Discurso pronunciado por la Dra Graciela Medina

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Discurso pronunciado por la Dra Graciela Medina
En el acto de entrega de Diplomas a los Abogados Egresados de la
Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Buenos Aires el 25
de setiembre del 2010
EL SENTIDO DE LA GRATUIDAD DE LA UNIVERSIDAD
PUBLICA Y LAS DOS FORMAS MORALMENTE
OBLIGATORIAS DE DEVOLVER EL APORTE RECIBIDO
Señora Decana de la Facultad de Derecho, autoridades, Señores Profesores y Profesoras,
recientes graduados y graduadas de esta alta casa de estudios, Señoras y Señores.
Es para mi un altísimo honor haber sido convocada por la Señora Decana para dirigir a
este grupo de graduados las palabras de despedida como alumnos y de bienvenida
como colegas
Este es, claro, un momento de alegría para todos los que están aquí presentes.
Para quienes se gradúan, esta ceremonia constituye un instante de felicidad porque con
la obtención del diploma han alcanzado una meta, han terminado una etapa, han
alcanzado la cima que se propusieron.
Para quienes los acompañan es una circunstancia de gozo porque ven concretados en un
título profesional las horas de apoyo, el tiempo de esfuerzo, la entrega solidaria, las
plegarias de los creyentes, la esperanza de los agnósticos, el amor filial, fraternal,
amical o de pareja; sin el cual nadie se realiza como ser humano.
Para los profesores es también motivo de satisfacción, porque hemos contribuido en
transformar a quienes llegaron con tan solo un bagaje de conocimientos de escuela
secundaria en profesionales universitarios de las ciencias jurídicas.
Todos estamos orgullosos, Uds. por lograrlo, nosotros por contribuir a vuestros logros.
Pero además de nosotros - alumnos, familiares, amigos y profesores - hay alguien más
que ha contribuido intensamente a generar la posibilidad de vuestra carrera
universitaria. Ese “otro” es quien ha financiado vuestros estudios y es a ese “otro “a
quienes Uds. también deben su agradecimiento.
Puede sonar extraño lo que decimos pues se afirma enfáticamente como una conquista
irreversible la gratuidad de la enseñanza universitaria.
Pero la tal gratuidad no es tal.
Esta Facultad y todas las demás facultades de las universidades públicas tienen costos
que afrontar: mantenimiento de los edificios, salarios del personal docente y no docente,
servicios públicos, libros, revistas, materiales, e infinidad de rubros que se multiplican y
alcanzan cifras millonarias que aparecen consignadas en los presupuestos de cada
universidad.
Entonces, ¿en qué consiste la gratuidad de la enseñanza?: pura y exclusivamente en que
los beneficiarios directos - los alumnos - no están obligados a pagar una matrícula o una
cuota, y que, por lo tanto, los costos de la universidad se afrontan con el aporte de todos
los argentinos y argentinas quienes contribuyen a sostenerla con sus impuestos.
Argentinos y argentinas que pagan impuestos al consumo - porque son los más fáciles
de recaudar - con lo cual son igualmente los pudientes y los no pudientes los que los
soportan; muchos de los cuales viven a cientos de km. de una universidad pública, que
pueden no tener título secundario, ni posibilidad de acceder a ésta, ni a ninguna otra
Universidad.
Cierto es que la sociedad toda se beneficia cuando a ella se incorporan profesionales
universitarios bien formados en una buena facultad. Y ello es lo que justifica que la
universidad se financie a través de los aportes de todos.
Pero ello no importa descartar que esos mismos egresados son beneficiarios
directos del sistema en tanto van a poder utilizar la habilitación profesional que la
universidad pública argentina concede automáticamente con el título, y por ello
tendrán a partir de hoy la posibilidad de ejercer esa profesión.
En muchos países rigen sistemas, que uds, conocen o por lo menos han escuchado de
ellos. Créditos, préstamos de honor que deben devolverse después de graduados,
obligación de realizar ciertos servicios comunitarios, etc., todo pensado para que el
graduado universitario de algún modo retribuya ese soporte que ha recibido durante
años de ese personaje difuso pero real que es el conjunto de la sociedad
Entre nosotros eso todavía no existe y por ello Uds. no tienen un deber jurídico de
restituir esto que han recibido.
Pero estoy segura de que entienden cual es el compromiso que tienen con una sociedad
que aúna los esfuerzos de todos sus miembros para darles a los jóvenes la oportunidad
de formarse en una de las mejores facultades, de una de las mejores universidades
de América. Y que de ello emana hacia uds. un deber moral de devolver algo a
esos millones de argentinos que con su esfuerzo contribuyen diariamente a
sostener las universidades públicas.
Lógicamente se preguntarán como hacerlo, cuando, cuanto y a quien restituir. No es una
restitución en especie, ya que sería imposible establecer la forma de compensar de
algún modo al remisero de Zapla (Jujuy) o al agricultor de La Banda ( Santiago del
Estero) o al quiosquero de la Villa 31, que a través del pago de sus impuestos
contribuyó a vuestra formación.
Esa retribución se satisface con compromisos que uds. hoy, al salir de este
magnífico salón con vuestro diploma de abogados, asumen frente al resto de los
argentinos.
El primero de esos compromisos es el de ser cada día mejores profesionales, lo que
como señalaba uno de los grandes maestros de esta Facultad Eduardo Couture, implica
el deber de estudiar siempre, de perfeccionarse continuamente. No olviden que el
derecho evoluciona día a día, y que uds. tendrán en sus manos el honor, el patrimonio,
la libertad de las personas que confíen vuestro saber y en vuestra dedicación a la causa
que les confíen. Es su deber conservar y si es posible mejorar el nivel de los
conocimientos que han adquirido en esta Facultad y ello solo se logra estudiando
cada día.
El segundo, es disponer de algún poco de su tiempo y de su ciencia en beneficio de
aquellos que lo necesiten. Los colegios de abogados organizan sistemas de patrocinio
pro bono o consultorios jurídicos gratuitos de los que podemos participar, podemos dar
una clase, donar un libro, dar una charla en un club, asesorar a una organización
comunitaria, formar parte de una ONG. Todos los días se les presentará una
oportunidad de hacer algo con lo que retribuir aunque sea parcialmente aquello que
hasta ahora han recibido
Jóvenes graduados, Ustedes saben tanto como yo que todas las personas quieren un
mundo mejor, un mundo más justo, más equilibrado, con más concreciones en derechos
humanos y menos declaraciones vacías de contenido,
Uds. tienen en sus manos un medio para hacerlo realidad.
Simplemente recuerden cada día que ese medio del que disponen lo han obtenido en
esta Facultad que los albergó sin pedir a cambio nada más que la comprobación del
conocimiento adquirido.
Graduados y Graduadas mis felicitaciones, señores acompañantes mi agradecimiento
por vuestro solidario cariño, colegas profesores mis respetos por su esfuerzo.
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