Habilidades emocionales

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Habilidades emocionales
Pablo María Araujo
Como el lector comprenderá inmediatamente, este es un tema capital en el aprendizaje
cooperativo, la conciencia y control emocional propio y ajeno. La extensión y calidad de lo que
sigue así lo demuestra.
El sistema educativo tradicionalmente se ha centrado en el desarrollo cognitivo (conocimientos
propios de las áreas curriculares ordinarias), pero ha prestado poco atención al desarrollo
emocional. El análisis de la sociedad actual permite entrever que muchos de los problemas con
que se encuentran las personas, y en particular los adolescentes y jóvenes, tiene mucho que ver
con “el analfabetismo emocional”. Por esto es fundamental insistir en el aprendizaje de
habilidades emocionales dentro de la escuela.
Si logramos que los jóvenes se entusiasmen por los aprendizajes derivados de la educación
emocional podrán:
 Adquirir un mejor conocimiento de sus propias emociones
 Identificar las emociones de los demás
 Desarrollar la habilidad de regular las propias emociones
 Prevenir los efectos perjudiciales de las emociones negativas
 Desarrollar la habilidad para generar emociones positivas
 Desarrollar la habilidad de automotivarse
 Adoptar una actitud positiva ante la vida
 Aprender a fluir en el aprendizaje.
En definitiva podrán desarrollar y aumentar su competencia emocional y veremos los beneficios
derivados de este aprendizaje en nuestros alumnos/as. Veremos una mejora en su autoestima y
su rendimiento académico, un aumento de las relaciones interpersonales constructivas,
disminución de los conflictos, disminución de la ansiedad, mejora de la comunicación verbal y no
verbal, mejora de la conducta social, aumento de la tolerancia, mejora en la toma de decisiones y
de fijar metas y objetivos realistas, mejora en la resolución de conflictos de forma positiva y el
control de los propios impulsos, desarrollo de la responsabilidad personal, etc
La competencia y desarrollo emocional está directamente relacionado con la salud personal.
Así podríamos describir la enfermedad psicológica como una respuesta inadecuada a la
necesidad y expresión de sentimientos. Sentimos necesidades imprescindibles para la evolución
de nuestra vida psicológica. Las principales son: el amor y la ternura (amar y ser amado), la
seguridad, la libertad, la sensación de ser útil para algo o alguien, la afirmación, la autonomía.
Estas necesidades se transforman en sus correspondientes sentimientos y sensaciones: Cuando
yo me siento amado (sentimiento), me encuentro perfectamente; cuando me siento obligado
(sentimiento) a hacer algo, me veo agredido en mis deseos de libertad y tengo una sensación de
opresión en el pecho. Todo sentimiento que tenga un mínimo de intensidad repercute en nuestro
organismo, bien sea en los músculos o en el sistema circulatorio, y está acompañado de su
correspondiente sensación.
Cuando de una forma habitual, no se satisfacen necesidades importantes, se producen
perturbaciones psíquicas, que a la larga, se convierten en enfermedades como dolores,
cansancio, vasodilatación o vasoconstricción, alteraciones en las secreciones, que pueden llegar
a producir lesiones.
La mayoría de las necesidades insatisfechas tienen su origen en una relación incorrecta con
alguna persona determinada y la enfermedad psicosomática es una perturbación de la relación.
En el desarrollo que sigue nos vamos a acercar a las cinco competencias principales con sus
respectivas habilidades de la inteligencia emocional. Estas competencias para el aprendizaje son
las siguientes:





Autoconocimiento
Automotivación
Autocontrol
Empatía
Habilidades sociales
1.- Auto-conocimiento: conocimiento de las propias emociones y
de uno mismo. Propuestas.
Es conocer las partes que componen mi yo, necesidades, sensaciones, habilidades, los roles
que voy empleando, mis formas de expresión, los sentimientos, rasgos de carácter.
Igualmente conocer las creencias sobre mi mismo, que se manifiestan en mi conducta. Si me
creo tonto actuaré como un tonto, si me creo inteligente actuaré como tal.
Incluye saber evaluar las cosas como buenas o buenas, en función de si me satisfacen, son
interesantes, enriquecedoras, me hacen sentir bien, me permiten crecer y aprender; o todo lo
contrario.
El autoconocimiento supone admitir y reconocer todas las partes de mi mismo/a como un hecho,
como mi forma de ser y sentir, ya que solo a través de la aceptación puedo transformar lo que
es susceptible de transformarse.
Es fundamental también atender y satisfacer mis propias necesidades y valores. Saber expresar
y manejar en forma conveniente mis sentimientos
y emociones, sin hacerme daño ni culpabilizarme.
Buscar y valorar todo aquello que me hace
sentirme orgulloso de mi mismo.
Así pues, si me conozco y estoy consciente de mis
cambios, creo mi propia escala de valores y
desarrollo mis capacidades; si me acepto y
respeto, tendré autoestima. Por el contrario, si no
me conozco, tengo un pobre concepto de mi
mismo/a, no me acepto ni respeto, no tendré
autoestima.

Esta competencia emocional incluye el desarrollo
de las siguientes habilidades:
 Habilidad de identificar las propias
emociones y los efectos que puede tener
su expresión (autoconciencia o conciencia
emocional)
 Habilidad de conocer las propias fortalezas
y las limitaciones (Correcta autovaloración)
Habilidad para adquirir un fuerte sentido del propio valor y la capacidad (Autoestima y
autoconfianza)
AUTOCONCIENCIA O CONCIENCIA EMOCIONAL.
Habilidad de identificar las propias emociones y los efectos que puede tener su expresión.
La autoconciencia no es una función tan simple y directa como pudiera parecer a primera vista, y
menos respecto a nuestras emociones. Si digo, por ejemplo, que estoy enojado/a, quizá lo esté,
pero puede que también esté equivocado/a. Puede que en realidad tenga miedo, esté celoso/a, o
que sienta las dos cosas.
Para poder controlar nuestra irritabilidad debemos ser conscientes de cuál es el o los agentes
desencadenantes, y cuál es el proceso por el que surge tan poderosa emoción; sólo entonces
podremos aprender a aplacarla y a utilizarla de forma apropiada. Para evitar el desaliento y
motivarnos, debemos ser conscientes de la razón por la que permitimos que ciertos hechos o las
afirmaciones negativas sobre nosotros afecten nuestro ánimo.
La clave de la autoconciencia está en SABER SINTONIZAR con la abundante información
(nuestros sentimientos, sensaciones, valoraciones, intenciones y acciones...) de que disponemos
de nosotros mismos. Esta información nos ayuda a comprender cómo respondemos, nos
comportamos, comunicamos y funcionamos en diversas situaciones. Al procesamiento de toda
esta información es a lo que llamamos autoconciencia.
Junto con los sentimientos o las emociones aparecen manifestaciones físicas como transpirar,
respirar con dificultad, la tensión o la fatiga. Y también hay manifestaciones cognitivas (p.e. de
emociones angustiantes), como una falta de concentración, conducta motriz o física
desacelerada, congelación o agarrotamiento y bloqueo de los procesos del pensamiento, tales
como el olvido o la confusión.
Así pues una herramienta clave de la autoconciencia es la toma de conciencia del PROPIO
CUERPO y de sus señales de excitación. Tenemos que ser capaces de describir nuestro cuerpo
y nuestra mente con vívido detalle, incluida la respiración, la transpiración, el desasosiego, la
falta de concentración, los pensamientos inquietantes, el contenido de esos pensamientos (p.e.
en el caso de miedo o preocupación, los peligros específicos que promueven esos estados
anímicos)
Puedo distinguir en mi experiencia tres tipos de DARME CUENTA o zonas del darse cuenta:
1) El darse cuenta del mundo exterior. Esto es, contacto sensorial actual con objetos y eventos
en el presente: lo que en este momento veo, palpo, toco, escucho, degusto o huelo.
2) El darse cuenta del mundo interior. Esto es, contacto sensorial actual con eventos internos en
el presente: lo que ahora siento desde debajo de mi piel, escozor, tensiones musculares y
movimientos, manifestaciones físicas de los sentimientos y emociones, sensaciones de molestia,
agrado, etc.
Esto dos tipos de darse cuenta engloban todo lo que puedo saber acerca de la realidad presente
como yo la vivencio. Este es el terreno sólido de mi experiencia; estos son los datos de mi
existencia aquí, en el momento que ocurren. Independiente de cómo yo u otros piensen o
juzguen este darse cuenta, existe y ningún argumento, ni alegato, ni teoría podrán hacerlo noexistente.
3) El darse cuenta de la fantasía. Esto incluye toda la actividad mental que abarca más allá de lo
que transcurre en el presente. Es el darse cuenta de imágenes de cosas y de hechos que no
existen en la realidad actual, presente. Es todo el explicar, imaginar, adivinar, pensar, planificar,
recordar el pasado y anticipar el futuro, etc. Por ejemplo, ahora estoy pensando cuando acabaré
este trabajo y si les gustará a los profesores o no...Pues bien, esto es irrealidad. Este trabajo
todavía no está hecho y no podéis apreciarlo todavía. Está todo en mi fantasía, en mi
imaginación.
PROPUESTAS PARA VIVENCIAR Y EXPERIMENTAR...
 Definición personal y colectiva de la palabra sentimiento.
En una hoja o mural ponen en el centro la palabra sentimiento y en forma de satélite va
definiendo esta palabra sin que aparezcan el nombre de los sentimientos. Tienen que definirlo en
general.
Una vez realizado ponen todos los nombres de los sentimientos que conozcan.
Después se realiza una definición colectiva de la palabra sentimiento, con la clave que tiene que
aparecer lo escrito por todos los presentes.
 El saco de los sentimientos.
Hacemos una lluvia de ideas de todos los sentimientos que conocemos, diferenciándolos de
otras palabras y de los pensamientos. Después los clasificamos por sacos-familia.
Los sacos-familia serían: IRA-TRISTEZA-MIEDO-ALEGRÍA- AMOR-SORPRESA-VERGÜENZAAVERSIÓN.
 El collage de sentimientos.
En diferentes paneles ponemos cada familia de sentimientos. Se les da tarjetas con los
sentimientos y tienen que ponerlos en cada una de sus familias correctamente. Después con
revistas y periódicos tienen que ir poniendo rostros o noticias relacionadas con esos
sentimientos.
También pueden poner palabras o expresiones que se dicen cuando tenemos esos sentimientos.
 El cojín de las emociones.
En círculo nos pasamos un cojín y decimos un sentimiento. Lo pasamos a un compañero para
que ponga un ejemplo de este sentimiento. Cuando elige un sentimiento tiene que expresar
corporalmente a ese cojín el sentimiento, una vez hecho esto lo pasa a otro compañero.
 Identificar sentimientos a través de fotografías, titulares de periódico.
Se proyectan fotos de personas y situaciones, o se les da en mano. Con cada foto o titular tienen
que responder a estas preguntas: ¿Qué sentimientos tiene la persona?¿Cómo es que tiene este
sentimiento?¿Qué la puede estar pasando?
 Identificar sentimientos a través de la música.
Seleccionamos música instrumental y canciones de grupos de música modernos. Escuchamos la
música y expresamos que sentimientos nos produce o qué sentimientos estás expresando las
letras de las canciones.
Primero habría que escuchar la música, segundo volver a escucharla cantando la letra y
finalmente analizar la canción. Algunas preguntas que nos podríamos hacer son: ¿A qué asocias
esta música?, ¿qué siente el autor de la música?
 Películas cargadas de emoción.
Ver películas, o escenas concretas y analizar las emociones de los personajes.
Algunas películas pueden ser: “4ª planta”, “El bola”, “Inteligencia artificial”, “Más pena que gloria”,
“Princesas”, “Barrio”, “El indomable Will Hunting”, “El señor de los anillos”, etc.
Películas mudas: Vemos películas mudas y nosotros vamos poniendo los diálogos de los
personajes.
 El cómic de las emociones.
Tapamos los bocadillos de un cómic y vamos poniendo los sentimientos y diálogos de los
personajes.
Con los ojos vendados.
En parejas una persona se tapa los ojos y la otra empieza a leer algo cargado de emoción. La
persona con los ojos tapados tiene que detectar las emociones que escucha por el tono de voz
Diferenciar sentimientos y pensamientos.
Se pone un trozo de un documental de animales cargado de emoción, sin palabras y sólo con
música. Dividimos una hoja en dos partes. En una escribimos que sentimientos nos vienen ante
lo que vemos y la música. Y la otra parte del folio escribimos los pensamientos que nos vengan
ante lo que vemos y escuchamos.
 Suelta palabras.
Vamos diciendo palabras y expresando que emoción o sentimiento me viene al escuchar esa
palabra. Por ejemplo, padre, muerte, guerra, Dios, hermano, perro...
 Detonantes de las emociones.
Poner en medio de un folio cada sentimiento. Y en forma de satélite poner todos los detonantes,
todo aquello que me lleva a sentirme así, aquello que veo en los demás y me lleva a sentirme
así. Habría que poner: palabras, actitudes, comportamientos, personas, lugares-espacios,
situaciones.
Saber esto nos va ayudar mucho en nuestro autocontrol y crear extintores para todos estos
detonantes.
 El lenguaje del rostro.
En una hoja están dibujados diferentes rostros. Cada persona tendrá que representar con su
cara y cuerpo ese rostro. Los demás tendremos que adivinar que sentimientos están expresando
esos rostros.
 Realizar ejercicios de darse cuenta.
Darse cuenta de lo de fuera utilizando todos los sentidos. Darse cuenta de lo de dentro cerrando
los ojos y respirando. Y darse cuenta de las zonas de fantasía, los pensamientos, recuerdos,
juicios, interpretaciones.
Darse cuenta de las tensiones musculares, de las sensaciones corporales.
CORRECTA AUTOVALORACIÓN
Habilidad de conocer las propias fortalezas y las limitaciones
Se trata de saber reconocer mis propias fortalezas y debilidades. Tener una autovaloración
precisa de mis posibilidades, puntos fuertes y límites personales. Mantener una conducta
reflexiva posibilitando aprender de la experiencia. Estar abierto a los cambios, a nuevas
perspectivas, al aprendizaje continuo y al autodesarrollo.
Para llegar a interiorizar esta habilidad tendríamos que pasar por un proceso de cambio que nos
llevase a abrir las siguientes puertas mentales:
 Enfocarnos en nuestras cualidades.







