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— En el Salón Arturo Frondizi del H. Senado de la Nación, a las 9 y
44 del miércoles 3 de septiembre de 2008:
Sr. Presidente (Ríos). — Tenemos la presentación de los Juegos Evita y vamos a tratar el
S-1844/08. El secretario de Deportes va a hacer una exposición al respecto.
Viene a esta comisión con dictamen de Comisión de Salud y Deporte, y nosotros
tendremos que dictaminar en lo referente al artículo 5° de la Ley, con la asignación
presupuestaria de 10 millones para este año y deberá quedar establecido, como el renglón
del presupuesto anual para todos los años.
Tiene la palabra el señor secretario de Salud y Deporte.
Sr. Morresi. — Contaré una pequeña historia: todos los años nos reunimos, al principio del
año, con los secretarios de Deportes de todo el país y elaboramos el Plan Nacional de
Deporte. Dentro del programa, o de los diferentes programas, están los Juegos Olímpicos.
Este año, tenemos las categorías Sub-14, Sub-16, Sub-18 y se agrega, por primera vez,
Adultos Mayores.
Las disciplinas que hay en estas categorías son: fútbol-11 masculino; fútbol-7
femenino; voley masculino y femenino; básquet femenino y masculino; el atletismo y la
natación —dentro de los Juegos Evita está incorporada el área de discapacidad—, el
atletismo convencional, el ajedrez, el handball y el voleyball.
También hay encuentros de cultura. En cuanto a los adultos mayores que se
incorporan este año, hay tejo, ajedrez, tenis de mesa, etcétera.
¿Qué es lo que hemos resuelto? Nosotros le damos a cada provincia un apoyo
económico para la etapa municipal y provincial, y la Nación se hace cargo de la realización
de la final nacional.
Este año, esa final se hará en la ciudad de Mar del Plata, y habrá alrededor de 11 mil
personas, entre competidores y acompañantes; el año pasado se hizo, pero ¿cuál fue la
cantidad de participantes?
Sr. Araya. — El año pasado tuvimos 8 mil finalistas; este año, al incorporarse Adultos
Mayores y, más firmemente, el Sub-18, que el año pasado se había hecho con carácter
promocional, en Embalse, llegamos a los 11 mil.
Sr. Morresi. — Las provincias también nos envían un detalle presupuestario de lo que
ellos invierten en la realización de las etapas municipales y provinciales.
En algunas provincias hay un desarrollo muy fuerte, en otras provincias no tanto. En
ciertas provincias, los juegos que realizan están incorporados; por ejemplo, en la provincia
de Buenos Aires, se encontraban dentro de los ex Juegos Bonaerenses, y los ganadores de
los Juegos Bonaerenses accedían a las finales de los Juegos Olímpicos.
No sé si hay algún otro detalle, especialmente presupuestario, del que quieran saber,
como por ejemplo, los montos que este año estamos derivando a las provincias.
Sr. Araya. — Con recursos de la Nación, estamos derivando a las provincias los gastos
inherentes a una participación en la etapa provincial, una coparticipación para ayudarlos en
su organización, porque, como dijo Claudio, cada provincia incorpora recursos para el
desarrollo, en mayor o menor medida. Luego, cubrimos casi el 100 por ciento del traslado
desde el lugar de origen, desde la capital provincial, en este caso a Mar del Plata, de los
aproximadamente 450 finalistas de cada provincia, con toda la logística organizativa de los
juegos que ello implica: alojamiento, alimentación, que se suma a toda la logística de los
profesores: servicios de medicina, que es uno de los temas más importantes a tener en
cuenta, debido a la simultaneidad de competencias y a la cantidad de gente que hay.
Este año, la transferencia destinada a las provincias oscila alrededor de los 10
millones de pesos, con la siguiente discriminación: se calcula una media de kilometraje y se
toma un promedio del valor del kilómetro para luego calcular cuántos kilómetros hay de la
Capital a Mar del Plata, y regreso; se multiplica por el número de colectivos y de esa
manera realizamos el aporte.
