Crisis en la Industria Discográfica (1990-2007)

Anuncio
Crisis en la Industria Discográfica (1990−2007)
Dicen que el tiempo cambia las cosas, pero en realidad eres tú quien las debe cambiar Andy Warhol
(1928−1987), artista estadounidense.
RESUMEN
Actualmente la industria discográfica enfrenta una severa crisis. La cantidad de CD's que se venden en la
actualidad baja año a año. Los motivos pueden ser muchos y variados. Por un lado los precios excesivos con
los que son comercializados los CD's de audio, ocasionan que las personas recurran a otras alternativas de
consumo de música, como la piratería musical. Por otra parte, las inquietudes musicales de hoy van más allá
de los intereses y presiones de las discográficas. Empresas que se caracterizan por no correr riesgos y
presentar pobres ofertas musicales. Eso sin mencionar los desiguales contratos que firman con los músicos,
adueñándose de los discos a su conveniencia y ofreciendo porcentajes injustos. Todo esto aunado a la fusión
entre la tecnología del audio y la informática, originada por los avances tecnológicos en materia de
almacenaje y distribución, en combinación con la rápida propagación de Internet a través del planeta. Además,
el surgimiento de nuevas herramientas tecnológicas permite a los artistas prescindir de las disqueras. Ante
todo esto, una opción seria que la música debe de dejar de ser vista como un negocio, para pasar a ser un
instrumento cultural. Sin embargo, quienes obtienen beneficios de él se resisten a cambiar. La industria tiene
que adaptarse a los avances tecnológicos y encontrar la forma de retribuir a los músicos. Es un proceso
inevitable y siempre ha ocurrido. Aún si las disqueras llegaran a desaparecer, la música seguirá existiendo. De
eso no hay duda.
Los orígenes de la industria discográfica se pueden remontar hace ya más de un siglo, cuando el desarrollo
tecnológico le permitió al hombre la captura, almacenaje y reproducción de sonidos.
Desde el comienzo, la industria tuvo que adaptarse y renovarse ante las nuevas tecnologías que fueron
surgiendo. Dichas innovaciones no surgían a una velocidad tan acelerada como en la actualidad, permitiendo
que la industria se pudiera adaptar oportunamente e implementar las medidas correctas.
El mayor auge de la industria discográfica se da en los años 80's. En ese entonces, había grandes grupos que
además vendían grandes cantidades de discos.
Las disqueras destinaban elevados presupuestos a sus artistas, pues tenían la seguridad de que se les retribuiría
en forma de ventas millonarias y discos de oro y platino.
Sin embargo, hoy en día la industria discográfica enfrenta grandes y nuevos desafíos. El negocio musical, tal y
como se concebía hace unos años, está en declive. La cantidad de CD's que se venden en la actualidad baja
año a año. Ante esto surgen algunas interrogantes.
¿Qué factores originaron la crisis por la que atraviesa la industria discográfica actualmente?
Ese fue nuestro planteamiento del problema. Encontrar la respuesta es uno de nuestros propósitos.
Aparte de eso, también queremos demostrar que la misma industria discográfica tiene gran parte de la
culpabilidad de esta crisis, no sólo es culpa de los músicos y de los consumidores, debido a sus malas
prácticas y a su esquema de negocios.
Esto no solo se trata de atacar porque sí a la industria, sino que sencillamente queremos informar a la gente,
quien sabe, tal vez después de leer esto una persona cambie su opinión o se apegue mas a la que ya tenia
1
anteriormente.
Los estudiantes que realizamos este trabajo somos amantes de la música y consumidores de ella por algún
tiempo. Lo único que queremos es que la difusión musical sea mas barata y no por 2 o 3 empresas
multinacionales que nos digan que debo escuchar, como hacerlo y cuanto pagar por ello.
Todo está en constante cambio y renovación, ¿por qué no debería de ser igual con la industria?
Nuestra investigación se fundamenta en el hecho de que la industria discográfica se mueve en base de
intereses económicos. Dando como resultado que los CD's sean comercializados a un precio muy alto y a que
las disqueras inunden el mercado con pobres ofertas y artista desechables, en su afán de conseguir el éxito
inmediato, dejando a la deriva a otras propuestas más valiosas.
Eso sin mencionar los desiguales contratos que firman con los músicos, adueñándose de los discos a su
conveniencia y ofreciendo porcentajes injustos.
Además las nuevas tecnologías en materia de almacenaje y distribución de música han complementado la
forma de distribuir y consumir música. Si sumamos a esto la piratería musical, nos encontramos ante el hecho
de que la industria se enfrenta a una grave crisis que, hay que recalcarlo, no es la primera en su historia.
La industria discográfica debe adaptarse a los nuevos cambios o de lo contrario verse obligada a desvanecerse.
La presente investigación intentará describir de forma sintetizada pero precisa los factores que a lo largo de
los últimos 17 años afectaron a la industria discográfica y analizar en que manera están afectando el
funcionamiento y la estructura del negocio.
También se demostrará que los diferentes factores son afines entre si y no elementos aislados como podría
suponerse.
El texto se encuentra divido en tres secciones principales. En la primera sección se definirá el perfil de los
actores más poderosos de la industria: las compañías discográficas.
En la segunda sección se presentarán los factores ya mencionados para posteriormente, en la tercera sección,
analizar el impacto y las repercusiones de tales factores sobre la industria discográfica. Para finalizar se
expondrán los resultados, la discusión, y las conclusiones a las que se hayan arribado; presentando además
algunos supuestos de lo que podría suceder en un futuro próximo.
Dicho esto, sigamos con el método de trabajo que emplearemos.
En la presente investigación participaremos 2 alumnos de nivel bachillerato. Básicamente los materiales que
emplearemos serán los documentos escritos que obtengamos de diversas fuentes, ya sea de Internet o de
publicaciones periódicas y revistas.
Una vez terminada la recopilación de datos y verificar su confiabilidad, procederemos a resumirlos, dejando
los que nos sean de utilidad y desechando los que se repitan.
Hecho esto comenzaremos con la identificación de los factores causantes de la crisis para así comenzar con el
análisis correspondiente.
En primera instancia analizaremos el modus operandi de las discográficas y su necesidad de contar con cierto
grado de exclusividad en las piezas musicales, aspecto esencial para mantener el monopolio en la industria.
2
Posteriormente estudiaremos las causas de los factores identificados previamente, así como el efecto que estos
tienen en la industria y el impacto que provocan sobre la estructura de la industria.
Dicho todo lo anterior, es momento de empezar con la investigación propiamente dicha.
Compañias discograficas.
También conocidas bajo los nombres de sellos discográficos, disqueras o simplemente discográficas.
Básicamente son empresas que se dedican a realizar, comercializar y distribuir grabaciones de música.
El rol que desempeñan es el de encontrar y desarrollar nuevos talentos para así, de manera conjunta con el
artista, puedan crear grabaciones musicales que sean viables comercialmente hablando. Sin embargo, es de
sobra conocido que las grandes compañías discográficas siempre se han distinguido por apoyar y
comercializar lo que consideran rentable, es decir lo mismo de siempre; pop, balada, música grupera, cumbias
y demás géneros populares. Debido a esto propuestas diferentes a las que imperan en el mercado son dejadas,
literalmente, a la deriva. (Fuente: Wikipedia)
Respecto al modus operandi de las discográficas, este consiste en arrojar cosas contra la pared y ver cuáles se
quedan pegadas, tal como lo afirma Nathan Brackett, editor en jefe de la revista Rolling Stone.
