Año 2009 Materia: Metodología de Investigación Psicosocial Coordinadora: Julieta Baccaro Objetivo: Construcción del marco teórico en torno a una problemática psicosocial. Tema: Adopción Monoparental Trabajo realizado por: Adrián Adler Florencia Bari Caruso Guillermo Záccaro Leandro Bazzana Pamela Socobehere LA INFLUENCIA SOCIAL EN LA ADOPCIÓN MONOPARENTAL INTRODUCCIÓN La familia es un grupo en permanente evolución vinculada con los factores políticos, sociales, económicos y culturales. La constitución de la familia se remonta hasta los primeros momentos de la aparición del ser humano, incluso numerosas especies animales constan de una organización compleja en lo que a materia familiar se refiere. La familia como organización grupal es producto de múltiples relaciones, donde existe un vínculo afectivo perdurable. Es un grupo con un espacio y un tiempo compartido, cada sujeto tiene su propia representación interna de lo que constituye el escenario familiar. La tarea del grupo familiar es la reproducción social de la vida según funciones y roles. La estructura familiar puede modificarse con el paso del tiempo viéndose influida por determinados modelos culturales, es decir, la familia no es un elemento estático, sino que ha evolucionado en el tiempo en consonancia con las transformaciones de la sociedad. Al respecto Bourdieu dice: “Según la posición que ocupe cada sujeto en el campo familiar (padre, madre, hijo, abuelo, pareja de la madre o el padre, hermanos) y según el poder que detenta cada miembro, van a ser los modos de interacción. En tanto campo, la familia es un complejo interrelacionado de posiciones sociales que luchan, y la estructura del campo es un estado de esas relaciones de fuerza en el tiempo.” (Bourdieu, 1997) La interacción entre los integrantes de la familia suele darse de diferentes maneras dependiendo del contexto en el cual se desarrollen. Pichón Rivière hace referencia a la interacción planteando la necesidad de “otros” significativos, de una trama vincular que oficie de sostén. El término necesidad alude a la direccionalidad, aquello que le va a permitir al sujeto salir al mundo en búsqueda de la satisfacción de esas necesidades. Las funciones históricas asignadas en la familia son: la sexualidad, la reproducción, la socialización y el cuidado de sus miembros. Es en estas funciones donde se han producido los mayores cambios por las transformaciones culturales y tecnológicas de los últimos años: desde la posibilidad de planificar la llegada de los hijos, hasta la modificación de las funciones domésticas tradicionales ligadas a la mujer y que hoy son compartidas por el varón. En relación a la conformación de los hogares, la variación incluye desde los nucleares hasta las familias ensambladas, los hogares unipersonales o uniparentales, las familias adoptivas o las uniones civiles entre homosexuales, las que conviven o las que tienen uno de sus miembros en otro país etc. Los cambios societales de los últimos años se reflejan en la producción y reproducción de la existencia social. En la modernidad la familia burguesa disponía de la dedicación de la mujer al cuidado de los hijos, al misionado y a la asistencia social. En la familia popular en cambio era vigilada, la mujer debía lograr la contención de los hijos y del marido. El modelo de familia expresado por la modernidad ha ido mutando en relación a los diferentes contextos culturales, sobre todo teniendo en cuenta que la mujer ha copado espacios sociales y ha ampliado su campo de acción. La adopción es una problemática que forma parte de los cambios que se han producido en la constitución de las familias actuales. 