Inflación y Tipo de Cambio. Un desafío permanente Osvaldo Maques Algo que siempre he destacado en mis escritos es el hecho de profundizar la realidad de la política económica vigente desde 2003, haciendo memoria de la profunda crisis social que hemos sufrido en la última década del siglo pasado basada en lo implementado desde 1976, acorde a la fortaleza de la temática neoliberal instalada en el mundo entero. Lo lamentable en nuestro país no ha sido solo el fracaso de esa política sino la violencia cívico-militar utilizada para su aplicación - cosa que todos debemos tener siempre presente. Lo escrito respecto al hecho de ser una sociedad joven referente a la definición de democracia (“Cuanto nos Falta”, y “La Sociedad, La Gestión Política, la Economía y sus ciclos”), como el tema de evaluación que se debe considerar para saber si estamos o no mejor¨? ( “La Distribución del Ingreso, comparaciones” ) y el último artículo “La Inseguridad, un tema conflictivo”, cada uno basado en datos e investigaciones referentes para consolidar cada definición, permiten establecer los parámetros que se alejan de los que se define como “El Pensamiento Único”, cosa que nos han metido en la cabeza desde la década del 70 y que nos ha permitido generar signos de interrogación a los temas de la realidad. Por suerte las cosas han cambiado, y me catalogo participe de ese cambio. Trataremos en este artículo de gestar otro elemento para ser más amplios en interpretar un problema cotidiano como la inflación y su relación con el tipo de cambio. En la economía todas las variables tienen una permanente relación entre si y dependen forzosamente de la política. Las conjeturas y avasallamiento supuestamente intelectual sobre ¿qué es la economía? transmitido al público en general todos los días a través de los medios masivos de comunicación, y muchos profesionales de la materia que enfatizan la confusión y la mentira, invaden y obstruyen la posibilidad de pensar en los problemas reales y los caminos que debemos andar para después cambiar el rumbo, si es necesario. El individualismo multiplicado desde la década del 70 ha sido la base de distorsión mejor lograda para obstruir el crecimiento social. Parecería que Todos Saben de Economía y de los “porqué se producen los problemas del país”, como por ejemplo, la influencia en el nivel de precios por aumento de salariales; los motivos por los cuales la jubilación está retrasada o escuchar decir a “los que saben” que lo que hace el Estado, (no importa que) genera inflación. Que el tipo de cambio está realmente retrasado, que se debe controlar la demanda para no generar presiones sobre los precios, que las cosas estarían mucho mejor y habría más trabajo cuando el famoso vaso de inversiones sobrepase su nivel derramando un excedente que permitiría aumentar la demanda de trabajo para que todos podamos ser felices. Además, más de uno recordará no hace mucho tiempo, que cuando aumentaba el tomate o cualquier otra hortaliza, salía en los principales diarios como primicia y esto generaba automáticamente un aumento general de todos los precios, “por las dudas, viste”. ¿Qué culpa tiene el tomate? Dejando de lado esta traji-comedia, comenzaré a escribir algo más serio respecto al título del presente artículo. No me considero alguien superior sobre el tema, sino simplemente una persona que hace mucho tiempo viene estudiando economía, que todos los días aprende algo nuevo tratando de profundizar el problema económicosocial. Siempre, aceptando críticas basadas en estudios elocuentes y hechos que van más allá de los que solo hablan y nada dicen. Hacer reflexiones acerca del aumento del “tomate” o cualquier otro bien preguntándose, por ejemplo, ¿qué hay detrás del precio del bien?, ¿quién lo produce?, ¿cuánto recibe el productor por parte de los pocos que comercializan ese bien? ¿Quiénes lo comercializan realmente?, ¿qué cantidad reservan y amontonan para especular con el precio en épocas donde ese bien es más necesario? ¿Por qué los grandes hipermercados ofrecen descuentos permanentes más altos que el aumento de precios alcanzado? ¿Alguien profundiza