Asimismo, como dijo Claudio, cada provincia hace una inversión propia e
importante, en algunos casos, en menor medida y, en otros, según sean más relevantes para
desarrollar estos juegos. Por ejemplo, Formosa utiliza un sólo programa de deporte social,
que incorpora en el marco de los Juegos Evita, para hacer la entrega de indumentaria
deportiva, hacer solicitudes que generalmente hay en los clubes de barrio, de
organizaciones civiles, y todo se enmarca en este programa. También, hay otras provincias,
como Corrientes y Mendoza, que se están desarrollando en esta materia. O sea que, en todo
el territorio nacional, los juegos se desarrollan con una importante inversión de las
provincias.
Sr. Morales. — ¿Y cuál es el criterio de distribución entre las provincias?
Sr. Araya. — Nosotros contamos con el apoyo para la organización de la etapa provincial,
por lo menos, hasta este año y, de acuerdo con la decisión —porque ésta es una decisión
que se toma en conjunto con las veinticuatro administraciones—, hay un apoyo plano, en
forma igualitaria, en cuanto al aporte para el desarrollo de la etapa provincial. A lo mejor,
no todas las provincias llevan la totalidad de las categorías, como en el caso de Adultos
Mayores o de algunos deportes específicos. Se hace el cálculo presupuestario del transporte
y de los gastos en función de la lógica que tenga que ver con los kilómetros de distancia.
Por ejemplo, Tierra del Fuego tiene una demanda en apoyo económico sólo para el traslado,
porque imagínense sacar desde Ushuaia 450 personas y traerlos a Mar del Plata, tienen que
venir a Buenos Aires y, aquí, alquilar micros. En el caso de traslado en micros, se incorpora
el cálculo inclusive de la alimentación en tránsito, del colectivo vacío, del estacionamiento,
etcétera. En fin, todo está analizado y discutido con las autoridades provinciales en función
de sus necesidades.
Sra. Pinchetti de Sierra Morales. — ¿La provincia pasa su propio presupuesto?
Sr. Araya. — La provincia elabora su propio presupuesto. Nosotros disponemos de los
datos, de acuerdo con lo que ellos dicen: “Nosotros, con nuestros propios recursos en
alojamiento, alimentación, transporte interno, elementos deportivos, arbitrajes, seguridad,
vamos a tener este presupuesto para los juegos”. Además, nosotros preguntamos en qué
áreas quieren que se realice el aporte de Nación, para lo cual algunos dicen: “Yo quiero
todo en traslados”. En Santa Cruz, por decir una provincia que tiene muchos problemas de
unión entre las localidades, nosotros preferimos que nos envíen un dinero para el traslado.
En otros casos, para alojamiento y alimentación.
Los Juegos Evita volvieron a retomarse a partir de 2001. Esta fue una propuesta de
las provincias para volver a retomar los juegos, en donde se comenzó con ocho o nueve
jurisdicciones, luego se fueron incorporando todas las demás. Hasta el día de la fecha, la
totalidad de las jurisdicciones provinciales —las veinticuatro— están llevando adelante
estos juegos. De manera que no es sencillo tener un sólo programa al cual todos se adhieran
y que se pueda llevar adelante en forma simultánea, porque cada provincia, en estos veinte
o treinta años, también desarrolló sus propios juegos provinciales; entonces, cada una tenía
un formato diferente.
Por lo tanto, éste es el trabajo que se está realizando para llevarlos adelante en una
forma más homogénea y para que los recursos que se transfieran sean más eficientes.
Sr. Presidente. — ¿Ustedes tienen una planilla discriminada con los aportes provinciales y
los aportes de Nación?
Sr. Araya. — Podemos prepararlo en forma más específica.
Nosotros tenemos discriminado cuánto están aportando las provincias a los juegos y
cuál es el aporte de Nación.
Sr. Presidente. — ¿Esa información nos la podrían dejar?
Sr. Araya. — Sí.
Sr. Presidente. — Si no hay ninguna consulta, quedan liberados.
— Se retiran los representantes de la Secretaría de Deportes.
Sr. Presidente. — El segundo asunto es el Fondo Especial del Tabaco.
