EVALUACIÓN DOCENTE INSTITUCIONAL DE LA UAEH 1.- Antecedentes Objetivo: En todo organismo social, se requiere contrastar lo que se establece contra lo que se logra, para retroalimentar al sistema y que permita alcanzar avances eficaces y eficientes; la evaluación de la docencia es fundamentalmente un proceso dirigido a formular juicios de valor acerca de la situación de la actividad docente. Esta evaluación se refiere a las actividades del profesor en el contexto de un Programa Educativo particular, se incluye en ésta las relacionadas de forma directa con los procesos de enseñanza-aprendizaje, es decir, con lo que el docente hace antes, durante y después de que ocurra el episodio didáctico. Los profesores, alumnos y egresados de la UAEH, que son los principales beneficiarios del proceso, son ciudadanos hidalguenses en su gran mayoría, ya que también contamos con personas provenientes de los Estados de: Tlaxcala, Veracruz, Puebla, Estado de México, Distrito Federal, Querétaro, San Luis Potosí, Guanajuato, Guerrero y otros en menor medida. La evaluación docente institucional en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo tiene como objetivo mantener un proceso permanente de evaluación basado en el Modelo Educativo de la UAEH y en los perfiles docentes de él derivados al 100% de los profesores en todos los niveles y modalidades que se imparten en la UAEH, favoreciendo la implementación y mejoramiento de la calidad de la práctica y formación docente a partir de un diagnóstico, lo que impacta necesariamente la formación de miles de alumnos; ofrecer los resultados a los sujetos e instancias involucradas a través del Sistema Institucional de Información Evaluativa, contribuyendo así al proceso de Evaluación Institucional y al mantenimiento de la certificación del proceso norma ISO 9001:2008, impactar en la mejora de la calidad de los programas educativos y coadyuvar a incrementar el grado de pertinencia y responsabilidad social de la UAEH. Problemática: En la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo se evalúa a los profesores desde los años ochenta, a partir de 1989, se realizó de manera paralela con el programa de estímulos a la carrera docente. Cabe señalar, que en ese momento no se tenía un proceso de evaluación docente institucional para todos los profesores de la Universidad, ya que sólo se evaluaba en papel a una muestra de 266 profesores de los Institutos y no se consideraban los profesores de las Escuelas preparatorias. Los profesores de la muestra no conocían los resultados de la evaluación, por lo que únicamente se tenía un reporte general el cual era usado con fines meramente estadísticos. Asimismo, se carecía de un órgano colegiado que avalara las decisiones en torno a la valoración de los profesores. Aunado a esto, no existía un área específica en la Universidad para llevar a cabo la evaluación de los profesores. En este contexto, a partir del año 2003 en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo se crea la Dirección General de Evaluación y a través de esta dependencia, responsable de realizar los procesos de evaluación institucional, se inicia la evaluación de la docencia para todos los profesores de la Universidad incluida en el Sistema Institucional de Evaluación, el cual reconoce la importancia del contexto y no sólo de las entradas, procesos y productos, para realizar la evaluación. Así, se instituye un proceso transparente, democrático, socialmente pertinente y respetuoso del medio ambiente, realizado colaborativamente con la coparticipación de los miembros de la comunidad universitaria, representados en un Comité Institucional de Evaluación Docente constituido en enero de 2003 con base en el Estatuto General de la UAEH. Este comité es un órgano colegiado conformado por 90 académicos. Al interior hay 7 subcomités: alumnos, pares académicos, directivos, autoevaluación, posgrado, currículum y sistema abierto. A cada integrante se le reconoce su participación mediante un nombramiento de pertenencia con vigencia anual. 2.