S8500244_es   PDF | 671.2 Kb

Anuncio
Distr.
RESTRINGIDA
LC/B. Ì+30
2U de mayo de 1985
ORIGINAL: ESPAÑOL
C E P A L
Comision Economica para América Latina y el Caribe
LA RADICALIZACION POLITICA DE LA
JUVENTUD POPULAR DEL PERU */
Este documento ha sido preparado por el señor Julio Cotler,
consultor de la División de Desarrollo Social de CEPAL. Las opiniones
expresadas en este documento son de la exclusiva responsabilidad de
su autor y pueden no coincidir con las de la Organización.
85-5-7U2
- iii -
Resumen
En
el
tr ansc ur so
de
1 os
ú.l t i m o s ve i nti cinc o a ñ o s el
Perú, na e x p e r i m e n t a d o una. s u s t a n c i a l
estructura
social,
condicionando
transformación
el
cambio
de
de
su
identidad
p o l í t i c a de las c l a s e s p o p u l a r e s y, muy en e s p e c i a l s
de
sus
y m e d i a d o s de los. s e t e n t a
las
jóvenes, en térmi n o s d e su radi cal i z a c i ó n .
Entre
ciases
los
años
sesenta
populares urbanas, que se
rápidamente
destacaba
debido
el
la
empleo,
de
rural
educación.
de
en
nuevas
e
participación
mocíi t i caban
en
términos
el
de
En e s t e c u a d r o ,
comunicación
-fue m á s i n t e n s a y g e n e r a l i z a d a
populares urbanas
y
que
étnico andino, experimentaron
ascendente,
y el a c c e s o a los m e d i o s
jóvenes
migración
componente
relativa movilidad
ingresos,
a
expandían
intensas
s o c i a l , cultural
la
movilidad
de
que el de las
expectativas
el
los
clases
desarrollo
reterentes
y política
en
una
ocupación,
social
en su c o n j u n t o , p r o p i c i a n d o
se
la
a
su
definición
naci onal.
Sin
embargo.
i mpulsad a
movilización
por
de las
dicha
1a
movilidad
amp1 i ac i ón
clases
estuvo
de
populares
1a
y
condicionada
organi 2 ac ión
en
las q u e
los
e
y
„óvenes
planoss
jugaron
papel
estudiantiles,
En e f e c t o 5
las
un
mientras
durante
gobierno militar
les
se
procesaba
c a d a ves
En
los
social
encontró
a s p e e i al m e n t e
conducción
polí ti ca
representaba,
experimentaba
de
el
socialización
relativa
de
las
país
y
urbana
r u p t u r a con
y
clases
estatal
les impedía concretar
La
referentes culturales,
radicalisación
fundamental
mente
fines
la
de
Izquierda Unida
transformación
por
del
en
la
tanto
transición
que
populares.
que
Su
suponía
estructuras
ai d e s a r r o l l o
de
q u e la e x c l u s i ó n
una
sociales
nuevas
y bloqueo
y realizar =
en
curso
se
caracterizó
su n a t u r a l e z a o r g a n i z a d a y c u l m i n ó ,
década pasada,
y,
se
asumiendo
la
las t.r ad i c i onal es
y
propia
popular
populares,
educacional,
forinas
se
expresiones
juventud
vivida,
culturales paternas, propendían
del
políticos.
la
las
regimen
e s t a m a n e r a su
clases
manera
de
para que ellas
sensibi1 i j a d a ,
de
del
tena:-: y a t r a v é s de
sellando
contienda
barriales.
bloqueo político
motivó
como sujetos sociales y
esta
distintos
la t r a n s í o r m a c i ó n
s e s e n t a y el
de m a n e r a
m á s radicales.,
constitución
mu.y
excluyante
d e los setenta«.
enfrentaran
en
sindicales, políticos,
c l a s e s p o p u l a r e s , el carácter
oligárquico
y
dirigente,
con
la
constitución
desde principios de
Apra,
canalizando
de
ios o c h e n t a , con
sus
acciones
a
la
la
en el
formato
19B0.
por
legal
La
que
Izquierda Unida,
los
jóvenes
setenta. ,
En
Apra,
el
de
de
co-social
del
populares
y
de
país
manera
a
muy
la
educación
siguió
tr abajo
particular,
c i rcunstancias,
partículármente
del
i ndeoendi ente.
ios
los
de
los
años
jóvenes
su s
decidida
al
de
1985.
económi-
Las
clases
comenzaron
en
de i n g r e s o s y
tanto
tendencia
sesenta.
migrantes
y la
que
la
ascendente
En
estas
rurales
origen a n d i n o , experi mentaron
formas m á s drásticas del m e n c i o n a d o b l o q u e o
a
d a n d o lugar a una
tr aba jo a s a l a r i a d o
pr asen tan do la ¡<11 ¿ma
que se venía dando desde
logró
la
situación
d e s c e n d e n t e , en t é r m i n o s
ocupación, por la p r e c a n z a c i ó n
las
con
deter i orarse.
en
de
de este p r o c e s o , a partir
d é c a d a pasada,
jóvenes,
progresiva movilidad
del
políticos,
articulación
logrado en abril
comenzó
las
c a <n b i a n d o
exper i ¡r-entar un bloqueo económí en ••• soc i a 1 ,
ampliación
y
g r u p o de jóvenes
y
al d e s a r r o l l o
la
los
grupos
en
dirigido
sesenta
p a r t i daría,
contribuyó
Simultáneamente
mediados
los
un
actuación
s o r p r e n d e n t e éxito electoral
de
de
electoral
su vez, de d i f e r e n t e s s e g m e n t o s
estrío
que
frente
diferentes
reorganiz a c ión
objetivos,
sociedad,
a
a
clases populares.
la
como
radical izados
agrupa
representantes f
dirigir
di ó c u r s o la t r a n s i c i ó n d e m o c r á t i c a
social.
y
las
- vi -
Esto
s e d e b i ó a que a
c r i s i s e c o n ó m i ca,
¡ a s t a el
1 os
de
se
inició
recesivo,
internaci o n a l e s
la
pragresivamente
que los distintos
en p o l í t i c a s de a j u s t e
organi s m o s
Í976
s e ha ido a g u d i z a n d o
día de h o y , p r o v o c a n d o
se e m b a r q u e n
por
que
partir
gobiernos
recomendados
garantes
del
sistema
f i nanc i ero.