Actualmente para que un grupo o cantante pueda acceder a los supuestos beneficios ofrecidos por la industria
debe proporcionar además de la grabación, el arte, la maquila del CD y, por supuesto, que firme un contrato
por el cual acepta prácticamente no percibir nada.
Esto significa que si un grupo pretende editar un tiraje mínimo para una disquera grande (3 mil placas) deberá
desembolsar mínimo 3 mil dólares, éste precio incluye la total producción del CD (Fuente: la desaparecida
Revista Switch).
El esquema de negocios más cómodo para las disqueras es tener canales de distribución en donde ellas
controlen la oferta y puedan empujar su contenido. Es precisamente este esquema el que nos traído éxitos
como Britney Spears o Maria Carey. Música que, a pesar de vender grandes cantidades de CD's, pierde toda
sutileza y significado, porque fue fabricada para una masa de gente genérica.
Este tipo de música, que cuenta con el apoyo total de las disqueras, tiene unos objetivos claros y definidos.
Los artistas se ven sometidos a estos fines y casi siempre funcionan como verdaderos productos de temporada.
Se trata de música de consumo, que vive poco tiempo y cuyo contenido en la mayoría de las veces es
convencional y estándar.
Los artistas comerciales son meros productos masivos, ya que para eso están creados, y su finalidad es lo que
los sociólogos tachan de condoncéntrica: úsese y tírese.
De esta forma las grandes disqueras inundan el mercado de productos desechables. Productos cuyo contenido
es, en muchas ocasiones, estándar y convencional. (Fuente: Wikipedia).
No satisfechas con las pobres ofertas que presentan, las disqueras recurren a medios poco honestos para
asegurar el éxito en ventas. Al menos eso parece.
Según el sitio detodounpoco.com no hay dudas de que varias discográficas recurren a un sistema poco legal
cuando desean impulsar las ventas de un CD. Este método consiste en lo siguiente: las disqueras envían hasta
3 o 4 veces más discos, de un determinado artista, de los que una tienda pudiera requerir. Unos meses después
los discos de sobra regresan a la compañía. Esta sencilla operación les permite a las disqueras inflar
artificialmente la distribución de un CD y así figurar en las listas de los más vendidos. La notoriedad y la
3
publicidad que da este hecho, hace creer a los consumidores y a los medios que se trata de un disco de éxito.
Esta es la mejor campaña posible para que un CD se convierta en un disco de éxito.
De no ser cierto, resultaría imposible explicar que un artista venda, según la disquera; la cantidad de 400,000
discos el día que es lanzado a la venta y después se sepa que realmente ha vendido poco más de 100,000.
Muchas veces se han generado polémicas en relación con la excesiva búsqueda económica de las grandes
disqueras pues en muchas ocasiones obligan a los artistas a hacer más digerible y comercial su propuesta con
el fin de expandir su rango de compradores potenciales y llegar a un público más amplio, limitando, de esta
forma, la creatividad del autor.
Tampoco pueden faltar las colaboraciones que grupos como de rock realizan con artistas de géneros
populares, colaboraciones que casi siempre son exigidas por las grandes disqueras a un grupo o artista para
que este pueda continuar en el mainstream (la música que escucha todo el mundo, sinónimo de
comercialidad). (Fuente: Wikipedia).
Las disqueras se ven más interesadas en convencer a sus artistas de hacer álbumes vendibles en vez de darles
libertad para que hagan el disco como ellos lo deseen. Por eso existen miles de discos tributo, reediciones,
discos de grandes éxitos, álbumes en directo y recopilaciones de caras B.
La industria se aprovecha de la necesidad de completismo de los fanáticos y las manías del coleccionista,
aquel que compra cualquier cosa con el nombre o el logotipo de su artista o grupo favorito. (Fuente: la
desaparecida Revista Switch).
Lejos han quedado los años en que una persona compraba un CD musical y podía disfrutarlo de principio a
fin.
De unos años para acá la mayoría de los álbumes lanzados al mercado sólo contienen 2 o 3 canciones de entre
las demás, que han sido creadas con dedicación y empeño por parte de los artistas, el resto son sólo de relleno
y sirven para cubrir las cláusulas del contrato. La prueba irrefutable que demuestra esto: en contadas
ocasiones un álbum es reproducido en su totalidad en el escenario. Generalmente en las presentaciones en
vivo los músicos interpretan una selección de éxitos pasados y unas cuantas canciones de su más reciente
disco.
Lo anterior nos deja una interesante interrogante, si los autores de dicho álbum no lo presentan completo ante
el público y no le dan, por consiguiente, la debida importancia, ¿cómo podrían las personas creer que se
trataba de algo importante?
En síntesis las discográficas son las que deciden qué música se escucha y qué música no.
A nivel mundial, el control de la mayor parte de la música que se comercializa esta en manos de 3 grandes
disqueras denominadas las Majors, las cuales son Universal Music Group (UMG), Warner Brothers Records y
Sony BMG Music. Electric and Musical Industries (EMI) se adicionó a Warner en el transcurso del año 2007,
la única intacta al cierre de la investigación es Universal.
Estas disqueras también se encargan de distribuir discos de otras compañías de menor jerarquía que
generalmente son de su propiedad y se denominan subsellos. Por ejemplo, entre los subsellos que pertenecen a
Warner Brothers están Roadrunner, Maverick, Sire Records y Reprise. (Fuente: la desaparecida Revista
Switch).
Antes de continuar es necesario que hablemos del siguiente tema. Al avanzar en la lectura se verá el porque
hacerlo así.
4
Propiedad Intelectual y Derechos de Autor.
la música es un bien de información, y una vez producida, puede ser fácilmente duplicada y distribuida sin el
consentimiento del vendedor. Si no se puede evitar que las personas que no pagan por ella la utilicen, no hay
forma de obtener beneficios económicos por producirlo.
A su vez, para que pueda existir la industria discográfica, es necesaria la instauración y aplicación efectiva de
una reglamentación que proteja los derechos de autor manteniendo algún grado de exclusividad, pues sirve
para la creación del poder de monopolio tan necesario en la industria. (Fuente: La industria discográfica y la
revolución digital, 2004).
Algo que no se puede controlar no puede ser poseído.
Los propietarios de derechos de copia y de autor han perdido en la práctica el control de sus propiedades.
(Fuente: Revista Muy Interesante).
FACTORES QUE ORIGINARON LA CRISIS.
Precios elevados y Baja calidad de los CD'S.
Empecemos con el precio de venta de los CD's. Independientemente de otras consideraciones podemos
apreciar que existe una gran diferencia entre el costo de fabricación y el precio de venta.
La teoría económica nos dice que en un mercado libre el precio queda fijado por la intersección de la curva de
oferta y demanda. El mercado de venta de CD's no es precisamente un claro ejemplo de mercado libre y los
precios están mantenidos artificialmente por las disqueras.
