El proceso educativo está compuesto por diversos factores, dos de

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ACTIVIDAD DE INTEGRADORA 1
Competencias docentes, bachiller y modelos didácticos
Propósito: Relacionar competencias docentes, competencias genéricas del bachiller
y modelos de concreción didáctica centrados en el aprendizaje.
EquipoAlfa: Andrés Torres Montes, Ricardo Guerrero Maguellal, Christa Alejandra
Amezcua Eccius, Flora Elena Durón López, Ricardo Medina Ponce.
El proceso educativo está compuesto por diversos factores, dos de los más
importantes son: el maestro y el alumno. Dentro de la propuesta de la reforma
educativa las funciones de estos dos actores han cambiado radicalmente, antes el
docente tenía el poder absoluto en el aula y el alumno era solamente un receptor de lo
que el maestro enseñaba, ahora en el proceso de cambio que estamos viviendo, el
alumno es el protagonista principal y es él, el encargado de construir su propio
conocimiento con la guía y acompañamiento del docente, es decir el maestro es
solamente un promotor que dirige el esfuerzo de los estudiantes hacia la consecución y
obtención de habilidades y destrezas que los hará capaces de enfrentar los retos que
se les presenten en la vida, ya sean de carácter personal o profesional y puedan
resolverlos de manera satisfactoria.
¿Enseñar competencias o enseñar con competencia?
En el Módulo1 concluimos con el listado tanto de las competencias docentes
como de las competencias genéricas del bachiller, englobadas en el MCC de la RIEMS
y vimos también la necesidad de desarrollarlas en los alumnos. En esta primera unidad
del módulo 2, aprendimos la estrecha relación que existe (y que no se debe perder)
entre las competencias docentes y las del bachiller. Es decir, ¿qué necesita desarrollar
el docente para poder promover las competencias del bachiller?
Es difícil que nosotros los docentes enseñemos con competencia cuando no
hemos desarrollado esa capacidad. Reconocer este punto es un avance, pues antes se
creía que con dominar la materia y estar en formación continua bastaba, pero no es
suficiente, debemos tener las competencias que queremos desarrollar y ver en nuestros
alumnos.
Por eso fue importante analizar cada una de las competencias docentes
propuestas por la RIEMS, y darnos cuenta cómo es que colaboran en la promoción de
las competencias del bachiller. En algunos de los casos, la relación es uno a uno, ya
que ciertas competencias docentes tienen en sus atributos, enunciados muy parecidos
a los de las competencias genéricas del alumno principalmente las que nos piden
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generar un ambiente sano en donde se favorezca el aprendizaje autónomo. Sin
embargo, y como característica típica de las competencias, lo más común fue encontrar
que sólo el "paquete" de competencias docentes como un todo nos ayudará a lograr
nuestro objetivo.
Enseñar, hoy, consiste en concebir, establecer y controlar situaciones de
aprendizaje, siguiendo los principios de las pedagogías activas y constructivistas. Es
suscitar aprendizajes en personas concretas, supone dominar cómo y por qué se lleva
a cabo el acto educativo. Para ello uno de los recursos del profesor, deberá ser su
postura reflexiva, su capacidad de observar, controlar e innovar, aprendiendo de otros,
de los alumnos y de su propia experiencia a lo largo del tiempo.
La mayoría de los que somos ahora docentes fuimos formados con un enfoque
basado en la enseñanza, es decir, con el predominio de la exposición de conceptos por
parte del profesor. Por eso nos cuesta trabajo romper con ese paradigma y creer que el
alumno puede profundizar su nivel de conocimiento estando activos, en un ambiente en
el que puedan descubrir y construir conocimientos con sus compañeros (Barr, 1998).
Los jóvenes de ahora son muy distintos y con la simple exposición del profesor, en la
mayoría de ellos, no se podría observar un aprendizaje superior al uniestructural. La
intención es lograr un aprendizaje "democrático" en el que todos tengan la oportunidad
de alcanzar un nivel relacional o incluso abstracto ampliado.
