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REPÚBLICA ARGENTINA
VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
CÁMARA DE SENADORES DE LA NACIÓN
REUNIÓN DE LA COMISIÓN DE EDUCACIÓN Y CULTURA
(DESGRABACIÓN)
H. Senado de la Nación
Desgrabación – Comisión de Educación y Cultura
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– Comienzo de la desgrabación
Sr. Presidente (Giustiniani).- Muy buenos días vamos a dar inicio a esta reunión conjunta de las
comisiones de Educación y Cultura y de Presupuesto y Hacienda para abordar el proyecto de
Instituto Nacional de la Música que es el expediente S. 2214/10 del señor senador Calcagno y
otros. Este es un proyecto que ya viene siendo abordado en las reuniones de asesores. Hemos
recorrido el país y nos hemos reunido con una gran cantidad de músicos en distintas partes del
mismo y hemos requerido la opinión sobre este proyecto que viene siendo trabajado, desde hace
mucho tiempo, desde el sector de los mismos músicos y artistas que han hecho un aporte
importante. Por eso al senador Calcagno y a mí nos perece importante escuchar a los mismos
protagonistas y es por eso que les vamos a dar la palabra para que nos den sus opiniones sobre el
proyecto.
En la lista tenemos a Teresa Parodi, Víctor Heredia, Peteco Carabajal y a Diego Boris.
Sin desmedro de que alguien más quiera hacer uso de la palabra, le damos la palabra a Teresa
Parodi.
Sra. Parodi.- Buenos días. Quería decir, fundamentalmente, esto que el senador estaba
mencionando. Quiero contarles cómo nació este proyecto de ley y cómo fue trabajado por todo el
sector a lo largo y a lo ancho del país. Esos días los recuerdo con mucha emoción y alegría
porque todos tenemos esperanza y una gran expectativa. Pusimos todas nuestras ilusiones,
nuestras búsquedas y necesidades expresadas larga y claramente en este proyecto de ley. En el
país tenemos una diversidad enorme en el país por eso se trabajó en todo el interior se hicieron
comisiones y asambleas, nunca vi participar tan activamente y con tanta pasión y energía a los
músicos en este país. Fue muy emocionante el proceso que llevamos adelante. Sentimos que
estamos realmente incluidos en la creación de este Instituto Nacional de la Música que sería para
nosotros fundamental porque fomentaría nuestra actividad, la haría crecer y las nuevas
generaciones tendrían asegurado un modo de trabajar completamente distinto al que nosotros
tuvimos. Eso es lo que vi y lo que convierte a este proyecto en algo absolutamente necesario e
importante para la maravillosa tarea para tenemos que es hacer música. (Aplausos prolongados.)
Sr. Presidente.- En segundo lugar va a hacer uso de la palabra, Víctor Heredia.
Sr. Heredia.- Buenos días. Realmente me parece maravilloso y me hubiera gustado compartir
mucho más tiempo la tarea que realizó este grupo de compañeros porque han ido, creo, a la
médula de la cuestión. Me preguntaba si algún organismo es capaz de inventar un artista y me
dije que obviamente no. Pero un organismo pensado desde el lugar que está pensado el Instituto
puede salvar a un artista. Esto es sustancial.
La idea es darles a los jóvenes músicos las capacidades de información y de formación
que estos músicos no encuentran. Porque al llegar al medio en el que tienen que moverse lo
hacen carentes de toda información e inocentes muchísimas veces frente a las propuestas
contractuales que muchas de ellas cuando están viciadas de nulidad porque son tan insólitas
respecto de la relación que puede llegar a tener el músico con las compañías discográficas, con
los medios de comunicación y difusión, lo hacen un esclavo de esa situación.
Saludo con emoción la posibilidad abierta de que este instituto definitivamente empiece a
existir. Muchas gracias. (Aplausos.)
Sr. Presidente.- Tiene la palabra el señor peteco Carabajal.
Sr. Carabajal.- Buenos días a todos los compañeros. Quiero saludar a esta propuesta con
mucha alegría y entusiasmo. Para todos sería muy importante que esto se concrete, desde aquel
que recién comienza hasta el más consagrado seríamos beneficiados por esta ley y sobre todo me
interesa recalcar que para la gente que vive en las provincias, para los provincianos, esto sería
muy importante ya que en distintas épocas hemos tenido que venir a la Capital con lo que ello
conlleva. Hemos padecido el desarraigo durante mucho tiempo.
Recién estábamos sentados con Vitillo Ábalos, integrante del famoso grupo santiagueño
Los Hermanos Ábalos (Aplausos.). Un maestro, una gloria viviente que puede testimoniar como
nadie lo que significa ese desarraigo.
Yo he venido aquí con mis viejos, que han venido a trabajar y siempre uno dice que el
tiempo pasado siempre fue mejor porque va recordando lo que sucedió. Mi viejo siempre me
comentaba que cuando había venido a trabajar a Buenos Aires la cantidad de lugares que había
para trabajar eran muchísimos. Y me los nombraba. Nombraba todos los lugares donde
trabajaban a la tarde, a la noche y a la trasnoche. Los cines, por ejemplo, con los números en
vivo. Y yo empiezo a trabajar en el año 73 y ya había menos, pero para mí había mucho todavía,
si lo comparamos con hoy, por ejemplo.
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A mí me gustaría revertir ese dicho de que todo tiempo pasado fue mejor para desear que
el futuro con esta ley y con la creación del Instituto Nacional de Música sea mejor para nosotros
y para todos los músicos de las provincias porque van a tener una sede regional y ojalá que se
llegue a que cada provincia tenga su representación en su lugar. Así sólo vengamos a Buenos
Aires a pasear y a compartir musicalmente y con trabajo lo que hoy en día no se puede. Así que
celebro esta iniciativa y ojalá pronto esté concretada. (Aplausos.)
Sr. Presidente. – Ahora, convocamos a Diego Oris. (Aplausos.)
Sr. Oris. – Pertenezco a la Unión de Músicos Independientes y, también, a la Federación
Argentina de Músicos Independientes. Para nosotros es un honor y un orgullo poder estar hoy acá
debatiendo una ley que nació como un sueño colectivo.
