Fundamentos a tener en cuenta en la Preparación de un
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FUNDAMENTOS A TENER EN CUENTA EN LA PREPARACIÓN DE UN FUTURO DEPORTISTA Jorge de Hegedüs Profesor Nacional de Educación Física Entrenador Nacional de Atletismo Presidente Honorario de la SAFE Introducción.¿Cuándo debería comenzar el entrenamiento deportivo? ¿Cuál debería ser la edad adecuada para orientar a los jóvenes hacia el rendimiento en la actividad deportiva? La mayoría de los metodólogos coinciden en que esto debería de iniciarse a edades tempranas, aún en la niñez. Obviamente el aspecto de la actividad física programada a edades tempranas debe de tener en cuenta una serie de factores relacionados con las propias características de dichas edades. Debido a ello el asunto de “entrenamiento deportivo” no debería de encararse como en un deportista de alto rendimiento y a edades adultas. Ni siquiera debería ser el entrenamiento de los deportistas de nivel pero “en chiquito”, sino con las propias características de los pequeños y contemplando los procesos de adaptación a esas edades. En la niñez, sea que nos orientemos hacia el alto rendimiento o hacia la salud, el trabajo con ellos no será muy diferenciado. Ello nos lleva establecer que la Educación Física a nivel escolar se establece con la finalidad de elevar el potencial de los niños y no simplemente tener como finalidad una orientación recreativa, apenas para “entretenerlos”. El trabajo recreativo a nivel escolar es solo un medio para penetrar en las fases sensibles que caracterizan a dichas edades. Para ello se tendrán en cuenta los siguientes factores: Los cognitivo – intelectuales Bio - Fisiológicos Antropométricos Psicológicos y Orientados a la especialidad. Factores Cognitivo–intelectuales En este aspecto es muy importante el reconocimiento de las distintas exigencias a nivel del aula como también del entorno dentro del cual se mueve el pequeño. Por dicha causa se pueden señalar los siguientes aspectos: Adecuado rendimiento a nivel de estudio Correcta comprensión de los objetivos de la actividad física Vida ordenada en todos los aspectos Adecuada estructura familiar: unidad. Factores Bio–fisiológicos En este rubro es muy importante la simbiosis entre el maestro de grado, el Prof. de Educación Física y aún el médico orientado hacia la deportología. La inversión que se hace en ese sentido tiene como finalidad la de orientar el trabajo para afianzar la salud, especialmente a nivel biofuncional, y/o eventualmente hacia la orientación del rendimiento (caso de los niños talentosos). De esta manera se tendrán en cuenta los siguientes aspectos: Adecuada disposición para determinada especialidad Buena condición cardio – respiratoria. Coordinación orientada hacia alguna especialidad deportiva. Adecuados valores metabólico – energéticos. Amplio “abanico” para el desarrollo de las distintas entrenabilidad. Robusto, sano. capacidades: Desde edades tempranas ya se pueden constatar ciertos valores biofuncionales en los niños. Por ejemplo, no es raro encontrar valores de 40 – 60 ml • min – Kg – 1 en cuanto al consumo de oxígeno, lo que ya supone quizás una persona con orientación hacia la resistencia. Obviamente esto estará íntimamente relacionado con una buena estructura metabólica energética. A ello podemos sumarle que puede existir en ellos un excelente proceso de adaptación, es decir, la clase de Educación Física optimiza en los mismos los valores biofuncionales buscados por el docente: se mejora el rendimiento, hay entrenabilidad (!). Factores antropométricos y/o composición corporal.Aquí tenemos que tener en cuenta los siguientes factores: Adecuada relación entre: La longitud del tronco y las extremidades, La magnitud porcentual de tejido graso con la masa muscular La magnitud de la masa muscular con respecto a la ósea. Aquí se podrán ir definiendo los valores del niño (ña) en cuestión, estatura, tronco largo, tronco corto con respecto a las extremidades, poco o mucho tejido graso, etc. Esto ayuda para determinar hacia donde debe de ir la actividad física o entrenamiento en cuestión. Factores Psicológicos.En ciertos casos los pequeños pueden tener adecuada disposición bioenergética hacia determinado tipo de rendimiento, pero junto a ello