Aceptar y asumir nuestras limitaciones
Ponernos metas realistas
Premiarnos a nosotros mismos cuando consigamos estas metas.
Reírnos de nosotros mismos, de vez en cuando.
No obligarnos a ser perfectos.
Buscar aliados.
Ser como queremos ser.
PROPUESTAS PARA EXPERIMENTAR Y VIVENCIAR...
 El árbol de mi vida.
Pintar en una hoja un árbol que se le vean las raíces. En el tronco pondré mi nombre, en las
raíces las capacidades y habilidades que poseo. Y en las ramas las metas y logros alcanzados.
 Escribir un diario
Este ejercicio es muy adecuado para chicos/as que tienden a ser introvertidos y tímidos. Les
permite volcar sentimientos, sensaciones, sucesos internos y externos. Le permite ver la
evolución de su vida.
 Lo que se me da bien y mal.
Hacer un listado de todas las cosas que se me den bien hacer y otro listado con las que no se
me de hacer tan bien. Poner al menos 10 cosas.
 Echar la vista atrás
Identificar 5 retos-problemas-situaciones difíciles que he vivido y las soluciones o estrategias que
he utilizado para salir de ellas. Para cuando me de le bajón, puedo decirme a mi mismo “si he
salido de aquella, puedo salir de esta”
 Mis dos últimos años de vida.
En una hoja señalamos tres acontecimientos que me han ocurrido en los dos últimos años
relacionados con:
Un peligro o una situación peligrosa que esta prevista pero no la viví.
Alguien que te hizo daño
Una satisfacción personal
Un momento de vergüenza propia o ajena.
Momento de máximo esfuerzo físico o mental.
Este ejercicio nos sirve para tomar conciencia que la vida es variada. Hay que borrar el siempre
y nunca de lo que nos pasa. No somos fotos fijas, ya que las cinco cosas las vivimos en la vida
no solamente una de ellas.
 Cuando era niño me decían...
Poner un listado con todas las frases que nos han dicho cuando éramos niños nuestros padres,
profesores, amigos, etc . Por ejemplo, qué despistado eres. Y realizar los siguientes:
Ver si cada una de ellas en estos momentos cumple lo que dice ese pensamiento boicoteador.
¿Sigue siendo verdad, es real...?
Buscar justificaciones de que no es verdad o para quitarnos de encima esa frase. Por ejemplo:
“Era otra época, lo hacían por ayudarme”.
Destacar lo positivo que tiene esa frase. Buscamos lo positivo de esa creencia.
AUTOESTIMA Y AUTOCONFIANZA
Habilidad para adquirir un fuerte sentido del propio valor y la capacidad
La autoestima es la suma de la capacidad personal y el sentimiento de valía, de confianza y de
respeto por uno mismo. La forma en que percibimos a otras personas puede que tenga mucho
que ver con la forma en que nos percibimos a nosotros mismos.
Cuanta más alta es la autoestima de cualquier persona, niño o adulto, más preparada estará
para enfrentarse a problemas y dificultades, para entablar con los demás relaciones
enriquecedoras y ser generoso, respetuoso y benévolo.
Indicadores de autoestima deficiente
Indicadores de una autoestima positiva
Autocrítica desmesurada
Para completar personalmente
Hipersensibilidad a la crítica
Indecisión crónica
Deseo innecesario de complacer
Perfeccionismo
Culpabilidad neurótica
Hostilidad flotante
Tendencias depresivas.
Cree firmemente en ciertos valores y principios.
Es capaz de obrar según crea más acertado.
No emplea demasiado tiempo preocupándose por
lo que haya ocurrido en el pasado.
Tiene confianza en su capacidad para resolver
sus propios problemas.
Se considera y se siente igual, como persona, a
cualquier otra persona.
Da por supuesto que es una persona valiosa e
interesante para otros.
No se deja manipular por los demás.
Reconoce y acepta en sí misma una variedad de
sentimientos.
Es capaz de disfrutar con diversas actividades.
Es sensible a las necesidades de los otros.
PROPUESTAS PARA VIVENCIAR Y EXPERIMENTAR....
 Las máscaras de la baja autoestima.
Definimos las tres máscaras de la baja autoestima: el impostor, el rebelde, el perdedor.
Analizamos lo positivo y lo negativo de cada una de las máscaras. Y analizamos a los
alumnos/as en función de estas máscaras
 Test de aceptación y autoestima.
Respondemos a las 10 preguntas del test y hacemos la autovaloración.
 El arcoiris de las inteligencias.
Dibujamos un abanico en una hoja y la dividimos en 8 partes. Cada una de las inteligencias.
Cada parte es una de las inteligencias y a su vez la dividimos en 6 trozos que corresponden a las
preguntas del test. A cada inteligencia la damos un color. Respondemos el test y vamos pintando
el abanico en función de las respuestas elegidas.
2.- Auto-motivación: Capacidad de motivarse a sí mismo.
Propuestas para el aula.
La base de toda motivación, es el deseo, y la obtención de lo que se desea es, para el grueso de
los seres humanos, un sinónimo de felicidad. La motivación es el combustible que nos permite
llevar a cabo lo que nos proponemos. Las personas motivadas tienen empuje, dirección y
resolución.
Cuando hablamos de motivación, el establecimiento de metas es uno de los puntos principales a
trabajar. Poner objetivos claros de trabajo que focalicen en los puntos de superación, que sean
difíciles pero alcanzables.
La motivación es un estado interno, que puede ser el resultado de una necesidad y se
caracteriza como algo que activa o excita una conducta que, por lo común, se dirige a la
satisfacción de un requerimiento o necesidad. La necesidad activa un motivo, el motivo
desencadena conductas dirigidas a restablecer el equilibrio de acuerdo al requerimiento o
necesidad, por lo tanto, la motivación sirve como el gran plan corporal de autorregulación.
En consecuencia en la automotivación, está encerrado una
enorme cantidad de conceptos, acciones y caminos
provocados por nuestro propio ser, respondiendo a una
necesidad interior.
Por tanto la automotivación necesita para poder
manifestarse de los siguientes ingredientes: La satisfacción de las necesidades, las metas
realistas, el esfuerzo y la persistencia, el saber premiarse a uno mismo por los logros, dar
sentido a lo que hacemos, el optimismo, el entusiasmo y el flujo, y los proyectos cargados de
ilusión.
Esta competencia emocional incluye el desarrollo de las siguientes habilidades:
 Habilidad de darse ánimos a uno mismo
 Habilidad de marcarse metas y objetivos (Impulso de logro)
 Habilidad para controlar los pensamientos negativos y desarrollar pensamientos
positivos (Optimismo)
 Habilidad de insistir en la consecución de los objetivos a pesar de los obstáculos y
retrocesos que puedan presentarse (Esfuerzo y persistencia)
 Estado de flujo
IMPULSO DE LOGRO
Habilidad de darse ánimos a uno mismo. Habilidad de marcarse metas y objetivos.
El establecimiento de metas es un plan de acción, al que debemos de ir ajustando el tiempo,
modificando o poniendo nuevos objetivos, el cual debemos proseguir a pesar de las dificultades
de logro que se vayan presentando, que seguramente se presentarán pero no debemos
desanimarnos.
Muchas veces el problema no es plantearse metas y no conseguirlas, sino el conseguirlas y
quedarse en la mediocridad, siempre hay un escalón más para subir. Establecer metas, objetivos
no solamente tiene relación con el deporte, sino con la vida en general, este tipo de estrategia
bien puede utilizarse en lo cotidiano, en aquellas cosas que siempre estamos por realizar y
nunca podemos hacerlas, por los tiempos, los temores, las dudas, ir paso a paso superando
cada escalón, en los tiempos necesarios, es una forma de empezar a concretar nuestras metas.
PROPUESTAS PARA VIVENCIAR Y EXPERIMENTAR...
 Lectura de biografías resumidas.
Contar historias de personajes vivos o muertos de diferentes culturas y tiempos que tienen una
vida cargada de emoción y supieron marcarse metas superando dificultades.
 Marcándome metas.
En primer lugar, ponerme premios a las metas que voy a conseguir a corto (3 meses) o largo
plazo. Hay que seguir los siguientes pasos:
Poner en una lista todas las cosas que para mi son un premio.
Ver si son posibles o imposibles.
Clasificarlos de más asequible a menos asequible.
En segundo lugar, hacer un listado de metas a corto plazo. Hay que equilibrar las metas que son
de conseguir algo y de superación-mejorar algo. Seguir los siguientes pasos:
Asignar premios a las metas. Ver la complejidad de la realización de las metas y relacionar los
premios en función se su complejidad. A más dificultad más premio.
Ver si los premios dependen de otras personas. Intentar que nos sea así.
Si alguna de las metas es muy grande, a largo plazo dividirla en submetas.
Las submetas.
Dividir una meta a largo plazo en submetas. Trabajar primero con un ejemplo figurado. Un atleta
que quiere ir a las olimpiadas.
Después poner todas las estrategias posibles para conseguirlas y observar si dependen de mi o
no.
 Actividades agradables.
Hacemos un listado de actividades agradables que hemos realizado el mes pasado. Pueden ser
hechas personalmente o hechas con otras personas, que la actividad ha dependido de otras
personas. Después agrupamos las actividades entre las que dependen de mi y las que
dependen de los otros.
Si nos damos cuenta que hay meses que no tenemos actividades agradables, tenemos que
tener cuidado por el desequilibrio psicofísico que estos supone.
OPTIMISMO
Habilidad para controlar los pensamientos negativos y desarrollar pensamientos
positivos.