Como consecuencia de este diferencial percibido por el consumidor final surgen otras alternativas de
compra/consumo de música como la piratería musical física y la piratería musical por Internet. (Fuente:
diariogaia.blogspot.com).
Retrocedamos algunos años en el tiempo.
Cuando el CD empezó a ser comercializado (años 80's) la gente se quejó de su elevado precio. En ese
entonces se decía que bajarían de costo cuando la tecnología abarcara más hogares, se extendiera su difusión y
hubiera mas oferta. Como se podrán haber dado cuenta, eso nunca ocurrió.
Actualmente la mayor parte de los CD's tienen un precio que oscila entre los $150 y $200 pesos mexicanos.
Los que cuestan menos de $100.00 pesos generalmente son discos pasados de moda o recopilaciones de
artistas con pocas ventas. (Fuente: la desaparecida Revista Switch).
Considerando que la fabricación de un CD virgen actualmente no cuesta ni 0.50 pesos mexicanos y que si a
esto le aumentamos los costos por la renta de un estudio de grabación (que no representa un gran valor debido
a que es usado por varios artistas), la reproducción, la impresión de portada, el pago de regalías tanto al
intérprete como al compositor, la distribución y venta; el precio de un CD original no debería exceder los
$40.00 pesos mexicanos (Fuente: mx.answers.yahoo.com).
Entonces, ¿de dónde salen los elevados precios de los discos?
Según la perspectiva de Matthias Klaes (Profesor de comercio de la Universidad de Keele) las disqueras
prefieren mantener el alto precio de los CD's antes que abrir una fase de competencia basada en una guerra de
precios, que a fin de cuentas, podría perjudicarlos a todos. Al parecer las compañías no toman en cuenta las
5
ganancias que un recorte de precios podría generar para la compañía precursora.
Una de las razones que argumentan las discográficas para los altos precios es que un CD ostenta un gran valor
debido a que se trata de una forma durable y portátil de entretenimiento, a la cual se le agrega el valor de la
esencia artística contenida tanto en el disco como en el empaque del mismo.
Según declaraciones de la Recording Industry Association of America (RIAA, traducción al español:
Asociación de la Industria Discográfica de Estados Unidos) la gran mayoría (de los lanzamientos) no llegan a
ser rentables nunca. Luego de los costos de producción, grabación, promoción y distribución, la mayoría
nunca vende lo suficiente para recuperar estos costos, y mucho menos generar ganancias. Al final, menos del
10% resultan rentables, y en efecto, son estos discos los que financian a todo el resto. (Fuente: riaa.com).
Así, los discos exitosos deben financiar a los discos que no son rentables, que son la absoluta mayoría (más
del 90%). De allí que los discos tengan que ser tan caros, debido a la incapacidad de las disqueras de
diferenciar un producto exitoso de otro destinado al fracaso.
Otro motivo es que las campañas de comercialización y promoción de los CD's se basan en promocionar solo
algunas canciones incluidas en el disco denominadas sencillos (generalmente son 2 o 3 canciones). Los
sencillos casi siempre son las canciones que tienen mas impacto comercial y las que motivan a los
consumidores para que adquieran el CD en cuestión. Esto significa que los sencillos estarían financiando a los
demás discos incluidos en un disco.
Supongamos que un CD promedio incluye entre 12 y 15 canciones, de las cuales 2 son sencillos. Teniendo
como supuesto que sólo el 10% de todos los CD's son exitosos, esto significaría, que entre el 0.6% y el 1.5%
de todas las canciones estarían financiando a todo el resto de los lanzamientos discográficos. (Fuente: La
industria discográfica y la revolución digital, 2004).
Los consumidores no sólo pagamos altos precios sino que también obtenemos a cambio un producto cargado
de deficiencias, tal como lo afirma la Federación de Consumidores en Acción (FACUA).
Esta federación advierte que los sistemas anticopia implementados provocan en los CD's un defecto que hace
que no funcionen en determinados reproductores, como los de los automóviles y computadoras personales.
Además, los usuarios que carecen de programas informáticos (perfectamente legales y de venta en los mismos
establecimientos que comercializan los discos) capaces de sortear los mecanismos anticopia, ven
imposibilitada la conversión de los archivos de audio para escucharlos en los reproductores de MP3.
Por ello, FACUA cree que los usuarios que se encuentran con estos problemas dejarán paulatinamente de
comprar discos originales. (Fuente: foroware.com).
Evolución tecnológica dentro de la música.
Ya lo decía Bob Dylan: los tiempos están cambiando.
La evolución de la industria discográfica ha estado, desde sus orígenes, influenciada por los avances
tecnológicos.
Primero fueron los discos y el tocadiscos, después el casete y las grabadoras−reproductoras (walkman), y años
mas tarde los formatos digitales (minidisco, CD, entre otros). Todos estos inventos revolucionaron los
procesos de reproducción y distribución de la industria discográfica, por lo que la industria se vio obligada a
cambiar y adaptarse con el fin de no quedar fuera del negocio. (Fuente: La música y la informática).
En la década de los 90's se dio, gracias a la masificación y popularización del Internet, una revolución sin
6
precedentes en el ámbito de la distribución de la música.
A continuación realizaremos una breve revisión para entender las causas y cambios que generaron dicha
revolución.
Internet llevó a una nueva forma de distribución en el campo musical, dando oportunidad a formas autónomas
de producción y distribución de la música.
Gracias a la red comenzaron a surgir toda una gama de servicios relacionados con la música tales como las
publicaciones electrónicas, comercios electrónicos, radiodifusión en línea, intercambio de canciones entre
particulares y herramientas de radiodifusión. Además, al funcionar como un medio de contacto y expresión
permitió que los músicos aprovecharan la red para establecer contacto entre ellos mismos y el público en
general.
Al igual que en otras industrias, Internet estaba afectando el comercio minorista de la música grabada. De esta
manera surgieron varios sitios denominados comercios minoristas virtuales (e−tailers) como Amazon.com que
comenzaron a vender CD's y casetes a través de la red.
Como resultado del éxito obtenido por estos sitios, otros comerciantes minoristas físicos como Virgin o
Tower Records comenzaron a expandir sus operaciones al mercado on−line.
Al mismo tiempo que surgían los comercios minoristas virtuales, aparecieron las primeras radiodifusoras por
Internet que utilizaban un tipo de tecnología llamada streaming audio, la cual servía para transmitir música
desde un sitio Web hacia la computadora del usuario.
Algunas de esta radiodifusoras tenían vínculos con comercios minoristas virtuales y recibían comisiones por
ventas de clientes que ellas hubieran dirigido hacia los comercios afiliados.
Sin duda alguna el cambio más importante que generó Internet fue la posibilidad de intercambiar archivos
musicales. El intercambio de música gratuita en línea puso en serios problemas a las discográficas, pues
eliminaba a los intermediarios entre el músico y los consumidores.
Veamos como se dio el proceso.
A principios de los años noventa algunos jóvenes de EUA comenzaron a usar una red experimental
universitaria de conexión de computadoras para intercambiar correos e información. Estos estudiantes, al ser
fanáticos de la música, intentaron acoplarla a sus computadoras.
