Taller : CONVIVENCIA ESCOLAR Y ESTILOS

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APRENDIENDO A
EDUCAR
CONVIVENCIA ESCOLAR Y
ESTILOS EDUCATIVOS FAMILIARES
REA
1
GUIÓN
PRESENTACIÓN
¿Qué es REA y quiénes somos?
FACTORES
QUE
CONVIVENCIA
INFLUYEN
EN
LA
¿QUÉ ES EDUCAR?:
Los fines educativos familiares
1. Ayudar
2. Ayudar
3. Ayudar
4. Ayudar
5. Ayudar
a
a
a
a
a
ser
ser
ser
ser
ser
personas autónomas
personas integradas en la sociedad
el o ella misma
personas libres y felices
personas seguras
¿CÓMO EDUCAR?:
1. Los estilos educativos familiares
2. El estilo democrático o inductivo:
2.1.-Apoyo incondicional
- Clima de afecto y estimulación
- Comunicación familiar. Escucha activa
2.2.- La disciplina y el control
- Normas. Disciplina Inductiva
2.3.- Resolución de conflictos
- Convivencia: Concertación y diálogo
2.4.- Otras estrategias
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PRESENTACIÓN
¿Qué es REA y quiénes somos?
REA. ASOCIACIÓN CASTELLANO LEONESA PARA LA DEFENSA DE
LA INFANCIA Y JUVENTUD: somos una asociación sin ánimo de lucro,
fundada en 1996 con ámbito de actuación en Castilla y León. Está formada
por profesionales y no profesionales que desean dedicar parte de su tiempo
y esfuerzo a impedir que siga habiendo niños y niñas víctimas de malos
tratos, así como con el deseo de fomentar el buen trato.
Nuestra Asociación ha sido declarada de Utilidad Pública por el
Ministerio del Interior en el año 2003.
Somos miembros de la Federación de Asociaciones para la Prevención del
Maltrato Infantil –FAPMI- en representación de Castilla y León, formando
parte de la plataforma nacional de ONGs de la infancia y manteniendo
contacto con la Asociación Internacional para la Prevención del Maltrato
Infantil.
REA tiene en funcionamiento los siguientes programas de sensibilización:
 Sensibilización en el ámbito escolar contra el maltrato infantil:
programa fundamentalmente dirigido a profesores y profesoras de
alumnos de infantil y primaria.
 Sensibilización contra el maltrato entre iguales: programa que
pretende aportar información sobre el maltrato entre iguales al
profesorado, familias, alumnado y sociedad en general.
 Sensibilización en el ámbito sanitario contra el maltrato en la
infancia y adolescencia: Dirigido al médico, especialmente médico
pediatra y al resto del personal sanitario porque entendemos que son
educadores para la salud.
 Escuela de padres “Aprendiendo a Educar”: sesiones estructuradas
con padres y madres donde se profundiza sobre la tarea educativa.
Objetivos de las sesiones
1. Reflexionar sobre qué es educar.
2. Conocer los cambios sociales y familiares producidos en nuestra
sociedad y sensibilizar sobre los distintos ámbitos en los que
desarrolla la educación de nuestros hijos.
3. Reflexionar sobre qué necesidades básicas debería cubrir la
educación de nuestros hijos en el ámbito familiar
4. Analizar las diferentes formas o estilos educativos en la educación de
nuestros hijos en la sociedad actual.
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5. Profundizar en las actitudes o habilidades más adecuadas en la
educación de nuestros hijos.
Debemos aclarar que estos objetivos se pretenden cubrir con dos
sesiones y que no son una escuela de padres, puesto que habría que
profundizar en cada tema de forma más extensa. Con estos encuentros
pretendemos una sensibilización a padres para que posteriormente pueda o
no surgir la necesidad de una formación más profunda y sistemática.
Advertencias
Primera: No hay recetas ni varitas mágicas. No hay una sola forma de hacer
las cosas bien y por lo tanto no nos podemos poner en el lugar de ningún
padre o madre. Esto no quita valor a este acto. Podemos pensar lo que
hacemos. Reflexionar sobre nuestros actos como padres y sobre las
consecuencias que ellos tienen para nuestros hijos.
Segunda: Disculpas anticipadas. Se entiende por parte del que expone algo
en público a hacerlo con actitud de prepotencia. Queremos distanciarnos de
esa postura, sólo pretendemos introducir ideas y datos que permitan a cada
padre y madre revisar y enriquecer de alguna manera su práctica diaria.
Tercera: Nadie nos ha enseñado a ser padre o madre. Manejamos las
conductas de nuestros hijos intentando hacer lo que pensamos que es
siempre lo mejor para ellos porque nos lo dicta el sentido común. Pero es
verdad que, aunque tengamos buena voluntad, nadie nos ha formado ni nos
han dado ningún cursillo. Para cualquier compra (vivienda, coche, cámara
digital, caldera, video, etc), reflexionamos y nos planteamos largo tiempo
qué queremos, que nos conviene más y cómo manejarlo para sacar el máximo
provecho. Sin embargo, para ser padres, que es una tarea mucho más
compleja y transcendental nadie nos forma, tenemos los hijos y a partir de
aquí vamos resolviendo buenamente los problemas que nos van surgiendo día
a día con los hijos. En general, no nos planteamos objetivos en la educación
cómo: qué queremos hacer como padres, cómo queremos educar, que grado
de coherencia queremos tener, qué valores queremos inspirar en nuestros
hijos, ni tampoco nos planteamos cuestiones más específicas que nos
aparecerán: qué hacer cundo el niño no quiera comer, qué hacer ante las
rabietas, qué hacemos si la niña no obedece, cómo resolver los conflictos
entre hermanos, etc. Todo esto requiere buena voluntad como hasta ahora,
pero además es imprescindible plantearse el papel de padres (cuánto más
jóvenes mejor) a través de una formación extensa y completa. Es necesario
una buena Escuela de Padres. Vosotros sois el inicio de esto y os
agradecemos esta voluntad de formaros y reflexionar con nosotros. Gracias.
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FACTORES QUE INFLUYEN
EN LA CONVIVENCIA
Las causas que influyen son múltiples:
a) Variables personales: El temperamento. La personalidad. El
aprendizaje de conductas en la infancia.
b) Variables familiares: Estilo de educación familiar.
c) Variables escolares: Metodología. Pautas disciplinarias. Clima en el
aula o el centro.
d) Variables sociales y culturales: Amigos. Medios de comunicación.
