el paisaje de Ticucho

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VI ENDUC. La Rioja, 2 y 3 de setiembre de 2011
PONENCIA: EL PROFESOR UNIVERSITARIO CATOLICO. EJEMPLO DE
INVESTIGACIÓN: EL PAISAJE DE TICUCHO (TUCUMAN)
Área Temática Nº 3 (3.4.)
Lic. Prof. Alejandro Llanes Navarro [email protected];
[email protected]
Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino
Universidad Nacional de Tucumán
Resumen
El Profesor universitario Católico ha desempeñado siempre una actividad
específica: enseñar su disciplina a los alumnos. La Universidad actual ha cambiado
en muchos aspectos académicos respecto de las primeras Universidades, nacidas
en el siglo XIII, de manera que es importante situarse en sentido absoluto, en el hoy
y aquí, y en sentido relativo, en relación con una identidad y una misión que lleva
entre 900 y 2000 años y que hay que tener en cuenta a la hora de iniciar la profesión
docente.
Este trabajo tiene como finalidad contribuir a precisar una serie de conceptos
a tener en cuenta por los profesores, y pretenden ser una ayuda para "entender" el
sentido de la vida universitaria, en la doble dimensión de docente-investigador. Son
interrogantes que surgen naturalmente antes de iniciar una tarea tan específica:
¿Qué significa la Universidad; su misión e identidad; las competencias para
desempeñarse como Profesor universitario, la integración del saber y la
investigación unida a la docencia?
Se plantea una hipótesis inicial en relación con las competencias,
capacidades y destrezas, que se exigen hoy en el trabajo del docente – investigador:
“la formación disciplinaria debe completarse con una formación académica en orden
a la integración de saberes”.
Esta integración no es fácil de lograr, ni en los docentes ni mucho menos en
los alumnos, por su corta experiencia universitaria. Hay que tener una actitud y una
percepción especial para poder integrar el saber de la propia disciplina con los
demás saberes.
En el trabajo de campo se realizaron entrevistas a personas calificadas y
encuestas semiestructuradas a los habitantes. Se analizaron mapas e imágenes
satelitarias del paisaje de Ticucho. El modelo de percepción y comportamiento se
utilizó para evaluar los datos que aportaron las encuestas y entrevistas. Finalmente
se compararon estos resultados con el modelo de integración de saberes,
mostrando las vinculaciones causales entre el conocimiento especulativo y el
conocimiento normativo. (Llanes Navarro, A. 2007)
El papel que tienen las administraciones políticas de los paisajes ya sean
municipalidades o comunas, es fundamental para encarar esta situación actual y
1
resolver este problema de la finalidad del bien común que hace a la calidad de vida
de la población. Son los temas actuales del Ordenamiento Territorial.
1. LA NATURALEZA DE LA UNIVERSIDAD
Cuando el Padre Jesuita Alfonso Borrero Cabal se preguntaba por la "naturaleza
de la Universidad", pensaba en Aristóteles y expresaba ¿Qué es esa cosa cuya
naturaleza queremos indagar, qué hace y por qué lo hace?
Del qué hace resultan las funciones de la Universidad, que son la investigación y
la enseñanza, la educación o formación y el servicio o la extensión.
Del por qué lo hace resultan las misiones de la Universidad, que son tres metas o
propósitos y que se corresponden con las funciones. ¿Qué investiga y enseña?: la
ciencia. ¿A quién educa o forma?: al hombre y ¿A quién sirve?: a la sociedad.
Por último, ¿Qué es la Universidad?, o cuáles fueron sus notas, desde su
primera manifestación o expresión? Un grupo de personas que se unen
corporativamente en sentido sociológico para la acción científica. Es una corporación
universal, pues venían de todos los lugares de Europa y hablaban una lengua en
común: el latín. Además tenían su propia organización y conducción, eran un grupo
con cierta autonomía.
Y esa autonomía se funda en la "potestas studium", en el poder del estudio, un
tercer poder, reconocido por el Papa, y que dio lugar a un ordenamiento jurídico
propio. Termina el Padre Borrero con esta metáfora referida al poder político en boca
de los universitarios: "Usted podrá mandar más que nosotros, pero nosotros
sabemos más que Usted".