Por esas fechas la industria promocionaba el CD, una de cuyas características era que se trataba de un formato
digital, al igual que las computadoras y la red. Gracias a esto fue posible crear copias idénticas de cualquier
CD y enviarla por medio de Internet, tarea que se vio facilitada por la creación del formato MP3. Este formato
hizo posible comprimir archivos musicales a un tamaño razonable sin perder demasiada calidad de sonido,
para así poder distribuirlos a través de Internet.
De 1994 a 1997 miles de jóvenes aprendieron a crear e intercambiar archivos MP3. A pesar de que el proceso
era lento y complicado, esto no los desalentó pues era divertido y totalmente gratis.
El éxito que tuvo el formato MP3 impulsó que varias empresas desarrollaran reproductores portátiles de MP3.
Empero, las disqueras no le dieron la mayor importancia pues pensaban que era un proceso muy complejo y si
se transformaba en un problema seria fácil de aplastar.
7
Entre 1997 y 1999, esto cambió debido a dos jóvenes de poco más de 20 años, Justin Frankel y Shawn
Fanning; los cuales gracias a sus creaciones revolucionarían la manera de intercambiar música mediante
Internet.
Mientras que Justin Frankel publicó el programa Winamp que permitió que los archivos MP3 pudieran ser
reproducidos con facilidad, Shawn Fanning inventó y lanzó el programa Napster que facilitó el intercambio de
música. Napster fue pionero en el intercambio de archivos mediante el sistema P2P (peer−to−peer) que en
español significa de igual a igual. Esto permitió que las personas pudieran compartir sus archivos MP3 desde
el disco duro de su computadora hasta la máquina de otra persona. El proceso no era tan complicado y la
transferencia de archivos se realizaba directamente entre los usuarios, o sea peer−to−peer (de igual a igual).
Poco tiempo después Frankel publicó Gnutella, programa con las mismas funciones que Napster pero
legalmente blindado.
Lamentablemente después de una batalla legal, Napster se fue a la quiebra y vendió sus activos a Roxio Inc.
cediendo el trono del software P2P a Gnutella y otros programas como Morpheus y Kazaa. (Fuente: Revista
Muy Interesante).
Ahora adelantémonos unos años después, hasta el año 2001, para ser exactos. Este fue un año de expansión y
estratificación musical que instauró la primera generación de uno de los inventos más importantes para la
música en los últimos años: el iPod.
Su éxito radicó en que permitía a los consumidores poner toda su colección musical en la palma de su mano,
por lo que ya no era necesario comprar y andar cargando discos.
En los primeros años de la década de los 00's, una de las principales actividades de la gente que contaba con
Internet de alta velocidad (banda ancha) era bajar e intercambiar música mediante redes P2P.
Entonces surgió un concepto diferente, ¿qué tal si los consumidores pudieran comprar la música que bajaban?
Muchos artistas deseosos de separarse de las disqueras comenzaron a vender su música en línea. Así, sitios
como mp3.com. (Lanzado en diciembre del 2003 por CNET Networks) ofrecieron nuevos escaparates donde
los usuarios podían pagar por la música que bajaban y apoyar a músicos de bajos recursos y poca distribución.
Pero el primer gran paso que alguna empresa dio para demostrar que se podía hacer negocio con la venta de
música en línea, sin estafar a los consumidores, fue dado por Apple y su tienda virtual de nombre iTunes
Store.
El modelo resultó ser todo un éxito, ya que iTunes eliminaba el problema de comprar un CD completo por
sólo una canción, al ofrecer a las personas la posibilidad de comprar canciones individuales o discos
completos que podían descargar, quemar a CD o cargar en su reproductor iPod. (Fuente: Revista Popular
Mechanics en Español).
En los años subsecuentes surgirían varias herramientas que ayudarían a los músicos y grupos a independizarse
de las disqueras, y a no requerir de ellas para poder producir o distribuir un CD.
Sitios como Myspace (surgido en 2003), Youtube (surgido en 2005) y Blogger (surgido en 1999) permitieron
a los músicos tener comunicación directa con la gente que los seguía y tener la oportunidad de que su música
fuera escuchada en cualquier parte del mundo y sin costo alguno, logrando cruzar fronteras que de otra forma
seria imposible.
A continuación los presentaremos uno por uno.
8
Myspace originalmente era un sitio que servía para compartir fotos, videos, textos y música. En el momento
en que los grupos comenzaron a usar este sitio como herramienta de promoción y difusión surge Myspace
Music, un espacio dentro del mismo sitio dedicado exclusivamente a los músicos y grupos.
Actualmente el sitio cuenta con más de un millón de grupos y músicos registrados, además de que los grupos
ya no dependen de firmar con disqueras, pues con una mínima inversión pueden producir un demo y
distribuirlo de manera gratuita mediante la red.
Youtube es un sitio Web que permite a los usuarios compartir videos digitales a través de Internet mediante un
proceso sencillo.
El sitio aloja una gran variedad de clips de películas, programas de televisión, videos caseros y videos
musicales.
Al igual que Myspace, Youtube se ha convertido en un medio de promoción para los artistas y grupos, pues
actualmente cualquier grupo puede subir al sitio sus videos, ya sea de sus sencillos o de sus presentaciones en
directo, teniendo la ventaja de que no hay intermediarios entre el artista y el público.
Los primeros blogs surgieron por 1997, pero es hasta 1999 cuando surge un sitio llamado Blogger, el cual
brindaba no solo espacio para que la gente hiciera su blog, sino también las herramientas para hacerlo.
Básicamente son diarios personales que se publican en línea mediante Internet
Algunos años después varios blogs comenzaron a ofrecer música descargable con fines de promoción y de
difusión y desde el 2006 se ha venido popularizando el servicio de bajar música mediante blogs, decayendo,
con esto; el uso del P2P.
A pesar de que sitios como Myspace, Youtube, Blogger y sus similares han transformado la relación
grupos−medio ha pasos agigantados, por desgracia la radio y la TV seguirán con su infausta labor
intermediaria entre las bandas y el público.
Aun así, estamos en una época en donde esta mas vigente que nunca el Do It Yourself (Hazlo tu mismo) y
donde cualquiera puede cumplir su sueño de ser músico o de formar su propio grupo.
Bob Dylan tenía razón, los tiempos están cambiando.
Piratería musical.
Según los datos de la propia industria este factor es el principal causante de del descenso en las ventas de
CD's.
La piratería musical es el fruto de una evolución tecnológica vertiginosa que tiende ha democratizar la música
por medios digitales. Por eso es no es posible erradicarla, al menos por hoy.
Pero primero hay que definir piratería. Básicamente el término se aplica a aquellas actividades que persiguen
un lucro mediante la explotación comercial de las creaciones de terceros sin permiso ni compensación alguna.
Antaño, la piratería musical consistía en lo siguiente: el pirata hacía una copia de un CD sin el permiso
correspondiente. La mayoría de las veces usaba materiales de la más baja calidad para así sacar provecho.
Como generalmente las copias ilegales eran de artistas comerciales como son los músicos pop, las disqueras
sufrían grandes pérdidas pues era el sector donde más les afectaba. Con este tipo de piratería musical hay 2
víctimas: la industria por el deceso en las ventas y el consumidor, pues las falsificaciones son de pésima
calidad y además no contienen el arte original del disco, que es parte de su esencia.
