PROTOCOLO DE ACTUACIÓN ANTE INSUFICIENCIA SUPRARRENAL EN EL PACIENTE CRÍTICO I/ ALGORITMO DE DECISIONES ……………………………………………………pag 2 II/ CRITERIOS DE EXCLUSIÓN ……………………………………………………pag 3 III/ OBJETIVOS DEL PROTOCOLO ……………………………………………………pag 4 IV/ DEFINICIÓN DE LOS CUADROS DE INSUFICIENCIA SUPRARRENAL………. ..pag 5 y 6 V/ JUSTIFICACIÓN DEL PROTOCOLO VI/ DIAGNOSTICO DE SOSPECHA ………………………………………….. pag 7-12 …………………………………………………….pag 13-14 VII/ DIAGNÓSTICO BIOQUÍMICO DE CONFIRMACIÓN ………………………..pag 15-20 VIII/ SEGUIMIENTO ……………………………………………………………………… pag 21-22 IX/ BIBLIOGRAFÍA ……………………………………………………………………….pag 23-24 1 I/ ALGORITMO DE DECISIONES DIAGNÓSTICO DE SOSPECHA CLÍNICO34 Situación clínica de shock hemodinámico (TAM <60 mmHg) y No respuesta a reposición hídrica (>1 L coloides u >3 L cristaloides en 4 hs) o con necesidad de iniciar catecolaminas (NA>0’05 mcg/k/min o DA >5 mcg/k/min o Dobutamina > 3 mcg/k/min ) +/DIAGNÓSTICO DE SOSPECHA BIOQUÍMICO -Hipoglucemia/hiponatremia/hiperkaliemia/hipercalcemia -Neutropenia/eosinofilia -Fiebre con hemocultivos (-) SALVO CRITERIOS DE EXCLUSIÓN (APARTADO II) DIAGNÓSTICO DE CONFIRMACIÓN BIOQUÍMICA CORTISOLp basal al azar* A los 5 minutos TEST SYNACHTEN (250 mcg ACTH en bolo) MUESTRA DE CORTISOL p A LOS 30’ * NO RESULTADOS BIOQUÍMICOS PERO CLÍNICA SOSPECHOSA CLÍNICAMENTE PERMITE ESPERAR Cualquier valor de cortisol basal y diferencia entre el pico de cortisol a los 30’ y el cortisol basal < 9 mcg/dl (“NO RESPONDEDORES”) HIDROCORTISONA 200 mg /24 hs iv IC28 -Hasta disminución de CAT (NA<0’05 mcg/k/min o mcg/k/min ) >9 mcg/dl (“RESPONDEDORES”) DEFINICIONES ESPECIFICAS EN APARTADO III DA <5 mcg/k/min o Dobutamina < 3 -Retirar antes si el diagnóstico bioquímico indica “respondedor” -Retirada en dosis decrecientes durante 4 días *En GPC, en el desplegable de analíticas como Cortisol (suero, sangre): cortisol basal al azar y a los 30’ 2 II. CRITERIOS DE EXCLUSIÓN 1. Absolutos: Enfermos con enfermedad incurable terminal 2. Relativos: en caso de sospechar insuficiencia suprarrenal aguda causada por la administración de etomidato y requerir suplementos corticoideos, se administrará dexametasona iv en bolos de 4 mg/6 hs para no interferir en los resultados del diagnóstico bioquímico que deberá realizarse 24 horas tras la administración del citado fármaco. 3 III. OBJETIVOS DEL PROTOCOLO 1.- Valorar el estado de la glándula suprarrenal en pacientes en estado séptico inflamatorio. 2.- Diagnosticar la existencia de disfunción suprarrenal absoluta o relativa 3.- Valorar la necesidad de soporte inotrópico previo y durante el tratamiento con corticoides 4 IV. DEFINICIÓN DE LOS CUADROS DE INSUFICIENCIA SUPRARRENAL Los resultados obtenidos tras la realización del nivel basal de cortisol y del test corto de ACTH con 250 mcg definen, en el paciente crítico, varias situaciones ( de origen cada una de ellas, primario o secundario): a.- Hipocortisolemia: en vista del amplio rango de valores observado en los diferentes estudios, lo definiremos para nuestro protocolo siguiendo las directrices de la última revisión sobre el tema publicado en el N E J M en Febr 2003 1, esto es, como valores inferiores a 15 mcg /dl en una muestra sanguínea elegida al azar. b.- Insuficiencia suprarrenal absoluta: Nosotros, definiremos ISR absoluta siguiendo las directrices de la revisión de Cooper en NEJM 2003 1, es decir, - cortisol basal al azar inferior a 5 mcg/dl: no necesita test dinámicos para su confirmación aunque en nuestro protocolo confirmaremos , en todos los pacientes, el diagnóstico con el test dinámico. - o cortisol basal al azar inferior a 15 mcg/dl y una diferencia inferior a 9 mcg/dl entre el valor basal de cortisol y el valor de la elevación en el pico de cortisol plasmático a los 60’ tras la estimulación con 250 mcg de ACTH. c.- Insuficiencia suprarrenal relativa: se define como valores de cortisol basal entre 15-40 mcg/dl pero un valor inferior a 9 mcg/dl en la diferencia entre el cortisol basal y el cortisol tras la estimulación con ACTH. Dentro de ella, algunos autores definen un cuadro conocido como “déficit transitorio de ACTH en el paciente crítico” 2 que se trata de una IA secundaria en el periodo postquirúrgico caracterizada por una respuesta normal al test de ACTH pero con respuesta positiva en cuanto a la restauración de la estabilidad hemodinámica con tto corticoideo. d.