1 FORMULACIÓN DEL PROBLEMA Se interpreta a la familia como el primer grupo de pertenencia del sujeto, el ámbito donde va cobrando forma su conducta y diseñando un estilo vincular propio. La familia como estructura vincular determina la subjetividad de los miembros que la componen, predisponiéndolos como observadores del mundo en que viven. Así mismo, en la dinámica familiar los integrantes tienen roles asignados. La aceptación de este espacio dentro del grupo facilita la integración de los miembros y la estabilidad del mismo. A la conformación familiar clásica se le ha sumado la familia de hecho, la unipersonal, la extendida, la ensamblada, entre otras, y la que hoy reviste atención: la familia mono-parental donde solo hay un padre o madre con su/s hijo/s. La legislación sobre adopción vigente en nuestro país posibilita a cualquier persona sola (soltera, viuda, divorciada) a acceder a la adopción de uno o mas menores, sin embargo en los ámbitos pertinentes, magistrados, psicólogos, abogados y asistentes sociales suelen considerar, sin hacerlo público, que lo mejor para el niño es integrarse a una "familia", y una persona sola no es considerada familia. (2) Como se menciono anteriormente, La Ley 24.779 dice que puede adoptar toda persona "cualquiera sea su estado civil", pero la igualdad de oportunidades no se da en la práctica, "El sistema se endurece con las mujeres solas. Impone que acepten chicos que nadie acepta, los enfermos, los mayores. El 98% de la gente busca menores de un año, sanos", dice María Adela Mondelli, madre que adoptó sola y psicóloga de la Fundación Adoptar. Es posible observar como en la actualidad cada vez más personas solas desean la adopción de hijos. 2 Según la Dirección Nacional del Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos “a febrero de este año existen 1511 matrimonios y 408 personas solas que pretenden adoptar, de estos últimos 393 son mujeres y 15 hombres.” (3) Hoy en día, son mas cuestionadas las personas que llegan solas a la adopción (indagando directa o indirectamente su vida sexual y afectiva) que las que llegan como matrimonios o parejas constituidas formalmente. Estas nuevas configuraciones de la estructura familiar nos invitan a reflexionar sobre estas cuestiones: - Los condicionamientos sociales para con el adoptado y el adoptante uniparental. - El modelo de familia que la sociedad cree ideal en la actualidad - Como actúa el imaginario social en relación a la adopción por parte de familias monoparentales. Por lo tanto esta investigación será guiada por el siguiente interrogante: ¿Cuál es la concepción que existe, desde el imaginario social argentino, acerca de la adopción por parte de personas solas? HIPÓTESIS PRELIMINAR La sociedad argentina tiene desde su imaginario, una marcada inclinación hacia la conformación de estructuras familiares clásicas, esto es padre, madre, e hijos. Por ende, que una familia monoparental adopte un pequeño no es aceptado y se efectúan mecanismos sociales de rechazo colectivos a esta práctica. 3 OBJETIVO GENERAL Indagar sobre el concepto que existe desde el imaginario social acerca de las personas solas que deciden adoptar, haciendo un recorrido histórico desde la conformación de la familia modelo argentina y sus instituidos dentro del paradigma moderno, hasta la conformación de los nuevos modelos de familia. (1) Nueva ley de adopción N°24.779 (2) Estadísticas del Dirección Nacional del Registro Único de Aspirantes a Guarda con Fines Adoptivos. (3) Dr. Ricardo Oppenheim, “De la ley a la práctica en materia de adopción.” MARCO TEÓRICO CAPITULO I LA FAMILIA COMO INSTITUCIÓN Que las familias monoparentales sean consideradas como “otras” formas de configuración familiar no es por arbitrariedad sino por influencia de las instituciones a través del imaginario social en la constitución de la subjetividad de los integrantes de nuestra sociedad, tal cual lo expresa Castoriadis: “Lo que mantienen a la sociedad unida es evidentemente su institución… ¿Cómo se imponen las instituciones? Superficialmente y solo en algunos casos lo hacen mediante la coerción y las sensaciones. Menos superficialmente y de manera más amplia mediante la adhesión, el apoyo, el consenso, la legitimidad, la creencia. Pero en última instancia lo hacen mediante la formación (elaboración) de la materia prima humana en individuo social, en el cual se incorporan tanto las instituciones mismas como los mecanismos de la perpetuación de tales instituciones” (1). Esto es lo que denominamos instituido. La ley de matrimonio civil data de 1888 desde entonces el Estado no solo reglamenta una práctica sino que instituye modelos de socialización de los 4 ciudadanos. La sociedad es una estructura simbólica que determinará modos de relacionarse y estructuras