Un poco más lejos en el tiempo, pero en consonancia con lo anterior, González
Álvarez (1976) afirmaba que la Universidad, “había llegado a ser universitas
studiorum, o sea, universalidad y totalidad de profesores y alumnos, y de saberes
aprendidos".
De esta concepción, se desprendían las “tres funciones insoslayables de toda
Universidad: la investigación para descubrir la verdad, la enseñanza para transmitirla
y la educación para incorporarla”.
Pero asignando un orden a estas funciones. En primer lugar la educación, es el
medio por el cual el alumno llega a ser persona, a desarrollar sus virtudes, a ser un
hombre completo, en el marco de esa universalidad de saberes.
La segunda función está relacionada con la “transmisión de la cultura y la
enseñanza de las profesiones”, lo que nosotros conocemos como función docencia.
Aquí se cumpliría lo que él llama “universitas studiorum”, es decir, la universalidad de
los saberes, “la transmisión de toda cultura especulativa, práctica y técnica, y la
enseñanza de las profesiones”. Es lo que conocemos como la verdad, el bien y la
belleza.
La tercera función es la investigación, o sea, la búsqueda de la verdad también
en esa totalidad de saberes, en “ese repertorio entero de las ciencias especulativas,
prácticas y técnicas”.
Se pregunta González Álvarez, si estas tres tareas se cumplen hoy en la
universidad y si hay una coordinación entre ellas en orden al bien del hombre y de la
sociedad. Nosotros diremos que es un desafío grande, no resuelto
satisfactoriamente. Quizá las dos primeras tareas se cumplan en la organización de
las viejas Facultades de Filosofía y Letras de las Universidades Nacionales y en la
de las actuales Universidades Católicas.
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En las Facultades de Filosofía y Letras, todavía existe un grupo de materias que
se denominan de “formación general” (Llanes Navarro, 1980), que son las que
definen el saber superior universitario, que es el de la "universalidad de su quehacer
intelectual" (Randle, 1973). Aquellas materias son:
Introducción a la Filosofía; Introducción a la Historia; Introducción a la Literatura;
Lengua Española; y Sociología.
Además, éste grupo de materias, proporcionan una “formación académica". Este
concepto de lo académico, ha perdido su significación original, puesto que las
profesiones exigen cada vez más un conocimiento especializado, y tienen la
percepción que éstos otros conocimientos “no les sirven” a los efectos de su praxis.
Josef Pieper (1962), al preguntarse sobre el significado de lo académico, expresa
que “académico quiere decir filosófico..., tratar una ciencia académicamente significa
considerarla de modo filosófico. ¿Y qué quiere decir filosófico?. Filosófico en
cualquier caso, significa teórico. ¿Y qué significan las palabras teórico y teoría?. Ser
movido por la verdad y no por otra cosa, tal es la esencia de la teoría, dice
Aristóteles en su Metafísica”.
Pieper finaliza esta disquisición diciendo que “en esta cuestión filosófica se hace
presente con pureza lo que constituye la esencia del espíritu: la toma de contacto
con todo lo que es. No se puede preguntar ni pensar filosóficamente sin que entren
en juego la totalidad del ser, el conjunto de las cosas existentes, Dios y el mundo”.
2. NATURALEZA DE LA UNIVERSIDAD CATOLICA
Monseñor Derisi expresa que "el fin especificante de la Universidad es la
investigación y transmisión o docencia de la verdad en un nivel superior de la ciencia
o de-velación de sus causas en todas sus manifestaciones particulares -ciencias
estrictamente tales, en el sentido contemporáneo del término- y en su visión
sapiencial de la Filosofía y de la Teología cristianas en la actual providencia del
hombre -ciencia en el sentido clásico- que las integra o unifica en el plano
fundamental de sus últimas causas". (Derisi, 1972).
