parasitos BsAs

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Sánchez, R.O.; Romero, J.R.
Observaciones sobre la dinámica del parasitismo gastrointestinal en
corderos de destete de la Pampa Húmeda.
Sánchez R. O., Romero J.R.(2005). “Observaciones sobre la dinámica del
parasitismo gastrointestinal en corderos de destete de la Pampa Húmeda”.
Rev. Med.Vet 86:(1) 17-26
* CEDIVE (Centro de Diagnóstico e Investigaciones Veterinarias) - Facultad de Cs VeterinariasUniversidad Nacional de La Plata. Alvear 803. B7130AGC. Chascomús, Bs. As. Argentina.
[email protected]
Resumen: Se estudió durante un año, la dinámica de infección de parásitos
gastrointestinales en ovinos jóvenes.
Sesenta corderas fueron destetadas, desparasitadas, y mantenidas en una
pradera natural como grupo permanente (GP). Cada dos meses, 10 animales
fueron desparasitados, formando así los grupos (G1, G2,....G6), que se
consideraron trazadores durante su primer bimestre de pastoreo, coincidiendo
en el primer período, el G1 con el GP. Cuando éste, eventualmente debió ser
tratado por elevada carga parasitaria, fue reemplazado por G2, que pasó a ser
GP hasta el final del estudio. Mensualmente se evaluaron huevos por gramo de
heces (hpg) y coprocultivo de heces de cada grupo y L3 en las pasturas.
Bimensualmente se sacrificaron 2 animales trazadores y 2 del GP.
Haemonchus spp. se presentó como el parásito de mayor importancia
predominando en verano y otoño, con niveles de inhibición promedio del 40%
durante fines de otoño y principios de invierno. Trichostrongylus spp. mostró
mayor abundancia durante primavera y comienzos de verano. Nematodirus
spp, fue más frecuente en las necropsias de verano y otoño aunque se hallaron
larvas en la pastura durante todo el año. Strongyloides papillosus fue
recuperado del 50 % de los animales.
Palabras claves: nematodos gastrointestinales, Haemonchus contortus,
ovejas, epidemiología, Buenos Aires
Observations of the dinamic of gastrointestinal parasitism on weaning
lambs of wet Pampa
Summary: During one year, the dinamic of gastrointestinal parasites was
studied in young lambs.
Sixty lambs were weaned, dewormed and maintained as the permanent group
(GP), in a pasture naturally infected. Every 2 months, 10 animals were
dewormed , forming groups ( G1, G2,....G6) and those groups were considered
tracers during their first two months of grazzing, coinciding G1 with GP during
the first period. When GP was treated because of high burden of parasites, the
G2 was considered GP until the end of the study. Eggs per gram of feces (hpg),
feces cultures of every gruoup and L3 from the pasture, were evaluated
monthly. Every two months 2 tracer animals and 2 of GP were sacrificated.
Haemonchus spp. was the parasite of greater risk for this category, dominating
in summer and autumn, reaching levels of inibhition of 40% during later autumn
and early winter. Trichostrongylus spp. showed more abundance during
spring and early summer. Nematodirus sp. was more frequent in the necropsy
of summer and autumn although L3 was found in the pasture all the year.
Strongyloides papillosus was recovered from 50% of the animals.
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Sánchez, R.O.; Romero, J.R.
Key words: nematodos gastrointestinal, Haemonchus contortus, sheep,
epidemiology, Buenos Aires
Introducción:
En regiones templadas y cálidas los parásitos gastrointestinales son la limitante
mayor de la producción de ovinos en pastoreo. Varios factores se asocian para ello: a)
existencia de especies de gran patogenicidad como Haemonchus contortus
Teladorsagia circumcincta y Trichostrongylus colubriformis entre otras, b) distinto
patrón de dinámica poblacional entre ellas, aunque coexistan en el mismo ambiente
(diferencias de potencial biótico y de adaptación a condiciones ambientales), c)
genotipos parasitarios susceptibles de ser seleccionados por resistencia a las distintas
drogas disponibles, d) susceptibilidad en animales jóvenes y también en adultos,
aunque esté, eventualmente en estos últimos, condicionada a su estado reproductivo.