En cuanto a este tema, les voy a pedir una prórroga de una semana para poder
avanzar al respecto.
Sr. Morales. — En realidad, este proyecto apunta a un incremento de un adicional del 5
por ciento, ahora, el adicional está para el Fondo Especial del Tabaco, que es complemento
de precios, no es un subsidio.
— Se incorpora a la reunión el señor senador Jenefes.
Sr. Jenefes. — Disculpen que haya llegado tarde.
Sr. Morales. — Nos estaba diciendo el senador Ríos que necesitaba una semana, porque se
estaba cruzando con un proyecto de Diputados.
Sr. Jenefes. — El proyecto de Diputados, por lo menos en lo que respecta a la provincia de
Jujuy, no lo quieren, porque no soluciona la crisis que tiene la producción tabacalera.
Señor presidente: usted sabe que el precio del tabaco se constituye con los que
pagan el acopio y con el fondo, y ese fondo tiene un fijo del 7 por ciento y un monto que
iba variando a través del tiempo y que, hasta 1990, representaba el 6 por ciento.
Sr. Morales. — Llegó a representar el 12 por ciento.
Sr. Jenefes. — Y, ¿qué ocurría? El productor constituía el Fondo con casi un 12 por
ciento del precio del cigarrillo. Como consecuencia de la hiperinflación, y por no haberse
dictado una nueva ley a partir de 1989 —que es la última ley—, ese rubro, que equivalía a
centavos, quedó totalmente desactualizado, y el Fondo fue disminuyendo.
Como consecuencia de ello, cuando se empezó a tratar la Ley de Tabaco y Salud, se
planteó el tema de que se iba a proponer una tal ley, y ésta tenía que tener su contracara
para proteger al productor tabacalero. Casi todo el tabaco argentino no se consume en
nuestro país sino que se exporta.
Tuvimos reuniones con distintos ministros y, también, la mala suerte de que, cuando
estábamos por cerrar un acuerdo con la ministra Felisa Miceli, hubo cambio de ministro de
Economía —luego, hubo otros cambios más—y, actualmente, estamos viviendo un tiempo
de ebullición del que, en forma privada, te he advertido. (Se dirige al señor senador
Morales).
Seguramente, el sector tabacalero, que no se plegó a la protesta del campo, empiece
a movilizarse, por cuanto no le dan los recursos para levantar la cosecha.
También sabemos que, en una reunión que hizo el nuevo secretario de Agricultura,
en el bloque, dijo que éste era un tema que había sido conversado con la presidenta y al que
debíamos encontrar una salida.
Creo que hay dos soluciones muy claras: una es la que propugna este proyecto que
está firmado por todos los señores senadores de las provincias tabacaleras, en donde se fija,
ya definitivamente, en un 5 por ciento —y no en un porcentaje de centavos—, el precio del
cigarrillo y se vuelve...
Sr. Presidente. — No es una suma fija.
Sr. Jenefes. — Una suma fija: el 5 por ciento.
Sr. Morales. — No es una suma fija, sino un porcentaje.
Sr. Jenefes. — Sí, es un porcentaje: el 5 por ciento el paquete de cigarrillo, es el acuerdo
que tenemos acá.
En realidad, en números representa un aumento del Fondo Especial del Tabaco de
400 ó 390 millones de pesos para todas las provincias: Jujuy, Salta, Tucumán, Corrientes,
Chaco y Misiones; esto le permitiría, al productor, solucionar su difícil situación.
Y la más afectada en todo esto es la industria. Reitero, en nuestro proyecto, es la
industria la que se encuentra más afectada. Cuando se decide poner en el Orden del Día esta
iniciativa, toda la artillería de la industria empieza a moverse para que no se trate, y para
que se considere el proyecto que viene de la Cámara de Diputados.
Yo sostengo que nosotros tenemos que proteger los intereses de los productores. Las
industrias tabacaleras argentinas son dos: una, Nobleza Piccardo; la otra, Massalín; y los
dueños del tabaco, en todo el mundo, son Phillips Morris y una tabacalera de Londres. El
gobierno argentino no debe proteger la industria del tabaco, debe salir a proteger a las
productoras.