es necesario observar su ordenamiento psicológico. Una buena estructura metabólica tendría que ser acompañada por factores tales como: Buena capacidad para soportar la clase de Educación Física, la carga de trabajo en los más adelantados y eventualmente también la competencia. Sentido positivo para el desarrollo de la clase o entrenamiento: equilibrio emocional ante el triunfo o también la derrota. Buena capacidad para movilizar la voluntad ante la fatiga. Obviamente el proceso de trabajo con los niños y luego los adolescentes deberá ajustarse adecuadamente a sus distintas características. De esta manera, la división del trabajo se hará teniendo en cuenta la edad. La misma se hará de la siguiente forma: Edad pre- escolar: 3er. – 5to. año de vida. Edad escolar inicial: 6to – 10mo. año de vida. Edad escolar avanzada (fase pre-puberal) Niñas: 10/11. – 11/12. año de vida Varones: 10/11. – 11/13. año de vida. Fase puberal inicial: Niñas: 11/12. – 13/14. año de vida Varones: 12/13. – 14/15. año de vida. Adolescencia: Mujeres: 13/14. – 17/18. año de vida Varones: 14/16. – 18/19. año de vida. Edad Escolar avanzada La verdadera tarea hacia el futuro rendimiento comienza con la edad escolar avanzada. En la misma se empiezan a determinar tanto las diferencias sexuales como también la finalización de la mielinización. Durante la E. E. A. se van determinando las siguientes características técnicas – motoras: Desarrollo de las capacidades para aprender globalmente elevado número de procesos técnicos: técnicas deportivas. Incremento de la capacidad tenso – emocional para realizar acciones deportivas de riesgo: saltar la garrocha, salto “mortal”, “flick – flack”, etc. Mejora de los procesos técnicos globales. Comienza a observarse diferencias en el rendimiento al final de esta etapa y debido a mayores diferencias relacionadas con el sexo. Comienzan a observarse atisbos de perfeccionamiento técnico al final de esta etapa. Capacidades físicas Es indudable que a estas edades comienzan a manifestarse con mayor ímpetu las distintas características básicas con relación a las capacidades o cualidades físicas. Para cada una de las tres capacidades físicas podemos señalar lo siguiente: Fuerza muscular. Incremento de la fuera muscular relativa Incremento de la velocidad en la fuerza. Poco incremento de la fuerza máxima. Comienzan a diferenciarse lentamente los niveles de fuerza muscular entre ambos sexos. Velocidad Elevado incremento de la velocidad de reacción a fines de esta etapa. Notorio incremento en la velocidad de movimiento (movimientos aislados). Incremento de la frecuencia de los mismos en la unidad de tiempo. Resistencia Se incrementa: Esta capacidad. La adaptación cardio – vascular – respiratoria. El V02max. La resistencia anaeróbica comienza a incrementarse recién al final. Coordinación–flexibilidad Se incrementan estas capacidades. Se aprende todo con bastante facilidad. Muy buena capacidad de observación y de imitación. Buena conducción de los movimientos. Comienza la “sensación” de los movimientos. La flexibilidad se logra en estas edades en sus máximos valores y cuando se exige dicha capacidad. El hecho de comenzar a manifestarse la “sensación de movimiento”, ello incrementará las posibilidades de enseñanza y/o corrección por parte del docente. El pequeño “comprende” qué es lo que tiene que hacer. Primera Fase en el Desarrollo de la Pubertad Niñas: 11/12 – 13/14 años de vida. Varones: 12/13 – 14/15 años de vida. Características Fundamentales.- Se determinan mayores diferencias sexuales entre el varón y la niña. De esta manera se van a ir destacando los siguientes aspectos a tomar en cuenta para la Educación Física y/o Entrenamiento Deportivo. Características técnico – motoras La evolución del proceso técnico comienza a detenerse en sus aspectos más globales y con relación a las edades anteriores. Comienzan a perfeccionarse los aspectos más analíticos de las técnicas deportivas. Las condiciones físicas incrementadas permiten una manifestación más dinámica de los procesos técnicos ya obtenidos: mayor potencia, mayor velocidad. Fuerza muscular El incremento de la fuerza muscular está basado a esta altura por la diferenciación sexual a favor de los varones (influyendo en ello factores hormonales). A los 14, 