Bodas de sangre de Federico García Lorca INTRODUCCIÓN En

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Bodas de sangre de Federico García Lorca
INTRODUCCIÓN
En primer lugar, debemos situar al autor en su contexto. Federico García Lorca pertenece a la
conocida como Generación del 27, a la que se denomina así porque en este año una serie de poetas
entre los que se encontraban, además de Lorca, Jorge Guillén, Pedro Salinas, o Rafael Alberti, se
reúnen para conmemorar el tercer centenario de la muerte de Góngora, pero dicha reunión tendrá
también otro significado: el rechazo a la tradición académica y estética del siglo XIX y del
modernismo. Algunos de los rasgos que caracterizan la creación de los poetas de esta generación
son:
-
Una gran preocupación por el estilo, lo que les llevará a realizar un continuo trabajo
sobre la forma y sobre la lengua.
-
Se inspiran en la realidad, aunque sin buscar el realismo.
-
Usan abundantes imágenes, lo que implica que algunas de sus obras tengan algunas
veces un alto grado de dificultad. No obstante, esto se combina con creaciones sencillas y
accesibles, más populares.
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Mezcla de elementos tradicionales con otros más modernos, así como de elementos
cultos y populares.
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Recuperación de la métrica y de las estrofas tradicionales (villancicos, canciones,
romances, etc.).
-
Temas: el amor, el destino, la muerte, etc.
Lorca pertenece a esta generación, y como tal podemos reconocer en su obra algunas de estas
características como esa mezcla de elementos populares, procedentes en su mayoría de la tradición
oral (a Lorca se le ha llamado a menudo el “poeta del pueblo”, precisamente por esa inclusión de
elementos populares en su poesía), y de elementos cultos, tomados de los cancioneros medievales y
de los poetas del Siglo de Oro. Lorca muestra además un cierto interés por las vanguardias, y
especialmente del surrealismo. De este modo, tanto su poesía como en ciertas ocasiones su teatro,
muestran un cierto hermetismo, motivado en gran medida por uso de unas metáforas y unos símbolos
muy personales, con los que nos introduce en un mundo de imaginación y de fantasía que trasciende
el mundo real para introducirnos en universo mítico. Ejemplos de estos símbolos: el río, que puede
simbolizar la fertilidad masculina; el mar, que simboliza todo aquello que nos supera por inmenso y
aterrador; las acequias, pozos y aljibes, que simbolizan a menudo la muerte; el pez, que asocia con
frecuencia al cuchillo; o las puertas y ventanas cerradas como símbolo de prohibición y de represión.
Esta abundancia de imágenes y de símbolos tan personales, hace necesario un buen
conocimiento del universo lorquiano para poder movernos dentro de unos textos que lejos de su
aparente sencillez encierran un rico universo que merece la pena descubrir.
1. La concepción dramática de Lorca.
Lectura del texto de Lorca a Felipe Morales.
En este texto podemos ver reflejadas la mayor parte de las ideas del autor acerca de lo que él
consideraba que debía ser el teatro. Así, observamos cómo defiende la necesidad de un teatro vivo,
que refleje las tragedias cotidianas de la gente del pueblo. También reivindica la necesidad de que el
teatro vaya más allá de la realidad, que la trascienda (“no puede haber teatro sin ambiente poético,
sin invención”), por ello mencionábamos antes el hecho de que los poetas de la Generación del 27 se
inspiraban en la realidad sin buscar el realismo. Además, al tratarse de un teatro hecho para el
pueblo, debe tener una finalidad didáctica, para elevar su nivel cultural y educar su sensibilidad. Cf.
“El teatro es uno de los más expresivos y útiles instrumentos para la edificación de un país y el
barómetro que marca su grandeza o su descenso”.
Hay que destacar también la consideración que tenía Lorca del teatro como un espectáculo
total (Cf. Teatro europeo) en el que se unen la poesía, la música, el baile y la coreografía. Según el
propio autor “La mitad del espectáculo depende del ritmo, del color, de la escenografía…”. Un buen
ejemplo de esta concepción nos la aporta Bodas de sangre, en la que se mezclan la prosa y el verso,
en la que aparecen la música y los coros, y en la que como veremos juegan un papel importante los
decorados y los colores, especialmente en el acto III.