9
Anteriormente la piratería musical era exclusivamente física. Sin embargo, los años no pasan en vano y
gracias a los avances tecnológicos, el consumo comenzó a mutar hacia lo electrónico. De esa forma surgió un
nuevo tipo de piratería musical: la Piratería por Internet.
La aparición y popularización de los formatos de audio comprimido (MP3), los programas P2P (Emule,
Kazaa, Napster) y el abaratamiento de las líneas de comunicaciones (ADSL) han llevado a un boom en el
fenómeno de compartir música. Ahora las personas no sólo intercambiaban música con sus amigos y vecinos,
sino con todo el mundo.
Con esto la industria de la piratería musical física ha sufrido pérdidas importantes, pues los consumidores
prefieren obtener canciones completamente gratis en vez de adquirir un CD pirata en el mercado negro.
Mientras el intercambio de canciones benefició a los consumidores al permitirles conseguir las canciones que
deseaban gratuitamente y conocer nuevas propuestas musicales ajenas al mainstream, las grandes compañías
discográficas veían como la mina de oro que un día llegaron a tener se diluía como polvo entre sus manos. Y
esto era algo que las empresas no podían permitir, así, la industria comenzó a usar armas legales en un intento
por defenderse.
En el juicio contra Napster, sus demandantes alegaban que era una herramienta que fomentaba la piratería y el
intercambio de música ilegal, al violar los derechos de autor. En cambio, los defensores del programa
argumentaban que era simplemente una tecnología que permitía pasar música, previamente comprada, a otros.
Actividad muy común desde los tiempos de los casetes y el walkman, la diferencia radicaba en que el proceso
en este caso era mas rápido y con mas personas.
A su vez, los creadores de Napster afirmaban que el programa no permitía el pirateo de música en formato
MP3 sino que permitía que los usuarios compartieran entre ellos dichos archivos.
Al final Napster murió pero los seguidores de la tecnología independiente huyeron hacia otros métodos
todavía libres (por el momento) del control del mercado.
Con el advenimiento del iPod simplemente se reforzó y puso en evidencia un fenómeno generalizado: la
compra de CD's por parte de las personas se extinguía. Por diferentes motivos, la gente de diferentes estratos
sociales dejó de comprar discos físicos legales. Desde la persona de clase media o alta que bajaba música
mediante el P2P por cuestiones de facilidad o disponibilidad, hasta la gente de bajos recursos que adquiría
copias piratas por una cuestión de precios.
Con el surgimiento de tiendas de música virtuales como iTunes, parecía ya no haber excusas para no
descargar música de una forma legal. Sin embargo, una de las quejas más recurrentes de quienes compraban
música en sitios de Internet es el precio de las canciones, en promedio 1 dólar (13 pesos), lo mismo que cuesta
fabricar un CD físico con todo y empaque. Ante este hecho, las personas seguían prefiriendo obtener
canciones gratis.
Últimamente, como ya lo habíamos mencionado, se ha venido popularizando bajar canciones en blogs. Al
bajar música de esta forma las personas no se exponen de ninguna manera pues si hay acción, es contra quien
subió la música.
Para muchas personas, el argumento de que la industria es movida sólo por intereses económicos y no
musicales a la hora de atacar la venta ilegal de CD's les hace justificar estas prácticas. Para otros es una
manera de protesta contra los precios excesivos y los malos discos que inundan el mercado.
Impacto de los factores.
10
Desde un punto de vista asociado a la producción, las descargas digitales permiten, al transferir directamente
el producto al consumidor, llevar los costos marginales prácticamente a cero. Esto representa un costo mínimo
o nulo para el consumidor, el cual se ve beneficiado, no así las disqueras.
El formato MP3 ocasionó cambios sobre la manera en que los nuevos consumidores conciben a una pieza
musical.
Los objetos tangibles (CD's) al ser reemplazados por bits que son almacenados en reproductores de MP3 y
ante la ausencia, que esto representa, de contacto físico con la copia original por parte del consumidor; origina
nuevos tipos de relaciones entre el consumidor y el producto.
Los jóvenes están creciendo bajo un nuevo paradigma cultural en el que bajar música no es malo, y esto puede
ser grave para la industria a largo plazo, pues es difícil convencer a una persona que creció bajando música
ilegalmente mediante Internet de que adopte el hábito de comprar CD's. (Fuente CAPIF).
Además, la digitalización de la música y la disponibilidad de tecnologías baratas de intercambio de archivos
han llevado a una crisis de credibilidad para la industria discográfica
Efectos de los factores en la Industria Discográfica.
Ya vimos el impacto de los factores. Ahora, veremos de qué manera afectan éstos la estructura de la industria
discográfica.
La incorporación de nuevas tecnologías de informática y comunicaciones entrañaría la posibilidad de un
nuevo modelo de negocio basado en distribución digital de música, pasando por alto a los tradicionales
intermediarios de la industria
Sin embargo, ante la abundancia de material musical sería necesario implementar nuevos intermediarios que
filtren y administren el creciente flujo de archivos musicales.
Ahora bien, la distribución digital elimina los problemas de sobreproducción y subproducción, ya que cada
copia es realizada en el preciso instante en que se adquiere. Esto resulta en grandes ganancias de eficiencia y
en una reducción de los riesgos implicados. Además como el lanzamiento de material discográfico en línea ya
no exigirá grandes inversiones ni gigantescas infraestructuras, cualquier persona podría montar su propio sello
discográfico y lanzar música al mercado. Pero esto implicaría otro problema, pues en un mercado donde miles
de nuevos álbumes son subidos a Internet cada semana, ¿cómo se podría captar la atención de los
consumidores en unas condiciones como esas?
Actualmente las compañías, en vez de optar por nuevos valores, deciden contratar a artistas que están
funcionando en otros países o que siguen las tendencias en boga. Al hacer esto se aseguran de que no serán
defraudados a la hora de vender discos. (Fuente: Wikipedia),
También hay aspectos buenos, veamos un ejemplo.
El crecimiento de la piratería y el intercambio musical a través de Internet ha provocado el surgimiento de
tiendas virtuales y pequeñas disqueras que apuestan por la difusión de nuevos talentos (corriendo riesgos en el
proceso) y la descentralización de los gustos musicales, inclusive echando mano de novedosos formatos de
distribución y venta de música,
Estas disqueras casi siempre cuentan con una menor cantidad de empleados y con una manufactura de discos
en algunos casos artesanal. Su único objetivo es crear una verdadera cultura del consumo, pero no regida por
las listas de popularidad o de los más escuchados, que más bien son los más vendidos por las grandes
11
disqueras a la radio, sino por aquello que el consumidor desee.
El éxito que han tenido estos sellos ha sido tal, que las grandes disqueras han comenzado a asociarse con ellas.
(Fuente Diario El Universal).
En México la tendencia es clara, ante el declive por el que atraviesan las grandes disqueras, los sellos
independientes han ocupado poco a poco su lugar. De esta manera ha crecido el número de compañías abiertas
a las nuevas propuestas de artistas o grupos. Con la aparición de nuevos sellos y aunados a los que ya tienen
mas camino recorrido, la competencia entre grandes y pequeñas disqueras parece ahora si real y equilibrada.
(Fuente Diario El Universal).
Reacción de las Compañías Discográficas.
La industria discográfica, a pesar de sus intentos, no ha podido generar un sistema que evite la copia de la
música.