vinculares como ser “la familia”. A continuación detallaremos como el Estado, desde el domino Histórico-Social instituye y afecta determinadas formas sociales y a la vez se ve afectado por ellas. El Estado desde sus instituciones moldea “la familia” determinando la manera en que esta se ha de organizar fijando como espacio el hogar, como ordenamiento económico la propiedad privada, asignando roles propios a hombres, mujeres y niños. De esta manera se fija como debe actuar cada individuo en el escenario de la vida familiar-social pautando quien debe encargarse del sostén material familiar, el trabajo y las cuestiones domésticas. Así es como la Institución Familia va a su vez instituyendo y socializando a sus miembros en una determinada manera de concebir los vínculos y los roles dentro de ella. Por aquellos años la familia tipo se concebía como padre, madre e hijos. A lo largo de los años se a aceptado y practicado de manera tan obediente este mandato que el solo hecho de barajar la posibilidad de encarar un proyecto familiar diferente (del tipo ensamblada, unidas de hecho, mono-parentales etc.), hace que surjan todo tipo de ansiedades afines a los procesos de cambio; miedo a ser atacado por propios y ajenos y miedo a perder los lazos vinculares (afectos, amistades) y lo material (propiedades, herencias). La historia de nuestro país tiene como institución muy influyente a la Iglesia. Ésta institución mucho ha ayudado a la conformación de un modelo patriarcal de familia, al punto tal que señalan que las personas que no se alinean con su modelo desde su imaginario, atentan contra la Institución Familiar, cargando las tintas particularmente contra las mujeres solas al frente de familias y las parejas homosexuales que claro está, rompen con el estereotipo que la Iglesia predica. El ordenamiento jurídico argentino, históricamente ha definido un marco a que las conductas debían apegarse, así fue como desde el Estado se delineaba como debía estar estructurada una familia y de esta manera también su conducta. En las 5 últimas décadas esta situación se ha invertido y son las nuevas conductas, las que llevan al Estado a promulgar nuevas leyes. Las nuevas conductas surgen de los cambios que se van produciendo en la cultura colectiva y en la modificaciones de los esquemas vivenciales, de esta manera se manifiestan distintas necesidades, como por ejemplo parejas que deciden separarse y constituir otra familia, mujeres que deben sumar a su rol de amas de casa el de salir a trabajar para incrementar los ingresos al hogar, no solamente, también porque es su deseo realizarse profesionalmente parejas unidas de hecho, personas solas que elijen formar una familia concibiendo o adoptando. El Estado acompaño estos cambios culturales a través de la reglamentación de leyes como las de Divorcio y la de Adopciones. La adopción por parte de familias monoparentales ha instalado el debate social, algunas voces consideran que no es prudente que las personas solas adopten y otras apoyan esta práctica. En este sentido, la ley sobre Adopciones (ley 24.779 y sus reformas al Código Civil) es la que habilita adoptar a personas solas y sin tope de edad ni distinción de sexo. Postulantes para adoptar y abogados especialistas en el tema coinciden en que distintos intervinientes en los tramites de adopción; como ser jueces, psicólogos o asistentes sociales; opinan que una persona sola no puede ser considerada una familia, ubicando a los solicitantes en una situación dispar con respecto a los matrimonios con iguales pretensiones. Según una encuesta confeccionada por la Universidad Austral para el 80 % de los argentinos la familia es la institución más importante, y también afirman que es el eje fundamental sobre el que debe crearse la sociedad. Pero por otro lado un 70 % opina que la calidad de vida familiar se ha debilitado en los últimos 30 años, situación que coincide con la asunción de los nuevos roles tanto del hombre como 6 de la mujer y los cambios económicos, políticos, sociales e intelectuales que se han dado a partir de 1970. Cuando se interrogó acerca del principal aspecto para el logro de una buena calidad de vida familiar, el 35% respondió que se basa sobre