Creencias y costumbres sociales. Valores socialmente aceptables.
Factores que influyen en la mala convivencia escolar
Como Inés Monjas y José María Avilés señalan, al preguntarse por las
causas del maltrato entre iguales en los centros, (“Programa de
sensibilización contra el maltrato entre iguales” de REA ), la respuesta no
es fácil, y es preciso recurrir a las explicaciones que nos proporcionan los
modelos ecológicos y sistémicos para estudiar los conjuntos de relaciones
que interactúan entre sí.
Las causas que influyen son múltiples:
a) Variables personales: El temperamento. El aprendizaje de conductas
violentas en la infancia. Haber sido maltratado por adultos.
b) Variables familiares: Estilo de educación familiar autoritario.
Permisividad hacia la conducta agresiva del niño. Aprobación de
conductas de intimidación. Maltrato familiar.
c) Variables escolares: Metodología competitiva. Disciplina autoritaria.
Carencia de pautas disciplinarias positivas. Ausencia de educación en
valores. Clima enrarecido en el aula o el centro.
d) Variables sociales y culturales: Creencias y costumbres sociales.
Medios de comunicación. Valores socialmente aceptables. Permisividad
social hacia la violencia.
De todo ello se deduce que la familia y la escuela no son los únicos
lugares de aprendizaje para los niños y en consecuencia parecen obligados
unos planteamientos educativos más globales. La sociedad en su conjunto, ha
de estar comprometida con la educación de la infancia y la juventud.
Ello hace hablar al profesor José Antonio Marina, de la necesidad de una
movilización educativa de la sociedad. Implantar una “civilización del
cuidado” una “maternalización” de la sociedad, que sería la civilización
verdaderamente humana. (1)
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Por tanto, la mejora de la convivencia escolar es una responsabilidad
compartida de todos los miembros de la comunidad educativa y de todos los
implicados directa o indirectamente en la educación, pero nuestro objetivo
en estas sesiones es centrarnos en las variables familiares porque es un
factor altamente preventivo, es donde podemos incidir más directamente y
además es la variable fundamental (no la única) para poder contrarestar en
este modelo sistémico la influencia de otros aspectos a lo largo de la vida
del niño (colegios, medios de comunicación, amigos, consumismo social,
competitividad, etc).
¿QUÉ ES EDUCAR?
Los fines en la educación familiar
Partimos del hecho de que es difícil ser padre o madre, sobre todo
porque nadie nos ha enseñado a ello. Además sabemos que ser padre o
madre conlleva manejar multitud de cosas al cabo del día: aclarar dudas, dar
respuesta a miles de preguntas, mediar entre hermanos en los conflictos,
realizar los deberes, que coman bien, actividades extraescolares, deportes,
relaciones con amigos, etc.
Pero, simplificando las cosas, podemos tener claro cuáles son los
objetivos de educar y las ideas básicas para manejar el comportamiento de
nuestros hijos. Si estas ideas claves las conocemos, tenemos ganado mucho
terreno en el tema de la educación de nuestros hijos y así podremos
abordar conflictos más concretos que se nos presenten en nuestra vida
diaria.
Por eso es muy importante revisar primero si tenemos claro estos
objetivos e ideas básicas como padres en la educación de nuestros hijos y
luego pasaremos a conductas más concretas. Para ello Vamos a revisar
nuestro estilo y dinámica familiar preguntándonos:
- ¿Qué clima familiar hay en nuestra casa?
- ¿Qué tipo de disciplina utilizamos?
- ¿Cómo es la comunicación en casa?
- ¿Estoy siendo modelo de víctima o intimidador para mis hijos?
Una reflexión seria sobre estas preguntas, requiere plantearnos dos
cuestiones fundamentales:
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Primera.- ¿Cuál es la meta u objetivo de la educación de los hijos?
¿Qué queremos hacer con ellos?
Segunda.- ¿Cómo hacerlo?
¿CUALES SON LOS FINES
EDUCACIÓN? ¿CUÁL ES NUESTRA META FAMILIAR?
PRIMERA
CUESTIÓN:
DE
LA
Es muy importante tener las ideas claras. La educación es un proceso
lento y paciente y el saber con precisión cual es la meta que
perseguimos es primordial. Una posible definición sería: proceso de
relación interpersonal en virtud del cual el niño o niña va adquiriendo de
forma progresiva un adecuado dominio de sí mismo y del medio externo.
Tendremos fallos, desalientos, pero mantendremos actitudes y
objetivos constantes y coherentes, que serán los que marquen la
educación de nuestros hijos.
Siguiendo la opinión de varios autores (entre ellos el profesor M.
Iceta, en su obra “Dejar ser” (2)) pensamos que la educación familiar
debe tener en cuenta los siguientes objetivos:
1. Educar es: hacer a una
independiente y autónoma.
persona
capaz
de
ser
Que el niño o niña aprenda gradualmente a ser autosuficiente y vaya
manejándose con seguridad en el ejercicio de su propia conducta. Lo que
llamamos Andamiaje para alcanzar la Zona de desarrollo próximo. Esto
incluye dedicar al menor tiempo y que éste sea de calidad.
- Desde la total dependencia para todo, hasta la total autonomía.
- Dándole responsabilidades cuanto antes: alimentarse, vestirse,
asearse, hacer tareas de la casa, etc.
- Utilizando el prodigioso “TU VERÁS”; acompañado de cercanía y
diálogo.
- No empeñarnos en hacer a nuestros hijos unos inútiles, allanando
todos los caminos. Evitar la sobreprotección.
- Que todas sus conductas estén dirigidas por consecuencias lógicas
o naturales.
- Hacer al hijo capaz de irse, de vivir sin nosotros.
2. Educar es: ayudar a salir de sí mismo e integrarse en la
comunidad.
- La madurez consiste en ir superando el egoísmo radical infantil.
- Aprender a colaborar, a ayudar, a compartir lo que tienen.
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-
Para integrarse en la comunidad es necesario salir del egoísmo,
compartir, esforzarse por los demás. Para que los demás valoren
tu trabajo es necesario que pienses en ellos.
- Descubrir el yo persona (adolescencia) y descubrir al otro
(madurez). Aceptación y respeto por la diversidad de los otros.