En la Pampa Húmeda son comunes los brotes agudos de haemonchosis con elevada
mortandad (anemia y altos recuentos de hpg) desde fines de verano y durante el
otoño, afectando a corderos de destete y entre los adultos especialmente ovejas en el
periparto. También en primaveras lluviosas, las ovejas que paren en este período
suelen ser afectadas clínicamente. Durante el invierno la enfermedad se presenta más
crónica, encontrándose en las necropsias otras especies de menor potencial biótico
pero responsables del síndrome diarreico con las típicas “cascarrias”, especialmente
Trichostrongylus axei, Trichostrongylus colubriformis y Teladorsagia circumcincta.
Todo ello trae aparejado que la signología sea variable y se presente en diferentes
épocas del año, con distintas categorías como las más afectadas. Los productores que
generalmente son los que toman las decisiones de tratamiento, no logran distinguir
diferencias entre situaciones y utilizan las drogas de amplio y de pequeño espectro sin
selectividad ni evaluación de resultados llevando rápidamente a la repetición
indiscriminada de dosificaciones y a la selección de cepas resistentes a los grupos
químicos disponibles. La eficacia parcial de los tratamientos trae mayor confusión y
genera aún más desarreglos.
Para montar sistemas de control vigilados es preciso conocer los patrones
epidemiológicos básicos y los propios de cada región. Los trabajos más detallados
sobre la epidemiología de la GEV en ovinos de nuestro país fueron hechos en la
región semiárida pampeana, por Suárez y otros de INTA Anguil (11,12,13,14,15). Ellos
mostraron para esa zona, el predominio de Haemonchus contortus, Nematodirus
spathiger y Trichostrongylus colubriformis. La abundancia de larvas de H. contortus
desde el verano hasta otoño, coincide con las lluvias y temperaturas elevadas y
encuentra en los corderos de destete una categoría altamente susceptible. En ovejas
adultas hay un pico de eliminación de huevos en el periparto y otro en coincidencia
con la mayor abundancia de Haemonchus en verano-otoño. En esa región sólo
observaron en un primer trabajo (13) una escasa cantidad de L4i de Haemonchus en
los meses invernales y pudieron demostrar en un trabajo posterior, un 25% de
inhibición en el mismo período del año (15). Los estudios específicos en Buenos Aires,
se remontan a Niec y col. (1966)(8) y Rosa y col. (1971)(10), que sólo describieron
alguna tendencia en la eliminación de huevos en el sudeste de la provincia. Nari et al.
(6)
encontraron niveles de inhibición del 48 % durante el invierno en Uruguay, donde H.
contortus está presente todo el año. No contamos con información precisa para la
Provincia de Buenos Aires. Balbi (1) realizó observaciones sobre el comportamiento de
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Sánchez, R.O.; Romero, J.R.
las larvas de Haemonchus contortus en el ambiente bonaerense sugiriendo que
deberían presentarse elevados niveles de hipobiosis en invierno.
Los estudios basados en seguimiento de poblaciones naturalmente expuestas a la
infección con necropsias seriadas, son un modelo clásico que choca con
inconvenientes cuando es elevado el riesgo de sobre-infección en los grupos
experimentales. En esos casos los tratamientos de salvataje como los utilizados por
Suárez (12) suelen cortar la serie de observaciones.
El objetivo del presente trabajo es aportar datos epidemiológicos a nivel zonal
ensayando una metodología de estudio diferente.
Materiales y Métodos:
El estudio se llevó a cabo en un establecimiento de la Zona Deprimida del Salado, en
el partido de Chascomús, Pcia. de Buenos Aires. Durante el año 2001 se realizó el
seguimiento de la evolución cuali-cuantitativa de la carga parasitaria de corderas
Corriedale desde el destete (4 - 6 meses de edad), hasta los 16-18 meses de edad. El
grupo inicial fue de 60 corderas, que pastorearon junto con 20 vaquillonas de primer
parto con sus terneros en un potrero de 35 has., bajo y encharcado en partes. Las
borregas pernoctaban en un corral y eran soltadas cada mañana al pastoreo. El
comienzo del trabajo coincidió con el destete del establecimiento el 2/01/2001, en ese
momento se desparasitaron todos los animales conformando el grupo 1(G1-majada)
que fue expuesto a partir de entonces al desafío natural, hasta cuando su estado
clínico justificó otro tratamiento. Cada dos meses se fueron tratando 10 animales al
azar pertenecientes a la majada para formar cada vez, un nuevo grupo a desafiar a
partir de ese momento como el anterior. Se formaron de esta manera los grupos G 2,
G3,....G6. Se consideró permanente (virtrual) “GP” al grupo que quedó conformado en
cada momento por el grupo de tratamiento más antiguo. Las desparasitaciones se
hicieron con ivermectina (0,2 mg/kpv + fenbendazole 10 mg/kpv, pues resultó en ese
establecimiento la combinación de mayor eficacia (antecedentes de resistencia) esto
permitió también el control de cestodes. El día 29/3 se realizó el tratamiento del G1majada porque presentaba un marcado incremento del hpg, y anemia. A partir de esta
fecha el G2, conformado el 5/3, pasó a formar el GP durante el resto del ensayo y no
se volvió a dosificar.