un matrimonio duradero entre un hombre y una mujer, y a la hora de definir las variables de los vínculos sólidos, los hijos son considerados fundamentales para obtener una buena calidad de vida familiar, (siete de cada 10 argentinos lo creen así). Esto permite dar cuenta de la rigidez de los ER y por lo tanto, a tener en cuenta cuando se interviene en el campo. Los argentinos, en su mayoría (68%), concibe al matrimonio como una relación basada sobre la entrega de amor comprometida y permanente, en menor medida, un 26%, sostiene que es una relación basada en el deseo de estar juntos y que puede no ser permanente. Ante una serie de frases, ocho de cada diez personas están de acuerdo con la definición de matrimonio "es un hombre y una mujer", "la familia fundada a través del matrimonio es la unidad fundamental de la sociedad" y que "el divorcio es en general la mejor solución cuando un matrimonio no puede resolver sus problemas conyugales". Siete de cada diez está de acuerdo con "es mejor para un niño crecer en un hogar donde la madre y el padre están casados". Teniendo en cuenta los datos antes expuestos se podría deducir que el imaginario social argentino asocia el concepto de familia con el matrimonio formado por el padre, la madre y los hijos. También es significativo el porcentaje acerca de la importancia de la duración de ese vínculo, rigidizando los roles marido-mujer en un compromiso permanente de entrega y amor, estereotipado y no sujeto a modificaciones. A pesar de los cambios que se vienen dando principalmente desde 1970, tal vez a la sociedad se le dificulte aceptar otras formas de vivir y definir el concepto de familia. 7 (1) Cornelius Castoriadis, Lo imaginario, la creación en el dominio histórico social, cap. de “Los dominios del Hombre: las encrucijadas del laberinto” CAPÍTULO II LOS CAMBIOS PRODUCIDOS EN EL MODELO DE FAMILIA ARGENTINA Teniendo en cuenta los cambios socioculturales que se han producido en las relaciones interpersonales, las reglas que rigen a la sociedad debieron adaptarse, un ejemplo de ello fue la ley que permite los divorcios. La adopción por parte de familias monoparentales es uno de los nuevos desafíos que enfrentan las leyes y reglas sociales y también el imaginario social en que ellas actúan. Por ejemplo, en la Provincia de Córdoba La Ley de Violencia Familiar entiende como grupo familiar tanto a los matrimonios legales como a las uniones de hecho (cualquiera sea el sexo) y las relaciones afectivas. La legislación poco a poco se va modificando adaptándose a los cambios. Esto nos abre un panorama en donde el imaginario social argentino está desestructurándose rompiendo viejos esquemas tradicionales. La socióloga Alejandra Martínez, magíster del CEA- Conicet, y docente de Sociología de los Medios de la Universidad Siglo 21, expresa: “familia es el conjunto de personas con quien uno desea compartir su vida, sus alegrías, sus tristezas. No tiene porqué responder a los cánones idealizados sino a las necesidades afectivas y de protección que todos los seres humanos experimentamos”. Desde lo sociológico, sugiere que no se puede hablar hoy de una definición única. “El modelo de la familia tradicional (madre-padrehijos) que conocemos y que nos parece ‘natural’ está dando paso a modelos diversos: familias monoparentales, homosexuales, matrimonios sin hijos, familias ensambladas -que reúnen bajo el mismo techo los hijos propios y los de parejas anteriores- para mencionar sólo algunos ejemplos”, opinión que contrasta con el concepto impuesto en la subjetividad de cada uno de nosotros sobre la familia eternamente feliz conformada por el matrimonio con hijos. 