PJ Nacional de Uruguay - Pastoral Juvenil Latinoamericana

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PROYECTO
REVITALIZACION DE LA PASTORAL JUVENIL
LATINOAMERICANA
PASTORAL JUVENIL NACIONAL DE
URUGUAY
INSTUMENTO PARA LA ETAPA DE LA ESCUCHA
APROXIMACIÓN AL MUNDO JUVENIL
Tercer Momento:
ES TIEMPO DE JUNTAR LAS VOCES EN UNA SOLA
ARMONÍA
Sistematización
En lo que respecta a la modalidad de trabajo realizado por la Pastoral Juvenil de
Uruguay, la misma se llevo a cabo en la instancia de reunión de la Comisión Nacional
de Pastoral Juvenil y su implementación metodológica consistió en trabajarlo de
manera diferencial entre jóvenes delegados diocesanos por un lado, y asesores
diocesanos por el otro, es por ello que consideramos oportuno aclarar este ítem ya
que la implementación del instrumento se adecuo a los tiempos y realidades de
nuestro país.
Frente al aspecto Afectiva- Sexual, los asesores consideran que:
Se parte en la pregunta de una visión negativa de los y las jóvenes. A lo cual nos
preguntamos por que generalmente partimos de esta categoría negativa respecto a
la juventud. Porque no pensar en los cambios que se producen y lo positivo que
puede surgir de ello.
Consideramos de no partir de una visión negativa, sino de reconocer por dónde
están pasando los principales problemas de los jóvenes de hoy para poder
encontrar una respuesta a ellos y brindarles soluciones o alternativas para pensar
los mismos desde lo positivo. O sea como dar respuestas favorables a estas
problemáticas el campo de lo afectivo sexual.
Muchas veces se produce una disociación entre lo que se comparte en los grupos de
jóvenes y lo que viven realmente los jóvenes en esta dimensión fuera de los grupos,
en la relación con sus amigos, pareja, familia, estudios. Por ejemplo en un retiro el
o la joven hace un lindo proceso y luego del retiro suceden cosas que no responden
o tienen relación con el mismo. Ante esto nos planteamos que muchas veces como
adultos nos quedamos con lo negativo que viven luego del retiro y no pensamos en el
proceso que hizo en el mismo y como acompañar este corte desde ahí (o sea desde
lo positivo)
Se constata la dificultad que tenemos en los grupos de jóvenes para abordar el
tema de las relaciones afectivo sexuales de integrarlo a la fe y al proceso del joven
y el grupo. Muchas veces se comparten cosas en las charlas informales el desafío
esta como pasarlo a un espacio mas formal y poder hablar de nuestros afectos de
manera natural ¿Qué nos esta pasando?
Debemos poco a poco animarnos a trabajar estos temas en las reuniones de grupo
de PJ. la herramienta principal de la PJ es lo grupal, pero no es la única, es
necesario tener en cuanta que existen otros espacios como por ejemplo el
acompañamiento espiritual para abordar estos temas.
Poder ver este tema más que como un problema, como una posibilidad para tratarlo.
Ayudar a los jóvenes a pensar que no todo vale y que muchas veces hay un mal uso
de la información que manejan respecto al mismo. Animarnos desde la PJ a través
de la escucha y el acompañamiento a hablar de todo esto en donde lo humano
afectivo se pone en juego y que tiene que ver con el quererse y respetarse uno
mismo. Es necesario como adultos escucharlos con respeto y cariño, y preguntarles
¿Qué buscan? ¿por dónde pasan sus sueños, sus proyectos?
Esto que nos cuestionamos respecto a la forma de abordar estos temas tiene
relación con lo que nos hemos planteado como PJ en nuestra tercer orientación con
relación al “recrear nuestras propuestas”.
Frente al aspecto Afectiva- Sexual, los jóvenes delegados consideran que:
No vemos un vinculo necesario entre que las relación tempranas sean sin amor o sin
compromiso.
Algunas de los mencionados son signos de nuestros tiempos en los cuales participan
los jóvenes y no son propiamente de ellos.
La búsqueda en el plano afectivo no es ajena a las imposiciones mediáticas, de
imagen.
Vemos que la Iglesia (como comunidad) debe revisar su postura y actitud frente a
los prejuicios y discriminación de las distintas formas en las que viven su
sexualidad los jóvenes.
La relación con la sexualidad es observada por los jóvenes como un espacio de
búsqueda en el cual también nos podemos equivocar, es por ello que consideramos
que es necesario que exista un grado de tolerancia ante esta situación, que exista
acompañamiento y apoyo.
Existen signos de nuestro tiempo que si bien son característicos de la juventud de
hoy, también se ven reflejaos en otros grupos sociales.