Observo, con mucha tristeza que, apenas colocamos en el Orden del Día el tema del
tabaco, se empiezan a producir una serie de cortocircuitos en el camino, con el propósito de
que esta comisión, hoy, no emita dictamen y, además, con el propósito de que no tratemos
en el recinto el proyecto de ley que, en realidad, va a tener una primera aprobación y no
significa que se constituya en ley. Esta es la problemática actual.
Tenemos dos proyectos: uno que viene de la mano de la industria, que va a
significar un aumento del fondo de unos 120, 140 millones de pesos, y otro, este proyecto,
que va a significar un aumento de 400 millones de pesos anuales.
Yo conozco los argumentos que se utilizan para darle miedo al gobierno y así parar
este proyecto: que, seguramente, la industria va a trasladar el precio —ese 5 por ciento— y,
como resultado, habrá una caída de la venta del cigarrillo.
Hay un cuadro que históricamente habla del consumo de cigarrillo en la República
Argentina y ese consumo nunca ha caído, pese a distintos aumentos que se produjeron en el
precio del tabaco. Por lo tanto, ese “cuco” que le presentan al Estado cuando dicen que no
se va a vender y, como consecuencia de ello, va a caer la recaudación porque casi todo el
precio del cigarrillo es impuesto, para mí, no existe.
Aunque haya un incremento de un 5 por ciento, no habrá una disminución en la
compra de los paquetes de cigarrillos y tampoco una caída de la recaudación del Estado.
Por lo tanto, esos planteos no son ciertos, y yo les pido a mis pares que avancemos en este
proyecto.
Con respecto al otro proyecto, que no quieren los productores tabacaleros —hablo
de Jujuy, no de Salta, Misiones o Tucumán—, seguramente, cuando le digan al productor
de Misiones o de Salta que una de las iniciativas implica 120, 130 millones y que la otra
representa 400 millones, va a apoyar el proyecto que está aquí, en el Senado de la Nación.
Yo sé que hubo contactos con la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y
Alimentación. Me llamó el secretario de Agricultura y me dijo que me pusiera en contacto
con el Ministerio de Economía, porque el problema no viene de Agricultura sino que surge
en Economía, por la preocupación que puede generar una menor recaudación fiscal.
Sr. Presidente. — No.
Sr. Jenefes. — ¿De dónde viene el problema?
Sr. Presidente. — Primero —hago una corrección— el hecho de que esté pidiendo una
semana no tiene ninguna relación con una presión por parte de la industria.
Sr. Jenefes. — A vos no, pero al gobierno, sí.
Sr. Presidente. — En realidad, el que está pidiendo una semana soy yo porque,
obviamente, creo que hay temas que resolver.
Primero, tenemos que separar el capítulo impositivo ligado a la cuestión del tabaco
del tema de salud, porque sino no, nunca vamos a llegar a un acuerdo, tenemos que dividir
y manejar los dos asuntos por vías distintas, que la Comisión de Salud maneje la cuestión
del Convenio Internacional, la cuestión salud, cómo tienen que ser las etiquetas.
Sr. Jenefes. — Así está planteado en nuestro proyecto, en Diputados, no.
Sr. Presidente. — Y, además, se debe dividir la cuestión impositiva.
Segundo, está perfectamente claro que, en realidad, impacto en términos fiscales por
ventas, no habrá. La venta ha demostrado una inelasticidad; aumenta el precio y no caen las
ventas.
Si se hace una medición en términos del impacto en la recaudación, el único efecto
es que, al aumentar en 5 puntos el Fondo Especial del Tabaco y calcularse los impuestos
internos sobre el valor del producto menos el Fondo Especial del Tabaco, hay un impacto
sobre la recaudación de impuestos internos.
Sr. Jenefes. — Eso también lo estudiamos. Y, en realidad, el artículo 25 implica un
artículo 26 de la Ley de Fondo Especial del Tabaco. Este artículo 26 dice que los montos
que se recauden, de acuerdo con lo establecido en los artículos 23, inciso a), 24 y 25 —el
25 es el que estamos tocando—, atento a su destino, estarán exentos del impuesto
establecido en el artículo 31 de la Ley de Impuestos Internos, en todo gravamen que
pudiera corresponderles tanto a los industriales como al sector de la distribución.
