Retiro del Cuerpo y Sangre del Señor “Señor y Dios nuestro, concede bondadosamente a tu Iglesia los dones de la unidad y de la paz, significados en las ofrendas que te presentamos” (de la oración sobre las ofrendas) Antecedentes previos. Retiro de una mañana: 1.- Mantener un bonito ambiente que refleje el sentido de la presencia del Cuerpo y Sangra del Señor. Se propone tener Pan y vino, hermosamente presentados, como signo de los dones que se convertirán en el Cuerpo y la Sangre del Señor. Representamos también lo que somos y nuestra disposición a dejarnos transformar por la Palabra. 2.- Es importante poder tener también un ambiente preparado para tomar un café y en ese espacio poder compartir lo que va surgiendo desde es corazón esta mañana. 3.- Si es costumbre de la Comunidad, al recibir a cada participante se le puede colocar un distintivo con su nombre, si la Comunidad no tiene esta costumbre, hacer un signo de bienvenida para que todos se sientan integrados y motivados a estar en Comunidad pidiendo al Señor su gracias y paz. 4.- Se utilizará para este Retiro, el Evangelio de la Solemnidad. Marcos 14, 12-16. 22-26 12 El primer día de la fiesta de los panes Ácimos, cuando se inmolaba la víctima pascual, los discípulos dijeron a Jesús: «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la comida pascual?». 13 Él envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: «Vayan a la ciudad; allí se encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo, 14 y díganle al dueño de la casa donde entre: El Maestro dice: “¿Dónde está mi sala, en la que voy a comer el cordero pascual con mis discípulos?”. 15 Él les mostrará en el piso alto una pieza grande, arreglada con almohadones y ya dispuesta; prepárennos allí lo necesario». 16 Los discípulos partieron y, al llegar a la ciudad, encontraron todo como Jesús les había dicho y prepararon la Pascua. 22 Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomen, esto es mi Cuerpo». 23 Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, y todos bebieron de ella. 24 Y les dijo: «Esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos. 25 Les aseguro que no beberé más del fruto de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios». 26 Después del canto de los Salmos, salieron hacia el monte de los Olivos. PROPUESTA DE HORARIO PARA EL RETIRO DEL CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO (10 min) Acogida (10 min) Bienvenida: Breve explicación de cómo se realizará el retiro. Aspectos prácticos Dar el Sentido del Retiro. (20 min) Oración Inicial Relajar el cuerpo, respirar lentamente… o Momento Personal: Respondiendo la siguiente pregunta: ¿Cómo me siento? ¿Cómo vengo a este retiro? Contemplación y Lectura del Evangelio o Se lee la primera vez muy lentamente, pidiendo a las personas que se metan en la escena, que contemplen la situación, que ven sus rostros, los gestos, el ambiente… o Se deja silencio o Y luego se vuelve a leer el evangelio. (15 min) Primera Meditación Se motiva la meditación personal. Se entrega la pauta de oración personal (30 min) Oración Personal (15 min) Compartir de a dos personas (15 min) Café de media mañana (15 min) Segunda Meditación Se motiva la meditación personal. Se entrega la pauta de oración personal (30 min) Oración Personal (15 min) Compartir de a dos personas ¿Qué me llama la atención del texto? (20 min) Oración Final Signo de compartir el pan Retiro del Cuerpo y Sangre del Señor Guía para el expositor Primera Meditación Es importante que durante el retiro, podamos leer y releer con calma el texto bíblico propuesto. Nos demos un tiempo, miremos lo que ocurre, yo también estoy allí, yo también cumplo las órdenes del Señor, yo también celebro esta Cena junto a Jesús el Señor. El ambiente donde el Señor celebra la Última Cena está algo complejo, de echo toma precauciones y pide a sus discípulos que cumplan fielmente las instrucciones para que salga todo bien: “Encontraron todo como Jesús había dicho. Y prepararon la Pascua”. Hay una interesante actitud a oír las instrucciones del Maestro “para no tener problemas”. Cumplen y preparan todo. Hoy podemos sentirnos también nosotros en un ambiente enrarecido: Conflictos, cuestionamientos, dudas, en fin. Se puede caer en la tentación de vivir una fe intimista, que no se note, que no se vea, así nadie nos puede molestar y yo no molesto a nadie. Trato de cumplir lo que Dios me pide, ¿pero será eso suficiente?. Lo anterior puede ser una mirada un tanto pesimista, pero también vemos otros