- Insuficiencia suprarenal oculta: se define con valores normales de cortisol basal y una diferencia <9 mcg/dl entre el valor del cortisol basal y el pico máximo a los 30’ o 60’ de recibir 250 mcg de ACTH3. 5 En el protocolo de la Unidad llamaremos "respondedores" a todos aquellos individuos que respondan, en el test de ACTH, con una elevación superior a 9 mcg/dl y "no respondedores" a los que la diferencia sea inferior a 9 mcg/dl Posteriormente, una vez estabilizado el enfermo, disponemos de varios test para valorar el origen de la insuficiencia ya que el diagnóstico de localización es crítico no sólo por la posibilidad de precisar cirugía u otra terapia específica de la patología de base sino por localizar también el defecto hormonal a fin de confirmar la necesidad de sustitución con mineralocorticoides ( caso de insuficiencia primaria) o no ( ISR secundaria). 6 V. JUSTIFICACIÓN DEL PROTOCOLO Existen dos razones fundamentales para desarrollar este protocolo: En primer lugar, el hecho de que la incidencia de desarrollar hipofunción adrenal en el paciente crítico pueda ser altísima según se desprende de la bibliografía aunque el rango de incidencia en el paciente crítico es tan amplio como del 0% al 41% según la subpoblación estudiada4. Las razones para este amplio rango de incidencia, incluyen: - falta de estandarización en el diseño de los estudios, principalmente en la definición de los subgrupos de pacientes estudiados - métodos diferentes usados para el diagnóstico de insuficiencia adrenocortical ( concentración basal plasmática de cortisol, diferentes test ACTH o ambos) así como el momento en el que se realicen estas determinaciones. - uso de valores normales de cortisol en pacientes sanos para detectar insuficiencia en el paciente crítico. Como queda recogido en múltiples estudios, no es infrecuente valores altos de cortisol plasmático en pacientes con infecciones bacterianas, shock séptico y otros procesos agudos médicos o quirúrgicos aunque el rango observado varía de unos grupos a otros hasta en 20 veces ( desde valores similares a los de controles sanos hasta valores altísimos) con lo que ello implica de dificultad para estandarizar el rango normal de cortisol plasmático en el paciente crítico (todavía no definido)4. Este amplio rango en el cortisol medido puede tener varias explicaciones: - disrupción del ritmo circadiano de cortisol en pacientes severamente estresados - reducción de la vida media de cortisol - deplección de la globulina fijadora de cortisol tanto en enfermos sépticos como en urémicos (no se sabe por qué causa)4-6, con lo que hay más cortisol libre activo. - alteracíón del eje HPT-HPF- adrenal. - disminución de la tasa de extracción de cortisol plasmático - reducida degradación hepática (enfermos hepáticos) 7 La segunda razón para iniciar este protocolo es que, como todos sabemos, el paciente crítico lo es porque, sometido a ciertos estímulos intensos, sean los que sean ( infecciones, hipotensión, cirugía…) es incapaz de reanudar correctamente, al menos de forma temporal, algunas de sus funciones vitales. Para resolver este conflicto, el organismo pone en marcha una cascada de cambios endocrinos, inmunológicos y hematológicos que se conoce como “respuesta ante el stress”7 entre los que destacan por tener una papel vital para el enfermo, el correcto funcionamiento del eje HPT-HPF-adrenal capaz de poner en marcha la activación hipotalámica del sistema nervioso simpático, ciertos cambios hematológicos e inmunológicos con liberación de reactantes de fase aguda y la famosa respuesta endocrina ante el stress caracterizada por aumento de la secreción de hormonas pituitarias y activación del sistema nervioso simpático. En condiciones basales sin stress, el HPT secreta CRH (hormona reguladora de corticotropina) y Arginina- vasopresina, potentes estimulantes de la secreción de corticotropina (ACTH) por parte de la pituitaria. El HPT está sometido a acciones reguladoras de su secreción tales como el feed back negativo de los gluco y mineralocorticoides circulantes por una parte y, por otra, influencias reguladoras de otras zonas del cerebro, especialmente el sistema límbico 8. Este ACTH actúa sobre las glándulas SR, estimulando la producción5 de glucocorticoides (cortisol), mineralocorticoides (aldosterona), andrógenos y catecolaminas (fundamentalmente epinefrina, sintetizada en la médula adrenal gracias al cortisol). ¿Qué ocurre