1 El Movimiento Masortí Latinoamericano Su impacto en el Continente y en el mundo judío Introducción Guillermo Bronstein En el año 2000 la Rabbinical Assembly, la unión mundial que agrupa a los rabinos pertenecientes al Movimiento Conservador Masortí, cumplió 100 años de existencia. Para celebrar esta efemérides, se editó el libro A Century of Commitment, One Hundred Year of the Rabbinical Assembly. (Un Siglo de Compromiso, los 100 Años de la R.A), cuya edición fuera encargada al Rabino Robert E. Fierstien. En dicho libro se da cuenta de la historia del la evolución de los cambios, los desafíos que se enfrentaron y la expansión mundial del Judaísmo Conservador hacia Israel, y en las últimas décadas hacia Europa. Hasta no hace relativamente poco tiempo, muchos de nuestros colegas en los Estados Unidos, Canadá e Israel no tenían una visión clara del desarrollo del judaísmo Masortí en América hispana. La gigantesca labor desplegada entre las décadas de los ´60 y los ´80 del siglo XX por Marshall Meyer z”l, nuestro amado maestro, era vista por la dirección del Movimiento en Nueva York con respeto, pero también como digna de poca atención; más como un elemento folklórico que no desentonaba pero que en su visión, tampoco agregaba demasiado al núcleo de los esfuerzos desarrollados en el norte. Todo esto cambia dramáticamente cuando Marshall se radica en New York en 1986, y en las mismas narices del JTS demuestra que ese judaísmo que tiene aun su sello inconfundible es el que lleva al judaísmo Masortí al siglo XXI. (Ver el artículo de Ioshua Aizenberg). Otro factor que ayuda a cambiar el ángulo con que se mira a las comunidades al sur del Río Grande, la da la cantidad cada vez más numerosa de colegas que año a año concurrimos a las convenciones de la Rabbinical Assembly, además del éxito rotundo que los alumnos de Marshall cosechan cuando deciden radicarse en USA o en Israel. El Lic. Daniel Fainstein fue el primero que sistematizó el pensamiento y las preocupaciones teológicas de los rabinos Masortiim latinoamericanos en un curso dictado en el Seminario Rabínico Latinoamericano en 1986 (ver artículo de Daniel Fainstein). En el artículo que refleja la charla final de dicho curso, y que reproducimos, Danny cita el pensamiento de los graduados durante los años ´70; e ilustra cómo los temas que hoy ocupan la agenda sensible ya compartían espacio y tiempo de nuestros colegas junto con el estudio de la Torá y las fuentes. (Ver también artículo de Darío Feiguín). Al leer las páginas del libro editado por el rabino Fierstien, hojeando las resumidas páginas que Abraham Skorka (Rector del Seminario Rabínico Latinoamericano que lleva el nombre de su fundador, Marshall Meyer z”l), Shmuel Szteinhendler (Presidente de la Asamblea Rabínica Latinoamericana entre 1996 y el 2000); Baruj Zeiloikovich y quien esto escribe, no pude menos que pensar que también los judíos masortiim que hablamos castellano tenemos el deber de editar, aun desde la modestia y la falta de mérito de este folleto lo que 2 sentimos que es nuestro testimonio de cara al pueblo judío en las difíciles décadas por venir. Cuando éramos estudiantes de historia argentina en la escuela secundaria, se nos enseñaba que la crisis del 90 (del Siglo XIX!), había sido la peor que el país enfrentó. En esos años comenzaron a llegar al país de la Pampas masas judías, que aunque menores en número que las que arribaban a los Estados Unidos, marcaron también una ruta de escape hacia la seguridad y la prosperidad. Hoy (2002), nadie duda que si aquella crisis fue profunda, debe haber sido un carnaval al lado de la terrible descomposición que sufre hoy la Comunidad Judía más numerosa del continente de habla española y portuguesa. El futuro no solo de más de 200.000 judíos es incierto, sino el de comunidades hasta no hace más de 2 años vibrantes y creativas; con instituciones educativas, sociales y religiosas que fueron modelo para las de otras latitudes. Hoy