2. Temas
2.1. El amor
En Bodas de sangre el tema del amor presenta diversos aspectos. En primer lugar, podríamos
hablar del amor a la familia, que se puede observar de forma bastante clara en la Madre, que expresa
en varias ocasiones su amor al único hijo que le queda vivo, el Novio, así como a su marido y a su
otro hijo muerto. Para ella la familia lo es todo, y una vez que algunos de sus miembros han
desaparecido, hay que rendirles una especie de culto que les garantice la persistencia en el tiempo,
una cierta forma de mantenerlos vivos a través del recuerdo que queda en los vivos. Además, el
Novio es para su madre el último miembro de la casta familiar y por ello ésta tiene depositadas en él
todas las esperanzas de permanencia de la misma, gracias a su virilidad y a su capacidad de procrear.
Cf. Acto I, Cuadro I, p. 67.
En esta obra, Lorca defiende también el hecho de que el amor no tiene que ir asociado
necesariamente al matrimonio. La boda entre la Novia y el Novio no es fruto del amor, sino de un
trato económico entre los padres. El verdadero amor es el que existe entre la Novia y Leonardo, pero
no se pudo materializar por las diferencias económicas que los separaban. Cf. Acto II, Cuadro I, p.
95.
Por otro lado, para Lorca, un componente esencial del amor es el de la sexualidad. En esta
obra el deseo y la pasión están presentes en la Novia y en Leonardo, y de hecho los arrastran de
forma irrefrenable. Lógicamente, la fuerza incontrolable del deseo llevará a la mujer a abandonar sus
obligaciones de esposa y a quebrantar la fidelidad que le debe a su marido. A este respecto, cf. “Que
yo no tengo la culpa, que la culpa es de la tierra y de ese olor que te sale de los pechos y las trenzas”,
p. 129. Su feminidad le atrae inevitablemente y le provoca ese deseo incontrolable.
1.2. La honra
Tal y como nos lo presenta Lorca, el tema de la honra está íntimamente unido al del
matrimonio. Para la Madre es vital la reparación de la honra una vez que ha sido mancillada. Por eso,
al enterarse de la huida de la Novia con Leonardo, ella promueve la venganza y la única reparación
que busca es la de la honra de su hijo sin importarle en absoluto la de la Novia.
1.3. El destino
En esta obra, se concede una gran importancia al tema del destino, que se asocia a la fatalidad
que arrastra a los personajes y ante la cual no pueden luchar. Cf. p. 97. Además, parece que en este
caso el destino está vinculado a una especie de determinismo biológico, es decir, que tanto Leonardo
como el Novio y la Novia parecen estar condicionados por una especie de guión escrito de antemano
y que afecta a sus respectivas familias. Cf. La obsesión de la madre por saber más datos de la Novia,
para poder confirmar su temor de que ésta sea igual que su madre (que no quería a su marido).
1.4. La muerte
La muerte es en este caso uno de los protagonistas de la obra. Además, como es habitual en
Lorca, está rodeada de violencia y de sangre y afecta a todos los protagonistas. A unos de forma
directa, porque pierden la vida; y a otros de forma indirecta, porque son los que han de sufrir las
consecuencias de esa muerte.
La muerte aparece además aquí unida al destino, fijémonos si no en la presencia de la
Mendiga y la Luna disponiendo todo lo necesario para que los dos jóvenes pierdan la vida a pesar de
las súplicas de los leñadores, así como la presencia de las muchachas que devanan la deja roja (Cf. p.
133), que nos hacen pensar en las Parcas (diosas romanas que representan el destino y sus madejas la
vida de los hombres).
1.5. La naturaleza
En esta obra se concede también especial importancia a la naturaleza. Esto se puede percibir
perfectamente en los personajes de la Madre y del Padre para quien la tierra tiene un gran valor. A lo
largo de la obra se alude en numerosas ocasiones a la sequedad de la tierra, hasta el punto de llegar a
afirmar que en algún momento ha habido que regarla con lágrimas para que diera fruto. Pero también
se habla de otras tierras ricas, como aquellas de las que procedía la madre de la Novia, o las tierras de
la costa de las que proceden los familiares del Novio. Cf. Comienzo del Acto II, Cuadro I, p. 91 y en
el Cuadro II del mismo acto, p. 110.
La naturaleza se asocia también al destino de algunos personajes. Por ejemplo, al comienzo
del Acto II se afirma que la madre de la Novia procedía de tierras ricas, pero fue su destino el que la
llevó a consumirse en las tierras en que viven ahora la Novia y su Padre.
Especialmente interesante es la vinculación de la Madre con la tierra. Desde el principio ella
manifiesta su deseo de no apartarse del lugar en donde vive, porque allí están todos sus muertos, a
los que debe vigilar permanentemente. Esta asociación se verá reforzada cuando muera el Novio, lo
que significará que tanto la Madre como la tierra se quedan solas: la Madre porque pierde a su hijo, y
la tierra porque no tendrá brazos que la cultiven.