- El aprendizaje de la decepción es la enseñanza principal que
podemos y debemos ofrecer a nuestros hijos, en palabras del
profesor de filosofía Vicente Carrión Arregui. (3)
- No consentir todo capricho. No dar cuestiones materiales más que
a los demás, ni mejores cosas.
- No saciar todo deseo del niño.
Es fundamental que en vez de quemar cartuchos en cosas sin
importancia, que nos vean intransigentes en todo lo que hace
referencia a la aceptación y respeto al otro, colaborar, compartir
e integrarse. Es necesario como padres educar la función
socializadora y de convivencia en la familia.
3. Educar es: ayudar a ser él o ella misma.
- Los hijos no son propiedad de los padres.
- El niño tiene que ser él mismo. No podemos determinar su vida.
- No empeñarnos en que sea lo que no puede ser. Cualquier ser
humano está perfectamente dotado para ser el mismo, pero
incapacitado para cualquier otra cosa.
- Educamos desde lo que somos, desde nuestra forma de pensar
y ser, pero dejando que los niños sean ellos mismos.
4. Educar es: ayudar a ser libre y feliz.
- No estar sometido a miedos, a caer bien o mal a los demás.
- Aceptar la propia realidad: física, intelectual, etc.
- Vivir con pasión la verdad, que es la que nos da libertad. Respetar
cualquier parcela de verdad que encontremos en los demás.
- Un clima de seguridad, afecto y apoyo, sin los cuales el desarrollo
psicológico sano resulta imposible. Cuando los padres o figuras de
apego del menor dan confianza y seguridad es cuando los hijos se
desarrollan psicológicamente sanos. Que el niño o niña se sienta
querido desarrolla una buena autoestima Está demostrado que los
menores tienden a proyectar en sus relaciones sociales y afectivas
posteriores muchos de los elementos y características del tipo de
relación mantenida con los padres o cuidadores principales.
- Clima de interacción, comunicación y diálogo con los padres.
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- Capacidad de adaptación para los eventos de la vida. Buscar
soluciones e implicarse a fondo en todo aquello que tenemos alguna
posibilidad de cambiar, pero ser capaces de aceptar de verdad
todo aquello que nos depara el azar de la vida, viendo lo positivo e
ignorando toda la parte negativa que no podemos cambiar.
5. Educar es: Ayudar a ser personas seguras, saber lo que se
quiere y luchar por ello.
- Estructuración y organización de la vida. Este orden permitirá
predecir al menor y posterior joven y adulto sentirse seguro, sentir
control, saber que su conducta y consecuencias no están a merced del
azar sino en su orden y que por lo tanto puede manejarlo. Esto implica
que “no todo vale”, hay que poner límites y por lo tanto hay que
educar en la tolerancia a la frustración.
- Normas claras y coherentes en la familia.
- Que el niño o niña interiorice valores. Educar valores, actitudes y
comportamientos. Aceptar una serie de valores nos llevará a
tener determinadas actitudes ante determinados temas y ambos,
valores y actitudes originan un conjunto de normas de conducta
que la persona interioriza y acepta como necesarias, dando lugar
a comportamientos. Entre los tres elementos hay una relación
bidireccional. Cuando un niño es pequeño, acepta las normas
venidas del exterior (moral heterónoma). Pero a medida que va
creciendo y evolucionando, las normas y comportamientos son
consecuencia de la discusión de los propios valores y actitudes,
eligiendo aquellos en los que cree y considera que merece la pena
conseguir, como decía Rokeach (moral autónoma). Por eso, el
aprendizaje no se centrará tanto en enseñar normas, sino que se
discutan, critiquen y se acepten valores y actitudes que se
deseen, para comprometerse. Hay que ayudar a transmitir valores
aceptados en nuestra sociedad democrática para que guín la vida del
hijo o hija (solidaridad, honradez, igualdad, libertad, justicia,
esfuerzo, compromiso, diversidad, etc)
- Constancia y esfuerzo hasta obtener hábitos bien asentados.
- Potenciar la iniciativa para conseguir aquello que uno se propone.
Ayudar a vencer la timidez y la inhibición. Exponer gradualmente a
situaciones sociales cada vez más complejas.
- Estilo asertivo frente al estilo agresivo y pasivo en sus relaciones
sociales. Saber decir no.
- Rectificar de los errores. Aprender de ellos, sabiendo lo que no
tenemos que repetir.
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¿CÓMO EDUCAR?
1)LOS ESTILOS EDUCATIVOS FAMILIARES
La familia juega un papel protagonista en el desarrollo de las personas.
Es el contexto más importante de todos, donde se realizan los aprendizajes
básicos que serán necesarios para el desenvolvimiento autónomo dentro de
la sociedad y donde se moldean las características psicológicas futuras del
individuo. Según va creciendo el niño para llegar a adolescente, luego a joven
y por fin a adulto, es cuando se van ampliando los contextos de socialización
externos al hogar, cobrando una importancia creciente.
SEGUNDA
CUESTIÓN:
EDUCATIVO FAMILIAR
¿CÓMO
HACERLO?.
NUESTRO
ESTILO
La educación de los hijos se asienta sobre dos pilares, según el
catedrático Félix López:
- Apoyo incondicional, que supone, aceptación, comunicación, diálogo y
afecto.
- Disciplina y control, que se refiere al grado de control y la exigencia
de normas.
En función de cómo se articulan estas dos dimensiones, se contemplan
cuatro estilos de educación familiar (4). Bien es cierto, que un padre o una
madre rara vez encajará sólo en uno de estos patrones, pues su
comportamiento es más variado de lo que sugiere esta clasificación, sin
embargo, el comportamiento educativo predominante de la mayor parte de
los padres se asemeja más a uno u otro de estos estilos principales y
además, haciendo esta distinción resulta más didáctico para comprenderlo
mejor:
a) ESTILO AUTORITARIO:
- Grado de control: Los padres ejercen un alto control sobre sus
hijos. Dedican muchos esfuerzos a influir, controlar y evaluar el
comportamiento y actitudes de sus hijos, de acuerdo a unos
rígidos patrones preestablecidos.