8 Este concepto se empezó a cuestionar en el siglo 20, cuando se hizo explícito que la familia y la pareja perfectas eran algo inalcanzable; se depositaban en el grupo familiar muchas expectativas, ansiedades las cuales fueron frustradas y ocultadas pero que hoy en día se están poniendo en evidencia, junto con la ruptura del modelo familiar básico y el cambio de roles, teniendo la mujer mayor protagonismo ante el imaginario social argentino. De la mano de la asunción de los nuevos roles se da un cambio en el orden social, cuestión que tiene lugar a partir de los años 70 con la introducción de la mujer a la vida pública. Esta sería una de las múltiples causas…Toda la estructura social se conmovió y esto afectó directamente al ámbito familiar, todo este proceso desemboca en el hoy donde se concibe la vida familiar desde un amplio abanico de posibilidades; y aceptar todas estas formas, incorporarlas a nuestro esquema referencial, desalineándonos de los viejos conceptos rigidizados nos podría llevar a una vida más plena. CAPÍTULO III HOGARES MONOPARENTALES Definimos hogares monoparentales como aquellos hogares que se encuentran conformados por uno solo de los padres, quien convive con uno o más hijos que dependen económicamente de ese progenitor. La licenciada Susana Fernández, de la Sociedad Argentina de Terapia Familiar (SATF) explica que una de las principales dificultades que presenta el fenómeno es la mirada de los otros. "A menudo, se considera que pertenecer al género femenino implica «naturalmente» ocuparse de los chicos y la casa, y la tarea de la mujer, aunque esté sola, es mirada con mucha menos benevolencia que en los contados casos en que debe asumir la dirección del hogar monoparental el varón.” Todavía el imaginario argentino no se ha transformado tan significativamente como para incorporar esta situación dentro de las amplias posibilidades de 9 conformación de familias; aún siendo el matrimonio para la subjetividad de muchos argentinos el modelo ideal de familia, el modelo natural. Este prejuicio abarca inclusive a los hijos de hogares monoparentales, a los cuales les adjudican automáticamente el rol de chivo emisario sobre todo en la institución escolar; situación que se evidencia cuando los acusan de todos los problemas de conducta en las aulas. Dice Fernández: “Es diferente si se eligió, como en el caso de la mujer o el hombre que deciden adoptar un niño o la mujer que quiere un hijo aunque esté sola, que cuando la nueva situación irrumpe en forma no deseada. En esos casos, el adulto a cargo posiblemente sentirá que no puede con todo y durante el primer tiempo tendrá sensaciones de desborde, angustia y desconcierto." Ambas opciones comprenden una situación de cambio estructural y está en nosotros poder adaptarse superando el miedo a la pérdida y el miedo al ataque. CAPÍTULO IV ADOPCIÓN E IMAGINARIO SOCIAL La adopción, sin lugar a dudas, forma parte de un debate social encarnado dentro de la estructura familiar. El imaginario social es una construcción cultural donde el sujeto “construye un marco referencial, un sistema de ideas, afectos y modelos de acción con el que percibe, organiza y actúa en dicha realidad” (1). Esta realidad, al ser reconocida, es recreada mediante una red de representaciones a través de las instituciones. Mediante la socialización se transmiten normas, pautas y valores sociales vigentes, entre ellas cual es el modelo de familia preponderante de nuestra cultura. Una de estas instituciones es la familia, estructura socializadora de excelencia. Las causas por las que las familias se convierten en monoparentales pueden ser varias: divorcio, imposibilidad de tener hijos biológicos, viudez. Etc. En este mismo 10 sentido la licenciada Susana Fernández refiere: "Se acrecentó en los últimos años, especialmente como consecuencia de separaciones y divorcios -explica Si como sucede habitualmente la que está cargo de la casa y los hijos es la mujer, ella pasa a ser la «jefa» de ese hogar. En casos de separación, aunque el ex marido y padre cubra con los gastos materiales y no se aleje afectivamente, la realidad es que es ella quien enfrenta día a día el desafío de llevar todo adelante." (2) La tendencia a que las familias se encuentren conformadas por una sola persona se vinculan a un verdadero fenómeno de nuestro tiempo que es la inestabilidad de los vínculos amorosos: “en todos los sectores sociales aumentan las separaciones y la modalidad de convivencia consensuada, sin papeles. Según los datos recogidos por la socióloga Susana Torrado en su libro Historia de la familia en la Argentina moderna (Ediciones de la Flor), en los últimos treinta años el porcentaje de parejas consensuadas casi se triplicó: representaban el 7 por ciento del total de uniones del país en 1960 y en 1991 llegaron al 18 por ciento.”