¿CUÁNDO ES MEJOR LA PATRIA POTESTAD QUE LA ADOPCIÓN? Yolanda SOSA Y SILVA GARCÍA1* María Aurora de la Concepción LACAVEX BERUMEN2* INTRODUCCIÓN A lo largo de los más de tres mil kilómetros de frontera México-Estados Unidos de Norteamérica, Mexicali es la única ciudad mexicana colindante con el vecino país del norte, que la ciudad mexicana es más grande que la ciudad norteamericana y, debido precisamente a esta cercanía o hermandad ciudadana, los problemas jurídicos que se suscitan requieren la mayoría de las veces una mayor comprensión tanto de normas de derecho nacional como estadounidense, siendo uno de esos problemas el éxodo de trabajadores mexicanos hacia Estados Unidos de Norteamérica. En nuestra entidad federativa aún con los altos niveles de desarrollo económico y la consecuencia de contar con suficientes fuentes de trabajo, que reditúan en mejores condiciones de vida para miles de familias bajacalifornianas, pero poco se ha resuelto sobre los niños, niñas y adolescentes sin familia, por lo que nos corresponde a nosotras como juristas concurrir a este tipo de foros a efecto de someter a su consideración una serie de reflexiones sobre el tema que nos ocupa. Y es precisamente por esa praxis del derecho en los casos de adopción internacional, específicamente en el caso que el abuelo de nacionalidad norteamericana pretende adoptar a su nieto de nacionalidad mexicana, nos atrevemos a afirmar que la patria potestad es de mejor calidad que la adopción internacional para efectos de migración. ADOPCIÓN Una de las instituciones del Derecho de Familia que más aplicación está teniendo hoy en día, es la adopción. Sin lugar a dudas, producto de la elaboración de la técnica jurídica, al crear en forma ficticia un parentesco donde no existe. Y, debido al fin que persigue la adopción, es como alcanza su justificación, que va más allá del límite jurídico, logrando establecerse en el ámbito más íntimo de las personas y que debe descansar en el respeto mutuo, una institución tan humanitaria que merece la atención de todos los que vivimos en sociedad. Y, si lo anterior merece de nuestra parte una reflexión y reconocimiento, mayor aún es, cuando a través de esta institución, se beneficia a una persona mayor de edad 1 [email protected] 01(686) 556-94-37 Pasaje Tuxpan No. 1089, Centro Cívico y Comercial, Mexicali, B.C., C.P. 21000. Profesora de tiempo completo de la Facultad Derecho-Mexicali, de la Universidad Autónoma de Baja California, desde 1981, actualmente se desempeña como Coordinadora del Bufete Jurídico Gratuito de la propia Universidad e imparte las materias del área de Derecho Civil. 2 [email protected] 01(686) 566-42-25 Blvd. Benito Juárez s7n, Colonia Maestros Estatales, Mexicali, B.C., C.P. 21100. Profesora de tiempo completo de la Facultad Derecho-Mexicali, de la Universidad Autónoma de Baja California, desde 1979 e imparte las materias del área de Derecho de Trabajo. * Integrantes del Cuerpo Académico “Estudios Jurídicos” 1 declarada en estado de interdicción; por el otro lado, existe el interés del Estado en tutelar y salvaguardar el bien común. Sin duda alguna, la adopción, es una de las instituciones de derecho más remotas en la humanidad, ha existido en todos aquellos pueblos que han alcanzado cierto grado de desarrollo jurídico y, en esta ocasión me he de referir a la adopción internacional. La adopción internacional de menores es una de las grandes preocupaciones de los juristas no sólo de México, Latinoamérica, sino del mundo entero, tal es así que en 1992 la Conferencia de La Haya de Derecho Internacional Privado decidió destinar su sesión conmemorativa de su centenario, precisamente al tema de la adopción internacional de menores, así como la adopción plena hasta esa fecha aún no incorporada en las legislaciones de las entidades federativas. Con anterioridad, precisamente en 1989 fue adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidad, la Convención de los Derechos del Niño, misma que fue aprobada por la Cámara de Senadores del H. Congreso de la Unión, el 19 de Junio de 1990, ratificada por el Ejecutivo Federal el 21 de Septiembre de 1990. La Convención de los Derechos del Niño, ha considerado de suma importancia establecer un mínimo de garantías que le permitan a los niños y niñas crecer y, desarrollarse en un espíritu de paz, dignidad, tolerancia, libertad, igualdad y solidaridad, reconociendo que en todos los países del mundo hay niños, niñas que viven en condiciones excepcionalmente difíciles y que esos niños necesitan especial consideración y cuidado, contrayendo la obligación los países signantes de velar por el interés superior del niño. En México la regulación