- Grado de exigencia de madurez: Quieren obediencia plena. Hacen
hincapié en el valor de la obediencia a su autoridad y son
partidarios del uso del castigo y medidas disciplinarias enérgicas,
con el fin de eliminar algún comportamiento del niño, con
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-
-
independencia de que el niño esté de acuerdo con lo que el padre
considera que es correcto. Son muy críticos con el hijo.
Grado de comunicación: No se comunican con ellos. Son padres que
no facilitan el diálogo con sus hijos.
Grado de afecto: No muestran explícitamente gran afecto por sus
hijos o apenas se lo dicen.
Consecuencias habituales en los hijos: Rebeldes, inadaptados,
hostiles, agresivos, antisociales, desconfiados, introvertidos,
inhibidos, retraídos, tímidos, poco alegres, infelices, irritables,
temerosos,
miedosos,
ansiosos,
inseguros,
dependientes,
descontentos, baja autoestima, etc.
Ejemplos: “Mal. Muy mal. Eres un inútil”, “Esta nota no me gusta.
Has sacado un 9 pero tu puedes sacar un 10”, “Esto se hace porque
lo digo yo”, “Mi hijo tiene que saber quien manda aquí”, “Si no
impongo normas severas harán lo que les dé la gana”, “En casa
están bajo mi tutela y lo que yo diga se obedece”, “Si no haces lo
que digo, ya sabes donde está la puerta de casa”, etc.
b) ESTILO PERMISIVO:
- Grado de control: Bajo control. Tienen una actitud general positiva
hacia el comportamiento del hijo, aceptando sus conductas, deseos
e impulsos, usando muy poco el castigo. Son excesivamente
condescendientes.
- Grado de exigencia de madurez: No exigen demasiado de ellos. No
exigen al niño responsabilidades, ni orden. Permiten al hijo autoorganizarse al máximo, no existiendo a menudo normas que
estructuren su vida cotidiana (tiempo de ver la TV, hora de
acostarse, horario de merienda, horario de deberes, etc).
- Grado de comunicación: Suelen razonar bastante con sus hijas e
hijos, Acostumbran a consultar al niño todas las decisiones que
afectan a él y a la familia.
- Grado de afecto: Los padres y madres son bastante afectuosos.
- Consecuencias habituales en los hijos: Déspota, tirano cabezota,
baja resistencia a la frustración, poca capacidad de esfuerzo,
inseguridad, inmadurez, baja autoestima, inadaptados socialmente,
etc.
- Ejemplos: “Sólo son niños, la infancia es tiempo de alegrías y pocas
exigencias”, “Si no le doy lo que me pide, pensará que no le quiero”,
“He de comprárselo porque todos los demás tienen uno”, “No
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quiero que mis hijos se sientan reprimidos”, “Si le castigo le voy a
provocar un trauma”, etc.
c) ESTILO NEGLIGENTE:
- Grado de control: Muy bajo control. Los padres y madres
negligentes, no controlan las conductas de sus hijos e hijas. No
tiene la habilidad para controlar los comportamientos de los hijos.
- Grado de exigencia de madurez: Baja exigencia. No existen
normas rígidas y en general suelen ser bastante permisivos, pero
siempre que no choque con las ideas de los padres. Su exigencia
(sólo en las cosas que consideran importantes) no viene por el
autoritarismo, sino siendo persistentes en el “chantaje afectivo”
(“Si no haces lo que te pido, es que no quieres a mamá). Son más
manipuladores que exigentes.
- Grado de comunicación: Bajo. Hablan con sus hijos, pero no tienen
en cuenta sus opiniones y sus sentimientos. Los padres tienen muy
claro lo que le conviene a su hijo aunque este opine lo contrario.
- Grado de afecto: Los padres y madres no les muestran afecto y
cariño. No lo expresan ni lo demuestran.
- Consecuencias
habituales
en
los
hijos: Dependientes,
influenciables, infelices, poca autonomía, inseguros, muy baja
autoestima, depresiones, problemas emocionales y afectivos, etc.
- Ejemplos: “Eso es lo que quieres, pero ya verás cuando seas mayor.
Comprenderás que ha sido lo mejor para ti”, “Si no vienes a la hora
esta noche pasaré toda la noche en vela esperándote”, “No
podemos hacer nada contigo”, “Aquí cada uno hace lo que le da la
gana. Esto parece una pensión”, etc.
d) ESTILO INDUCTIVO O DEMOCRÁTICO:
- Grado de control: Alto control. Son dados a dirigir y controlar
al niño con normas consistentes, pero siendo conscientes de sus
sentimientos, puntos de vista y capacidades evolutivas.
Intentan evitar el castigo o consecuencia disciplinaria lógica,
pero cuando tienen que aplicarlo, explican normalmente las
razones que subyacen a una medida disciplinaria.
- Grado de exigencia de madurez: Alta exigencia. No son padres
indulgentes o “blandos”, más bien lo contrario, son dados a
dirigir y exigir conductas del niño en función de unas normas
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-
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-
-
consistentes. No se rinden a los caprichos de sus hijos, sobre
todo cuando se comunican a través de llantos, gimoteos o
impertinencias. Su exigencia está acorde a la capacidad del
niño y al nivel de madurez por su edad.
Grado de comunicación: Muy comunicativos. Facilitan el diálogo
con sus hijos, respetando sus ideas y siendo sensibles a las
peticiones razonables. Es posible que cambien de postura, tras
escuchar los argumentos que ofrece el hijo.
Grado de afecto: Muy afectuosos, con habituales muestras
explícitas de afecto. Son padres que refuerzan y estimulan con
frecuencia el comportamiento del niño para que se sienta
querido.
Consecuencias habituales en los hijos: Seguridad en sí mismo,
autocontrol, asertivo, buena autoestima, independientes y
autónomos,
alegres,
felices,
positivos,
equilibrados
emocionalmente, estables, abiertos, comunicativos, afectuosos,
sociables, hábiles socialmente, etc.
Ejemplos: “Esto está muy bien. Lo has trabajado mucho”, “Esto
es mejorable. Seguro que tu sabes como hacerlo mejor”, “Eres
un chico estupendo y te quiero mucho”. “A ver, cuéntame y
charlemos. ¿qué te ha ocurrido para llegar media hora más
tarde de lo que acordamos?”, etc.
PAUTAS EDUCATIVAS DE RIESGO
Hasta aquí hemos visto los modelos educativos más perjudiciales para
nuestros hijos. Hemos comentado que es difícil encasillarse sólo en alguno
de los estilos educativos anteriores (aunque existe una pequeña tendencia).