(3) Esta concepción ubica a las familias adoptivas, monoparentales, ensambladas, etc., en el lugar de “otras” formas diferentes a la normal. De hecho cuando la sociedad tiene que nombrarlas, las llama “otras configuraciones familiares” o “nuevas configuraciones familiares”, como si antes no hubieran existido. Siempre ha habido familias adoptivas, monoparentales, etc., sólo que en comunidades tradicionales, hay muy poco espacio para lo diferente, y se lo lanza hacia la periferia social para que no se vea” (4). “El sistema de significaciones sociales que impregna el orden social y lo justifica, lo legaliza a nivel conceptual y emocional, es la ideología de las clases dominantes: Pero todos los integrantes de ese sistema social internalizan y son configurados socialmente en esa ideología. Todos somos portadores, en mayor o menor grado de esa concepción de mundo” (5) “Las reglas inconscientes estructuran la significación, se acompañan de un supuesto de observancia, y a su vez determinan la elección de algunos 11 significados sobre otros posibles regulando el sistema de opciones (…) corresponde a los ideales y a los mandatos sociales transformados en familiares: cual es el lugar y como se es madre o padre o hijo, como se tiene un vinculo de parentesco…” (6) En esta última mención puede percibirse que los supuestos que se analizan para poder otorgar un niño en adopción a una persona que, sin poseer pareja desea formar una familia, son exclusivos para estos casos, lo que implica un método de evaluación diferente al resto, diferente a lo habitual, habitualidad signada por el imaginario social. (1) EPSISUR. “Familia y conducta”. Materia: Teoría de la conducta I (2) Navarra, Gabriela. Diario La Nación, 27 de junio de 2005. (3) “Las nuevas familias”. Diario La Nación. 7 de diciembre de 2003. (4) Valdez, Gonzalo. “La paternidad adoptiva en el imaginario social”. (5) Quiroga, Ana. “Matrices de aprendizaje: constitución del sujeto en el proceso de conocimiento”. (6) Berenstein, Isidoro. “Los vínculos familiares”. TÉCNICA DE RECOLECCIÓN DE DATOS La técnica de recolección de datos que se utilizara para llevar a cabo la investigación será la encuesta, a través de esta técnica se obtendrá información estadística es decir cuantitativa sobre el tema a indagar. Las encuestas proveen una fuente importante de información que permitirá luego realizar un análisis de los resultados. CONCLUSIONES La globalización y el capitalismo a partir de la segunda década del Siglo XX fueron evolucionando el pensamiento argentino y liberalizando paulatinamente las estructuras rígidas con respecto al imaginario sobre la conformación familiar. Si 12 bien todavía sigue predominando la familia de padre, madre e hijos como la estructura "ideal" al que debemos aspirar se están incorporando otras alternativas que antes eran impensables y negadas. Hoy creo que la gente puede hablar de ello con más fluidez y aceptarlas, aunque no desearlas. El hecho de una familia monoparental no es una estructura deseable ni naturalizada todavía para el imaginario social argentino, pero está siendo progresivamente aceptada y creo que al nivel que vamos en un futuro va a ser naturalizada como una de las posibilidades de la conformación de una familia. María Florencia Bari Caruso El tema adopción por parte de personas solas tomado desde la perspectiva social tiene muchas grietas ya sea desde la ley que aún se mantiene de igual modo desde hace muchos años sin tener en cuenta los cambios continuos producidos en nuestra sociedad, o las instituciones, como así también desde el imaginario colectivo partiendo de la desinformación y de modelos que son muy difíciles de reestructurar. El hecho de que nuestra sociedad haya cambiado los estilos familiares o incorporado otras estructuras como las familias monoparentales, las ensambladas o las surgidas de uniones homosexuales, o personas solas que deseen adoptar por mencionar algunas no quiere decir que todo el mundo esté dispuesto a aceptarlo, a cambiar su modo de hacer, sentir y pensar porque si, ya que todos, y en esto me incluyo, opinamos desde lo que nos sucede, desde lo sentimos y siendo conscientes que