De
esta
deter mi n a r o n
manera
un m e n o r
mientras
las
grado
que
insistió
acompañada
de
en
una
la
encuentran
de
un
proceso
de
política
galopante
aquellos
recesiva,
inf1 a c i ó n , r e c h a z a n d o asi' los
populares
que
desechando
toda
de rieaoc i ac i ón
en
y
las
de
su
juventud,
zonas rurales
un r e n o v a d o r e c h a z o popul ar<
práctica
exclusión
posibilidad
política
su j e t o s p o 1 :í t i c o s p o p u 1 ares.
la
en
se
en p r o c e s o de u r b a n i z a r s e c u l t u r a l mente»
oli gárqui c o ,
por
apertura
económica
A d e m á s , el n u e v o gobi er no r e t o m ó un e s t i l o
mecanismos
sociales
gobierno democrático instalado
requeri mi e n t o s de las c l a s e s
especialmente
condiciones
de par t i. c i pac i ón gr emi a 1 de 1 a
se u a b a
Si n e m b a r g o , el
1980,
nuevas
con
de
de
actuación
establecer
los nuevos a c t o r e s y
E s t e est i 1 o pal i t i co pr odu. j o
especia!, ¡üente
a
sus
de
nuevas
la
juventud,
demandas
de
p ar t x c i pac i. ón „
De
la
ahí
que
esta situación
n o l e n c i a política
ocsatad-"1
c o n d i c i o n ó el d e s a r r o l l o
oor
Sendero
Luminoso
de
que
- vil -
r e c l u t a s u s i n t e g r a n t e s e n t r e la juventud
provinciano,
Es
•fuerte
especialmente
esta
los
reconocer
pob 1 ac i ón
golpes
experimenta
de
de
manera
planos-
de
origen
sur,
1 a. q u e ex per i m e n t a d e m a ñ e r a
la.
recesión
máss
la l e g i t i m i d a d
-en t o d o s los
de la s i e r r a
popular
brutal ,
y,
el
de
lado
r e c h a z o estatal
d e sus a s p i r a c i o n e s
en
otro
ma.s
la d e f i n i c i ó n
a
de la
a
participar
constitución
naci onal>
El p r ó x i m o g o b i e r n o
(Barcia, p r o m e t e r e m e d i a r
por
el
carácter
conten i do
por
imposiciones
de
manera
su
del
e s f u e r z o s del
asta
popular
nac i ona. 1
Asimismo
a p r i s t a , b a j o la. c o n d u c c i ó n
y
situación»
del
FMI
Estado
explícita,
partido
popu. 1 ar
reiterado
y
hacia
la
la
el
En
de
y
1 a.
primer
también
campafía
lugar
por el
elec toral .
de
rechazar
las
necesi dad
de
r evertir
los
agro serrano
necesidad
en la construcción nacional.
Alan
propósito
de
reconociendo,
incorporar
ae
india",
de
ia
el
"mancna
Es un lugar común reconocer que en los últimos v e i n t i c i n c o años el Perú
ha experimentado importantes transformaciones de su estructura s o c i a l .
principales factores o indicadores que generalmente se u t i l i z a n para
car o d e t a l l a r dichas transformaciones son el cambio demográfico
Los
expli-
acarreado
por las migraciones y la urbanización; las modificaciones de 1a estructura
productiva y ocupacional que han promovido el fortalecimiento y extensión ca^
p i t a l i s t a y su
i r r a d i a c i ó n en las áreas r u r a l e s ;
l a expansión del sistema
educacional y de los medios de comunicación de masas que, conjuntamente
con
los anteriores procesos también han contribuido en a l t e r a r , de manera s i g n i f i c a t i v a , los e s t i l o s de vida y los tipos y niveles de aspiraciones s o c i a l e s .
A todo esto es necesario agregar l a singularidad de las reformas i n s t i tucionales realizadas por el pasado régimen m i l i t a r , que acabaron por desmar^
t e l a r el anacrónico régimen oligárquico de dominación y procuraron la considerable expansión de las funciones-y del ámbito e s t a t a l .
Sin embargo, con menor frecuencia se relievan las transformaciones poM
ticas y c u l t u r a l e s que la sociedad peruana ha experimentado en ese período y,
en p a r t i c u l a r , el cambio de identidad p o l í t i c a que las clases populares urba^
ñas* en general, y sus jóvenes en p a r t i c u l a r , han experimentado en términos
de su radical ización.
En este sentido existen varias y muy claras evidencias que dan muestras
de l a r a d i c a l i z a c i ó n popular y de los jóvenes de dichas clases.
La primera,
* Definimos a las clases populares en términos ocupacionales; en este s e n t i do comprenden obreros, independientes no-profesionales y empleados s i n poder de dirección.
.2.
son los resultados e l e c t o r a l e s para nominar a los representantes de la Asamblea Constituyente en 1978, para e l e g i r Presidente y parlamentarios en 1980,
para designar alcaldes en 1981 y 1983.
En todos estos eventos las agrupaci£
nes i z q u i e r d i s t a s , d i v i d i d a s en los tres primeros casos y unificadas en
la
última ocasión, lograron obtener alrededor de un t e r c i o de la población e l e £
t o r a l , hecho i n s ó l i t o en América Latina.
Si bien los a n á l i s i s sobre dichos procesos electorales no son concluyeji
tes, traslucen la e x i s t e n c i a de a l t a s correlaciones entre el voto obrero,
así como de los pobladores de los barrios urbanos-marginales ("pueblos jóvenes") y las agrupaciones de l a izquierda marxista, especialmente en la ciudad
de Lima, que congrega a la tercera parte de la población e l e c t o r a l ; c o r r e l a ciones que parecen e x i s t i r igualmente entre población urbana y dichas organi^
zaciones p o l í t i c a s en l a s i e r r a sur, l a llamada "mancha i n d i a " ( l ) .
Las últimas elecciones generales del pasado mes de a b r i l , en las que el
Apra y su joven candidato ganó de manera abrumadora, seguido por el candidato de la Izquierda Unida, s i g n i f i c ó el desplazamiento masivo del electorado
popular,que hasta entonces votaba en favor de los partidos
hacia el Apra.
"tradicionales",
Así alrededor del 80% del electorado se asoció por fórmulas
n a c i o n a l i s t a s , populares y democráticas, que proponían cambios trascendentales
en l a estructura s o c i a l y p o l í t i c a del p a í s , orientadas hacia l a nacionaliza^
ción y democratización de la sociedad y l a p o l í t i c a .
Estos resultados, que
han determinado el arrinconamiento de l a representación de las clases dominantes, crea una s i t u a c i ó n i n é d i t a , plagada de esperanzas y temores en r e l a ción al devenir h i s t ó r i c o del país.
Una segunda evidencia del proceso de r a d i c a l i z a c i ó n de las clases populares es la aparente consolidación de la Confederación General de Trabajadores
(1) Rafael Roncagliolo, ¿Quién gano? Elecciones 1931-1980, DESCO, Lima, 1980,
Fernando Tuesta S o l d e v i l l a , Elecciones municipales: c i f r a s y escenario
p o l í t i c o , DESCO, Lima, 1983; El nuevo r o s t r o e l e c t o r a l , l a s municipales
del 83, DESCO, Lima, 1985.
.3.
del Perú, que s i bien es controlada burocráticamente por el Partido Comunist a , se ve acompañada por el desarrollo del sindicalismo " c l a s i s t a " entre las
capas obreras y de empleados públicos.
Paralelamente a estas organizaciones,
el nivel de exigencias de las asociaciones de los barrios populares acompañan el estado de movilización y r a d i c a l ización del conjunto de l a s clases p£
pulares urbanas.
Por último, l a emergencia desde 1980 de "Sendero Luminoso" y el arrastre que parece mantener entre sectores populares, a pesar de los golpes milj_
tares y la derrota p o l í t i c a que ha sufrido con la masiva p a r t i c i p a c i ó n electoral en el pasado a b r i l , es la muestra más evidente de la existencia de un
panorama de r a d i c a l i z a c i ó n y v i o l e n c i a en la sociedad peruana.
En este proceso de cambio de identidad p o l í t i c a
en términos r a d i c a l e s ,
que redefine a las clases populares y del escenario p o l í t i c o del Perú, la
ventud popular parece haber tenido un papel c r u c i a l .