Más bien, los padres, somos flexibles y cuando cometemos algún error, lo
hacemos indistintamente de uno u otro modelo. Pero, se sabe de la
existencia de ciertos patrones educativos claramente perjudiciales que
deben ser descartados y erradicados por sus consecuencias muy negativas
para los hijos. Pasamos a recordar estas pautas (según el DSM-IV) para que
las evitemos y si cometemos algún error, que no sean éstos:
- La disciplina incoherente: Se produce cuando los padres no
mantienen una pauta coherente en sus actuaciones educativas, bien
porque los padres no son sistemáticos en sus acciones (incoherencia
intraparental), o bien porque no existe acuerdo entre el padre y la
madre (incoherencia interparental). Los primeros castigan
comportamientos apropiados o premian conductas prohibidas y
cambian impredeciblemente sus reacciones. Los segundos no toman
acuerdos respecto a la adecuación de sus hijos.
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- La disciplina colérica y explosiva: Los indicadores típicos de este
estilo son el uso de estrategias como pegar, gritar y amenazar. Es
probable que cuando el niño crezca se produzca una respuesta
agresiva o de ataque o una sumisión extrema. El caso más extremo de
este patrón es el de maltrato infantil.
- La baja implicación y supervisión de los padres: Los padres no están
implicados en la educación de sus hijos y no se preocupan por
controlarles (negligentes), ni se interesan por ellos. Los padres no
suelen realizar actividades con sus hijos.
- La disciplina rígida e inflexible: Los padres no adaptan sus
estrategias de acuerdo con la edad, la madurez, la personalidad del
niño o el tipo de problemas implicados en la situación de conflicto. No
ajustan la intensidad de la disciplina en función de la gravedad de la
infracción y no usan ninguna técnica de negociación de conductas.
2)EL ESTILO DEMOCRÁTICO O INDUCTIVO
Está asentado sobre los pilares ya citados que ampliamos a continuación
y en otros aspectos:
2.1.- Apoyo incondicional.
A. CLIMA DE AFECTO Y APOYO
Es fundamental dar confianza y seguridad en el desarrollo del
niño. Os recordamos que este sentimiento de confianza y afecto
lo debemos dar desde el nacimiento del niño, ya que en esta
primer etapa (primer año de vida) es el medio de comunicación con
los padres y tiene una importancia capital para el futuro
desarrollo del niño.
“El clima familiar está recalentado de afectividad, se apoya
más en el contacto y en la seducción que en las
lecciones”......afirmaba Goethe, que “daba más fuerza saberse
amado, que saberse fuerte”; la certeza del amor, cuando existe,
nos hace invulnerables. (Pagina 57. Del libro de Fernando Savater
“El valor de educar” )
Dice Bronfenbrenner: ”para desarrollarse normalmente todo
niño necesita que alguien esté loco por él”. F.Savater – El valor de
educar- (pag.57 y ss.).
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Erikson (1.950): El sentimiento de confianza desarrollado en el
primer año de la vida del niño, tiene algo de fundacional para los
siguientes estadios del desarrollo. Una ingente cantidad de
investigadores ha seguido esa estela de Erikson, conviniendo en el
carácter fundamental de esa confianza y seguridad en los padres,
para empezar a explorar el entorno más inmediato primero y el
más alejado posteriormente.
Esos autores han demostrado, que los niños y niñas tenderán a
proyectar en sus relaciones sociales y afectivas posteriores
muchos de los elementos y características del tipo de relación
primigeniamente desarrollado con los padres.” (Rodrigo y Palacios,
Familia y desarrollo humano pag.60).
B. DEDICAR AL NIÑO TIEMPOS DE CALIDAD
Estar con el hijo y no dejar al niño que lo eduquen otros. Jugar
con tus hijos. No suplirlo con regalos materiales indiscriminados
para compensar.
C. INTERACCIÓN CON LOS PADRES
Desarrollar actividades que no pueden llevar a cabo solos
(andamiaje)y que estimulen su desarrollo (lenguaje, razonamiento,
memoria, percepción, reflexión, etc).
D. FOMENTAR LA COMUNICACIÓN FAMILIAR
La educación es básicamente un proceso de comunicación,
requiere el diálogo entre el niño y el entorno educativo.
“Lo propio del hombre es aprender de otros hombres.”
Desde la pedagogía social la comunicación se entiende como el
recurso para manifestar sentimientos y afectos y como un
instrumento privilegiado para la convivencia y para la solución
de conflictos. La comunicación es una forma de acción recíproca
cuyas notas más importantes son la participación y la
comprensión.
Fines de la comunicación :
- Enriquecimiento mutuo.
- Reconocer al otro y ser reconocido por él. (5)
Para conseguir una buena comunicación, consideramos
imprescindible trabajar la “Escucha Activa” .
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ESCUCHA ACTIVA
Actitudes para la escucha activa :
- ESCUCHAR. No conformarnos con oir, que es actitud pasiva.
- EMPATÍA : La empatía supone conectar con el problema de la
otra persona, entendiendo sus sentimientos, pero sin dejarse
invadir por ellos.
- RESPETO. En la forma de la escucha y en comprender al que
expone el problema.
- AUTENTICIDAD del que escucha, de forma que lo que diga es
lo que piensa y lo que hace.
Cómo aprender la Escucha Activa:
- Para escuchar: Acoger y estar atentos a su comunicación
verbal y gestual.
- Para responder: Utilizar paráfrasis (resumen con otras
palabras), que han de ser breves y salir de nuestro mundo y
conectar con el suyo.
Cómo ponerla en práctica:
- Dejar que el hijo se explique.
- La escucha activa pretende que los hijos vayan encontrando
la solución a su problema personal.
- La escucha activa supone un equilibrio emocional en los padres.
Qué efectos tiene la escucha activa :
- Permite que salgan los sentimientos.
- Refuerza el sentimiento de afecto del hijo hacia sus
padres, enriqueciendo las relaciones familiares.
- Los hijos se van haciendo más responsables, pero hay que
darles la oportunidad de que ejerciten esa responsabilidad.
2.2.- La disciplina y el control
Hay que partir de los principios antes mencionados:
- La estructuración del ambiente familiar.