Sr. Presidente. — Esa definición es lo que genera el impacto fiscal.
Sr. Jenefes. — Pero, como consecuencia de eso, preparándome para defender el proyecto,
hice una modificación al artículo 26, que dice que los montos que se recauden de acuerdo
con lo establecido en los artículos 23, inciso a), 24, 25 y 25 bis —que es el que estamos
modificando— estarán exentos del impuesto. Motivo por el cual la objeción suya
desapareció.
Sr. Presidente. — Pero esas modificaciones se han introducido ahora.
Sr. Jenefes. — Así iba a pedir que saliera el dictamen. Incluso, contamos con un plan “B”.
Sr. Presidente. — En función de esto es que pido una semana más, que la semana que
viene hagamos una reunión de Comisión para hacer algunos planteos, que inclusive ya
hemos conversado, acerca de la posibilidad de introducir los cincos puntos siguiendo una
pauta de tres puntos este año y dos el próximo año. Mañana me voy a reunir con el ministro
de Economía para tratar de cerrarla y acordarla.
Lo único que estoy pidiendo es una semana para buscar consenso, porque tampoco
tiene sentido tratar de imponerlo y que, después, vaya a la Cámara de Diputados y no tenga
salida.
Sr. Jenefes. — El tema de la objeción puntual que hacían está superada. O sea que
modificamos el artículo 26 e incluimos el artículo 25 bis. Y toda la carga, en este caso, va a
ser soportada por la industria.
Sr. Presidente. — No; va a ser soportada por el precio final.
Sr. Jenefes. — Esto es lo único que se encontraría en desacuerdo con esta normativa.
No tengo problemas con que le demos una semana más, pero yo sé que, durante la
semana —le advierto, señor presidente—, es factible que mi proyecto sea totalmente
destruido y se inicie una campaña que diga: “¡Cómo vamos a aumentar el Fondo Especial
del Tabaco!”, que estamos poniendo plata para que la gente se envenene o se enferme a
través del cigarrillo; o vamos a ver, en los diarios, notas que van a decir: “Jenefes es uno de
los productores más grande de tabaco de la República Argentina”, y vamos a ver un montón
de cosas más.
Yo no soy el principal productor de tabaco en la República Argentina, me gustaría
serlo, pero sí soy un productor mediano del tabaco, con lo cual este proyecto me cierra las
puertas, porque yo no tengo a quién vender el tabaco, salvo a las cooperativas. Además, la
industria me considera el enemigo público número uno y, por lo tanto, la boca de acopio de
Nobleza o de Massalin no la tengo. Soy el enemigo número uno que hay en contra de la
industria.
Quiero hacer esta advertencia porque sé lo que va a ocurrir. ¿Qué es lo que va a
ocurrir cuando vengamos? Van a surgir otros “pero”, así como decían: “¿Cómo
solucionamos el tema del impacto en el Estado?”. El impacto lo solucionamos modificando
el artículo 26; pero van a venir con otros elementos.
La semana que viene, lamentablemente, no voy a estar en el país, en consecuencia,
no voy a poder defender los nuevos argumentos que se planteen en contra de este proyecto.
Pero estas son las reglas de juego de la democracia. Yo voy a morir de pie con mi proyecto
y voy a estar al lado de los productores de mi provincia, los cuales están totalmente
convencidos de que el camino para hacer viable la producción tabacalera es reconstituir el
fondo como lo plantea este proyecto y no como lo plantea el proyecto de la Cámara de
Diputados.
Eso es todo lo que tengo que decir al respecto.
Sr. Morales. — Quiero decir que apoyo totalmente el proyecto que ha presentado el
senador Jenefes, que ha contado con el aval de senadores de todas las provincias.
Yo no soy productor tabacalero, pero este proyecto expresa la posición de los
productores, por lo menos, de mi provincia.
