trastornos psicomotrices infantiles

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TRASTORNOS PSICOMOTRICES INFANTILES
PSICOMOTRICIDAD
Recordemos que la psicomotricidad es una técnica utilizada para la corrección de alguna
debilidad, déficit o discapacidad. Ahora es utilizada en la educación desde la primera
infancia, por existir una conexión en el desarrollo motor, afectivo e intelectual.
Como ya lo mencioné en el otro artículo, la psicomotricidad la debemos dividir en:
Psico (psíquico): Ve lo cognitivo y socio-afectivo
Motriz: Tiene que ver con el movimiento, lo físico, biológico y funcional.
La psicomotricidad entonces, es la acción del sistema nervioso central, que crea una
conciencia en el ser humano sobre los movimientos que realiza. La psicomotricidad
influye también en el desarrollo positivo de la personalidad.
Los diferentes aspectos de la psicomotricidad son los siguientes:
- Desarrollo motor grueso. Por ejemplo; sentarse sin caerse.
- Desarrollo motor fino. Por ejemplo; agarrar un objeto pequeño.
- Desarrollo sensorial. Por ejemplo; responder a sonidos.
- Desarrollo afectivo-social. Por ejemplo; imitar.
- Desarrollo cognitivo y del lenguaje. Por ejemplo: pronunciar bien (lo contrario es
dislalia).
Sufrir trastornos del desarrollo psicomotor significa poseer alteraciones en algunas de
estas áreas.
TRASTORNO PSICOMOTRIZ
Es un desorden, desorganización, perturbación, que altera el funcionamiento del cuerpo
del niño(a) en lo real, simbólico e imaginario. Por lo tanto afecta su vida de relación, su
accionar, su aprendizaje y su conducta.
Este trastorno que se inscribe y se visualiza en el cuerpo y sus producciones, dá cuenta
de la brecha entre el deseo y la realización. O sea que marca al niño(a) desde su
impotencia, al no poder realizar las dificultosas tareas que debe adoptar en cada una de
sus actividades diarias, las que pueden acentuarse con el ingreso al jardín o a la escuela.
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A menudo, son estos ámbitos donde más se dramatizan los síntomas porque el niño(a)
no puede responder adecuadamente a las exigencias dadas en el jardín o la escuela.
Algunos tipos y características de trastornos del desarrollo psicomotor son:
DEBILIDAD MOTRIZ
- Torpeza de movimientos: movimientos pobres y dificultad en su realización.
- Paratonía: el niño(a) no puede relajar el tono de sus músculos de forma voluntaria;
incluso en vez de relajarlos, los contrae exageradamente. Este rasgo es el más
característico de este trastorno.
- Inestabilidad Motriz: El niño(a) con inestabilidad motriz es incapaz de inhibir sus
movimientos, así como la emotividad que va ligada a éstos.
Es incapaz de mantener un esfuerzo de forma constante; se muestra muy disperso.
Suele predominar la hiperactividad y las alteraciones en los movimientos de
coordinación motriz. Hay una constante agitación motriz.
- Trastornos del esquema corporal: Dificultad para la orientación y utilización del
propio cuerpo.
- Asomatognosia: Incapacidad de reconocer o nombrar partes del cuerpo.
- Trastornos de lateralidad: Relacionados con la estructuración espacial.
- Inhibición motriz: Se caracteriza por una Tensión corporal. Apenas hace
movimientos para no ser visto. Es un niño(a) pasivo.
- Retrasos de Maduración: Se valorará en relación al desarrollo motor de un niño(a)
normal o estándar; pero también deberán valorarse otros factores (además del
psicomotor), afectados por esta "dinámica madurativa". Probablemente, encontraremos
también como características de este retraso un niño(a) con inmadurez afectiva, actitud
infantil y regresiva, dependencia, pasividad, etc.
 - Sincinesias: Movimientos involuntarios que nacen mientras hacemos otras
actividades. Por ejemplo, sacar la punta de la lengua mientras se escribe.
- Apraxias: Conocer el movimiento que se quiere realizar pero ser incapaz de realizarlo
correctamente.
- Disfasias: Pérdida parcial del habla (afasia es la pérdida total).
- Déficit Atencional con Hiperactividad: se caracteriza por la falta de atención, exceso
de actividad motora e impulsividad, siendo un problema crónico no vinculado a
problemas de retardo, deteriorosensorial, problemas de lenguaje o motor, ni a
perturbaciones emocionales severas.
Aunque el desarrollo psicomotor es distinto en cada niño(a), hay períodos de edad en
los que se espera que haya alcanzado ya ciertas habilidades.
Si existe mucho retraso o habilidades mal desarrolladas que se mantienen a lo largo del
tiempo, será preciso acudir a un experto.
¿CÓMO SE RELACIONA CON EL APRENDIZAJE?
El trastorno psicomotor, se relaciona en forma negativa con el aprendizaje del niño(a),
porque una buena educación psicomotora en el niño(a), es la base para que logre una
buena capacidad intelectual.
Desde que el niño(a) nace realiza una serie de actividades motrices, como las de mirar,
girar su cabeza, agitar las manos, después gatear, hablar o caminar, estas actividades son
las que le permiten conocer el mundo que le rodea, por lo tanto le permiten iniciar sus
primeros aprendizajes.
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Existe un estrecha relación entre el desarrollo de las funciones motrices y las funciones
psíquicas (movimiento y mente). Y estas funciones tienen a su vez una directa relación
con los aprendizajes, comportamiento y capacidad intelectual en el niño(a).
