Cuentos de la selva; Horacio Quiroga

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CUENTOS DE LA SELVA
HORACIO QUIROGA
TRABAJO- ESPAÃ OL EN AMÃ RICA
DATOS BIOGRÃ…FICOS
Horacio Quiroga nació en Uruguay, en el Salto, el 31 de Diciembre de 1878. Su padre habÃ−a sido por
dieciocho años el Cónsul de Argentina en Uruguay, lo que le permitió una doble nacionalidad. Estudió
en la capital uruguaya y de muy joven mostró interés por la fotografÃ−a, la literatura, y el ciclismo.
Escribió desde muy joven poesÃ−a, y estuvo vinculado a la producción teatral. Viajó a Europa, a
principios de 1900, recibida la herencia de su padre decide tomar un billete de primera clase rumbo a ParÃ−s,
de donde volvió cuatro meses después con el sabor del fracaso, en tercera, hambriento y con una barba
que no se quitarÃ−a jamás. En este periodo un terrible accidente hizo que su arma se disparara y mató a su
amigo Federico Ferrando, hecho que hizo que abandonara Montevideo, y se instalara en Argentina, donde
publicó poemas y cuentos, además de poesÃ−a lÃ−rica, relatos y una novela breve Los perseguidos (1905).
En 1909 se instaló en la provincia de Misiones, donde desempeñó un cargo de juez de paz. Se casó con
Ana MarÃ−a Cirés, quien se suicida en 1915, hecho que provoca su regreso a Buenos Aires, donde
trabajó en el consulado de Uruguay publicando en 1918 relatos para niños Cuentos de la selva (1918).
Colaboró en diferentes medios y siguió su producción literaria. En 1927 contrajo matrimonio con una
joven amiga de su hija, MarÃ−a Bravo. En 1932 regresa a Misiones, para dedicarse a la floricultura. En 1935
ya asistimos a la decadencia literaria de un autor, cuyas últimas obras han sido recibidas con poco
entusiasmo por parte del público. Publicó su último libro de cuentos, Más allá. Su mujer lo deja en
1936. Regresa a Buenos Aires, y es hospitalizado por un cáncer gástrico, enfermedad que le impulsó a
tomar cianuro y provocar su suicidio el 19 de Febrero de 1937.
ANÃ…LISIS DE LA OBRA
• Tema:
Cuentos de la selva, son unos relatos para niños que narran la vida en la selva y tiene como protagonistas a
animales de la selva americana, educativo y entretenido a la par que imaginativo y original, con el hombre
unas veces de aliado y otras veces de enemigo.
• Argumento:
El libro es una compilación de ocho cuentos sobre la selva americana:
♦ La tortuga gigante: Esta historia habla de la amistad de una tortuga gigante con un hombre.
El hombre, enfermo, se va a la selva y salva a una tortuga del ataque de un tigre, se la lleva a
su casa y la cuida. Pero cae enfermo y la tortuga lo arrastra hasta Buenos Aires, y le salva la
vida devolviéndole el favor. El papel del hombre en este cuento es de aliado, y la tortuga
gigante vive con él en el Zoológico de Buenos Aires, feliz.
♦ Las medias de los flamencos: Este cuento busca dar una explicación fantástica sobre las
patas rojizas de los flamencos y porqué se paran sobre una pata, y están metidos en el
agua. Cuenta cómo los flamencos asistieron a un baile en la selva, y como querÃ−an bailar
con las vÃ−boras y envidiaban su ornamentación, una lechuza cazó para ellas a algunas
vÃ−boras para que se pusieran su piel de medias. Cuando las hermanas vÃ−boras
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descubrieron el crimen, atacaron a los bobos flamencos hiriéndoles con su veneno las
patas.
♦ El loro pelado: El cuento del loro pelado nos narra la historia de un loro que se queda a vivir
con unos humanos, que le enseñan a hablar, le dan té a las cinco y lo quieren mucho. Una
mañana voló más lejos de la casa y se encontró a un tigre, que lo quiso devorar y de un
zarpazo le arranca las plumas del lomo. Malherido regresa a su casa, pero no sale de su
escondite hasta que le crecen las plumas. Un dÃ−a le cuenta a su amo lo ocurrido y juntos se
van a cazar al tigre en venganza de lo que le hizo al loro Pedrito.