la cadena de valor?, o de otra forma, ¿se han estudiado los costos reales desde el origen de cualquier producto hasta su comercialización? Vieron que cantidad de interrogantes. Por supuesto nadie puede conocer todos estos caminos, pero antes de culpar a quien sea, es mejor ver lo que tenemos más cerca de los cuestionamientos planteados. Parecería que todavía no nos dimos cuenta de que desde fines de los ‘60 la vanguardia que comenzó a tener la política neoliberal fue sorprendente. Su influencia en cada continente fue una regla de juego implantada desde las potencias que al mismo tiempo vanagloriaban la derrota de neo-keynesianismo, mejor dicho el papel político de Estado. El acuerdo entre Ronald Reagan y Margaret Tacher fue la consolidación de proceso mencionado. En Sudamérica la implementación de este ciclo se afianzaba a través de golpes antidemocráticos cívicos-militares. Títeres seudo-militares que obedecían a determinados sectores sociales de amplio poder financiero destructor del andamiaje productivo. Nuestro país fue uno de los mejores alumnos del sistema implantado con las consecuencias que todos vivimos y conocemos, aunque hay algunos en el presente que con tal de obstruir un significativo cambio en el contexto de inclusión social y crecimiento económico, con independencia económica en un mundo en crisis compleja, quieren volver (o viven) a los años 70 o 90. Digo esto porque propuestas serias que puedan mejorar los errores lógicos de cualquier cambio no aparecen. La multiplicación de pobreza social, con un retraso económico que todavía estamos tratando de superar, una pérdida irrefutable en la explotación de recursos naturales no renovables, una transformación regresiva en la distribución del ingreso, y una reforma tributaria donde la mayor carga impositiva la pagábamos los consumidores con la posibilidad de ahorro perdida, son cosas que se tratan de superar y se está logrando, pero falta. Los artículos que he escrito y comentado al comienzo ayudan a entender lo mencionado La Inflación, variables e influencia En principio, la oferta define el precio en función de los costos y la demanda responde con volúmenes según sus opciones. La rentabilidad normal del capital invertido es producto de los márgenes en cada etapa de la cadena de valor. En este entorno los precios se igualan al costo. En definitiva, el riesgo de invertir y asumir compromisos de producción implica un costo de oportunidad del capital invertido, que se recuperara con la venta del producto o servicio a un precio determinado. Por supuesto que dentro de ese precio están los costos de materia primas, salarios y demás elementos que permiten la finalización del producto terminado o del servicio a prestar. Es evidente que la falta de infraestructura, bienes de capital y mal manejo de los recursos naturales son elementos definitorios en la cadena de valor. Un problema crucial que permite la ruptura de esta cadena se presenta cuando existe una economía abierta sin protección alguna, con un tipo de cambio fijo y bajo para facilitar la entrada de capitales especulativos, no de inversión de riesgo. El resultado se traduce en un aumento indescifrable de la deuda externa, conjuntamente con un proceso recesivo con las consecuencias económico-sociales que todos he vivido (1976-2001). Periodo en el cual es bueno recordar que la inversión de riesgo productivo (no de servicios con una demanda ya cautiva, Ej. Teléfonos o Gas) nunca se ha presentado en un país donde todos los demás recursos de producción se encarecen, y el achicamiento económico es una realidad surgida en el corto plazo con duración demasiado larga. El problema que nunca se pensó que sucedería en Europa, hoy, está presente, sobre todo en la mayoría de países que gran parte de nuestra sociedad ha tomado como ejemplo de desarrollo. Problemas que no permite escapar ni siquiera a Alemania como potencia industrial que busca nuevos caminos para colocar su excedente, y debe golpear la puerta de la próxima potencia internacional, China, la cual le compra hasta ciertos límites. También es cierto, que si queremos avanzar, debemos ofrecer