en el paciente crítico? Varios estudios en pacientes críticos así como otros in vitro sugieren que mediadores circulantes pueden reducir la capacidad de las células adrenocorticales para responder a ACTH aumentada durante el stress9. Infección e inflamación sistémica son las causas más comunes de ISR primaria en el ámbito de cuidados críticos. Entre las infecciones, el HIV (bien por afectación directa adrenal o por infecciones oportunistas) es el paciente más comunmente afectado con una incidencia de ISR de hasta el 33% en UCI. Otras infecciones frecuentes son tuberculosis, 8 meningococemia, citomegalovirus, infecciones fúngicas y sepsis por gramnegativos. Cualquiera de ellas pueden dar ISR primaria o secundaria carácterísticamente reversible con tto 9. Durante estados de sepsis29-32, los linfocitos activados producen liberación de citokinas y péptidos inflamatorios tales como fragmentos de ACTH y corticostatina ( un péptido con actividad inhibidora de ACTH que aparece aumentado hasta 20 veces en animales infectados pero no tras hemorragia ) que aparecen en cualquiera de estos enfermos 4,9 y que suprimirían el eje H-P-adrenal uniéndose a los receptores adrenales de ACTH y, por tanto, disminuyendo la capacidad de respuesta ante el ACTH endógeno. Endotoxemia y sepsis, por otra parte, estimulan la producción de IL-1, IL-6 y FNT- por los neutrófilos y células mononucleares. Los dos primeros son estimuladores del HPT ( aumentando CRH) y pueden ser, en parte, responsables del aumento de cortisol en situaciones de stress. IL-1, además, también puede estimular directamente las gálndulas adrenales10. En los enfermos con ISR, tanto niveles de IL-6 como los de ACTH son inferiores a lo esperado, lo que se sugiere que una insuficiente capacidad de respuesta ante IL-6 sea responsable de insuficiente función del eje, por infraestimulación, en algunos pacientes críticos 4,9. El FNT- altera la liberación de ACTH por la CRH inhibiendo, por una parte, la secreción pituitaria de ACTH, y por otra, la secreción adrenal de cortisol mediada por ACTH y angiotensina II en glándula adrenal , ( junto con la corticostatina). De hecho, hay estudios que demuestran una recuperación de la respuesta a ACTH en la fase de recuperación de la sepsis9. La sepsis también altera las acciones intracelulares del cortisol con reducción de las enzimas de gluconeogénsesis a pesar de valores altos de glucocorticoide circulante, reducción en la captación hepática de cortisol y menor afinidad de los receptores periféricos 9. Todos los efectos negativos de los bajos niveles de corticoides durante la sepsis son, además, agravados por el factor inhibidor de las proteínas proinflamatorias de macrófagos (MIF), el cual es liberado por los bajo niveles de corticoides circulantes y actúa contrarestando la inhibición inducida por los corticoides sobre la síntesis de citokinas proinflamatorias (osea, aumenta la liberación de éstas con lo que aumenta la inflamación y el círculo vicioso) 11. Otros factores concurrentes frecuentemente en el enfermo séptico y que, en estos pacientes, incrementan la posibilidad de sufrir una crisis adrenal son alteraciones hemorrágicas, terapia anticoagulante concomitante, aparición de púrpura fulminans, lesiones 9 térmicas, administración de ketoconazol o etomidato, terapia previa con glucocorticoides y, por supuesto, en caso de necesidad de cirugía, el periodo postoperatorio12. En el paciente postquirúrgico ( el otro gran grupo de pacientes estudiados a lo largo de estos últimos 30 años), concurren otra serie de factores diferentes que le hacen particularmente susceptible de sufrir insuficiencia adrenal, como son el proceso patológico inicial que le lleva a cirugía, el procedimiento quirúrgico por sí mismo y la adaptación postoperatoria de la homeostasis. Además, según se desprende de varios estudios, la edad juega un papel importante en este subgrupo de pacientes críticos resultando más susceptibles aquellos mayores a 55 años2. El proceso quirúrgico, por sí mismo, activa la liberación de citoquinas (IL e interferon) por parte de leucocitos, fibroblastos y células endoteliales como una respuesta precoz a la lesión tisular, jugando papel fundamental en la inmunidad e inflamación produciendo sus efectos mediante la influencia que ejercen sobre la síntesis proteica de múltiples células, tanto localmente ( en zona de trauma quirúrgico) como