En Jujuy poseemos 19 mil y pico de hectáreas, en donde hay 13.500 ó 14.000
trabajadores. Esto lo digo para que se entienda que la producción tabacalera es la
producción con mayor mano de obra intensiva, inclusive más que el algodón y que la caña
de azúcar. Este es el impacto que genera alguna modificación en la estructura productiva de
Jujuy; más aún en Monte Rico, El Carmen y Perico, que son zonas tabacaleras que viven
esencialmente de esta producción.
Así que la industria no va a tener ningún problema, sí lo van a tener con este
proyecto pero, en términos económicos, a ellos siempre le cierra la ecuación. No estamos
hablando de la burocracia, ni de la oligarquía nacional o internacional. Estas son todas
empresas multinacionales. Y si crece el precio, no va a haber problemas con la recaudación.
De modo que apoyo totalmente el proyecto, ésta es una decisión de nuestro bloque.
En labor parlamentaria, no había tenido oportunidad de plantearlo; en cuanto al bloque,
anoche, lo hablamos y el bloque radical va a apoyar esta iniciativa que no perjudica al
Estado, porque no hay ninguna situación que vaya en desmedro de la recaudación del
impuesto del Estado.
Creo que esta corrección que está planteando es buena.
Sr. Presidente. — Con la corrección se corrige, pero el proyecto original que había sido
analizado, inclusive no tenía…
Sr. Morales. — Pero esa corrección yo creo que es buena.
Esto ocurrió siempre, como dice Guillermo, en todos los ministerios de Economía,
desde hace 30 años hasta ahora.
Con respecto al concepto variable de la constitución del Fondo, quedamos con un
monto fijo que fue depreciándose en el tiempo, que en algún momento llegó a ser el 12,91
por ciento, establecerlo en un 5 por ciento hace pensar que la parte variable del Fondo es
inalterable. Por lo tanto, queremos que se trate con esta reforma.
Sra. Pinchetti de Sierra Morales. — Señor presidente: ayer en labor parlamentaria
habíamos quedado en que éste iba a ser el tema después de Aerolíneas. Así que creo que
tiene tiempo para hacer la consulta.
Sr. Presidente. — Ya hice la consulta y mañana voy a tener una reunión con el ministro de
Economía.
Sra. Pinchetti de Sierra Morales. — Pero con esta modificación.
Todos los productores de las provincias tabacaleras, entre ellas Tucumán, con
quienes estuve hablando, están apoyando este proyecto. O sea que esperar una semana va a
significar lo que acaba de decir el senador Morales, que en el medio vayan a aparecer
fantasmas, que volteen el proyecto o que lo cambien a su ver y entender, según sus
intereses particulares.
A mí me parece que es justamente la gente más pobre —por lo menos de mi
provincia— la que vive del tabaco, porque hay dos departamentos del sur que viven de esta
producción. Entonces, sería muy penoso que le tenga que explicar que, en el medio,
apareció la industria peleándose con la gente más humilde y que la industria sigue ganando
una vez más.
Sería bueno que podamos hacer las consultas.
Sr. Presidente. — Yo no voy a aceptar dictaminar en esto.
Vos le pusiste a esto una tela de sospecha; pero, de todas maneras, por la
conversación que tuve ayer con el ministro de Economía, el objetivo es reunirnos mañana,
porque hoy vamos a tratar el tema de Aerolíneas Argentinas. Yo me enteré, ayer a la tarde,
de que habían incorporado esto en el Orden del Día; no sabía que lo iban a hacer, por ese
motivo, voy a pedir una semana más y acepto la sospecha que se instaló de que esto es un
operativo de la industria. Si quieren instalar esa sospecha, lo acepto.
Pero no me hagan ese planteo, porque en mi provincia también hay producción
tabacalera y plantan tabaco negro criollo, que tiene el menor precio del mercado y es el que
más se ha visto afectado por la caída del Fondo Especial del Tabaco porque, en realidad,
sobre el precio de acopio cobran dos “mangos”. El tabaco negro criollo vale 2 pesos y
representa a pequeños productores, el 80 por ciento de lo cuales están por debajo de las 5
hectáreas.