Los músicos, de muy chicos, empezamos a aprender a tocar la guitarra o el instrumento
de que se trate, y nos pasaba lo que se ve en el video de Capusotto: parecía que los dedos no nos
respondían y había que ponerle esfuerzo. Y fuimos construyendo personalidades que tienen que
ver con el esfuerzo, el trabajo y la dedicación. Luego, ensayar, salir a buscar lugares donde poder
tocar, grabar, tratar de difundirnos. Fuimos construyendo personalidades muy individuales, pero
con mucho esfuerzo y compromiso en lo que hacíamos. A medida que pasó el tiempo, nos dimos
cuenta que el lugar que creíamos tener asignado no existía, que muchas veces era un espejismo,
que había que construirlo. En el barrio te decían: “vos vas a llegar, seguí trabajando”. Pero, no
era tan así. En realidad, muchas veces el éxito no pasa por las grandes marquesinas o por salir en
televisión, sino en ser feliz con lo que uno hace.
Justamente, tratando de desarrollar ese impulso, hace seis años nos juntamos los músicos,
como bien contaba Teresa, para compartir un sueño; dejar un poco de lado nuestro
individualismo extremo, en donde nos refugiábamos para hacer música, y poder trabajar en un
proyecto colectivo. Ahí tuvimos que aprender de leyes y empezar a investigar. Lo que uno
declamaba, después no se podía sostener en la práctica. Nos juntamos. Fuimos a averiguar de
leyes que tienen que ver con fomento en otros países: España, Brasil, las Islas Canarias.
De ahí surgieron muchas de las cosas que hoy en día se tratan de aplicar en este proyecto
de ley y se consensuaron cinco o seis puntos principales en forma asamblearia. Esos puntos
principales y su desarrollo técnico lo llevó adelante el equipo de asesores del señor senador
Calcagno y Maillmann con mucho aporte de asesores de otras comisiones. Debemos reconocer
que tuvimos el aporte de mucha gente. De hecho, hay mucha gente que veo acá que realizó
aportes y se preocupó para que esta ley, que hoy en día tenemos, sea el producto del consenso y
que técnicamente sea posible y esté en condiciones.
Cuando uno vio el trabajo de mucha gente por mucho tiempo, horas y horas, se da cuenta
que se logró plasmar en este proyecto lo que soñamos colectivamente.
El proyecto, concretamente, para no extendernos, propone soluciones concretas para la
problemática de la música. Pero, no para los músicos de una forma corporativa; si no tratar de ver
cómo se mejora la relación entre la música y la sociedad.
Es una ley para la sociedad, que contempla profundamente contenidos federales, porque
prevé la participación de organizaciones de músicos de cada provincia en la distribución de parte
de los beneficios. Garantiza la creación de una sede en cada región cultural con la posibilidad de
que existan sedes en las distintas provincias.
Se consensuó que sea un ente público no estatal, porque entendemos –y esto hablado con
muchos músicos que, generalmente, son reactivos a cualquier cosa que huela a oficial– que este
ente público no estatal que permita una representación mixta de la participación en la actividad
musical en parte de las decisiones, iba a permitir generar una mística suficiente para que el
músico que, muchas veces, es como un anticuerpo cultural que se desarrolla en algún lado y ve a
todo lo que es el Estado como algo contrario, pueda acercarse para poder ser difundido.
Uno de los principales puntos es, también, la creación de un circuito cultural social, para
acercar este arte maravilloso a los sectores que menos acceso tienen a la cultura y poder generar
un circuito con esas características. Un circuito estable de música en vivo. Luego de lo de
Cromañon, los músicos sabemos lo difícil que se puso poder tocar. Y tener un Instituto Nacional
de la Música como un paragua protector que permita generar circuitos estables de música en vivo
en cada región cultural, primero, y luego, en cada provincia, permitiría a los músicos girar sin
tener que ser una gran estrella o sin tener grandes sponsors atrás.
Otro punto muy importante es que hay parte de los beneficios que son subsidios
previsionales, pero hay otra parte que son herramientas de solución en una instancia de un
proceso productivo. Para nosotros es muy importante eso, porque muchas veces el subsidio
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previsional anula el compromiso que tiene el músico con su obra. Un ejemplo chiquitito.
Estamos hablando de que el proyecto contempla el subsidio previsional. Pero, imaginemos que
tenemos 10.000 pesos. Uno puede beneficiar a un solo proyecto musical o puede partirlo en diez
órdenes para fabricar mil discos cada uno. Se benefician diez proyectos musicales. ¿Qué pasa?
No se anula el compromiso que el músico tiene con ese proyecto, porque a veces el subsidio
previsional hace que reciba el dinero y, cuando tiene los mil discos fabricados, está pensando
cómo recibir otro subsidio. Muchas veces el compromiso se construye con lo que nosotros
ponemos ahí. Muchas veces hemos dejado de salir para comprar un pedal o para ensayar y eso lo
pusimos en un sueño que es un disco o un material. Ese compromiso es el que nos hace, después,
defender un proyecto musical.
El valor más importante que tenemos los músicos es creer en lo que hacemos. No hay otro
valor. Y eso, también, se va construyendo. Este proyecto contempla esa posibilidad.
Otro punto, también, muy importante es que va a haber por primera vez y después de
mucho tiempo, un Instituto Nacional de la Música que considera la música como un arte. Muchas
veces, la vemos como entretenimiento o espectáculo. Y la verdad es estar hoy acá y tener la
posibilidad de exponer sobre esto, para nosotros es un orgullo. Uno nació en un tiempo donde le
recordaban que en los años 60, se creía hermosamente que una canción podía cambiar o salvar al
mundo. No sé si no es así. Esto es algo un poco más modesto, pero tal vez más complejo. No es
un proyecto revolucionario. Pero, plantea algo que tiene que ver con crecer juntos.
Muchas gracias. (Aplausos.)
Sr. Presidente. – Tenemos la presencia de la señora senadora Osuna, quien es vicepresidenta de
la Comisión de Educación y Cultura y de las señoras senadoras Díaz, Morandini, Fellner y
Corradi de Beltran y de los señores senadores Cabanchik y Rached, quienes son integrantes de
dicha Comisión.
A su vez, están presentes los señores senadores Jenefes, Sanz, Mayans y Guinle y la
señora senadora Negre de Alonso, quienes integran la Comisión de Presupuesto y Hacienda.
También, está presente la señora senadora Monllau, quien es secretaria de la Comisión de
Educación y Cultura y la señora senadora Parrilli, quien integra ambas comisiones.