La cantidad de métodos que han empleado las disqueras no han servido de mucho. Los expertos en
informática más preclaros han dicho desde hace tiempo que es inútil tratar de proteger algo que es tan simple
de grabar y reproducir.
Hasta hace relativamente poco tiempo las reacciones de las disqueras consistieron exclusivamente en combatir
los avances tecnológicos mediante la utilización de herramientas legales.
Después de su victoria contra Napster, parecía que la industria discográfica había diseminado por el mundo el
suficiente terror como para amedrentar a los millones de usuarios de sistemas P2P. Sin embargo, las demandas
judiciales solo han servido para que las personas se adhieran a tecnologías cada vez más difíciles de controlar
y que aparecieran diversos esfuerzos, tanto de empresas privadas como de programadores voluntarios; que
quieren darle al público lo que éste desea: seguir bajando música de la Red.
Quizá la reacción más vergonzosa de la industria discográfica fue el ataque judicial a los jóvenes que bajaban
archivos de música en formato MP3. Gracias a estas demandas armadas, semejantes a la cacería de brujas en
Salem, las disqueras escribieron su página más negra y deshonrosa.
Uno de los casos que mas impacto tuvo sucedió en Estados Unidos durante septiembre del 2003, cuando la
madre de una niña de 12 años accedió a pagar 2 mil dólares y admitir la culpa de su hija para que le fueran
retirados los cargos en su contra. Otro caso mas reciente, y que sucedió también en EUA, fue el de una mujer
de 30 años que fue encontrada culpable de compartir 24 archivos de música (mediante Kazaa) y obligada a
pagar 222 mil dólares. Esta cifra pudo ser mayor, pues le fueron encontradas 702 canciones (bajadas de
manera ilegal) y pudo haber pagado 150 mil dólares por cada una.
Esta situación no es ajena a nuestro país pues la AMPROFON y el IMPI anunciaron en el año 2007 que
multarían con hasta 400 mil pesos a quienes intercambiaran música a través de Internet.
De hecho el IMPI, con apoyo de agentes federales, puede verificar los archivos Share (compartidos) de las
computadoras, pues a la hora de compartir música queda abierto dicho archivo y así ellos pueden verificar qué
material poseen los discos duros.
Las compañías discográficas se empeñaron en considerar que las trasmisiones a través de la red son peligrosas
para su negocio y se encuentran cerca de acabar con otro medio: la radio por Internet
Las disqueras han decidido subir el precio que cobran para permitir que sus canciones sean trasmitidas.
12
La batalla emprendida por la industria discográfica para defender sus intereses, le ha traído más problemas de
los que pensó tener. Ahora no solo tiene que lidiar con la nueva generación de sistemas de intercambio sino
que, para empeorar las cosas, entran los artistas que reclaman sus derechos ante las llamadas practicas
estándar de la industria en relación a los contratos que ofrece. A pesar de que organizaciones como la RIAA
justifiquen este tipo de acciones alegando que solo quieren proteger los intereses de los artistas, para otras
personas como Bill Evans (director de la organización www.boycott−riaa.com), lo único que buscan es tener
el control total de las licencias de autor. (Fuente: Diario la Opinión).
Lo cierto es que lo único que quieren lograr las disqueras mediante este tipo de prácticas es matar a una nueva
tecnología a la que no entienden y a la que le temen. Sino es así, ¿de qué otra forma se pueden explicar estas
acciones tan desesperadas que solo incentivan a la piratería musical?
Resultados.
A lo largo de la investigación se han ido definiendo el perfil de los bandos principales inmiscuidos en el
problema.
Por un lado está la industria discográfica y sus allegados que consideran a la música un artículo de lujo y
pretenden defender sus intereses monetarios. Para hacerlo recurren a diversas prácticas en las que los
principales afectados son los consumidores, aquellos que han mantenido, con su dinero, a la misma industria
por tanto tiempo.
Para las disqueras no es justo que las personas, al optar por otras alternativas de consumo de música, les
quiten a los músicos su forma de ganarse la vida. Para ellas es una cuestión de respetar la ley y la propiedad
intelectual.
Hay que recalcar que al firmar un contrato el músico con una disquera, es ésta última la única autorizada para
reproducirla, difundirla y venderla. La reproducción sin la autorización del autor esta penada por la ley. Los
poseedores de derechos de copia intentan parchear los agujeros con leyes cada vez más restrictivas. Pero es
dudoso que este tipo de medidas puedan salvar la industria, porque no se puede encarcelar a todo mundo.
Por el otro lado se encuentran los músicos y consumidores que consideran a la música como un bien cultural y
piensan que el modelo de negocios debe cambiar, aún si esto representa el fin de las discográficas.
Muchas personas afines a este bando creen que las nuevas tecnologías pueden eliminar la necesidad de la
distribución física de música (CD's), amenazando así la misma existencia de las grandes discográficas que
actualmente dominan el mercado y la distribución de la música.
Podría parecer injusto que las disqueras tengan que desaparecer, pero tampoco es justo que el consumidor
tenga que pagar altos precios solo porque las disqueras no tengan la capacidad de diferenciar a un producto
rentable de otro que no lo es. De lo que las personas pagan por un CD, a la mayoría de los músicos le llega
una mínima parte. Exceptuando a varios grupos grandes y con trayectoria, los demás músicos y grupos
reciben cantidades ínfimas. De hecho, de las ganancias que obtienen por concepto de ventas de discos, solo el
10% va a parar a manos de los artistas exitosos. La verdadera fuente de ingresos de la mayoría de los músicos
son las actuaciones en directo que brindan al público. Por tanto, para algunos, la disponibilidad del material de
los músicos favorece la afluencia del público a sus conciertos.
Sin embargo varias personas, ya se imaginaran de que bando, no están de acuerdo con este punto de vista y
aluden la pérdida de puestos de trabajos que se producen en la industria debido a esta actividad.
Además defienden el derecho legítimo de los autores a recibir compensación económica por la utilización de
su obra.
13
Basta de esto. Empecemos con el debate.
Discusión.
Uno de los argumentos de la industria y sus adeptos para justificar los altos precios de los CD's, es que la
música es un artículo de lujo y no un bien cultural, por tal motivo debe de ser tratada como una mercancía.
Como optar por la piratería es malo, el consumidor debe forzosamente adquirir una copia legal, y si no puede
seria mejor que prescindiera de la música. No porque un Cadillac es muy caro voy comprar uno robado o me
voy a robar uno.
Buena comparación, pero no aplica aquí. No se puede comparar a la música con un auto. La primera es un
bien cultural, el segundo un bien material.
La mayoría del dinero obtenido por concepto de ventas se queda con los intermediarios. Esto significa que los
que comparten música vía P2P u otros le están robando más a la industria que al músico.
Los artistas chicos viven de las actuaciones en directo y les beneficia que haya difusión de su música. Muchos
grupos actualmente utilizan las herramientas a su disposición para difundir sus canciones, llegando incluso a
llenar sus presentaciones en vivo sin tener si quiera un CD físico en el mercado. Si partimos de la base de que
bajar música es difusión y sirve en beneficio de los músicos, esta práctica ya no sería vista como un delito. Si
de lo que queremos empezar a hablar es acerca de robos y delitos, primero hay que ver los injustos contratos
de las grandes disqueras, que mas que defender los intereses de los artistas está defendiendo los suyos.