de forma sistémica. Las citoquinas principales tras cirugía mayor son IL-1y FNT- alfa ( liberadas en primer lugar por macrófangos y monocitos en lso tejidos dañados) y éstas estimulan la liberación de IL-6 ( responsable de los efectos sistémicos conocidos como respuesta de fase aguda con los rasgos característicos de esta fase [fiebre, granulocitosis, producción de proteinas de fase aguda por el hígado que son inflamatorias y antiproteasa localmente tales como CRP, fibrinógeno, alfa 2 macroglubulina, cambios en concentración de proteinas de transporte ( aumento ceruloplasmina y disminución de transferrina, alb y alfa2 macroglob) y cambios en concentración sérica de cationes divalentes ( aumenta cobre y disminuye zinc y hierro)] 7 así como el inicio de la respuesta ante el stress en cirugía mayor 2,7. En los 30-60 minutos del comienzo de la cirugía, la concentración de IL6 aumenta, siendo significativo tras 2-4 hs y en unas cantidades y duración que reflejan directamente la calidad del daño tisular. Tras procedimientos mayores (cirugía colorectal, vascular mayor…) la concentración IL.6 es máxima a las 24 hs y permanece elevada hasta 48-72 hs después7. Incluso aunque no se desarrolle una disfunción adrenal como tal, se ha descrito una forma de IA secundaria en el periodo postquirúrgico o “deficiencia transitoria de ACTH” caracterizada por una respuesta normal al test de ACTH pero con respuesta positiva en cuanto a la restauración de la estabilidad hemodinámica con tto corticoideo. El mecanismo de este 10 síndrome es complejo, con base en la respuesta inflamatoria sistémica que acompaña frecuentemente al periodo postoperatorio y que se caracteriza por liberación de citokinas tales como el FNT- que, como ya hemos visto, inhibe secreción ACTH y cortisol. Ya que la respuesta inflamatoria postoperatoria es frecuentemente transitoria, la ISR derivada de ella también lo es frecuentemente2. El hecho de que este grupo de enfermos respondan favorablemente al tto corticoideo restaurando la estabilidad HD a pesar de tener niveles normales de cortisol basal puede explicarse por el hallazgo de cambios en la concentración de globulina fijadora de cortisol y de albúmina ( por cambios endógenos o exógenos hormonales, disfunción hepática o cambios en el volumen de distribución tras resucitación con fluidoterapia) que frecuentemente se ven en el postoperatorio. Además una alteración en la interacción entre CAT, receptores adrenérgicos y corticoides puede llevar a una hiporespuesta de los receptores y adrenérgicos con el consecuente cuadro clínico típico de estos enfermos de hiporespuesta vascular y depresión miocárdica con necesidades altas de vasopresores y que responde típicamente a dosis fisiológicas de hidrocortisona 2. Algunos estudios han intentado esclarecer la influencia de la anestesia sobre la respuesta al stress. En cirugía general, han sido implicados la morfina inhibiendo HPT (1959), altas dosis de fentanilo, sufentanilo y alfentanilo en cirugía cardiaca (1989) y abdominal baja (1978 y 87) suprimen secreción pituitaria, el etomidato parece que inhibe secreción adrenal de aldosterona y cortisol tanto en infusión continua como en bolo (1983, 1999) y la clonidina bloquea la respuesta al stress mediada por el sistema nervioso simpático (1993). La anestesia epidural extensa (T4-S5) bloquea tanto la respuesta adrenocortical como glicémica aunque no si el bloqueo es menor7. Otras causas menos frecuentes de ISR en el paciente crítico que se manifiestan de forma aguda son8,9 : A/ ISR primaria ( por afectación adrenal): Hemorragia, necrosis o trombosis masiva (>90%) adrenal (Sdr Waterhouse Friederichsen) secundarias a sepsis meningocócica ( Neisseria menigítidis es el ppal factor etiológico), coagulopatía , terapia con warfarina o en el síndrome antifosfolipídico. También visto tras cirugía mayor o shock hipovolémico con /sin diatesis hemorrágica10. El mecanismo de la ISR secundario a hemorragia ha sido investigado en modelos 11 experimentales en ratas 13 y implican al hígado como órgano inical en el desarrollo de la ISR ya que es un déficit en la actividad de 11 beta-dehydrogenasa hepática lo que conduciría a alto nivel circulante de corticosterona lo que, negativamente, regularía la liberación de corticosterona y, por tanto, la actividad adrenal. Otros estudios apuntan a que el síndrome sea la manifestación local de una activación