Nuestra naturaleza nos impulsa a la esperanza y a albergar ilusiones: el optimismo es algo
constitutivo de la vida y por lo tanto es posible aprenderlo. Lo definen como la tendencia a
esperar que el futuro depare resultados favorables. Lo consideran como una dimensión de la
personalidad relativamente estable. Está determinado, en parte, por la herencia y, en parte, por
experiencias tempranas, pero es posible en etapas maduras, aprender a ver las cosas de otra
manera.
Un optimismo inteligente es una forma realista de ver las cosas ya que la vida tiene múltiples
significados que cada cual va construyendo a lo largo de su existencia y colectivamente a lo
largo de la historia.
El optimismo está asociado con la esperanza, y la esperanza incrementa las posibilidades de
éxito a la hora de desempeñar cualquier tarea difícil. La desesperación puede conducir a la
depresión, con su componente de falta de energía y motivación.
El mundo en el que viven pesimistas y optimistas es el mismo, no existe un paraíso artificial para
los optimistas. No podemos cambiar las circunstancias pero lo que si podemos cambiar es
nuestra actitud: si pensamos que el mundo es un desastre, encontraremos innumerables
evidencias que apoyan esta idea, y que seguramente justificarán nuestra actitud de
desesperación y pesimismo.
Una persona emocionalmente inteligente busca lo bueno que hay en el mundo, en la comunidad
y en su lugar de trabajo (y encuentra mucho). Es simplemente una cuestión de cambiar nuestra
perspectiva y utilizar más espacio en nuestro cerebro pensante y de nuestro cerebro emocional
para aferrarnos a lo positivo.
Entre los factores que ayudan a ser optimista están:
1. Ponerse metas alcanzables y con sentido.
2. Abrirse al exterior y olvidarse de uno mismo.
3. Reconocer y satisfacer nuestras necesidades biológicas.
4. Aceptar la propia realidad: la felicidad como amor propio.
5. Atreverse a ser valiente.
6. Educar y perfeccionar la capacidad de goce.
7. Desarrollar el gusto por el juego.
8. Desarrollar el amor y la cordialidad.
PROPUESTAS PARA EXPERIMENTAR Y VIVENCIAR...
 El listado del entusiasmo.
Hacer un listado con las características que más valoras en las personas entusiastas. Una vez
hecho esto, ver cuales si estas características están presentes en nosotros.
 Metro del optimismo.
Nos ponemos todos de pie en la sala. En el suelo hay tres franjas de porcentajes 0-50-100% nos
situamos en una fila en función de grado de optimismo medido en porcentaje que tenemos en
estos momentos en nuestra vida. Si coincidimos con algún compañero habrá que hablar con él
para moverse. El metro puede servir para medirnos en diferentes situaciones y circunstancias de
nuestra vida.
ESFUERZO Y PERSISTENCIA
Habilidad de insistir en la consecución de los objetivos a pesar de los obstáculos y
retrocesos que puedan presentarse.
Para obtener buenos rendimientos académicos hacen falta cuatro cosas: PODER, QUERER,
SABER Y DEDICAR TIEMPO.
Poder estudiar es tener las facultades intelectuales necesarias, como inteligencia, memoria y
atención. Saber estudiar es dominar las técnicas básicas del estudio: lectura comprensiva,
subrayado, esquema, cuadro sinóptico y repaso. Querer estudiar es estar motivado
personalmente para aprender nuevos conocimientos y estar dispuesto a superar las dificultades
que posiblemente se encontrarán en el estudio. Las motivaciones han de ser personales, es
decir, que nazcan del propio estudiante. Las presiones externas, ya sean de los padres, de los
profesores o de la sociedad suelen ser poco efectivas para mejorar el rendimiento. El último
requisito es dedicar el tiempo necesario para hacer los deberes, estudiar las lecciones, hacer los
problemas y demás ejercicios. El tiempo dedicado al estudio será mayor conforme se avanza en
los cursos.
De estos cuatro factores, el más importante es querer estudiar, es decir, tener motivaciones
positivas y estar decidido a poner el esfuerzo y el empeño necesario para conseguir los
objetivos.
En la vida cotidiana el ser humano trata de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados.
No entiende que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno lo que es un proceso
lento que requiere tiempo y esfuerzo constante.
Por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, con
frecuencia abandonan sus metas justo cuando están a punto de lograrlas. No entienden que uno
de los secretos del éxito es la persistencia al propósito. También lo es la paciencia, ya que en
muchas ocasiones estaremos frente a situaciones en las que parece que nada está sucediendo.
Y esto puede ser extremadamente frustrante.
Mientras no abandonemos nuestro desarrollo y nuestras metas por no ver los resultados que
esperamos, debemos recordar que algo siempre está sucediendo dentro de nuestro SER .
Estamos creciendo, madurando y preparándonos.
Quienes nos se dan por vencidos, van gradual e imperceptiblemente creando los hábitos y el
temple, extendiendo las raíces, que les permitirá sostener el éxito cuando este al fin se
materialice. El triunfo es un proceso que lleva tiempo y dedicación. Es un proceso que exige
aprender nuevos hábitos y nos obliga a descartar otros; un proceso que exige cambios, acción y
formidables dotes de paciencia.
ESTADO DE FLUJO
La teoría del FLUJO de Csikszentmihalyi (1999) indica que el bienestar estaría en la actividad
humana en si y no en la satisfacción o logro de la meta final. La actividad o el comportamiento,
es decir, lo que el individuo hace, produce un sentimiento especial de flujo.
La actividad que produce dicho sentimiento, es lo que se refiere al descubrimiento permanente y
constante que está haciendo el individuo de lo que significa “vivir”, donde va expresando su
propia singularidad y al mismo tiempo va reconociendo y experienciando -en diferentes grados
de conciencia- la complejidad del mundo en que vive.
Hay una fuerza que nos motiva, y es más primitiva y más poderosa que la tendencia a crear: la
fuerza de la entropía. Está también es un mecanismo de supervivencia construido en nuestros
genes por la evolución. Nos da placer cuando estamos cómodos, cuando estamos relajados,
cuando podemos sentirnos bien sin gastar energía. Sin este regulador interno podríamos
agotarnos fácilmente y no tener las suficientes reservas de fuerza, grasa corporal, o energía
nerviosa para enfrentar lo inesperado.
Cierta gente dedica muchas horas a la semana a sus labores sin ninguna recompensa de dinero
o fama. ¿Por qué continúan haciéndolo? Pues a este sentimiento de flujo, que es un estado de
conciencia que consume poco esfuerzo aunque está altamente enfocado e incluye esfuerzos
dolorosos, riesgosos, que presionan la capacidad de la persona, y también incluye un elemento
de novedad y descubrimiento.
En las entrevistas a personas que viven en estado de flujo mencionan elementos clave comunes:
 Hay metas claras en cada paso del camino.
 Hay un feedback inmediato a las propias acciones.
 Hay un equilibrio entre los desafíos y las habilidades.
 La acción y la conciencia están unidas.
 Las distracciones son excluidas de la conciencia
 No hay miedo al fracaso.
 La autoconciencia disminuye.
 Se distorsiona el sentido del tiempo
 La actividad se vuelve un fin en si misma.
PROPUESTAS PARA EXPERIMENTAR Y VIVENCIAR...
 Mi listado de actividades entusiastas.
Realizo un listado de aquellas actividades que me provocan o provocarían entusiasmo y flujo,
que me concentraría de tal manera que no mediría el tiempo.
 El diagrama de los desafíos y habilidades.
Poner ejemplos del aprendizaje escolar en cada una de las posibilidades del diagrama:
Activación-Ansiedad-Preocupación-Apatía-Relajación-Aburrimiento- Control-Flujo.
Analizamos algunos de los alumnos/as en función de este diagrama y entendemos algunos de
los comportamientos que pueden manifestar.
3.- Autocontrol: capacidad de controlar las emociones. Propuestas
para trabajar.
Para poder controlar nuestras emociones es muy positivo tomar conciencia de nuestros cambios
corporales que se producen al experimentar cada una de ellas. De esta manera seremos
conscientes de en qué momento detectamos señales de alarma que nos avisan de una posible
explosión emocional.
El autocontrol emocional es la capacidad que nos permite controlar a nosotros mismos nuestras
emociones y no que estas nos controlen a nosotros, quitándonos la posibilidad de elegir lo que
queremos sentir en cada momento de nuestra vida. Nosotros somos los hacedores o actores de
nuestra vida ya que de las pequeñas y grandes elecciones depende nuestra existencia; tenemos
la importante posibilidad de hacer feliz o no nuestra vida, a pesar de los acontecimientos
externos.
Igualmente para que tengamos una mejor salud debemos controlar nuestros pensamientos,
generar pensamientos positivos y disminuir significativamente los que generen sentimientos y
emociones negativas tales como rabia, miedo, ansiedad, etc. Se ha comprobado que nuestro
cerebro es capaz de realizar tareas increíbles y de larga duración; prácticamente es inagotable.
Lo que nos hace estar cansados son nuestras emociones asociadas a nuestros pensamientos,
frustración, envidia, posiciones defensivas y otras más.
Esta competencia emocional incluye el desarrollo de las siguientes habilidades:






Habilidad para detectar los síntomas de tensión y saber relajarse (Control del estrés)
Expresar de forma correcta opiniones y sentimientos sin ira ni pasividad (Manejo
adecuado de la ira y asertividad)
Habilidad para mantener vigiladas las emociones
perturbadoras como la preocupación y ansiedad.
Habilidad para controlar la tristeza
Habilidad para controlar los miedos y temores.
Flexibilidad en el manejo de las situaciones de
cambio (Adaptabilidad)
Estas tres primeras dimensiones de la inteligencia emocional dependen fuertemente de la propia
persona y están en consonancia con el propio yo. En cambio las dos capacidades siguientes se
refieren a la relación con las otras personas.
Estas tres primeras capacidades con el conjunto de habilidades tienen que estar bien asentadas
y practicadas para poder interiorizar las siguientes. Sin un autoconocimiento y autoestima fuertes
es difícil relacionarse positivamente y sanamente con otras personas, ponerse en su lugar y
ayudarlas si fuese necesario. Si no me valoro y no controlo mis estallidos emocionales es fácil
que mis relaciones no sean satisfactorias y estén llenas de conflictos sin resolver.
CONTROL DEL ESTRÉS
Habilidad para detectar los síntomas de tensión y saber relajarse.
Otro factor fundamental en la relación existente entre las emociones y el sistema inmunológico
está ligado a las hormonas liberadas en situación de estrés. Se ha comprobado que el estrés
disminuye la resistencia inmunológica, al menos de forma provisional, tal vez como una
estrategia de conservación de la energía necesaria para hacer frente a una situación que parece
amenazadora para la supervivencia del individuo.
Un estudio realizado por científicos japoneses ha revelado en fechas recientes que el estrés
psicológico puede dañar incluso el ADN. Técnicamente hablando, una reacción de estrés es una
respuesta física y mental ante una situación adversa que moviliza los recursos de urgencia del
cuerpo, el mecanismo de “lucha o huida”, que inunda el cuerpo con hormonas que le incitan a
enfrentarse al peligro. Desgraciadamente, la vida moderna desencadena constantemente este
tipo de respuesta cuando no podemos ni luchar ni huir, lo que conduce a un aumento crónico de
la presión sanguínea, de la tensión muscular, la irritabilidad, la angustia y la depresión, haciendo
que descienda la eficacia del sistema inmunitario.
Cuando nos hallamos ante una serie de acontecimientos que provocan estrés, mantenemos un
alto nivel de excitación sin descanso, lo que hace que podamos llegar al agotamiento, o que
respondamos ante cualquier pequeño estímulo con una reacción exagerada.
El estrés puede acortar la vida. Lo que llamamos envejecimiento no es más que la suma total de
la cicatrices que deja el estrés en nuestros cuerpos. Pero el estrés no es necesariamente malo,
depende de varias cosas. Por ejemplo, un triunfador olímpico en su momento de gloria y un
director de orquesta actuando con suprema perfección sufren un estrés agradable.
Algunos síntomas del estrés son:
 Reflejos nerviosos: morderse las uñas y los labios, mesarse los cabellos...
 Cambios de humor: ansiedad, depresión, desánimos, hostilidad....
 Cambios de comportamiento: modificación de las horas de sueño, agresión...
 Enfermedades relacionadas: asma, dolores de espalda, jaquecas, migrañas...
Algunos factores que generan estrés:
 Los cambios: actitudes inflexibles, apego a valores rígidos, la rutina...
 El rendimiento: por el éxito conseguido gracias al rendimiento físico u mental...
 La angustia y el miedo: por acumulación de emociones desagradables...
 El aburrimiento: el paro, la jubilación, falta de estímulos e interés en el trabajo...
 La aflicción: fallecimiento de seres queridos, divorcios, pérdidas emocionales...
PROPUESTAS PARA VIVENCIAR Y EXPERIMENTAR....
 Técnicas para lograr el autocontrol emocional.
Algunas de estas técnicas son: Relajación y respiración-Reestructuración cognitiva-RefuerzoDetención del pensamiento-Entrenamiento asertivo- Técnicas de afrontamiento.-Visualización.
Contar hasta diez.
Es el primer recurso para controlar la manifestación de cualquier impulso emocional. Se activa el
neocortex y así la atención se desvía activando el plano mental.
 Yo y mi testigo.
Si siento ira, angustia, fracaso, puedo controlar mejor estas emociones si dedico un tiempo a
dialogar conmigo mismo/a. Primero pongo etiqueta al sentimiento o emoción, con lo cual ya me
distancio de la emoción. Ahora dialogo con mi testigo. Esta autoobservación calma por sí. La
conciencia de sí mismo que acompaña a la inteligencia emocional le permite controlar las
emociones “negativas” de manera más efectiva y mantener actitudes más alegres.
 El paisaje emocional.
Es muy importante conocer lo que en mi desencadenan diversas emociones, cuando se
desencadenan, qué es lo que me ayuda a salir de una emoción que no me resulta positiva,
cuales son mis indicadores emocionales externos y observables (me ruborizo, me tiembla el
labio, frunzo el ceño, me brillan los ojos, respiro sonoramente...etc.)
 Cambio de marco cognitivo.
Consiste en considerar los aspectos positivos de una pérdida, en lugar de los negativos
solamente. Es adecuado en caso de pérdida o cambio de trabajo, pérdida de un ser querido,
fracaso económico, cambio de lugar de residencia no elegido...Pensar en qué beneficios obtengo
de la nueva situación, qué posibilidades nuevas se presentan ante mí, qué nuevas cosas voy a
poder realizar, etc.
Este ejercicio permite que unas emociones perturbadoras queden tamizadas y aparezcan otras
en su lugar más positivas.
 Escala para evaluar mi estrés.
Pensamos en un periodo de un año y respondemos a la escala de Holmes-Rahe.
Si mi puntuación es menor a 150 puntos, no hay riesgo de estrés en ese año.
Si mi puntuación es mayor de 300, se encendió la alarma.
Si mi puntuación es mayor de 500. Vete al médico, el cuerpo seguro que te está pasando factura
y estás somatizando o teniendo trastornos varios.
Si nos damos cuenta que nuestro estrés es alto, la única solución verdadera es soltar lastre y
peso.
MANEJO ADECUADO DE LA IRA Y LA INHIBICIÓN
Expresar de forma correcta opiniones y sentimientos sin ira ni pasividad
Nos enfadamos cuando consideramos que otra persona “atenta” contra nosotros, nos perjudica,
no respeta lo que decimos o hacemos, nos pone en ridículo delante de otras personas,
menosprecia nuestra manera de ser o actuar, nos sentimos injustamente tratados, ante
frustraciones, etc...
La ira es la emoción potencialmente más peligrosa ya que su propósito fundamental es destruir.
El ataque verbal o físico es la respuesta impulsiva inmediata e irrefrenable.
También existe un tipo de ira “hacia dentro”, consiste en al supresión de la emoción hacia
alguien para transformarla en irritación hacia o con uno mismo.
Cuando estamos enfadados nuestra capacidad para pensar se ve muy limitada, no funciona bien
nuestra mente y el cuerpo se altera a muchos niveles.
Como toda emoción tiene una función, en este caso preparar al cuerpo para el esfuerzo
necesario para vencer el obstáculo que se ha presentado. El problema con esta emoción puede
surgir de diferentes formas:
En forma de conducta violenta, cuando vemos que nuestros objetivos no los podemos conseguir
por otros medios. Esto demuestra nuestro déficit de habilidades.
Cuando hemos aguantado demasiado y saltamos por algo sin importancia. En realidad
reaccionamos a todo lo que nos ha pasado anteriormente. Nuestra reacción es desmesurada y al
percibirlo así nos reprimimos y entramos en un círculo vicioso. Para salir de él hay que
reaccionar de forma inmediata a los problemas y frustraciones.
Otro problema puede surgir cuando nosotros interpretamos que existe un ataque y una dificultad
que no es vista de la misma forma por los demás. Ocurre cuando reaccionamos ante las
intenciones de los demás en lugar de reaccionar ante los hechos explícitos.
Cualquier cosa inexpresada que quiere se expresada puede hacerles sentirse incómodos. Una
de las experiencias inexpresadas más corrientes es el RESENTIMIENTO. Esta es la situación
emocional inconclusa por excelencia. Si tenemos resentimientos hacia personas, no podemos
avanzar ni liberarnos, expresar nuestro enojo, cambiar el mundo para obtener satisfacción, ni
podemos aflojar ni olvidar el asunto que nos molesta. El resentimiento es el equivalente
psicológico de la mordedura perseverante (la mandíbula apretada). La mordedura perseverante
ni puede soltar, ni morder a través y masticar, ni cualquier acción que fuera requerida. En el
resentimiento, uno no puede ni siquiera aflojar y olvidar, permitiendo que tal persona o episodio
retroceda hacia el fondo, ni se puede, tampoco, acometer esto activamente.
La expresión del resentimiento es uno de los modos más importantes para ayudarles a hacer la
vida un poco más fácil.
Hay una ventaja en expresar el resentimiento. Detrás de todo resentimiento hay exigencias. La
exigencia es la única forma de comunicación.
Si tienen alguna dificultad en comunicarse con alguna persona, busquen los resentimientos. Son
posiblemente las peores situaciones inacabadas. No se puede ni soltar ni seguir adelante. El
resentimiento es una emoción de importancia central. Es la expresión más importante de un
estar atascado en el crecimiento, en las emociones.
Cosas que ayudan para controlar la ira:
 La autoobservación: ser capaces de descubrir los “detonadores”.
 Reinterpretar las situaciones: hacer comprender la situación desde otro punto de vista.
 Aprender a relajarnos y mantener la calma: respirar, hacer ejercicio, distraerse.
 Autoafirmación asertiva: aprender a exponer lo que nos pasa y a defendernos de forma
controlada.
 Aprender frases y gestos para poner límites a los demás.
 Aprender a detectar las necesidades ocultas tras un enfado o una agresión.
PROPUESTAS PARA EXPERIMENTAR Y VIVENCIAR....
 Ejercicio para expresar nuestros resentimientos.
En primer lugar, recuerda una persona cercana (padre, novio, marido, amigo, compañero de
trabajo, alumno/a...). Llámala por su nombre y decid: “Clara, estoy resentido contigo”. Trata de
que la persona te escuche tal como si estuviera delante y hubiera comunicación verdadera y
sintieras lo que la dices. Intenta hablarle a la persona y pide que la persona os escuche
atentamente. Expresa tu resentimiento directamente a la cara de la persona.
Después de expresar esto habla con la persona y exprésale directamente las exigencias que hay
detrás de tus resentimientos. Saca las exigencias al descubierto y formúlalas en forma de
imperativo, de orden. Por ejemplo, “cállate”, “Vete a freír espárragos”, “Haz esto”...
Una vez hecho esto vuelve a los resentimientos que expresaste, borra la palabra resentimiento y
di la palabra aprecio. Aprecia lo que antes rechazaste. Ahora sigue y dile a esta persona lo que
aprecias de ella.
 Maneras para expresar la ira.
Dar puñetazos a un cojín, rasgar periódicos, arrugar papeles, patear una almohada, correr
alrededor de una manzana, golpear una cama con una raqueta de tenis, gritar bajo la ducha,
escribir en un papel todas las obscenidades que se te ocurran, escribir sobre la ira, dibujar los
sentimientos de ira, disparar con un dardo y decir palabras o expresiones.
 La pizarra rabiosa.
Decir todas las palabras o frases que usamos cuando estamos rabiosos o que pensamos pero
no las decimos. Las escribimos en la pizarra sin censurar ninguna de ellas. Analizamos si son
palabras de golpear, ataque o de sentimientos...)
 Reevaluación cognitiva.
La persona puede que nos hay hecho sentir mal o nos ha hecho una crítica desde el cariño, la
broma sana y no desde el ataque despiadado.
 Orientar la energía de la ira hacia acciones productivas.
Se trata de no hacer solamente una descarga emocional que nos quita la razón delante de los
demás y nos aleja de nuestros objetivos y además nos deja mal. Hay que dirigir la ira hacia el
objetivo que pretendemos.
 Ayuda cambiar la frase: “Estoy enfadado” por “me gustaría que...”
Conductas alternativas.
1. Manejo de los pensamientos irracionales.
2. Manejo emocional. Identificar indicios de tensión que avisen de que la ira está cerca para
poder reaccionar cuando todavía es posible: sudor de manos, puños cerrados, latidos de
corazón, tasa respiratoria, incomodidad. Y relajación para dejar la agresividad en su justo
término.
LA PREOCUPACIÓN Y LA ANSIEDAD.
Habilidad para mantener vigiladas las emociones perturbadoras como la preocupación y
ansiedad.
Pasamos mucho tiempo de nuestra vida preocupándonos por mucho más de lo que realmente
acontece y , sin duda alguna la preocupación, que es una estado de indecisión e incertidumbre,
es una emoción profundamente perniciosa, es el núcleo fundamental de la ansiedad.
Preocuparse es absolutamente normal, pero hacerlo indefinidamente sin tomar ninguna decisión
produce efectos negativos. Así cuando acontece un problema la regla de oro es: Si hay algo o
mucho que se pueda hacer, se hace; si nada se puede hacer hay que mirar adelante. Para ello
hay que sentarse ante lo que nos preocupa y preguntarnos ¿qué se puede hacer?
Vivamos el presente, cada instante, el pasado, pasado está y el futuro está por venir. Y es que a
fuerza de tanto preocuparse no queda tiempo para disfrutar, para mirar alrededor, para pasear
sin prisa y para examinar las propias necesidades y no las que la sociedad impone.
La ANSIEDAD se puede presentar en cualquier momento y durar minutos, horas o días. A
menudo la provoca un recuerdo o la suposición y temor ante un peligro que puede acontecer en
un futuro.
Cuanto antes detectemos los cambios físicos que acarrea mucho mejor:
 Aumento del ritmo cardiaco y/o respiratorio
 Inquietud, nerviosismo, impaciencia.
 Propensión a cansarse fácilmente.
 Irritabilidad
 Dificultad de concentración
 Insomnio
 Sensación de despertarse cansado
 Sudoración
 Problemas gastrointestinales, sequedad de boca.
 Mareos, temblores, imposibilidad de relajarse
 Dolores de cabeza o musculares sin justificación
La presencia de varios de estos síntomas podría indicar la manifestación de un trastorno de
ansiedad. Para controlar estos trastornos lo más importante es afrontar los pensamientos
perturbadores o intrusos, que son los que desencadenan el ciclo de la preocupación y de la
ansiedad.
EJERCICIOS PARA EXPERIMENTAR Y VIVENCIAR...