estas situaciones generarán cambios en el contexto social en el que vivimos, lo cual siempre presenta cierto rechazo al comienzo, y la búsqueda de una reubicación en las estructuras vinculares. Pamela Socobehere 13 Cada vez que opinamos lo hacemos desde nuestra historia, cada sentimiento, cada pensamiento, cada acción mantiene coherencia con lo que hemos vivido y con como lo hemos vivido. A lo largo de este trabajo práctico creo que queda plasmado que la postura que distintos sujetos tienen frente al tema “adopción por parte de personas solas” no es casual, sino fruto de un marco de referencia inicialmente delineado por la familia y posteriormente por distintas instituciones que conforman el contexto social que da sentido a esa postura. Me parece que estamos viviendo tiempos de cambio, donde esos marcos referenciales comienzan a modificarse no en el campo teórico sino todo lo contrario en el de la práctica, nuevas conformaciones familiares como lo son las familias ensambladas, las mono-parentales, las surgidas desde uniones homosexuales hacen que sean estas mismas familias incubadoras de nuevos marcos de referencia para los individuos que de ella surjan y que inevitablemente impactaran en el contexto social dando sentido a prácticas antes in-imaginadas en nuestra sociedad. Por lo tanto, más allá de que pienso que la postura de la sociedad argentina frente a personas solas que pretenden adoptar, sea inicialmente de rechazo o reserva, también pienso que se esta dando un espacio de apertura desde las leyes de adopción y de matrimonios homosexuales que hará que la aceptación de estructuras familiares diferentes a la clásica madre padre e hijos, pase de estar en el espacio imaginario al espacio vivencial y cotidiano. Adrián Adler Nos constituimos como sujetos desde la necesidad de un "otro significante", es decir, que la necesidad de uno responde a la necesidad de otros. 14 Partimos de una sociedad fragmentada, donde la individualización y la lucha por llegar a cumplir las expectativas personales hacen que nos hallemos frente a una imagen deformada de la realidad, donde las exigencias, la desigualdad de pares y las distinciones de género, complejizan cada vez más las estructuras vinculares. De este modo, parece ser que la monoparentalidad no solo se apoya en el deseo individual del sujeto de ser "padre o madre", sino también, de encontrar un lugar propio dentro de una sociedad que constantemente busca darle sentido y nombre a todo emergente. Leandro Bazzana Debido a los cambios que se están sucediendo las leyes y reglas sociales inevitablemente deben ir modificándose y adaptándose a las nuevas pautas culturales que las relaciones vinculares van generando. El imaginario social es la matriz cultural con la que convivimos en nuestra sociedad, este actúa muchas veces como indicador de normas que no necesariamente se adaptan a los desafíos que a diario proponen las relaciones vinculares como por ejemplo la adopción por parte de familias uniparentales. Las instituciones producen sujetos que a su vez reproducen la institución, así se crean relaciones coherentes entre los significantes, aunque cualquier diferencia con esta coherencia puede ser percibida como un ataque. Sin duda la adopción por parte de familias monoparentales ha generado que diferentes voces se expresen a favor y en contra. Lo primordial seria que las instituciones puedan ir adaptándose a los nuevos cánones que la cultura y la sociedad nos propone, integrando de esta manera diferentes maneras de percibir y de pensar el mundo. Guillermo Záccaro BIBLIOGRAFÍA 15 Adamson, Gladys. “Lo imaginario. La Creación”. Clase Epsisur, Bs. As., 1998. Ander-Egg, Ezequiel. "Métodos y Técnicas de Investigación Social” Berenstein, Isidoro. “Los vínculos familiares”. Berstein, Marcos. "Fantasía Inconciente". Ficha Epsisur. 1982. De la Fuente, Inés. “Adopción en familias uniparentales”. Folco, Ma. Esther. “Las nuevas familias”. Diario La Nación, 7 de diciembre de 2003. Garaventa, Jorge. "Adopción, la caída del prejuicio". Editores del Puerto, Bs. As. Martín, Ivanna. "Familias Modernas". Diario La Voz del Interior, Suplemento Mujer, 9 de mayo de 2008. 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