los productos a precios competitivos en el mundo porque hoy, si o si, estamos en un continuo ir y venir de relaciones internacionales comerciales, económicas y principalmente políticas. Si mantenemos el cambio macroeconómico actual, para mejor, algo que ayuda es el tipo de cambio alto, la tasa de interés baja, el incremento del circulante para reforzar la demanda, y una activa participación del BCRA y el Tesoro Nacional en quehacer económico. Esto permite que la demanda externa crezca, porque podemos competir internacionalmente y además el mercado interno también crece, lo cual implica la sustitución de productos que antes venían de afuera. El hecho del incremento de moneda circulando por la mayor cantidad de productos que vendemos al mundo, implica que todos podemos gastar más. Claro, que mantener estas variables en los niveles que mejor nos conviene, tiene un costo. Es necesario cuidar que esos costos no se escapen de determinados niveles provocando desequilibrios que producen desconfianza en la moneda que circula, aumentando la velocidad de esa circulación con pronunciados desequilibrios de precios. Erróneamente la solución para detener el aumento de precios siempre ha sido la restricción al crecimiento, con una maxidevaluación, o sea entra el tipo de cambio. Aldo Ferrer, conocido economista, actual embajador argentino en Francia, ha definido a la inflación como un problema inercial, es un cuerpo amorfo que no ha modificado su estadía en cada uno de nosotros, los tenemos incorporados en nuestra forma de vida. ¿Cuáles han sido los argumentos que permanentemente desde fines de la década del 60 han justificado el proceso inflacionario? a) Déficit fiscal: El accionar deficitario del Estado era presentado como el argumento de mayor fortaleza para responder al problema inflacionario. b) Dentro de la denominación de la inestabilidad económica de Marcelo Diamant, un péndulo de movimiento continuo, sin caminos definidos, nuestra economía tenia periodos de crecimiento que después del mediano plazo (3 o 4 años aprox.), dejaba de ser activo a raíz del desequilibrio de los llamados precios relativos, para volver a espacios recesivos limitando la inversión y por ende la demanda de empleo. La intervención directa del Estado generando procesos de demanda sin tener un control monetario de la balanza comercial, y por lógica ni de la cuenta capital, generaba procesos de presión sobre el tipo de cambio, venia la devaluación y por el desequilibrio económico general, los precios empezaban a correr y así se desproporcionaba el esquema productivo. c) La fuga de capitales gestaba problemas en el equilibrio del balance de pagos y el achicamiento económico era la respuesta, conjuntamente con el aumento de la deuda externa. La debilidad política del gobierno de turno o la gestación destructiva de golpes militares sentaban las bases del retraso. A mediados de la década del 70 la aplicación de políticas neoliberales con procesos recesivos implícitos hacía suponer el dominio del nivel de precios. Contradictoriamente no pasaba lo mismo con el equilibrio de las principales variables de desarrollo de los distintos sectores, provocando indefectiblemente la destrucción de la economía del país, generando el desempleo como variable de ajuste del mismo sistema.(La Paradoja de la Curva de Phillips en la Argentina. O. Maques. Ed. Tesio 2009). La inflación mostraba porcentuales de un digito bajo, pero el desempleo, el cierre de empresas de todo tipo, y la dependencia externa surgían como un problema mucho más importantes que la variación de precios. Aquí se genera un primer cuestionamiento. ¿Es preferible tener una muy alta tasa de desempleo con el deterioro estructural de la economía del país, o vivir con inflación resultado de una puja distributiva mejorada con un crecimiento real? Cuando escribí el libro sobre la Curva de Phillips en nuestro país desde 1946 hasta 2004 inclusive, demostré que los aumentos de salarios generaban una baja en la desocupación, con un crecimiento notorio de la economía. Sin embargo, la restricción del salario provocaba la desocupación ya que la misma