- Organización en la vida cotidiana del niño. Establecer rutinas y
hábitos.
- Normas claras y coherentes
La autoridad en la familia debe servir para asentar en el niño el
PRINCIPIO DE REALIDAD (vid.Pag.64).
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La palabra autoridad viene del verbo latino auge: ayudar a
crecer. La palabra disciplina de las latinas discis: enseñar y pueri:
niños.
PRINCIPIOS DE DISCIPLINA INDUCTIVA
El sentido último de toda esta disciplina inductiva es la de
EDUCAR para que los niños y niñas accedan al mundo adulto con
capacidad para organizar su vida de forma autónoma y de
redefinir sus propias normas en función de lo aprendido (valores,
actitudes y comportamientos) con sus objetivos vitales y sus
situaciones sociales actuales.
1) Las normas se basan en razones y se consensúan. El origen de las
normas está en la autoridad, pero en la concreción de éstas los
hijos participan en la medida de lo posible (Ejemplo: Los hijos
deben cumplir ciertas normas sobre los horarios de las comidas,
las tareas domésticas, el estudio, etc., pero en su
establecimiento debe intentarse hacerlo con ellos). Las normas
se consensúan entre quien manda y quien tiene que obedecer.
2) Las normas se razonan cuando se exigen, aunque el que obedece
no esté de acuerdo con el contenido. Cualquier norma debe estar
basada en razones que la autoridad conoce y está convencida del
valor de ellas.
3) Poner de manifiesto el interés de la norma para el que obedece,
no para quien la impone. Las normas cuando se explicitan para ser
cumplidas se razonan una y otra vez para facilitar el
conocimiento del sentido de la norma por parte de quien la tiene
que obedecer y obligar a la autoridad a ser coherente y
razonable.
4) La autoridad está dispuesta a cambiar la norma, si hay buenas
razones para ello. Cambiar la norma “por argumentos lógicos”
hace más coherente a la autoridad que el mantenerse firme
rígidamente.
5) Quien obedece tiene derecho a discutir la norma. La discusión
debe basarse en razones alternativas o en la crítica a las razones
expuestas por la autoridad.
6) Las normas han de tener un cierto grado de estabilidad en el
tiempo. No se debe cambiar las normas frecuentemente, si están
bien razonadas.
7) Expresar las normas de forma positiva y concreta.
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8) Debe reconocerse y respetarse la asimetría en las posiciones de
padres e hijos, es decir, después de haber escuchado a los hijos
y estar dispuesto a cambiar las normas, los padres son los que
tienen la obligación de tomar la decisión final. En último lugar, los
padres tienen que aceptar la responsabilidad de exigir el
cumplimiento de una norma que ellos consideran justa.
9) El cumplimiento de las normas debe ser vigilado, controlado y
coherente. La autoridad debe estar pendiente de la coherencia y
cumplimiento de las normas, responsabilizándose de tener
siempre las mismas consecuencias positivas para el que lo cumple
y negativas para el que no lo cumple. En relación a estas
consecuencias, lo más adecuado son los “refuerzos internos”
(alabar, señalar la responsabilidad, el buen hacer, la bondad, …)
en vez de bienes materiales. Los premios y los castigos suelen
tener efectos a corto plazo. Los refuerzos internos tienen
efectos a más largo plazo y acaban dándole la oportunidad al
sujeto de autoreforzarse al construirse una identidad personal y
social positiva.
10) Las razones pueden y deben ser de todo tipo, pero no debe
olvidarse el señalar las consecuencias favorables del
cumplimiento de una norma y las consecuencias negativas si no se
cumple. Estas consecuencias debe referirse en primer lugar a la
persona que tiene que obedecer la norma, con sus ventajas e
inconvenientes de cumplirla. Además, hay que señalar las
consecuencias para los demás, haciendo referencia a los efectos
físicos e interactivos, como psicológicos (Ejemplo: el sufrimiento
emocional causado a otras personas).
11) Los niños deben de participar progresivamente en la elaboración
de las normas familiares que les afecten. En función de su nivel
de madurez y de su edad iremos haciendo que participen cada
vez más. El ideal de la disciplina inductiva es que los menores
vayan teniendo cada vez más autonomía en la participación de la
elaboración y establecimiento de normas. El objetivo final sería
lograr cuanto antes un grado de control interno y de
interiorización de normas que la autoridad ya no viese necesaria
su existencia.
2.3.- La Resolución de conflictos en la familia
NUESTRA ACTITUD ANTE UN CONFLICTO
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Cuando hablamos de un conflicto, solemos hacerlo en términos
negativos; creemos que un conflicto es un problema y es algo
excepcional, cuando en realidad forma parte de la vida diaria y de la
dinámica de cualquier grupo. Los conflictos son inevitables.
Aún más, el conflicto es saludable y constructivo. Resolver un
conflicto es un reto y el superarlo supone una crisis de crecimiento
para todos los que lo vivieron. Significa una oportunidad de
aprendizaje y cambio. Por tanto, el conflicto en la familia es una
oportunidad de educar.
CUANDO ACTUAR EN UN CONFLICTO
Todo conflicto es un proceso que acaba siempre, pero cuanto
antes tomemos medidas ante se resolverá. Los problemas si no se
resuelven, quedan latentes (se agudizan). Por eso, no hay que dejar
pasar el tiempo, sino actuar y buscar alternativas de solución.
Dicho esto, no hay que actuar en un conflicto para resolverlo y
llegar a acuerdos, en la primera parte del conflicto. En el momento
de explosión del conflicto y de escalada (al principio) se está muy
“caliente”, hay máxima tensión y no es recomendable actuar. Cuando
ya se “enfría” algo el problema, ya es el momento oportuno de
empezar el debate. Es el momento que llamamos de meseta o bajada,
donde ya se está receptivo o incluso se demanda ayuda para resolver
el problema.
¿POR QUÉ SURGE UN CONFLICTO?
Los conflictos siempre tienen una razón de ser y de ellos casi
siempre se pretende sacar algún tipo de beneficio.
Hay tantos motivos como personas: Por un choque de intereses,
por actuar sin reflexionar, por una falta de comunicación, por la
implicación afectiva de las personas, por la agresividad encubierta,
por la propia espiral del conflicto.....
CÓMO ACTUAR ANTE UN CONFLICTO
1º.- ¿Existe realmente un deseo de resolver el conflicto?