♦ La guerra de los yacarés: Esta historia cuenta cómo los yacarés vivÃ−an en su rÃ−o
tranquilos hasta la llegada de un barco de hombres. Para evitar que la irrupción de sus barcos
espanten a los demás peces y ellos se queden sin comida, construyen un dique, que es
derribado por los hombres, y asÃ− hasta que los yacarés se ven en la obligación de pedir
ayuda a un surunÃ−. El surunÃ− les ayuda con un torpedo no activado, que rescató del mar,
y asÃ− ahuyentan a los hombres y la historia tiene desenlace feliz.
♦ La gama ciega: Este cuento entrañable nos habla de una gamita (un venado) que por andar
de golosa asomó el pico una vez a una colmena de abejas peligrosas que le picaron hasta en
los párpados dejándola ciega. Su madre, para curarla, acude a un hombre que tiene fama de
bondadoso, y que vive en la selva. El hombre ayuda a la gamita y le da una pomada. Para
agradecerle su ayuda, en cuanto la gamita se cura le lleva plumas de garza al cazador, y él
le pone un bote de miel, y asÃ− es como la gamita y el hombre se hicieron amigos y
conversan todas las noches que hay tormenta, para que los perros vecinos no ataquen a la
gamita golosona.
♦ Historia de dos cachorros de coatÃ− y dos cachorros de hombre: Un coatÃ− cachorro
llegó hasta el campo, donde su mamá le tenÃ−a prohibido cazar huevos, y fue hecho preso.
Pero los hijos del dueño de la casa quisieron quedárselo de mascota, y asÃ− fue como
cautivaron al pequeño coatÃ− y fueron queriéndolo y alimentándolo. La mamá del
coatÃ− y sus dos hermanos iban a visitarle por la noche, hasta que una terrible noche
encontraron al coatÃ− moribundo por la mordida de una serpiente venenosa. El coatÃ−
murió, y de pena por cómo los hijos del dueño iban a tomar la muerte, sustituyeron al
muerto coatÃ− por otro de sus hermanos, y asÃ− fue como siguieron los hijos de la familia
felices cuidando de otro coatÃ−.
♦ El paso del YabeberÃ−: Este cuento nos narra la alianza de las rayas del YabeberÃ− con un
hombre que habÃ−a hecho bien al rÃ−o, pues se tenÃ−a la costumbre de cazar con dinamita.
Un dÃ−a, el hombre fue abatido por un tigre y buscó refugio en el rÃ−o. Las rayas lo
dejaron pasar y se tendió en una isla en medio del rÃ−o. El tigre quiso darle muerte, y las
rayas se lo impidieron. El tigre llamó a otros, y se preparó la guerra del paso del
YabeberÃ−, hasta que el hombre logra que le traigan una Winchester, y mata a los tigres.
♦ La abeja haragana: El cuento de la abejita holgazana es el que, sin duda, tiene más
moraleja. Cuenta la historia de una abeja que no ayudaba a su colmena y que un buen dÃ−a le
advirtieron de que trabajara. AsÃ− pasaron dÃ−as hasta que una buena noche no le dejaron
regresar a la colmena, y se desató una tormenta. La abeja tuvo que quedarse a dormir en una
cueva con una serpiente. Gracias a un truco de inteligencia logra salvar su vida, y desde ese
momento fue la abeja más trabajadora, porque comprendió que las abejas se ayudan unas a
otras y que dependen de la colmena para sobrevivir.
• Personajes:
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Los personajes de estos cuentos son como los de las fábulas, personajes tipo, animales articulados que
pueden comunicarse con los hombres. Tenemos de diversas clases de personajes: desde yacarés, como
colectivo, a una gamita tierna, una abeja vaga, una tortuga agradecida, el colectivo de las rayas que salvan al
hombre, el coatÃ− y el loro domesticados y los flamencos bobos. El tigre suele ser el antagonista de los
cuentos, y aparece en tres cuentos: el loro pelado, donde engaña al loro y quiere matarlo; en el cuento del
paso del YabeberÃ−, donde inicia una guerra para matar a un hombre; y en el cuento de la tortuga gigante,
donde muere abatido por el hombre, que salva a la tortuga.