- Impacto Al evaluar a todos los profesores de la Universidad que imparten clase en las diferentes modalidades, se tiene un panorama integral de las fortalezas y áreas de oportunidad que deben atenderse y cuáles procesos de formación, actualización y capacitación deben ofrecerse. Con ello se beneficia no sólo los propios profesores (un promedio de 2,800), sino también a los estudiantes (una media de 31,208), quienes tienen acceso a una educación de calidad porque se impacta en los procesos curriculares de revisión, creación, acreditación de programas educativos. Asimismo, se beneficia a la sociedad hidalguense al ofrecer una educación de calidad para los ciudadanos, egresados más competitivos e impacto en la solución de problemas de la región. Con fines de mejora, cada semestre al ingresar al sistema para realizar la evaluación, los profesores tienen la posibilidad de responder una encuesta de satisfacción del usuario. Desde 2003 hasta mayo de 2010 se han registrado 3,475 encuestas, las cuales reflejan valoraciones favorables respecto a la forma en que se da a conocer el inicio el período de evaluación, la duración del proceso, las preguntas de los instrumentos, la atención recibida por parte del personal de la Dirección General de Evaluación en caso de alguna duda y la difusión de los resultados de la evaluación docente. Al usar los recursos informáticos de la Universidad para la evaluación docente, se ahorran costos en papel, consumibles y recursos humanos. A principio de esta década, el proceso implicaba la reproducción en papel de los instrumentos de evaluación, lo cual por semestre significaba el gasto de 20,000 hojas de papel y el consiguiente uso de esténciles, tinta, distribución en las dependencias del estado de los cuestionarios, horas de aplicación a todos los profesores, recolección de cuestionarios (uso de vehículos, gasolina y viáticos), captura de instrumentos en la Dirección General de Evaluación (entre 12 personas, gasto energético de 12 equipos de cómputo por 12 horas diarias durante cuatro meses y uso de impresoras). Hemos transformado la gestión pública en la UAEH, desde la evaluación docente, a través de un proceso transparente, de calidad, en un escenario digital, basado en resultados, especialmente con una visión de desarrollo sustentable, que ha permitido ahorrar en recursos maderables, energéticos, consumo de agua (la FAO indica un consumo medio de 100 lt de agua para producir 1 Kg de papel, con lo que ahorramos 9,000 litros cada semestre. En cuanto al recurso maderable se ahorran .44 m3 de madera), entre otros, como se muestra a continuación. En el 2004 el Proceso de Evaluación Docente logró la certificación bajo la norma ISO 9000:2004, garantizando el propósito de elevar la calidad de la educación que se imparte en la UAEH. En 2007 la Universidad pasa de una certificación de procesos a una certificación corporativa, manteniéndose la certificación bajo la norma ISO 9001:2000 por ATR, American Trust Register, S.C. organismo certificador de Gestión; para 2009, bajo este esquema, el proceso de Evaluación Docente obtiene una recertificación bajo la norma ISO 9001:2008 por el mismo organismo certificador, el cual se encuentra inmerso en el Sistema de Gestión de Calidad SICA, que incluye la certificación de 63 Dependencias y cuatro grandes procesos y el de Evaluación de la Docencia se incluye en el proceso de Control. La certificación garantiza que la Universidad cumpla con una serie de criterios, no sólo como institución que se administra, sino también como una institución comprometida con todos los integrantes de la comunidad universitaria, garantizando la eficacia y eficiencia con programas y acciones tendentes al aseguramiento y mejora de la calidad, dando respuesta a los objetivos nacionales enmarcados en el Plan Nacional de Desarrollo, el cual refiere como objetivo 9: La calidad educativa comprende los rubros de cobertura, equidad, eficacia, eficiencia y pertinencia; estos criterios son útiles para comprobar los avances de un sistema educativo, pero deben verse también a la luz del desarrollo de los alumnos, de los requerimientos de la sociedad y de las demandas del entorno internacional. Desde el año 2003 se ha integrado un equipo conformado por personal académico y becarios, dedicado a analizar e implementar las actividades relacionadas con el proceso de evaluación docente; las cuales son objeto de meta evaluación. Este trabajo es avalado por el Comité Institucional de Evaluación Docente integrado por 90 académicos. Asimismo, en la parte técnica ha participado el personal del Departamento de Modernización y Sistemas. Cabe destacar, que participan todos