Escenarios posibles para la industria de SSI Andrés López y Daniela Ramos (CENIT) a) Escenario “pesimista” La Argentina pierde el (por ahora modesto) lugar que ha conseguido en el mercado internacional de SSI, frente a otros países que van ganando posiciones como proveedores de productos y servicios de software (Uruguay, Chile, México, Brasil, Costa Rica, Este de Europa, Este de Asia, etc.). La suba de costos laborales –producto de una progresiva apreciación cambiaria combinada con una reacción lenta de la oferta de mano de obra frente a las necesidades de la demanda-, problemas de infraestructura (e.g. energía) y/o alteraciones imprevisibles en el escenario macro y/o institucional conducen a que la Argentina pierda atractivo para las inversiones extranjeras en el sector, o que incluso alguna de las ya instaladas se retire o reduzca el volumen de actividades desarrolladas localmente. Asimismo, las empresas locales encuentran crecientemente difícil profundizar su penetración en los mercados internacionales y vuelven a concentrar su atención en el mercado doméstico. Así, las exportaciones se convierten en esporádicas y/o contracíclicas. Esto no implica que no haya casos aislados de éxito empresarial o que desaparezcan las exportaciones o se vayan todas las empresas extranjeras actualmente presentes en el país, sino que el sector en su conjunto pierde dinamismo y vuelve a atar su crecimiento básicamente a la suerte del mercado interno. En un contexto de fuerte competencia por posicionarse en el mercado internacional en un contexto de rápidos cambios económicos y tecnológicos, la Argentina pierde su espacio frente a otros países del mundo en desarrollo. b) Escenario “intermedio” (básicamente, la continuidad y profundización de lo que ocurre hoy) La Argentina sigue siendo una localización atractiva para que las empresas extranjeras radiquen actividades orientadas a la exportación. Así, se observan nuevas radicaciones y se expande el volumen de las operaciones de las empresas ya instaladas. Las exportaciones que desarrollan las empresas extranjeras se basan fundamentalmente en la prestación de servicios de bajo-medio valor agregado, asociados no única ni principalmente a la informática per se, sino a otras actividades tales como contabilidad, administración, etc. La presencia de reconocidas empresas extranjeras en el país ayuda a las empresas locales a ganar mercados externos vía efecto reputación. Hay un grupo significativo de empresas domésticas que han consolidado su presencia en los mercados mundiales, no sólo en América Latina sino en el mundo desarrollado. Para estas empresas la exportación es un componente permanente de su estrategia de negocios, más allá de los vaivenes del mercado local. Ha crecido de manera importante la oferta de mano de obra vinculada a la informática, lo cual ha permitido que la expansión de la actividad prosiga sin cuellos de botella significativos ni aumentos de costos que hagan que la Argentina pierda competitividad. La Argentina se convierte entonces en un jugador relativamente conocido en el mercado internacional, fundamentalmente como proveedor de servicios informáticos y como país atractivo para el outsourcing de diversos tipos de procesos de negocios. c) Escenario “optimista” (eventualmente, podríamos pensar que puede ser un paso superior derivado de la concreción del escenario “medio”, pero no es necesariamente el caso): El número de empresas dedicada a esta actividad, así como su tamaño promedio, crecen significativamente, lo que genera una “masa crítica” capaz de darle visibilidad y sostenibilidad a la actividad. La Argentina se convierte en un destino atractivo para que las empresas extranjeras radiquen operaciones de exportación pero también para desarrollar actividades de desarrollo e innovación. Gracias a la adopción de políticas públicas específicas, la actividad de las empresas extranjeras ha generado derrames no sólo para el acceso a mercados sino también en materia de conocimiento y capital humano, lo cual permite que las empresas locales mejoren sus capacidades productivas e innovativas, tanto por interacción como por imitación de la actividad de las empresas extranjeras, como por acceso a RRHH formados por estas últimas. Asimismo, aparecen varios spin off fundados por ex empleados de las firmas extranjeras. Al igual que en el escenario anterior, hay un grupo significativo de empresas domésticas que han consolidado su presencia en los mercados mundiales, no sólo en América Latina sino en el mundo desarrollado. Para estas empresas la exportación es una componente permanente de su estrategia de negocios, más allá de los vaivenes del mercado local. Un puñado de estas empresas se convierten en jugadores globales reconocidos, al estilo de algunas firmas de la India o Israel. Estos fenómenos han estado acompañados por el descubrimiento de nichos de especialización en los que la Argentina compite en base a capacidades productivas y de innovación específicas y reconocidas a nivel global. El desarrollo del sector de SSI también se basa en el mercado interno, generándose una capacidad de proveer productos y servicios informáticos que abastezcan las necesidades de los sectores más dinámicos de la economía local, lo cual a su vez permite construir capacidades especializadas en dichas áreas que también son valiosas para competir en los mercados mundiales. Crece no sólo el volumen de RRHH, sino también sus capacidades medias. En particular, el país desarrolla armónicamente la pirámide de RRHH y se genera también una masa de recursos de alto nivel con capacidades para realizar actividades de innovación de frontera. Esto, junto con transformaciones en las universidades y el despegue de instituciones nuevas como la Fundación Sadosky, hace que surjan proyectos innovativos de alto alcance e impacto que refuerzan las capacidades competitivas de las firmas argentinas. La Argentina, se convierte entonces en un jugador reconocido en el mercado internacional en base a capacidades específicas en nichos de especialización reconocidos, lo cual permite que su posicionamiento competitivo se vaya desligando progresivamente del factor costos para pasar a depender fundamentalmente de aspectos tales como capacidad innovativa, eficiencia, calidad, confianza, etc.