En efecto, esta juven-
tud habría tenido un papel determinante en l a organización y dirección de d i cho proceso a p a r t i r de su implantación en las universidades, sindicatos
y
partidos p o l í t i c o s , de las organizaciones de los barrios populare:; y de las
comunidades y centros c r i s t i a n o s .
Así se e x p l i c a r í a , por ejemplo, l a constitución de una nieva d i r i g e n c i a
en el Partido A p r i s t a capaz de reorganizar dicha agrupación, después de
la
c r i s i s que experimentara a la muerte de Haya de la Torre, pasando por encima
del viejo liderazgo que congregara el Jefe h i s t ó r i c o .
Sería esta nueva gen£
ración de dirigentes l a que reformulara las orientaciones p a r t i d a r i a s y
sus
relaciones con la sociedad, que l e v a l i e r a gozar de una nueva imagen, r e s u l tado de lo cual fuera el arrastre popular y el i n d i s c u t i d o triunfo e l e c t o r a l
en a b r i l de 1985.
Un fenómeno s i m i l a r ocurre en Izquierda Unida, constituida por ex-estudiantes u n i v e r s i t a r i o s y dirigentes obreros, socializados en las intensas mo
v i l i z a c i o n e s populares de la década pasada, en contra del régimen m i l i t a r .
.4.
Por último, es un hecho reconocido la implantación que Sendero Luminoso
tiene entre c i e r t o s sectores j u v e n i l e s y l a p a r t i c u l a r
importancia
que
ha
concedido en el reclutamiento femenino entre dichos sectores j u v e n i l e s .
Tratar de comprender los factores que explican l a radical ización y viol e n c i a de l a juventud popular y su i r r a d i a c i ó n en las clases populares, esp£
cialmente las urbanas, va mucho más a l l á del interés académico, en tanto que
compromete la vida y los derechos humanos de todos los peruanos.
La búsque-
da de dichas explicaciones, aunque t e n t a t i v a s , apunta al encuentro de fórmulas a l t e r n a t i v a s capaces de canalizar l a p a r t i c i p a c i ó n de l a juventud popul a r y su radicalismo, en l a constitución de un consenso popular que siente
las bases del d e s a r r o l l o y la democracia en el Perú.
A su vez, en l a medida que el caso peruano parece acercarse a una s i t ú a
ción " l í m i t e " en el ámbito sudamericano, esta aproximación debería aportar
indicaciones, al menos, de los problemas que atraviesan o, eventual mente,pu£
den t r a n s i t a r otros países de la región.
Para abordar este problema se examinará de qué manera los cambios demog r á f i c o s , educacionales y económicos de las últimas dos décadas han afectado
la condición j u v e n i l .
En segundo lugar, se asociará dichos cambios con las
experiencias p o l í t i c a s y culturales que las clases populares y los jóvenes
han experimentado en ese período.
1.
Los cambios demográficos ocurridos en las últimas dos décadas en términos
de migración-urbanización, s i g n i f i c ó que los jóvenes
-es decir aquellos com
prendidos entre 15-24 años, para seguir con l a convención universaldel 18% al 20% en el período intercensal 1961-1981.
pasaren
En ese mismo lapso
la
presencia j u v e n i l en las áreas urbanas s a l t ó del 51% al 70%, mientras que la
población urbana del país pasó de 47% a 65%.
Además, mientras en 1961 el 22%
del total de los jóvenes del Perú r e s i d í a n en Lima, centro metropolitano por
excelencia, esa proporción pasó a ser de 31% en 1981.
.5.
De t a l manera que s i l a inmensa mayoría de los jóvenes urbanos en
1961
eran de origen provinciano y r u r a l , veinte años más tarde también l a mayoría
de los jóvenes eran nativos de las ciudades, constituyendo l a primera genera^
ción urbana.
Es d e c i r , no sólo la población j u v e n i l acrecentó su presencia r e l a t i v a
en la población total del país, sino que también incrementó de manera sustajn
c i a l su p a r t i c i p a c i ó n en l a población urbana y , en ese sentido,
interviniendo
de manera activa en l a construcción de la modernidad nacional del país y , en
esa medida, en la ruptura del orden t r a d i c i o n a l .
2.
Esta última proposición se hace evidente, por ejemplo, en los dramáticos
cambios del p e r f i l educacional de l a población peruana durante
dos décadas.
las últimas
En primer lugar, debido al sustancial incremento del alfabetis^
mo en el conjunto de l a población y de manera muy especial entre los jóvenes,
sean urbanos o rurales.
En efecto, en ambos casos, l a población entre 15-24
años alcanza niveles de alfabetismo superiores al conjunto de la población ur
baña o r u r a l .
Aunque, como era de esperarse, en l a población urbana existe una propor^
ción mayor de alfabetos que entre l a población r u r a l .
Sin embargo, en térnri_
nos globales, las diferencias no son tan acusadas como las que se podría esperar, dado el conocido atraso de otros s e r v i c i o s públicos existentes en
el
campo peruano (Cuadro 1).
En segundo lugar, el cambio del p e r f i l educacional se manifiesta en
la
modificación de l a participación de l a población en los niveles educacionales.
a.
En este sentido se destacan los siguientes aspectos:
el brusco descenso de la población sin ningún nivel educacional,
que va
asociado con el desarrollo del alfabetismo;
b. a l incremento de la participación de la población total en el nivel prinra
r i o , debido a la incorporación de l a población rural en el proceso e-ducafcional, paralelamente al descenso de l a p a r t i c i p a c i ó n de la población urbana en
Cuadro 1
Perú; condición de alfabetismo entre los jóvenes, según área urbana y rural, 1961-1'. 11
(porcentajes)
A 1 f a b e tos
Analfabetos
T
No especificado
c
t
a
1
1961
1972
1981
1961
1972
198.1
1961
1972
1981
1961
1972
1981
15 - 24
71.8
85.9
92.8
28.2*
13.2
6.9
0.0
0.9
0.3
100
100
100
25 - 29
65.9
77.4
89.3
34.1*
21.7
10.4
0.0
0.0
0.3
100
100
100
58.6
67.0
78.4
41.4*
31.6
21.1
0.0
1.3
0.5
100
100
100
15 - 24
89.1
95.6
97.6
10.9*
4.4
2.1
0.0
0.0
0.2
100
100
100
25 - 29
85.9
91.5
96.3
14.1*
8.5
3.4
0.0
0.0
0.2
100
100
100
79.8
82.6
88.5
20.2*
17.4
11.1
0.0
0.0
0.4
100
100
100
15 - 24
53.5
68.9
81.3
46.5
31.1
18.1
0.0
0.0
0.6
100
100
100
25 - 29
46.1
54.5
71.5
53.9
45.5
27.9
0.0
0.0
0.5
100
100
100
38.9
45.5
58.5
61.1
54.5
40.6
0.0
0.0
0.9
100
100
100
Nivel nacional
Población total**
Area urbana
Población total**
Area rural
Población total**
Fuente. Censos Nacionales 1961, 1972, 1981.
^Incluye a los que no declararon condición de alfabetización.
**Población total de 5 años y más, con excepción de 1961 que es de 6 años y más.
(Ti
.7.
este nivel y , muy en especial de los jóvenes, que pasara concentrarse de manera predominante en los niveles secundario y superior (Cuadro 2).
Es muy probable que, como se anotara en otro estudio(2), los jóvenes de
origen rural migran a las ciudades cuando llegan a un c i e r t o nivel educacional en sus lugares de nacimiento, que no se corresponden con el grado de des a r r o l l o económico-social de su lugar de origen.
c.