los profesores de la UAEH a través de la autoevaluación, y la evaluación de los pares académicos. De igual forma tienen acceso todos los coordinadores de los Programas Educativos para llevar a cabo la evaluación en su calidad de directivos, en conjunto con los Secretarios Académicos y Directores. Por su parte, todos los alumnos tienen la posibilidad de evaluar a sus profesores del semestre correspondiente. La evaluación de los profesores en la UAEH ha tenido beneficios, entre los cuales se encuentran los siguientes alcances: La evaluación de la actividad docente de los profesores se realiza atendiendo a las características del contexto de la Universidad. El proceso de evaluación docente es una herramienta que apoya la implantación del Modelo Educativo. Se evalúa a los profesores de forma integral y sistemática. Existe transparencia en el manejo de datos y en la emisión de resultados. Se fomenta una cultura de la evaluación entre los integrantes de la comunidad universitaria. Se obtienen resultados para la mejora de la actividad docente y especialmente para el diseño de estrategias de formación de profesores. Con la intención de que la evaluación en la institución sea participativa, el personal de la Dirección General de Evaluación convoca cada semestre a los integrantes del Comité Institucional de Evaluación Docente a reunión ordinaria. Así, se analizan los resultados y se toman las decisiones que conduzcan a la mejora del proceso. En este sentido, en la reunión de enero de 2009, se solicitó a 75 coordinadores de Programas Educativos que expresaran desde su perspectiva en un cuestionario abierto cuál ha sido el uso que le han dado a los resultados de la evaluación de la docencia, así como el impacto de los mismos. Desde su percepción, el principal uso de los resultados de la evaluación docente está relacionado con la permanencia de los profesores en la institución, para mejorar la práctica docente y prevalece el impacto en la actualización y mejora de los profesores. En el marco del proyecto “Diagnóstico de la evaluación de la docencia en las universidades mexicanas y prueba de un nuevo modelo en distintos contextos institucionales” (Financiado por CONACYT y coordinado por el Dr. Mario Rueda Beltrán), la Dirección General de Evaluación de la UAEH a partir de su experiencia en la temática de evaluación de la práctica docente fue elegida en septiembre de 2008 como sede del seminario-taller de los responsables de evaluación docente de la región centro-sur de la ANUIES, la cual está integrada por los estados de Puebla, Tlaxcala, Guerrero, Hidalgo, Estado de México, Morelos y Querétaro. A ella asistió personal de 12 instituciones provenientes de Universidades Autónomas, Tecnológicas y Pedagógicas. De esta manera, se analizó la implementación de la evaluación docente, el balance de los efectos de las políticas y la emisión de recomendaciones y lineamientos para su mejora. Aunado a lo anterior, personal de la Dirección General de Evaluación ha implementado actividades de vinculación mediante congresos a nivel nacional e internacional sobre evaluación educativa, docencia universitaria, investigación educativa, entre otros. Además se ha proporcionado asesoría teórico-metodológica a otras Instituciones de Educación Superior. El tipo de impacto final al interior y exterior de nuestra institución es muy complejo, a partir de los resultados de la evaluación docente se identifica el tipo de profesores que se tiene en la Universidad, de tal forma que se prevean acciones de formación que conduzcan a su mejora. En este sentido, se coadyuva a garantizar una educación superior de calidad, la cual incide en la formación de los alumnos, contribuyendo así a la incorporación de mejores egresados al mercado laboral y a mejorar la calidad de vida de las familias hidalguenses. Así, al considerar un modelo de evaluación y desarrollo profesional la Universidad asume el compromiso integral para favorecer la mejora profesional e institucional lo que la evidencia como una universidad socialmente responsable. A partir de la evaluación docente, también se ha contribuido a la evaluación de los Programas Educativos, por la propia UAEH, así como por parte de los CIEES (Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior) y la acreditación por organismos reconocidos por el COPAES (Consejo para la Acreditación de la Educación Superior). 