A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 9 de mayo de 2012, habiéndose establecido, de conformidad con lo dispuesto en el Acuerdo 2078, que deberá observarse el siguiente orden de votación: doctores de Lázzari, Genoud, Negri, Kogan, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte de Justicia en acuerdo ordinario para pronunciar sentencia definitiva en la causa B. 66.262, "Centro Integral del Computador S.R.L. contra Provincia de Buenos Aires (Tribunal Fiscal). Demanda contencioso administrativa". A N T E C E D E N T E S I. La firma Centro Integral del Computador S.R.L., por apoderado y el señor Osvaldo Martín Alonso, por derecho propio, promueven pretensión anulatoria contra la Provincia de Buenos Aires. Procuran la revocación parcial de la sentencia dictada por el Tribunal Fiscal de Apelaciones con fecha 5 de junio de 2003 en el expediente administrativo 2306-353.635/97, mediante la cual dicho organismo revocó el acto administrativo apelado y ordenó practicar una nueva verificación de las obligaciones fiscales con base en una calificación de la venta mayorista y minorista provocando la de la actividad exclusión de que parte realiza de la la misma actora, de una exención impositiva concedida en el marco del Pacto federal para el Empleo, la Producción y el Crecimiento (fs. 14/26). II. Corrido el traslado de ley, Fiscalía de Estado solicitó el rechazo de la pretensión actora (fs. 88/97). III. Agregadas las actuaciones administrativas, los cuadernos de prueba y los alegatos de ambas partes, hallándose la causa en estado de ser resuelta, corresponde plantear y votar la siguiente C U E S T I Ó N ¿Es fundada la demanda? V O T A C I Ó N A la cuestión planteada, el señor Juez doctor de Lázzari dijo: I. Los accionantes se agravian de los fundamentos del pronunciamiento del Tribunal Fiscal de Apelaciones de fecha 5-VI-2003 2306-353.635/97 dictado (fs. en el 1357/1362), expediente cuya administrativo revocación parcial pretenden. Los aspectos motivo de cuestionamiento son los siguientes: a) la calificación efectuada de venta mayorista y minorista respecto de la actividad que realiza la empresa, lo que habría llevado a que parte de la misma quede fuera de la exención concedida en el marco del Pacto Federal para el Empleo, la Producción y el Crecimiento; b) 4002/2000; la no aplicación al caso del decreto c) el otorgamiento a los decretos reglamentarios del rango de ley especial de aplicación obligatoria con preeminencia respecto de la legislación de fondo. Los demandantes consideran que el Tribunal Fiscal modificó el aplicable hecho en la imponible especie, establecido vulnerando el en la norma principio de legalidad ocasionándoles un perjuicio patrimonial, en tanto deben abonar en concepto de impuesto a los ingresos brutos una suma mayor de la que, a su criterio, legalmente corresponde. Sostienen que de conformidad con el Pacto Fiscal Federal de fecha 12-VIII-2003 que, según alegan, rige la cuestión en litigio, sólo la producción de bienes que se vendan a consumidores finales está alcanzada por el impuesto a los ingresos brutos. Advierten que si bien las leyes 11.490 y 11.518 sólo dejan fuera de la exención impositiva a las ventas efectuadas a consumidores finales, los decretos 3354/1995 y 2782/1996 que equiparan los conceptos de consumidor final y venta minorista, se apartan de la letra y del espíritu del Pacto Fiscal y del Código Fiscal y limitan los supuestos comprendidos en la exención pues, de tal modo, se grava la venta mayorista como si fuera a consumidores finales cuando los bienes son adquiridos para ser incorporados actividad de empresas de bienes o servicios. a la Alegan que la finalidad del Pacto federal para el Empleo, la Producción y el Crecimiento ha sido beneficiar a la industria cuando comercializa sus productos hacia otras actividades productivas, por lo que sólo debe tributar la venta de productos manufacturados que el industrial efectúe directamente al público. En esa inteligencia, según esgrimen, venta a consumidor final equivaldría a venta al público en forma individual. A ello agregan que no existe razón alguna que justifique excluir de la exención a los productos vendidos al área