El papel del hombre cambia, y nunca se nos proporciona sus nombres, por lo que resultan impersonales: El
hombre bueno que tiene amistad con los animales (La gama ciega, la tortuga gigante, y el paso del
YabeberÃ−), el hombre en familia que adopta al animal como mascota (El loro pelado y en Historia de dos
cachorros de coatÃ− y dos cachorros de hombre) y como personaje malo: La guerra de los yacarés, donde
acaban devorados por los yacarés en su terquedad de seguir pasando con sus barcos por el rÃ−o.
• Estructura:
Esta colección de cuentos se divide en ocho partes, una por cada cuento. Cada cuento tiene la extensión
breve de una fábula y mantiene una estructura interna común simple y propia de los cuentos:
Introducción, nudo y desenlace. Estos cuentos no comienzan como los tradicionales “à rase una vez…”
pero mantienen la caracterÃ−stica de los cuentos infantiles: historias protagonizadas por los animales, que
hablan y que son amigos de los hombres, que comparten sentimientos y actitudes propias de los hombres.
Todos tienen desenlace feliz, aunque en el transcurso del cuento haya sucesos trágicos (La muerte del
pequeño coatÃ−, la masacre de las rayas por ayudar a su amigo, el ataque de los flamencos…). De cada
cuento se puede sacar una enseñanza al final, y es una lectura ideal para los niños.
• Lengua y estilo:
Horacio Quiroga utiliza un lenguaje llano para llegar a los niños. Sus relatos están llenos de paisajes
selváticos, de personajes peculiares, que nos adentran al mundo de la selva americana, una selva que el autor
conocÃ−a bien. Antes de meterme con el análisis lingüÃ−stico me gustarÃ−a detenerme en varias
palabras que tienen relación con la selva americana y que en España no conocemos esas realidades y de las
que tuve que detenerme en su investigación para la comprensión de los cuentos:
♦ Haragán: 1. adj. Que rehúye el trabajo. U. m. c. s.
♦ Yuyo: (Del quechua yuyu, hortaliza). 1. m. Arg, Bol, Chile, Par, y Ur. Mala hierba.
♦ CoatÃ−: 1. m. MamÃ−fero carnicero plantÃ−grado, americano, de cabeza alargada y hocico
estrecho con nariz muy saliente y puntiaguda, orejas cortas y redondeadas y pelaje largo y
tupido. Tiene uñas fuertes y encorvadas que le sirven para trepar a los árboles.
♦ Zonzo: 1. adj. Soso, insulso, insÃ−pido. Apl. a pers., u. t. c. s. 2. adj. Tonto, simple,
mentecato.
♦ Yacarés: Caimán.
♦ Yararás: Serpiente venenosa en Argentina.
♦ Tatú: 1. m. Arg., Bol., Par. y Ur. U. para denominar diversas especies de armadillo.
♦ Carpincho: 1. m. Am. Roedor americano de hábitos acuáticos, que alcanza el metro y
medio de longitud y llega a pesar más de 80 kg. Tiene la cabeza cuadrada, el hocico romo y
las orejas y los ojos pequeños. Su piel se utiliza en peleterÃ−a.
♦ SurubÃ−: 1. m. Pez teleósteo de rÃ−o, de gran tamaño, cuya piel es de color general
pardusco con distintas tonalidades y su carne, amarilla y compacta. Habita la cuenca del
Plata.
El autor hace uso de diminutivos, propios de narraciones para niños, y no hace uso de un español estandar,
incluyendo en sus narraciones estructuras voseantes, y algún rasgo del guaranÃ−. A continuación voy a
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incluir una lista de fenómenos que he subrayado en mi lectura y resultan interesantes, y en orden de
aparición:
• Tortuga gigante:
♦ Hermanos chicos: La utilización de “chicos” para denominar pequeños.
♦ “Usted es amigo mÃ−o…” Uso del usted, tÃ−pico del español en América en trato
familiar.
♦ “plata adelantada”: El uso de plata para referirse al dinero es otro americanismo.
♦ “¡Ay, zonza, zonza!”: Otro americanismo señalado ya en lÃ−neas anteriores.
• Las medias de los flamencos:
♦ Yacarés: Tipo de caimán.
♦ Pescados: En vez de decir “peces”.
♦ Bananas: Por los plátanos peninsulares.
