reflexión acerca de los cursos magistrales

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REFLEXIÓN ACERCA DE LOS CURSOS MAGISTRALES
EN EL DEPARTAMENTO DE MATEMÁTICAS
La Universidad de los Andes se encuentra implementando un modelo administrativo
que incluye la necesidad de realizar cursos con un número grande de estudiantes en las
áreas básicas de cada Facultad. El Departamento de Matemáticas considera
indispensable reflexionar acerca de las implicaciones que tal cambio traería en los
cursos que ofrece. Este documento presenta las reflexiones de un grupo de profesores
del departamento después de observar algunas de las clases magistrales que se están
dictando y de realizar una serie de encuestas a profesores y estudiantes.
QUÉ ES UN CURSO MAGISTRAL
¿Qué es un curso magistral? ¿En qué consiste? ¿Cuáles son sus características?
Consideramos “curso magistral” a un curso con más de 80 estudiantes, que va
acompañado de secciones paralelas de resolución de problemas, con un máximo de 30
estudiantes, regularmente a cargo de un asistente. Mientras la clase magistral
usualmente se centra en aspectos relacionados con la teoría, en las secciones
complementarias se discuten los problemas con participación de los estudiantes y se
resuelven las dudas en forma más personalizada.
¿Son apropiadas estas características para mantener los estándares de calidad de la
enseñanza y el aprendizaje de las matemáticas que se han venido dando en el
departamento? ¿Existe una única forma de abordar la estructura y metodología de los
cursos magistrales? ¿Cuáles son los aspectos “no negociables” del proceso de enseñanza
aprendizaje, que el Departamento. quisiera mantener, independientemente de la forma
como se organicen los cursos?
PRINCIPIOS Y METAS
Consideramos necesario enunciar cuáles son los principios en los que se basa nuestra
acción educativa y cuáles las metas que la Universidad y el Departamento espera que
alcancen los estudiantes. Queremos hacer énfasis en el hecho de que sea cual sea la
metodología adoptada para enseñar, estos principios y metas se deben mantener.
Según su Proyecto Educativo Institucional (PEI), la Universidad de los Andes, pretende
formar ciudadanos autónomos, responsables y de mente abierta; ciudadanos cuyo
compromiso vaya más allá del deber. Consideramos que nuestro mayor reto es lograr
que el estudiante sea consciente de su responsabilidad en el proceso de aprendizaje y
aprenda a aprender.
Entre los propósitos que se han mantenido tradicionalmente a través de los años en el
departamento de matemáticas están: lograr que los estudiantes desarrollen gusto e
interés por las matemáticas y sean conscientes del papel de ésta en el desarrollo de la
cultura, que aprendan a razonar matemáticamente, que comprendan los conceptos
básicos de cada uno de los cursos, desarrollen seguridad en el uso de las matemáticas en
diversos contextos y conecten las ideas matemáticas entre sí y con otras disciplinas
como la ingeniería, la física, la filosofía y la arquitectura.
Esperamos que los estudiantes desarrollen, en los cursos de matemáticas, competencias
y habilidades que les permitan comunicarse utilizando el lenguaje de las matemáticas,
justificar con argumentos sus afirmaciones, resolver problemas y modelar situaciones de
diferentes tipos.
Con respecto al aprendizaje, consideramos que ésta es una responsabilidad del alumno;
“nadie puede aprender por otro”, y que las matemáticas se aprenden haciendo, no
viendo a otros hacer matemáticas. Esperamos que los estudiantes desarrollen un método
de estudio de las matemáticas que les permita aprender autónomamente y autoevaluarse para monitorear su propio proceso de aprendizaje.
ESTRATEGIAS
Para alcanzar esas metas y en concordancia con esos principios, los cursos de
matemáticas han pretendido seguir ciertas estrategias, conocidas como el “Método
Yerly”, con las cuales se espera que los estudiantes encuentren respuestas a sus
inquietudes y asuman su responsabilidad en el proceso de aprendizaje, manteniendo un
equilibrio entre la ayuda que se les suministra y el esfuerzo que se les exige. Entre estas
estrategias están:

El estudiante recibe al inicio del semestre un programa detallado acerca del
trabajo diario que debe realizar para alcanzar los objetivos del curso

El estudiante lee antes de clase el material asignado y hace los ejercicios
previstos en el programa

El estudiante participa activamente en el desarrollo de la clase.

El rol del profesor es ofrecer al estudiante todos los recursos a su alcance para
que éste aprenda.

