COMBATE A LA ILEGALIDAD Lic. Luis Alfonso Caso González Comisionado de Fomento Sanitario Productos milagro, medicamentos, alcohol y tabaco ocupan la atención permanente de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), para evitar daños a la salud de la población. La problemática se centra en la publicidad engañosa de algunos productos que prometen soluciones mágicas a problemas de salud que requieren atención médica; medicamentos caducos o de prescripción restringida comercializados clandestinamente; alcohol adulterado o producido bajo condiciones insalubres y evidencia científica del daño que ocasionan a la salud el consumo de bebidas alcohólicas en exceso y el tabaco. Lo anterior ha implicado un abordaje integral a través de diversas estrategias: llenar vacíos legales; realizar operativos coordinados con otras instituciones para el aseguramiento de productos con riesgo sanitario; promover acuerdos autorregulatorios; y dar amplia difusión a las medidas para comunicar a la población los riesgos a la salud, a fin de desalentar la compra, uso o consumo de dichos productos. Regularizada 90% de la publicidad de productos milagro Registrados ante la Secretaría de Salud como alimentos, suplementos alimenticios, o productos de perfumería o belleza, pero publicitados indebidamente como la cura a casi cualquier mal, los también llamados “productos frontera” exaltan propiedades rehabilitadoras, curativas o terapéuticas carentes de sustento técnico y científico, que van desde cuestiones estéticas hasta la solución a padecimientos graves. Su impacto a la salud pública radica en el daño potencial que representan para los consumidores, quienes a partir de un engaño publicitario pueden dejar de ir al médico, abandonar un tratamiento para probar la nueva alternativa, o no darse cuenta de que sufren una enfermedad, cuando alguna sustancia paliativa disfraza los síntomas de ésta. Un vehículo fundamental para poner en orden los productos milagro es la entrada en vigor el 29 de junio, de las reformas a los artículos 420 y 421 y adiciones al 414 bis de la Ley General de Salud, tras la aprobación de la Cámara de Diputados y el Senado de la República. Lo anterior faculta a la COFEPRIS para asegurar directa e inmediatamente un producto que promueva publicidad no demostrable, y eleva las multas por este motivo a un promedio de medio millón de pesos por impacto publicitario difundido sin autorización. Por otra parte, la Secretaría de Salud convino el intercambio de información en la materia con la Agencia Estadounidense de Alimentos y Drogas (FDA) y su homóloga en Canadá. Asimismo, acordó con la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), las tiendas Wall-Mart y las principales cadenas farmacéuticas, la no venta de productos milagro, y firmará un convenio con el sistema de televisión por cable con el propósito de evitar que esta publicidad encuentre nuevos nichos para promoverse. Con un avance del 90% en materia de regulación publicitaria de productos frontera, a la fecha se ha suspendido la publicidad de 80 de ellos; 11 dejaron de fabricarse desde diciembre de 2004, 31 han regularizado su publicidad y 5 están en proceso de aseguramiento. Continuarán las investigaciones y operativos –con una amplia difusiónpara el decomiso de productos que no cumplan la Ley General de Salud, el Reglamento de Control Sanitario de la Publicidad y las Normas Oficiales Aplicables. Cabe destacar que la COFEPRIS ofrece asesoría a la industria a través de preconsulta en materia de publicidad, de tal forma que las medidas no pretenden dañar a ninguna empresa ni cerrar fuentes de empleo; simplemente regularizar situaciones anómalas que ponen en riesgo la salud de la población. Acciones contra el mercado ilegal de medicamentos Tijuana, Algodones y Rosarito en Baja California; Santuario y Guadalajara, en Jalisco; Zahuayo, Michoacán y Mérida, Yucatán, son algunas ciudades de entidades donde se han asegurado 105 toneladas de medicamentos que se pretendían comercializar de manera ilegal. Muestras médicas de laboratorio que se venden en tianguis, farmacias improvisadas y en el mercado negro que opera principalmente en la frontera norte, constituyen por varias razones un riesgo sanitario. Estas muestras médicas son vendidas clandestinamente aún cuando ya estén caducas, pero además provocan que el paciente no concluya su tratamiento, o se automedique con fármacos que sólo pueden ser utilizados bajo estricta supervisión médica. Aunque en una mínima proporción se ha detectado también la falsificación de medicamentos, principalmente antibióticos, analgésicos y potencializadores sexuales, lo que será frenado mediante un muro de contención jurídico que discute el Congreso, a fin de castigar este tipo de actos hasta con 10 años de cárcel, elevadas multas económicas, así como tipificación de delito grave en el Código Penal Federal, y clasificación de delito en