de servicios y construcciones cuando éstas también son actividades productivas. Invocan en sustento de su postura los arts. 2, 3 y 451 del Código de Comercio, en el entendimiento de que, como legislación de fondo, debe tener preeminencia respecto de las normas locales. Consideran que el precedente "Siemens" no resulta aplicable al caso por haber variado el marco legal de la cuestión debatida a partir del dictado del decreto 4002/2000 que debe regir el supuesto de autos no sólo en razón del principio de legalidad sino también del de confianza legítima. II. Corrido el traslado de ley, la Fiscalía de Estado se presentó a juicio sosteniendo la legitimidad del acto administrativo cuestionado. Solicitó, en consecuencia, el rechazo de la demanda. III. De las constancias agregadas a la causa se desprenden los siguientes elementos útiles para arribar a la solución del pleito: a. El expediente administrativo 2306-353.635/97 se inició con el pedido de verificación y orden de inspección de fecha 22-IX-1997 (fs. 2) a la firma Centro Integral del Computador S.R.L., en relación al cumplimiento de las obligaciones fiscales correspondientes al impuesto sobre los ingresos brutos, en su condición de contribuyente directo del Convenio Multilateral, por los períodos comprendidos entre los meses de enero de 1996 y abril de 1998, por sus actividades y accesorios; computación de venta service de de artículos artículos de de computación y construcción de equipos de computación. b. Posteriormente, el contribuyente solicitó la exención del impuesto a los ingresos brutos. Por expediente separado 2306-733.882/99, la Dirección Técnica Tributaria de la Dirección Provincial de Rentas, mediante resolución 3651 de fecha 2-VI-1999, acordó el beneficio de exención a la firma de autos por su actividad de construcción de máquinas para oficina, cálculo y contabilidad, a partir del 1-II-1995 con los alcances establecidos en la ley 11.490 (fs. 64/65, expte. adm. 353.635/97). c. Como consecuencia de la fiscalización impositiva, se dictó la resolución administrativa A-008 de fecha 26-I-2000 Alcance 6) que (fs. 1271/1278, efectuó un expte. ajuste adm. sobre 353.635/97, base cierta de conformidad a lo previsto en el art. 39 del Código Fiscal (t.o. 2004; 46, t.o. 2011). Con base en las investigaciones realizadas que arrojaron como resultado que la actividad del contribuyente consistía en la venta minorista de artículos de computación y el servicio de reparación de artículos de computación, la Gerencia Regional Polo Turístico de la Dirección Provincial de Rentas determinó las obligaciones fiscales y estableció las diferencias en concepto de impuesto sobre los ingresos brutos derivadas tributarias a del cargo incumplimiento de la firma de las C.I.C. obligaciones S.R.L. por el período 1/96 a 4/98, con más los accesorios establecidos en el art. 75 del Código Fiscal (t.o. 1996) y multa equivalente al 10% del impuesto omitido (art. 52, Código Fiscal), haciendo contribuyente al responsable señor solidario Osvaldo Martín e ilimitado Alonso, en del su condición de socio gerente de la firma (arts. 18 y 21 del Código Fiscal, t.o. 2004; 21 y 24, t.o. 2011). La diferencia en la liquidación del impuesto se originó en que el contribuyente consideró que se encontraba exento de tributar por la actividad de construcción de equipos de computación -no obstante no haber solicitado dicho beneficio- y en diferencias de alícuotas por venta mayorista. d. Contra ese acto administrativo los actores interpusieron recurso de apelación ante el Tribunal Fiscal de Apelaciones: la sociedad, por apoderado (fs. 20/40, expte. adm. 2306-353.635/97 alcance 1 y ampliación de fs. 4 y vta. del alcance de fs. 1298) y el señor Alonso, por derecho propio (fs. 4/11 y vta. del alcance de fs. 1298). e. El Tribunal Fiscal de Apelaciones dictó la resolución de fecha 5-VI-2003 impugnada en autos (fs. 1357/1362, 2306-353.635/97), que revocó la decisión de la autoridad impositiva y dispuso que se practique una nueva liquidación del impuesto adeudado, indicando que la misma deberá tener resolución en cuenta 3651/99 exclusivamente de la para la exención los venta acordada ingresos mayorista que de los mediante