El Informe “Desigualdad social y desempeño escolar: identificación de predictores de riesgo para el diseño de intervenciones publicas y/o curriculares” fue presentado por un grupo de investigadores de la Unidad de Neurobiología Aplicada (UNA, CEMIC-CONICET) (Dr. Sebastían Lipina y Lic. María Soledad Segretin) y del INDEC (Lic. Daniel Petetta). El trabajo evalúa la modulación de diferentes aspectos de las condiciones de vida de los alumnos de EGB y Polimodal sobre el desempeño en las áreas de matemática y lengua, a partir de la información contenida en las bases de los Operativos Nacionales de Evaluación del Ministerio de Educación. Específicamente, el interés del estudio se centró en caracterizar a las poblaciones de alumnos de 6to. EGB y 5to. Polimodal por medio del análisis de las asociaciones entre condiciones de vida, contexto escolar y desempeño escolar, e identificando predictores del desempeño escolar entre tales dimensiones para contribuir en forma conceptual y metodológica al diseño de estrategias de intervención que permitan reducir impactos de la desigualdad social en la escuela. Los investigadores mencionan que en nuestro país, en el segundo semestre del año 2006 el 40.5% (2.280.150) de los menores de 14 años se encontraba en situación de pobreza y el 14.3% (805.090) en situación de indigencia (INDEC, 2007). No obstante ello, aún se sigue verificando la ausencia de políticas públicas que integren acciones a diferentes niveles (Educación, Salud, Desarrollo Social, Economía). En este contexto, la construcción multidisciplinaria del diseño, ejecución y evaluación de propuestas de enseñanza, que tomen en cuenta los requerimientos educativos de niños en riesgo social, y que constituya una herramienta de trabajo para docentes a cargo de grupos de estos alumnos, resultan objetivos de significativa importancia. En consecuencia, la convocatoria de la DINIECE constituye una oportunidad significativa para contribuir con tales objetivos. En la fundamentación del proyecto se analizan, desde distintas perspectivas de análisis estadístico, la evaluación del impacto del riesgo social sobre el desempeño cognitivo y escolar. Específicamente, se menciona que el análisis del impacto del riesgo social sobre el desempeño cognitivo y escolar ha sido efectuado hasta el presente en base a diferentes abordajes: (1) análisis de sumatoria de cuadrados múltiple, que predicen el desempeño en base a variables de riesgo individuales como educación materna, ingreso, salud mental parental o prácticas de crianza; (2) análisis de sumatoria de cuadrados simple, que predicen impacto en base a factores (conjuntos de variables de riesgo correlacionadas); (3) análisis de correlación, que predicen el impacto en base a cantidad de variables de riesgo presentes en la vida de los niños y jóvenes; y (4) análisis de ecuación estructural, que evalúan el ajuste de los datos a diferentes Modelos teóricos”. En este marco de abordajes alternativos, los investigadores mencionan que el análisis de la asociación entre condiciones de vida, contexto escolar y desempeño escolar a partir de la información brindada por la DINIECE, constituye una oportunidad significativa para medir el impacto del riesgo social sobre el desempeño escolar, así como también para el diseño, la implementación y evaluación de propuestas de enseñanza que tomen en cuenta los requerimientos educativos de niños en riesgo social por pobreza. Los objetivos de análisis propuestos fueron: (a) analizar las asociaciones entre condiciones de vida, contexto escolar y desempeño escolar; (b) identificar predictores del desempeño escolar entre las variables de condiciones de vida y contexto escolar; y (c) contribuir en forma conceptual y metodológica al diseño de estrategias de intervención para reducir impactos de la desigualdad social en la escuela. En este contexto de análisis se planteó la hipótesis de que “las oportunidades de desarrollo e inclusión social de los niños y jóvenes en condiciones de riesgo social se reducen significativamente por la presencia de múltiples factores de riesgo correlacionados con sus contextos de crianza y educación durantes sus primeras dos décadas de vida. Los niños y jóvenes que experimentan múltiples factores de riesgo tienen