Buenas tardes, bona tarde, arratsalde on, boas tardes: Bienvenidas y bienvenidos a esta nueva edición de la Marcha Mundial de la Marihuana, una cita por la normalización legal y social del cannabis que este año está teniendo lugar en 239 ciudades de todo el mundo y que la Federación de Asociaciones Cannábicas hemos organizado en Alicante, León, Sevilla, Vigo, Las Palmas de Gran Canarias y La Laguna, donde se manifestaron el pasado sábado, y en Madrid, Barcelona, Bilbao y Zaragoza, donde las manifestaciones están teniendo lugar a lo largo de esta tarde pasada por agua. Hace cuatro años, cuando celebrábamos la Marcha Mundial de la Marihuana 2004, un tal Rodríguez Zapatero acababa de llegar al gobierno. Y lo hizo prometiendo el oro y el moro, incluyendo un nuevo enfoque en las políticas sobre drogas, que iban a dejar de lado la represión, que el PSOE, en su programa electoral, consideraba inútil y que atentaba contra los derechos de las personas. El tal ZP no era como para entusiasmarse, pero al menos logró que nos quitáramos de encima a Aznar y a su ministro Acebes, promotor de un informe sobre el cannabis que prometía más mano dura. Y aunque no teníamos muchas esperanzas, creímos que algo podría cambiar, más cuando vimos que el Plan Nacional Sobre Drogas, que antes dependía del Ministerio del Interior, pasaba al de Sanidad. Han pasado 4 años, ZP ha vuelto a ganar y, mientras tanto, han cambiado bastantes cosas, la mayoría a peor o a mucho peor. La ministra de sanidad, Elena Salgado, resultó ser una talibán que, si hubiera podido, habría prohibido hasta la cerveza, de manera que las campañas del Plan Nacional sobre Drogas han seguido siendo tan demenciales e inútiles como siempre. Las multas por tenencia y consumo, recogidas en la Ley de Seguridad Ciudadana, no solo no han desaparecido (a pesar de las iniciativas parlamentarias y de los miles de firmas recogidos para pedir su eliminación), sino que aumentaron un 80% en los primeros tres años de gobierno del PSOE. Aún no hay datos de 2007, pero seguramente el aumento habrá continuado y en estos momentos puede que esté por encima del 100%. En otras palabras: Con el PSOE nos multan el doble que con el PP. Y eso que, cuando estaban en la oposición, votaron a favor de eliminar las multas. Pero no solo eso, también ha aumentado el número de personas encarceladas por el llamado tráfico de drogas, habiendo alcanzado un record histórico absoluto en el número de presos por drogas. Con ZP hay más gente en las cárceles españolas que nunca en la historia anterior. Y eso que ahora la represión se centra en las personas que consumimos sustancias ilícitas, más que en los llamados narcotraficantes. Según datos oficiales, las incautaciones de hachís y marihuana de más de 100 kilos se han reducido un 50%, mientras que las de menos de 50 gramos han aumentado un 41%. El propio gobierno reconoce que la mayor parte de las incautaciones de cannabis provienen hoy de las intervenciones contra consumidores, no contra el narcotráfico. Es más, el estado recauda nada menos que 100 millones de euros gracias a las multas contra el consumo, cuatro veces más dinero que con las confiscaciones de bienes a los traficantes, que solo les producen 27 millones. Como no pueden o no quieren acabar con el tráfico, atacan a los eslabones más débiles de la cadena, porque les es más fácil y más rentable. Para este gobierno, igual que para los anteriores, las personas usuarias de cannabis somos una fuente inagotable de ingresos a un coste político mínimo. Y ya nos han dejado claro que no piensan hacer ningún caso de nuestras reivindicaciones, a no ser que les obliguemos a ello. El PSOE no va a mover un dedo para eliminar las multas, no va a dejar de perseguir a los pequeños cultivadores y de encarcelar gente, y no va a regular el autocultivo a menos que se vea entre la espada y la pared. Y visto como está el panorama parlamentario, con presencia mínima de aquellos partidos que apoyan nuestras reivindicaciones, está claro que solo conseguiremos presionarles saliendo a la calle. Por eso, hoy reiteramos nuestra propuesta de mínimos, que garantiza los derechos básicos de las personas que usan cannabis: cese de las multas, autocultivo y clubs. Esto significa derogar de las sanciones por tenencia y consumo en lugares públicos, acabar con la persecución del pequeño cultivo, incluyendo una regulación que nos permita saber cuántas plantas podemos cultivar para nuestro propio consumo, así como facilitar y regular la creación de clubes de personas usuarias donde poder autoabastecernos con cannabis de calidad sin tener que recurrir al mercado ilegal, una iniciativa que vamos a seguir desarrollando le pese a quien le pese. Exigimos que, igual que ya están haciendo las Naciones Unidas y la Unión Europea, el estado español abra un debate político y social sobre las fracasadas políticas de drogas basadas en la prohibición en el que podamos participar los sectores implicados de la sociedad civil y donde se tengan en cuenta las evidencias científicas y no los prejuicios morales. Agradecemos vuestra presencia en este acto, a pesar del mal tiempo, y también queremos dar las gracias a quienes habéis apoyado nuestras iniciativas, como la recogida de firmas contra la Ley Corcuera, que sirvieron para que nuestro colectivo pudiera ser oído, aunque fuera solo un rato, en las altas instancias políticas y en los grandes medios de comunicación. Os animamos a seguir con atención posibles campañas futuras y a que las apoyéis, ya que vuestra participación es la única vía para que podamos conseguir algún cambio, por pequeño que sea, que nos acerque a una sociedad donde la guerra contra las drogas y contra quienes las cultivamos, vendemos, compramos o simplemente consumimos, sea solo un mal recuerdo. Cannabis normalización. No más multas. Derecho al autocultivo, ya.