Llegó el señor senador Filmus, integrante de la Comisión de Educación y Cultura.
Tenemos el quórum necesario para continuar abordando el proyecto de ley por el cual se crea el
Instituto Nacional de la Música. Así que, a continuación, tiene la palabra la señora Liliana
Herrero. (Aplausos.)
Sra. Herrero. – Quisiera simplemente manifestar un par de ideas que acompañan la iniciativa y
que han sido debatidas por los compañeros todo este tiempo, desde que nos estamos reuniendo en
Asamblea esperando la llegada de este momento.
Parece extraordinario, pero el momento llegó y confiamos en que, una vez que el tema
sea tratado, será aprobado.
En efecto, como fue planteado en forma clara y objetiva por todos los compañeros que
hablaron, la creación del Instituto Nacional de la Música y la federalización que esto supone,
como manifestó Peteco, se acompaña con la pregunta que realizó Víctor Heredia –que me parece
sumamente interesante– y tiene que ver con que, aún cuando tengamos las formas institucionales
correctas para el funcionamiento, eso no alcanza para explicar lo que es la música o lo que es un
artista, un compositor, un intérprete y una orquesta. Reitero, no alcanza. Eso, nosotros, lo
tenemos claro, absolutamente claro.
Disculpen si no sé exactamente la diferencia entre ley, reglamento y norma; no soy una
especialista en esto, pero ustedes lo sabrán mejor que yo –porque en este lugar, fuertemente
institucional, se fijan las normas; yo prefiero cantar–, nosotros necesitamos esa herramienta
fundamental que proteja la actividad musical en la Argentina, para que ésta no se encuentre
sometida a las formas más salvajes del mercado. Y eso es lo que queremos que quede explicitado
en forma clara. (Aplausos.)
Sra. Herrero. – Son los músicos los que aplauden y se los agradezco mucho. Sé que este asunto
lo sufrimos todos.
Si bien me referiré a algo que hemos debatido con los compañeros, pero voy a sostenerlo
desde lo individual, a veces esa perversa alianza entre el mercado y los medios de comunicación
masiva deja afuera un caleidoscopio extraordinario y maravilloso de poetas, de músicos, de
compositores, incluso, de luthiers e instrumentistas que existen en el país y que no tienen
ninguna posibilidad, ninguna posibilidad, de ser escuchados en algún momento.
Y lo que hagamos, lo haremos, en el nombre del Chango que se fue hace unos días y que
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peleó mucho por esto. (Aplausos.)
También se fueron compañeros como Horacio Castillo, gran guitarrista y compositor
misionero. Sin embargo, ¡el país no supo que lo perdió! ¡Entonces cuando un país no sabe lo que
tiene, lo que perdió o lo que puede conseguir para pensarse como país, con los músicos que están
absolutamente en las sombras, por fuera de esta lógica perversa del mercado, estamos en
problemas! Eso es lo que quiero decir y lo quiero hacer en este recinto. Porque este recinto tiene
la obligación de pensar –y así lo hace– el país. Pero cuando un músico se sube al escenario
también tiene la obligación de pensar en el país. Porque los vaivenes y las disputas por lo que es
la Argentina, por lo que somos como argentinos son los mismos vaivenes y las disputas que
tienen cada uno de los géneros musicales con historia en nuestro país: llámese rock and roll,
llámese tango, llámese folclore o llámese jazz –que ya tiene una historia importante en la
Argentina–.
Asimismo, todo género musical debate en su propia historia la misma problemática que
es debatida en las cuestiones no relativas a la música, sobre qué y cómo somos los argentinos. Si
el tango y el folclore vienen de África o de Europa, si pasan por la baenera... Todos estos son
debates relativos a la identidad argentina, entonces, ¿por qué pensar que la música es un adorno
de la vida política y cultural de nuestra República? ¿Por qué pensarlo? (Aplausos.)
Sra. Herrero. – ¡No es verdad! ¡Es falso eso! Absolutamente falso, porque el Arte y la Música
no son adornos. Tienen los mismos debates teóricos, políticos, ideológicos y culturales que
plantea en forma específica la pregunta sobre qué somos los argentinos. Eso lo quiero dejar
absolutamente claro. Porque si no no habría una biografía extraordinaria, como la que hay ya en
el país, sobre los diversos géneros de la música popular. Incluso, el debate extraordinario que se
ha generado entre la música académica y culta, y la popular.
Asimismo, el debate que los argentinos nos debemos es el de la extraordinaria, compleja,
difícil y fantástica relación entre las vanguardias artísticas y la vida popular. ¡Cuando nosotros
planteamos la creación del Instituto Nacional de la Música sabemos que estamos tratando de
rescatarnos a nosotros mismos de las leyes más brutales del mercado, pero también sabemos que
estamos discutiendo algo fundamental: qué es la música en un país como el nuestro, qué significa
ser músico y qué significa ser argentino! Eso es lo que quería decir. (Aplausos.)
Sr. Presidente. – Para cerrar con las exposiciones, quedan dos participaciones pedidas. La
primera de ellas, la de Carlos Casciani que pertenece al Movimiento de Músicos Independientes
de Mendoza. Así que lo convocamos a hacer uso de la palabra.
Sr. Casciani. – Buenos días.
En primer lugar, quiero decirles que represento al Movimiento de Músicos
Independientes de Mendoza, pero también a la Federación Independiente de Músicos de la
Argentina, que agrupa a las asociaciones de Neuquén, de Córdoba, de Buenos Aires y, como ya
manifesté, de la provincia de Mendoza.
No se puede agregar mucho más a lo ya planteado por Diego Boris y Liliana Herrero.
Pero sí quiero remarcar que en el interior –o mal llamado interior– estas leyes brutales del
mercado se manifiestan de la peor manera. Y nosotros venimos trabajando en este proyecto de
ley desde 2005. Incluso, desde antes, porque nuestra asociación se creó en Mendoza, en 1995,
fruto de una de las tantas crisis que ha sufrido nuestro país. Creo que en aquel momento fue lo
que se dio en llamar el “Efecto Tequila”.
Por otro lado, para los mendocinos y para todas las asociaciones que representa nuestra
Federación es de vital importancia que este proyecto de ley se discuta y se apruebe. De lo
contrario, la actividad musical en nuestras provincias quedará condenada a ir desapareciendo de a
poco. Entonces, me parece que esto tiene que llamar profundamente la atención de los señores
legisladores y no se tiene que esperar mucho más tiempo para que esta iniciativa se lleve a cabo.