Esta formalidad de la Universidad Católica, nos está afirmando el concepto de
"universitas", y el de "integración de los saberes", como un modo de recordar la
naturaleza misma de la Universidad desde su nacimiento, por un lado, y la solicitud
de la Iglesia luego del Concilio Vaticano II, por el otro: "integrar la dimensión
académica y profesional con la formación en los principios morales y religiosos y con
el estudio de la doctrina social de la Iglesia"
Las materias que posibilitan esta formación humanística integral son conocidas
como las "materias del curriculum", y se corresponden en cierto modo con aquellas
de la "formación general" de las Universidades Nacionales. Son éstas, que se
denominan “Formación Humanística”:
Cristianismo y Pensamiento actual; Filosofía; Teología Moral; Teología
Dogmática;
Los Seminario Humanísticos, pensados para las diversas carreras. El Decano
actual de la Facultad de Humanidades ha implementado un nuevo cambio de
materias del curriculum al incorporar la asignatura Doctrina Social de la Iglesia.
Años atrás (1996), se practicaron unas "encuestas de diagnóstico dirigida a
alumnos, docentes y a las facultades", con el objetivo de mejorar el servicio del
3
Curriculum de Formación Humanístico Cristiana. Esta evaluación demostró que la
formalidad universitaria, este fin especificante, en orden a una integración del saber
no es fácil de lograr, ni en los docentes ni mucho menos en los alumnos, por su
corta experiencia universitaria. Hay que tener una actitud y una percepción especial
para poder integrar el saber de la propia disciplina con los demás saberes.
El espíritu de la Universidad ha sido muy bien descripto por el Rector Fósbery,
en el Curso de Ambientación Universitaria de la UNSTA del año 1983, en su
discurso de recepción a los ingresantes: "nuestro espíritu universitario se enriquece
en toda la realidad doctrinal y espiritual de la sabiduría cristiana. Y de nada valdría
todo nuestro empeño, todo nuestro esfuerzo si no tuviéramos capacidad de poder
transmitir esta sabiduría a cada uno y a todos ustedes.
Aspiramos a construir en nuestra tarea universitaria un suerte de pirámide
académica donde las diversas disciplinas y las diversas profesiones se integren en
la totalidad del saber y en un espíritu que se nutra en esta suerte de sabiduría
cristiana que no se quiere quedar simplemente en lo profesional, que quiere llegar
hasta la integración total del saber para desde allí iluminar toda la realidad y hacer
que en definitiva, ustedes alumnos y nosotros profesores, podamos tener criterios y
respuestas donde cupiere, a los problemas, a los desafíos y a las realidades del
mundo de hoy, desde nuestra función específicamente universitaria y que se define
en la tarea académica". (Fósbery, A. UNSTA, 1983).
LA UNIVERSIDAD CATOLICA en la Ex corde Ecclesiae. Constitución Apostólica
sobre las Universidades Católicas.
"Identidad de la Universidad Católica"
(12). La Universidad Católica, en cuanto Universidad, es una comunidad académica,
que, de modo riguroso y crítico, contribuye a la tutela y desarrollo de la dignidad
humana y de la herencia cultural mediante la investigación, la enseñanza y los
diversos servicios ofrecidos a las comunidades locales, nacionales e internacionales.
(15) "Autonomía institucional" quiere significar que el gobierno de una institución
académica está y permanece dentro de la institución.
"Libertad académica" es la garantía, dada a cuantos se ocupan de la enseñanza y
de la investigación, de poder indagar, en al ámbito del propio campo específico del
conocimiento y conforme a los métodos propios de tal área, la verdad por doquiera
el análisis y la evidencia los conduzcan, y de poder enseñar y publicar los resultados
de la tal investigación, teniendo presentes los criterios citados, esto es, la
salvaguardia de los derechos del individuo y de la comunidad en las exigencias de la
verdad y del bien común".
Estatuto de la UNSTA (año 2010).
Título II de la Identidad y Misión
Art. 3. Institución de educación superior, la UNSTA tiene la finalidad de proporcionar
una formación humanística y profesional en las Ciencias, Artes y Técnicas, con el
objeto de promover la generación y el desarrollo del conocimiento en todas sus
formas, contribuyendo a la preservación de la cultura nacional y propiciando las
actitudes y los valores requeridos para la formación de personas responsables, con
conciencia ética y solidaria, capaces de mejorar la calidad de vida y de consolidar el
4
respeto a las instituciones de la República, a la vigencia del orden democrático y a la
protección del medio ambiente. Como tal se rige por las leyes nacionales que le
sean aplicables.