Mensualmente se evaluó el nivel de eliminación de huevos de cada grupo mediante
estudio cuantitativo individual (HPG) utilizando la técnica de Mc Master modificada (9)
con un factor de multiplicación de 50. Para el coprocultivo se utilizó la técnica de
Henriksen y Korsholm (3) y se procedió a la identificación de L3 (5). Los porcentajes de
larvas pertenecientes a los géneros Nematodirus spp. y Strongyloides spp. fueron
establecidos directamente a partir del reconocimiento de huevos identificados en el
hpg. La carga acumulada de parásitos se evaluó sacrificando bimensualmente a dos
individuos pertenecientes al GP.
Quincenalmente se realizó recolección de pasto en el potrero para al lavado y
recuperación de larvas (5). La caracterización de la infectividad de la pastura se
complementó con el sacrificio bimensual de dos borregas a modo de “tracers”,
pertenecientes en cada oportunidad a los grupos G1, G2,...G6 luego de los dos
primeros meses de desafío a la infección natural en cada caso. La acción prolongada
de la ivermectina fue la razón para dejar estos trazadores en pastoreo por lo menos 60
días. El efecto residual de la ivermectina, es distinto para diferentes especies pero no
impide demostrar la carga de Haemonchus durante los segundos 30 días. La
hipobiosis de L4 de los distintos géneros se estableció difiriendo 15–21 días, las
necropsias respecto al retiro de los animales del campo, manteniéndolos mientras
tanto en corrales con piso de cemento y alimentados con heno de alfalfa picado y
maíz, lo que dio lugar a la maduración normal de aquellos parásitos no condicionados
a la inhibición. Luego del sacrificio de cada animal se procedió por técnicas
parasitológicas clásicas, descriptas por INTA (5), al lavado del cuajo e intestino
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delgado, grueso y pulmones, y posterior recuperación recuento e identificación de
parásitos. El raspado de la mucosa del cuajo fue sometido a digestión artificial con el
fin de recuperar larvas de cuarto estadío las que fueron consideradas hipobióticas. El
porcentaje de inhibición fue establecido en relación al número total de parásitos para
cada género.
Resultados y discusión:
En el gráfico 1 se muestra la evolución de las medianas de hpg de los diferentes
grupos a lo largo del estudio. La tendencia de la curva de eliminación de huevos en
materia fecal, fue en aumento desde el comienzo hasta finales de otoño, luego,
durante el invierno y principios de primavera se registraron los menores recuentos,
para volver a elevarse en un pico de fines de primavera. Los recuentos de L3 de los
potreros se muestran en el gráfico 2. Durante todo el estudio se registró una baja
cantidad de L3 de las pasturas y aunque durante el verano la recuperación fue casi
nula, se pudo comprobar la infección en los animales necropsiados. Los resultados de
los coprocultivos se vuelcan en el gráfico 3 y los de necropsias en la tabla 1.
Las especies identificadas fueron: Haemonchus contortus, H. placei, Ostertagia
ostertagi, O. Trifurcata, Teladorsagia circumcincta, Trichostrongylus axei, T.
colubriformis, T. longyspicularis, Cooperia punctata, C. oncophora, C. pectinata,
Nematodirus spathiger, Strongyloides papillosus, Oesophagostomun venulosum,
Trichuris ovis , Moniezia expansa. No se hallaron ejemplares de Dictyocaulus filaria
en ninguna de las necropsias realizadas.