de la coagulación, inhibición de la fibrinolisis y daño endotelial mediado todo ello por las citokinas liberadas por el stress10. Menos frecuentemente, el uso de ciertas drogas pueden provocar ISR, siendo las más frecuentes el ketoconazol y etomidato14 en el ámbito intensivo. Recientemente, se ha descrito posible asociación entre el uso de altas dosis de fluconazol y la insuficiencia suprarrenal en el paciente crítico33. B/ ISR secundaria ( por afectación HPT o pituitaria) La causa más frecuente en el area de críticos es el uso previo de corticoides a altas dosis y/o durante largo tiempo. La disfunción adrenal es tanto dosis como tiempo dependiente de modo que la recuperación de la glándula puede tardar incluso 9 a 12 meses tras la administración crónica con glucocorticoides. La clínica puede ser abrupta o insidiosa pero es una causa probable en todo aquel paciente que estuviese tomando corticoides el año previo al ingreso en la Unidad. Otras causas menos comunes son: -- Sdr Sheehan ( necrosis pituitaria postparto)15,16. -- Necrosis o hemorragia en el seno de macroadenoma pituitario -- Traumatismo craneoencefálico con lesión pituitaria -- Cirugía del síndrome de Cushing ( suele ocasionar ISR transitoria) 12 VI. DIAGNÓSTICO DE SOSPECHA DE INSUFICIENCIA SUPRARRENAL EN EL PACIENTE CRÍTICO El diagnóstico mediante sospecha clínica, por tanto, será lo primero a realizar y, en el caso de ISR aguda incluso el único por el que nos podamos guiar para instaurar un tratamiento antes de disponer de confirmación bioquímica17 ya que no son pocos los autores que señalan la importancia de una administración precoz de corticoides exógenos para lograr supervivencia de estos pacientes5,17-19. La ISR aguda se presenta con una serie de signos y síntomas no específicos, con lo que se necesita un alto grado de sospecha para su correcta identificación 19. Clásicamente se hablaba de “la tetralogía addisoniana” 17 caracterizada por anorexia, debilidad, hipotensión y disminución de peso pero, fundamentalmente, lo que va a fundamentar nuestras sospechas va a ser8,17-19 una desproporción entre la enfermedad de base o la cirugía sufrida y el gran estado de prostación del enfermo, presentándose la mayoría de las veces con el cuadro hemodinámico característico del shock: gasto cardiaco elevado asociado a resistencias sistémicas extremadamente bajas e hipotensión con necesidad de altas dosis de catecolaminas exógenas y una pobre respuesta a la resucitación hídrica. Todo ello acompañado de cambios anodinos en el estado mental que puede variar desde debilidad y letargia hasta delirio, agitación e incluso coma y alteraciones gastrointestinales que incluyen dolor abdominal ( en el caso de trombosis o hemorragia adrenal), anorexia, nauseas, vómitos y diarrea. En el diagnóstico de laboratorio son típicas la hipoglucemia, hiponatremia ( si <120 causará problemas mentales8 , hiperkalemia, hipercalcemia, neutoprenia y eosinofilia aunque ninguno de estos datos por sí mismo tienen un valor predictivo así como su no aparición no excluye el diagnóstico de ISR 19. De entre estas alteraciones quizá las más infrecuentes en el ámbito de los cuidados intensivos son la hipoglucemia y eosinofilia y nos deben alertar a la sospecha de ISR. Otras alteraciones iónicas están enmascaradas por el reemplazo hídrico como la hiponatremia y otras, como la fiebre de hasta 39º C con hemocultivos y cultivos de 13 otros focos negativos no son infrecuentes. Aunque son relativamente frecuentes la elevación de la tirotropina, también se han descrito cuadros más raros de hiperprolactinemia e hipotiroidismo19 . Por otra parte, una vez sospechada la ISR, la aparición de hiperkaliemia debe dirigir nuestro diagnóstico hacia una ISR primaria. En cualquier caso, ante una cuadro de las características hemodinámicas descritas, es obligado realizar un diagnóstico diferencial con los cuadros de sepsis, shock neurogénico, sobredosis de drogas vasodilatadoras, shunt arteriovenoso, anemia severa, tirotoxicosis, beriberi, embarazo e insuficiencia adrenal19. 