La motivación del alumnado El cine es un espectáculo de gran impacto entre la población infantil y juvenil. Utilizado como recurso puede convertirse en una herramienta pedagógica extraordinariamente motivadora. (...) “Una educación al margen de los medios y de las nuevas tecnologías de la comunicación, no sólo estaría desfasada en el tiempo, sino que provocaría graves lagunas y carencias respecto a los conocimientos necesarios que nuestros jóvenes precisan para su formación social, cultural y profesional e incluso para su integración y participación social” (...) José D. Aliaga Serrano (...) “Una vez establecidos los objetivos pedagógicos, el profesorado considerará cuáles son aquellos recursos que mejor le servirán para la consecución de los mismos, y es a partir de entonces cuando los medios de comunicación, especialmente el cine y la televisión, aparecerán como los más sugerentes y motivadores” (...) JAS (...) El cine y la televisión despiertan el interés de los alumnos, acaparan su atención y provocan la necesidad de investigar los antecedentes y las consecuencias de cada acontecimiento. Esta particularidad, de sobras conocida por todos los profesionales que desarrollamos actividades docentes en este campo específico, convierte al cine en un recurso esencial para lograr la motivación del alumnado. Y ya sabemos que sin esta motivación del alumnado cualquier actividad pedagógica está condenada al fracaso” (...) JAS (...) “La escuela, muchas veces, aburrida y monótona. Con frecuencia trata temas alejados del interés de los alumnos y de su entorno, más próximo. Mientras a pocos kilómetros se quema el bosque, y no se habla de otra cosa en el pueblo, puede que en la escuela toque hablar de los glaciares; el profesor de Matemáticas plantee problemas sobre el volumen de una piscina; en Lengua se haga una redacción sobre las vacaciones en la playa; en Naturales se aprenda de memoria la tabla de elementos químicos o los fósiles de la Era Terciaria, y en la clase de ética se hable de la elección de sexo. Se pierde una ocasión única. Se olvidan, así, dos importantes principios pedagógicos: que el aprendizaje efectivo ha de basarse en la realidad más próxima al alumno, y que este aprendizaje requiere de la actuación del alumno sobre esa realidad. Pero, ¿cuál es la realidad más próxima? En un mundo globalizado y en pleno auge de la sociedad de la información, la realidad más próxima es, por buscar alguna diferenciación, la que más directamente nos afecta, como ya hemos indicado, con independencia de su procedencia geográfica. El atentado contra las Torres Gemelas de Nueva York lo vivimos en directo por televisión con toda su espectacularidad desde el salón de nuestras casas. ¿Existe mayor proximidad? Este y otros sucesos o acontecimientos sociales, científicos, culturales, históricos, que llegan a nosotros y a nuestros alumnos a través del cine y la televisión y de otros medios, suelen despertar el interés de los alumnos y pueden contribuir con eficacia a dar sentido y tiempo a los programas educativos oficiales, a poner el libro de texto al día, a provocar la curiosidad y la investigación” (...) JAS (...) “Los temas de actualidad como la inmigración, los sucesos y acontecimientos de cualquier tipo, y los avances tecnológicos, científicos y sociales o las cuestiones sobre problemas políticos, económicos, generacionales; los que afectan a la salud, etc. aparecen en el cine, la televisión y en los medios de comunicación y no se encuentran en los libros de texto. Según Jean Delahaut, redactor jefe de Actual Quarto: "Los libros de texto más recientes tienen un año de retraso sobre el progreso” (...) JAS (...) El cine motiva, predispone y anima a la realización de tareas de investigación, o lo que es igual de suma de conocimientos y ampliación de aprendizajes. Recordemos: sin motivación, no podemos esperar una actitud activa por parte de nuestros alumnos. Pero, ¿cómo motivar? El profesor ha de ser capaz de encontrar las fórmulas de estímulo que más se ajusten a las características y necesidades de sus alumnos. El cine es un recurso, ya sabemos que no el único. Pero para motivar, en cualquier caso, habrá que sorprender, llamar la atención y sobre todo tratar de encontrar los puntos de interés de los alumnos y eso puede conseguirse con la elección de una película adecuada” (...) JAS (...) “Verdaderamente, el alumno motivado por el conocimiento de una noticia o de una historia cinematográfica afín, próxima a sus intereses y comentada en el aula, se involucrará fácilmente en las tareas de investigación que sobre la misma se le propongan y toda labor de investigación conlleva un proceso de enriquecimiento de conocimientos. Si conseguimos que éstos se adquieran con facilidad, la escuela habrá cumplido su función y habrá conseguido ser útil y consecuente con las funciones que la sociedad le ha encomendado” (...) JAS (...) “En ocasiones, en el aula perpetuamos roles extendidos fuera de