Al igual que los datos hallados por Suarez (12,13,14,15), la oferta de H. Contortus en la
pastura fue mínima durante el invierno y principios de primavera. Cabe considerar que
durante nuestro estudio el año se presentó muy lluvioso (1288mm) y la temperatura
media en invierno se mantuvo sobre los 8ºC, lo que pudo también favorecer la
supervivencia de algunas larvas de tercer estadío en el potrero durante los meses
invernales (gráfico 4). El marcado aumento de infección por H. contortus en veranootoño y fines de primavera, coincide con las condiciones climáticas favorables para su
desarrollo en el medio ambiente. En cuanto a la inhibición para esta especie pudo
observarse desde otoño a fines de invierno, con promedios cercanos al 40% en los
animales permanentes (necropsias de julio) y un promedio del 10% en animales
tracers (pastoreo mayo-junio). Las L3 ingeridas por los tracers G3 (desparasitados el
5 de mayo), tuvieron la posibilidad de establecerse en el cuajo por lo menos a partir de
junio debido a la persistencia de la ivermectina. Independientemente de la fecha
exacta en que la droga dejo de actuar, es evidente que la tendencia de inhibición a
fines de otoño y principio de invierno fue menor que la observada en animales
expuestos a infección desde la primera parte de otoño (GP). Esto último sugeriría que
el condicionamiento de las L3 de Haemonchus para entrar en hipobiosis cesa a fines
de otoño. Sin embargo, a ello podría agregársele otro fenómeno descrito por Barger et
al.(2) quienes inocularon corderos semanalmente a partir de los 6 meses de edad con
distintas dosis de L3 de H. contortus, recuperadas de cultivos frescos y notaron que el
porcentaje de inhibición de larvas fue mínimo hasta que una población de adultos ya
estuviese establecida en los animales (4 semanas), a partir de lo cual se expresó el
potencial de inhibición. En nuestro caso el menor tiempo de exposición del G3 y el
efecto residual de la ivermectina solo pudo permitir la adquisición de unos pocos
parásitos por parte de los tracers y pudo por ser aun menor la posibilidad de inhibición
al no disponer de una población de adultos establecida. En el período siguiente (julio
y agosto) las larvas ya no estaban condicionadas a inhibirse y en los tracers (G4) no
aparecieron en este estado. La menor carga de L4 inhibidas en los animales del grupo
permanente sacrificados en septiembre y la casi nula presencia de éstas en los tracers
que pastorearon en julio y agosto, sugiere que la desinhibición de las L4 comenzaría
antes que finalice el invierno, y que en ese período la disponibilidad de L3 en el pasto
es mínima. Los permanentes habrían mostrado tan pocas larvas inhibidas en las
necropsias de septiembre. El pico de infección y producción de huevos se presentó
desde fines de verano y durante otoño. A pesar que la eliminación de huevos de
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Haemonchus spp. fue menor en invierno y principios de primavera en los animales
permanentes, en las necropsias de esos meses se recuperaron cargas promedio
mayores a 1400 Haemonchus adultos, por lo que puede suponerse que la disminución
de la postura de huevos a partir del invierno se relacionó con el envejecimiento de la
población y la inmunidad, pero sin llegar a verificarse la expulsión masiva de adultos
referida como “autocura” por distintos autores, y observada por Suárez en Argentina
para esta categoría (13). Al mismo tiempo los HPG totales y % de Haemonchus sp en
los mismos para los G3, G4, G5 y G6, se elevaron más que en los permanentes (G2)
desde la salida del invierno, posiblemente debido al impacto de infecciones posttratamiento.
Los recuentos de Teladorsagia circumcincta alcanzaron los valores máximos en los
animales permanentes durante el invierno y primavera y las L4 hipobióticas (tipo
Ostertagia) fueron observadas en las necropsias de fines de invierno y primavera
(larvas adquiridas desde julio en adelante). A pesar de haberse hallado el mayor
número de L3 en la pastura durante agosto (250 L3 tipo Ostertagia/kgMS) los niveles
de infección de los animales fueron muy bajos (<500 por animal en promedio),
teniendo en cuenta que es común en ovinos de la zona el hallazgo de cargas más
elevadas de T.circumcincta cuando pastorean sin bovinos. Ostertagia ostertagi fue
recuperada del 13,6% de los animales. La posibilidad de infección cruzada entre
bovinos y ovinos representa por un lado, un potencial riesgo para los ovinos y por otro,
al estar expuesta esta especie a sistemas de tratamientos intensivos comunes en
lanares, podría seleccionarse por resistencia a antiparasitarios con mayor facilidad
que en sistemas bovinos puros. O. trifurcata fue recuperada del 9% de los animales
sacrificados.