14 VII. DIAGNÓSTICO BIOQUÍMICO DE CONFIRMACIÓN DE LA INSUFICIENCIA SUPRARRENAL En pacientes con un eje H-P-adrenal normal, la función de éste aumenta con la consistente elevación de cortisol circulante durante periodos de stress. El cortisol sérico total bajo estas circunstancias puede aumentar entre 2 y 10 veces el valor superior normal y hay una pérdida de la variación diurna fisiológica. Estos niveles altos se suelen mantener durante 4 a 5 días y luego volver a la normalidad salvo desarrollo de complicaciones 19. El fallo para alcanzar esos niveles de hipersecreción es conocido como ISR 2 . El problema es definir los límites de normalidad en el rango de cortisol plasmático en un paciente con hiperestimulación adrenal por su situación crítica y, más dificil aún, definir si los niveles encontrados aunque sean altos o bajos son funcionalmente correctos. La evaluación bioquímica se basa en tres importantes principios de la fisiología del eje HPA 20 : 1. El cortisol ejerce una feedback inhibitorio sobre el HPT e hipófisis 2. La glándula adrenal depende del ACTH como hormona trópica por lo que un déficit de ACTH provoca una incapacidad reversible para secretar cortisol 3. EL eje HPA puede ser activado por estímulos farmacológicos y fisiológicos que, además, provocan una pérdida del ritmo diurno fisiológico en la producción de cortisol. Hay numerosos test, tanto estáticos como dinámicos, para valorar la función del eje HPA. El criterio para utilizar uno u otro será la situación del enfermo y el objetivo de nuestro estudio. En el paciente agudamente crítico en el que queremos establecer el diagnóstico de ISR, se han barajado en la literatura varios test: 1.- Muestra de cortisol plasmático al azar: se saca una muestra de forma urgente para analizar el cortisol sérico para más tarde realizar el test estimulación y valorar la localización del defecto. 15 En el GPC, esta prueba viene definida en el desplegable de analíticas como “cortisol (suero, sangre). No es una prueba urgente pero se puede hablar con laboratorio en el momento de pedirla para que envíe los resultados con la mayor rapidez posible. En enfermos bajo estrés severo, el eje HPA está máximamente activado, por tanto el rango de cortisol adecuado en estos enfermos está continuamente a debate. Parece, no obstante adecuado si 18 mcg/dl e inadecuado si <5 mcg/dl aunque esto último no está tan claro. Valores <15 hacen sospechar ISR y obligan a terapia glucocorticoidea. En la persona sana, los niveles de cortisol normales a las 8ª.m. varían entre 165-500 nmol/l (6-18 mcg/dl). Valores <85 nmol/l ((3 mcg/dl) indican ISR (27). En el paciente crítico, varios estudios han intentado definir el nivel crítico de cortisol plasmático necesario para hacer frente al periodo de stress. -Sibbald et al (Ann Surg 1977;186:29-33) en 22 pacientes sépticos lo definió en 520 nmol/l (19 mcg/dl) Chernow et al (Crit Care Endocrinol 1989; 736-766 definió el nivel mínimo en críticos en 20 mcg/dl ( 560 nmol/l) Lindholm et al (J Clin Endocrinol Metab 1978;47:272-274) definió como aceptable un cortisol plasmático >500 nmol/l (18 mcg/dl) tras test ACTH 250 o tras test de hipoglucemia con insulina, con buena correlación entre ambos test. Moran JL et al (Inten Care Med 1994;20:489-95)6 (basado en los estudios descritos, desarrolló estudio retrospectivo en 68 pacientes (4’5 años) con shock séptico a los que se le midieron cortisol basal y/o test ACTH corto a su ingreso en UCI o durante el desarrollo del shock. Definió como nivel mínimo de cortisol el de 500 nmol/l (18 mcg/dl), y encontró hasta 32% pacientes con hipocortisolemia aunque no todos ellos se caracterizaban por falta o reducida respuesta ante el test ACTH corto, siendo los hiporespondedores y no los que tenían hipocortisolemia, los que se relacionaban con peor pronóstico. Además, el nivel de cortisol plasmático no se relacionaba con las variables hemodinámicas recogidas (PAM, RAP, PAOP, PAPM, CO, SVR, LVSWI, gaseometría y medidas de sangre venosa mixta) incluso en rango tan variable como 200- 1200 nmol/l ( 8- 40 mcg/dl). Grinspoon SK and Biller BM en una revisión sobre el tema realizada en 1994 aseguraban que, tras una determinación al azar de cortisol, unos niveles < 5 mcg/dl (139 nmol/l) 16 durante stress severo eran evidencia definitiva de insuficiencia adrenal. Si los niveles eran inferiores a 13 mcg/dl ( 338 nmol/L) era presumtivo de insuficiencia y se recomendaba la terapia glucocorticoidea para reducir el potencial de mortalidad. Con niveles sobre 13 pero inferiores a 18 mcg/dl ( 468) el diagnóstico era indeterminado y eran necesarios más test para valorar la terapia glucocorticoidea 20. El principal problema, por otra parte, es identificar no sólo a aquellos enfermos