la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada; modificación legal que igualmente aplicará al caso de bebidas alcohólicas como se verá más adelante. Es importante destacar que en el combate a la venta ilegal de fármacos, se estrecha la cooperación e intercambio de información con la FDA de Estados Unidos. Asimismo, en colaboración con instituciones como la Procuraduría General de la República (PGR), la Agencia Federal de Investigaciones (AFI), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) y la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO) se intensifica la vigilancia y operativos para asegurar medicamentos que pretendan comercializarse ilegalmente. A la población se le recomienda no comprar medicamentos en lugares distintos a las farmacias, a bajo costo o encubiertos en ofertas engañosas. Lucha frontal contra bebidas alcohólicas sin control sanitario El porcentaje de las bebidas alcohólicas ilegales o que no cumplen con los estándares de calidad para el consumo humano es alto; se estima que puede llegar hasta el 40%. Como contrapeso, la Secretaría de Salud -vía COFEPRIS- ha asegurado 3 millones de litros de alcohol adulterado o producido bajo condiciones sanitarias deplorables, en una serie de operativos conjuntos con la Secretaría de Hacienda, PGR, AFI, PROFECO e IMPI realizados en el Estado de México; Distrito Federal; Guadalajara, Jalisco; Cancún, Quintana Roo; Tequila, Jalisco; Puebla; Tlaxcala; Mérida, Yucatán y Zapopan, Jalisco. Está científicamente sustentado el daño que provoca a la salud el consumo de bebidas alcohólicas adulteradas; las materias primas utilizadas para su fabricación, tienen un alto poder adictivo y toxicidad. Entre las reacciones que provocan están respiración entrecortada, mareo, dolor de cabeza, fatiga, sensación de calor, ceguera temporal, mutación, abortos espontáneos, defectos de nacimiento e inclusive pueden provocar la muerte. Resulta importante destacar que el 6 de julio de 2004, el Consejo de Salubridad General estableció medidas en materia de salud humana para prevenir el alcoholismo y evitar la ingesta de alcohol etílico, con lo cual quedó prohibida la venta al público del llamado alcohol del 96. El blindaje jurídico construido para combatir la ilegalidad, ya no tan solo en lo que respecta a bebidas alcohólicas, es objeto de discusión en el seno del Congreso de la Unión: a) Prohibir la venta de bebidas alcohólicas en barras libres, todo incluido o cualquier modalidad similar (artículo 219 de la Ley General de Salud) b) Aplicar de 3 a 10 años de prisión y multa equivalente a 10,000 días de salario mínimo a quien adultere, contamine o altere alimentos, bebidas alcohólicas, bebidas no alcohólicas, medicamentos o cualquier otra sustancia o producto de uso o consumo humano (artículo 464 de la Ley General de Salud) c) Considerar la adulteración, contaminación y alteración como delito grave en el Código Penal Federal. d) Clasificar este delito en la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada. Autorregulación publicitaria en la industria del tabaco El tabaquismo es un grave problema de salud a nivel mundial, que por supuesto no escapa a la atención de una entidad como la COFEPRIS cuya misión es proteger a la población contra riesgos sanitarios. Una de las acciones de fomento con mayor impacto en la materia, ha sido sin duda alguna el acuerdo tomado con la industria tabacalera, para erradicar la publicidad de cigarros en medios masivos como la radio y televisión. En una estrategia preventiva, la Secretaría de Salud en coordinación con la Secretaría de Educación Pública está por emprender una campaña contra el tabaquismo en escuelas primarias y secundarias, y mantiene como línea permanente acciones regulatorias para vigilar el cumplimiento de la legislación que, entre otros rubros, prohíbe fumar en edificios federales. Por otra parte, en dos operativos realizados en el Distrito Federal y Chetumal, Quintana Roo, fueron asegurados 10 millones 250 mil cigarrillos por no cumplir la legislación vigente, como es la falta de insertos preventivos y leyendas precautorias laterales. Para evitar que lo anterior se convierta en una problemática de mayor envergadura, a partir de 2007 cada cajetilla de cigarros contendrá un marbete a fin de evitar la falsificación. Por lo que respecta a los convenios con la industria del tabaco, ésta se comprometió a aportar una cantidad por cigarrillo que inicia con 2.5 centavos y concluye con 5 centavos, lo que ascenderá aproximadamente a 4 mil millones de pesos hasta el 2006, que tienen un destino específico hacia la Secretaría de Salud. Es de la mayor trascendencia destacar que el actor más importante en el combate a la ilegalidad es la propia población en riesgo. La suma de las acciones de la Secretaría de Salud más la participación informada de la población, son un binomio soporte para evitar y prevenir daños a la salud humana.