El Bádminton: un Deporte Escolar

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“El Bádminton: un Deporte Escolar”
Prof. Tomás P. Mullins
Secretario General de la SAFE
Ésta publicación va dirigida, principalmente, a los Profesores de Educación Física que quieran incluir el
Bádminton como un contenido más dentro de sus programaciones educativas. Si bien los alumnos
presentan interés en relación a la práctica de los deportes con raqueta, sus expectativas generalmente no
se cubren en las clases de Educación Física y el bádminton puede ser una alternativa más que
interesante para remediar esta carencia.
El Bádminton es el deporte de raqueta que mejor se adapta al ámbito escolar ya que dadas sus
características se vincula muy fácilmente a las necesidades que el docente quiera plantear: ya sea
jugarlo con un objetivo lúdico - pasarse la pluma entre dos o más personas sin que toque el suelo- o
convertirlo en un deporte competitivo donde se exija al jugador una preparación en todas sus facetas
(física, técnica, táctica, psicológica, competitiva). Siendo así una actividad deportiva apta para todas las
edades con finalidad educativa, recreativa o competitiva.
Es un punto fuerte del bádminton la fácil inserción en las personas que se acercan por primera vez a
practicarlo, es muy sencillo de jugar tanto por niños como por adultos, lo que lo hace un “juego de baja
frustración en su aprendizaje”.
Lo que estoy diciendo es que la puerta de entrada a este deporte con raqueta es sencilla de sortear,
logrando el alumno jugar rápidamente sin demasiadas interrupciones como ocurre en las prácticas de
otros deportes. Es decir que no requiere de una fase de introducción muy extensa, desde el principio se
logra una práctica continuada que nos permite “estar en movimiento”, “estar jugando”. Tampoco es una
actividad donde existan grandes diferencias significativas en lo relativo al dominio motor o técnico en la
comparación de la práctica realizada por personas de distinto sexo o edades. Lo que sumado a que es
una actividad física que puede dársele una continuidad a lo largo de la vida y perfectamente
autorregulable en su intensidad, lo define como “un juego y un deporte para todos”.
En una primera etapa de familiarización e iniciación a los deportes, nuestro objetivo viene definido por
iniciar al juego, el cual debe ir íntimamente ligado con la diversión del alumno.
En consecuencia, hemos de estudiar de forma precisa el grupo de alumnos que tenemos y si es
posible, a cada uno por separado, para así actuar de forma consecuente eligiendo los medios a nuestro
alcance más adecuados.
Íntimamente relacionado con esto, se encuentra la obligación del profesor de escoger situaciones
pedagógicas que estimulen la necesidad de diversión del alumno, utilizando elementos constitutivos de
los deportes de raqueta. Las formas lúdicas deben ser numerosas y constituir la parte de la actividad más
importante. Se nos hace difícil encontrar en nuestras escuelas espacios amplios donde se puedan
practicar deportes que exijan grandes desplazamientos, sin embargo instalaciones reducidas como un
playón polideportivo o un pequeño gimnasio o patio cubierto son suficientes para la práctica del
bádminton: de una cancha de voleibol podemos adaptar hasta 6 de singles y 4 de dobles de minibádminton. Una limitación es el de poseer un espacio cubierto y con una altura mínima, ya que por el
peso de la pluma debemos contar con cierta garantía para el vuelo correcto de la pluma.
Desde el punto de vista psicomotor el bádminton desarrolla una gran variedad de habilidades motrices:
la coordinación oculo-manual, el equilibrio, el dominio del esquema corporal, la percepción espaciotemporal y la velocidad en la toma de decisiones; y en cuanto al desarrollo de la condición física se
trabajan cualidades como: la fuerza, flexibilidad, velocidad de reacción, resistencia y agilidad.
La técnica como contenido específico no debería ser tratada en una etapa de iniciación sobre formas
mecánicas sino como movimientos transferibles a nuevas situaciones motrices y en íntima conexión con
el juego. Debemos recordar, por ejemplo, que los adultos tienen un mayor grado de atención que los
niños, pueden tratar mejor los detalles técnicos aislados y entender mejor reglas y estrategias. Por
contraste, los niños aprenden mejor a imitar todo el golpe y cualquier práctica de habilidad que simule
juegos simples. Con los niños, las partes teóricas y de prácticas técnicas deben ser cortas y sencillas.
Muy por el contrario los adultos pueden llegar a estar deseosos de practicar durante un largo rato, por
ejemplo, un detalle de un golpe.
Es necesario adecuar las reglas - principalmente con niños- tanto desde el punto de vista de la
comprensión: adecuando el Reglamento a los alumnos; como de su participación activa en el juego:
variando las dimensiones de la cancha, modificando las zonas de juego, acortando tiempos de juego,
limitando los golpes. Como así también en esta etapa será necesario adaptar el material no olvidando
que nuestros alumnos están acostumbrados a la apreciación y lectura de trayectorias de otro tipo de
elementos (balones de diferentes pesos y tamaños) pero no de “volantes” como en el caso del
bádminton. Por ejemplo, a algunos alumnos se les dificulta la coordinación que lleva a golpear la pluma
en el saque, pudiendo facilitarse con una raqueta con mango mas corto y permitiendo que durante el
juego pueda sacar desde arriba de la cintura.
Al alumno que recién se lo inicia en el bádminton se le debe enseñar lo mínimo indispensable para
que rápidamente pueda ser aplicado en el juego, comenzando con las destrezas de fácil ejecución para
luego ir agregando las de mayor dificultad. Logrando primero la familiarización y luego la integración de
los elementos que componen el juego: la pluma, la raqueta, el conjunto pluma-raqueta, el intercambio, el
obstáculo a superar, el espacio (propio y del adversario), la empuñadura, los golpes fundamentales
(fondo, red, servicios) y los desplazamientos.
Sin olvidarnos nunca que el movimiento y la participación son el eje de toda la actividad y que “el juego”
es el mejor motivador y da diagnósticos precisos de lo que cada jugador necesita.
Por último, es preciso tener presente la diversidad de aplicación del Bádminton y no pensarlo
solamente como medio educativo en las clases de Educación Física de las escuelas, podría emplearse
en otros campos de la Actividad Física, dentro de las actividades de recreación y tiempo libre, en
programas de mantenimiento físico, en clases para adultos, tercera edad, etc. con el Apto Médico
correspondiente
Bibliografía:
“Manual Instrucción de Bádminton”. PBC. “Shuttle” Programa de Canadá Collage.
“Análisis integral del Bádminton”. Cabello, D. y Serrano, D., Delegación Granadina de Bádminton, 1997.
“El Bádminton en la Escuela”. Carazo, A. Delegación Granadina de Bádminton, Granada, 1997.
“Iniciación al Bádminton”. Hernández Vázquez, M., Gymnos. Madrid, 1995.
“Le Bádminton”. Mansuy, E., Amphora. Francia, 1997
“Bádminton for Schools”. P. Downey, J., Elham Bks, 1978
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