Cuasi contrato

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TEMA 38
CUASI CONTRATOS
• Concepto legal del cuasi contrato. Cuasi contratos atípicos:
Según el art. 1089 es una de las fuentes de las obligaciones. Proviene de la tradición romana. El art. 1887
define los cuasi contratos como los hechos lícitos y puramente voluntarios de los que resulta obligado su autor
para con un tercero y a veces una obligación recíproca entre los interesados. La licitud es un dato importante
porque los dife-rencia de los hechos negligentes o culposos del 1902 y ss.
El cuasi contrato no genera obligaciones recíprocas como las del 1124 entre los in-teresados, son obligaciones
impuestas por la ley en las que los principios de solidaridad social o de justicia lo demandan (cobro de lo
indebido, gestión de negocios ajenos.). Estos dos son los únicos que regula el Código Civil, pero el Código
Civil no limita el número, y se les aplicará la normativa ya existente.
• Gestión de negocios ajenos sin mandato:
• Presupuestos: lo define el art. 1088 como es el supuesto en el que uno se encarga voluntariamente de la
gerencia o Administración de los negocios de otro sin mandato de este. De lo que se saca lo siguiente:
• Falta de obligación legal o voluntaria de asumir la gestión: puede surgir también por una actividad no
prevista en el contrato.
• Gestión de un negocio ajeno: si el gestor cree de buena fe que el asunto es suyo no hay gestión de
negocios ajenos.
• El negocio debe hallarse abandonado por el dominus: el dominus puede hallarse imposibilitado,
incluso temporalmente.
• Asunto lícito: la ilicitud del negocio provocará la falta de acción del domi-nus contra el gestor y
viceversa.
• Utilidad de la gestión: se requiere que se trate de evitar un mal inminente, o una situación de urgencia.
• Objeto de la gestión: el objeto sería los negocios del otro en sentido amplio, no sólo negocios
jurídicos sino también materiales.
• Contenido: El gestor está obligado a continuar la gestión hasta el término del asunto y sus incidencias,
o a requerir al interesado para que le sustituya en la gestión si se hallase en Estado de poder hacerlo.
En el desarrollo debe obrar con la diligencia de un buen padre de familia y no como lo haría el dueño
del negocio. Si este estaba acostumbrado a hacer opera-ciones arriesgadas aquél podrá hacerlas, y si
las realiza no teniendo el dominus costumbre, será responsable de indemnizar daños y perjuicios que
por su culpa o negligencia repercutan en el dominus. Y si además las realiza y el dominus no lo solía
hacer pues se agrava su responsabilidad al caso fortuito.
Se permite al gestor delegar en otra persona todos o algunos de los deberes de su cargo, respondiendo
entonces de los actos del delegado. Se establece aquí, una solidaridad entre el delegante y el delegado.
El gestor está obligado a rendir cuentas de su gestión, porque es un medio in-dispensable para saber si
ha cumplido o no, aunque no lo exprese el Código Civil.
Puede ratificar expresamente la gestión, y en el caso de que no rectifique la gestión, tiene obligación
de responder de las obligaciones contraídas, indemnizando de los gastos necesarios y útiles y de los
perjuicios que hubiese hecho cuando:
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♦ Cuando el dominus se aprovecha de las ventajas de la gestión.
♦ La gestión ha tenido por objeto evitar algún peligro inminente.
Por tanto esa responsabilidad del dominus frente a terceros dependerá de cómo haya obrado el gestor:
♦ Si ha utilizado el nombre del dominus, éste se obliga directamente frente a terceros.
♦ Si ha utilizado su propio nombre sólo tendrá el tercero acción contra él, aunque luego pida el
gestor reembolso al dominus.
• Suministro de alimentos y gestión funeraria:
♦ Suministro de alimentos: cuando sin conocimiento del obligado a prestar alimentos los diese
un extraño, éste tendrá derecho a reclamárselos a aquél, si no consta que los dio por piedad o
sin ánimo de reclamárselos. Es un supuesto en que el extraño cumple la prestación alimenticia
que le incumbe a un pariente, y reclamará el importe dentro del cuantum de la prestación que
debió satisfacer el pariente. Es un supuesto en el que el Código Civil permite la gestión aún
contra la prohibición del dominus.
♦ Gestión funeraria: se refiere a los gastos funerarios proporcionados a la calidad de la persona
y a los usos de la localidad, deberán ser satisfechos, aunque el difunto no hu-biese dejado
bienes, por aquellos que en vida hubieran tenido la obligación de alimentarle.
TEMA 39
COBRO DE LO INDEBIDO
• El cuasi contrato de cobro de lo indebido: presupuestos:
Este es un cuasi contrato tipificado legalmente, surge cuando se ejecuta una presta-ción que no es
debida, por error. El Código Civil lo identifica con la entrega de una cosa y dice en su art. 1895
Código Civil que cuando se recibe una cosa que no había derecho a cobrar y que por error ha sido
indebidamente entregada surge la obligación de resti-tuirla. Lo indebido de esa deuda puede fundarse
en lo siguiente:
♦ La deuda existe pero vincula a personas distintas del que da y del que recibe (in-debitum ex
persona).