♦ Cigarros: Por los puros peninsulares.
♦ Yararás: Tipo de serpiente.
♦ Coloradas: Por rojos.
♦ Tatú: especie de animal descrito en lÃ−neas anteriores.
• El loro pelado:
♦ Choclo: Mazorca tierna de maÃ−z.
♦ Chacra:(Del quechua ant. chacra, mod. chajra).1. f. Am. Mer. AlquerÃ−a o granja.
♦ “Rica la papa”: Papa por la patata peninsular.
♦ “¿Querés tomar té con leche?”: Voseo.
• La guerra de los yacarés:
♦ Lapachos y quebrachos: Lapacho (1. m. Ã…rbol de América Meridional, de la familia de
las Bignoniáceas.) y quebracho ((De quebrar y hacha2).1. m. Nombre genérico de varias
especies botánicas de árboles americanos de madera muy dura.2. m. Arg., Bol. y Par.
Årbol de gran porte, de la familia de las Anacardiáceas, con cuya madera, muy dura, se
fabrican durmientes. Su corteza es rica en tanino)
• La gama ciega:
♦ Gama: Venado. En América.
♦ Picada: 13. f. Am. Cen., Arg., Bol., Par. y Ur. Camino o senda abierta por el hombre a
través de la espesura del monte.
• Historia de dos cachorros de coatÃ− y dos cachorros de hombre:
♦ “Coaticitos, ustedes son bastante grandes”: Diminunivo cariñoso de CoatÃ−, animal. El
tratamiento del usted. Y grandes para referirse a mayores.
♦ Zonzo: Soso. Adjetivo.
♦ Allá: En vez del allÃ− peninsular.
♦ Chiquito: Diminutivo para pequeño.
♦ Cortar fierro: En vez de hierro. Forma arcaizante.
• El paso del YabeberÃ−:
♦ Legua: Medida de distancia. En la penÃ−nsula utilizamos en metro.
♦ Enojaron: Por el enfadarse peninsular, o molestar.
♦ “Son ustedes, malditas rayas”: Tratamiento de usted.
♦ ¡Ni nunca!- Estructura explicada en el propio texto por la forma guaranÃ− de la localidad
de Misiones, Argentina.
♦ “A la canal”- En vez de “Al canal”, se toma el sustantivo como femenino en vez de
masculino.
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♦ Manotones: Por manotazos.
♦ Compañeritas: Diminutivo de compañeras afectivo.
• La abeja haragana:
♦ Jugo: Americanismo en vez del zumo peninsular.
♦ Haragana: Explicado en lÃ−neas superiores “vaga”
♦ Lindo: Adjetivo que se usa con más frecuencia en América por el “bonito” peninsular.
♦ Yo ando todo el dÃ−a volando: El “ando” es Americano, por el “voy” español.
♦ “¡Ay, mi Dios!”: Expresión enfática por el pronombre “mi”.
♦ Yuyito: Diminutivo de yuyo.
• Conclusión:
El libro de cuentos infantiles nos adentra en el apasionante mundo de la selva americana, un lugar exótico y
lleno de fauna y aventuras que resultan la excusa perfecta para aleccionar a los niños en el camino del bien.
Quiroga, amante de la caza y conocedor de la selva uruguaya y argentina, nos dibuja un mundo fantástico de
animales caracterizados y entrañables, con sus antagonistas y sus peligros, sus pequeñas tragedias y sus
desenlaces felices. Un mundo en el que el hombre a veces es amigo, y otras enemigo. La realidad fabulada y
traÃ−da de la mano de un excepcional escritor de principios del S.XX
• Valoración:
La obra me ha parecido rica en valores, en descripciones y muy evocadora. Contando que es una obra
dedicada para un público infantil y que la trama es la tÃ−pica de la cuentÃ−stica, me ha parecido muy
original, porque te lleva a parajes distintos a los que te puedes encontrar en la cuentÃ−stica europea. Son
cuentos modernos y que con un tono fabulador te acercan al mundo animal y sientes que eso puede ser cierto
por la naturalidad con la que nos cuenta ese mundo particular de la selva americana. Son entretenidos y
variados, cada uno diferente entre sÃ− pero guardando un mismo hilo: el de la selva.
CUENTOS DE LA SELVA
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