Desde sus primeras etapas el niño(a) inicia una serie de aprendizajes, comienza a
descubrir cada dia nuevas cosas, personas, movimientos, sonidos, luces, etc. Para
realizar estos descubrimientos necesita del conocimiento y control de sus movimientos,
los de su cabeza, brazos, ojos, boca, manos, piernas, etc. Por lo tanto la educación
psicomotriz constituye para el niño(a), una ayuda fundamental que le permite lograr un
mayor control y coordinación de sus movimientos y por lo tanto una mayor actividad
mental.
El aprendizaje se inicia en base a un control del propio cuerpo es decir, si un niño(a)
aprende a leer o a escribir, lo primero que debe controlar es su atención, y para esto
necesita el control de su propio cuerpo.
Por ejemplo en los aprendizajes de la escritura el niño(a) necesita ver, recordar y dibujar
las letras, además de hacerlo en un sentido, es decir escribir de derecha a izquierda.
Entonces debe utilizar y controlar su brazo, el movimiento de su mano y dedos para
poder coger los útiles como el lápiz, pincel, etc. y de esta manera realizar la escritura.
El niño(a) al tener un trastorno psicomotor, se siente incapaz, pierde el entusiasmo, baja
su autoestima, se compara con sus pares, etc. Sufre un verdadero quiebre entre sus
pensamientos, sus deseos y sus posibilidades de accionar sobre su entorno. Cuando
entran al jardín o al colegio, se desencadenan en algunos niños(as) llamativos síntomas
de dificultades en relación con el manejo del cuerpo y sus posibilidades de
concentración en el aprendizaje.
Estas problemáticas se expresan de manera diversa: en torpezas, déficit atencionales con
o sin hiperkinesia o en inhibiciones psicomotrices que enmascaran aquello que no
puede. Estos síntomas hacen que el niño(a) comience a sentir imposibilidad e
impotencia de realizar algo.
Si trata de dibujar no alcanza a representar nada; si intenta hablar su dicción es
dificultosa. Si pretende construir y modelar todo se le desarma. Fracasa en las destrezas
más elementales: no puede patear una pelota, ni andar en bicicleta. Sus compañeros
evitan que participe en los juegos de competencia: "siempre nos hace perder", dicen.
Estas dificultades marcan dramáticamente al niño(a) que las padece.
Muchas veces los niños(as) que presentan alguna trastorno psicomotor, suelen no tener
motivación alguna, hay un locus de control externo y la motivación es extrínseca. Por lo
mismo la mayoría de estos niños(as) repiten de curso, al año siguiente sucede lo mismo
si es que no se ayuda y continúa todo un circulo vicioso hasta llegar a la deserción
escolar.
¿QUÉ ACTIVIDADES PODEMOS HACER
CÓMO EDUCADORAS PARA MOTIVAR?
Es fundamental crear una confianza con el niño(a), mirar sin pena, no criticar porque no
puede realizar de forma efectiva el trabajo que se le señala en sala, no ser un evaluadora,
sino una observadora; así al darnos cuenta que el niño(a) tiene un problema, hay que
integrarlo en el grupo, hacer que estos niños(as) no se sientan fracasados e impotentes,
al contrario ayudarlos a subir su autoestima.
A través de los juegos y ejercicios debemos hacer que los niños(as) se divierten,
desarrollen y perfeccionen sus habilidades psicomotrices. Además son importantes para
despertar y mantener en los niños(as) el gusto por la actividad física y los deportes, así
como el placer del esfuerzo colectivo para alcanzar metas más altas y superar
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dificultades (patrón de orientación al logro). Además de potenciar en ellos la
sociabilización con sus pares, la creatividad, concentración, relajación, etc.
La educación motriz seria una ayuda fundamental, para lograr un control y coordinación
de sus movimientos, lo que facilitará sus aprendizajes. De esta manera conseguirá un
mejor comportamiento y por lo tanto, un aumento de la capacidad intelectual del
niño(a).
La aplicación de la psicomotricidad, se debe realizar en forma entretenida se puede
hacer en la sala o al aire libre.
Podemos utilizar materiales como pelotas para coordinar la dirección motriz de sus
brazos y piernas.
Hacer ejercicio de circuitos por ejemplo: Juntar sillas, que los niños(as) pasen gateando
por debajo o corriendo en forma zig-zag por entremedio. Y para no fomentar el sentido
competitivo entre los niños(as) los circuitos son circulares, llegan en el mismo orden
que han salido y lo vuelven a empezar.
También se pueden utilizar juegos tan simples como: la silla musical, 1-2-3 momia es,
simón manda, etc.
Para esto sería ideal utilizar música, colocar canciones que digan, "levantando las
manos, moviendo la cabeza... " así los niños(as) están pendientes del ritmo y lo que dice
la letra de la canción.
Una vez que los niños(as) estén cansados, trabajar con ellos la relajación, para esto tener
la sala con sus colchonetas y una música suave, por ejemplo Mozart o que se escuche
los sonidos de la naturaleza. Aquí hay que crear un ambiente mágico, donde el niño(a)
más hiperactivo se calme y logre relajarse.
Una vez terminado el momento de relajación, crear un ambiente de confianza, que
ellos(as) nos cuenten si les gustó, que sintieron con la música, etc. Dejar que los
niños(as) expresen lo que sienten, se sientan escuchados y en confianza de contar sus
emociones.
Así podemos colaborar en que estos niños(as) con algún problema psicomotor, puedan
mantener la curiosidad, el interés por aprender, sintiéndose acogidos en la sala de clases.
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