Además, porque los músicos nos estamos proponiendo avanzar en este proyecto que para
nosotros es la parte I de la Ley Nacional de la Música, que es la que va a fomentar, difundir e
impulsar la actividad musical, es decir, que facilitará el acceso de la sociedad en su conjunto a
esta rama del Arte. Pero también nos proponemos trabajar en conjunto en hacer la parte II, la que
se refiere a esto que acaba de ser mencionado: a los derechos laborales de los trabajadores de la
música.
Me parece que, con la Ley Nacional de la Música, estaríamos ascendiendo un escalón y
permitiendo mejorar las condiciones en que se hace música hoy en la Argentina, no solo en la
Capital Federal, sino en todo el país. Esto es lo importante para remarcar.
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La ley que se está hoy discutiendo es federal, pero, además, estamos dispuestos, si hay
alguna cosa en contrario, a charlar y trabajar para que se resuelva y, rápidamente, tener el
proyecto aprobado. Yo no voy a abundar en más argumentos.
Acá se ha dicho prácticamente todo, pero sí queremos dejar bien marcado que las
asociaciones de músicos del interior estamos fuertemente vinculados al proyecto. Venimos
trabajando en esto desde hace mucho tiempo e invirtiendo un esfuerzo enorme en lo físico,
intelectual y económico también. Que yo esté hoy aquí le implica a mis compañeros y colegas de
Mendoza hacer un esfuerzo económico para poder mandar un representante. Lo mismo al
compañero de Neuquén, de la provincia de Buenos Aires, y otros que no han podido viajar, como
la gente del Chaco o de Córdoba. Para nosotros sería auspicioso y nos daría una esperanza
enorme que hoy de aquí saliera, por lo menos, una aprobación general del proyecto de ley.
Muchas gracias. (Aplausos).
Sr. Presidente. — Tiene la palabra el señor Pablo Ramírez, de SADAIC.
Sr. Ramírez. — Buenos días.
Soy socio de SADAIC. No soy miembro del directorio, del cual acá hay grandes
representantes. Es poco lo que puedo agregar, tomando en cuenta lo que ya hicieron nuestros
compañeros, pero sí es un punto muy importante el hecho como comentaba el compañero Boris,
y de Mendoza también, a quienes representan ellos.
Si ellos representan a músicos independientes es que hay una enorme cantidad de músicos
y artistas que son dependientes. Y el marco de esta ley, la presencia de ustedes, el quórum,
estimula la conciencia y la responsabilidad que ustedes tienen frente al esfuerzo que han hecho
los compañeros a través de tantos años para lograr este marco de ley, porque este tiempo es
histórico.
Con Rolando Hernández, estuvimos trabajando y aportando parte de nuestra experiencia
dentro de lo que es el apoyo al artista nacional, pero sabemos que hoy es el primer paso para la
gestión de una acción histórica. Porque no solamente a nivel, como decían los compañeros, lo
que es la Capital, sino que hay valores extraordinarios dentro de los artistas regionales, y eso es la
responsabilidad de lo que hay que salir a cubrir y a proteger, porque —como muy bien dijo
Liliana— estamos perdiendo nombres verdaderos que han dejado su vida y muchos de nosotros
los ignoramos por completo.
Asimismo, es nuestra responsabilidad histórica llevar adelante esta ley, pero todo lo que
es el talento, es decir, una cosa son los artistas que ya están consagrados, que están luchando por
hacer su propio material —como el otro día conversaba con Ignacio Copani— y otra lo que
significa el esfuerzo del día a día para lograr su material, pero no podemos dejar de saber que, en
este momento, hay cientos de artistas jóvenes que están haciendo un esfuerzo solitario y no
tienen acceso a los medios de comunicación para ser escuchados o alguien que les abra la puerta.
Por eso, es fundamental el trabajo de los músicos independientes para cubrirlos y
protegerlos, para que aquellos que ya están sepan que están cubiertos, pero los que vienen
también sepan que ya existe esta ley, que es histórica. Gracias por haberla pensado y desarrollado
para llevarla adelante. Muchas gracias.
Sr. Presidente. — Tiene la palabra el senador Sanz.
Sr. Sanz. — Señores presidentes: quiero hablar en nombre del bloque de la Unión Cívica
Radical, y adelantar el apoyo y el compromiso al proyecto. (Aplausos). Además, felicitar al autor
del proyecto, al senador Calcagno y a su equipo, y también a todos los músicos que han apoyado
y trabajado para el proyecto.
Tenemos algunas propuestas para enriquecer el proyecto en la parte específica, pero las
vamos a incorporar luego al debate. Estamos en condiciones de adelantar nuestro
acompañamiento en general y nuestra firma al dictamen.
En lo particular, como senador de la provincia de Mendoza, también quiero reconocer el
trabajo que aquí ha dicho Carlos Casciani en nombre de los músicos de Mendoza, pero él omitió
decir algo que lo voy a decir yo, es decir, que, detrás de él o al lado, hay 15 mil músicos
mendocinos que se han movilizado para respaldar esta ley, y junto con la senadora Montero, de
mi provincia, vamos a representarlos y acompañar este proyecto. (Aplausos).
También quiero hacer un reconocimiento a UMI, porque personalmente pude ir por el
mes de febrero a la sede en Buenos Aires y conocer cuál es el compromiso y la actividad que
están desarrollando. La verdad es que ellos tienen mucho que ver en la formulación de este
proyecto.
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Por último, nuestro reconocimiento junto con la senadora Montero, como mendocinos, y
el del bloque de la Unión Cívica Radical. Gracias. (Aplausos).
Sr. Presidente. — Tiene la palabra el senador Cabanchik.
Sr. Cabanchik. — Buenos días. Gracias a todos los artistas y músicos aquí presentes.
Es una gran alegría para nosotros estar compartiendo este momento, y muchas gracias
también a los senadores y asesores que han trabajado para que estemos avanzando en esta ley.