provengan productos fabricados por el contribuyente. En cambio, a los efectos del ajuste, estableció que debía considerarse la actividad de comercialización mayorista y minorista y la venta de la propia producción. f. Como consecuencia de ello, por resolución 1736/04 de fecha 17-XII-2004, la Autoridad de Aplicación procedió a liquidación determinación efectuar de de deuda, oficio el pertinente el que fs. dio procedimiento lugar 2558/2573, de a una nueva exp. Adm. 2306- 353.635/97, Cuerpo 12). En esa oportunidad se fijaron las obligaciones fiscales del Centro Integral del Computador por su actividad de venta minorista de máquinas para oficina, de cálculo y contabilidad y de servicio de reparación de máquinas de escribir, calcular, contabilidad y equipos de computadoras de la que resulta ser responsable solidario su socio gerente, el señor Osvaldo Alonso (arts. 18, 21 y 55, Código Fiscal, t.o. 2004; actuales 21, 24 y 63, t.o. 2011). Asimismo, se aplicó al responsable solidario multa en los términos de los arts. 53, 60 y 61 del Código Fiscal (t.o. 2004; actuales 61, 68 y 69, t.o. 2011). g. interpuso Fiscal Contra nuevo de tal recurso Apelaciones, resolución de apelación pendiente de el señor ante el Alonso Tribunal resolución (fs. 2629/2646, expte. Adm. 2306-353.635/97, Cuerpo 13). IV. 1. Expuestos los antecedentes del caso, corresponde determinar si la interpretación efectuada por la demandada de los conceptos consumidor final, venta minorista y venta mayorista en relación a la actividad de venta de equipos de computación fabricados por el Centro Integral del Computador S.R.L. se ajusta a las normas aplicables en la especie. De un lado, la postura del Tribunal Fiscal de Apelaciones que defiende el representante fiscal sostiene que los conceptos de venta mayorista y minorista deben ser analizados de conformidad a lo dispuesto en los arts. 167 del Código Fiscal (t.o. 1994; 178, t.o. 1996; 179, t.o. 1999; 217, t.o. 2011); 1°, último párrafo, de la ley 11.490 y 1° del decreto 3354/1995 -modificado por el decreto 2782/96- y que el decreto 4002/2000 es inaplicable al caso atento que su entrada en vigencia (1-I-2001) es posterior a los hechos que originaron la determinación tributaria en crisis (enero de 1996/abril de 1998). También hace mérito de la validez constitucional del decreto 2782/96 reconocida por esta Corte en el causa I. 2039, "Siemens S.A." (sent. del 11-V-1999). En contraposición, los actores esgrimen que la legislación local, al regular la exención al impuesto sobre los ingresos brutos respecto a la venta por el propio industrial de productos por él mismo manufacturados, se aparta de la letra y el espíritu del Pacto federal para el Empleo, la Producción y el Crecimiento de 1993. 2. expuestos en Abordaré el el tratamiento escrito de de inicio, los agravios teniendo en consideración el marco normativo aplicable. El art. 149 del Código Fiscal (numeración original; 167, t.o. 1994; art. 217, t.o. 2011) dispone que "Las industrias cuando ejerzan actividades minoristas, en razón de vender sus productos a consumidor final, tributarán el impuesto que para estas actividades establece la Ley Impositiva...". Asimismo, consumidor final la ley fiscal efectuada por otorga los a la venta industriales al igual tratamiento que el asignado a la venta minorista. En efecto, la ley 11.490 -ley impositiva para el año 1994- fijó en su art. 9 y de acuerdo a lo establecido en el art. 156 del Código Fiscal (numeración original; 223, t.o. 2011), ingresos distintas brutos, situaciones- alícuotas diferenciando las del a impuesto tal "actividades fin de sobre -entre los otras comercialización minoristas" (inc. A), por una parte y las "actividades de comercialización mayorista" (inc. B). Por su parte el art. 40 sustituyó el art. 149 del Código Fiscal (numeración original; 167, t.o. 1994; art. 217, t.o. 2011) regulando allí el tema de las industrias con actividad minorista en los siguientes términos: "Las industrias cuando ejerzan actividades minoristas, en razón de vender sus productos a consumidor final, tributaran el impuesto que para estas actividades establece la ley impositiva, sobre la base imponible que representen los ingresos