Sin embargo, como puede observarse de l a lectura de los cuadros 3 y 4,
la p a r t i c i p a c i ó n femenina en el sistema educacional aún se mantiene por deba^
jo de la masculina.
A su vez, la disparidad entre las mujeres urbanas y ru-
rales es muy grande, en favor de las primeras; disparidad todavía mayor cuaji
do se compara el nivel educacional alcanzado por las jóvenes urbanas en r e U
ción al total femenino y a las del mismo grupo de edad que pueblan las áreas
rurales.
d.
El desarrollo educacional que, como hemos v i s t o , va estrechamente asocia^
do con la población j u v e n i l , ha contribuido a ampliar de manera s i g n i f i c a t i va la educación u n i v e r s i t a r i a .
Mientras en 1960 l a educación u n i v e r s i t a r i a
contaba con 30.000 alumnos, diez años más tarde pasó a 109.000 y en 1982 a l canzó a 305.000(3).
De esta c i f r a total los hombres representaron el 63%.
Mientras en l a mayor parte los países latinoamericanos, uno de cada diez
jóvenes a s i s t í a a l a universidad a comienzos de l a presente década(4), en el
Perú el 6.8% de los jóvenes contaba con educación superior; sin embargo
en
Lima Metropolitana esa proporción se elevaba a 16.5%.
(2) Giorgio A l b e r t i y J u l i o C o t l e r , Aspectos sociales de la educación rural
en el Perú, IEP, Lima , 1977.
(3) I n s t i t u t o Nacional de E s t a d í s t i c a , Compendio e s t a d í s t i c o de 1982, Lima,
1983.
(4) CEPAL, Situación y perspectivas de lá juventud en América Latina,
José, Costa Rica, octubre 1983.
San
Cuadro 1
Perú; jóvenes de 15-24 años según nivel de educación, 1961-1981
Nivel' educativo
N i v
1
N a
i
o na 1
A
TJ
R
u
15--24 años
Pobl. total nac.
15--24 años
Pobl. total urb.
15--24 años
Pobl. total rur.
1961 1972 1981
1961 1972 1981
1961 1972 1981
1961 1972 1981
1961 1972 1981
1961 1972 1981
Ninguno
28.2 12.0
6.3
45.8 30.2 16.9
11.4
Pre-esc. y prim.
53.3 48.5
37.0
43.0 51.2 52.5
1.8
56.7 41.2 24.3
Secundaria
27.0 16.8
7.7
54.1 54.8 48.3 '
46.0 27.4 15.5
49.7 62.6 62.3
63.0 50.7 32.6
32.8 45.7 55.9
15.5 34.3
46.8
7.8 14.8 23.1
27.6 47.3 59.7
14.8 22.6 32.1
4.2
2.7
9.0 18.6
1.3
2.8
6.7
6.6 -
0.1
0.3
0.5
0.1
0.2
0.3
0.7
3.3
0.1
0.1
0.4
0.0
0.1
0.2
1.0
1.1
2.0
1.4
0.6
2.7
2.8
0.5
4.3
100
100
100
100
100
100
100
100
100
Universitario
1.0
3.7
5.5
0.9
2.5
4.5
1.8
Sup. no univers.**
5.4
7.8
1.9
4.0
0.9
0.4
3.7
0.6
0.4
2.3
1.6
No especificado
0.6
5.2
1.2
1.1
1.1
0.7
1.9
0.9
0.7
0.8
1.3
1.2
100
100
100
100
100
100
100
100
100
Ib tal
Fueñte.
*De cinco años y más, con excepción de 1961 que es de cuatro años y más.
"ftii
CO
.9.
Cuadro
3
Perú: población urbana/rural según nivel educativo y sexo, 1981
Nivel educativo
Total urbana
Hombres
Mujeres
Total rural
Hombres
Población Total
Mujeres
nacional*
Hombres
Mujeres
5.2
10.1
22.6
42,.5
11.1
21.9
Pre-primaria**
47.1
49.5
64.5
47..1
53.0
46.5
Secundaria
34.5
29.6
9.1
4.,2
25.8
22.0
Sup. no univ.
3.4
3.3
0.3
0 . ,2
2.3
2.4
Sup. univ.
8.3
4.9
0.4
0.
2
5.6
3.5
No especif.
1.4
2.5
2.8
5. 5
1.9
3.7
Total %
100
100
100
100
100
100
4'864,
2'469,
2'445,
7 "3 08,
7'260,
Ninguno
Absoluto
Fuente:
*
4' 790,
INE, Censo Nacional, Tabulados no publicados.
Población de 5 años y más.
** Incluye Básica Regular y Laboral.
.10.
Cuadro
Perú:
4
Jóvenes (15-24 años) según nivel educativo y sexo. Areas
urbana y r u r a l . 1981.
Urbano
Población
Nivel
Rural
M
Total
H
M
Total
H
M
2.9
8.6
6.3
1.0
2.5
1.8
7.5
23.7
15.5
Pre-primaria
34.0
37.0
37.0
20.8
27.6
24.3
65.3
59.3
62.3
Secundaria
51.7
43.5
46.8
63.5
56.3
59.7
24.4
12,6
18.6
3.4
4.0
5.5
4.8
5.6
7.8
0.4
0.4
0.5
Sup. univ.
6.4
4.8
3.7
8.7
6.7
5.2
0.5
0.5
0.4
No especif.
1.4
1.9
0.7
1.2
1.3
1.2
1.7
1.7
2.7
Total
100
100
100
100
100
100
100
100
100
1 "722
1' 743
3'466
11205
1 '239
2'444
H
Ninguno
Sup.
no
Absoluto
Fuente:
univ.
INE, Censo 1981, Tabulados no publicados.
516,
504,2
Total
1' 020
.11.
La s o c i a l ización urbana y educacional habría favorecido que los jóvenes,
especialmente los que se concentran en Lima Metropoli tana y en las ciudades
de mayor importancia del país, tengan una elevada exposición a los medios de
comunicación modernos, condicionando el d e s a r r o l l o de nuevas aspiraciones
y
e s t i l o s de vida, así como de nuevos comportamientos sociales y p o l í t i c o s , fui
dados en crecientes expectativas de movilidad s o c i a l y/o transformación
de
l a realidad s o c i a l .
3.
En términos ocupacionales, el 50% de los jóvenes del Perú tenían ocupa-
ciones asalariadas en 1972, sea como obreros o como empleados, porcentaje que
descendió en 1982, especialmente en la población rural (Cuadro 5), en razón
de la p o l í t i c a recesiva que se viene aplicando abiertamente desde el
inicio
de la Presidencia de Belaúnde.
Paralelamente a la disminución del trabajo asalariado entre l a población
j u v e n i l , s u b i ó el procentaje de trabajadores independientes, crecimiento
que
se manifiesta tanto en la población urbana como rural donde siempre fue preponderante, debido a su atraso económico y s o c i a l .
Este crecimiento del auto-
empleo entre los jóvenes es especialmente relevante s i se considera que, a ni^
vel nacional y en el conjunto de la PF.A ocupada, esta categoría se reduce l £
vemente entre ambos períodos i n t e r - c e n s a l e s .
Pero a pesar de l a r e l a t i v a caída de la proporción de los jóvenes asala^
riados en l a PEA, mantienen un peso mayor en las categorías de obreros y empleados de la que dichas categorías
tienen en e l conjunto de la PEA.