Tiempo para preocuparse.
Podemos asignar un momento determinado del día para ocuparnos de todas las
preocupaciones, unos 30' aproximadamente. Siempre que se te presente una preocupación
limítate a decir: “Bueno, ya me ocuparé de ello en mi rato de preocupaciones”. Esto otorga un
alto grado de control.
 Quitándome de encima la ansiedad.
Cuanto te sientas inquieto, nervioso o preocupado por alguna razón, puedes realizar el siguiente
ejercicio:
Toma papel y lápiz y describe el problema que te preocupa lo más ampliamente posible.
Lee lo que has escrito y tacha todas las frases que tiendan a explicar mejor el problema.
Normalmente comienzan con las palabras: además, entonces, seguramente, siempre, pero,
nunca...
Tacha todas las frases relacionadas con recuerdos. Suelen empezar con las palabras: antes,
hace tiempo...
Una vez hecho esto, tendrás más claramente centrado el motivo de tu preocupación.
Escribe entonces lo que le dirías a una amiga si le contaras ese problema.
 El cuestionario de la ansiedad.
Una vez contestado el cuestionario intenta reflexionar cuales son las situaciones que más te
preocupan seleccionando dos de ellas en las que consideres prioritario realizar ciertos cambios.
Una vez hayas realizado una lista de las posibles actuaciones, selecciona las que consideres
más útiles y factibles para ponerlas en práctica. Durante un mes tome nota de los cambios que
se van produciendo para poder evaluar su efectividad y determinar si debes modificar tus
tácticas.
 Reestructuración cognitiva.
Lanzamos una serie de pensamientos irracionales que tenemos que controlar, debatimos y cada
uno se identifica con dos de los que más predomine en el.
Para ser feliz necesito tener éxito en todo lo que me proponga.
Para ser feliz debo obtener la aceptación y la aprobación de la gente que me rodea.
Si cometo un error soy una persona inepta.
No puedo vivir sin ti.
Si alguien se muestra en desacuerdo conmigo significa que no le gusto.
Mi valía personal depende de lo que otros piensen de mi
Quien da amor, recibe amor.
Finalmente podemos responder a esta pregunta: ¿Cómo podemos no depender de la gente para
que nos apruebe y valore?
 Maneras de quitarse la preocupación de encima.
Desconectar, relativizar, acción-distracción-desvío de atención (realización de hobbies)
 Pasos para quitarse la ansiedad.
Apuntar las situaciones de exceso de preocupación y cómo se manifiesta físicamente en mí la
ansiedad. Para salir utilizar:
Técnicas de relajación y respiración
Visualizaciones. Nuestro cerebro no distingue entre realidad e imagen.
Pillar los pensamientos perturbadores y sacarlos fuera de casa. Cambiarlos por frases que
neutralicen estos pensamientos.
Analizar lo que puedo solucionar fácilmente y lo que tengo difícil.
LA TRISTEZA Y LA DEPRESIÓN
Habilidad para controlar la tristeza y la depresión
La tristeza nace por un sentimiento de pérdida de algo que considerábamos bueno, familiar,
fuente de satisfacción. Pero el grado de intensidad en que se vive la pérdida depende en gran
medida de cada rasgo de la personalidad o del carácter individual.
Conviene diferenciar entre un estado de tristeza de un estado depresivo. La depresión es una
falta de energía psíquica y para tratarla hay que tener en cuenta cómo obtiene esa energía la
persona en su vida cotidiana: grado de satisfacción o felicidad que extrae de la vida, cómo es su
guión de vida, su grado de optimismo, planes de futuro, forma de ver el mundo, su forma de
pensar y el grado de autorrealización de sus valores, además de los aspectos puramente físicos.
La tristeza dibuja en el cuerpo un mapa de señales que son reflejo de lo que ocurre en la mente:
 Postura corporal abatida: hombros caídos.
 Silencio o poca locuacidad
 Mirada perdida, ojos bajos y cansados
 Comisura de los labios hacia abajo
 Alteraciones en el ánimo: pesimismo, autodesvalorización, sentimientos de culpabilidad.
 Inhibición motriz, sensación de cansancio, tanto físico como mental.
 Apatía física e intelectual, falta de interés por realizar actividades gratificantes.
LOS MIEDOS Y TEMORES
Habilidad para controlar los miedos y temores.
El miedo es una reacción ante situaciones amenazadoras o que causan inseguridad, en las que
el sujeto percibe que pierde el control sobre lo que puede ocurrir. Se produce una mayor
secreción de adrenalina y se desencadena una reacción de estrés.
Es necesario diferenciar entre miedos racionales e irracionales, referidos estos últimos a
supuestos peligros imaginarios.
Existen dos formas básicas de afrontar el miedo: huida o evitación. Si esto no es posible el
miedo motiva afrontar el peligro.
El niño puede aprender a ver el mundo como un lugar peligroso o seguro, depende del mensaje
de los adultos que le rodean, y esta actitud va a condicionar su percepción de la realidad.
PROPUESTAS PARA VIVENCIAR Y EXPERIMENTAR...