con cortisol bajo para su estado crítico sino valorar la necesidad de tratamiento o no y en qué subgrupo de estos enfermos6,20. Niveles moderadamente bajos de cortisol (140 nmol/l ; 5mcg/dl) pueden no tener efectos adversos y, simplemente, significar un hipoadrenalismo químico pero no funcional, pero niveles severamente bajos ( <50 nmol/l; <2 mcg/dl) como en hemorragia masiva adrenal bilateral son indicativos de hipoadrenalismo funcional que es lo importante 6. Por otra parte, ultimamente está en cuestión la validez de una única determinación de cortisol en paciente severamente enfermo ya que esta medida puede depender de la secreción puntual, el aclaramiento, el nivel de proteína fijadora y el momento del día en que realicemos la extracción. Los sujetos normales secretan ACTH en forma de 7-13 bolos, dentro de un ritmo circadiano de 24 hs y los valores medios horarios de cortisol pueden tener un rango normal de entre 62-189 nmol/l ( 2- 7 mcg/l). Hay una pérdida del ritmo diurno en el paciente crítico con un rango muy amplio de valores demostrado en varios estudios6. Además hay que tener en cuenta que la determinación puede estar alterada por la administración conjunta de hidrocortisona, metilprednisolona y prednisona que deben ser evitados en las 24 hs previas a la medida. La dexametasona, en cambio, no altera las medidas de cortisol20. Por todo lo explicado, tras la extracción de la muestra sanguínea muchos autores recomiendan la terapia glucocorticoidea sin retrasos sobre todo cuando la clínica es comprometida20-25 , eligiendo unos como esteroide la dexametasona20,21 ya que no altera las medidas de cortisol y se puede realizar posteriormente test de estimulación tales como el test corto de ACTH, ITT o metirapona tras estabilizar al enfermo 20. En caso 17 de tener realizado el diagnóstico bioquímico, la mayoría de los autores eligen hidrocortisona con o sin fluodocortisona. 2. Test corto de ACTH (250 mcg): La base racional para usar la estimulación con ACTH para valorar indirectamente la función del eje HPA es la evidencia de que la deficiencia crónica de ACTH conlleva la atrofia adrenocortical con hiporespuesta a la estimulación con ACTH. Por tanto, una respuesta normal en la secreción de cortisol ante este estímulo implica una capacidad secretora normal de ACTH26. El método es el siguiente: se extraen muestras de cortisol p en los momentos 0, 30' y 60' tras el bolo iv o im de 250 mcg ACTH ( 145 [micro sig] g/ m2 , máximo 250 [micro sig] g/ m2 en niños) 27. En el laboratorio de la FHA, cuando pedimos esta prueba desde la Reanimación, el valor del cortisol que nos mandan es el obtenido a los 30minutos de la estimulación. En el GPC, este test se encuentra definido en el desplegable de analíticas como “P. Dinámicas para Synacthen”. No es una prueba urgente pero se puede hablar con laboratorio en el momento de pedirla para que envíe los resultados con la mayor rapidez posible, Este test mide directamente sólo la integridad funcional de las glándulas adrenales pero, ya que éstas dependen del efecto trófico de ACTH endógeno, valora indirectamente la función HPT e HPF ya que si la producción de ACTH endógeno está alterada, las glándulas pierden la capacidad de responder a la estimulación exógena ( por hipotrofismo). Los dos aspectos controvertidos de este test son : la elección del mejor criterio para valorarlo ( esto es, el pico de incremento o valor absoluto del incremento) y la definición del adecuado nivel de respuesta de cortisol. En cuanto al primer aspecto, el incremento absoluto ha sido y es utilizado en varios estudios para valorar la correcta respuesta aunque en la revisión realizada por Grinspoon SK en 1994 aseguran que es menos sensible que el pico de incremento ya que el primero está afectado por la hora del día, al ser inversamente proporcional al valor de cortisol basal con lo que será menor durante la mañana ya que en ese momento el cortisol basal está más alto. Hay estudios que demuestran incrementos de sólo 7 mcg/dl en controles normales. Por lo tanto, según algunos estudios parece más útil medir el valor del pico de cortisol. Serán clasificadas de normales, respuestas de cortisol superiores a 18 mcg/dl (500 nmol/L ) en cualquier muestra del test (0,30 y 60') según algunos estudios20,22,26 18 o superiores a 20 mcg/dl (560 nmol/L) según otros22 . Valores entre 13 y 17 cmg/dl son indeterminadas y