de la adopción internacional de menores la podemos apreciar, al menos en dos vertientes: a.) la plasmada en las diversas codificaciones civiles de las distintas entidades federativas y b.) la de origen convencional internacional plasmada en tres cuerpos normativos firmados y ratificados por México que forman parte de nuestro derecho interno, nos referimos a: la Convención Interamericana sobre Conflictos de Leyes en Materia de Adopción de Menores (México, Colombia y Ecuador), celebrada en La Paz, Bolivia, en mayo de 1984, la Convención sobre Protección de Menores y la Cooperación en Materia de Adopción Internacional (30 países miembros), adoptada en La Haya, Países Bajos, el 19 de mayo de 1993. Además, el artículo 21 de la Convención sobre los Derechos del Niño de la Organización de Naciones Unidas (ONU), se refiere a la adopción tanto nacional como internacional. La adopción no produce para el adoptado el cambio de nacionalidad, toda vez que la nacionalidad es la calidad que guarda la persona en relación con el país y la adopción es un lazo jurídico que existe únicamente entre el adoptante y el adoptado, según lo establece la segunda parte del Artículo 43 de la Ley de Nacionalidad y Naturalización que en forma textual se reproduce: “Artículo 43.- Los hijos sujetos a la patria potestad de extranjero que se naturalice mexicano, se consideran naturalizados mediante declaratoria de la Secretaría de Relaciones Exteriores, si tienen su residencia en territorio nacional, y sin perjuicio del 2 derecho de optar por su nacionalidad de origen dentro del año siguiente al cumplimiento de su mayoría de edad. La adopción no entraña para el adoptado el cambio de nacionalidad”. PATRIA POTESTAD Por otro lado, la patria potestad, nos presenta que aunque limitado su ejercicio es de mejor calidad que la adopción para efectos de migración. A través del conocimiento de la patria potestad y la adopción, se favorecerá a su plena realización, así como el cumplimiento de derechos y obligaciones que de ellas emanan. Hasta aquí el estado de las cosas, es decir, hemos hecho un esbozo tanto de la institución de la adopción como de la patria potestad y, retomando nuestro planteamiento inicial, es decir, en el caso que el abuelo de nacionalidad norteamericana pretende adoptar a su nieto de nacionalidad mexicana, haciendo la aclaración que las autoridades de Inmigración y Naturalización requieren de una sentencia de adopción sin hacer referencia a clase alguna, es decir si es nacional, internacional o por extranjeros, únicamente que se trate de adopción, sin embargo para algunos estados de la Unión Americana ese abuelo ya rebasa con demasía el límite de edad para adoptar, es por eso que nos atrevemos a afirmar que la patria potestad es de mejor calidad que la adopción internacional para efectos de migración. En otras palabras, cuando el(los) abuelo(s) deseen emigrar a un nieto, es recomendable lo hagan en ejercicio del derecho-obligación de patria potestad y no de adopción. Si con la adopción es bien sabido se desea mejorar las condiciones de vida del adoptado, protegiendo en todo momento el interés superior del menor, será menester que el(los) abuelo(s) demande(n) a las personas que ejercen el derecho de patria potestad sobre su nieto la pérdida de ese derecho y esas personas se allanen en el juicio respectivo a efecto de que el Juez de Primera Instancia de lo Familiar dicte sentencia donde se condene a los progenitores de la pérdida de la patria potestad para que el(los) abuelo(s) en ejercicio de ese derecho pueda(n) emigrarlo, sin importar la edad de(los) mismo(s), siendo así como la patria potestad es de mejor calidad que la adopción. Cabe hacer mención que en la legislación estadounidense no existen las mismas causas de extinción de patria potestad, por lo que en el caso que nos ocupa se debe recurrir al Consulado de México en Estados Unidos a efecto de solicitar haga llegar a las autoridades de Inmigración y Naturalización una certificación de la ley mexicana. Conscientes estamos que aún hay mucho camino por recorrer en torno a estas instituciones juntas o separadas pero las bases están dictadas. CONCLUSIONES ÚNICA: La patria potestad es de mejor calidad que la adopción para efectos de nacionalidad. 3 BIBLIOGRAFÍA Bonnecase, Julien. (1985) Traduc. Lic. José M. Cajica Jr. Elementos de Derecho Civil, Tomo I, Cárdenas, Editor y Distribuidor, Tijuana, México. Castán Vázquez, José María. (1936) Derecho Civil Español Común y Foral, Tomo I, Vol. 1, Madrid, España. De Ibarrola, Antonio. (1981) Derecho de Familia, Editorial Porrúa, S.A., México. De Pina Vara, Rafael. 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