mayor probabilidad de expresar alteraciones en sus desempeños cognitivos y escolares”. En primer término, los investigadores efectuaron un análisis univariado de todas las variables dependientes que incluyó la determinación de los valores medios, desvíos y errores estándar y tamaños muestrales según edad, género, distrito escolar, condiciones de vida y contexto escolar de los alumnos de 6to EGB y 5to Polimodal. Se hicieron histogramas de frecuencia, se crearon variables independientes a partir de los indicadores de condiciones de vida y desempeño escolar con el fin de poder incluirlas como factores en subsiguientes análisis bivariados y multivariados. Luego se hicieron análisis bivariados con el fin de evaluar el efecto de las variables independientes sobre cada variable dependiente. Asimismo, de acuerdo al nivel de medición de cada variable se aplicó el método de regresión simple. En una tercera etapa se efectuaron análisis de varianza multivariados (MANOVA) para evaluar el efecto del conjunto de las variables independientes sobre el conjunto de las variables dependientes. Para identificar los predictores de riesgo del desempeño escolar se implementó un análisis de regresión basado en reducción de datos y un análisis de predicción en función de un índice de riesgo construido a partir de las dimensiones generadas en base a una serie de variables individuales. Por último, se evaluó la factibilidad de realizar un análisis factorial confirmatorio a fin de someter a prueba los modelos explicativos actuales sobre el impacto del riesgo en el desempeño escolar. Los modelos de predicción del rendimiento en lengua y matemática según condiciones de vida permitieron identificar perfiles generales y específicos. El perfil general se caracterizó por el aumento del rendimiento en matemática y lengua en la medida en que las condiciones de vida mejoraban, tanto al considerar el Índice de Condiciones de Vida (ICV) como a sus dimensiones. No obstante se encontró que los modelos que alcanzaron a explicar los mayores porcentajes de la varianza en la predicción del rendimiento fueron aquellos que incorporaron las dimensiones del ICV (16% y 23% en lengua; y 12% y 19% en matemática, en primaria y secundaria respectivamente). La mejora en el nivel de explicación varió entre el 1% y el 3% respecto a los modelos en los que se incluyó sólo el ICV sin sus dimensiones. Los mejores rendimientos se asociaron con mejores condiciones de vivienda en términos de la presencia de una baño, la ausencia de hacinamiento y a no utilizar la cocina como dormitorio, acceso a información a través de la presencia de un televisor en el hogar y a la posibilidad de conectarse a Internet, además de la presencia de diarios en el hogar en el caso de los alumnos de 5to. Año, mayor estímulo a la educación en términos de disponibilidad de libros en el hogar y en la escuela, además de apuntes en los alumnos de 5to. Año, niveles de educación más altos alcanzados por los padres de alumnos de 5to. Año, ausencia o menor carga de trabajo en los alumnos de 5to. Año y un mejor ambiente educativo en términos de menor frecuencia de robos, escapes y lesiones por peleas en el caso de los alumnos de 5to. Año. Al analizar la predicción del modelo incorporando las tres dimensiones construidas respecto de la información contextual, proveniente de las encuestas a directores, los investigadores observaron que los mejores rendimientos se asociaron a una mayor experiencia docente y en el cargo directivo de los directores, como a la disponibilidad de recursos pedagógicos en la escuela, y mejores niveles de comunicación entre directivos, alumnos, docentes y padres. En conclusión, los modelos de análisis de predicción aplicados permitieron a los investigadores “identificar en base a diferentes criterios una situación de inequidad educativa asociada a factores específicos que podrían ser blancos de intervenciones tales como universalizar acciones protectoras del desarrollo infantil y familiar a nivel de educación trabajo y salud, así como incrementar la disponibilidad y calidad de recursos y prácticas educativas en los hogares y las escuelas, la capacitación de los docentes y los sistemas de comunicación entre los actores de las comunidades educativas”.