Spanish Indulgence

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Indulgencias del Jubileo
Los parroquianos y visitantes se han percatado de que una de las puertas de la entrada de la Catedral en
Washington Avenue, ha sido decorada con imágenes de la Divina Misericordia y designada como "Puerta Santa".
La razón de esto es que, en el Domingo de la Divina Misericordia en la pasada primavera (el segundo domingo
después de Pascua) El Santo Padre Francisco anunció el Jubileo Extraordinario de la misericordia, que se inició
el 8 de diciembre de 2015.
El Papa explicó que el año comenzó el 8 de diciembre para conmemorar tanto la fiesta de la Inmaculada
Concepción y el 50º aniversario de la clausura del Concilio Vaticano II, que pidió a la Iglesia a proclamar el
Evangelio a todo el mundo de nuevas maneras, trayendo la misericordia de Dios para todos. El Año de la
misericordia concluirá en la solemnidad de Cristo Rey, 20 de noviembre de 2016.
La Puerta Santa de la Basílica de San Pedro fue inaugurada el 8 de diciembre, y las Puertas santas de las otras
Basílicas Papales fueron abiertas en los días subsiguientes. Además, como un signo de Comunión de toda la
Iglesia, el Papa ha pedido a todas las diócesis del mundo abrir una "Puerta de la misericordia" para las
celebraciones locales del Jubileo. El Obispo Caggiano consagró la Puerta Santa en la Catedral, en la mañana del
19 de septiembre antes de la procesión de la Misa de clausura del Sínodo.
Qué es una indulgencia? La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya
perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por
mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro
de las satisfacciones de Cristo y de los santos. La indulgencia es parcial o plenaria según libere de la pean
temporal debida por los pecados en parte o totalmente. Todo fiel puede lucrar para sí mismo o aplicar por los
difuntos, a manera de sufragio, las indulgencias tanto parciales como plenarias.
El Papa Francisco describe las condiciones que deben cumplirse para obtener la indulgencia en su carta como
sigue: […] obtener la indulgencia, los fieles están llamados a hacer una breve peregrinación a la Puerta Santa,
abierta en cada Catedral o en las iglesias designadas por el obispo diocesano, y en las cuatro Basílicas Papales de
Roma, como signo del profundo deseo de una verdadera conversión. Así mismo, me deshago de que la
indulgencia puede obtenerse en los santuarios, en los que la puerta de la misericordia está abierta y en las iglesias
que tradicionalmente se identifican como iglesias jubilares. Es importante en este momento estar vinculada, en
primer lugar, al Sacramento de la reconciliación y a la celebración de la Eucaristía con una reflexión sobre la
misericordia. Será necesario acompañar estas celebraciones con la profesión de fe y oración por mí y por las
intenciones que llevo en mi corazón para el bien de la Iglesia y del mundo entero.
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La Puerta Santa de la Misericordia
Las condiciones para recibir la indulgencia del jubileo son:
1) La confesión de los pecados en el contexto del Sacramento de la Confesión
2) Recepción del sacramento de la Santa Comunión
3) Recitar el Credo
4) Recitación del "Padre nuestro" y "Dios te salve, María" por el Papa y sus intenciones
5) Una breve peregrinación (caminar) a través de la Puerta santa (reflexionando sobre el hecho de que Jesucristo
es la puerta a la misericordia divina)
6) Todos estos son para hacerse "dentro de varios días."
7) Uno debe separarse de todo pecado, incluso del pecado venial. Si éste se encuentra en disposición de todas
formas menos que perfecta, o si no se cumplen las condiciones prescritas, la indulgencia será parcial.
Credo de los Apóstoles
Creo en Dios, Padre Todopoderoso,
Creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo su único Hijo Nuestro Señor,
que fue concebido por obra y gracia del Espíritu
Santo.
Dios te salve, María, llena eres
de gracia, el Señor es contigo.
Nació de Santa María Virgen,
padeció bajo el poder de Poncio Pilato,
fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los
infiernos,
al tercer día resucitó de entre los muertos,
subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios
Padre, todopoderoso.
Desde allí va a venir a juzgar a vivos y muertos.
Bendita tú eres entre todas las
mujeres, y bendito es el fruto
de tu vientre, Jesús.
Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia católica
la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén
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Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra
muerte.
Amén
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