Trichostrongylus axei se recuperó del 86 % de las necropsias, hallándose L4i sólo en
relación a infestaciones de fines de invierno y primavera. La tendencia de este parásito
fue acumularse a lo largo del año en los animales permanentes (GP) alcanzando
valores máximos durante el invierno y primavera. Por su parte, T. colubriformis se
recuperó del 82% de los animales y la tendencia de esta especie fue a aumentar
desde el invierno hasta principios de verano con un recuento máximo de 10.650
ejemplares adultos para el mes de enero en un animal del (GP). A pesar de ello la
evidencia en los coprocultivos de los G5 y G6, se vio disimulada por la gran cantidad
de larvas de Haemonchus. La regulación de la población de Trichostrongylus spp. en
los animales fue revisada en corderos de destete por Waller y col (1981)16 quienes
encontraron que no hay tendencia al recambio de poblaciones de este género sino que
estos parásitos se acumulan hasta que el estímulo de la carga es suficientemente alto,
apareciendo resistencia primero al establecimiento de nuevas larvas y luego la
expulsión de los parásitos establecidos. Posiblemente en nuestras condiciones la
mayor disponibilidad de L3 de Trichostrongylus spp. para producir este estímulo, se
presente a principios de verano. Sería importante estudiar durante el segundo año de
vida el momento en que se establezca la inmunidad en ovinos de la región. T.
longyspicularis fue hallado en el 9 % de las necropsias realizadas en porcentajes
menores al 25% del total de parásitos pertenecientes al género.
Es destacable la presencia de Strongyloides papillosus en esta categoría, desde el
otoño hasta la primavera, en los HPG y en las necropsias. La prevalencia entre los
animales sacrificados fue del 50%.Esta se podría relacionar con el encierre nocturno
de los animales y el abundante nivel de lluvias caídas durante el ensayo; el piso de los
corrales podría alojar colonias que originen larvas capaces de ingresar vía percutánea.
Cooperia spp. apareció en el 41 % de los animales sacrificados siendo C. punctata la
más abundante. El recuento más elevado ocurrió durante el verano y otoño
coincidiendo con la presencia de terneros al pie de la madre en el potrero. Solamente
se recuperaron unas pocas L4i en el GP retirado del potrero el 6 /7. Se identificaron
también, en proporciones menores C. oncophora y C. curticei.
Nematodirus spathiger estuvo disponible en la pastura durante todo el año según
puede deducirse de las necropsias de los tracers, pero sus mayores recuentos se
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Sánchez, R.O.; Romero, J.R.
observaron desde el verano hasta principios de invierno. En total fue recuperado en el
59 % de las necropsias realizadas.
Trichuris ovis y Oesophagostomum venulosum fueron recuperados en el 36% y 14%
de las necropsias respectivamente. Sus recuentos fueron bajos durante todo el año y
presentaron poca importancia.
Moniezia expansa presentó alta prevalencia en los análisis coproparasitológicos y
necropsias durante el verano y otoño y luego fueron disminuyendo su aparición hacia
el invierno primavera.
Conclusiones:
En corderas destetadas a principios de verano, Haemonchus contortus se presenta
como el primer nematode que compromete su salud hasta fines de otoño. La inhibición
de L4 se produce en durante el otoño pudiendo alcanzar niveles cercanos al 40%.
Su duración posiblemente no exceda las 8-12 semanas y puede estar condicionada
por variaciones entre años y por la historia de los tratamientos de los animales. La
desinhibición comienza a fines de invierno. La reinfección de animales tratados podría
devenir en una menor tasa de inhibición durante la época en que las larvas están
condicionadas a ello, y un mayor porcentaje de adultos mantenido durante el invierno y
primavera.
La oviposición de poblaciones de Haemonchus spp. adquiridas en otoño tiende a
disminuir durante la primavera aún sin que medie la expulsión de adultos que hubieran
pasado el invierno como tales o como L4 inhibidas. Trichostrongylus axei comienza a
prevalecer desde a fines de invierno y hasta el verano mientras que T.colubriformis
comienza a incrementar su incidencia ya entrada la primavera, en animales de
sobreaño ambas especies tienden a mantenerse en elevadas cargas hacia el verano.
Strongyloides papillosus tuvo en el presente trabajo un nivel de presencia que
justificaría posteriores estudios sobre su epidemiología, en relación a los encierres
nocturnos cada vez más frecuentes en majadas pequeñas.