Hay muchas reflexiones que hago propias, que ya se han anunciado y que los artistas que nos
acompañan lo han hecho, los músicos específicamente en este caso. Solo retomar algunas que me
parecen centrales en el encuentro entre las diversas maneras en que la argentinidad se expresa en
el arte, y en el compromiso de la política y de la institucionalidad a través de la ley, que también
expresa el acompañamiento de una sociedad que a través de la norma sanciona y acompaña los
procesos sociales y culturales que nos hacen ser lo que somos. Porque eso es parte del asunto.
Está la sustancia en juego de lo que somos como Nación.
Muchas veces el Estado tiene que compensar esa especie de ley sin ley, que es la fuerza
del mercado librada hacia sí misma. Esto pasa con los músicos, y hoy este es el tema, pero
también pasa con los escritores. Por eso, estamos promoviendo una pensión para escritores a
nivel nacional, que ya algunos distritos, como la Ciudad de Buenos Aires, la tiene y otras tantas
áreas de la cultura.
La cultura es —al mismo tiempo— lo más fuerte que tenemos por la capacidad
transformadora que tiene sobre nosotros, pero también es lo más frágil, porque siempre es el
mayor grado de exposición hacia lo que se defiende de ella. Entonces, acompañamos plenamente
este proyecto, desde el proyecto Buenos Aires Federal y desde mi bloque. (Aplausos).
Sr. Presidente. — Tiene la palabra la senadora Blanca Osuna.
Sra. Osuna. — Gracias, señores presidentes y gracias a quienes están en este momento en esta
importante reunión plenaria de Presupuesto y de Educación. La verdad es que frente a las
expresiones que hemos escuchado, quiero expresar algunas cuestiones. La primera es que la
elaboración que inició el senador Calcagno, que le puso tanto esfuerzo, traduce, de algún modo,
el sentimiento y la voluntar política del bloque del Frente para la Victoria. La verdad es que la
voluntad política que el senador Calcagno llevó adelante y plasmó en el texto de este proyecto
nos ha permitido que hoy estemos en este punto, sin duda importante, cual es este tratamiento
plenario y la posibilidad cierta de que efectivamente podamos transitar el camino hacia el recinto
y ahí ser respaldado.
Quiero expresar el respaldo, la adhesión y la ratificación a esta iniciativa, ya que, de
alguna manera, el texto de esta ley plantea una intención clara y firme del bloque del Frente para
la Victoria y recupera indudablemente el acierto y la decisión que en su momento expresó Néstor
Kirchner cuando indicó el camino en relación con la creación de este Instituto. Quiero valorar
también el aporte que dejó el debate intenso que aquí ha quedado plasmado y relatado por
quienes se expresaron, porque tiene que ver con el trabajo legislativo, porque no es lo mismo
debatir una ley sin participación que hacerla con los actores principalísimos y con quienes llevan
el sentir de miles de personas que hoy materialmente no pueden estar presente, pero, de alguna
manera, sí estarán cuando debatamos y aprobemos esta ley.
Por lo tanto, expreso mi respaldo al proyecto. Hemos considerado algunos aspectos
formales del proyecto que podrían dar un acabamiento a la propuesta. Finalmente, me quedo con
la expresión de Liliana Herrero ––quizás, por mi condición de entrerriana–– y creo pero creo que
de lo que se trata hoy es de la identidad de nuestro pueblo, y el instituto de música tiene que ver
con una herramienta fundamental, pero me parece que lo sustantivo es eso, es dar un avance para
fortalecer, justamente, la identidad del pueblo argentino. Muchas gracias. (Aplausos).
Sr. Presidente. –– Tiene la palabra la senadora Monllau
Sra. Monllau. –– En nombre del bloque del Frente Cívico y Social de la provincia de Catamarca,
adelanto mi acompañamiento en general a este proyecto. (Aplausos). Pero también me quiero
permitir efectuar algunas consideraciones. Los que venimos de provincias como la mía hemos
visto nacer y morir en el olvido más perverso a grandes personalidades del orden de la cultura.
Pero además de esto, creo que como argentinos nos debemos algunas tareas pendientes, que son
complementarias de alguna normativa o legislación vinculada con la cultura. Nos debemos, por
ejemplo, repensar lo depreciado y subvaluado que está el arte en la currícula del nivel primario y
la escuela media. Nos debemos repensar el canon y el corpus de la literatura argentina, donde las
voces del interior de nuestro país no están presentes.
También me quiero permitir decir ––quizás, a fuerza de no ser tan simpática–– que si
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miramos la historia de las instituciones, podemos ver como muchas instituciones que surgieron
para brindar un servicio, prontamente olvidan a sus destinatarios, a aquellos por los que surgieron
y para quienes surgieron. Entonces, así encontramos ejemplos clásicos que se han naturalizado,
como escuelas que arman sus horarios en función de los docentes y no de los alumnos u
hospitales donde hay horarios para enfermarse, porque se arma todo en función de los
profesionales y no de los enfermos. Entonces, si bien celebro esta iniciativa, creo que es un buen
momento para instar ––y confío plenamente en ello y miro con renovada esperanza–– para que
este instituto de la música no olvide jamás a aquellos por los que ha surgido.
Habiendo dicho esto, también quiero señalar que todavía nos debemos muchas cosas. Nos
debemos mirar nuestra historia, donde, por ejemplo, no aparecen figuras olvidadas por la historia
mitrista, como la de Felipe Varela, que ha sido un defensor a ultranza del más auténtico
federalismo.
Finalmente, no puedo menos que agradecer a quienes se han manifestado en este recinto y
felicitar al senador Eric Calcagno, autor del proyecto, por todos los esfuerzos realizados, como
así también a aquellos, como Boris, que han tenido la tarea de acercarse a nosotros como
legisladores para satisfacer todos los requerimientos y dudas que se nos presentaban en relación
con este proyecto. Muchas gracias. (Aplausos).
Sr. Presidente. –– Tiene la palabra la senadora Corradi de Beltrán.
Sra. Corradi de Beltrán. –– Muchas gracias. En mi carácter de senadora por la provincia de
Santiago del Estero, integrante del Frente para la Victoria, adelanto el acompañamiento en el
tratamiento de este proyecto con mucha alegría, porque para mí esto es auspicioso por la música,
por el arte, por la cultura y porque creo que ha llegado el momento en que los políticos y la gente
que hace la patria se encuentre. (Aplausos). Creo que es la oportunidad que tenemos para trabajar
sobre proyectos y temas que estaban esperando ser tratados en estas instituciones.