En
efecto, t a l como se observa en el mismo cuadro 5, en 1972 el 50.7% de los j(5
venes ocupados se desempeñaban en dichas posiciones contra 44.4% a nivel de
la PEA t o t a l , proporciones que en 1981
te.
fueron
de 47.4% y 43.1% respectivameji
De ahí que se pueda c o n c l u i r que entre los jóvenes se encuentran una
proporción mayor de asalariados que en el conjunto de la PEA.
Por esta misma razón, y a pesar del aumento de trabajadores
indepen-
dientes entre los jóvenes, su proporción sigue siendo menor en relación
al
Cuadro
1
Perú. Jóvenes (15-29) por categoría ocupacional, según área urbana-rural 1972-JL98I (%/
1 9 7 2
Cat. Ocupacional
PEA*
Jóvenes
Nacional
Urbana
1 9 8 1
Rural
Nacional
Urbana
PEA*
Jóvenes
Rural
Nacional
Urbana
Rural
Nacional
Urbana
Rural
Obrero
29.0
31.2
25.4
24.4
27.9
19.2
26.8
30.3
20.1
22.4
26.3
15.3
Empleado
21.7
31.8
4.6
20.0
30.7
3.7
20.6
30.0
3.0
20.7
30.6
2.4
Trabajador
Independiente
27.5
17.8
43.8
42.6
30.2
61.6
32.2
22.9
49.7
41.9
31.0
62.1
0.3
0.2
0.3
0.6
0.6
0.8
0.5
0.6
0.3
1.1
1.4
0.5
10.3
3.0
22.5
6.2
1.9
12.6
8.9
2.1
21.7
6.3
1.6
15.2
Trabajador del
Hogar
8.2
12.3
1.3
4.4
6.8
0.8
6.5
9.2
1.4
3.7
5.2
1.0
Categoría no
especificada
3.0
3.6
2.0
1.7
1.9
1.3
4.5
4.8
3.8
3.8
3.9
3.5
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
Patrono
Trabajador famil i a r no-remunerad.
TOTAL
Fuente:
DO.O
Censos Nacionales 1961, 1981
*Total Ocupada de 6 años y más.
1—»
conjunto de la PEA t o t a l , así como de l a PEA urbana o r u r a l .
Por último, los jóvenes presentan una mayor proporción de trabajadores
familiares no remunerados que el conjunto de la PEA.
Aunque este hecho resu[
ta conocido, por la importante p a r t i c i p a c i ó n que tienen en la reproducción %
m i l i a r entre las clases populares, se debe r e s a l t a r que en las áreas rurales
la importancia del trabajo j u v e n i l en el seno f a m i l i a r compromete más de
la
quinta parte de la población j u v e n i l t o t a l , fenómeno que va asociado con
la
importancia
que en este caso
tienen los trabajadores independientes
del área r u r a l .
En el caso de los jóvenes de Lima se observan importantes cambios en su
tipo de a c t i v i d a d , en la medida que en las dos últimas décadas l a proporción
que forma parte.de l a población económicamente activa se ha reducido de mane^
ra importante.
Mientras en 1961,54 de cada 100 jóvenes formaba parte de
la
P£A ocupada, veinte años más tarde esa relación disminuyó a 35 de 100.
decir se observó una reducción de 18.6%.
Es
Este cambio ha sido mucho más drás^
t i c o que el que se observó en el conjunto de la PEA total (mayores de seis
años) que descendió de 44.4% a 39.1%; es decir presentó un cambio de 5.7%.
Sin duda que esta situación se debe a que la expansión educacional entre los
jóvenes ha contribuido a que éstos posterguen su incorporación en la
activj_
dad productiva.
Siguiendo la pauta que habíamos observado anteriormente respecto a
la
ocupación de los jóvenes a nivel nacional, la mayoría de los jóvenes residen^
tes en Lima son asalariados, como obreros, empleados y trabajadores del
ho-
gar, mientras que sólo un 10% son trabajadores independientes (Cuadro 6).
Sin embargo, los jóvenes de Lima presentan porcentajes superiores de de^
sempleo global y sub-empleo que el conjunto de la PEA.
Es así como la mitad
de los jóvenes se encontraban sub-empleados y la mayoría se debía a sus bajos
ingresos (Cuadro 7)
a d i f e r e n c i a de lo que ocurría en el conjunto de la PEA.
.14.
Cuadro
6
Lima metropolitana. Jóvenes (15-24 años) según categorías ocupacionales (%)
-
1984
% de los jóvenes en
la cat. ocupacional
Jóvenes
PEA Popular
Empleado
28.2
30.68
27.5
Obrero
25.9
25.82
30.0
Trabajador
Independiente
1Q x
Trabajador del
Hogar
ig
,
26
n
G 54
5
RQ Q
Trabajador f a m i l i a r
no-remunerado
R 7
»
Aspirantes
8.0
3.00
79.6
100.0
100.00
29.9
TOTAL
Fuente:
53
M i n i s t e r i o de Trabajo, Encuesta de Hogares 1984,
57
7
tabulados
inéditos.
.15.
Cuadro
7
Lima Metropolitana. Niveles de empleo de la PEA de 14-24 años, 1982
15 - 24
PEA Total
1.
Desempleo global
14.1
6.6
2.
Sub-empleo
49.3
28.0
47.2
24.0
2.1
4.0
36.6
65.4
100.0
100.0
por ingresos
por tiempo
3.
Adecuadamente empleado
Total
Fuente:
M i n i s t e r i o de Trabajo, Encuesta de Hogares, 1982.
.16.
4.
En lo r e l a t i v o a los ingresos, los jóvenes de la PEA tienden a concen-
trarse en los niveles más bajos.
En 1984, en Lima Metropolitana casi la mi-
tad de los jóvenes percibían ingresos i n f e r i o r e s o alrededor del s a l a r i o mínimo l e g a l , s i t u a c i ó n que contrastaba con el 34% en el conjunto de las c l a ses populares de dicha ciudad (Cuadro 8).
Sin embargo, los jóvenes migrantes
presentaban ingresos más bajos que los nativos: casi el 60% de aquellos gana_
ban menos o alrededor del s a l a r i o mínimo, a d i f e r e n c i a del 40% de los jóvenes nacidos en esta ciudad (Cuadro 9).
En resumen,Mientras los jóvenes presentan niveles educacionales más al_
tos de la población, especialmente en Lima Metropolitana, los jóvenes de ambos sexos
pertenencientes a las clases populares urbanas perciben los más
bajos ingresos, a pesar de ser los que más horas trabajan y en condiciones
más precarias.
De ahí que se pueda c o n c l u i r que los jóvenes de ambos sexos
se concentran en los estratos de más bajos ingresos de las pauperizadas c l a ses populares de Lima(5).
Estas contradictorias y c o n f l i c t i v a s c a r a c t e r í s t i c a s ue los jóvenes
no
son exclusivas del Perú y parecen c o n s t i t u i r manifestaciones de una general^
zada experiencia latinoamericana(6).
Sin embargo, en el Perú, la juventud
popular parece desempeñar un decisivo papel en el d e s a r r o l l o p o l í t i c o de las
clases populares y de la sociedad en su conjunto.
Esta primera generación con experiencia urbana y educacional, tendría
una elevada p a r t i c i p a c i ó n en diferentes formas organizativas desarrolladas
al compás de las transformaciones ocurridas en l a estructura s o c i a l a p a r t i r
del período "velasquista".
