cuando el crecimiento significa igualdad

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OIT EnLínea – Núm. 39 – Viernes 28 de septiembre de 2007
Cuando el crecimiento significa igualdad:
Construir un “piso de seguridad social” para el mundo
Sólo una de cada cinco personas en el mundo cuenta con una adecuada cobertura de
seguridad social. La semana pasada en el primer Foro mundial de la Seguridad Social*/,
organizado en Moscú por la Asociación Internacional de la Seguridad Social (AISS) y las
autoridades rusas, se discutió sobre el aporte de la seguridad social a la construcción de
economías más fuertes y sociedades más inclusivas. La OIT presentó su Campaña mundial sobre
seguridad social y cobertura para todos, que promueve la idea de un “piso de seguridad social”
con el propósito de alcanzar el Objetivo No.1 de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas
de reducir la pobreza a la mitad para 2015. OIT EnLínea habló con Michael Cichon, Director
del Departamento de Seguridad Social de la OIT.
La extensión de la seguridad social para todos se situó hace poco entre las prioridades de la
agenda internacional. ¿Cómo sucedió?
Michael Cichon: Durante décadas hemos seguido un paradigma del desarrollo según el cual los países
en desarrollo deberían crecer antes de comenzar a redistribuir los ingresos y luchar contra la pobreza.
Pero el crecimiento por si solo no favorece a los pobres. Países con el mismo nivel de ingreso per
capita pueden tener niveles de pobreza distintos. El nuevo paradigma del desarrollo busca estabilizar
las sociedades primero, y luego hacerlo con las economías.
Si queremos alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas para
2015, en especial el objetivo No. 1 de reducir a la mitad la pobreza, debemos generar mecanismos que
permitan permear el crecimiento hacia los pobres, y esto es lo que los sistemas de seguridad social en
el contexto de los países en desarrollo deberían hacer: crear sistemas de redistribución que beneficien
a los pobres de manera directa. De hecho, el G8 reconoció que la seguridad social debería formar parte
del paradigma del desarrollo. En la actualidad hay un compromiso para mejorar los sistemas de
asesoramiento y asistencia técnica para la generación de sistemas de protección social.
¿Qué puede decirnos de los costos para desarrollar sistemas de seguridad social en los países en
desarrollo?
Michael Cichon: Sobre todas las cosas, la seguridad social contribuye a la cohesión social, que es la
condición previa para todas las inversiones a largo plazo. Nadie invierte a largo plazo en una sociedad
inestable e insegura. El Banco Mundial reconoce que la pobreza y la desigualdad en un país pueden
llevar a la inseguridad, que es el principal obstáculo para las inversiones locales e internacionales en
un país.
Es más, contribuye a aumentar la productividad laboral. Un estudio realizado en México, por
ejemplo, demostró que las personas que se habían beneficiado de programas de salud para jóvenes y
familias durante la adolescencia tenían un nivel de productividad, mesurado por su nivel de ingresos,
cerca de 20 por ciento más alto a lo largo de la vida, comparado con otros que no habían tenido los
mismos beneficios. Este desplazamiento de la productividad de por si valdría la inversión.
Consideramos la protección social como una inversión en desarrollo, y debe encontrarse un
balance justo entre inversiones sociales y económicas. Si se construye una carretera antes de proveer a
la salud y educación, nadie transitará por ella, porque nadie sabrá cómo conducir. Las personas no
pueden trabajar si no son saludables, y no son productivas si no pueden ir a la escuela y se ven
obligadas a trabajar desde edad muy temprana. Se pueden construir todas las carreteras y aeropuertos
que quieras, pero esto no generará una fuerza de trabajo productiva.
¿La cobertura de seguridad social universal es viable desde el punto de vista financiero y
técnico?
Michael Cichon: Hemos hecho simulaciones sobre cuántos países podrían en realidad sostener un
sistema básico en el mundo en desarrollo, y 10 de los 12 países más pobres del mundo que analizamos,
donde estos sistemas no existen, podrían permitirse alguna forma de seguridad social básica sin
ninguna asistencia externa. En un país como Tanzania o Senegal, si se invierte entre 3 y 4 por ciento
del PIB en seguridad social, se podría reducir el número de personas que viven en pobreza en 40 por
ciento, lo cual puede considerarse como regla general.
Las prioridades políticas deben dirigirse hacia la redistribución antes que cualquier otra cosa.
Además de la voluntad política, es necesario un proceso de consenso nacional en el cual participen
empleadores y trabajadores. No puede hacerse de la noche a la mañana, ni en un año, pero puede
lograrse a lo largo de un plan de desarrollo de diez años.
¿Hay ejemplos de países en desarrollo que han extendido con éxito su sistema de seguridad
social?
Michael Cichon: Dando un vistazo a la historia, todos los países de la OCDE que ahora son prósperos
comenzaron a desarrollar sus sistemas de seguridad social cuando eran muy pobres, era parte de su
modelo de crecimiento. En la actualidad, por ejemplo, Namibia tiene un modesto esquema de pensión
universal que tiene efectos visibles sobre la pobreza entre los ancianos, pero lo que es aún más
interesante, es que estos esquemas tienen efectos sobre la familia en general. La tasa de asistencia a la
escuela de las niñas, así como su altura y peso están relacionadas con la existencia de una pensión en
la familia, ya que en ese país, las abuelas pagan o financian las cuotas escolares y la comida de la
familia.
La pregunta es ¿cómo hacer llegar la pensión en las aldeas más remotas? Sucede en Sudáfrica,
en un país como Namibia. Sucede en un país como Nepal. Entonces es posible. No es imposible. Si se
pueden llevar latas de Coca-Cola hasta las aldeas más remotas de África, debemos ser capaces de
entregar la pensión.
¿Qué hace la OIT para extender la protección social a todos?
Michael Cichon: La Campaña mundial sobre seguridad social y cobertura para todos de la OIT
promueve la idea de un piso de seguridad social. La OIT como organización que establece
procedimientos normativos, está llevando a cabo un proceso que se propone ajustar un nivel mínimo
aceptado a nivel mundial de beneficios y seguridades que todos deberían disfrutar, y no debería ser
rebajado. Con frecuencia los instrumentos clásicos sólo protegen a las personas que pagan impuestos,
que contribuyen con ingresos regulares, pero no necesariamente alcanzan a aquellos que no lo hacen.
Es necesario regresar a las recomendaciones de la OIT que ya en 1944 solicitaban una
seguridad de ingresos básica y acceso universal a la atención médica y deberíamos transformar estas
ideas en instrumentos para convertirlas en un verdadero piso social para todos. No hay duda de que
nuestra sociedad global tiene la posibilidad de lograrlo. Al mismo tiempo continuaremos con la ayuda
a los países en la aplicación de sistemas de seguridad social a través de nuestro programa sobre
Estrategias y Técnicas contra la Exclusión Social y Pobreza (STEP) **/ y otras actividades.
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*/
Para mayor información sobre el Foro mundial de la Seguridad Social:
http://www.issa.int/wssf07/index-es.html
**/
Para mayor información sobre el programa STEP:
http://www.ilo.org/public/spanish/protection/secsoc/step/index.htm
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