Yo quiero decirle a Liliana, que es alguien que se ha expresado aquí, que no todos los
argentinos piensan que únicamente son adornos quienes cantan. Yo creo ––y esto lo digo con
total sinceridad–– que son belleza, que son espíritu, que son quienes expresan el sentimiento del
pueblo.
Yo tengo el honor de ser santiagueña, de conocer a muchos de los músicos que hoy nos
están acompañando y quiero aprovechar para contarles que Santiago del Estero tiene como himno
constituido, con raigambre constitucional, una chacarera, que es Añoranza. Esa chacarera pinta
mucho eso a lo que se ha referido aquí “Peteco”, al tener que alejarse del pueblo, a tener que
dejar todo para venir a Buenos Aires, que es lo que les ha pasado a muchos de los músicos;
seguramente, a la inmensa mayoría. Hoy, con este proyecto ––y aprovecho para felicitar al
senador Calcagno y a todos los que lo han acompañado, senadores, asesores y músicos––, vamos
camino a un federalismo, porque tenemos una gran oportunidad que nos está dando la República
Argentina de trabajar, de respetar y hacer participar a todos los argentinos. Nuestra chacarera,
Añoranza, dice: “Cuando salí de Santiago todo el camino lloré. Lloré sin saber por qué, pero sí
les aseguro que mi corazón es duro, pero aquel día aflojé”. Es lo que decía “Peteco”, el tener que
dejar la tierra para venir a Buenos Aires. Ojalá que este proyecto sirva para que cada uno de
ustedes, músicos, artistas y gente de la cultura que hoy está aquí tenga sus respuestas en su lugar
y puedan hacer llegar a toda la República Argentina ese sentimiento de identidad. Nosotros
vamos a trabajar por eso. Les aseguro que hay muchos legisladores que piensan como ustedes, y
a lo mejor la prueba es que estamos hoy juntos. Creo que es el inicio de un camino hacia el
federalismo, pero es la oportunidad que no está dando la República Argentina es el momento del
encuentro.
Muchísimas gracias. Felicitaciones. (Aplausos.)
Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señora senadora Fellner.
Sra. Fellner. — Gracias, señor presidente.
Voy a hablar sobre dos temas, señor presidente. Hemos aprobado y ratificado en el
Senado la Convención de la UNESCO sobre diversidad cultural y también de patrimonio y
material. Creo que con este proyecto estamos avanzando y dando respuestas en el área del arte de
la música.
El federalismo está en cada uno y en muchos de los puntos de este proyecto de ley, así
que en ese sentido como representante de Jujuy nada tengo que decir. Pero quiero hacer hincapié
en algo que se dijo acá, que está muy bien lo de las regiones. Creo que es un avance que tenía
que estar en este proyecto. Esperemos que el día de mañana puedan existir subsedes en cada una
de las provincias, porque quienes estamos en la región del Norte sabemos que por la geografía,
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nuestra identidad y nuestra forma de ser no es lo mismo la música de Jujuy que la música salteña
o la música de Santiago del Estero. Y en ese sentido, sería reafirmar y respetar aún más la
diversidad de cada una de nuestras regiones o micro regiones, pero —como todas las cosas—
paso a paso vamos sobre lo concreto, sobre lo seguro. Así que en ese sentido, afirmar, reafirmar y
agradecer el trabajo del senador Calcagno y su equipo de trabajo, y lógicamente acompañar este
proyecto.
Muchísimas gracias. (Aplausos.)
Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señor senador Filmus.
Sr. Filmus. — Gracias, señor presidente.
Felicito a Eric y a todos los senadores y senadoras que trabajaron en el proyecto.
Simplemente quiero decir dos o tres cuestiones que me parecen fundamentales. En primer lugar,
la alegría que es para el Senado y nosotros recibir a los músicos que están hoy acá. Realmente
para nosotros es un honor estar recibiendo a mucho de lo mejor que tiene la Argentina, y en
última instancia, el Parlamento tiene que ser el espacio fundamental o uno de los espacios
fundamentales que ayude a la preservación de nuestra identidad cultural.
Hace poco, cuando se puso como feriado el Día de la Soberanía, escuchábamos a nuestra
presidenta decir que tenemos que romper con muchas dependencias, y con algunas las estábamos
haciendo desde el punto de vista económico, pero que había una que sustentaba a todas las
demás, que es la dependencia cultural y la colonización cultural que hemos llevado durante
siglos. Esta defensa de nuestra identidad cultural es un paso adelante, no es que con esto lo
estamos resolviendo, pero sin lugar a dudas contribuye a que nosotros tengamos lo principal que
tenemos que tener libre, que es la mente y la posibilidad de poder fortalecer nuestra identidad.
Por otra parte, quiero decir dos cuestiones que me parecen importantes. La primera es que
en esta dirección tenemos que trabajar, aparte de este tema, en algunos temas más integrales
respecto a la defensa de la cultura. Estudiar como lo hemos hecho en el caso del Instituto
Nacional de Cinematografía, que ha tenido realmente un peso enorme en defender nuestra
industria cinematográfica nacional. Todos lo vemos y vemos la expresión, no solo hacia el
interior del país, sino nuestra y que trasciende la frontera. Pero sabemos que esa es una medida y
hay que seguir discutiendo cuestiones más integrales.
La segunda cuestión que a mí me preocupa es el tema del financiamiento. Me tocó
participar como ministro en la discusión de la Ley de Educación Nacional, de la Ley de
Financiamiento Educativo y de la Ley de Educación Técnica, y estas leyes están garantizadas
porque hay un financiamiento. Porque en última instancia, cuando uno quiere saber qué
importancia le da a un país a algún área, lo que tiene que ir es al presupuesto, lo demás son
versos. Y me parece que nosotros tenemos que hacer un esfuerzo mayor para garantizar un mayor
financiamiento del Instituto.
Me parece que no hay que entorpecer el avance respecto al financiamiento que asegura
esta primera parte, pero que hay que buscar otras formas de financiamiento. Sabemos que —y me
imagino que todos los senadores trabajaron como nosotros haciendo cálculos respecto de cuánto
significa el porcentaje que establece la ley— cuando uno distribuye por provincia es más
simbólico que una cuestión sustantiva, y hay que buscar entonces otros mecanismos, que pueden
ser por presupuesto nacional o de otra forma, para que la ley tenga su reflejo en un aporte
concreto a la defensa de nuestra cultura y de las dos cuestiones: de la música y de los músicos.