Por medio de esta p a r t i c i p a c i ó n lograrían un se£
tido de integración, en tanto grupo generacional y en tanto clase social,que
tendería a superar los fraccionamientos étnicos y sociales de las generacio(5) Pedro Galín, J u l i o Carrión y Oscar Casti1 lo:"Clases Populares y asalaria^
dos en Lima"(ms), IEP, 1984.
(.6) CEPAL, Situación y pérspectiva de la juventud en América Latina, Costa
Pica, 1983, PREALC (Programa Regional de Empleo para América Latina y el
Caribe), Asalariados de Bajos ingresos y s a l a r i o s mínimos en América Lat i n a , Santiago, 1980.
.17.
Cuadro
8
Lima Metropolitana: Ingresos 1984
Ingresos
Jóvenes
(15-24)
PEA Popular
Ninguno
22.5
13.0
Menos del mínimo*
40.1
26.7
9.1
7.7
Mas del mínimo
(hasta un 1/2 más)
14.3
16.5
Más de 350,000
13.9
36.1
Total
100.0
100.0
Absoluto
480,1
1 1 363,1
Alrededor del mínimo
Fuente:
M i n i s t e r i o de Trabajo. Encuesta de Hogares 1984.
Tabulados i n é d i t o s .
*Salario mínimo en el momento de l a encuesta: S / . 1 9 5 , 0 0 0 -
Cuadro
9
Lima Metropolitana. Ingresos de jóvenes (15-24 años) según condición
Migratoria, 19S4(%)
Nativo
JOVENES
Costa Sierra
Selva
PEA
POPULAR
Nativo Costa Sierra Selva
Sin ingresos
24.5
19.4
21.0
15.4
15.8
10.3
11.5
10.1
Menos del mínimo*
31.9
53.0
50.7
46.8
23.0
25.2
30.7
33.9
9.6
5.8
9.6
9.6
7.8
5.7
8.3
9.5
Más del mínimo hasta 1/2
17.7
8.0
8.8
22.0
16.8
15.2
17.1
15.6
Más de 350,000
16.3
13.8
9.8
6.2
36.6
43.6
32.4
30.9
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
100.0
Alrededor del mínimo
TOTAL
Fuente:
M i n i s t e r i o de Trabajo. Encuesta de Hogares 1984.
*Salario mínimo en el momento de l a encuesta: S/. 195,000.
Tabulados inéditos.
.19.
nes anteriores, determinando un sustancial avance en su integración nacional.
A través de esta p a r t i c i p a c i ó n en d i s t i n t a s instancias y formas organizativas, l a juventud popular ha desarrollado una a c t i v i d a d r a d i c a l i z a d a y vi(3
lenta, determinante de las orientaciones y de los comportamientos s o c i a l e s y
p o l í t i c o s de las clases populares urbanas.
Durante los años cincuenta y sesenta un grueso contingente de los jóvenes de las clases populares de Lima, nativos y migrantes, fundaron hogares,
construyeron sus viviendas y e s t a b i l i z a r o n los "barrios marginales" en
los
que vivían reformulando el diseño urbano hasta entonces existente; obtuvieron empleos remunerados en la nueva estructura productiva que se venía desarrollando y luego, con el correr del tiempo, un sector se incorporó al llama
do mercado "informal", en razón de los bajos s a l a r i o s ofrecidos, del ahorro
realizado por la unidad doméstica y , también, por sus aspiraciones de movil_i_
dad social (.7).
Estos pasos otorgaron a las clases populares en formación un sentimiento
de seguridad y confianza en sus esfuerzos para seguir mejorando sus condicio^
nes de vida, proyectando en sus hijos l a culminación de la ansiada movilidad
social.
Pero en ese curso de acción, dichas clases y especialmente los mi-
grantes andinos, tuvieron que atravesar un conjunto de experiencias plagadas
de dificultades,engaños, desprecio y v i o l e n c i a , centradas en las figuras patronales y en los agentes gubernarrentales(.8).
(.7) Sobre estos problemas ver, E f r a í n Gonzales "Crecimiento económico de Lima
y sectores populares" 1984 (ms.), Francisco Verdera "Población, migración
y fuerza laboral en Lima Metropolitana 1940-1981" 1985 (ms), César Herre
ra "Estructura ocupacional e ingresos en la economía de Lima y Callao
1940-1981 (ms). Trabajos realizados en el marco de la investigación "Urba_
nización y Clases Populares" que l l e v a a cabo el IEP.
(.8) De la misma investigación: Carlos I. Degregori, C e c i l i a Blondet y Nicolás
Lynch "Cruz de. Mayo: de Waqchas a ciudadanos" 1984 (ms).
Fue alrededor de estas traumáticas experiencias que las nuevas clases
populares urbanas retomaron l a t r a d i c i ó n de lucha a n t i - o l i g á r q u i c a , que Haya
de l a Torre y Mariátegui fundamentaron, teniendo que aprender a organizarse
alrededor de la defensa de la vivienda y del b a r r i o , del s a l a r i o y del empleo
de la educación y la salud.
Además, los jóvenes migrantes serranos, que ex-
perimentaban el dislocamiento de su universo s o c i o - c u l t u r a l , también tuvieron
que aprender a organizarse en términos étnico-regionales, a f i n de acomodar^
se y superar las nuevas condiciones c i t a d i n a s ( 9 ) , defendiendo, reforzando
y
renovando su identidad é t n i c a , recogiendo la t r a d i c i ó n de r e s i s t e n c i a campesina de la "mancha i n d i a " .
Este aprendizaje organizativo s i g n i f i c ó un avance importante en la a s i milación de los intereses individuales y f a m i l i a r e s con los c o l e c t i v o s , condicionando el desarrollo de la a u t o i d e n t i f i c a c i ó n de esas clases populares en
oposición a quienes los rechazaban.
Esta innovación social marcaría, de ma-
nera d e c i s i v a , el futuro desarrollo p o l í t i c o de estas clases y con e l l o , del
país.
A s í , mientras estos sectores movilizados, que en su mayor parte recién
se incorporaban a la vida urbana y nacional, requerían del Estado el reconocimiento de sus derechos ciudadanos y , por ende, l a d i s t r i b u c i ó n e q u i t a t i v a
de los recursos y las oportunidades sociales a f i n de asegurar su reproducción c o l e c t i v a , la respuesta que recibían era el rechazo v i o l e n t o , la humilla^
ción y la ofensa cotidiana.
De esta manera se reforzó su percepción que "el
señor gobierno" no sólo era ajeno y extraño a e l l o s , sino enemigo de las capas populares y que estaba sólo para representar y defender a los "poderosos"
Por eso mismo, la d i a r i a experiencia dejaba ver que, más
allá
del
cuer-
po de tradiciones comunitarias, únicamente a través de la organización de la
(9) También de esa investigación, Jürgen Golte y Norma Adarrs "Los caballos de
Troya de los invasores. Estrategias campesinas en la conquista de la nran
Lima" 1984 (jns).
.21.
r e s i s t e n c i a de las clases populares, de su perseverancia y de su v i o l e n c i a ,
podrían contrarrestar y hacer replegar l a fuerza e s t a t a l .
Así se reforza-
rían sus convicciones que sólo a través de l a confrontación y la v i o l e n c i a
podrían lograr sus o b j e t i v o s , germen del carácter " c l a s i s t a " que i r í a n
asu-
miendo sus organizaciones.