3.- Clientes En la última evaluación realizada de enero a junio de 2010, se beneficiaron 28,569 estudiantes de la Universidad desde bachillerato hasta posgrado, así como a 2,668 profesores. Dentro de los beneficios del proceso de evaluación docente tenemos que estos resultados apoyan de forma directa a las evaluaciones externas de programas educativos, así, de 2003 a la fecha se han llevado a cabo 43 procesos de evaluación diagnóstica de los Programas Educativos por parte de CIEES y 33 evaluaciones para acreditar programas por organismos reconocidos por COPAES. En el caso de los posgrados de acuerdo al Padrón Nacional de Posgrados de Calidad cuatro programas educativos están en el Padrón Nacional de Posgrados (PNP) y siete en el Programa de Fomento a la Calidad (PFC). Se han rediseñado dos programas educativos de Bachillerato, 43 de Licenciatura y se han diseñado seis nuevos programas. En lo relativo a cómo se proporciona el servicio, en el proceso de evaluación docente de la UAEH se han contemplado evaluaciones de tipo multirreferencial o integrales en donde la valoración del alumno no es la única fuente de información para valorar la práctica de un profesor. Por tal motivo, las audiencias que responden los instrumentos de evaluación son: Alumnos. Sujetos a quienes se dirigen los contenidos curriculares del programa educativo. Pares académicos. Pueden ser los compañeros de las academias de profesores. Directivos. A través del Director, el Secretario Académico o el Coordinador del programa educativo. Autoevaluación. Dirigido al propio profesor para reflexionar sobre su práctica educativa en situaciones específicas. El Comité Institucional de Evaluación Docente se reúne semestralmente para avalar los instrumentos en función del número y redacción de los ítem, así como para participar en los trabajos de meta evaluación para conocer el grado de avance y retroalimentar el proceso. Considerando que la función docente está caracterizada por una multiplicidad de actividades, las dimensiones que orientan la evaluación docente, y de las que se da cuenta en este proceso de evaluación en la UAEH son: Planeación de actividades. Es el trabajo previo del profesor para estar preparado e impartir la clase con calidad. Se considera la elaboración y presentación del programa, de la forma de evaluar y de la bibliografía recomendada. Implementación del curso. Se refiere a los aspectos relativos a la impartición en el aula, laboratorio, clínica, etc., tales como dominio y actualidad de los contenidos, utilidad de los trabajos en clase, etc. Evaluación de aprendizajes. Comprende los criterios, mecanismos e instrumentos que el profesor utiliza para evaluar los aprendizajes, así como la retroalimentación. Utilización de materiales y técnicas de apoyo didácticos, innovación y uso de nuevas tecnologías. Incluye el uso de rotafolios, acetatos, pizarrón, explicaciones, exposición de temas, trabajos en equipo, y demás materiales y técnicas de apoyo para el proceso de enseñanza-aprendizaje. Formación de valores en alumnos. Comprende fomentar los valores de la Universidad tales como responsabilidad, honestidad, respeto, comprensión y lealtad. Cumplimiento de la normatividad institucional. Implica promover el respeto a la normatividad institucional a través de la asistencia y puntualidad a las clases, respeto a la duración de las mismas, impartición del programa en el tiempo establecido, asistencia y puntualidad a las reuniones de academia, etc. Impartición de asesorías. Se relaciona con la disposición para trabajar con los alumnos en horarios extra-clase. Comunicación y relaciones con los alumnos. Conjunto de relaciones entre docente y alumnos tanto en el nivel humano como en el disciplinar. Calidad de la producción académica. Se refiere al nivel con que el profesor realiza los trabajos o su desempeño, no sólo en el aula, sino en su academia o cuando es requerido en la DES. Grado de satisfacción. Hace referencia al nivel de acuerdo con la práctica docente académica del profesor por parte de los alumnos, sus pares académicos, del profesor con su propio quehacer docente y de los directivos. Clima escolar. Es la influencia del entorno en las relaciones de los actores implicados en el proceso de enseñanza-aprendizaje. La evaluación docente se efectúa a través de instrumentos