(Aplausos.)
Por último, los porteños siempre que hablamos de federalismo tenemos como un
complejo de culpa, es muy bueno tener esta idea de una ley de espíritu federal que mantenga la
posibilidad de que cada uno de los músicos se pueda expresar en su lugar de origen. (Aplausos.)
Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señora senadora Parrilli.
Sra. Parrilli. — Gracias, señor presidente.
Creo que estamos viviendo hoy un hecho histórico. Yo quiero felicitar a todos los
músicos, porque sabemos, sobre todo la gente del interior, todo lo que se pasa en esas regiones
cuando no se puede llegar a transmitir la música que se está gestando en los rincones de nuestra
provincia. Y felicitar también al senador Eric Calcagno y a todo su equipo, porque sabemos
cómo han estado trabajando. Ayer estuvimos también aclarando algunas dudas respecto al
proyecto.
Coincido con el senador Filmus en que el tema del financiamiento es un punto muy
importante. Y como integrante de las dos comisiones, de Educación y de Presupuesto, creo que
este proyecto de ley en este momento no es casual porque tiene el financiamiento de otra ley muy
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importante que hemos votado en este Senado, que es la Ley de Medios. (Aplausos.) Sin esa Ley,
hoy no podríamos estar pensando en un aporte hacia los músicos.
Comprometo también el trabajo, y en todo caso a mis pares, porque me parece que
tenemos que avanzar también con un financiamiento más amplio, que tenga que ver con una ley
sobre la cultura, donde quizás podamos agregar financiamiento a esta ley que tiene que ver con la
música, con el cine, con todas las artes y con todas las expresiones.
Lógicamente, desde el Frente para la Victoria y como senadora de la provincia de
Neuquén, vamos a estar apoyando este proyecto, pero sabemos que esto no termina aquí.
Sabemos que es un camino que hemos iniciado y que tenemos que apostar realmente a la
federalización y a una mayor cantidad de recursos, para que tengamos también las sedes
provinciales y que en todo caso tampoco creamos con esta ley una gran burocracia que sustente,
sino que el dinero vaya realmente donde tiene que ir. De alguna manera, vamos a estar
avanzando en lo que dice diariamente nuestra presidenta, que es la igualdad de oportunidades. La
igualdad de oportunidades la estamos logrando en las diferentes áreas y, lógicamente, en el
ámbito artístico tiene que existir esta igualdad de oportunidades. Si no está la posibilidad de
grabar, de poder expresarse, de poder ser escuchado, indudablemente no estamos dando igualdad
de oportunidades a nuestros artistas.
Felicito nuevamente al señor senador Eric Calcagno. Creo que hay algunos puntos que
tenemos que aclarar, que puede hacerse posteriormente en el recinto, respecto a la financiación.
En este poco tiempo que llevo como senadora, me parece que no se deben dejar puntos librados
al azar que después sean interpretados en una forma incorrecta y no resguarden el espíritu de esta
ley, que justamente es un beneficio para todos nuestros músicos. Así que muchísimas gracias a
todos ustedes, y ojalá que prontamente podamos tratar el proyecto en el recinto y que se apruebe
como ley.
Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señora senadora Díaz.
Sra. Díaz. — Gracias, presidente. Como representante de la provincia de Tierra del Fuego,
quiero decir que vamos a apoyar con mucho entusiasmo esta ley. (Aplausos.)
Hay gente a la que le pone nerviosa hablar en el Senado. A mí me pone nerviosa ser
senadora, así que eso tiene que ver con la responsabilidad que uno le pone a todas estas
cuestiones. Celebro las leyes que se trabajan así, a través del tiempo y con la participación de
todos los actores, desde el más lejano, anónimo y por ahí olvidado, hasta el que todos
conocemos. Así que celebro que los anónimos también hayan participado en cada uno de los
puntos de esta ley.
Quiero decir que estoy abierta a escuchar todos los aportes que estén dispuestos a hacer y
que en nuestra provincia hemos avanzado un poquito en lo que el representante sindical llamó “el
punto dos”, así que después podemos ver la Ley 800 de mi provincia, que avanza sobre los
derechos laborales de los trabajadores de la música, que es como me gusta llamarlos, porque creo
que lo que más nos reivindica como personas es el hecho de tener igualdad en el ámbito donde
nos desarrollemos. Así que estoy dispuesta a escuchar las propuestas, pero adelantando el apoyo
en general a la propuesta.
Sr. Presidente. — Tiene la palabra la señora senadora Morandini.
Sra. Morandini. — Gracias, señor presidente. Para no redundar en todo lo que se ha dicho aquí,
el compromiso o el mejor apoyo para una ley es que uno se involucre, trabaje y participe para
hacerla mejor. Agradezco que se haya reconocido la figura de Carolina, que es mi asesora de
despacho.
Cuando escuchaba, pensaba cómo hay algo en la música que nos concita, que es la
emoción, y nos hace iguales en el sentimiento, sin importar la ideología política que tenemos ni
el lugar en el que estamos sentados en el recinto. Y tal vez éste sea el aspecto que menos
advertimos de lo maravilloso que es cuando trabajamos en consenso. En este caso no hay
conflicto, sino la unanimidad de apoyar a los músicos que nos han acercado este proyecto.
Insisto con esta idea de que lo mejor es que sea una ley transparente, fácil de aplicar. En
ese sentido, pido que tengamos por lo menos una reunión más de asesores para poder avanzar en
ese consenso y ajustar las propuestas que han sido incorporadas en esta ley. Nos faltaría muy
poquito. (Aplausos.)
Sr. Presidente. — Me parece que estamos en una reunión muy importante. Yo también quiero
agradecer, en nombre de la Comisión de Educación y Cultura, como presidente, y con el senador
Calcagno, como presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, de lo trascendente que es
esta reunión. Gracias por el contenido y alegría que nos han dado los músicos en sus
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exposiciones. Ese contenido, esa alegría, con la cual crecimos cada uno de nosotros, junto con
ustedes, gracias al arte que ustedes nos han dado.
