De la transición a la democracia

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1.−Los inicios de la transición hacia la democracia (1974−1977)
El último gobierno después de la muerte de Franco estuvo presidido por su colaborador Carlos Arias Navarro,
que iniciaba así una interesante etapa de la historia contemporánea de España, la pacífica transición
democrática.
A la voluntad del Rey de llevar a cabo reformas inmediatas, se unió el que la sociedad española entendió la
importancia del proceso de cambio, apoyado quizá en el desarrollo económico y social que en los últimos
años de la dictadura se habían alcanzado y dando muestra de una madurez política que sin duda impresionó a
la opinión pública.
Dada la afinidad de Arias Navarro con el régimen anterior, era preciso el cambio en la presidencia del
Gobierno. Torcuato Fernández Miranda fue un personaje clave en este momento: asumió la presidencia de las
Cortes y orientó el proceso de reforma democrática y la composición del Gobierno, además de orientar a dos
políticos que aparecían ante la opinión pública casi por primera vez: Adolfo Suárez y Rodolfo Martín Villa.
Mientras el Rey Juan Carlos I iniciaba viajes de apertura al exterior por varios países europeos y americanos,
el Presidente Arias presentó su dimisión el 1 de Julio de 1976. Adolfo Suárez fue encargado por el rey para
formar gobierno. Definitivamente, empezaba la transición.
a.−La Ley de Reforma Política
El segundo gobierno de la monarquía, presidido por Adolfo Suárez, dio un giro radical a la política anterior:
legalizó los partidos políticos y organizaciones sindicales y convocó las primeras elecciones libres a Cortes.
Estas medidas fueron la base para el restablecimiento de una democracia política.
El 18 de Noviembre de 1976 se aprobó en las Cortes la Ley de Reforma Política, es decir, una ley−puente
para establecer un proceso constituyente en España, pasando así de un régimen autoritario a otro democrático.
La ley prescinde de la llamada democracia orgánica para establecer un pluralismo basado en los partidos
políticos y en el sufragio universal.
b.−La Ley Electoral
Aprobada la Ley de Reforma Política, el siguiente paso era la elaboración de una ley electoral que regulara la
celebración de elecciones a Cortes. El 23 de Marzo de 1976 se publicó en el BOE el Decreto Ley sobre
Normas Electorales.
El 15 de Junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas desde el año 1936. Se perfilaron
entonces las grandes tendencias políticas: Unión del Centro Democrático (actualmente desaparecido), Partido
Socialista Obrero Español, Partido Comunista de España−PSUC (integrado en la actualidad en la coalición
Izquierda Unida)−, Alianza Popular (que evolucionará hasta formar el actual Partido Popular), Partido
Nacionalista Vasco, Convergencia i Unió de Cataluña, Partido Socialista Popular,...
UCD
PSOE
PCE
IU
Otros
31.1%
28.6%
9.4%
8.5%
22.4%
1
*Composición de las cortes
de las elecciones de 1977
La UCD formó gobierno tras obtener la mayoría simple. Importantes personalidades públicas integraron el
primer gobierno formado por Adolfo Suárez. De él destacan nombres como los del General Gutiérrez
Mellado, que ocupando el Ministerio de Defensa, hubo de hacer frente al intento de golpe de Estado
propiciado por el Teniente Coronel de la Guardia Civil Tejero.
España, como el resto de los países occidentales, atravesaba un período de problemas económicos derivados
de la crisis de 1973, y a ellos hubo de enfrentarse el Gobierno al tiempo que creaba las bases para la redacción
de una nueva Constitución que habría de ser aprobada en referéndum popular. Asimismo, necesitaba dar
respuesta satisfactoria al deseo de autonomía que, con mayor o menor grado de fuerza, manifestaban, al
menos, las denominadas comunidades históricas: Cataluña, País Vasco, Galicia y Andalucía.
c.−Pactos de la Moncloa
Con el nombre de Pactos de la Moncloa se designa un ambicioso plan de saneamiento y reforma de la
economía nacional. Bajo la dirección de Fuentes Quintana, y apelando al consenso con la oposición
(representada fundamentalmente por el PSOE), los sindicatos y el mundo empresarial, se pretendía llevar a
cabo una amplia reforma fiscal, una atención prioritaria al problema del desempleo y una moderación en los
salarios. También se intentó conseguir un mayor grado de liberación en el funcionamiento de la economía y
una orientación internacional, tendente a procurar la integración de España en la Comunidad Económica
Europea (CEE).
El objetivo macroeconómico fundamental fue la lucha contra la inflación como condición para sentar las
bases de un posterior crecimiento sostenido de la producción y el empleo. Adicionalmente, se tomaron
medidas para elevar la competitividad de la industria española, reformar las instituciones y aumentar la
flexibilidad de los mercados de valores.