Frente al aspecto Violencia, los asesores consideran que:
Debemos partir de un reconocimiento de la realidad del y la joven para ir al
encuentro de esto que le esta sucediendo. Ir con mensajes sencillos y comunes,
respetando la particularidad de cada situación. Partir de las pequeñas comunidades,
del grupo de base e ir haciendo proceso en estos temas.
La actitud con que me paro y miro la realidad es fundamental. No desde el juzgar o
estigmatizar sino desde la escucha, el acercamiento afectivo, el mostrarse con una
actitud abierta al acompañamiento.
Deshacer, suspender, habitar. La importancia de la dimensión del encuentro para
poder hacer camino.
Frente al aspecto Exp. Religiosas, Fe y Rel. con la Iglesia, los jóvenes delegados
consideran que:
La propuesta de la Iglesia es “Obsoleta” en algunos de sus formas de presentación
y acercamiento del Evangelio. La propuesta de Jesús es vigente pero los medios no
son los más adecuados para la realidad actual de los jóvenes.
En la Iglesia hay poca gente, hay pocos jóvenes, pero la nuestra no es una “Iglesia
de masas”.
El compromiso con lo social no es contrario a la militancia política, sino que
responde a una realidad de su tiempo.
El compromiso social también es evangelización aunque no parta de un grupo de
parroquia.
El servicio es una etapa necesaria en el proceso de evangelización, es un llamado
para los jóvenes.
Hay que discernir que acciones jóvenes de fe o de compromiso son para el otro, son
por Cristo y no por uno mismo.
Frente al aspecto Proyecto de Vida, los asesores consideran que:
En un estudio reciente se plantea que la mitad de los jóvenes uruguayos ni estudia
ni trabaja (los llamados “ni ni”). Frente a estos datos nos cuestionamos algunas
variables como por ejemplo si no estudia ni trabaja porque se encuentra en una
situación de indigencia o porque depende de sus padres sin necesidad de estudiar o
trabajar. Nos preguntamos que pasa con aquellos que se encuentran dentro del
sistema de educación pero no estudian.
El proyecto de vida no es un problema propio de los jóvenes sino que también de los
adultos.
En la actualidad se busca vivir el hoy, por lo que muchas veces se pierde la
dimensión de la historicidad. Lo que soy hoy tiene que ver con un pasado (lo que fui)
y nos proyecta hacia el futuro (lo que seré). Se piensa o se vive muchas veces de
manera parcializada o de manera estanca.
Partir de la premisa de que proyectos tenemos todos y que la dificultad pasa por
elaborar este proyecto. De ahí consideramos la importancia del acompañamiento
del adulto. ¿Quién me ayuda? ¿Quién se me presenta como referente en mi
proyecto?. Se plantea aquí a nivel de pastoral juvenil la relevancia de la figura de
los animadores y asesores. Por otra parte, a nivel social, como sociedad, hacia
donde vamos, para donde caminamos?
Los plazos para lograr algo bueno hoy deben ser más cortos y palpables por los
jóvenes. Para luego si ver algo más grande. Además deben ser evaluables por la
persona. Esto nos lleva a que como adultos en determinados momentos debemos
presentarles opciones exigentes.
Es necesario trabajar en coordinación con la Pastoral Adolescente. Para ello hay
que discernir y hacer opciones.
La migración se establece por la búsqueda del o la joven de un ideal ya sea en el
campo de lo económico laboral, de lo intelectual académico o de un modelo o estilo
de vida diferente al que lleva.
Frente al aspecto Tiempo Libre y Cultura, los jóvenes delegados consideran que:
Son signos de una búsqueda de identidad (música, estética, grupos) que en
ocasiones, son de índole transitoria.
Vemos que falta tolerancia frente a estas “tribus urbanas” o expresiones diversas.
Encontramos mayores espacios de expresión artística joven (teatro, murga, entre
otras)
Con respecto a Internet, consideramos que es una buena herramienta y que
dependiendo su uso, puede llegar a ser muy constructiva.
XVI Encuentro Latinoamericano de
Responsables Nacionales de Pastoral Juvenil
Mensaje Final
¿No estaba ardiendo nuestro corazón dentro de nosotros cuando nos hablaba en el camino y
nos explicaba las Escrituras? (Lc 24,32)
Nosotros, mujeres y hombres, jóvenes y adultos, procedentes de 20 países del Continente,
hemos participado, del 25 al 30 de octubre del 2010, en el XVI Encuentro Latinoamericano de
Responsables Nacionales de Pastoral Juvenil en Cochabamba, Bolivia. Dentro del contexto de
la Misión continental que nuestra Iglesia ha convocado para responder al tiempo de gracia que
el Espíritu suscita hoy en América Latina, los agentes de pastoral juvenil: laicos, laicas,
religiosas, religiosos, sacerdotes y obispos fuimos convocados por el Equipo Latinoamericano
de Pastoral Juvenil y la Sección de Juventud del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)
para discernir el tema Los y las jóvenes, discípulos misioneros para la vida de nuestros pueblos.