Art. 6. Como institución de estudios superiores de la Provincia Argentina de San
Agustín de la Orden de Predicadores, la UNSTA participa de la misión de la misma y
según su modo propio, asume también sus prioridades apostólicas, tal como son
definidas por aquella. Santo Tomás de Aquino es su maestro y modelo de
enseñanza, recomendada por la Iglesia, orienta a la Universidad a obtener una
integración sistemática del saber.
3. REQUISITOS PARA DESEMPEÑARSE COMO PROFESOR UNIVERSITARIO.
La UNSTA cuenta con un "Reglamento de los Requisitos de solvencia moral e
idoneidad científica necesaria para las designaciones docentes”.(Resolución del
Rectorado N° 321-02”.
Art.3. "En el momento de las designaciones docentes se evaluará la idoneidad
científica de los postulantes, conforme a la jerarquía docente en que vaya a ser
designado y su conocimiento de la identidad católica de la Institución".
La Universidad Nacional de Tucumán, en el artículo 76 de su Estatuto (1995)
establece que “para ser designado Profesor Regular en cada una de las categorías
establecidas se requiere: título universitario habilitante, antecedentes docentes,
científicos y/o profesionales, conducta pública y universitaria dignas. La designación
será efectuada por el Rector a propuesta de la Unidad Académica respectiva con el
voto de los dos tercios del total de los miembros del Honorable Consejo Directivo,
previo concurso público de antecedentes y oposición, conforme a la reglamentación
vigente”.
Alberto Caturelli en un trabajo sobre la Universidad (1964) afirma en el
capítulo El Profesor, que si preguntáramos al hombre común:
"¿Quién es el profesor?, respondería que es el que enseña, y de nuevo,
¿Por qué enseña?, respondería porque sabe.
Pero intuye que sabe relativamente, que le es imposible saberlo todo, pero que
puede saber más y, consiguientemente, irlo enseñando a los demás, haciéndolo
manifiesto, profesándolo.
Fijémonos en el sentido inmediato del término: ser profesor es, en sentido estricto,
ser quien se da a conocer, o de declara; pues profesor proviene de profiteor que
indica el acto de declararse públicamente, de confesar o darse a conocer, (lo que
sabe), el que declara o da a conocer (lo que sabe).
Esta es la vocación del que es profesor. Y como nadie puede dar a conocer lo que
no sabe, tiene razón el hombre cotidiano que dice que es profesor el que enseña lo
que sabe; pero al mismo tiempo, hay mucho más porque no sólo es un dar a
conocer, sino dar-se siendo uno con lo que se da.
Es ineludible la actividad del profesor para que haya cuerpo (Universidad), porque la
actividad del profesor dirige el movimiento versus unum que la misma Universidad
es".
5
4. INVESTIGACIÓN DE CAMPO. EL PAISAJE AGRARIO DE TICUCHO Y LA
PERCEPCIÓN DEL PATRIMONIO URBANO DE SAN MIGUEL DE TUCUMÁN.
En 1998 se practicó una encuesta a 53 viviendas. Esta encuesta se dividió en
dos partes. En la primera, se recabaron datos sobre la composición familiar, su nivel
educativo y las personas migrantes; la situación laboral; la propiedad y explotación
de la tierra; las actividades económicas, la comercialización y transporte de los
productos.
En la segunda parte de la encuesta, se buscaron datos sobre asistencia
médica; el material y servicio de la vivienda; el nivel de vida de las familias; el nivel
de sociabilidad; el nivel de vida cívico y ético espiritual y finalmente, el nivel de
percepción del medio. En 2009 volvimos de nuevo con nuestros alumnos a este
mismo paisaje.
Población y salud: Geoadministrativamente Ticucho pertenece a la Comuna de
Tapia, distante 7 Km.
En estas 53 viviendas viven 68 familias; se encuestaron
313 habitantes, de los cuales 182 son varones y 131 mujeres. En los últimos 5 años
migraron del lugar 52 personas, por razones de falta de trabajo.
Educación: Desde el punto de vista de la educación de la población, un poco más
de un tercio de la población en edad escolar encuestada (313), ha completado los
estudios primarios (124) y el 3% los estudios secundarios (10).
La población que no tiene estudios primarios (77) ni secundarios (284),
demuestra un alto porcentaje de población que ha podido acceder al sistema
educativo.