En este cuadro la "democracia" no era sino una f i c c i ó n , una formalidad,
que sólo servía a los que tenían acceso al "poder".
En efecto, la exclusión
de l a representación e f e c t i v a de los intereses populares en el Estado negaba
la existencia del pluralismo p o l í t i c o .
Asimismo, impedía la constitución de
mecanismos i n s t i t u c i o n a l e s legítimos, en los que diferentes actores sociales
y sujetos p o l í t i c o s pudieran a r r i b a r a compromisos que dieran cabida a l a r £
d i s t r i b u c i ó n de los recursos y las oportunidades, que favoreciera la integra^
ción nacional de las clases s o c i a l e s ( l O ) .
Sin embargo, en este escenario cargado de h o s t i l i d a d y enfrentam'énto,
en el que la cultura p o l í t i c a popular estaba
signada por la v i o l e n c i a a
la
par de la rápida disolución de los t r a d i c i o n a l e s mecanismos de dominación
t r ó n - c l i e n t e , los sectores populares lograron ganar posiciones durante la dé_
cada de los sesenta.
Los partidos p o l í t i c o s tuvieron que inccrpcrar algunas
de sus reclamaciones en l a acción l e g i s l a t i v a , dictando medidas a s i s t e n c i a l i s t a s , a f i n de asegurar el mantenimiento de la dependencia de las clases
populares.
La educación, el empleo y los s e r v i c i o s públicos se ampliaron y ,
en algunos casos de manera considerable, motivando que se reforzaran las exj_
gencias organizadas de las clases populares.
A s í , las movilizaciones que se
encauzaron en la demanda por la r e a l i z a c i ó n de "transformaciones estructural e s " , destinadas a democratizar y nacionalizar la sociedad, la p o l í t i c a y la
c u l t u r a , pasaron a c o n s t i t u i r el eje de las luchas sociales y p o l í t i c a s
de
las clases populares.
(10) J u l i o Cotler, "Sobre la democracia en el Perú", Primer Congreso de Sociol o o í a del Perú", Huacho, 1981.
.22.
Fue en estas circunstancias que el gobierno de la fuerza armada r e a l i z ó
su revolución, destinada a responder las demandas populares y dar paso a
modernización económica y social del país.
Ta
Mientras que, por un lado, el go
bierno amplió de manera dramática l a p a r t i c i p a c i ó n s o c i a l de l a s clases popu^
lares (reconocimientos de sindicatos, constitución de las comunidades labore^
l e s , la reforma educacional, e t c . ) por otro lado, y debido a su naturaleza
castrense, negó l a p o s i b i l i d a d de p a r t i c i p a c i ó n p o l í t i c a a los supuestos ben e f i c i a r i o s y presuntos afectados por las reformas que d i c t a b a ( l l ) .
rededor de esta disonancia
tuales gobiernistas-
Fue a l -
-alentada por el discurso radical de los i n t e l e £
que se desarrolló una rápida y creciente r a d i c a l i z a -
r o n de las organizaciones de las clases populares, especialmente urbanas,
que s e l l ó el d e s a r r o l l o y desenlace de la revolución del general Velasco.
En este d e s a r r o l l o organizativo y p o l í t i c o de las clases populares urba^
ñas, l a juventud jugó un papel decisivo, en tanto que e l l a percibió de manera especialmente aguda dicho bloqueo y esto por dos razones.
En primer lu-
gar, la expansión del sistema educativo a los sectores juveniles
se acompa-
ñó de una radical i z a c i ó n de los contenidos educativos y del personal docente,
en la que se recogía la tradición a n t i - o l i g á r q u i c a .
En segundo lugar, por l a
constitución de una joven clase obrera, de mayor nivel educativo que el de
las generaciones a n t e r i o r e s , concentrada en l a s industrias más dinámicas
ajena a l a a n t e r i o r t r a d i c i ó n s i n d i c a l a p r i s t a .
y
Ambos contingentes juveni-
l e s , estudiantes y obreros, protagonizaron y d i r i g i e r o n intensas y r e l a t i v a mente exitosas movilizaciones populares.
La decisión del Jefe del APRA de mantener a su partido fuera del escena^
r i o p o l í t i c o , y del Partido Comunista de dar su "apoyo c r í t i c o " al gobierno
m i l i t a r creó las condiciones favorables para que l a prédica y la acción radi^
cal de múltiples grupos i z q u i e r d i s t a s
- d i r i g i d o s por jóvenes estudiantes,
(.11) J u l i o C o t l e r , "El proceso de integración nacional y p o l í t i c a " 19S5 (ms).
.23.
profesionales y obreros, muchos de e l l o s h i j o s de migrantes-
se enraizaran
en sectores claves de l a sociedad y l a producción, creando la corriente "cía.
s i s t a " en los s i n d i c a t o s , las organizaciones populares en los b a r r i o s ,
Tas
federaciones e s t u d i a n t i l e s y campesinas autónomas del gobierno.
Fue en este marco que el general Velasco optó por una p o l í t i c a económica de t i n t e populista, fundada en el d i s t r i b u t i v i s m o a s i s t e n c i a l i s t a y en el
endeudamiento externo, que marcó el i n i c i o de la c r i s i s económica, sin poder
calmar las nuevas corrientes radicalizadas de la sociedad.
Su sucesor enfren
tó la c r i s i s y l a nueva dinámica social bloqueando las formas de p a r t i c i p a ción existentes, muchas de e l l a s desarrolladas en el período a n t e r i o r , agitando aún más el descontento y la oposición.
A s í , a l a carencia de mecanis-
mos i n s t i t u c i o n a l e s de negociación p o l í t i c a , se sumó el deterioro creciente
de las condiciones de vida, agudizando las tensiones sociales y p o l í t i c a s .
De ahí,
precisamente,
los éxitos de los paros nacionales de 1977 y 1978, que
marcaron un hito en la h i s t o r i a contemporánea del p a í s , al decretar l a conso
l i d a c i ó n del radicalismo p o l í t i c o en l a juventud y , en general, de las clases
populares.
A s í , a p a r t i r de los sesenta se experimentó una primera oleada de radica^
l i z a c i ó n j u v e n i l , que estuvo asociada al proceso de cambios sociales
inicia-
da en esa década y luego catalizada por el bloqueo p o l í t i c o de los setenta.
A p a r t i r de mediados de l a década pasada se experimentó una segunda oleada
de r a d i c a l i z a c i ó n j u v e n i l
-que se superpuso a la a n t e r i o r -
cuando se fue-
ron cerrando las vías de movilidad ocupaci.onal y de ingresos, así como las
de organización s o c i a l , mientras que se daba i n i c i o a una inédita apertura
del marco p o l í t i c o .
Si la primera oleada de r a d i c a l i z a c i ó n parece haberse caracterizado por
una tendencia hacia una elevada p a r t i c i p a c i ó n i n s t i t u c i o n a l de l a juventud
popular y racionalidad de las demandas y medios de acción elegidos, la secun
da, en cambio, bloqueada económica y socialmente, parece combinar expresiones
.24.
inorgánicas y violentas
-individuales y colectivas-
con marcadas preferen-
c i a s electorales por la Izquierda Unida y el APRA.
La apertura p o l í t i c a y la reanudación del sistema representativo
en
1980 s i r v i ó para atemperar, relativamente, los ánimos belicosos en l a sociedad y en la p o l í t i c a , hecho que las izquierdas tardaron en comprender.