era tomada como variable para sostener el modelo recesivo gestado en nuestro país desde 1976 hasta 2003, enarbolando las banderas del proceso liberal tomado a sus anchas en la década del 90. Con políticas abiertas, y con un dólar desvalorizado respecto a la relación con nuestra moneda, sin protección alguna de nuestra economía obligaba a recurrir a una variable de ahorro, monedas extranjeras. Las reservas surgidas de la balanza comercial era cada vez menores, el equilibrio del balance de pagos se implementaba a través del ingreso de capitales extranjeros para cubrir ese desfasaje, aumentaba la deuda externa. Son cosas que la historia no puede esconder. La inflación era menor, pero ¿cuál era el precio de ese camino? El costo social. Solo es cuestión de observar el artículo sobre Distribución del Ingreso y concatenar la evolución de la Pirámide Social entre octubre del 2002 y el primer trimestre de 2012. En el transcurso del siglo XX hemos sufrido muchos períodos de desinversión, con los resultados que eso implica. Desempleo e inflación ante la falta de oferta del proceso productivo (estanflación). A fines de la década del 90 Rafael Di Tella, un argentino profesor de Harvard, logro confirmar después de varios años de investigación “que el desempleo es mucho más costoso que la inflación en términos de felicidad. Los modelos económicos tradicionales, en los cuales se basaban los banqueros centrales, suponían que la inflación era tremendamente más costosa que el desempleo, en una proporción de 20 a 1", explica Di Tella. "Nosotros demostramos, usando datos de felicidad, que esto no es así; y esto cambia la forma de pensar las políticas públicas". La base sobre la que trabajaba en EEUU y Europa tienen más de un millón de datos, lo cual permite obtener certeza de esas definiciones. Ver http://www.utdt.edu/ver_nota_prensa.php?id_nota_prensa=5299&id_item_menu=6. En nuestro país, en la actualidad las cosas no difieren demasiado de esta investigación. La gente, se diga lo que se diga, tiene trabajo. La tasa de desocupación es del 6,9%, bastante reducida. Si uno tiene un empleo formal, la inflación es un tema importante, pero para los que no tienen trabajo o subsisten del subempleo, el tema de la variación de precios pasa a tercer grado de importancia. Esto representa al 16,5 % de la PEA (población económicamente activa). Cuando había inflación con estancamiento económico este porcentual superaba el 45%, ¿alguno puede pensar que estas personas tenían en su cabeza a la inflación? ( Alfredo Zait pagina 12 diciembre 2012). Un país en crecimiento tiene inflación. Los recursos necesarios para el desarrollo no están enteramente disponibles sobre todo a causa de largos procesos de desinversión y recesión económica. Además no debemos olvidar que la concentración portuaria, poblacional e industrial corporativa en la provincia de Buenos Aires, implica un problema demasiado grave para una solucionar rápida. Desde 1976 los formadores de precios están acostumbrados al pasaje directo de cualquier variación de costos al precio final. Por ejemplo, tomando los salarios, (que generalmente representan un 8% o 9% de los costos totales en las empresas de capital intensivo, llegando a porcentuales del 40 % en mini-empresas, las cuales representan un 12 % del esquema productivo general), como paso directo a ese valor, es simplemente una estafa, lisa y llana. Al aumentar el precio del producto, el comerciante lo vende más caro, pero la gente lo compra igual y comienza esa maldita carrera. La inflación pasa a ser La Reina. ¿Y quién ha tenido la culpa? ¿Los que pidieron una recuperación de un salario retrasado desde hace mucho tiempo? O ¿los que por costumbres mal adquiridas definen valores a su antojo y para bien de su propio bolsillo? Y es aquí donde es necesario la intervención política del Estado, en la cual la economía actúa como ayudante inseparable, debe tomar caminos que permitan el crecimiento a pesar de que haya variación de precios realizando correcciones permanentes de los diversos desequilibrios, los cuales son comunes en el desarrollo de países como el nuestro. La