Cambiar el paradigma de la enseñanza por el aprendizaje propone modificar la
enseñanza conductista del profesor por la del aprendizaje activo del constructivismo
para generar una educación con calidad que lleve a nuestros alumnos a la adquisición
de niveles cognitivos superiores que los haga capaces de enfrentar y resolver las
situaciones que se le presenten en la vida.
Para ello es necesario también, adecuar los planes y programas, buscar los
métodos y estrategias más convenientes, como son los métodos de solución de
problemas, elaboración de proyectos, proponiendo trabajos y tareas complejas que
signifiquen un reto, que inciten a los alumnos a movilizar sus acervos de conocimientos
y habilidades que los lleven alcanzar el conocimiento significativo.
Nos convencimos, pues, de la importancia de considerar las competencias desde
el momento de la planeación de clases, utilizando métodos creativos e innovadores que
centren el proceso en el aprendizaje del alumno, en "lo que el alumno hace" (Biggs,
2006), además de los métodos de evaluación que permitan medir el avance del
desarrollo
de
las
competencias
en
cada
uno
de
ellos.
Es necesario contar con una formación continua a lo largo de nuestra trayectoria
profesional, dominar y estructurar los saberes para facilitar experiencias de aprendizaje
significativo, planificar los procesos de enseñanza y de aprendizaje atendiendo al
enfoque por competencias y ubicarlos en contextos disciplinares, curriculares y sociales
amplios, llevar a la práctica los procesos de enseñanza aprendizaje de manera afectiva,
creativa e innovadora a su contexto institucional, evaluar los procesos de enseñanza y
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de aprendizaje con un enfoque formativo, construir ambientes para el aprendizaje
autónomo y colaborativo, todo para lograr lo planteado por nuestras instituciones en
base a las necesidades de nuestra sociedad.
Antes, la función principal de la educación era ofrecer la información para que los
educandos pudieran desarrollar un papel productivo en la sociedad, para ello se
basaban en la capacidad de memoria y la insistencia básica, era establecer una
plataforma de cultura elemental, sobre la cual pudieran especializarse.
Hoy en día, lo que más fácilmente se obtiene es, precisamente información, y ya
no es necesario recordar y mantener presentes los datos que en otros tiempos nos
daban un lugar privilegiado en la sociedad. Actualmente con entrar a internet, se puede
cubrir cualquier laguna de la memoria y acceder a la información que olvidó o bien que
nunca tuvo.
Esta situación ha planteado a los educadores un nuevo reto: desarrollar en los
seres humanos la capacidad de manejar con acierto y prudencia la información que se
tiene en las manos, por medio de competencias que se desarrollan mediante
habilidades, que son planteadas en los objetivos de aprendizaje.
Sin embargo es inútil pedir esfuerzos sobrehumanos a los profesores si el
sistema educativo no hizo otra cosa que adoptar el lenguaje de las competencias, sin
cambiar nada de lo fundamental. Cuando las prácticas hayan cambiado a gran escala,
el cambio exigirá aún años para ver resultados visibles, ya que será necesario esperar
que una o más generaciones de alumnos hayan cruzado todo el proceso.
La necesidad de un cambio es obvia y nosotros estamos en la mejor disposición
para llevarlo a cabo. Sólo necesitamos aprender a trasladar los modelos de concreción
didáctica que estudiamos a nuestros planes y programas de estudio, que es lo que
intentaremos en la siguiente unidad.
Bibliografía:
 Biggs, J. (2005) Calidad del aprendizaje universitario. España. Narcea Ediciones.
 Barr, R. y Tagg, J. (1998). De la Enseñanza al Aprendizaje. Un nuevo paradigma
para la educación de pregrado.

Marzano, R. J. y Pickering, D. J. (2005). Dimensiones del aprendizaje. Manual
para el maestro. México. Ed. ITESO. pp. 1-11.

Estévez, H. E. (2002) Enseñar a aprender. Estrategias Cognitivas. México.
Paidós editores, pp. 73-87.
 Biggs, J. (1996). Mejoramiento de la enseñanza mediante la alineación
constructiva, Edición SDI.
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