Situación laboral: La situación laboral en Ticucho al momento de la encuesta, que
registra 96 ocupados y 69 desocupados, muestra una mayoría de empleados en
tareas relacionadas con la agricultura, el molino de alimentos balanceados y la
avicultura, que son las actividades dominantes.
Por ejemplo, los que trabajan como peón rural (34) y los que están en tareas
agrícolas (16), trabajando como obreros de tambos, conductor de tractor y agricultor.
Los obreros de la empresa avícola (16), comprenden los encargados de las granjas
donde se crían los pollos y los faenadores.
Propiedad y explotación de la tierra: De los 53 encuestados, el 62% (44 viviendas)
no es propietario de la tierra donde vive, mientras que el 12% restante (9 viviendas)
sí es propietario.
El tipo de propiedad agraria que encontramos en Ticucho es el de la
propiedad individual, con los clásicos tamaños de pequeñas, medianas y grandes
propiedades, predominando las dos últimas.
El régimen de tenencia se asienta en los aparceros y arrendatarios (305 has)
y en los propietarios (89 has), quienes cultivan hortalizas, legumbres y forrajes, con
buenos rindes.
Los agricultores venden su producción al mercado de Tucumán,
llamado Mercofrut, donde la comercializan directamente, transportándola por fleteros
contratados.
Se han instalado algunas familias bolivianas para trabajar la tierra en la
horticultura, en calidad de arrendatarios, con instrumentos rústicos, como arado y
6
rastra tirados con caballos.
En verano cultivan tomate y en invierno hortalizas.
A su vez tienen relación con el área de agricultura intensiva localizada en Lules, en
base a la frutilla y el tomate. (A. Rivas y A. Isasmendi)
La ganadería es otra actividad que se practica en Ticucho. Hay grandes
explotaciones que tienen ganado vacuno para cría y engorde, un tambo donde se
crían vacas Holando Argentino para la elaboración de quesos y quesillos. También
existe un hara, donde crían caballos de carreras.
Finalmente hay pequeños propietarios que comercializan vacunos, porcinos y
aves, con los subproductos de leche, quesillos, huevos, chacinados, y cueros, a
modo de subsistencia.
Servicios de la vivienda: Los tipos de viviendas: las nucleadas suman 26 viviendas
y las dispersas 27 viviendas.
Los materiales de construcción predominante en las paredes son el ladrillo y
la madera, y en los techos la chapa de zinc.
El agua que consumen los lugareños (49 viviendas) utiliza agua de pozo, y el
resto extraen agua de acequias (3 viviendas).
El servicio de luz eléctrica cubre a 40 viviendas de las 53, es decir, al 58% de
la población que viven en ellas.
Respecto al baño de las viviendas, registramos los siguientes tipos:
Con instalación de agua de surgente o pozo 11
Con letrina
37
Viviendas sin baño
5
Es decir, que la mayoría de la población, 42 viviendas (79,2%), no tiene baño
con instalación de agua, y lo que es más penoso aún, hay cinco viviendas que no lo
tienen. Sólo el 21% tiene baño con instalación de agua.
Nivel de vida de las familias: La fisonomía y características de las viviendas, junto
a otros indicadores socio económicos y culturales, permiten inferir un juicio sintético
de valor o “juicio globlal” (Lebret, L. 1961) acerca de sus posibilidades o nivel de vida
de los habitantes. Estos niveles conforman cuatro grupos de población con sus
características, y que según Lebret son las siguientes:
0. Indigentes: Miseria extrema, Familias que no poseen lo necesario para vivir.
1. Pobres: Familias que no satisfacen algunas de las necesidades básicas.
2. Decorosos: Vida decente. Campesino medio. Satisface casi todas sus
necesidades.
3. Acomodados: Familias
de productores que satisface plenamente sus
necesidades de vida.
4. Ricos: Holgura, distinción; quienes disfrutan de una vida confortable.
Del total de 53 viviendas encuestadas, los resultados son los siguientes:
7
Viviendas
Nivel de
Familias
0
1
2
3
Sin respuesta
Vida
de
Nº
3
29
16
1
4
Porcentajes
5.6
54.7
30.1
1.8
7.5
Por lo tanto, la mayoría de las familias 32 (60,3%), corresponden a los niveles
0 y 1, que pertenecen a la categoría de “indigentes y pobres”, o aquellos que no
satisfacen sus necesidades básicas de subsistencia.