respectivos, independientemente del que les correspondiere por su actividad especifica". A su turno, la ley 11.518 -B.O., 14-IV-1994- que introdujo modificaciones al Código Fiscal y a la ley impositiva antes mencionada, dispuso en su art. 1º la exención del pago del impuesto sobre los ingresos brutos de determinadas actividades, estableciendo en su último párrafo la exclusión de dicho beneficio de "las ventas que los contribuyentes alcanzados por el mismo efectúen a consumidores finales, las que continuarán tributando, en lo pertinente, de acuerdo a lo previsto en el art. 149 del Código Fiscal". El decreto 2782 especificó que a los fines de lo dispuesto por los arts. 9 incs. a y b de la ley 11.490; 167 del Código Fiscal (t.o. 1994) y último párrafo del art. 1º de la ley 11.518, serán de aplicación las definiciones que establece: con a) operaciones prescindencia comercializadas, de de cuando comercialización la la cantidad adquisición mayorista: de se unidades realice para enajenar los objetos, alquilar su uso o transformarlos en el desarrollo de una actividad industrial posterior; venta minorista: cuando no se verifiquen los supuestos precedentes; b) industrias que realizan ventas a consumidor final: cuando los bienes sean adquiridos para uso o consumo, no incorporándolos al desarrollo de una actividad primaria, industrial o de comercialización -mayorista o minorista- posterior. 3. De conformidad con lo resuelto por esta Corte en el precedente I. 2039, "Siemens S.A." (sent. del 11-V- 1999) deviene reglamentación infundada que agravia la a irrazonabilidad los actores, en de la tanto los conceptos de venta mayorista, venta minorista y consumidor final que desarrolla, se encuentran establecidos en la ley. Si es la ley la que menciona tales conceptos a los fines de la tributación, es ella entonces la que fija el criterio que los actores impugnan, que atiende a la actividad del destinatario para fijar la obligación y, en su caso, la alícuota correspondiente, toda vez que es obvio que las nociones de venta mayorista, minorista y consumidor final deben inevitablemente hacer referencia, al menos en parte, al destino del producto adquirido. No se configura, pues, la violación del espíritu de la ley ni el exceso reglamentario que se denuncia en la demanda. Ello sin perjuicio de los distintos criterios de política tributaria –que pudieran influir en el alcance de la obligación-, cuestión que, en todo caso, no afecta la validez de la norma inferior. 4. Sentado lo expuesto, cabe analizar el sentido y alcance de la exención tributaria acordada en el Pacto Federal para el Empleo, Producción y el Crecimiento, que entre otras ingresos cuestiones, brutos modificó disponiendo la el impuesto exención sobre de los ciertas actividades (cláusula primera, punto 4). Así, en el inciso e) se estableció que está exenta del pago del tributo la "producción de bienes (industria manufacturera), excepto los ingresos por ventas a consumidores finales que tendrán el mismo tratamiento que el sector minorista". Es indudable que la exención se refiere a la producción en sí misma de bienes y a la venta de dichos productos en tanto no se efectúe a consumidores finales. Si el industrial vende los bienes producidos a consumidores finales, el Pacto Fiscal otorga a esa actividad igual tratamiento que el asignado al "sector minorista", poniendo de manifiesto la diferencia conceptual entre "venta minorista" y "consumidor final". Ningún sentido hubiera tenido esa aclaración si -como dicen los actores-, cuando el Pacto Fiscal admite gravar a los consumidores finales no involucra dentro de esta categoría a ciertos casos de ventas mayoristas de productos elaborados por el propio industrial. La finalidad de dicho precepto ha sido excluir de la exención realizan de impositiva las ventas los por ellos bienes que los producidos industriales cuando las mismas se dirigen al consumo, sin importar quién es el sujeto que las adquiere -persona individual, empresa prestadora de servicios, etc.