de creación institucional para dar respuesta a hechos del quehacer docente en la UAEH. Cabe destacar, que en función de la diversidad de condiciones para los procesos de la enseñanza y el aprendizaje, se diseñaron instrumentos específicos para: bachillerato; licenciatura en seis áreas de conocimiento (artes, económico-administrativas, sociales y humanidades, agropecuarias, de la salud, básicas e ingeniería); el sistema no presencial; posgrado (especialidades, maestrías y doctorados presenciales), así como para profesores de actividades artísticas y deportivas del bachillerato. Para la construcción de los instrumentos se han garantizado tanto su confiabilidad como su validez, de tal forma que los cuestionarios sean consistentes en la medición y se haga a través de ellos valoraciones estables y tengan la capacidad de medir realmente el fenómeno que se quiere evaluar. El período de evaluación es de 7 semanas en cada semestre (enero-junio y juliodiciembre). Los instrumentos, ahora, se responden vía red en la página de internet de la Universidad www.uaeh.edu.mx, en la sección de avisos institucionales o bien en el portal de la Dirección General de Evaluación. Para ingresar los alumnos hacen uso de su número de cuenta y NIP y el personal académico y funcionarios, ingresan su número de empleado y NIP, ya sea para realizar la autoevaluación, la evaluación de pares o de directivos. En el caso de los alumnos éstos evalúan a todos sus profesores del semestre en curso. Cabe señalar, que en la Dirección General de Evaluación se asignan a los Directores, Secretarios Académicos y Coordinadores de Programa Educativo que van a evaluar a los profesores en su calidad de directivos, dependiendo de los registros de la Dirección de Administración de Personal y de las áreas académicas. Los Directores, Secretarios Académicos y Coordinadores de Programas Educativos tienen a su disposición la aplicación “Seguimiento de Evaluación Docente”. Que se encuentra en el portal de la DGE o bien en la sección de avisos institucionales en la página WEB de la Universidad. En ella, se puede consultar el número de estudiantes y profesores que han evaluado a través de los instrumentos de alumnos, autoevaluación y pares académicos por Programa Educativo, con el objeto de realizar el seguimiento permanente del proceso y que se logre una cobertura total. Para difundir el período de evaluación se usan algunos medios de comunicación tales como la garceta y radio universidad, trípticos y carteles, además, el proceso tiene ya un importante grado de internalización entre la comunidad universitaria. Una vez concluido el período de aplicación se extraen las valoraciones registradas por nivel educativo y por audiencia (alumnos, autoevaluación, pares académicos y directivos). Actualmente sólo se capturan en Excel® los instrumentos de la Escuela Superior de Atotonilco de Tula, la cual al ser de reciente apertura aún no se tienen las herramientas informáticas para el acceso a Internet. Estos datos se unen con la información de la red para obtener los resultados semestrales a través de la factorización 1 de los ítem por dimensión. Asimismo, se calculan las medias y desviaciones estándar por audiencia, por programa educativo y del total de cada Dependencia de Educación Superior, Bachillerato, actividades artísticas y deportivas y del sistema no presencial. El promedio total representa las valoraciones de todos los profesores de la Universidad por audiencia. Los resultados se entregan por escrito y en sobre cerrado a cada profesor, siete días después de concluido el período de aplicación de los cuestionarios. En las reuniones ordinarias del Comité Institucional de Evaluación Docente se dan a conocer los resultados generales por dimensión y se entregan los resultados de los profesores a los coordinadores de los programas educativos. De igual forma, se hacen llegar a los directores de los Institutos, Escuelas Superiores y Escuelas Preparatorias y están a disposición de las autoridades de la UAEH que lo soliciten para la toma de decisiones, como por ejemplo a la Comisión de Revisión y Validación de Horarios que semestralmente revisa las cargas horarias de los docentes de la UAEH y en donde participan la Secretaría General, Dir. de Administración de Personal, Dir. General de Evaluación, Dir. Gral. Jurídica, el Sindicato de Personal Académico, Dir. De Intercambio Académico, Directores, Secretarios Académicos y Coordinadores de Programa Educativo de las Escuelas e Institutos; asimismo, está a disposición de investigadores que lo requieran para sus trabajos. El proceso de factorización de la evaluación docente implica conjuntar en tablas por modalidad (licenciatura y bachillerato, actividades artísticas y deportivas del bachillerato, posgrado y sistema no presencial) los reactivos de todos los instrumentos (alumnos, autoevaluación, pares académicos y directivos) y su agregación a lo que las 14 dimensiones establecen. 