El tema de la pobreza y de la marginalidad de los productores tabacaleros no me lo
presenten, porque acompaño a los de mi provincia. Y éste no es un operativo de la
industria, reitero, no lo es. Si hay un operativo de la industria —siempre los hubo—, no me
hago cargo.
Estoy pidiendo una semana para consensuar esto y que, finalmente, lo saquemos
porque ¡no va a salir si intentamos sacarlo por la fuerza!
Tiene la palabra la señora senadora Vigo.
Sra. Vigo. — Yo no pertenezco a la comisión, pero vine, justamente, porque éste es un
tema central para la economía de Misiones que, como bien sabe el senador Ríos, porque
somos vecinos, afecta a ciertos sectores, a los productores pequeños; entonces, para
nosotros, este proyecto es muy bueno realmente y nos parece que deberíamos tratar de
sacarlo lo más pronto posible.
Me parece que no debe ofenderse porque este planteo pueda parecer una operación
de la industria. Yo creo que ellos siempre operan. Siempre lo hacen porque están
defendiendo sus propios intereses. Y, creo, también, que deberíamos prever las
oportunidades que podemos tener, desde el Senado de la Nación, para impulsar este
proyecto.
Estoy aquí para acompañar —he acompañado con la firma— el proyecto presentado
por el Senador Jenefes, y nosotros, desde Misiones, estamos compartiendo el tratamiento de
este proyecto, con la mayor brevedad posible, sin dilaciones.
Estamos con el tema de Aerolíneas Argentinas, pero éste es un problema realmente
regional que creo, como dice el senador Jenefes, que se va a mezclar otra vez con el
problema de la salud y con otros intereses y, quizás, ésta sea la oportunidad para que
salgamos adelante. Pero, por supuesto, es una evaluación que se hará desde la comisión.
Sr. Jenefes. — Presidente: quiero aclarar que, de ninguna manera, lo acuso de que sea
parte o tenga algo que ver con la industria; no, en absoluto. Pero sí conozco este tema en
profundidad y sé lo que va a ocurrir durante estas semanas. Como la industria se opone a
este proyecto, encontrarán un montón de objeciones y de argumentos, que ya han reiterado
muchas veces. Y me hago cargo de lo que digo.
En todo caso, que venga la industria y me diga si está de acuerdo o no, porque ve
con más agrado el proyecto que llega de la Cámara de Diputados, que significa un aumento
que no alcanza el 2 por ciento del precio del paquete. Por lo tanto, no malinterprete si
decimos que tiene algo que ver. Nosotros, simplemente, somos senadores que defendemos
los intereses de cada una de las provincias.
Y, en realidad, quien paga esta solución es el que fuma; no la paga el gobierno
argentino ni la industria. Cada vez que se compra un paquete de cigarrillos, se le está dando
el 5 por ciento de ese precio al Fondo Especial del Tabaco, que luego se distribuye entre las
provincias argentinas.
Yo quise dejar sentada una futurología de lo que va a ocurrir en esta semana de
transición. Dios quiera que me haya equivocado y que los fantasmas que veo no se hagan
realidad, y podamos, la próxima semana —si bien yo no voy a estar—, aprobar este
dictamen, consensuado, con el propósito de llevarlo al recinto lo más rápidamente posible.
Asimismo, que contenga el espíritu de este proyecto y sea aceptado ese 5 por ciento, y que
agreguemos el elemento que hoy vimos en el artículo 26 para que no afecte al Estado.
También podemos determinar que para alcanzar el 5 por ciento se puede llegar en
forma escalonada: este año, un 3 por ciento, y el año que viene, otro 2 por ciento. Tampoco
tengo problemas con esto, porque mi posición es encontrar una solución. Muchas veces lo
ideal está lejos de lo posible. Por consiguiente, si hacemos esas dos modificaciones, vamos
a atenuar bastante el elemento, y vamos a encontrar una verdadera solución a una
producción que es importante para Jujuy, Misiones y varias provincias argentinas que
fundamentalmente, en este conflicto del campo, han tenido una posición neutral, no
salieron a cortar las rutas, no salieron a protestar. Pero nos acercamos a diciembre, mes en
el que se comienza a cosecharse el tabaco y en el que la gran preocupación de los
productores es que han subido los insumos, el gas, la electricidad, los jornales, los
agroquímicos y que, en cuestiones de precio, de la venta directa, no les alcanza.