Es responsabilidad del profesor mantenerse alerta acerca de la manera como sus
estudiantes están aprendiendo, y ajustar su clase a esa visión.
PREPARACIÓN PREVIA: Los cursos siguen un texto y el estudiante recibe al inicio del
semestre un programa detallado acerca del trabajo diario que debe realizar para alcanzar
los objetivos del curso. El estudiante identifica la información pertinente, lee antes de
clase el material asignado, comprendiendo el significado de lo que lee; aplica lo leído a
la resolución de los ejercicios previstos en el programa y llega a la clase con preguntas
e inquietudes acerca del tema a tratar, que comparte con su profesor y compañeros. Con
miras a que los estudiantes aprendan a aprender por si solos se les pide que se enfrenten
a comprender la teoría y a hacer problemas de diferente orden. Esta preparación previa
les da igualmente elementos para participar y aprovechar de una manera más eficiente la
clase.
PARTICIPACIÓN DE LOS ESTUDIANTES: Otra de las estrategias del Departamento es la
interacción entre profesor y estudiantes durante la clase de matemáticas. En las clases de
matemáticas el estudiante participa activamente haciendo problemas, explicando su
solución a los compañeros, pasando al tablero a resolver ejercicios, etc. Las
matemáticas se aprenden haciendo matemáticas y discutiendo o explicando matemáticas
con otros.
El estudiante debe mantener la iniciativa en su proceso de aprendizaje y debe contribuir
con su participación tanto a su comprensión como a la de sus compañeros. La
preparación previa es indispensable para lograr una participación activa y efectiva de los
estudiantes.
CONOCIMIENTO DEL APRENDIZAJE DE CADA INDIVIDUO: Es responsabilidad del
profesor mantenerse alerta acerca de la manera como sus estudiantes están aprendiendo,
y ajustar su clase a esa visión. El profesor sabe que los estudiantes aprenden a diferentes
ritmos y solo el conocimiento de sus alumnos le permite identificarlos, regular el
devenir de su clase y diseñar diferentes tipos de actividades acordes con los estilos
cognitivos de sus estudiantes. El profesor no puede eximirse de conocer a sus
estudiantes. La relación personal del profesor con sus alumnos es un factor importante
en el clima de colaboración y mutuo apoyo que se alcanza en una clase.
ROL DEL PROFESOR: El profesor es uno de los recursos que el estudiante tiene para
aprender. Además del profesor, el estudiante tiene el texto, los monitores, (Pentágono),
la tecnología, la biblioteca, sus compañeros, etc. El profesor no se limita a repetir el
texto; hace conexiones, amplía, hace énfasis en ciertos aspectos, destaca lo importante y
lo diferencia de lo difícil y lo interesante, su rol es hacer todo lo que esté a su alcance
para que los estudiantes aprendan. El profesor Yerly decía: “Si en una clase la mayoría
se raja, el primer rajado es el profesor.”
MÍNIMOS NO NEGOCIABLES
En resumen, consideramos que los mínimos que han sustentado la calidad de los cursos
del Departamento, y por tanto deberían continuar, son:

El estudiante lee el texto, hace los problemas y prepara previamente la lección
de cada día.

El estudiante participa activamente en la clase, comunica sus ideas matemáticas
y las comparte con sus compañeros