1 Cabe señalar, que en la emisión de los resultados se omiten los datos personales de los integrantes de las diferentes audiencias que evaluaron a los profesores; lo anterior con la finalidad de garantizar la confidencialidad de la información. El número de clientes ciudadanos atendidos desde la puesta en marcha de la práctica en 2003, se ha evaluado semestralmente a 2,668 profesores, los cuales imparten clase a 26,870 estudiantes. Asimismo, desde 2003 se ha contribuido a la formación de 37,253 egresados, que en su mayoría se han incorporado exitosamente en el mercado laboral. En cuanto al número de evaluaciones en el período de tiempo del proceso, distribuidas por la audiencia que evalúa tenemos lo siguiente: NÚMERO DE EVALUACIONES 2003-2010 AÑO 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 Ene-Jun 2010 TOTAL ALUMNOS 75,605 93,256 125,931 165,336 224,610 245,248 265,244 AUTOEVALUACIÓN DE PROFESORES 3,183 3,501 4,372 4,624 5,023 5,201 5,439 PARES ACADÉMICOS 6,213 11,238 16,650 20,638 25,015 26,762 27,885 DIRECTIVOS 4,041 5,356 6,200 5,675 7,573 8,259 9,403 133,339 2,898 13,935 5,326 1,328,569 34,241 148,336 51,833 TOTAL 89,042 113,351 153,153 196,273 262,221 285,470 307,971 155,498 1,562,979 4.- Impacto en los empleados La docencia en la Universidad constituye una actividad central y es por medio de ella que se contribuye a la preparación profesional de los estudiantes y se da cumplimiento a una de las principales funciones de las Instituciones de Educación Superior. La importancia de la evaluación de la docencia se deriva del potencial que posee como herramienta para contribuir a mejorar la calidad de la enseñanza y a coadyuvar con los profesores para diseñar y poner en práctica los procesos de enseñanza. Así, para atender las necesidades de la docencia universitaria con fines de mejora y a partir de los resultados de evaluación docente, se creó el Centro Universitario de Formación. Es importante mencionar, que además se proporciona información para otorgar Estímulos al Desempeño Docente, a través del cual se reconoce la dedicación, permanencia y calidad de los profesores anualmente y se refleja en una mejora de la calidad de vida de los profesores. En la asignación de horarios, los resultados de evaluación docente también son tomados en cuenta. En cuanto al nivel de involucramiento de los empleados en el proceso de cambio, para implementar el proceso de evaluación docente se ha contado con la participación decidida de diversas audiencias (alumnos, profesores y directivos) y de los integrantes del Comité Institucional de Evaluación Docente. Asimismo, a través de las encuestas de satisfacción y de visitas a las Escuelas Preparatorias, Superiores e Institutos se han registrado propuestas de mejora que se toman en cuenta en las actividades de meta evaluación. Se ha evaluado en promedio al 96.80% de los profesores, el porcentaje restante está representado por profesores con incapacidad o permiso. 5.- Procesos A partir del año 2003 ha prevalecido el uso de las nuevas tecnologías para realizar la evaluación a través de Internet. Aunado a lo anterior, se asume que la evaluación de la docencia se debe analizar y someter a la valoración permanente de todas las audiencias involucradas para su mejora. En este contexto, la mejora a la evaluación docente de la UAEH se ha implementado a través del proceso de meta evaluación el cual ha sido y es comúnmente conceptualizado como aquella investigación sistemática cuyo objetivo es emitir un juicio acerca de la calidad, la relevancia, la pertinencia o los méritos de una evaluación. Asimismo, Santos (1998) plantea que la meta evaluación consiste en analizar el proceso de evaluación, es decir, es la evaluación de la evaluación. En este sentido y con el