Estamos yendo hacia una producción que no será viable en el tiempo. Y, en lo que
respecta a la provincia de Jujuy, si desaparece la actividad tabacalera, van a desaparecer 15
mil puestos de trabajo directo, y se va a producir, sin duda alguna, una revolución muy
grande, porque los tabacaleros van a morir de pie, y yo voy a estar a su lado.
Sra. Parrilli. — Le quería decir, Senador Jenefes, que estoy de acuerdo y creo que es
intención del Poder Ejecutivo colaborar con todo lo que tiene que ver con esta producción.
Este es para mí un tema ajeno y, por más que me genere algún tipo de controversia,
porque también formo parte de la Comisión de Salud, creo que, en un futuro, quizás, habría
que pensar en la reconversión. Esto es hablar de futurología.
También le quisiera pedir una semana. Estuve analizando con mis asesores este
artículo 25 y lo que usted ha presentado; por consiguiente, también me gustaría que, cuando
firme el dictamen, salir a defender este proyecto en mi provincia.
Estoy totalmente consustanciada con lo que usted está proponiendo. De manera que
una semana más no me parece tanto tiempo.
Nosotros estamos acostumbrados a las operaciones de prensa y a resistir; y cuando
uno está consustanciado con los proyectos, los sabe defender a pesar de lo que se pueda
instrumentar o decir.
Así que, señor presidente, si el plazo es de una semana, yo apoyo que sea así. Pero
tratemos de no demorarlo, porque hay una situación de los pequeños productores que
tenemos que resolver.
Sr. Jenefes. — Hay un sólo tema que quiero aclarar.
La reconversión del área tabacalera, prácticamente, es muy difícil porque, en
realidad, el tabaco es un cultivo que no requiere de latifundios, sino de poca extensión de
tierra y mucha mano de obra. Por ello, en Jujuy, no tenemos tierras para dedicarnos a la
soja y al trigo, porque casi el 80 por ciento del territorio es puna.
Esta actividad nace fuertemente en la provincia de Jujuy durante el gobierno de
Perón, cuando se decide —todas estas tierras, antes, tenían uvas y se producía vino—
desarrollar los cultivos de vino en las provincias de Cuyo, y como consecuencia de ello,
empieza a desaparecer esta actividad en la provincia de Jujuy, que la reemplazaría por la
actividad tabacalera.
Ahora les comento una experiencia personal que tuve con una reconversión que
hice. Yo planté paltas, en vez de tabaco, en una parte de la finca que tenemos. Invertí un
montón de plata durante cinco años, porque la planta de palta tarda cinco años en crecer y,
después de cinco años, produje un poco de palta; pero, al segundo año, todas mis plantas se
empezaron a morir y tuve que levantarlas porque no era zona para la explotación. De la
misma manera fracasaron la chirimoya, la tuna y un montón de cosas que quisieron hacer
los productores.
Entonces, es muy difícil decirle a productores de distintas generaciones que vienen
produciendo tabaco, desde hace más de 70 u 80 años —por lo menos en Jujuy—, que
ahora tienen que reconvertir y que van a plantar naranjas. Es muy difícil porque no se los
puede convencer. Por lo tanto, ese tema de la reconversión es bastante complicado.
No tengo problemas en dar una semana más. Yo sé que, si no estoy la próxima
semana, van a estar presentes otros senadores defendiendo muy bien el tema tabacalero.
Nosotros hemos encontrado dos formas de flexibilizar el proyecto: una es, tal vez,
modificar el artículo 26 y otra, hacerlo progresivo con un 3 por ciento este año y un 2 por
ciento el próximo año.
Por último, veamos qué dicen Economía y la Secretaría de Agricultura, y no
escuchemos lo que dice la industria.
Sr. Presidente. — Damos por finalizada la reunión.
— Son las 10 y 34.
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