Durante una década la intervención del Gobierno en política económica continuó siendo importante. Había
que iniciar el desmantelamiento del sistema existente de regulaciones, de cara a prepara la entrada en la CEE,
para armonizar su funcionamiento con el de las economías occidentales. Por todo ello, los Pactos de la
Moncloa definieron una política de ajuste de la economía española a la crisis.
2.−La constitución de 1978
El segundo de los problemas que el Gobierno de Suárez debía afrontar, tras haber logrado el consenso
económico en los Pactos de la Moncloa, era de matiz político: había que dotar al país de una Constitución que
regulara la vida del mismo. Para ello, se nombró una comisión, popularmente conocida como los padres de la
Constitución, que diera forma al anteproyecto constitucional.
Tres corrientes ideológicas influyeron:
• Liberalismo: se concreta en la defensa de los derechos individuales y en la aceptación del principio
del Estado de derecho que supone 4 componentes esenciales:
−La Constitución es una manifestación de la voluntad popular
−Garantía jurídica de los derechos y libertades de los ciudadanos
−División de poderes
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−Sumisión del poder ejecutivo al principio de legalidad y control de la administración
• Socialismo democrático: acepta el capitalismo como modelo económico y da al Estado la posibilidad
de intervenir para promover medidas que corrijan y eliminen las desigualdades excesivas.
• Humanismo cristiano: a esta corriente pertenecen los conceptos de libertad que inspira toda la
Constitución para establecer el sufragio universal y la responsabilidad de los cargos públicos.
La Constitución señala la presencia de las siguientes instituciones como imprescindibles para lograr la
gobernabilidad del Estado:
• La Corona: el rey, jefe del Estado, es el símbolo de la unidad de España, y su papel es arbitrar y
moderar el funcionamiento de las instituciones.
• Las Cortes Generales: son bicamerales, Congreso de los Diputados y Senado. Ambas poseen carácter
legislativo y deben controlar la acción del Gobierno.
• El Gobierno: dirige la política interior y exterior y las administraciones civil y militar. Posee la
función ejecutiva y está formado por el presidente del gobierno y sus ministros.
• El Poder Judicial: compuesto por jueces y magistrados. Su función es administrar justicia según las
leyes emanadas de la Constitución. De él dependen el Tribunal Supremo y el Tribunal Constitucional.
a.−Las autonomías:
Las autonomías han sido calificadas por muchos juristas como el tema más arduo y complejo de la
Constitución de 1978.
Durante los 40 años del régimen de Franco se alentaron y reforzaron todos los aspectos que tuvieran una
dirección unitaria, se constituyó un Estado típicamente centralista y se procuró reprimir todas las
manifestaciones de sentimientos regionalistas o nacionalistas. Pero la realidad que surgió con fuerza tras la
implantación de un sistema democrático, es que en España existen áreas con distintas características
específicas, por lo que existe una diversidad de aspiraciones autonómicas.
Los aspectos de unidad nacional y autonomía para nacionalidades y regiones, han sido recogidos en el Titulo
VIII de la Constitución de 1978.
• ANDALUCIA
Desde el periodo romántico, se ha producido en Andalucía un ideal de búsqueda de lo propio, la
individualidad andaluza a través del proceso histórico. La Historia de Andalucía se desarrolla en un
permanente conflicto debido a la falta de una fuerte corriente de identidad del pueblo andaluz.
Andalucía siempre quedaba al margen, con problemas constantes, debido a que la economía andaluza no era
autónoma, sino que estaba subordinada a intereses no andaluces.
Con la llegada en Febrero de 1932 de la II República se revitalizó el movimiento andalucista.
En Enero de 1933 se redactaron en Córdoba las bases del proyecto estatutario y firmaron el Estatuto el 2 de
Abril de 1936. Dicha Junta fue un movimiento político que aspiró a desarrollar el ansia de libertad, autonomía
y regeneración del pueblo andaluz.
Con la Guerra Civil se paralizó el incipiente proceso autonómico andaluz, el cual hasta 1977 no reinició su
marcha hacia el autogobierno.
El 4 de Diciembre de 1977, casi dos millones de andaluces se manifestaron por la autonomía en las
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principales ciudades andaluzas, convocados por los partidos políticos.
El 27 de Mayo de 1978 se constituyó en Cádiz la Junta de Andalucía, siendo su primer presidente Plácido
Fernández Viagas.
En Febrero de 1979 se produjo el traspaso de las primeras competencias del Gobierno central al andaluz,
referentes a administración local, agricultura, transportes, urbanismo y turismo.
El 28 de Febrero de 1980 se celebró el referéndum de ratificación de la iniciativa autonómica.
Los días 28 de Febrero y 1 de Marzo de 1981, la Asamblea de Parlamentarios Andaluces, reunida en Córdoba,
aprobó el anteproyecto del texto autonómico o Estatuto de Carmona. A partir de aquí el proceso autonómico
se aceleró. El 17 de Diciembre el pleno del Congreso ratificó el Estatuto andaluz.