♦ No ha existido relación entre el que da y el que recibe, o la relación que hubo se ha extinguido
(indebitum ex causa).
♦ Existe deuda entre solvens y accipiens, pero entregó más de lo debido (indebitum ex re).
La Jurisprudencia extiende la aplicación de las reglas del cobro de lo indebido a:
♦ Entrega se hace para constituir una obligación que no llegó a nacer.
♦ Cuando el contrato se anula y hay que restituir las prestaciones realizadas.
• El error del solvens:
El error del que paga es otro de los requisitos que exige el art. 1895 Código Civil, y se admite tanto
el error de hecho como el de derecho, y no se admite el requisito de la excusabilidad por el cual el
accipiens se queda con lo entregado con la excusa de que el solvens debió ser diligente.
La prueba del error se hace mediante presunciones:
♦ La prueba del pago incumbe al que pretende haberlo hecho, lo mismo que el error con que lo
realizó, a menos que el demandado negare haberlo recibido, ya que si justifica que hizo la
entrega queda libre de prueba, art. 1900.
♦ Se presupone que hubo error en el pago cuando se entregó cosa que nuca se debió o ya estaba
pagada. El que recibió puede justificar que la entrega se hizo por liberali-dad u otra causa
justa art. 1901.
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La restitución de la cosa indebidamente entregada ha de hacerse al solvens aunque éste no sea el
propietario.
• Objeto de la restitución:
El solvens tiene derecho a reclamar lo indebidamente percibido por el accipiens, pero el objeto de la
restitución, su extensión, varía según la naturaleza de la cosa entre-gada y la buena o mala fe.
En cuanto al objeto a restituir:
♦ Si la cosa fuera cierta y determinada se entregará in natura.
♦ Si fuese dinero u otra cosa fungible se entregará el tatundem.
Hemos dicho que el régimen legal de la restitución gira entorno a la buena (ignora lo indebido del
pago) y la mala (cuando conoce este carácter) fe. Pero apreciar se hay mala o buena fe es necesario
observar si su conducta se ajusta a una diligencia media art. 1104. La prueba incumbirá al solvens por
el principio general de presunción de buena fe:
• Accipiens de mala fe: lo primero es la obligación de restituir al solvens lo que le dio.
♦ Si el pago consiste en capitales o fuese cosa fructífera debe intereses legales o los frutos
percibidos, y el tiempo es desde el cobro de lo indebido.
♦ Si la cosa tiene menoscabos responderá de ellos. No responderá de caso fortuito si hubiese
ocurrido lo mismo si estuviese en manos del solvens, si no también, pero sólo si la cosa es
cierta y determinada.
♦ Responderá de daños y perjuicios que le ocasione al solvens como deudor que in-cumple la
entrega.
♦ Si entrego cosa cierta y determinada tiene el solvens derecho a equivalentes, que será el valor
de la cosa a la entrega pero si ha ido adquiriendo mayor valor se entregará ese valor. Lo
mismo si es dinero.
♦ Respecto a gastos y mejoras es considerado como poseedor de mala fe.
• Accipiens de buena fe: tiene que devolver lo estrictamente entregado.
♦ Si es una cosa cierta y determinada sólo responderá de las desmejoras o pér-didas de estas y
de sus accesiones.
♦ En gastos y mejoras es tratado como poseedor de buena fe.
• Mala fe sobrevenida: El accipiens que es de buena fe en principio puede per-derla, y existirá cuando
se acrediten datos que demuestren que no ignora que el pago es indebido, pasa de la regulación de la
buena a la mala fe.
• Naturaleza de la acción del solvens y los actos de disposición de accipiens:
En cuanto a los actos de disposición del accipiens es una regulación bastante limi-tada en el Código
Civil, y dice que si el accipiens de buena fe enajena la cosa cobrada, restituirá el precio de esta o
cederá al solvens la acción para hacerla efectiva.
En lo relativo a la naturaleza de la acción del solvens, en principio tiene la Acción de restitución de 15
años de naturaleza personal, para que el accipiens cumpla su obliga-ción de entrega. Pero si el
accipiens no ha recibido la propiedad de la cosa, y los terce-ros que la adquirieron tampoco podría
tener el solvens además la acción reivindicatoria, sólo si existe ese tercero protegido por la apariencia
jurídica.
Si el accipiens enajena de mala fe, no cambia la posición de los terceros.
• Excepción a la obligación de restituir:
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Viene regulado en el art. 1899 Código Civil y dice que queda exento de la obliga-ción de restituir el
que creyendo de buena fe que se hacía el pago por cuenta de un cré-dito legítimo y subsistente,
hubiese inutilizado el título o dejado prescribir la acción o abandonado las prendas o cancelado las
garantías de su derecho. Los presupuestos para la excepción al derecho del solvens:
♦ La existencia de un verdadero crédito entre solvens y accipiens.
♦ Creencia de buena fe del accipiens, de que el solvens es deudor.
♦ Error del solvens pagando creyendo que es deudor.
El solvens sólo podrá dirigirse contra el solvens o verdadero deudor.
Los cuasi contratos
Derecho Civil III
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