15 años la diferencia ya es muy evidente. A estas edades aumenta la “entrenabilidad” de esta capacidad. La fuerza muscular alcanza en las niñas sus más altos valores. De acuerdo a la exigencia, es en estas edades en las cuales aumente en mayor medida (%) tanto la fuerza como la resistencia de fuerza. Velocidad Durante la pubertad la frecuencia de los movimientos alcanzan sus más altos valores. La velocidad de reacción en cambio al finalizar dicha etapa. Existirá una diferenciación similar en la velocidad entre ambos sexos como también en la fuerza muscular. Resistencia La magnitud de adaptación cardio pulmonar alcanza durante la pubertad valores óptimos. Estarán dadas las condiciones indispensables para el entrenamiento de la resistencia prevalentemente aeróbica. A partir de los 11, 12 años de edad comienza evidenciarse una mayor adaptación de los niños con respecto a las niñas con relación a la resistencia. Coordinación y Flexibilidad La capacidad de aprendizaje sigue siendo buena, aunque ya es inferior con relación a la etapa anterior. Ya no se aprende todo “de buenas a primera” e inclusive hay técnicas que no se pueden aprender a partir de estas edades. No existe diferencia apreciable entre ambos sexos con relación a la coordinación. Existe diferencia en materia de flexibilidad, con ventaja apreciable para las niñas. En caso de no entrenarse, existe marcado retroceso para ambos sexos. Como podemos apreciar entonces, en la fase puberal inicial existen muy buenas posibilidades para ir formando determinadas capacidades. No debería de pasarse por alto estas edades. Segunda fase de la pubertad – adolescencia. Sexo femenino: 13/14. – 17/18. año de vida. Sexo masculino: 14/15. – 18/19. año de vida. Característica Fundamental: se estabiliza definitivamente la diferenciación sexual. Características Técnico–Motoras Los procesos técnicos vuelven a ser fluidos y económicos: hay precisión y ritmo apropiados en la cadencia de los mismos. En los varones se aprecia un incremento en la optimización de los procesos técnicos a través de la fuerza y velocidad; en las jóvenes en menor medida. En las jóvenes se aprecian mayores valores de expresividad. Según el nivel técnico, comienzan a surgir manifestaciones personales: surge el estilo. Fuerza muscular Tanto la fuerza como la resistencia de fuerza alcanzan en los varones los máximos niveles. La fuerza relativa alcanza también los mejores valores en el caso de los varones. A medida que se incrementa la fuerza máxima, también crece la resistencia de fuerza. Es escaso el incremento de fuerza muscular en el caso de las jóvenes. Velocidad Al finalizar la adolescencia esta capacidad alcanza los valores de la edad adulta. En gran medida el incremento de la velocidad es también consecuencia del aumento de la fuerza muscular. Resistencia Tanto en las niñas como también en los varones estarán dadas todas las condiciones cardio pulmonares, neurovegetativas y bioquímicas para la resistencia. Teniendo en cuenta una adecuada base aeróbica, a partir de los 16, 17 años de edad se pueden ir incorporando de manera sistemática los entrenamientos anaeróbicos con prevalencia lactácida. En el caso de tratarse de jóvenes de ambos sexos que tengan predisposición hacia las disciplinas deportivas con orientación hacia la resistencia, se tendrá que empezar a efectuar un trabajo más analítico de acuerdo a las variadas áreas metabólico aeróbicas: el bajo, mediano y alto nivel aeróbico. Los trabajos polifacéticos sobre otras disciplinas deportivas ya se irán dejando de lado para determinar una orientación más específica. Coordinación y Flexibilidad Para los adolescentes esta constituye una nueva y renovada etapa para el logro de elevados procesos técnicos. Se logran en los entrenandos grandes progresos a nivel técnico – coordinativos. Se logra estabilidad en la estructura gestual: precisión, fluidez, ritmo apropiado. En el caso de las jovencitas el incremento de la coordinación después de los 15, 16 años ya es escaso: más bien se perfeccionado lo logrado con anterioridad. En el caso de que no se exija, existe evidente retroceso de la flexibilidad. En el caso de un adecuado entrenamiento ininterrumpido de la flexibilidad, la misma alcanza sus más altos valores aproximadamente a los 20 años.