoritaria, y puesto que uno de los objetivos inaplicabilidad de ley del es recurso no sólo extraordinario de mantener –y sino especialmente- procurar la unidad en la jurisprudencia, ante la reiteración de los pronunciamientos habidos sobre el tema y a tenor de lo prescripto por el art. 31 bis de la ley 5827 (dejando siempre a salvo mi opinión al respecto), acompaño lo decidido por el colega que abre el acuerdo en lo concerniente a este tramo de mi voto la queja (indemnización, art. 80 de la L.C.T.). Con el alcance dado, doy por la negativa. A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Hitters dijo: I. He de adherir al voto del doctor Negri. II. relacionado primera Sin perjuicio a la facultad parte de la ley de ello, conferida 11.653 en por (conf. punto a lo el art. 15 art. 87 del C.P.C.C.) -acumulación objetiva de pretensiones-, en su sistemática con los requisitos de admisibilidad del recurso en orden al condicionamiento del monto (art. 278 del C.P.C.C.), si bien comparto la propuesta de tratar uno de los agravios -vinculado con las sumas reclamadas en concepto de indemnización por la falta de entrega del certificado laboral prevista en el art. 80 de la L.C.T.por el conducto de excepción previsto en el art. 55 de la ley 11.653, primer párrafo in fine, atento al monto que se cuestiona, ello lo hago de conformidad con las reflexiones que efectuara en oportunidad de considerar tal situación en precedentes recientes (conf. causas L. 106.203, "Piñonez" y L. 95.469, "Galarza", ambas sents. del 29-II-2012; L. 100.692, "Gallego", sent. del 21-XII2011; L. 97.208, 98.133, "Vallejos", "Baldocchi", teniendo en sent. cuenta eventualmente sent. del que predicable 26-X-2011; 19-X-2011), el en del orden el y esto L. así consecuencial inicio -según la formulación de la demanda- no subsiste en esta instancia. III. Con el alcance expuesto, reiterando mi adhesión al sufragio del Ministro que abre el acuerdo, doy también mi voto por la negativa. El señor Juez doctor Genoud, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Negri, votó también por la negativa. A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Soria dijo: Adhiero al sufragio emitido por mi distinguido colega doctor Negri. En cuanto a lo allí señalado en lo referido al agravio vinculado con el reclamo fundado en la sanción contemplada en el art. 80 de la Ley de Contrato de Trabajo (conf. art. 45, sufragar en el ley 25.345), sólo he de aclarar que al acuerdo celebrado en la causa L. 90.653, "Valdebenito" (sent. de 26-VIII-2009) adherí a la opinión del colega doctor Pettigiani por medio del voto que realizara el doctor Genoud, compartiendo así, en definitiva, las consideraciones que aquí despliega el ponente al efectuar el examen de admisibilidad de la mentada impugnación. Con el alcance indicado, voto por la negativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se rechaza el recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley traído; con costas (art. 289, C.P.C.C.). Regístrese, notifíquese y devuélvase. HECTOR NEGRI DANIEL FERNANDO SORIA LUIS ESTEBAN GENOUD JUAN CARLOS HITTERS HILDA KOGAN GUILLERMO LUIS COMADIRA Secretario gt