El
t r i u n f o avasallador de Belaúnde se i n s c r i b i ó en este cuadro, en tanto o f r e c i ó una imagen p l u r a l i s t a , a d i f e r e n c i a de sus contendores: la sociedad visua
l i z ó en él l a i n s t i t u c i o n a l i z a c i ó n p o l í t i c a de l a negociación c o l e c t i v a , en
l a que se incorporaría legítimamente a los representantes y las demandas populares, promoviendo sus condiciones de vida y de movilidad s o c i a l . A s í ,
la
promesa democrática de los ochenta pareció dar i n i c i o al encuentro entre
el
i
Cf
a UnJn j\
a i"nP
l.5
Lu
r / i1d3 «Cj vr^1l3wCJÓC
* } nñ'ni
jJUpülUI
COi
Sin embargo, desde sus i n i c i o s el gobierno pretendió jugar a dos cartas:
de un lado estableció una p o l í t i c a de ajustes económicos de naturaleza rece^
s i v a , recomendados por el FMI, mientras que, del o t r o , buscaba l a consecusión
de un "pacto s o c i a l " a f i n de establecer el consenso como práctica p o l í t i c a .
Sin embargo, las contradicciones que estas orientaciones produjeron l i m i t a ron las posibilidades de l a " T r i p a r t i t a " .
En efecto, en la medida que se agj¿
dizaba la c r i s i s se reconcentró el ingreso, mientras que se intensificaban
los despidos de trabajadores, se reducían los s a l a r i o s , aumentaba el empleo
eventual y la subcontratación, así como el trabajo independiente.
De otro lado, la
oferta
de plazas
universitarias
no
c r e c i ó al ritmo de
la demanda y las estructuras educativa y productiva también inciden en la
e x i s t e n c i a de un estrecho mercado de trabajo, incapaz de absorber a los jóvj5
nes egresados de colegios y universidades, motivando que se desarrolle un ge^
neralizado sentimiento de f r u s t r a c i ó n y rechazo al orden s o c i a l y su garante
estatal.
A esto se suma el e s t i l o "oligárquico" de conducción p o l í t i c a del Presj[
dente Belaúnde y de su equipo de gobierno, reacio a las reclamaciones de
la
.25.
opinión pública y al establecimiento de mecanismos de negociación y entendimiento que den cabida a la constitución de fórmulas consensúales.
A s í , un Estado indispuesto hacia las clases populares y capas juveniles
que poco tienen y a mucho aspiran, crearon una s i t u a c i ó n en que ninguno
de
estos actores estuvo en capacidad de considerar sus intereses en términos co
lectivos.
El "otro" no aparece como un contendor, sino como un enemigo;
la que negociar es sinónimo de entrega, t r a i c i ó n y derrota.
Es d e c i r ,
en
las
relaciones p o l í t i c a s se presentan, como para los m i l i t a r e s , en l a continuación o el s u s t i t u t o de l a guerra.
En estas condiciones, paradójicamente, el sindicalismo se d é b i l i t ó ( 1 2 )
entre
otras
razones porque no amplió su representatividad respecto a los t r ¿
bajadores eventuales, predominantemente jóvenes, manteniendo en cambio su c ¿
rácter de órgano de defensa délos trabajadores estables, particularmente
las empresas grandes.
en
Esta situación condicionó que los jóvenes de los sec-
tores populares tuvieran un r e s t r i n g i d o acceso a l a s i n d i c a l ización y que los
gremios tuvieran una limitada capacidad de convocatoria de ese grupo s o c i a l .
Paralelamente la r e s t r i n g i d a p a r t i c i p a c i ó n de l a juventud en los planos
organizados de l a economía y la sociedad ha coincidido con el hecho que los
partidos p o l í t i c o s no han desarrollado estructuras que encuacren organizativa
e ideológicamente a las clases populares en general y a su juventud en parti_
cular.
A s í , la debilidad e inoperancia de los mecanismos de mediación de las
crecientes demandas populares y juveniles en el nivel de la sociedad, l a pol í t i c a y el Estado, abren un espacio para a l t e r n a t i v a s de v i o l e n c i a p o l í t i c a
primera.
e individual.
La / parece seguir inspirada en la t r a d i c i ó n a n t i - o l i g á r q u i c a
en l a que se asume que sólo mediante l a fuerza puede arrebatarse al Estado
(12) Para una versión de este proceso, Ver Carmen Rosa Balbi y Jorge Parodi,
"Radicalismo y clasismo en el movimiento s i n d i c a l peruano" Socialismo y
P a r t i c i p a c i ó n N° 26 y Jorge Parodi: La desmovilización del sindicalismo,
ponencia presentada al Seminario "Movimientos Sociales en América L a t i na", enero 1985 (ms).
la concesión de los derechos ciudadanos.
La r a d i c a l i z a c i ó n de las clases populares urbanas, en l a que los jóvenes
tendrían una decisiva p a r t i c i p a c i ó n , se manifiesta en l a s bases de l a Izquier^
da Unida y del Apra, que van mucho más a l l á del discurso de sus d i r i g e n t e s .
Situación que coincide con el surgimiento de Sendero Luminoso.
El permanente descenso en las condiciones de e x i s t e n c i a de las clases po^
pulares, l a manifiesta i n e f i c a c i a del sistema p o l í t i c o y sus partidos, así
como del "clasismo" s i n d i c a l , han coincidido con el d e s a r r o l l o de Sendero Lju
minoso y su importancia en el escenario p o l í t i c o , constituyéndose en un polo
de atención y de atracción entre las clases populares urbanas y , muy particjj
larmente, de sectores j u v e n i l e s , incluso de aquellos que m i l i t a n en la Izquierda Unida y el APRA.
A s í , mientras la primera oleada de r a d i c a l i z a c i ó n j u v e n i l parecería haber conducido, en buena medida, al proceso de r a d i c a l i z a c i ó n del conjunto de
las clases populares, la segunda oleada se ve relativamente distanciada por
su inorganicidad del resto de las clases populares y parecería proclive a in^
d i ñ a r s e a Sendero Luminoso.
Este, al negar y rechazar toda validez al régimen p o l í t i c o con actos de
ferocidad i n s ó l i t o s , parece expresar un sentimiento que compromete a importar^
tes sectores de la juventud popular, que apuestan a la v i o l e n c i a como la únj_
ca solución a la tozudez del régimen p o l í t i c o , que dominan los " v i e j o s " .
Es
d e c i r , que esta tendencia podría estar señalando el futuro desarrollo de nue^
vos desplazamientos p o l í t i c o s y sucesivos cambios de identidad p o l í t i c a en
la juventud.
A s í , el s i g n i f i c a t i v o descenso de los niveles de vida y el cierre, de to
da perspectiva de movilidad, sumada a la indisposición del sistema p o l í t i c o
para c o n s t r u i r i n s t i t u c i o n e s capaces de establecer formas consensúales de dis^
t r i b u c i ó n de los recursos y las oportunidades sociales para las clases populares y sus jóvenes, habría producido una exacerbación de las percepciones y
.27.
actuaciones sociales de enemistad, enfrentamiento y hostigamiento, que desem
bocan en la v i o l e n c i a tanto individual como c o l e c t i v a .
De ahí también
la
atracción de cualquier versión ideológica que j u s t i f i q u e la i n e v i t a b i l i d a d de
este tipo de comportamiento.
Descargar