ésta. O sea, el cine tiene un marcado matiz lúdico y en la escuela suscribimos la gratificación o el premio a determinadas indicaciones (por ejemplo, que sea viernes, a última hora de..., para cubrir la falta de algún profesor o profesora, el silencio, el buen comportamiento, etc.) Pararse a mirarlo como una herramienta que conforme parte del proceso de enseñanza-aprendizaje es una utopía (que traducimos como la realidad del mañana)” (...) Víctor Amar (...) “La escuela debe sentarse a reflexionar sobre su quehacer frente al cine y mirar a fuera de sus cuatro paredes. Debe dejar que el alumnado aprenda a mirar y a disfrutar, del mismo modo que debe impulsar al alumnado hacedor con el cine. El cine no debe ser sólo aquella herramienta didáctica que nos permite “educar con” a modo de lección de una clase, eclipsándonos voluntaria o involuntariamente, ya que estamos desacostumbrados a competir con otro centro de interés como podría ser la pantalla; pero también habría que desarrollar mecanismos para saber pararlo e introducir nuestro discurso y llegarlo a utilizar como una apoyo en la clase. La seducción debe ser un juego, en el cual los profesores deben sugerir las normas y pautar la dinámica. No a la inversa. No ha de ser el medio quien nos mediatice, pues la inercia nos llevaría a centrifugarnos y diluirnos en las sombras en movimientos del metraje” (...) VA (...) “Se dice que un libro mil veces leído se transforma en mil libros diferentes; lo mismo podríamos decir de las películas. El cine es una experiencia personal que como me ha sucedido a mí, como les ha sucedido a tantas personas a lo largo de la historia del medio, influye y repercute en la forma que el individuo de tema enfrentarse a la vida. Las imágenes que nos ofrece el séptimo arte, gracias al desarrollo siempre cambiante y renovador del individuo, a la suma de encuentros y desencuentros, de victorias y derrotas y, en general, a todos esos elementos que configuran nuestras experiencias vitales, tienen la capacidad de impactarnos y de educarnos de una forma casi mágica” (...) Nacho Jarné Esparcia (...) “Actualmente, nuestros alumnos saben mucho más de tecnología y la utilizan mucho más que la mayoría de los adultos responsables de su formación. Nuestros alumnos han nacido, no ya con un pan bajo el brazo, ni siquiera con un mando a distancia, sino con un dedo pegado a todo tipo de “ratones” sin orejas. Desde nuestra perspectiva como docentes, nos encontramos ante un reto difícil de afrontar. La comunicación en general se ha convertido en un reguero vertiginoso de imágenes y estructuras visuales que nos ha sorprendido sin haber sido alfabetizados para ello. No hemos aprendido a ejercer un riguroso análisis crítico de dichas “estructuras visuales” y nos encontramos ante alumnos que, carentes también de ese conocimiento, manejan y están absorbidos por la tecnología que las genera y transmite. Una tecnología que a nosotros nos cuesta asimilar”(...) Mar Medina Martín (...) “Cine didáctico: Aprender por el Cine Esta forma de uso consiste en visionar películas sobre diversos temas (no necesariamente realizadas con fines educativos), pues el profesor considera que tienen elementos interesantes para apoyar algún tema concreto del curriculum de sus alumnos. En la mayoría de las ocasiones el acercamiento entre cine y escuela se ha producido mediante este uso del cine como instrumento para formar al alumnado. El poner a los alumnos en contacto con películas adecuadas supone “un refuerzo en la formación académica a partir del contacto con materiales que, por sus características espectaculares, producen un fuerte impacto intelectual y emocional, contribuyendo también a una ampliación de los horizontes de conocimiento cultural de la población escolar” (Cuadernos de pedagogía, nº 242, Monográfico Cien Años de Cine, pág. 8)” (...) José Sánchez Rodríguez (...) “Orientaciones metodológicas sobre el cine didáctico Partimos del supuesto de que el profesor posee una serie de conocimientos básicos y generales sobre el cine. El primer paso es la selección de películas en función del tema o aspecto a tratar con los alumnos. Posteriormente, el profesor debe visionar la película anotando los momentos de la misma de mayor interés y documentarse sobre el tema para poder responder a posibles cuestiones que propongan los alumnos y ampliar el marco en el que se desarrolla la película. También sería conveniente que los alumnos buscasen información acerca del tema que se trata en la película; en este sentido, el papel del profesor es el de asesorar sobre dicha búsqueda y selección de información, a parte de proporcionar a los alumnos pistas y referencias en dicha búsqueda. Con respecto al visionado de la película, se debe dar una explicación introductoria para presentar la película, enmarcarla en un tiempo y un espacio, dar pistas a los alumnos para que centren su atención en determinados aspectos que luego pretendemos trabajar” (...) JSR