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Gráfico 1: Mediana del HPG de las borregas de los diferentes grupos a lo largo
del año.
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Gráfico 2: Recuento de L3/KMS de pasto a lo largo del ensayo.
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Sánchez, R.O.; Romero, J.R.
Grafico 3: Composición genérica de los huevos eliminados en la materia fecal de
los distintos grupos a lo largo del año.
G1- Majada (Tratamiento 26/12 y 30/3)
Grupo 4 (Tratamiento 6/7)
100%
100%
80%
80%
60%
60%
40%
40%
20%
20%
0%
0%
3/2
Hae.
5/3
29/3
Tri
5/5
Ost
20/6
6/7
Coo
8/8
7/9
4/10
Nem
8/11
Oes
6/12
8/8
8/1
Str
Hae
Grupo 2 (Tratamiento 5/3)
Tri
Ost
Coo
100%
80%
80%
60%
60%
40%
40%
20%
20%
Ost
Coo
8/8
7/9 4/10 8/11 6/12 8/1
Nem
Oes
Str
Grupo 3 (Tratamiento 5/5)
4/10 8/11 6/12 8/1
Hae
Tri
Ost
Coo
Nem
80%
80%
60%
60%
40%
40%
20%
20%
Ost
Str
Grupo 6 (Tratamiento 8/11)
100%
0%
20/6 6/7
Tri
Oes
100%
0%
Hae
Str
0%
29/3 5/5 20/6 6/7
Tri
Oes
Grupo 5 (Tratamiento 7/9)
100%
0%
Hae
7/9 4/10 8/11 6/12 8/1
Nem
Coo
8/8 7/9 4/10 8/11 6/12 8/1
Nem
Oes
Str
6/12
Hae
8/1
Str
10
Sánchez, R.O.; Romero, J.R.
Gráfico 4: Temperatura y régimen pluvial (promedio histórico 1991-2000) y
durante el año 2001 para la zona de Chascomús (datos suministrados por el Servicio
Meteorológico Nacional y el departamento de gestión ambiental IIB del INTECH - Chascomús)
350
25
300
250
15
200
150
10
mm lluvias
temperatura °C
20
100
5
50
0
0
ENE
FEB
MAR
Temp. media hist.
ABR
MAY
JUN
Temp. 2001
JUL
AGO
SEP
Lluvias media hist.
OCT
NOV
DIC
Lluvias 2001
11
Ad
Inm
L4i
L4t
Ad
Haemonchus placei
Ad
Trichostrongylus axei
Inm
L4i
L4t
Ad
Teladarsagia circuncincta
Inm
L4i
L4t
Ad
Ostertagia ostertagi
Ad
Ostertagia trifurcata
Trichostrongylus colubriformis Ad
Inm
Trichostrongylus longispicularis Ad
Cooperia punctata
Ad
Inm
L4i
Cooperia oncophora
Ad
Ad
Cooperia curticei
Ad
Nematodirus spatiguer
Inm
L4i
Ad
Strongyloides papillosus
Oesophagostomun venulosum Ad
Inm
Ad
Trichuris ovis
Especie
Haemonchus contortus
400
400
5
15
100
1290
250
1700
150
50
50
30
300
50
50
2600
5
400
10
2010
26-Mar
G1-GP
1040
05-Mar
G1-GP
1250
5
600
70
100
855
20
15
375
800
30
20
75
1050
250
50
200
75
25
275
12,5
25
200
275
25
12,5
75
200
200
25
20
325
2125
650
115
375
460
160
25
100
25
240
Fecha de retiro del campo de las boregas del grupo
05-May
06-Jul
07-Sep
G2-GP
G3
GP
G4
GP
1155
525
1575
150
1425
400
375
350
25
375
5
100
1275
75
25
350
50
220
200
350
675
75
3600
175
75
25
Tabla 1: Promedio del resultado de las necropsias de las borregas tracers y permanentes.
Sánchez, R.O.; Romero, J.R.
5
250
1350
500
100
100
150
100
25
850
5
25
900
50
400
25
25
240
2700
correspondiente
08-Nov
G5
GP
1000
2185
50
375
425
25
25
200
3425
75
50
150
25
6875
25
225
3650
50
08-Ene
G6
GP
3150
1025
25
200
12
Descargar