Cumplidos todos los trámites, el 30 de Diciembre el Rey sancionó el Proyecto de Estatuto y el 11 de Enero de
1982 fue publicado en el Boletín Oficial del Estado.
El 3 de Febrero de 1982 se constituyó la junta electoral para las elecciones al Parlamento regional. El 23 de
Mayo los andaluces votaron a los miembros que habían de conformar el primer Parlamento Andaluz.
A pesar de todo esto, el andalucismo político ha fracasado en su estrategia de configurar una opción
nacionalista de relevancia tanto en el ámbito estatal como en el andaluz. Los hechos apuntaban en esos
primeros años hacia una formación política regional, es Partido Socialista Andaluz (PSA). Durante los años
siguientes, aunque con una breve recuperación a finales de los ochenta, no han dejado de sucederse los
fracasos electorales del andalucismo político.
El foro Andalucía nuevo nación el 9 de Agosto de 1998.
Sobre el papel que ha de jugar Andalucía en el mundo se han marcado los siguientes objetivos:
−Mejorar la imagen de la Comunidad al exterior
−Forzar la presencia directa de Andalucía ante las instituciones de la UE.
−Mostrar clara oposición ante la Política Agraria Comunitaria.
−Mejorar la conexión con las redes de transporte transeuropeas.
Con respecto al papel de Andalucía ha de desarrollar en el conjunto del Estado estos son los objetivos que se
señalan:
−Defender la vigencia de la Constitución de 1978.
−Mantener el principio de solidaridad interregional.
3.− Evolución de los Gobiernos democráticos
Tras aprobarse la Constitución, el Presidente Adolfo Suárez anunció elecciones generales para Marzo de
1979. El resultado de dichas elecciones fortaleció el papel de la UCD. En las elecciones municipales de Abril
del mismo año, los socialistas y comunistas en coalición obtuvieron una clara mayoría. La izquierda quedaba
avalada por los resultados electorales y se presentaba como una alternativa de poder. Todo ello supuso un
claro impulso político para la configuración de la España de las autonomías.
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La Constitución terminó de articular el diseño del mapa de las autonomías y muy pronto se aprobaron los
Estatutos de Autonomía de Cataluña, País Vasco y Galicia, y no mucho después el de Andalucía.
Se formularon leyes innovadoras como la reforma del Código Civil, con lo que el matrimonio civil volvía a
admitirse y quedaba abierta la posibilidad de crear una ley que regulara el divorcio.
La situación se veía agravada por la persistencia de problemas económicos derivados de la crisis mundial de
1973. Todo ello desembocó en una profunda crisis del partido en el poder, la UCD, donde determinados
políticos acusaban al presidente de un exceso de protagonismo. Además, los grupos terroristas, ETA y
GRAPO fundamentalmente, intensificaron sus atentados, contribuyendo a agravar el equilibrio de la reciente
democracia. Ante esta situación, Adolfo Suárez presentó su dimisión, siendo sustituido como Presidente del
Gobierno por Leopoldo Calvo Sotelo, también de la UCD.
El 23 de Febrero de 1981 debía celebrarse la investidura de Calvo Sotelo en las Cortes. Un grupo de militares
al mando de un Teniente Coronel de la Guardia Civil, irrumpió violentamente en el Congreso de los diputados
e intentó dar un golpe de Estado. La serenidad de Adolfo Suárez y del General Gutiérrez Mellado, la lealtad
de una buena parte del ejército a la Constitución, la reacción del pueblo en defensa de la democracia y el papel
esencial del Rey, como jefe del ejército, abortaron la intentona, pero ello no solucionó la crisis de poder
político que atravesaba el país.
El Gobierno de Calvo Sotelo con la oposición del PSOE, solicitó el ingreso de España en la OTAN,
intensificando con ello su presencia en el exterior, se inició la reconversión industrial y se aprobaron la ley del
divorcio y la ley antiterrorista. Pero la situación interna de la UCD siguió su proceso de deterioro hasta que
Calvo Sotelo se vio obligado a convocar elecciones anticipadas para el mes de Octubre de 1982. En estas
elecciones obtuvo por vez primera la mayoría el Partido Socialista Obrero Español, seguido de Alianza
Popular, germen del actual Partido Popular.
Entre 1982 y 1996 el gobierno estuvo dirigido por el PSOE. Felipe González, Presidente del Gobierno,
continuó con el proceso de consolidación de la democracia y de la modernización de España: se debían crear
las bases para el estado del bienestar, eliminar las trabas económicas y generar empleo.
Tras las elecciones del 3 de Marzo de 1996 se produjo un nuevo cambio político, al obtener la mayoría el
Partido Popular. Fue nombrado Presidente del Gobierno José Mª Aznar, apoyado por los nacionalistas (CiU,
PNV y Coalición Canaria), frente a una oposición integrada por PSOE e IU. Lo mismo sucedió en las
elecciones del 12 de Marzo de 2000, aunque en esta ocasión el PP obtuvo mayoría absoluta.
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BLOQUE VI
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