No apoyamos la piratería (física al menos) ni decimos que hay que ir en contra de la ley sólo porque no
estamos de acuerdo con ella. Más bien decimos que hay que modificar las leyes de propiedad intelectual
acorde a los tiempos en los que actualmente vivimos.
Hasta que Internet la liberó, la música siempre estuvo ligada a un soporte material. La propiedad intelectual en
realidad jamás controló a la música, tan sólo a los soportes. Hoy no hay soportes.
Las disqueras al no poder contra la piratería, se fueron contra el consumidor indefenso. Están defendiendo su
negocio, pero demandar a niñas de 10 años no es la solución. Las discográficas hacen caso omiso de los
verdaderos piratas, porque, ¿de dónde saldrán los masters de los CD's para ser copiados y posteriormente
distribuirlos ilegalmente en la calle?
Lo único que han generado estas demandas es el disgusto del consumidor y el surgimiento de nuevos medios
y herramientas cada vez más difíciles de controlar que le seguirán dando a la gente lo que quiere: música.
Las leyes se deberían adaptar para equilibrar las cosas pues no es justo una pelea Monstruo vs. Hormiga. Los
consumidores después de todo, podrían demandar a las disqueras porque cobran una alta cantidad de dinero
por un álbum que solo contiene un par de canciones buenas o porque los CD's sean lanzados a un precio de
180 pesos y al no cumplir con las expectativas de ventas, al poco tiempo lo podamos encontrar en la sección
de oferta a 99 pesos.
Es probable que las disqueras se defiendan argumentando que la culpa de los precios altos sea de los
intermediarios, que a fin de cuentas son los que ponen el precio final, pero si ese fuera el caso ¿por qué
demandar a los consumidores y no a los intermediarios?
Además ¿cómo es posible que las multinacionales quieran impedir a millones de personas usar productos que
esas mismas empresas han introducido al mercado? Para ser mas claros, ¿cómo es posible que Sony (por
poner un ejemplo) ponga en el mercado CD's con sistemas anticopia, si ella misma vende CD's grabables,
grabadoras de CD's, reproductores de CD's y MP3's? Esto es incongruente.
14
Las compañías están dando un doble mensaje al consumidor: no consumas CD's piratas ni bajes música pero
cómprame el hardware y el software para que tú puedas hacer tus copias.
Es innegable que la piratería va a seguir avanzando, y va ser casi imposible de erradicar. Los artistas deberían
entender esto y buscar (como muchos ya lo están haciendo) nuevas maneras de ser retribuidos
económicamente. Ya no pueden depender solamente del soporte físico para reproducción de sus obras. El
compartir música (o piratería para algunos) abre y libera en cierta medida al hombre de la publicidad agresiva
de los medios.
Si hoy las grandes compañías discográficas se molestan y no tiene muy buenas proyecciones a futuro, es
debido a que no se supieron adaptar, o crecieron demasiado priorizando las ganancias a su verdadero trabajo
que es encontrar nuevos artistas.
Los canales de difusión se volvieron inalcanzables, económicamente hablando, para artistas y músicos
talentosos hace mucho tiempo. Hoy estos marginados encuentran otras formas de darse a conocer como
Myspace, Youtube y Blogger. Empero, el hecho de que cualquiera pueda promover y difundir su música, y de
que no exista un control de calidad; ocasiona que estos medios sean invadidos de proyectos que presentan
pobres propuestas o que no se diferencian en absoluto a las modas que imperan en el mercado.
Esto se refleja en las personas que ingresan a estos medios y terminan por bajar o descargar la misma música
que compraron hace 10 años.
No pretendemos de ninguna manera que los músicos trabajen gratis, pues necesitan de un modo para vivir,
pero hay que recordar que músicos siempre ha habido y que los soportes musicales no tienen ni 2 siglos.
Además, quienes comercian con la música siempre van a esgrimir argumentos que tengan que ver con
derechos. Entonces, ¿cuáles son los derechos de los consumidores?
El debate está abierto, la discusión puesta sobre la mesa. ¿Qué puede hacer falta?
Conclusiones.
El futuro de la industria discográfica depende de la interacción de varios factores.
Afirmar que las compañías discográficas tienen los días contados puede resultar un tanto arriesgado. Si bien
es cierto que las nuevas tecnologías están perjudicando a la industria también es muy cierto que más que
reemplazar al modelo tradicional, lo están complementando.
A pesar de que en medios como Internet los músicos y consumidores pueden relacionarse directamente si
tener que recurrir a intermediarios, es poco probable que este sea el medio de principal interacción.
No es la primera vez que la industria se enfrenta a grandes desafíos en su historia. Ya en el pasado diversos
avances tecnológicos la han puesto en peligro y esta siempre encontró la forma de salir airosa. Ya lo ha hecho
antes y puede hacerlo otra vez.
Sin embargo el tiempo es un factor importante. Si la reacción de las discográficas se hace esperar mucho
podrían ser relegadas del mercado por otras empresas, que pudieran desarrollar las capacidades y adquirir los
activos necesarios para ingresar al mercado, como son las compañías tecnológicas.
Lamentablemente las acciones emprendidas hasta el momento por la industria, para contrarrestar el deceso en
las ventas de CD's, no han sido las mas acertados.
15
Las demandas y demás acciones legales contra los consumidores no han hecho más que estos se adhieran a
tecnologías cada vez más difíciles de controlar, dejando otra vez a las autoridades fuera de la jugada. De
nueva cuenta los dueños de las disqueras se verán entre si con risas nerviosas, de nuevo los consumidores
seguirán buscando alternativas la consumo de música cuando encuentren trabas a la compra de CD's a un
precio razonable.
La opción por excelencia que las compañías discográficas que se resisten a aplicar es bajar los precios de los
CD's.
La industria argumenta que es imposible bajar los precios, ya que los diversos eslabones de la cadena se
resentirían. Sin embargo, los beneficios de las empresas no disminuirían, pues las grandes compañías suelen
ser las mismas que fabrican los dispositivos para grabar CD's.
Como el beneficio = numero de unidades x margen, es altamente probable que si bien el margen disminuye, el
beneficio se mantenga o aumente como consecuencia de una mayor venta de unidades, pero parece que los
empresarios no tienen la misma opinión.
Otra opción que tienen las discográficas es la de convertirse en empresas de simple promoción de artistas,
pues cada vez hay mas grupos que se separan de ellas y se hacen independientes.
Otras acciones que se podrían llevar a cabo para contrarrestar el descenso en ventas de CD's son las que a
continuación presentamos.
Tiendas de música legales en línea: Un estudio realizado por la consultora Júpiter indica que existe un número
importante de consumidores dispuestos a pagar por descargas legales. Además el éxito de Apple y su tienda
iTunes indica que si puede ser rentable la venta de música por Internet.
Buscar nuevos métodos de distribución: Internet puede convertirse en una de las herramientas más interesante
para la difusión. Si no puedes con el enemigo, únete a él, o en este caso aprovéchate de él.
Revalorizar el ritual del concierto: Un concierto o presentación en directo se puede grabar, pero la experiencia
de estar en uno no se puede copiar.