obligan a repetir el test al menos una vez. La decisión de reemplazo glucocorticoideo dependerá del nivel de sospecha clínica de insuficiencia adrenal20. El mayor defecto que presenta el test es su falta de agudeza a la hora de valorar el eje cuando la insuficiencia HPA es de reciente comienzo. Existe un periodo ventana bien reconocido en la literatura de varias semanas tras el comienzo de la insuficiencia en las que la atrofia adrenal no es efectiva todavía y son capaces de responder al estímulo exógeno, con lo que los resultados del test son malinterpretados como "normalidad del eje". Cuando realizamos test que miden directamente el eje HPA como la respuesta hipoglucémica a insulina (ITT), éste será anormal en muchos casos. El caso más común es el postoperatorio de cirugía adrenal, en donde es necesario realizar una medida de cortisol matutina, ITT o test metyrapona. Tras un mes ( incluso 3 meses en algunos casos), el test de elección será el test corto ACTH 20. Otro subgrupo de pacientes que pueden beneficiarse de este test son aquellos bajo terapia crónica con corticoides en los que pretendemos conocer si soportarán o no el stress quirúrgico. Por los estudios realizados, el test ACTH se correlaciona mejor con la respuesta posible intraoperatoria que los ITT o metyrapona test, en estos pacientes20. En cualquier caso, la utilidad del test ACTH corto ha sido suficientemente demostrada comparándolo con otros test dinámicos tares como ITT o test metyrapona y se señala como el ideal para valorar indirectamente la reserva de secreción aguda del eje adrenal, salvo en aquellos enfermos con insuficiencia adrenal de reciente comienzo en donde se encuentran demasiados falsos positivos 20 ya que no es indicativo de que esa reserva "adecuada" lo sea ante el stress al que es sometido en ese momento22. Es el método indicado (por su facilidad para realizarse, por su rapidez y buena tolerancia y por pooderse hacer de forma ambulatoria) ante un paciente con sospecha de isuficiencia adrenal primaria ( en quienes, por otra parte, una medición de cortisol y ACTH basal también levaría al diganóstico) e incluso para diagnóstico de ISR secundaria de varias semanas de duración en quienes se ha producido ya atrofia de adrenales 23. Sin embargo, en ISR secundarias, un resultado normal en este test no necesariamente implica normalidad del eje HPA23. A pesar de su popularidad y su aparente buena correlación con los test ITT y metirapona incluso en largas series, cuando se evalúan algunas de estas respuestas tomadas como normales en el estudio de Lindholm J et al (Clin Endrcorin 1987) 26 hay discrepancias 19 reales en una gran proporción de pacientes. De hecho, se encuentran hasta 30% de falsos positivos al revisar la literatura, en el caso de pacientes con ISR secundaria26. Otros estudios actuales23 demuestran lo mismo. Además de la incapacidad para valorar hipofunción reciente 20, el test tiene otra desventaja que hacen dudar de su capacidad para valorar la normalidad del eje cuando un enfermo es sometido a un stress severo y es que la respuesta "normal" ante el estímulo suprafisiológico de 250 mcg ACTH medida a los 60' o incluso a los 120', no excluye el que más tarde sea deficiente ante el stress, situación que requiere un continuo nivel alto de cortisol para que sea adecuada y, si no, conlleva alta mortalidad22. Han sido varios los enfermos que a pesar de valores normales de cortisol ante 250 ACTH, han manifestado respuestas subnormales a los test de ITT o de metirapona y en quienes la no instauración de tto corticoideo ante un stress hubiese conllevado una evolución fatal 22,26.Tomando de forma conjunta los datos de la literatura, el test ACTH standard resulta en una tasa de falsos positivos de hasta el 30% en caso de ISR secundaria26. 20 BIBLIOGRAFIA 1. Corticosteroid insufficiency inacutelly ill patients. N Engl J Med, 2003; 348:727-734 2. Adrenal insufficiency in high-risk surgical ICU patients. Rivers E.P., et al. Chest 2001; 119:889.896 3. A 3-level prognostic classification in septic shock based on cortisol levels and cortisol response to corticotropin.Djillali A et al JAMA 2000;283(8): 1038-1045. 4. Adrenocortical function in critical illness. Masterson GR, Mostafa SM. Br J Anaesth 1998; 81: 308-310. 5. Oxford text book of Critical Care. Webb Andrew R, Shapiro Merc J, et al. 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