- ni tampoco cuántas unidades adquiere. Si el industrial vende sus productos (ya sea en forma individual o al por mayor) a sujetos que los utilizarán únicamente como bienes de uso, tal operación económica es la que pone fin al proceso productivo que se intenta fomentar. Ergo, debe pagar el impuesto correspondiente a una venta a consumidor final. Ello significa que una vez que el producto se destina a su uso directo ya no existe exención impositiva. El Pacto Fiscal sólo menciona al consumidor final sin formular referencia a distinción la adicional actividad para la alguna cual ni el hacer comprador adquiere los equipos fabricados. En el caso, conforme surge del relevamiento realizado por la autoridad de aplicación, los clientes de la firma Centro Integral del Computador S.R.L. compraban los bienes por ella comercializados para su uso, por lo que se consideró que la empresa bajo verificación realizaba venta minorista únicamente (ver informe final de la Dirección Provincial de Rentas de fecha 30-VI-1198, fs. 1104 y res. 106 del 29-VI-1998, fs. 1118 vta., expte. Adm. 2306-353.635/97), determinativa de asentándose oficio A-008 en del la resolución 26-I-2000, que del procedimiento de auditoría realizado resultaba que dichos bienes no eran transformados en el desarrollo de una actividad industrial posterior ni destinados a la reventa o alquiler de su uso (fs. 1274, expte. adm. cit.). Tal el alcance que corresponde asignar a la exención sub examine de conformidad con el modo en que deben interpretarse las normas que crean beneficios de excepción, exégesis que dista -por cierto- de la expuesta en la demanda. En efecto, el Pacto Fiscal no establece pautas respecto del alcance del concepto consumidor final. Tampoco sugiere -ni menos aún impone- que la venta de productos manufacturados desarrollo de excluidos de a empresas sus la que actividades condición de los utilizarán propias, en deban consumidor el estar final. Ello importaría extender -indebidamente- la exención tributaria a supuestos no previstos por el legislador. Cabe recordar al respecto que, en materia de exenciones tributarias, es constante el criterio conforme al cual ellas deben resultar de la letra de la ley, de la indudable intención implicancia de del las 277:373; 279:226; 292:129; 302:1599) legislador normas 283:61; y su que las 284:341; o de la necesaria establezcan 286:340; interpretación debe (Fallos 289:508; practicarse teniendo en cuenta el contexto general de las leyes y los fines que las informan (Fallos 285:322, entre otros), ya que la primera regla es dar pleno efecto a la intención del legislador (Fallos 330:2892). Como lo ha sostenido reiteradamente esta Corte, las exenciones deben interpretarse restrictivamente, en tanto el sistema de exenciones impositivas importa una limitación a los principios de generalidad y de igualdad en la tributación, razón por la cual las mismas son de interpretación estricta y deben resultar de la letra de la ley o de la indudable intención del legislador (doctrina causas B. 51.296, "Sarlo", sent. del 7-II-1989; B. 50.873, "Bemberg", sent. del 3-XI-1992; B. 61.397, "Sociedad Española de Socorros Mutuos de Tres Arroyos", sent. del 8VII-2008; B. 62.587, "Martindale Sur Country Club S.A.", sent. del 10-XI-2010). Es explicitado innegable no incluye que a la el régimen firma actora tributario en el ámbito aplicativo de la exención. No cabe, entonces, extender, por vía interpretativa, los beneficios tributarios pretendidos por fuera del estricto marco normativo aplicable. V. Por los fundamentos expuestos juzgo que corresponde rechazar la demanda interpuesta. Voto por la negativa. Costas por su orden (arts. 17, ley 2961 y 78 inc. 3°, ley 12.008 -texto según ley 13.101-). Los señores jueces doctores Genoud, Negri y Kogan, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor de Lázzari, votaron también por la negativa. Con siguiente lo que terminó el acuerdo, dictándose la S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se rechaza la demanda interpuesta. Costas por su orden (arts. 17, ley 2961 y 78 inc. 3°, in fine, ley 12.008 -texto según ley 13.101-). Difiérese la regulación de honorarios para cuando se encuentre determinada la base regulatoria (art. 51, dec. ley 8904/1977). Regístrese y notifíquese. EDUARDO NESTOR DE LAZZARI HECTOR NEGRI LUIS ESTEBAN GENOUD HILDA KOGAN JUAN JOSE MARTIARENA Secretario