inflación es una parte importante del resultado de la Distribución del Ingreso. Siempre habrá una puja entre el capital y el trabajo. Un arma importante para el capital especulativo principalmente es la inflación. La distribución del Ingreso ha mejorado, y mucho, clases sociales que sólo consumían por una alimentación limitada, hoy lo hacen no sólo para comer dos veces por día y bien, sino también para comprarse ropa y disfrutar días de descanso, sólo por el hecho de tener un trabajo estable, algo que en el neoliberalismo no existía. En el artículo sobre “La Distribución el Ingreso. Comparaciones” está bien demostrado. La puja entre el trabajo y el capital siempre existirá. Si el trabajo recupera un porcentual importante de lo que se produce, el capital debe hacer lo suyo, por ejemplo, aumentar la inversión productiva como eje principal, más cuando la proyección del mercado y seguridad política se ha mantenido en los últimos 10 años aplicando una línea económica neo keynesiana la cual, como se sabe, mantiene una proyección de desarrollo continuo. Pero ese capital afianzado monopólica u oligopólicamente desde 1970 ha permitido el poder de las ya conocidas corporaciones dominantes del mercado en todos sus aspectos, realmente preocupante, hasta en los EEUU, que con un PBI de aproximadamente 16000 billones de u$s, que supera a todos los países en crisis de la Eurozona, se encuentra con el gran problema de la desocupación cercana al 8%, algo difícil de bajar. La tasa de pobreza en Nueva York ronda el 20,9% equivalente a 1,7 millones de personas, familias que tratan de vivir con un ingreso mensual de 1540 u$s. (New York Post 18 de noviembre 2012). Además los grandes oligopolios se han ido a producir a otros países del medio oriente, principalmente a China, con costos mucho más bajos. El déficit fiscal, cercano al 70% del PBI, es otro problema, siendo justamente China poseedor de casi la mitad del mismo en títulos públicos con rendimientos muy bajos. Las nuevas inversiones no son tan importantes como las de la década del 40 a 70, sobre todo después de la segunda guerra mundial a través del Plan Marshall. El papel del Estado en el neoliberalismo es cada vez más reducido. Obama no sabe, ni encuentra la forma de modificar el problema de la creciente clase pobre en la pirámide social norteamericana. Tanto los Republicanos, como los llamados “Tea Party”, no dejan ni un milímetro del espacio ganado en los últimos 30 años. El domino de cada una de estas corporaciones se asemejan a los tentáculos del pulpo, está en todos lados donde su beneficio económico es posible. Demás está decir que en los países en desarrollo con tendencias liberales, su presencia y dominio político ha sido contundente. La unión con poderosos centros de comercialización de productos de todo tipo es un ejemplo claro de esa metamorfosis. La inflación no deja de ser un arma utilizada para demostrar ese poder, sobre todo cuando se trata de debilitar el poder político de cualquier gobierno. Por ejemplo, y a modo de resumen, hagamos memoria respecto a 1989-1990. La concentración en diferentes ramas productivas permite confirmar los ejemplos de influencia importante en la base del esquema macroeconómico. Rubro -Comercio Minorista: -Lácteos -Pastas -Agroquímicos -Fertilizantes -Telecomunicaciones -Gases Medicinales -Petroquímica Producto Supermercado Leche fresca En polvo Yogures Pastas Secas Maíz y Girasol Acaricidas Insecticidas Herbicidas Fungicidas Urea granulada Telefonía Celular Oxigeno Liquido Oxigeno Gaseoso Etileno Tolueno Cant.Empresas 3 empresas 2 empresas 1 empresa 3 empresas 3 empresas 1 empresa 2 empresas 1 empresa 3 empresas 3 empresas 2 empresas 4 empresas 3 empresas 3 empresas 1 empresa 2 empresas %Concentración 81% 73% 46% 74% 51% 88% 85% 40% 77% 74% 79% 100% 89% 92% 93% 100% Fuente: Tiempo Argentino 27-01-2013 Los monopolios u oligopolios son evidentes y lo único que pretenden, según las reglas del “capitalismo salvaje”, como mencionara el Papa Juan Pablo II, es ganancias a cualquier costo - y si un gobierno cede a sus reglas, como ha pasado, es mucho más fácil obtenerlas. Estaría