testimonios que nos impulsan a no dejarnos caer en el desánimo o el temor. Son testimonios que dan cuenta de cómo la presencia real del Señor nos anima y da fuerza en las dificultades y que en el fondo nos pueden llevar a preguntarnos: ¿Cuál es la instrucción que el Señor me da hoy?. Esta pregunta es interesante. Especialmente mirando la vida de Iglesia y el camino que hemos recorrido, los Diálogos de Esperanza que se han realizado en el marco de la Misión Joven, dan cuenta de cómo los jóvenes nos piden coherencia, testimonio, mostrar a Jesús, hablar de Él, volver al Evangelio, esto es desafiante, nos invita a no tener miedo y sobre todo nos invita a ser discípulos y misioneros como nos lo recordaban nuestros pastores en Aparecida. Vivir una fe respetuosa del entorno, en cuanto queremos mostrar la alegría de la Pascua (Como lo señalan los prefacios pascuales), mostrando nuestra identidad y siendo testimonios del amor. Entonces surge la pregunta: ¿Escucho las instrucciones que Dios me da?, ¿Qué surge de mi corazón? ¿Qué estoy preparando? Los discípulos van a preparar la Cena, hoy nosotros preparamos la Eucaristía, donde ponemos todo el cariño de poder vivir lo que nos pide la Iglesia “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón” que son las palabras de la Constitución Gaudium et spes. ¿Cuáles son los gozos y esperanzas de hoy? ¿Cuáles son las angustias y las tristezas? ¿Cómo vivo mi testimonio creyente? Retiro del Cuerpo y Sangre del Señor Pauta para el participante Primera Oración Personal Él envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: «Vayan a la ciudad; allí se encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo, y díganle al dueño de la casa donde entre. Primer Momento Elijo un lugar y me dispongo para unos minutos de encuentro con el Señor. Tomo conciencias de mi cuerpo ¿Cómo estoy? Cansado/a, preocupada/o animado/a y todo se lo dejo al Señor, respiro hondo y me relajo Me pongo en presencia del Señor y hago la señal de la cruz. Segundo Momento Vuelvo a leer el Evangelio de la Cena del Señor, rezo y contemplo las palabras y gestos de Jesús, Marcos 14, 12-16. 22-26 Marco, subrayo la(las) frase(s) que mas me llama la atención. En medio de un ambiente complejo, Jesús en la Última Cena toma precauciones y pide a sus discípulos que cumplan fielmente sus instrucciones para que salga todo bien. Los Discípulos, como muchas veces, cumplen y preparan todo para la cena Mirando nuestra vida de Iglesia, Arquidioscesana, zonal, particular… En mi vida como discipulo/a: ¿Cuáles son las instrucciones que el Señor me da? ¿Qué es lo que me está pidiendo? ¿Cómo lo estoy viviendo? Como los discípulos, hoy nosotros preparamos la Eucaristía, donde ponemos todo el cariño de poder vivir lo que nos pide la Iglesia “Los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón” (Constitución Gaudium et spes.) ¿Cuáles son los gozos y esperanzas de hoy? ¿Cuáles son las angustias y las tristezas? ¿Cómo vivo mi testimonio creyente en medio de esta realidad? Termino mi oración rezando Padre nuestro y Ave María. Tercer Momento: Concluyo este tiempo de oración, dejando 5 minutos para revisar y anotar los frutos. - ¿Logré conectarme con el Señor?, ¿Estuve muy inquieto(a)? ¿Cuál es la razón? - ¿Qué cosas me ayudaron y Qué cosas me dificultaron la oración? - ¿Qué ha pasado en mi? ¿qué sucedió en mi mundo interior? Retiro del Cuerpo y Sangre del Señor Pauta para el participante Marcos 14, 12-16. 22-26 El primer día de la fiesta de los panes Ácimos, cuando se inmolaba la víctima pascual, los discípulos dijeron a Jesús: «¿Dónde quieres que vayamos a prepararte la comida pascual?». Él envió a dos de sus discípulos, diciéndoles: «Vayan a la ciudad; allí se encontrarán con un hombre que lleva un cántaro de agua. Síganlo, y díganle al dueño de la casa donde entre: El Maestro dice: “¿Dónde está mi sala, en la que voy a comer el cordero pascual con mis discípulos?”. Él les mostrará en el piso alto una pieza grande, arreglada con almohadones y ya dispuesta; prepárennos allí lo necesario». Los discípulos partieron y, al llegar a la ciudad, encontraron todo como Jesús les había dicho y prepararon la Pascua. Mientras comían, Jesús tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo: «Tomen, esto es mi Cuerpo». Después tomó una copa, dio gracias y se la entregó, y todos bebieron de ella. Y les dijo: «Esta es mi Sangre, la Sangre de la Alianza, que se derrama por muchos. Les aseguro que no beberé más del fruto de la vid hasta el día en que beba el vino nuevo en el Reino de Dios». Después del canto de los Salmos, salieron hacia el monte de los Olivos. Vuelvo a leer el Evangelio de la Cena del Señor, rezo y contemplo las palabras y gestos de Jesús, Marcos 14, 12-16. 