Hablar sobre las cosas que les dan miedo y pintar sus miedos

Ponerles gradualmente en contacto con lo que les da miedo.

Explicaciones verbales y demostraciones prácticas cuando el objeto o la situación
temida no son peligrosos.

Representación con marionetas y lectura de cuentos.

Reconocer con el mayor detalle el objeto o situación que provoca miedo.

Nunca reírse o ridiculizar los miedos infantiles.

Visualización quita miedos y rabias.

Cierro los ojos y me imagino a la persona que me genera miedo o enfado. Le visto de
sevillana, le voy cambiando de vestidos graciosos, de color, tamaño, le ridiculizo y me
río. Vas aplaudiendo para cambiar de color, olor, meter más personas en la
escena...Dejas libre la imaginación.
4.- Empatía: Capacidad para reconocer las emociones ajenas.
Propuestas para trabajar.
Significa entender lo que otras personas sienten; saber ponerse en su lugar, incluso con las
personas a las cuales no consideramos simpáticas. Supone poder sintonizar con las señales
sociales sutiles que indican lo que los demás quieren o necesitan.
Es la capacidad para estar consciente de, reconocer, comprender y apreciar los sentimientos de
los demás. De leer emocionalmente a las personas. Es la capacidad de hacer valoraciones de
los estados de ánimo y de las intenciones de las demás personas.
Existen dos componentes para la empatía: una reacción emocional, que se desarrolla en los
primeros seis años de vida, y una reacción cognoscitiva, que determina el grado en que los niños
de más edad son capaces de percibir el punto de vista o la perspectiva del otro.
Una persona empática puede ser descrito como una persona habilidosa en leer las situaciones
mientras tienen lugar, ajustándose a las mismas conforme éstas lo requieran. Es alguien que
cuenta con una buena habilidad de escucha, diestra en leer pistas no verbales, sabe cuando
hablar y cuando no, todo lo cual le facilita el camino para influenciar y regular de manera
constructiva las emociones de los demás, beneficiando sus relaciones interpersonales.
Es precisamente sobre la base del autocontrol y de la empatía, sobre la que se desarrollan las
“habilidades interpersonales”. Estas son las aptitudes sociales que garantizan la eficacia en el
trato con los demás y cuya falta conduce a la ineptitud social o al fracaso interpersonal reiterado.
Esta competencia emocional incluye el desarrollo de las siguientes habilidades:
 Saber lo que sienten los demás
 Comprender la comunicación no verbal.
 Habilidad de la escucha activa
 Reconocer los logros de los demás
 Comprender las motivaciones de los otros.
SABER LO QUE SIENTEN LOS DEMÁS
El proceder con empatía no significa estar de acuerdo con el otro. No implica dejar de lado las
propias convicciones y asumir como propias la del otro. Es más, se puede estar en completo
desacuerdo con alguien, sin por ello dejar de ser empáticos y respetar su posición, aceptando
como legítimas sus propias motivaciones.
Es importante hacer una distinción entre la empatía y la SIMPATÍA. La simpatía es un proceso
que nos permite sentir los mismos estados emocionales que sienten los demás, los
comprendamos o no.
Sin embargo, la simpatía es un proceso emocional puramente emocional, que tiene con la
empatía la misma relación que puede tener un cuadro pre-hecho con la obra de un artista. En el
primero, podemos llenar los espacios correctos con los colores adecuados o las emociones
adecuadas, y obtener una copia aceptable del original, sin necesidad de entender claramente
qué significa el cuadro.
La empatía es algo diferente: involucra nuestras propias emociones, y por eso entendemos
cabalmente los sentimientos de los demás, porque los sentimos en nuestros corazones además
de comprenderlos con nuestras mentes. Pero además, y fundamentalmente, la empatía incluye
la comprensión de las perspectivas, pensamientos, deseos y creencias ajenos.
¿Cómo meternos en el pellejo de otra persona?:
Observando como se siente la persona y escuchando lo que dice: Es con el cuerpo, la cara, los
gestos y no tanto con las palabras, como se transmiten los sentimientos. Obsérvalos con mucho
cuidado ya atención, si deseas identificar el sentimiento que te está transmitiendo la persona.
Con los gestos y con el cuerpo: Adoptando comportamientos no verbales semejantes a los del
interlocutor. Manteniendo contacto visual y adoptando una expresión facial apropiada a los
sentimientos que transmite la persona.
Con las palabras: Pronunciando una expresión de reflejo o empatía (Me hago cargo, te estoy
escuchando y te noto..., puedo entender que te sientas así...)
PROPUESTAS PARA VIVENCIAR Y EXPERIMENTAR...
 Empatiza con la antipatía
Busca una persona que te caiga antipática, y trata de ponerte en su cabeza y describir que
puede estar pensando y sintiendo. Aplícate el refrán: “No juzgues a nadie hasta que hayas
andado 1000 millas en sus zapatos”.
 La comunicación no-verbal.
Practicar la escucha de los rasgos no verbales a través de películas sin voz, cómics sin
bocadillo, fotos, etc.
Buscar personas que no conocemos de nada y nos ponemos en su cabeza y en su corazón
Tomar conciencia de cómo sería mi vida si fuese del sexo contrario.
Ver voluntariamente un programa de T.V. que nunca verías. Para salirnos de nuestra zona de
conocimiento sabido y buscar razones de por qué hay personas que ven ese programa.
 Personajes contrarios.
Cogemos personajes contrarios de películas o cuentos, que tengan mucha carga de
personalidad y tratamos de meternos en sus ideas y creencias, en su forma de sentir la vida. Y
vamos haciendo una lista de razones de su manera de comportarse en la película.