2. Personajes
2.1. La Madre
Es la principal protagonista de la obra. Ha sufrido el dolor de ver morir trágicamente a su
marido y a su hijo mayor y por ello expresa desde el principio su temor a todo aquello que pueda
provocar la muerte de un hombre. Así como su odio a los enemigos y su intención de no perdonar.
Esta situación da lugar también a una angustia permanente que ahoga a la Madre, ante la posibilidad
de perder a su único hijo vivo y con él la posibilidad de continuar su linaje.
Este personaje se presenta además como un personaje muy intuitivo y muy fuerte. Cf. Al final
cuando dice reservar sus lágrimas para la soledad. Cf. Personajes femeninos en Lorca.
2.2. Leonardo
Es el único personaje que tiene nombre propio en la obra y aparece como el antagonista (se
opone al personaje principal) del Novio con respecto al amor de la Novia y de la Madre, ya que hará
que se frustren todas sus esperanzas con respecto a su hijo y a su linaje.
En cuanto a sus características, se nos presenta como un personaje con mal carácter, con mala
relación con la gente, violento. Se convierte así en el personaje ideal para desencadenar la tragedia.
2.3. La Novia
Es una mujer apasionada, que se debate entre su propósito de aceptar la boda concertada con
el Novio y la pasión que la arrastra hacia Leonardo, lo que desencadena una lucha interior entre la
fidelidad que debe a su marido y la pasión que la empuja hacia Leonardo. Además, terminará por
aceptar su pasión y ni siquiera se sentirá culpable por ello porque reconoce su natural inclinación
hacia su amante. Cf. Cuadro último, p. 140.
2.4. El Novio
En todo momento su modo de actuar está supeditado a la voluntad y a los deseos de su madre,
a quien obedece ciegamente. Según ésta, él es digno descendiente de los de su casta y como tal
tendrá el mismo destino que estos.
2.5. El Padre
Representa al labrador caracterizado por la ambición de ampliar si patrimonio poseer y por el
afán de presunción, hasta el punto de concertar un matrimonio no deseado por su hija. De este modo,
se le atribuye una cierta culpabilidad en la tragedia.
2.6. Otros personajes
Destaca el personaje de la Mendiga que constituye una representación alegórica de la muerte.
La caracterizan la impaciencia con que quiere llevar a cabo su trabajo, así como la imposibilidad de
que atienda súplica alguna para que desista en su empeño.
Debemos hablar también del coro de leñadores, cuya función principal es la de comentar el
desarrollo de los hechos que se van produciendo. Por ejemplo, justifican los actos de Leonardo y la
Novia, piden a la Luna que los deje materializar su amor y a la muerte que deje vivir a los dos
hombres.
3. Estilo
Destacan el uso alterno de la prosa y el verso. En cuanto al uso de este último destaca el
hecho de que estas composiciones se utilizan en ocasiones para retardar el avance de la acción e
intensificar así la tensión dramática, así como para realzar los conflictos internos de los personajes
mediante soliloquios líricos (‘reflexión en voz alta y a solas’). Además, estas canciones se
caracterizan por utilizar una rima asonante, paralelismos y estribillos, rasgos todos ellos propios de la
lírica popular.
Además, Lorca utiliza también el romance, que reserva para tres momentos cumbres de la
obra:
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Cuadro primero del acto tercero: el diálogo de la Novia y Leonardo.
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La canción de la Luna.
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La canción de la Mendiga.
3.1. Los símbolos
En la poesía y en el teatro de Lorca son muy habituales los símbolos, especialmente los
relacionados con el tema de la muerte. Por ejemplo, los vegetales y las flores pueden relacionarse
con las vidas que se van a segar al final de la obra o las que ya se han cortado, como es el caso del
marido y el hijo muertos, a los que se asocia con los geranios. También se compara a los hombres
con los árboles, por la similitud con el fruto que estos pueden dar.
Especial importancia adquieren dentro de la obra los colores: la habitación de la casa del
Novio es amarilla, igual que lo son los labios de los muertos, mientras que la habitación de la casa de
Leonardo es rosa, lo que también puede simbolizar la pasión de éste. Roja es la madeja que tejen las
muchachas y la niña, como la sangre.
Los animales también ocupan un lugar importante dentro de la simbología de la obra de
Lorca, especialmente el caballo, que alterna aquí con varios significados: la pasión desbocada de
Leonardo, el destino que se cierne sobre los personajes y en otros momentos el sexo y la muerte.
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