También agradezco especialmente a todos esos chicos con los que nos reunimos en
distintos puntos del país y nos expresaron la necesidad de esta ley. Los asesores del senador
Calcagno han sido el cauce a través del cual se expresó esta iniciativa que desde el año 2005 se
viene trabajando en distintos foros, a lo largo y a lo ancho de todo el país. Por eso, es muy
importante para nosotros que hayamos llegado a este punto.
Nosotros siempre cuando sancionamos una ley nos preguntamos si una ley cambia la
realidad. Efectivamente, no es la “garantía de”, pero sí es un camino que se va construyendo
hacia la democracia, para hacer una democracia de los ciudadanos, una democracia social, y la
cultura en eso juega un papel fundamental. El arte juega un papel fundamental y estamos todos
convencidos de que estamos dando un paso hacia adelante. Así que, como socialista, como
representante del bloque socialista y de la provincia de Santa Fe, además de mi carácter de
presidente de la Comisión de Educación y Cultura, doy un apoyo para que esta propuesta sea hoy
una realidad. (Aplausos.)
Para ir terminando, le doy la palabra al presidente de la Comisión y autor de esta ley, para
que cierre esta reunión. Les recuerdo a los integrantes de la Comisión de Educación que después
tenemos que seguir con nuestra reunión con otros expedientes. Yo creo que el 28 de septiembre
tenemos sesión. Los invitamos a todos ustedes. No tengo duda que con el trabajo de los asesores,
aportando sus enriquecimientos a este proyecto tal cual está planteado, el 28 de septiembre
tendremos la Ley de la Música en la República Argentina. (Aplausos.)
Sr. Calcagno. — Yo también quiero decir, como peronista, de mi lado, que está bueno que todos
acordemos, cada cual desde su visión y desde su matiz. Después de todo, todos escuchamos
diferentes músicas. Y en esas diferentes músicas, nos encontramos con momentos de nuestras
vidas, con cosas que hemos vivido y con música cuyo significado todavía no conocemos bien,
pero que representarán otros momentos.
De todos modos, también quiero recalcar el carácter profundamente político de este
proyecto, en el mejor sentido de la palabra “político”: en su sentido más noble, en el sentido de
servir, en el sentido de las ganas que tenemos nosotros de estar sentados acá para a veces acordar
en el recinto y a veces no. Pero no es grave. La democracia es ese sistema maravilloso que
permite sublimar las diferencias en la discusión y en la argumentación; por eso ésta es una casa
de la palabra. Si a esa palabra, además, le ponemos música, entonces tanto mejor.
Por lo tanto, me guardaré el resto de los argumentos para el recinto. Esto tiene una
mecánica en la cual, si hay observaciones, las receptaremos y trataremos de hacer el texto más
concreto, más firme —tengo problemas con la palabra “consenso”, pero prometo que la voy a
aprender—, de modo tal que podamos, efectivamente, llegar a la próxima sesión con todos los
trámites cumplidos. Ustedes saben: hay que firmar, después tienen que pasar siete días, después
tiene que publicarse. Entonces, para comprometernos todos a que se hagan las efectividades
conducentes —como bien decía Hipólito Yrigoyen— para llegar a ese día.
Luego, la civilización llamada occidental empieza con “Canta, oh musa, la cólera del
pélida Aquiles”, que es el principio de la Ilíada; por lo tanto, suponemos que Homero, el ciego
inconsolable, estaba con una lira. Y después, nosotros también, para llevarnos a los oídos la
música más maravillosa, que, como dijo alguien, es la voz del pueblo argentino. (Aplausos y
cánticos.)
Sr. Presidente. — Receptando este clamor popular, vamos a poner a la firma el dictamen.
Recién les explicaba el senador Calcagno que el trámite tiene que tener un tiempo
parlamentario, que son los siete días, y demás. Pero hoy, en esta reunión, ya firmamos el
dictamen que está en consideración, lo cual ya es un compromiso fundamental para tener la ley el
día 28. Así que creo que es un elemento muy importante y un compromiso de todos que se llevan
de esta reunión, para lo cual creo que amerita un festejo de dicho compromiso y de que vamos a
tener ley el 28 de septiembre.
Hoy hemos dado un paso gigantesco hacia delante, porque hoy se firma el dictamen. Así
es el mecanismo. (Murmullos.)
Sr. Calcagno. — No; un momento.
Del mismo modo que ustedes tienen un pentagrama y tienen determinadas reglas para
escribir música, nosotros también tenemos un pentagrama y determinadas normas para sacar
leyes. Porque si no, cualquiera llega un día y dice: “esta ley me parece copada, qué tal si la
votamos”. No funciona así.
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Todos sabemos que el resultado de las obras importantes requiere de un esfuerzo. Lo que
sucedió hoy también es el resultado de un esfuerzo muy grande, de más de cuatro años, más de
un año y medio de trámite parlamentario. Y llegamos a lo que nosotros, como senadores,
podemos llegar, que es a la firma del dictamen. Una vez que se firma ese dictamen y se
consiguen las firmas por cada una de las comisiones de Educación y de Presupuesto —ustedes
han observado que hay amplio consenso—, hay que mandarlo a la imprenta; se publica; tienen
que pasar siete días y, después, en la reuniones de Labor Parlamentaria, que es donde los jefes de
los bloques deciden qué temas se van a tratar, esto baja al recinto. Y cuando baje al recinto, como
ustedes habrán visto, vamos a tener muchos discursos, porque estamos todos de acuerdo con la
naturaleza y los principios de esta ley.
Por lo tanto, esos son los trámites que nosotros tenemos que hacer. Por eso, la reunión de
hoy es histórica, porque ya pasamos a todo lo que es el trámite de lo que es el tratamiento en el
recinto. No es que hoy podamos decir: “ya tenemos la ley, la firmamos y la bajamos”.
Les recuerdo, además, que es una media sanción, como dice la senadora Morandini, con
lo cual después hay que pasarla a la otra Cámara. Así se sancionan las leyes. (Murmullos.)
Sr. Calcagno. — ¡No! Hoy tenemos dictamen de Comisión. Después, en la próxima sesión,
trataremos la ley. Todo en su justa medida y armoniosamente. (Aplausos).
Sr. Presidente.- Continuamos con la reunión de Educación.
Se pasan a la firma todos los proyectos de ley, comunicación y de resolución de la
Comisión de Educación y Cultura que tengan consenso de los anexos 1 y 2.
Sin más temas que tratar, queda levantada la reunión.
– Fin de la desgrabación.
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