Tratar al público como un potencial comprador y no como un delincuente.
Ofrecer mas por menos: Ofrecer algún tipo de valor añadido a los CD's que no se pueda copiar en casa, algo
que nos cree la sensación de que merece la pena comprar un CD original frente a uno pirata. En el caso de los
LP's de vinilo, a veces sólo por tener sus carátulas merecía la pena tenerlos, pero ¿qué nos ofrece un CD?
En fin las anteriores medidas son sólo algunas que se podrían emprender. Sin embargo, siempre es más fácil
dar ideas que emprender acciones, no les parece. Sin embargo estas ideas se encuentran al alcance de
cualquiera que se digne leer este trabajo.
El futuro de la industria discográfica.
Siempre es difícil hacer predicciones acerca de lo que puede pasar dentro de augitos años dentro de la
industria. Lo único cierto es que las cosas están cambiando y las disqueras se deben adaptar si quieren
sobrevivir. Empecemos pues, con las predicciones.
Probablemente disminuirá aún más la facturación total de la industria.
Ahora, es más probable que el negocio musical se vuelva más simple y puro. Los costos serán solo los
16
derechos de los artistas, que seguramente serán rebajados en función de la nueva política.
Quizás deje de ser negocio promover tanto a músicos mediocres como han hecho tantos años. Quizás el
negocio de lanzar grupos prefabricados para adolescentes no tenga mas sentido. Quizás todo esto genere que,
a largo plazo se escuche música de mejor calidad.
Además de esto, es muy probable que en un futuro no muy lejano la distribución no se realice como hasta
ahora.
La industria tiene que adaptarse a los avances tecnológicos y encontrar la forma de retribuir a los músicos. Es
un proceso inevitable y siempre ha ocurrido.
Aún si las disqueras desaparecen, la música seguirá existiendo.
Si, la música seguirá existiendo.
referenciaS
Publicaciones periódicas (hemerográficas):
CERVERA, José, (2002), El que copia la paga: Qué es y para qué sirve la propiedad privada, Revista Muy
Interesante, núm. 9, Pág. 56 a Pág. 64.
CORTES, David, (2007), con el pretexto de la celebración ·, Revista Switch núm. 127, Pág. 12.
GARFIAS, Diovanny, (2007), Myspace: A place for friends, Revista Switch núm. 131, Page. 60.
GOMEZ, Rafael, (2007), Escuadrón Pirata, Revista Switch, núm. 133, pág. 10.
GOMEZ Rafael, (2007), La Justicia siempre un paso atrás, Revista Switch, núm. 128, pág. 10.
GOMEZ, Rafael, (2007), Tributo a la Mediocridad, Revista Switch, núm. 127, Pág. 10.
GOMEZ, Rafael, (2006), Justicia y Fe, Revista Switch, núm. 115, Pág. 1.
GONZALES CASTILLO, Alejandro, (2006), ¿Cómo estuvo eso del Rock en tu Idioma?, Revista Gorila,
núm. 54, Pág. 30 a Pág. 32
GORDON STEINER, José; LUIS LOYOLA, Benjamín, y QUINTERO RAMIREZ, Rodolfo, (2006), 100
Grandes Ideas, Revista Muy Interesante, núm. 3, Pág. 28 a Pág. 37.
GUIRAO, Tamara y ARCE, Hugo, (2005), 100 inventos que revolucionaron tu estilo de vida, Revista Popular
Mechanics En Español, núm. 6, Pág. 54 a Pág. 71.
LEDESMA, Isabel, (2007), Las Grandes Disqueras, Revista Switch, núm. 125, Pág. 24.
MARTINEZ RIOS, Julio, (2008), El derrumbe del poliedro, Diario Récord,
núm. 2061, Pág. 2b.
MARTINEZ RIOS, Julio, (2007), Cómo salvar al borrego cimarrón, Diario Récord, núm. 1970, Pág. 2b.
17
MELCHOR, Alejandro, (2006), Querido Diario, Revista Popular Mechanics en Español, núm. 9, Pág. 36.
MELCHOR, Alejandro, (2003), Con todas las de la ley, Revista Popular Mechanics en Español, núm. 12, Pág.
38.
ORDOÑEZ, Claudia, (2006), Sr. iPod, Revista Conozca Más, núm. 11, Pág.85 a Pág. 88.
villagran, Mario y GONZALES, Carlos Jesús, (2006), La muerte del Pop, Revista Switch, núm. 115, Pág. 36
a Pág. 43.
ZAMUDIO, Francisco, (2007), Rock Mexicano 2007, Revista Switch, núm. 130, Pág. 50 a Pág. 54.
ZAMUDIO, Francisco, (2007), Piratería Musical, Revista Switch, núm. 127, de Pág. 66 a Pág. 69.
Documentos en línea:
ATALAYA, (2003), El futuro de la industria discográfica. Consultado en el sitio Web: Atalaya, el mes 1, día
22, año 2008, desde la dirección electrónica http://atalaya.blogalia.com/.
F., José, (2007), Adaptándose a los nuevos tiempos (Pocoyo, Internet y la piratería). Consultado en el sitio
Web: Diario Gaia, el mes 1, día 18, año 2008, desde la dirección electrónica http://diariogaia.blogspot.com/.
F., José, (2007), Nuevos tiempos para la música. Consultado en el sitio Web: Diario Gaia, el mes 12, día 18,
año 2008, desde la dirección electrónica http://diariogaia.blogspot.com/.
FOROWARE, (2005), FACUA emprende una campaña por la modificación de la Ley de Propiedad
Intelectual para acabar con los sistemas anticopia y el canon. Consultado en el sitio Web: Foroware Virtual
Community, el mes 12, día 18, año 2007, desde la dirección electrónica http://www.foroware.com/.
GARCIA, Solange, (2006), Sellos independientes, otra alternativa. Consultado en la pagina Web: Diario El
Universal, el mes 12, día 30, año 2007, desde la dirección electrónica http://eluniversal.com/.
GARCIA, Solange, (2006), Disqueras independientes dan mas oportunidades. Consultado en la pagina Web:
Diario El Universal, el mes 12, día 30, año 2007, desde la dirección electrónica http://eluniversal.com/.
GONZALES, Miguel, (2004), El fenómeno Itunes cumple un año. Consultado en el sitio Web: Diario La
Opinión, el mes 12, día 17, año 2007, desde la dirección electrónica http://www.laopinion.com/.
GONZALES, Miguel, (2003), Persecución a todo ritmo. Consultado en el sitio Web: Diario La Opinión, el
mes 12, día 17, año 2007, desde la dirección electrónica http://www.laopinion.com/.
MORAL, Maria, (2004), La Industria Musical Mexicana, preocupada por el aumento de la piratería.
Consultado en la pagina Web: América Económica, el mes 12, día 17, año 2007, desde la dirección
electrónica http://www.americaeconomica.com/.
PALMEIRO, Cesar, (2004), La Industria Discográfica y La Revolución Digital. Consultado en el sitio Web:
Discográficas de Buenos Aires, el mes 12, día 22, año 2007, desde la dirección electrónica
http://www.discograficas.gov.ar/.
25
12
18
Crisis en la Industria Discográfica (1990−2007)
19
Descargar