2º.- No suele haber una sola salida al conflicto, por lo que se debe
encontrar la solución más adecuada. Pero casi siempre encontramos
dos vías para actuar ante los conflictos:
- Una salida es la agresividad, donde el conflicto se dilucida
mediante el uso del castigo físico o verbal.
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- Otras salidas son positivas y no violentas en la resolución de
un conflicto.
CLAVES PARA APRENDER A AFRONTAR UN CONFLICTO DE
MANERA CONSTRUCTIVA
Asumir la CONCERTACIÓN y el DIÁLOGO, como forma de
solucionar los conflictos familiares.
Supone renunciar a la coacción y la fuerza para resolver el
conflicto. (Puede ponerse el ejemplo, el concertar las horas de ver
la TV y si hacerlo o no durante la cena.)
Pasos a dar en la concertación:
a) Identificar y delimitar el conflicto. Definir el problema.
Hacerlo de forma precisa, concreta y sin herir a nadie.
b) Analizar los sentimientos del otro, poniéndose en su lugar.
c) Búsqueda de posibles alternativas. Aceptar las propuestas
de todos los miembros implicados.
d) Llegar a una alternativa única. Debe ser consensuada , no
votada.
e) Llevar a cabo la decisión tomada.
f) Evaluar sus resultados.
Fomento de otras habilidades o estrategias en la concertación:
a) Mantener la calma y escuchar tranquilamente lo que dice el
niño.
b) Mantener una actitud abierta y comprensiva del conflicto,
evitando luchas de poder.
c) Sentarse y hablar con un tono de voz bajo.
d) Empatizar con la persona irritada poniéndose en su lugar.
e) Si el niño está molesto, esperar un período breve de tiempo
hasta que se calme. El diálogo en el momento álgido no sirve
para nada.
f) Enseñe a su hijo a controlarse.
g) Alabarle cuando responda adecuadamente a situaciones de
enfado.
h) Enseñe a sus hijos a buscar alternativas a los conflictos.
i) Pedir ayuda si uno no puede afrontar la situación.
Qué efectos produce la concertación:
a) Incremento del compromiso con la resolución tomada.
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b) Aumenta la autoestima de los hijos, sienten que son
tomados en cuenta.
c) Las soluciones son de calidad superior, al acumular
diferentes puntos de vista.
d) Aumenta la creatividad de los componentes de la familia.
e) Las relaciones familiares son más cálidas.
CONCLUSIÓN SOBRE EDUCACIÓN Y CONVIVENCIA
Si nuestro hijo o hija en casa para resolver los conflictos
observa modelos de no comunicación, no diálogo y de resolución del
problema por formas violentas (gritos, voces, cachetes, tortazos,
golpes, etc), nuestro hijo tenderá a imitarlo en el futuro y tendrá
muchas probabilidades de resolver también sus problemas con los
amigos y en la escuela mediante violencia. Esto es fácil de
comprobar cuando analizamos las personas conflictivas y violentas
en la convivencia: qué pautas educativas familiares han tenido, el
contexto que ha rodeado al chico o chica en su infancia y los
patrones de resolución de conflictos en su familia.
Al contrario, si para resolver los conflictos observa y vive con
su familia que se hace de una forma dialogada y no violenta,
estaremos favoreciendo que ante situaciones conflictivas que
tendrán que aparecer en el contexto escolar y social del hijo o hija,
lo solucione de la misma manera. Seremos modelos apropiados para
su educación y habremos realizado una labor fundamental preventiva
de futuro. Sólo nos quedará luchar para que en otros contextos se
enseñe a resolver los conflictos de convivencia de forma dialogada y
negociada. Además, si mi hijo en el futuro se enfrenta a contextos
donde se resuelven los problemas de forma violenta, nos quedará la
satisfacción de saber que mi hijo o hija, en los diferentes ámbitos
sociales, colaborará a resolver los conflictos de forma no violenta
porque así se lo he enseñado.
RECUERDA:
1. Si nuestro hijo observa en la resolución de conflictos modelos de no
comunicación, no diálogo y formas violentas (gritos, voces, cachetes,
tortazos, golpes, etc), tenderá a imitarlo en el futuro.
2. Si para resolver los conflictos en casa observa y vive que se hace de
una forma dialogada y no violenta, estaremos favoreciendo que ante
situaciones conflictivas lo solucione de la misma manera. Seremos
modelos apropiados para su educación y habremos realizado una labor
preventiva de futuro.
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2.4.- OTRAS ESTRATEGIAS QUE AYUDAN AL ESTILO
INDUCTIVO
A) ALABAR Y REFORZAR las conductas positivas de nuestros hijos. Una
conducta que es reforzada tiende a repetirse en el futuro y además esta
situación mejora la autoestima del niño. (Según la edad del niño. Ejemplo:
“Ana, qué bien te has portado hoy en casa de los abuelos, así me gusta”:
Refuerzo inmediato. “Si comes todos los días de esta semana tu solito, el
Domingo vamos a comer a un restaurante con papá y mamá: Refuerzo
diferido. Evitar las formas negativas: “Cómo no comas todos los días tu
sólo, te vas a quedar sin venir al restaurante con papá y mamá el
Domingo”).
B) DEDICAR AL NIÑO TIEMPOS DE CALIDAD, que lleva implícita la
cantidad. Estar con el hijo o la hija. No dejar al niño a su aire o que lo
eduquen otros. No suplirlo con regalos materiales indiscriminados para
compensar.
C) INTERACCIÓN CON LOS PADRES que les permita desarrollar
actividades que estimulen el DESARROLLO COGNITIVO, mediante
actividades que no pueden llevar a cabo solos, pero sí con el apoyo y
sostén de sus padres. Balance estimulante de exigencias y apoyos
(ANDAMIAJE). Estimulación del lenguaje: Vocabulario, lectura
comprensiva, capacidad de reflexión, comprensión de situaciones, etc.
D) RESPONDER A SUS DEMANDAS. Los niños deben percibir a sus padres
accesibles y cercanos cuando lo necesitan. Los padres deben tener una
actitud de escucha, respondiendo siempre a sus hijos. El adulto debe
escuchar la petición del niño y decidir si debe satisfacerla o no; si decide
que la petición no va a ser satisfecha, los padres deben mantenerse
firmes en su decisión y no ceder ante el niño tras explicar su denegación.