Situaciones extremas.
Nos situamos en un país extremadamente pobre como Etiopía, y como ellos nosotros también
somos de Etiopía. Y respondemos a esta pregunta: ¿Que harías para salir de la pobreza
extrema.
Un cirujano de un famoso hospital tiene que realizar un trasplante de corazón. Hay un sólo
corazón y siete pacientes. Decide quién lo tiene que recibir.
¿Qué pasaría si los hombres fuesen mujeres y las mujeres hombres, y los puestos de poder los
tuviesen las mujeres?
El castillo del reino. Eres el guardián de la puerta de entrada al castillo del reino. Tú decides a
quién bajas el puente levadizo de la puerta. Si dejas pasar a un enemigo tienes el peligro de ser
exiliado o decapitado.
LA ESCUCHA ACTIVA
Habilidad de la escucha activa
La habilidad de escuchar bien, esto es, escuchar con comprensión y cuidado es uno de los
componentes más preciados y difíciles de encontrar. Por medio de esta habilidad nos hacemos
conscientes de lo que la otra persona está diciendo y de lo que está intentando comunicarnos. A
través de ella “damos información” a nuestro interlocutor de que estamos recibiendo lo que nos
dice.
Implica estar psicológicamente disponibles y atentos a los mensajes de nuestro interlocutor.
Pues muchas personas parece que escuchan pero en realidad están distraídas y van unos pasos
por delante de ti. Están ocupadas con lo que van a decirte y les han pasado desapercibidas
muchas cosas importantes: el estado emocional en que te encontrabas o el deseo y la
impaciencia que mostrabas por transmitir aquello que estabas diciendo.
Más importante que saber escuchar es saber cuándo hay que escuchar porque escuchar
indiscriminadamente puede tener serios inconvenientes. Si una persona “habla por los codos” y
deseamos que hable menos no estaría indicado escucharla sistemáticamente. Si una persona se
“queja hasta lo indecible” y nosotros deseamos reducir su comportamiento tampoco sería
indicado escuchar sus quejas de modo sistemático. Escuchar tiene efectos recompensantes
para quien nos habla y podemos inadvertidamente fomentar algunos comportamientos que
deseamos reducir en nuestro interlocutor.
¿Cómo se pone en práctica esta habilidad?:
 Con disposición psicológica: Haciendo del mundo una tabla rasa mientras estamos
escuchando, lo único que existe es la persona que tenemos delante. Pensando que
podremos conducirnos mejor cuanta más información tengamos.
 Observando a nuestro interlocutor: Identificando el contenido de sus expresiones
verbales, de sus sentimientos, el momento en que la persona desea que hablemos y
terminemos con nuestro papel de escuchar.
 Con gestos y con el cuerpo: Asumiendo una postura activa, manteniendo contacto
visual, adoptando expresión facial de atención, adoptando incentivos no verbales para el
que habla (Mover la cabeza, etc.), usando un tono y volumen de voz adecuados.
 Con palabras: Adoptando incentivos verbales para el que habla (ya veo, aja, etc.),
parafraseando o utilizando expresiones de resumen (Si no te he entendido mal...)
 Evitando hacer algunas cosa mientras escuchamos: No interrumpir al que habla, no
juzgar, no ofrecer soluciones prematuras, no rechazar lo que otra persona está sintiendo
(No te preocupes, calma, etc.), no contar tu historia mientras la otra persona necesite
hablarte, no contraargumentar (Cuando la otra persona te dice “me siento mal” y
respondes “yo también”), evitar el síndrome del experto (cuando alguien te plantea un
problema, tú ya tienes las respuestas, antes incluso de que esa persona está a la mitad
de su exposición)

Los alimentos
Por parejas. A cada persona se le da un alimento. Tiene que preparar durante unos minutos la
defensa de ese alimento frente al alimento que tiene su pareja. La otra persona escucha primero
y después prepara el ataque. Posteriormente entran en un diálogo.
Los alimentos pueden ser: Café, lentejas, agua, plátano, huevo, vino, pimientos, garbanzos,
espárragos, etc.
Cuando se hacen los diálogos el resto del grupo observa. Posteriormente devuelve a cada pareja
que estrategias asertivas han utilizado, cómo han visto a cada persona en el diálogo.
Observaremos sobretodo: sentido del humor, argumentos, objetivos, comunicación no-verbal,
expresión de sentimientos.
5.- Habilidades sociales: Capacidad de relación con otras
personas Propuestas.
Implica dirigirse a las personas, sabiendo relacionarse con ellas y hacer algo en común, en
resumen, entenderse con los demás. Relacionarnos adecuadamente con las emociones ajenas
supone habilidades que están presentes necesariamente en la popularidad, el liderazgo y la
eficacia interpersonal.
Una vida plena y exitosa se construye gradualmente a partir de una serie de interacciones
cotidianas con otros seres humanos, en las que algunos intercambios son vitales y otros triviales;
sin embargo, ninguno deja de tener consecuencias. De hecho, el índice del éxito profesional y
personal estará determinado, casi infaliblemente, por la más o menos eficaz en que maneje
dichas interacciones.
Esta competencia emocional incluye el desarrollo de las siguientes habilidades:





