Querida maestra, querido maestro:

Querida maestra, querido maestro:
El próximo lunes es un día especial. Celebramos la festividad de Santo Tomás de
Aquino, patrón de la Educación y de las Escuelas Católicas. Y en el Educación, no hay
nadie mas importante que se dedique en cuerpo y alma a ella que tu, mi “profe”. Por eso
quiero ofrecerte estas palabras en homenaje a tu labor, constante e incansable.
Yo soy un niño y descubro el mundo que me rodea poco a poco. Voy creciendo y con el
paso del tiempo voy aprendiendo todo lo que de adulto voy a necesitar para valerme por
mi mismo, convivir con los demás, ser responsable, ser crítico con lo que me rodea….y
en ese camino
Como soy un niño y lo que más me gusta es jugar, te propongo un juego. Mis
compañeros de todo el cole te van a entregar en nombre de todos, un regalo muy
valioso. Pero no lo puedes abrir hasta que yo te diga.
En nuestra sociedad, confundimos el significado de algunas palabras, y muchos creen
que el valor de algo se mide por lo que cuesta. Nuestro regalo cuesta poco, pero
sabemos que tiene un gran valor. Porque lo que proviene de los sentimientos tiene un
valor duradero. Tú me lo dices con frecuencia…
El objeto que esconde el papel de regalo tiene que ver con algo que damos y recibimos,
que tú me das y yo recibo, que yo te doy y tú recibes...
¡Tócalo!, a ver si adivinas que es.
¿Todavía no sabes qué es?
¡Espeeera!. No lo abras aun, no seas impaciente. Vamos a abrirlos a la vez. ¡A la
unaaaa, a las dooos y a laaas tres!
¡A ver, todos a la vez!. Vamos a desenvolverlo.
¡Qué no! Que solo podemos quitar el papel. ¡A ver Pedro, no seas curioso y no levantes
la tapa todavía!.
Como puedes ver, te hemos regalado una caja en forma de corazón. Todos sabemos
que para expresar el cariño empleamos este símbolo. Me gustaría que lo guardaras en la
clase, entre tus cosas pero en un lugar poco escondido, para que la veas con mucha
frecuencia y recuerdes lo importante que es el cariño en tu trabajo. Porque vas a
necesitarlo:
 Cuando discuta o me pelee con mis compañeros y tú me corrijas y me hagas ver
que los problemas se resuelven con diálogo y cariño.
 Cuando me caiga y me haga daño y tú me atiendas y me cures con cariño.
 Cuando se me hayan olvidado los deberes y me riñas con cariño para que
aprenda a ser responsable.
 Cuando no entienda esas cosas tan complicadas que a veces me explicas en
Lengua o en Mates y tú me las vuelvas a explicar una y otra vez con paciencia y
cariño
 Cuando pases a mi lado y veas que estoy triste por algo que necesito contar y tu
estés ahí, escuchándome atento y dándome cariño.
 Cuando no haga bien mis trabajos y tú me corrijas y me animes con cariño para
que me esfuerce un poco más.
Bueno, pero aquí no acaba el juego. Todo el mundo sabe que una caja sirve para
guardar cosas, así que nosotros también hemos llenado ésta.
Ahora puedes abrir la tapa con cuidado y ver lo que hemos guardado con cariño.
¡Cuidado Dulce que se te pueden escapar!
¡Ten cuidado Susana que si la levantas tanto se caerán!
¿Qué dices Teresa? ¿Qué Asun y Pilar dicen que no ven nada? ¿Tampoco Ana, ni
Carmen, ni Mª Sol, ni María, ni Josefina, ni Elena, ni Almudena, ni Jose, ni Hilaria, ni
Ana María, ni Pilar, ni Pedro, ni Conchita?
Seguro que Esther, Emma, Mari Paz, Carolina y Gema si que los ven, pues están
acostumbradas a mirar con ojos de niños más pequeños. Hemos llenado la caja
de……un montón de besos.
Cuando te encuentres cansada porque el día ha sido duro, coge uno y póntelo en la
mejilla.
Cuando te enfades porque nos portamos mal coge uno y póntelo en la mejilla.
Cuando prepares las lecciones y dediques mucho tiempo a corregir cuadernos y
ejercicios coge uno y póntelo en la mejilla.
Cuando con ilusión prepares esos momentos tan especiales que compartimos con todo
el colegio, coge uno y póntelo en la mejilla.
Cuando oigas rumores o críticas de unos pocos que alzan más la voz que los que
aprecian tu trabajo de forma silenciosa, coge uno y póntelo en la mejilla.
Porque cada vez que cojas uno y te lo pongas en la mejilla sentirás el cariño que
nosotros, tus alumnos, tus niños y niñas, sentimos por ti.
Por ser generoso al dar tu cariño y siempre dispuesta a recibirlo de nosotros
¡GRACIAS PROFE!