E) NO MIMARLES, ni protegerles en exceso. Es fundamental para el
desarrollo del niño que vaya haciendo las cosas por sí mismo según su
edad y su nivel de madurez. Dejadles que se vistan, coman, recojan la
habitación, se hagan la cama, … ellos solos; al principio lo harán mal, pero
ya aprenderán. Debemos luchar contra este mal social que les ocurre a
muchas familias: los hijos tienen de todo y no hacen nada (sólo divertirse
y ni siquiera estudiar). Hay que enseñar que las cosas se logran si hay
ESFUERZO y trabajo.
F) Favorecer la AUTONOMÍA E INDEPENDENCIA desde edades
tempranas, dejándoles que vayan tomando decisiones según su edad y
madurez, aunque pensemos que se van a equivocar (de los errores todos
22
G)
H)
I)
J)
K)
aprendemos). Así, cuando nos pregunten para decidir por ellos les
devolvemos la pregunta (espejo): “¿Qué crees que harías tu?” para que
ellos generen diferentes alternativas a sus problemas.
NO COMPARARLES con otros niños y menos con sus hermanos. Sólo les
compararemos con ellos mismos, para que se den cuenta de que pueden
avanzar y superarse día a día. (Ejemplo: “Esta evaluación has bajado un
poco el rendimiento en el cole, acuérdate del trimestre pasado que te
esforzaste un poco más y te fue mejor. Si quieres tu puedes”).
NO PONERLES ETIQUETAS. No etiquetar con cuestiones genéricas que
descalifican a las personas y además, son poco operativas (Ejemplos:
“Eres malo”, “Pareces tonto”, “No sirves para nada”). Tampoco vale poner
etiquetas en la primera parte y luego decir lo que no nos ha gustado
(Ejeplos: “Mira que eres desastre, ya te has manchado otra vez el
jersey”, “Eres un poco idiota, mira que no saber ese ejercicio de
matemáticas”).. Hay que procurar criticar diciendo solo lo que está mal y
lo que no nos gusta, lo que queremos cambiar y si acaso, las
consecuencias de su conducta si es un tema repetido y ya avisado.
(Ejemplos: “No me gusta que te pelees con tu hermano” y a la vez
decimos lo que queremos “Quiero que juegues con tu hermano”, “Ya te he
dicho que no me gusta que veas la TV antes de hacer los deberes. Vete
ha hacerlos y luego la ves”).
SER TOLERANTES respecto a aquellos comportamientos que pueden ser
molestos para nosotros pero que son apropiados para un niño de la edad
de nuestro hijo. (Ejemplo: Gritar durante los juegos de actividad física).
DAR EJEMPLO a nuestros hijos de todas aquellas actuaciones que les
exigimos. Ser buenos modelos, manteniendo la coherencia entre lo que
les decimos que tienen que hacer y lo que hacemos habitualmente como
padres. Los niños aprenden la mayoría de los comportamientos sociales a
través de la imitación y observando el comportamiento de sus padres y
no tanto por lo que les decimos que tienen que hacer. (Ejemplos: “Tienes
que ordenar tu habitación” -Es difícil que le exija al niño que sea
ordenado con su habitación si la de los padres es un desastre-, “Tienes
que leer libros para coger el hábito” – Es difícil que el niño lea si la
madre no lee nada y al padre le ve sólo leyendo el as-.).
Favorecer el PENSAMIENTO CONSECUENCIAL, es decir, analizar y
prever con ellos las posibles consecuencias de sus conductas antes de
realizarlas. Es bueno enseñar al niño que la mayoría de sus actos tendrán
habitualmente unas consecuencias lógicas y naturales buenas o malas en
función de sus actuaciones. Es importante trabajarlo desde que el hijo
es pequeño, ya que le educaremos para el futuro, porque en general le
enseñamos lo que le deparará la vida. (Ejemplos: “¿Qué crees que pasará
23
si habitualmente no comes?”, “¿Qué crees que ocurrirá si no haces los
deberes?”, “¿Qué pasaría si llegaras todos los días tarde a trabajar?”).
L) Que AMBOS PADRES ESTÉN DE ACUERDO en la forma de educarles,
manifestando delante del niño las mismas actitudes y opiniones. No debe
haber contradicciones entre ambos, ni por parte de cada uno por
separado. Las contradicciones educativas tienen que existir, pero
siempre debemos buscar el consenso y la negociación del conflicto
educativo en un contexto donde no este el hijo.
M) NO CRITICAR A UN PROFESOR delante del niño (aunque los padres
crean que tienen motivos), ya que sino para el niño seremos modelos y de
esta manera no respetará al profesor y estará en clase sin interés y
desmotivado.
N) Expresar nuestros DESEOS de una manera POSITIVA Y CONCRETA,
por ejemplo: “me gustaría que jugaras en silencio”, en vez de: “no hagas
ruido”.
O) Actuar frente a las RABIETAS. Para ello se pueden utilizar diferentes
estrategias dependiendo de la intensidad, frecuencia y contexto de la
rabieta:
- Retirarles la atención y prestarla a conductas positivas.
- Sacar al niño durante un breve período de tiempo, colocándolo en un
lugar aislado y aburrido para el niño (no amenazante).
- Cuando esté muy enfadado y responda violentamente, sujetarle con
firmeza pero sin agresividad y esperar a que se tranquilice sin decirle
nada.
- Perder un privilegio.
- Reparar el daño.
- Enseñar a tu hijo a controlarse cuando pierde los nervios.
BIBLIOGRAFÍA (Esto hay que ponerlo bien)
(1) Aprender a vivir. Ariel. 2.004.
(2) Dejar ser. Idatz. San Sebastián.1.982.
(3) La prolongación de la infancia. Artículo de opinión del profesor Vicente
Carrión publicado en el diario El Norte de Castilla el 24 de Diciembre
de 1.999.
(4) Del Programa de sensibilización contra el maltrato entre iguales de la
asociación REA, del que son autores Inés Monjas y José Mª Avilés.
(5) Materiales para la formación, de la campaña ¡Educa, no pegues¡ liderada
por “Save the Children”
(6) Familia y desarrollo humano; coord. por Mª José Rodrigo y Jesús
Palacios.
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(7) Fernando Savater “El valor de educar” :
25
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