Esta cualificación de las viviendas habla de unas condiciones socio
económicas de estancamiento o de regresión, porque hacia 1937 se organiza la
cabaña Tule (Tucumán Leche), que adquiere tierras en Ticucho y Virginia (Ramada
de Abajo), y llega a ser la primera productora de leche en Tucumán. Hacia1960, se
registran en Ticucho 15 “tambos ideales” (entre 10 a 49,99 has) y 6 “tambos
medianos” (entre 50 a 99,99 has). Los tambos que quedan hoy sólo se dedican
principalmente a la elaboración de quesos y quesillos.
Nivel de sociabilidad: Existe un regular nivel de sociabilidad, dado por las
relaciones que se establecen a partir de las “visitas domiciliarias”; de los encuentros
en el “almacén”, o en las fiestas.
En relación con éstas últimas, se realizan en orden de importancia por su
frecuencia las fiestas “patrias”, las “religiosas” y los “bailes”.
Ante la pregunta “¿Cómo se siente trabajando en Ticucho?, 32 respondieron
que se sienten “contentos”; 6 que se sienten “seguros” y 12 que se sienten
“insatisfechos”.
O sea que la mayoría, 88%, está satisfecha con las labores que realiza y no
tiene problemas en apariencia, sólo el 12% se siente “insatisfecho” trabajando.
Nivel de vida cívico: Ante la primera pregunta de si participan en la designación de
las autoridades comunales, el 75% responde afirmativamente. La segunda pregunta
se refiere a si existen algunas trabas que impidan la unidad de acción para el
desarrollo del pueblo. Los que contestan (11) afirman que existen trabas sociales,
partidistas y económicas que impiden esa unidad.
La tercera pregunta acerca del juicio que merece las autoridades políticas
provinciales, el 36% está desconforme, el 19% está conforme y el 45% restante “no
opina o no contesta”, silencio que incomoda sobremanera.
La última consulta se refiere a qué tipo de actividades que realiza el Delegado
Comunal en beneficio de Ticucho. Una mayoría está desconforme, respondiendo
que no realiza actividades, y sólo el 20% está conforme con lo que hace.
Nivel de vida ético: Respecto a si se respetan los bienes de los demás, la mayoría
responde que sí se respetan, y ante la pregunta de si hay costumbre de jugar y de
beber, la mitad responde que “regular y mucho” y la otra mitad que “poco y nada”.
8
Los habitantes de Ticucho concurren al servicio religioso en la capilla, con una
frecuencia mensual y muy pocos lo hacen en Tucumán.
Nivel de percepción del medio: ¿Cuáles son los problemas más urgente que tiene
Ticucho?, dos respuestas claras que giran en torno a la falta de oportunidades de
trabajo y a la deficiencia de la infraestructura, hay problemas con los caminos de
acceso al pueblo; con la prestación de la salud (el 85% concurre al hospital público),
ante la falta de una ambulancia y de medicamentos para los enfermos; con el
servicio de agua y luz; con la seguridad, y transporte
Otro problema se desprende de la “falta de una autoridad competente” capaz
de administrar el territorio aportando soluciones. Otros responden que hay que
trabajar para la “unión y el fin común de Ticucho”, y que “el sacerdote venga más
seguido al pueblo”.
5. PERSPECTIVAS Y PROPUESTAS
La calidad de vida, y el bienestar común o bien común son conceptos
análogos que se refieren a las condiciones necesarias que se crean en las
sociedades con el fin de que las poblaciones puedan alcanzar los bienes que les
permiten realizarse como personas y como sociedad en su conjunto.
Estos bienes se fundamentan en principios de ética natural, se refieren a la
esencia de la condición humana y a la naturaleza de toda sociedad. El fin del estado
es, al decir de Santo Tomás, el "bien común" colectivo y el "bien común" distributivo.
El "bien común" define, por lo tanto, la substancialidad del estado y de su misma
razón de ser. El Estado abarca todos los fines humanos oriundos de la convivencia:
es una sociedad perfecta, ordenada a facilitar a los hombres cuanto les es necesario
para vivir.
