Hormona de Crecimiento, ¿un negocio? Respecto a la Hormona de Crecimiento en relación con el daño neurológico nosotros sólo podemos hablar de nuestra experiencia con nuestro hijo y su resultado: ninguno. Estuvimos en Foltra en Santiago de Compostela en Junio de 2010. La recepción por parte del doctor Devesa fue cercana y amigable. Igualmente, nunca se nos cobró ni la consulta ni la atención temprana que Darío recibía durante una hora cada mañana. Se nos cobraba la hormona de crecimiento a 15 euros la dosis, 0.5 mg/día. Por supuesto, estaba indicada la fisioterapia, pero en aquel momento no tenían plazas disponibles y Darío nunca llegó a recibir una sola sesión. Estaban desbordados. Esa es la primera realidad, en Foltra están desbordados y por tanto, y sin obviar la buena voluntad que en aquel momento yo veía en la organización, la realidad es que no llegaban a dar la atención adecuada. Desconozco su situación actual. En julio hablamos con Ana Peleteiro, la responsable del centro Foltra junto con su marido el Dr. Devesa, y acordamos con ella continuar el tratamiento de forma domiciliaria en Madrid, ya que mi mujer estaba embarazada de nuestro segundo hijo y era imposible seguir allí. A partir de ese día, ellos nos enviaban la hormona en sobres dentro de cajas refrigeradas, con dosis precargadas y sin ningún distintivo. A estas alturas resulta obvio que la fe en la posible recuperación de tu hijo pasa por encima de todo, incluso por encima de lo que, a todas luces, era un procedimiento irregular, muy poco controlado. Cuando nos fuimos nos pidieron que enviáramos una analítica cada mes con los indicadores básicos de seguimiento, pero desde Foltra no podían prescribirla y nos teníamos que buscar nosotros la vida para obtenerla. Pagábamos las dosis a 15 euros cada una más los gastos de envío. Aproximadamente 500 euros al mes, sólo la hormona. El justificante de pago era un justificante de donación a la Fundación Foltra, no una factura por el pago por un medicamento. En ese momento teníamos una situación controlada, probábamos la hormona y Darío seguía con fisioterapia en el Centro en el que está escolarizado, la Fundación Bobath. En Diciembre de 2010, de un día para otro, dejamos de recibir la hormona de crecimiento que diariamente le suministrábamos a nuestro hijo. Sin más. Estuvimos llamando a Ana Peleteiro, escribiendo mensajes, e insistiendo sin obtener ninguna respuesta. Finalmente, en Enero de 2011 después de muchísima insistencia, desde Foltra nos llamaron un día y nos explicaron las razones por las que ya no iban a seguir con el programa domiciliario. Todos los argumentos, mejor o peor traídos, eran ajenos al hecho clínico de su paciente, mi hijo Darío. Se trataba de asuntos administrativos, de política interna de su organización, cambios de planteamiento que no nos importaban nada, aunque afectaban mucho a nuestro hijo, al que directamente habían dejado tirado y sin medicación. Le preguntamos que cual sería la solución y nos dijo que tenía un convenio con un centro en Madrid, en Villaviciosa de Odón, el Centro de Rehabilitación Física y Neurológica (http://gabinetedefisioterapia.es), que continuaría con su tarea y que nos ponían en ¡¡lista de espera!! Mi mujer se plantó un día en el centro de Villaviciosa de Odón y exigió la continuidad del tratamiento. En este otro centro, dirigido por Eva María Sanz, y una vez que Ana Peleteiro dio el visto bueno, se nos dijo que el programa nuevo incluía continuar con la GH, en este caso nos la suministraría la Clínica Ruber y que además eran necesarios un mínimo de 5 sesiones semanales, una por día, de fisioterapia. El precio propuesto por sesión estaba por debajo del precio de mercado (25 euros, si no recuerdo mal), lo que siempre es de agradecer. Nosotros les explicamos que Darío estaba escolarizado en un centro de tratamiento porque tanto su madre como yo trabajamos toda la semana, y que recibía fisioterapia a diario. Que nos parecía excesivo añadir una sesión más al día por las tardes. Además del coste económico que supondría. Les propusimos que en vez de 5 sesiones fueran 3 sesiones a la semana, que aunque nos seguía pareciendo excesivo, entendíamos y apoyábamos que quisieran ellos hacer un seguimiento cercano del paciente, lo que no había ocurrido hasta el momento. Nuestro objetivo seguía siendo completar un año de tratamiento con hormona para poder tener una idea algo más clara de su eficacia. La respuesta fue inflexible, Eva consultó con Ana Peleteiro y al cabo de unos días nos dijo que no: Son 5 días de fisio o nada. Es decir, se pasaron por alto nuestro sacrificio en Santiago, los 6 meses de tratamiento, nuestra disponibilidad para llegar a 3 días en vez de 5 toda vez que Darío ya recibía fisioterapia todas las mañanas. Es decir, la conclusión a la que uno llegaba de forma rápida es que lo importante no era hacer 5 días de fisioterapia, como ellos decían, sino hacerlos en SU centro. El coste global de un mes en este centro de Villaviciosa de Odón sería aproximadamente de 600 euros de hormona + 500 fisioterapia = 1100 euros al mes, sin incluir los desplazamientos diarios al centro. Este episodio lamentable me dejó claro que aquí había más interés económico del que se proclamaba por parte de Proyecto Foltra y del Centro de Rehabilitación Física y Neurológica y me quitó el velo de la “bondad infinita” que se respiraba en Foltra. Y lo más importante: en los meses de tratamiento con la hormona Darío no experimentó ninguna mejoría, ningún síntoma relevante de regeneración neurológica. Es más, Darío nunca había tenido crisis epilépticas, algo común en la parálisis cerebral y fue desde que tomó la hormona de crecimiento cuando esas crisis aparecieron. Evidentemente no puedo afirmar que exista una relación, pero si un hecho objetivo. Adicionalmente, no conocemos ni un solo caso de éxito en parálisis cerebral con la hormona de crecimiento. No discutimos sus posibilidades en otras circunstancias, como daños cerebrales sobrevenidos por accidentes de tráfico, pero creemos muy necesario poner un foco en los centros que ofrecen soluciones universales en las que depositan su esperanza muchas familias. Se hace necesario transparencia y rigor. Nos consta que el doctor Manrique del Hospital Gómez Ulla, ha iniciado los trámites para realizar un ensayo clínico que demuestre de forma fehaciente la verdadera responsabilidad de la hormona en la recuperación de los pacientes, ya que todos los pacientes son susceptibles de evolucionar por múltiples factores, de lo que se trata es de ver qué parte de esa recuperación corresponde realmente al suministro de la hormona de crecimiento y no a otras causas. Igualmente, hay un ensayo realizado en el Hospital de Parapléjicos de Toledo del que todavía no se conocen resultados. La postura de la administración sanitaria es clara (buscar en http://www.plantalecara.com/?pagina=hormona) Por nuestra parte, solo podemos añadir que todos los afectados y familiares de afectados deberían informarse muy bien antes de lanzarse a seguir la senda de lo no probado científicamente, por muy bien que nos lo empaqueten y nos lo vendan. Igualmente, nos gustaría animar a que si alguien ha tenido experiencias positivas y comprobables, las comparta en este foro.