la Comunidad de rabinos y Congregaciones Masortiim de América Latina no solamente debe conocer su historia sino, más que nada, pasar el examen de su responsabilidad frente a la hora más difícil de su existencia. La mujer es un elemento que hasta hace poco era marginal en la religiosidad comunitaria. El movimiento Masortí si bien no pionero, sí ha dado los pasos necesarios y sustantivos para a completa igualdad del sexo femenino en todas las áreas. Permítanme solo decir que sin el tesón y el sacrificio de nuestra colega Margit Baumatz, Vicepresidente Ejecutiva de la Región Latinoamericana, la Asamblea rabínica no funcionaría. Ella atestigua en su artículo que aun hoy , con 6 colegas mujeres en la región más 2 en Israel, no es siempre fácil ser judía, mujer y rabina. Este folleto contiene testimonios que nos ayudarán a clarificar nuestra visión y perspectiva sobre nuestra relación con Dios; con el prójimo, con la comunidad local y sobre todo con Klal Israel, el Pueblo Judío visto como una unidad. Fue justamente Klal Israel una de las visiones centrales de uno de los pilares fundadores del Movimiento a fines del siglo XIX y comienzos del XX, Solomon Schechter. Es mucho el material que queridos colegas nos han remitido para esta selección. Como siempre, una selección no puede no ser arbitraria, y muchos con justa razón la hallarán además incompleta. Mi reconocimiento a quienes así lo vean, tienen razón. El carácter desordenado de mi mente ha hecho también que además de arbitraria e incompleta, la edición del presente opúsculo no siempre guarde un orden lógico ni aceptable; ni siquiera intuitivo. La responsabilidad es aceptada también. Pido asimismo perdón a aquellos colegas que han tenido toda la buena intención de enviar sus valiosas colaboraciones y que no han sido publicadas en esta edición por haber entrado en prensa antes de llegar las mismas. Entre las arbitrariedades por las que insisto en disculparme, está la visión que tenemos quienes trabajamos en Comunidades pequeñas (sobre todo sobre la costa del Pacífico), acerca del tema del giur (adopción voluntaria del judaísmo). Los puntos de vista son discordantes entre Lima y Buenos Aires; entre Cali y Santiago; entre Panamá y Sao Paulo. Por el atrevimiento personal de incluir dos testimonios al respecto: El resumen de una estupenda clase que tuvimos un grupo de colegas en una Hishtalmut en el Bet Midrash en Ierushalaim a cargo del Profesor Richie Lewis; y la Historia y Manifiesto de la Asociación 3 Judía de 1870 de Lima, la que me honro en servir desde 1985. También creí útil continuar con el abuso arbitrario e incluir dos resúmenes que tal vez pudieren servir para pintar con algo de claridad sintética las posiciones del judaísmo Conservador Masortí respecto de la Halajá (Ley Judía Tradicional), y ciertos principios que el movimiento abraza. “Haomer Davar Beshem Omró Meví Geulá La Olam. (Quienquiera diga las cosas en el nombre de quien las dijo originalmente trae la redención al mundo) El primero de ellos está basado en el librito del Prof. David Golinkin “Halajá Leyameinu” (Halajá para nuestros días) editado por el Movimiento Masortí en Israel. El segundo me fue inspirado por mi querido amigo, colega y compañero de estudios en Israel, Darío Feiguín al oír su ponencia en el Mifgash Masortí que tuvo lugar en noviembre de 2001 en el Seminario Rabínico Latinoamericano Marshall Meyer. A Mordejai Levín, segundo Presidente de la región Latinoamericana le debo los apuntes sobre la Rabbinical Assembly y el Seminario Rabínico Latinoamericano. Estas páginas nunca se hubieran hecho realidad sin la ayuda técnica, profesional y la calidad personal de la Sra. Doris Tarjtenberg. Los lectores y quien escribe le estamos reconocidos. Que estas menciones con el agradecimiento por su amistad y erudición ayuden a traer Shalom al orbe entero y a Medinat Israel, para todos sus habitantes.Miraflores; Rosh Jódesh Nisan 5762; 13 de marzo de 2002.