El profesor sigue el ritmo de aprendizaje de sus alumnos

La meta del profesor es que los estudiantes aprendan.
LOS MAGISTRALES Y LOS PRINCIPIOS Y ESTRATEGIAS DEL DEPARTAMENTO
A diferencia de una clase típica del departamento de matemáticas, en los cursos
magistrales los estudiantes no sienten la necesidad de preparar la clase porque el
profesor explica la teoría. Suele haber una baja participación del estudiante durante la
sesión magistral y la falta de interacción hace que el profesor no conozca el proceso de
aprendizaje de sus estudiantes. Consideramos importante diseñar estrategias que
permitan mantener los principios mencionados anteriormente, tanto cuando las clases
tienen pocos, como cuando tienen muchos estudiantes.
La clase magistral no debería ser la repetición del texto por parte del profesor. Si el
profesor de la clase magistral dicta la clase en el sentido literal y explica detalladamente
la teoría, no habrá razón para que el estudiante haga el esfuerzo de comprender por si
mismo, lo que a nuestro juicio es el producto más importante del proceso. En una de las
clases magistrales observadas se pudo constatar que el profesor hacía aportes a la
manera como el libro de texto presentaba la teoría. No se centraba en repetir lo escrito
en el libro sino en mostrar aspectos esenciales de la teoría y en resaltar conexiones entre
diferentes hechos. Este profesor enfatizaba en procesos cognitivos importantes para la
comprensión.
En las clases magistrales se corre el peligro de que el estudiante piense que es el
profesor quien le enseña y no ponga todas sus capacidades en acción para aprender por
sí sólo. ¿Cómo lograr en una clase magistral que los estudiantes preparen previamente
tanto la teoría como los ejercicios, y lleguen a la clase con preguntas e inquietudes que
deseen compartir? ¿Se podrá aprender a aprender en un curso magistral?
La clase magistral no debería ser un monólogo. Es necesario propiciar espacios para que
el alumno tenga oportunidad de participar durante la sesión magistral e interactuar tanto
con el profesor como con sus compañeros. Por ejemplo se pueden hacer preguntas,
dejando un tiempo para que los estudiantes piensen acerca de las ideas matemáticas y
compartan sus reflexiones con los compañeros; o hacer ejercicios en parejas o grupos
pequeños. ¿Lograrán los cursos magistrales un ambiente de cooperación en el grupo y
despertarán curiosidad, interés y gusto por el tema? ¿Se podrá propiciar la autonomía en
un curso magistral?
Para la buena marcha de las sesiones magistrales es importante el conocimiento que el
profesor tenga de las dificultades de sus estudiantes. Para ello es indispensable una
continua interacción entre el profesor principal y los asistentes, quienes mantienen un
contacto más cercano con los distintos estudiantes. También puede ayudar en esa
dirección el que el profesor corrija las diferentes pruebas que presenten los alumnos, o
que el profesor magistral sea responsable de alguna de las secciones de ejercicios, al
menos ocasionalmente. Uno de los puntos que los estudiantes entrevistados citaron
como más molesto en las clases magistrales fue el carácter impersonal y lejano de la
relación entre estudiantes y profesor, lo que se acentúa si las condiciones físicas del aula
refuerzan la distancia entre unos y otro. ¿Cómo lograr cierto seguimiento personalizado
de cada uno de los estudiantes? ¿Cómo conocer su proceso de aprendizaje si hay un
número elevado de estudiantes? ¿Cuál sería máximo número de estudiantes que permita
hacer ese seguimiento?
RECURSOS HUMANOS, FÍSICOS Y TECNOLÓGICOS
Algunos de los problemas de cualquier clase se potencian en una clase magistral, ya que
en grupos grandes es más difícil para el profesor mantener la atención de sus alumnos, y
para éstos mantener la concentración durante la sesión.
El profesor de una clase magistral debe tener las condiciones personales y diseñar las
estrategias pertinentes que le permitan mantener la atención y el interés de sus
estudiantes y lograr su aprendizaje. Es indispensable que mantenga por lo menos un
contacto y una comunicación visual con su clase.
Es indispensable que todos puedan escuchar lo que dice el profesor y sus compañeros y
que alcancen a ver lo que se muestre durante la clase, para lo cual las condiciones
acústicas y de iluminación son claves. Es necesario contar con recursos tecnológicos
como un micrófono inalámbrico, computador y video-beam permanentemente y en
buenas condiciones, de tal manera que se pueda utilizar simultáneamente el tablero y la
imagen del computador. Sitios donde permanecen sentados grupos grandes de personas
requieren ciertas condiciones de comodidad, ventilación y facilidad de evacuación en
casos de emergencia; por tanto, no se pueden tener tantos asientos como lo permita el
área del salón.
Los asistentes deben tener una estrecha y permanente comunicación con el profesor
principal. Sería deseable que asistieran a todas las sesiones magistrales para que las
diferentes componentes de la clase se coordinen armónicamente. Debería haber mínimo
una reunión semanal (presencial o virtual) entre profesores y asistentes.
El tiempo es un factor muy importante. Hay que tener en cuenta que acomodar 80 o más
estudiantes requiere más tiempo que si solo son 30. Las clases típicas de 50 minutos
quedan reducidas a 40 o menos si además es necesario esperar a la instalación de los
equipos. Por tanto es indispensable contar con salones especiales, con buenas
condiciones de ventilación, sonido e iluminación y donde los equipos estén disponibles
a la hora de iniciar la clase.
Interrogantes
Invitamos a los profesores del Departamento a continuar reflexionando acerca de las
preguntas que presentamos a continuación, con el objeto de mantener el nivel de
aprendizaje y la calidad que siempre hemos deseado que tengan nuestros cursos.
¿Se puede lograr mantener los “mínimos no negociables” en los cursos magistrales?
¿Cómo? ¿Vale la pena mantener estos principios y metas al pasar a una metodología de
curso magistral? ¿Cuenta la Universidad y el Departamento de Matemáticas con los
recursos humanos, económicos y físicos suficientes para pasar todos sus cursos al
formato de magistrales? ¿Cuáles serían las implicaciones para la calidad del servicio
ofrecido?
Universidad de los Andes, Mayo 2005
Documento realizado por el “Grupo Yerly”:
Cristina Carulla
Margarita de Meza
Hernando Echeverri
Darío López
Aquiles Páramo
Leonardo Venegas
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