La Iglesia nos ha invitado a Asumir una actitud de permanente conversión pastoral, que implica
escuchar con atención y discernir "lo que el Espíritu está diciendo a las iglesias” (Ap 2:29) (DA
366). Ahora queremos compartir con ustedes el fuego que el Señor Jesús ha encendido en
nuestros corazones al caminar con nosotros en estos días de oración, reflexión, escucha,
trabajo y celebración.
Para nuestro proceso hemos hecho uso del método Ver – Juzgar – Actuar. Éste implica
contemplar a Dios con los ojos de la fe a través de su Palabra revelada y el contacto vivificante
de los Sacramentos, a fin de que, en la vida cotidiana, veamos la realidad que nos circunda a la
luz de su providencia, la juzguemos según Jesucristo, Camino, Verdad y Vida, y actuemos desde
la Iglesia, Cuerpo Místico de Cristo y Sacramento universal de salvación, en la propagación del
reino de Dios, que se siembra en esta tierra y que fructifica plenamente en el Cielo (DA 19).
La vida de los y las jóvenes ha estado en el centro de nuestro encuentro, igual que está en el
centro del corazón de la Iglesia que ha renovado una vez más su opción preferencial por ellos,
de manera realista y efectiva, (Cfr. DA 446a). Aproximarnos a los jóvenes y escucharles nos ha
permitido constatar los signos de vida y los signos de muerte existentes en tres dimensiones
fundamentales de nuestro existir, a saber: la juvenil, la social y la eclesial. Dar nueva vida a un
proceso eclesial con y desde los jóvenes implica conocer y discernir estos signos para
responder a los desafíos que plantean a la juventud de nuestro continente. Es hacer de nuevo
la experiencia del misterioso caminante que se acercó a los discípulos que iban de camino:
Jesús se acercó y siguió con ellos… El les dijo “de qué discuten entre ustedes mientras van
andando” (Lc 24, 15.17). Es aprender a escuchar antes de proponer un mensaje.
Para que el proceso de reflexión que hemos mencionado no sea una visión parcializada, en un
segundo momento de nuestro caminar buscamos iluminar la realidad que contemplamos. En
esta parte resultaron indispensables dos elementos: el texto de la Escritura de los discípulos de
Emaús (Lc 24, 15 - 35), que ha sido la clave para interpretar nuestro proceso estos días, y el
espíritu presente en la reflexión de nuestra Iglesia en Aparecida (DA). Empezando por Moisés y
continuando por todos los profetas, les explicó lo que había sobre él en todas las Escrituras. (Lc
24, 27). Descubrimos, con la lectura orante de la Palabra, como el Señor nos sigue explicando
su presencia en nuestra historia. Él continúa invitando a los jóvenes a ser sus discípulos
misioneros en las circunstancias actuales. La Iglesia nos propuso un modelo para profundizar
nuestro vínculo con Cristo (DA 278), y esto implica asumir una actitud de permanente
conversión personal y pastoral (DA 365 – 372).
Levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once y a los
que estaban con ellos (Lc 24, 33). Al finalizar nuestro encuentro, sentimos este profundo
deseo de levantarnos y volver a nuestros pueblos, de volver al corazón de la Iglesia y de volver
a encontrarnos con los y las jóvenes para compartir con ellos su vida en Jesús. Por eso nos
comprometemos, delante de Dios y de ustedes, a continuar luchando por revitalizar la pastoral
de juventud del Continente para que ésta se convierta cada día más en camino que lleve a
muchos y muchas a encontrarse de nuevo con el Dios de la vida, para seguir construyendo con
Él una nueva civilización del amor. Queremos que este compromiso se manifieste en gestos
concretos de misión y servicio, que sean reflejo de la acción del Resucitado en nuestras vidas y
en la vida de la juventud del continente.
Finalmente ponemos todos nuestros afanes bajo el maternal cobijo de María, a quien estos
días hemos aprendido a llamar como Nuestra Señora de Urkupiña. Ella que veló por los
primeros pasos de Jesús, velará también por los pasos que damos ahora buscando revitalizar el
proceso de la pastoral de juventud de nuestro continente y nos acompañará al III Congreso
Latinoamericano de Jóvenes, en setiembre del 2010 en los Teques, Venezuela. Agradecemos
también a los hermanos y hermanas de Bolivia, quienes nos han hecho sentir en casa con su
calurosa hospitalidad, nos han iluminado con sus riquísimas culturas y nos han recordado que
todos somos parte de la misma familia, comprometidos en la oración por el bienestar de este
hermoso país y de toda Latinoamérica y El Caribe.
Mons. Mariano José Parra Sandoval.
Obispo de Ciudad Guayana, Venezuela.
Obispo Responsable de la Sección de Juventud del CELAM.
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