Comunicación asertiva
Normas de interacción social
Resolver conflictos de forma positiva
Influir y despertar confianza
Sentido del humor.
LA ASERCIÓN
La habilidad de comunicarse asertivamente.
Se entiende por aserción la acción y efecto de afirmar. Cuando se aplica a un estilo de
comunicación, entendemos por tal, la acción y efecto de afirmarse como persona en el proceso
de comunicación.
Afirmarse uno mismo significa defender los propios derechos sin violentar los derechos de los
demás. Ello implica expresar nuestros intereses preferencias, necesidades, opiniones y
sentimientos. Los psicólogos denominan a estor ser “asertivo”, como opuesto a “no ser asertivo”
(débil, pasivo, sumiso, abnegado) o agresivo (egoísta, desconsiderado, hostil, arrogante).
El estilo con que nos comunicamos es la carta de presentación para nuestros interlocutores.
Podemos impresionar inseguridad, altanería o agresividad, o podemos demostrar sinceridad,
honestidad y firmeza. Según sea la imagen que demos a través de nuestra carta de presentación
así va a reaccionar nuestro interlocutor.
Lo que da significación a cuando escuchamos, revelamos información, mostramos empatía,
hacemos crítica o una confrontación, recibimos una crítica, hacemos preguntas, mostramos
acuerdo, o confortamos, es cómo lo hacemos.
Si el estilo con que nos comunicamos es importante en cualquier relación y comunicación
interpersonal, lo es más aún en la tarea educativa y de consejo por cuanto el modo y estilo de
comunicación puede ser decisivo para desarrollar escenarios efectivos para la socialización y
desarrollo de las personas. Si la relación de ayuda que comporta la tarea educativa acontece en
escenarios a menudo conflictivos o difíciles tanto más importante aún es el estilo de
comunicación que utilicemos para afrontarlos.
Nuestro estilo de comunicación tiene impacto en el comportamiento de los otros. Si somos
amables, no causamos problemas, consentimos y somos pasivos ante comportamientos
dominantes que avasallan nuestros derechos estamos incentivando estos comportamientos. Si
nos mostramos agresivos y dominantes también es posible que surjan conflictos con facilidad.
Por el contrario, si nos mostramos firmes y ponemos límites con un estilo asertivo a estos
comportamientos, es probable que se ponga fin a los mismos al mismo tiempo que no nos
defraudaremos a nosotros mismos. Con el estilo asertivo de comunicación se tiene mayor
probabilidad de conseguir aquello que se desea.
El estilo asertivo es un antídoto para el miedo, la timidez, la pasividad e incluso la rabia y la
agresividad. Incluso en las situaciones en las que no alcanzamos los resultados que deseamos,
el estilo asertivo nos permite sentirnos satisfechos por decir o hacer aquello que uno deseaba
decir o hacer. No obstante, el estilo asertivo nos permite, incluso, cambiar de objetivo y decidir
no afrontar una determinada situación si se anticipa que no merece la pena.
ESTILO INHIBIDO
ESTILO AGRESIVO
Comportamiento verbal
Vacilante: Quizás, supongo que,
ejem, bueno...quizás...tal vez, no
si yo...quizás...bueno en realidad
no es importante, no... no te
molestes...
Comportamiento verbal
Comportamiento verbal
+ Impositivo: tienes que..., no te + Firme y directo: Deseo, opino
tolero, no te consiento.
que, me estoy sintiendo...,¿qué
piensas?, ¿qué opinas acerca
Comportamiento no verbal
de...?¿qué podemos hacer
+ Postura erecta del cuerpo y para...?
hombros hacia atrás
+
Movimiento
y
gestos Comportamiento no verbal
amenazantes
+ Expresión social franca y
+ Posición de cabeza hacia atrás abierta del cuerpo
+ Mirada fija
+ Postura relajada.
+ Voz alta. Habla fluida y rápida. + Ausencia de tensión muscular
+ Movimiento del cuerpo + Movimientos fáciles y
tendente a invadir el espacio del pausados
otro.
+ Cabeza alta y contacto visual
Comportamiento no verbal
+ Postura cerrada y hundida del
cuerpo y hombros hacia atrás.
+ Movimientos forzados, rígidos
e inquietos. Se retuerce las
manos.
+ Posición de cabeza a menudo
hacia abajo
ESTILO ASERTIVO
+ Ausencia de contacto visual,
miradas bajas.
+ Voz baja, tono de voz
vacilante.
+ Movimiento del cuerpo
tendente a alejarse de los otros.
Puede evitar totalmente el
espacio del otro.
Otras características
+ Deja violar sus derechos
+ Baja autoestima
+ Pierde oportunidades
+ Permite a los demás elegir por
él.
+ Se siente sin control
Otras características
+ Viola los derechos
+ Baja autoestima
+ Pierde oportunidades. Se mete
en otras elecciones.
+ Se siente sin control.
+ Puede lograr algunos
objetivos, pero dañando las
relaciones.
+ Movimientos del cuerpo y
cabeza orientados hacia el otro.
+ Tono de voz firme.
+
Espacio
interpersonal
adecuado.
Otras características
+ Protege sus derechos y
respeta los de los demás.
+ Logra sus objetivos sin ofender
a los demás.
+ Se siente satisfecho/a consigo
mismo/a. Tiene confianza en sí
mismo.
+ Elige por sí mismo.
+ Permite a la otra persona
saber que se le comprende y
cómo te sientes.
+ Establece su posición o lo que
quiere con claridad
+ Ofrece una explicación cuando
es posible.
PROPUESTAS PARA EXPERIMENTAR Y VIVENCIAR...
¿Qué harías si te encontrases una mañana tu ropa tendida quemada?
 Aprender a decir NO
Hacer ejercicios de decir no a pequeñas cosas, a personas no cercanas
Por parejas uno hace de vendedor y otro de comprador. El comprador tiene que decir que no a lo
que le vendan y el vendedor convencer al comprador.
La SOLUCIÓN DE CONFLICTOS
Habilidad para resolver conflictos de forma positiva.
En nuestras relaciones nos tenemos que enfrentar de vez en cuando a situaciones críticas muy
especiales, aquellas que se configuran cuando las necesidades de los niños y jóvenes, sus
deseos y preocupaciones, las necesidades, deseos y preocupaciones de los adultos, convergen
en las relaciones interpersonales y se constata, a veces de forma brusca, que no son
coincidentes, que por el contrario son a menudo abiertamente opuestos e incluso resistentes a la
reconciliación, que son reacios a resolver los conflictos.
El conflicto es un componente más de la vida real, que desempeña un papel importante en la
educación del individuo y cuya existencia es preciso asumir y encarar.
Ante cualquier situación problemática o conflicto interpersonal lo primero que hay que hacer es
valorar a quién pertenece el problema: Si el problema me pertenece a mi yo tengo el problema.
Si el problema pertenece a otra persona el problema es suyo. Si el problema pertenece y afecta
a los dos es un problema de los dos.
Los requisitos previos para iniciar la resolución de conflictos son:
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Tratar a la otra persona con respeto (asertividad)
Escuchar a la otra persona hasta comprenderle correctamente (escucha activa)
Expresar los propios puntos de vista, necesidades y sentimientos (mensajes yo)
El proceso para la resolución de conflictos tiene los siguientes pasos:
Definir claramente el problema: hacerlo en términos de necesidades, no de soluciones.
Proponer soluciones alternativas: buscadas entre las dos partes y sin valoraciones.
Seleccionar las soluciones presentadas: ver si son válidas para cada uno y eliminar las
otras.
Tomar la solución adecuada: ambos habrán cedido sin renunciar a lo esencial
Planificar la solución acordada: ver la manera de llevarla a cabo con compromisos
concretos.
Aplicar la solución
Revisar la solución tomada: ver cómo funcionó la solución adoptada.
Algunas estrategias que no debemos utilizar en la solución de conflictos con los niños y jóvenes
con los que estamos:
 Ordenar, dirigir, mandar: Estos mensajes producen miedo, resentimiento y ocasionan
sentimientos hostiles y de agresividad.
 Advertir, amenazar: producen sentimientos de culpa, piensan que son malos
 Aconsejar, dar soluciones: reflejan superioridad, les crean dependencia.
 Juzgar, criticar, culpar: evaluaciones negativas deterioran su autoconcepto.
 Ridiculizar, poner apodos, uniformar: efecto devastador sobre la autoimagen.
 Interpretar, analizar, diagnosticar: anula el deseo de comunicarse.
 Alabar, estar de acuerdo: creen que les van a manipular, no se fían.
 Tranquilizar, compadecer: no se siente comprendidos
 Interrogar, averiguar: se sienten amenazados, falta de confianza.
 Entretener, distraer: si se dejan a un lado, los conflictos no se resuelven.
Para aprender a manejar de forma adecuada los conflictos, es preciso desenmascarar algunos
de los fallos más frecuentes:
 Rebelarse y pretender eliminarlos por completo, olvidando que el conflicto es un
ingrediente de la vida.
 Darle salidas extremas: por una parte la represión que lo cubre sin resolverlo, y lo
condena a transformarse en depresión, por la parte contraria tomar el camino de la
explosión que ofende, destruye y crea nuevos conflictos.
 Convertir los conflictos de cosas en conflictos de personas.
 Utilizar los mecanismos de defensa más comunes, negación, racionalización,
desplazamiento, que no resuelven los conflictos sino que los disfrazan.
 Actitudes dogmáticas y rígidas, que cierran la mente y anulan toda posibilidad de diálogo
 Posturas extremas de “todo o nada”, que suponen poca capacidad para negociar, en vez
de buscar puntos intermedios.
 La mala costumbre de etiquetar al otro, negando la flexibilidad y posibilidad de cambio
propio de la vida.
 El monólogo disfrazado de diálogo, cuando la persona se escucha más a sí misma que
al interlocutor (diálogo de sordos)
 La confusión de la discusión con la polémica: discutir es expresar para aclarar, polemizar
es luchar para ver quién gana.
 La tendencia a dramatizar las situaciones conflictivas y verlas con lentes de aumento.
Esto aviva los ánimos, hacer perder la serenidad para juzgar y coloca a las personas en
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manos de emociones agitadas y difíciles de controlar.
Dejar que la emotividad se desborde hasta que se pierde la objetividad.
PROPUESTAS PARA VIVENCIAR Y EXPERIMENTAR...
 El campo de fútbol.
Nos ponemos todos de pie. Y nos vamos a distribuir por la sala, las cuatro esquinas de la sala
colocándonos en función de nuestro estilo propio de afrontar los conflictos relacionales. Una vez
colocados dialogamos con el resto de esquinas, analizando las ventajas e inconvenientes de
cada estilo de afrontamiento de los conflictos.
Los estilos de afrontamientos son: LA COMPETICIÓN-LA EVITACIÓN-EL COMPROMISO-LA
ACOMODACIÓN-LA COOPERACIÓN/COLABORACIÓN.
INFLUIR Y DESPERTAR CONFIANZA
La confianza hacia otra persona se basa en la presunción o seguridad de que no nos va a hacer
daño, de que no se va a aprovechar de nuestras debilidades; la certeza de que, en definitiva,
puede comprender nuestras emociones, nuestros deseos, miedos, ansiedades y dolores.
En la sociedad en la que vivimos, los contratiempos y peligros no nos llegan por parte de
animales salvajes ni desastres naturales sino de nuestros semejantes. Por ello nos vemos
obligados a adoptar actitudes defensivas. Entre estas, la más común es la desconfianza.
Desde pequeños nos enseñan a tomar distancia con los desconocidos como forma de
autoprotección. Estos mandatos de no hablar con extraños o no aceptes nada de quien no
conozcas, quedan profundamente grabados en nuestra mente, en algunas personas más que en
otras, y actúan cuando se presenta la ocasión, por ejemplo a la hora de tratar con un extraño.
Algunas claves para inspirar confianza serían:
 Permitir el acercamiento emocional.
 Mantener una actitud abierta y amable.
 No estar a la defensiva.
 Mirar a la cara, directa y francamente.
 No criticar, desde el principio, las opiniones del interlocutor.
Inspirar confianza es romper las prevenciones que puedan tener hacia nosotros, invalidar la idea
de que, si se descuidan, podemos hacerles daño.
El saber escuchar con interés es fundamental para despertar confianza en la otra persona. En la
medida que se establece un flujo natural de comunicación, nuestro interlocutor, sin darse cuenta
y dejándose llevar por el entusiasmo que le produce ser atendido y comprendido, va derribando
sus murallas y abre su puerta.
La mirada es una señal que le dice a la otra persona en qué medida le consideramos valiosa y
hasta que punto nos interesan sus ideas. Si nuestros ojos saltan de un lado para otro y no se
fijan en los suyos, el sentimiento que genera será de desconfianza. Una mirada directa le hará
sentirse valioso y por ello menos vulnerable.
Las personas que mayor desconfianza despiertan son las excesivamente críticas, las arrogantes
y las que hacen ostentación de su propia seguridad, es decir, quienes están tan preocupados por
sí mismos o por las cosas concretas que no toman en cuenta las emociones de sus
interlocutores.
PROPUESTAS PARA VIVENCIAR Y EXPERIMENTAR...
 ¿Sabes despertar confianza?
Respondemos al test de 20 preguntas. Y miramos la puntuación que hemos tenido.
EL SENTIDO DEL HUMOR.
El oncólogo venezolano Lisandro López-Herrera maneja la tesis del sufrimiento asociado a la
enfermedad, según la cual las personas que ríen poco o carecen de sentido del humor son más
propensas a padecer enfermedades graves como el cáncer. En sus estudios, que se basan en el
sufrimiento, aparece el humor como una forma de escape. Su experiencia clínica le hace creer
que el humor puede funcionar como una suerte de escudo de defensa ante las enfermedades y
que también puede actuar como alivio.
La risa está siendo utilizada para combatir serias enfermedades que ocasionan dolores crónicos
y somatizaciones, como también en pacientes que sufren cáncer y sida; escuadrones de
payasos se han incorporado a los pabellones de algunos hospitales, y la experiencia incluso ha
sido llevada al cine de la mano del actor Robin Williams personificando al Dr. Hunter Adams
(Patch Adams)
Así como se ha documentado el efecto del estrés en la salud- una hora de angustia equivale a
cinco horas de trabajo físico en cuanto a la cantidad de energía consumida, “también se ha
establecido una vinculación entre la risa y el combate del estrés. Reír equivale a hacer ejercicios
aeróbicos, cinco minutos de risa, una buena risa a carcajadas, corresponde a 45 minutos de
ejercicio.
Cuando reímos activamos la circulación de la sangre, el ritmo respiratorio y, por lo tanto, la
oxigenación general del cuerpo. Dentro del sistema fisiológico, el efecto del humor y la risa tiene
dos procesos: un estímulo sobre el cuerpo y una relajación posterior que brinda una sensación
de disfrute y de alegría. En definitiva, el humor es expresión de salud y de alegría.
El sentido del humor y la risa puede actuar como defensa frente a la frustración, el miedo y la
rabia, y por ende en la prevención de infartos o accidentes cardiovasculares, en la medida en
que se ha comprobado estadísticamente que un gran número de ataques cardíacos ocurren en
momentos de rabia.
Sobre la base de los estudios científicos que han determinado la relación que existe entre el
humor y la salud, se han diseñado las llamadas terapias de la risa, donde de manera natural, sin
ayuda de fármacos o factores externos, se enseña a la gente a reír, a reírse de sí mismos y a
recordar situaciones cómicas. Se buscan risas verdaderas, explosivas, de esas que hacen mover
400 músculos en todo el cuerpo, activan el sistema inmunológico y oxigenan los tejidos.
“Para estar sano hay que reír al menos 30 veces al día” dice un antiguo proverbio chino. Desde
que nacemos y hasta los seis años reímos unas 300 veces diarias. Ya adultos, los más risueños
con dificultad alcanzan las 100 risas al día y los menos alegres apenas llegan a 15.
En el tratamiento de enfermedades como el cáncer y el sida, la terapia de la risa no sólo cumple
una función psicológica y como anestésico frente al dolor, sino que además tiene un efecto
inmunológico probado. Estudios científicos han revelado que en pacientes con tumores, la risa y
el buen estado de ánimo incrementó el conteo de células T, así como la generación de “células
asesinas” naturales que combaten a los virus y tumores.
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