propósito de identificar las fortalezas y áreas de oportunidad del proceso a fin de mejorarlo de manera continua, la Dirección General de Evaluación se ha dado a la tarea de meta evaluarlo en distintas ocasiones. La primera de ellas en 2004, con un estudio expost facto (Bezies, Elizalde y Olvera, 2005), cuyo objetivo fue explicar si las evaluaciones de los alumnos son diferentes según el momento en el que se realizan. Para ello los alumnos respondieron el instrumento de 26 preguntas en febrero y marzo del 2005 evaluando nuevamente a sus profesores del semestre anterior. Con base en los resultados se identificó que no existen diferencias significativas en los programas educativos. Se llegó a la conclusión de que el momento de la evaluación no influye significativamente en las calificaciones que los alumnos asignan a sus profesores, por lo que se decidió mantener el período de la evaluación. En diciembre de 2005 y enero de 2006 se realizó la meta evaluación del instrumento de alumnos para nivel presencial (licenciatura y bachillerato) a partir de las propuestas de algunos integrantes del Comité Institucional de Evaluación Docente y del trabajo conjunto del responsable del subcomité de alumnos y personal de la Dirección General de Evaluación (Elizalde, Torquemada y Olvera 2009). Posteriormente en mayo de 2007, se valoró de forma integral la calidad de la evaluación de la práctica docente a partir de la opinión de la comunidad universitaria (Elizalde, Pérez y Olvera, 2008). En este estudio se seleccionó de manera aleatoria una muestra de alumnos y profesores de cuatro campus (hoy Escuelas Superiores). Los participantes jerarquizaron en orden de importancia las dimensiones que valoran la práctica del profesor y expresaron su opinión con respecto a diversos aspectos como: los instrumentos de evaluación, período de aplicación, dimensiones que se evalúan en los cuestionarios, obtención de la calificación para cada profesor y uso de los resultados. Se determinó que el proceso de evaluación docente posee características positivas, sin embargo se identificó la importancia emprender algunas acciones para mejorarlo, por ejemplo, ampliar la difusión diversificando los medios (trípticos y pósters), atender a las necesidades específicas de las distintas áreas de conocimiento. De este modo en 2009, con el propósito de lograr que la evaluación sea más específica, se asume el reto de rediseñar los instrumentos de alumnos de licenciatura en la modalidad presencial atendiendo a las características específicas por área de conocimiento de los institutos de Artes, Ciencias Agropecuarias, Ciencias Básicas e Ingeniería, Ciencias Económico Administrativas, Ciencias de la Salud, Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad. A través del trabajo colegiado entre el personal de la Dirección General de Evaluación y el Comité Institucional de Evaluación docente se diseñaron seis nuevos instrumentos de alumnos para alumnos de licenciatura que se pusieron en operación a partir del periodo julio-diciembre del 2009. Así, con base en los resultados se puede evidenciar que involucrar a profesores, alumnos y directivos en el proceso de meta evaluación permite a los evaluadores, detectar las experiencias favorables y desfavorables durante la evaluación de la práctica docente de los profesores. En el contexto local e internacional, particularmente, la evaluación de la actividad docente en Instituciones de Educación Superior, se ha realizado de manera sistemática en universidades de Estados Unidos, Canadá y Europa (Luna, 2000). En México, el proceso de evaluación docente se inició a finales de los sesenta y principios de los setenta en universidades privadas; sin embargo, su aplicación sistemática se presenta en los años ochenta. Su uso se generaliza en 1990 con la modernización de la educación superior, la cual condujo a cambios estructurales en las Instituciones de Educación Superior, particularmente en el sector público. A partir de los noventa y gracias a las aportaciones de los organismos internacionales se generan una serie de programas institucionales regidos por el gobierno federal que marcaron el rumbo de las universidades públicas en el país. Inicia entonces un marcado interés por la evaluación en las Instituciones de Educación Superior y la búsqueda de una estrategia para el cambio y la mejora