La ciudad como comunidad perfecta, dice Santo Tomás, es aquella que se
ordena a lograr que los hombres no sólo vivan, sino que vivan bien, en cuanto que
por las leyes de la ciudad se ordene la vida de los hombres a la virtud. Por
esta
razón la política cobra para Santo Tomás, que en esto sigue a Aristóteles, un rango
supremo entre las ciencias prácticas, con un carácter no exclusivamente técnico sino
moral. Estamos aquí en los grandes principios del obrar moral, en una filosofía
moral, en la búsqueda del bien, es decir, de la conservación y perfección del ser de
entidad por parte del hombre. (Fósbery, A., 1999)
En relación a la vida en sociedad, se deben diferenciar tres clases de bienes:
a) los primeros, los "bienes útiles y deleitables", se refieren a la supervivencia
o a las necesidades básicas, “mínimas o de decoro, de dignidad”, y son las de
alimento, vestido, salud, educación, vivienda y trabajo, las infraestructuras y redes
básicas.
b) los bienes "honestos", o de superación, que le permitan ser más y valer
más, espiritual y culturalmente, es decir, el desarrollo pleno de la persona humana,
de sus potencialidades, que lo antiguos llamaron un estado de virtud.
García López (1979, Pág. 181) agrega:..."Y tanto más perfecta será la
sociedad política cuanto mayor suficiencia posea de todos estos bienes y mejor
jerarquizado los tenga, de suerte que los bienes útiles y exteriores se ordenan al
9
contento y bienestar social -bienes deleitables conforme a razón-, y todos ellos al
bien honesto, es decir, a la vida plenamente moral y virtuosa de los hombres
asociados..."
c) los bienes de confort que le permitan tener más en cuanto a artefactos y
elementos técnicos, apropiados para el desenvolvimiento de sus actividades
sociales y laborales, el aire acondicionado, el teléfono. (Lebret, 1964).
Este bien común no se opone al bien particular, pero exige que todos trabajen
por él y no se dediquen sólo al bien particular. Sobre todo hay que evitar, porque
suele pasar, “que unas personas sean tratadas como simple instrumentos para
otras". (Millán Puelles, 1978, Pág. 42).
A veces el “bien común nos puede molestar como común subjetivamente”, en
especial con los bienes culturales, o con el conocimiento, como cuando una persona
o un grupo de personas, quieren tenerlo para sí y no participarlo. Si esto pasa con
los bienes culturales, cuanto más con los bienes materiales, este autor es claro y
terminante en esta cuestión: “si esos motivos se oponen al bien común hay que
eliminarlos de raíz para que el bien común sea querido en sí mismo y de una
manera adecuada”. Millán Puelles (Op.citp., Pág. 47)
El papel que tienen las administraciones políticas de los paisajes ya sean
municipalidades o comunas, es fundamental para encarar esta situación actual y
resolver este problema de la finalidad del bien común que hace a la calidad de vida
de la población. Son los temas actuales del Ordenamiento Territorial.
La integración del saber y la posibilidad de su enseñanza en la Universidad es
una exigencia formal de todo Profesor Universitario. Ante todo requiere una actitud
de "diálogo" entre los saberes, como una condición necesaria para poder plantearlo
en un problema concreto y planificar su enseñanza. (Rossi, F., 1978).
He sido partícipe, en mis comienzos de las tareas investigativas, de un
proyecto de investigación interdisciplinaria que quedó inconcluso en su etapa final, y
por diversas razones los responsables de las disciplinas no pudieron discutir la
síntesis final. Wurschmidt (1981) sostenía al respecto, que "quedaba patentizado
que un verdadero equipo interdisciplinario requiere que sus integrantes estén
vinculados afectivamente o se sientan solidarios por compartir idénticas
preocupaciones".
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superior. En ASCUN-UNSTA N° 6. 1994-1995. San Miguel de Tucumán.
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10
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Lebret, Louis Joseph. Dinámica concreta del Desarrollo. Barcelona. Herder.1964.
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Llanes Navarro, A. La percepción de la calidad de vida en localidades rurales (de
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Millán Puelles, Antonio. Persona humana y justicia social. 1978. Madrid. Rialp.
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