en un mundo fantasioso si pensara que no deben existir: la realidad muestra las reglas de juego, pero el tema principal es el papel que debe ejercer el Estado para lograr una reinversión permanente de las fabulosas ganancias que obtienen, que las regalías sean controladas, que la expansión de precios sea lógica a la real cadena de valor, y demás principios que permitan expandir la capacidad de demanda de mano de obra. Es una realidad con los problemas que no es mi intensión ocultar, y que son muchos, cuando se puede salir de un país destruido como estábamos a fines del siglo XX que se ha logrado cambiar ese rumbo y que hoy el crecimiento económico-social es una realidad. Análisis de la Actualidad. Cuadros Comparativos Como lo he mencionado en otros artículos, la base del modelo aplicado desde 2003 hasta la actualidad se asienta en un superávit comercial, superávit fiscal o equilibrado, accionar efectivo del BCRA, reducción de la deuda externa y nivel equilibrado del tipo de cambio. Ese equilibrio no se refiere al pretendido por determinados sectores como el agropecuario que considera al dólar oficial bajo, pero sigue produciendo y exportando el 100%, a pesar de las criticadas retenciones que permiten equilibrar los precios en el mercado interno. ¿Qué resultados hemos obtenido? Si nos ocupamos del tipo de cambio, existen varios matices para considerar su valor, en primera instancia la falacia de tomar su cotizacion de acuerdo a las leyes del mercado, claro que en el mencionado mercado los paises no son iguales en nada y con la politica implementada desde 1976,y afianzada en 1990, revalorizando nuestra moneda para sostener un mercado abierto dependiente del endeudamiento, y gestando la crisis interna mas importante de nuestra historia. A partir de 2003 las cosas cambiaron, si bien la revalorizacion del tipo de cambio, fue y es uno de los sustentos del actual modelo, se puede observar que si bien los precios de los productos agropecuarios han mantenido una suba consecutiva hasta la crisis mundial de 2007-2009, que produjo una baja importante, su recupero no se hizo esperar y la Argentina aprovechó el momento manteniendo el tipo de cambio para lograr un permanente superavit comercial. Se observa, al mismo tiempo, que el promedio de los valores cambiarios de los paises vecinos de America Sur no ha seguido el mismo camino. Comparativamente los precios en dolares de las materias primas de exportacion han sido altamente superiores. a) Fuente: Fide Sobre la misma fuente de información, observando las sucesivas crisis externas, sin protección interna alguna, como la crisis financiera generada desde el 2008, permite analizar que a pesar del gran shock internacional nuestro país ha mantenido un crecimiento del PBI superior al resto de los países Sudamericanos. b) Es evidente que el tipo de cambio medido de acuerdo a la comercialización real de nuestro país y literalmente separado del denominado, “blue, green, verde, paralelo, negro”, o como se lo quiera llamar, es de por si la respuesta más clara en lo referente a la cotización. Tampoco se debe olvidar que el mercado especulativo que anteriormente presentaba una % importante en el mercado de compra-venta de divisas, hoy está supeditado a un porcentual casi nulo. Sólo cumple un papel de argumento de desestabilización de los que no pueden presentar planes económicos alternativos de sustento real. La disminución de la compra-venta en el mercado inmobiliario es consecuencia de la performance especulativa generada desde mediados de la década del 70. Sin entrar en los comportamiento anti elocuentes de lo mencionado. ¿Se pude justificar que la construcción de unidades de vivienda se valore en pesos y se pretenda venderlos al tipo de cambio especulativo?, ¿restringiendo la cantidad de moneda extranjera del mercado sólo para hacer más mullidos los colchones de la gente que especula? Es importante que se lea, reflexione y se trate de ser más real con los argumentos de lo que significa la inflación y el tipo de cambio, seguiremos respondiendo los cuestionamientos y tratamos, entre todos de ver mejor la realidad.