22-26 Marco, subrayo la(las) frase(s) que mas me llama la atención. ¿Qué me llama la atención de este texto? ¿Por qué? Retiro del Cuerpo y Sangre del Señor Guía para el expositor Segunda Meditación En esta segunda meditación queremos adentrarnos en la fe celebrada, aquella fe que conmueve nuestra vida. El Señor Jesús presente en su Cuerpo y en Sangre nos anima a dar testimonio de Él. Como Comunidad que celebra al Dios de la vida hacemos eco con este trozo de la plegaria diversas circunstancias III “Haz que los fieles de la Iglesia sepan discernir los signos de los tiempos a la luz de la fe y se consagren plenamente al servicio del Evangelio. Concédenos estar atentos a las necesidades de todos los hombres para que participando en sus alegrías y esperanzas, Les mostremos fielmente el camino de la salvación Y con ellos avancemos en el camino de tu reino” ¿Cómo discernimos los signos de los tiempos? El discernimiento es un bello camino, de ir observando el paso de Dios en la historia y que es el camino hoy recorrido. Nos cuestionamos, pedimos la luz del Espíritu, nos unimos como Comunidad que celebra la fe. En torno al Cuerpo y Sangre del Señor, nuestra fe viva se hace operativa. La presencia del Señor, nos invita a mirar a nuestro alrededor para saber cómo hacer llegar a ellos esta Buena Noticia, la presencia del Señor nos mueve y nos conmueve. Los discípulos quizá no comprendieron todo, pero la fuerza del Espíritu Santo los lleno de entusiasmo para poder salir a todo el mundo y contar las maravillas que Dios había realizado. La presencia real del Señor en la Eucaristía es un bello misterio que nos invita a salir de nosotros para poder darlo a conocer. Es una invitación que nos hace ser discípulos y misioneros, por ello la plegaria que está indicada más arriba es una meditación de cómo debemos actuar quienes celebramos la Eucaristía “seamos iluminados por una misma fe y congregados en una misma caridad” (Prefacio Eucaristía II) Los quiero invitar a que nos demos un hermoso tiempo y podamos reflexionar junto con el Señor lo que ha significado la Eucaristía para mí. El poder recibir su Cuerpo y Sangre en mi vida ¿qué ha significado? ¿Cómo me ha transformado? Démonos un tiempo, que esta mañana nos permita después poder compartir y mostrar la conversión que ha realizado en mí el Señor, compartamos los signos de vida que surgen del encuentro con Él y dialoguemos como amigo, con el Señor Jesús que nos da su cuerpo, para ser fortalecidos, y su sangre para ser santificados. Retiro del Cuerpo y Sangre del Señor Pauta para el participante Segunda Oración Personal Primer Momento Vuelvo al lugar elegido y me dispongo para unos minutos de encuentro con el Señor. Nuevamente tomo conciencia de mi cuerpo Me pongo en presencia del Señor y hago la señal de la cruz. Segundo Momento Recordando lo meditado, leo este trozo de la plegaria diversas circunstancias III “Haz que los fieles de la Iglesia sepan discernir los signos de los tiempos a la luz de la fe y se consagren plenamente al servicio del Evangelio. Concédenos estar atentos a las necesidades de todos los hombres para que participando en sus alegrías y esperanzas, Les mostremos fielmente el camino de la salvación Y con ellos avancemos en el camino de tu reino” El discernimiento es un bello camino, de ir observando el paso de Dios en la historia y que es el camino hoy recorrido. Nos ayuda a cuestionamos, pidiendo la luz del Espíritu, unimos a la Comunidad que celebra la fe. En torno al Cuerpo y Sangre del Señor, nuestra fe viva se hace activa. La presencia del Señor, nos invita a mirar a nuestro alrededor para saber cómo hacer llegar a ellos esta Buena Noticia, la presencia del Señor nos mueve y nos conmueve. Me pregunto: ¿Cómo discierno los signos de los tiempos? ¿en qué me poyo para realizar este discernimiento? El poder recibir su Cuerpo y Sangre en mi vida ¿qué ha significado? ¿Cómo me ha transformado? ¿De qué manera reflejo esta transformación en mi vida personal, familiar y comunitaria? Termino mi oración rezando Padre nuestro y Ave María. Tercer Momento: Concluyo este tiempo de oración, dejando 5 minutos para revisar y anotar los frutos. - ¿Qué cosas me ayudaron y Qué cosas me dificultaron la oración? - ¿Qué ha pasado en mi? ¿qué sucedió en mi mundo interior?