institucional. Como lo señalan Arbersú, Canales, Crispín, Cruz, Figueroa y Gilio (2004), surgieron diferentes tipos de evaluación: autoevaluación institucional, evaluación de programas educativos y la evaluación individual. Con respecto a la evaluación individual, es decir la del personal académico, quedó a cargo de las propias instituciones de nivel superior. Si bien se emplean diversos instrumentos para evaluar la actividad del profesor, se puede plantear que esencialmente, los cuestionarios de opinión han constituido la respuesta que las universidades han considerado para evaluar la docencia, en gran medida por el respaldo que esta opción tiene a nivel de investigación, por los aspectos de confiabilidad y validez de los instrumentos (Rueda, 2001), así como por las posibilidades prácticas de aplicación a un gran número de profesores. Hoy en día se ha logrado que la evaluación forme parte de la vida cotidiana de las instituciones, y al mismo tiempo las propias universidades se han asumido como promotoras activas de los ejercicios de evaluación interna y externa. Bajo esta perspectiva, el uso de los resultados de la evaluación de académicos supone una sistematización y difusión de información a grupos de distinto interés. Utilizar la tecnología para llevar a cabo procesos de evaluación es totalmente viable, debido a que comparado con las aplicaciones en papel se tiene un sistema confiable y de mayor alcance, se asegura la calidad de la información y además se resguarda la información en medios electrónicos. Además, se reducen los tiempos de entrega de resultados, los costos y se contribuye a la preservación del medio ambiente. Finalmente, se promueve la evaluación a través de un proceso transparente que permite la rendición de cuentas y la toma de decisiones de forma racional y objetiva. 6. Líneas de acción: Esta práctica se inscribe en la línea de acción: Calidad en los servicios y atención ciudadana, sin embargo las líneas de organización y rediseño institucional, la de simplificación administrativa y la relativa a desarrollo informático y automatización, tienen elementos que se comparten en este proyecto. Referencias Arbesú, I., Canales, A., Crispín, M. L., Cruz, I., Figueroa, A. y Gilio, M. (2004). “Las políticas y los usos de la evaluación de la docencia en la educación superior: Planteamientos y perspectivas”. En Rueda, M. y Díaz-Barriga, F. La Evaluación de la docencia en la Universidad. Perspectivas desde la investigación y la intervención profesional. México: CESU-UNAM y Plaza y Valdés, pp. 203-244. Bezies, C. P., Elizalde, L. L. y Olvera, L. B. I. (2005). Evaluación de profesores por alumnos, estudio expost facto para conocer si la época de aplicación de encuestas impacta en las valoraciones otorgadas: caso UAEH. VII Congreso Nacional de Investigación Educativa. México: Consejo Mexicano de Investigación Educativa y Universidad de Sonora. Elizalde, L. L., Pérez, L. C. G. y Olvera, L. B. I. (2008). Metaevaluación del proceso de evaluación docente: UAEH. V Congreso Iberoamericano de Docencia Universitaria. Universidad Politécnica de Valencia, España, CD-ROM ISBN 978 84 691 8101 0. Elizalde, L. L., Torquemada, G. A. D. y Olvera, L. B. I. (2009) Usos e impacto de la evaluación docente en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo: resultados de la metaevaluación. I Coloquio Iberoamericano La evaluación de la docencia universitaria y no universitaria: retos y perspectivas. Universidad de Buenos Aires, Argentina. CD-ROM. Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos, Presidencia de la República. (2007). Plan Nacional de Desarrollo 2006-2012. Luna (2000). La participación de docentes y estudiantes en la evaluación de la docencia. México: UABC- Plaza y Valdes. Rueda, B. M. (1999). “Notas para una agenda de discusión sobre la evaluación de la docencia en las universidades”. En Rueda M y Landesmann, M. ¿Hacia una nueva cultura de la evaluación de los académicos?. México: CESU- UNAM pp.203-215. Rueda, B. M. (2001). Una propuesta de cuestionario dirigido a los estudiantes para evaluar la función docente en la universidad. En Mario Rueda, Frida Díaz-Barriga y Mónica Díaz. Evaluar para comprender y mejorar la docencia en la educación superior. México: UAM-UNAM-UABJO. Santos, G. M. A. (1998). Evaluar es comprender. Argentina: Magisterio del Río de la Plata.