CAPITULO III: CONTABILIDAD REGIONAL DE CASTILLA-LA MANCHA CONCEPTOS La Contabilidad Regional de Castilla-La Mancha es un resultado de la implantación del Sistema Europeo de Cuentas Económicas Integradas 1995 (SEC-95) en el marco de las cuentas económicas regionales. La metodología SEC-95, supone un intento de garantizar que las cuentas se elaboran sobre la base de principios armonizados homogéneos. El SEC-95 resultó innovador en la valoración recomendada para la producción y el valor añadido. A este respecto, hay que señalar que la valoración elegida es la denominada precios básicos, frente a los precios de salida de fábrica recomendados por el SEC-79. La valoración de la producción a precios básicos no incluye los impuestos sobre los productos (IVA, impuestos especiales y otros similares) mientras que sí incluye las subvenciones a los productos. Corresponde al valor que los productores reciben de los compradores por cada unidad de bien o servicio producido, descontando los impuestos sobre los productos y sumando las subvenciones a los productos. Así, el VAB a precios básicos, se define como la diferencia entre el valor de la producción valorada a precios básicos y los consumos intermedios valorados a precios de adquisición. Los componentes del VAB a precios básicos son: la remuneración de los asalariados, los otros impuestos a la producción netos de subvenciones y el excedente bruto de explotación / renta mixta. El PIB Regional se valora a precios de mercado y se obtiene sumando los VAB a precios básicos por regiones y los impuestos (netos de subvenciones) sobre los productos y las importaciones, una vez regionalizados éstos, entre los que se incluye el Impuesto sobre el Valor Añadido y otros similares. Dentro del sector servicios resulta novedosa, en el SEC-95, la clasificación en : Servicios de mercado, incluyen las ramas de actividad más importantes, que en la práctica y considerados globalmente coinciden con los que anteriormente se denominaban servicios destinados a la venta, Otros servicios de mercado, comprenden la enseñanza de mercado, la sanidad y servicios sociales de mercado y un conjunto de actividades asociativas, recreativas, deportivas, etc., y otras actividades diversas de servicios personales. Los servicios de no mercado que se analizan en este apartado son en su mayor parte proporcionados por las AA.PP y las Instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH), aunque se incluyen algunos servicios cuya producción es para uso final propio, como es el caso de los Hogares que emplean personal doméstico remunerado. Otros conceptos reseñables, recogidos en el presente capítulo son: Precios corrientes: Valoración de la magnitud a precios del año correspondiente. Índice de volumen encadenado: Se determina a partir del encadenamiento (multiplicación) de unos índices llamados eslabones. Estos recogen las variaciones interanuales de las magnitudes mediante el aislamiento de los cambios debidos a la cantidad con respecto a los derivados de los precios mediante la valoración en términos de los precios vigentes en un periodo dado. Excedente bruto de explotación: Comprende la parte de renta generada en el proceso productivo distinta de la percibida por los asalariados. En definitiva, es la parte del PIB p.m. deducidos los impuestos netos de subvenciones ligados a la producción y a la importación y deducida la remuneración de los asalariados. El excedente de explotación de la economía es igual a la suma de los excedentes brutos de explotación de las diferentes ramas o de los diferentes sectores institucionales y constituye la suma de las rentas brutas de la propiedad y de la empresa, derivadas de la actividad productiva Renta mixta: Saldo contable de la cuenta de explotación de las empresas no constituidas en sociedad pertenecientes a los hogares. Este concepto sustituye al de excedente de explotación de estas mismas unidades y con él se pretende recoger, ímplicitamente, el elemento que corresponde a la remuneración del trabajo realizado por el propietario y que no puede distinguirse de sus beneficios como empresario. Puesto de trabajo: Se definen a partir de la existencia de una relación contractual, ímplicita o explícita, entre una unidad institucional y un asalariado o un trabajador autónomo. El número de puestos de trabajo no es igual al número de personas ocupadas dado que una persona puede desempeñar más de un puesto. Remuneración de los asalariados: Comprende todos los pagos en dinero y en especie realizados por los empleadores en concepto de remuneración por el trabajo realizado por sus asalariados durante el periodo considerado. Incluye tanto el sueldo o salario bruto (incluidas las cotizaciones sociales de los asalariados) como las cotizaciones a cargo de los empleadores. En las Cuentas de Renta del Sector Hogares, figuran agregados y saldos contables con un significado económico importante para el análisis y evaluación de las políticas regionales. En este sentido, el saldo de las rentas primarias brutas, la renta disponible bruta y la renta disponible ajustada bruta constituyen los saldos contables de las tres cuentas de renta que se presentan. El saldo de las rentas primarias brutas del Sector Hogares representa la remuneración de los factores de producción: remuneración de asalariados, excedente de explotación/ renta mixta y las rentas de la propiedad percibidas y pagadas por los hogares. La cuenta de distribución secundaria de la renta muestra cómo se asigna el saldo de rentas primarias de un sector institucional por medio de la redistribución, es decir, mediante los impuestos corrientes sobre la renta, el patrimonio, etc., las cotizaciones y prestaciones sociales –excluidas las transferencias sociales en especie- y las otras transferencias corrientes. La cuenta de distribución secundaria de la renta, de la que se obtiene como saldo la renta disponible bruta de los hogares, recoge la influencia y el impacto que las AAPP y otros agentes económicos tienen en el Sector Hogares a través de las transferencias de renta ( prestaciones, etc.) así como las detracciones fiscales (impuestos y cotizaciones) a los hogares. En esta cuenta, se contabilizan, por un lado, como recursos, el saldo de las rentas primarias brutas, las prestaciones sociales distintas de las transferencias sociales en especie y otras transferencias corrientes y, por otro lado, como empleos, los impuestos corrientes sobre la renta, el patrimonio, etc., las cotizaciones sociales y otras transferencias corrientes. Por diferencia de recursos y empleos se obtiene la renta disponible bruta de los hogares. Finalmente, tomando como base la renta disponible bruta, en la Cuenta de redistribución de la renta en especie, se añaden las transferencias sociales en especie obteniéndose como saldo la renta disponible ajustada bruta. El SEC registra los flujos y los stocks en una sucesión de cuentas que describen el ciclo económico desde la generación de la renta hasta su acumulación en forma de activos, pasando por su distribución y redistribución. El registro estructurado de las operaciones siguiendo un análisis lógico de la vida económica proporciona los agregados necesarios para el estudio de una rama de actividad, un sector o subsector institucional, o la economía en su conjunto. Las cuentas están agrupadas en dos categorías: A) cuentas corrientes B) cuentas de acumulación A) Las cuentas corrientes se centran en la generación, distribución y redistribución de la renta, y en su utilización en forma de consumo final. Por último, permiten calcular el ahorro, factor esencial de la acumulación. En las cuentas corrientes distinguimos: 1.- La cuenta de producción muestra las operaciones relativas al propio proceso de producción. Se elabora tanto para los sectores institucionales como para las ramas de actividad. Sus recursos incluyen la producción y sus empleos los consumos intermedios. 2.- Las cuentas de distribución y utilización de la renta La distribución y la utilización de la renta se analizan en cuatro etapas: distribución primaria, distribución secundaria, redistribución en especie y utilización de la renta. La primera etapa corresponde a la generación de renta derivada directamente del proceso de producción y a su distribución entre los factores de producción (trabajo y capital) y las administraciones públicas (a través de los impuestos sobre la producción y las importaciones y de las subvenciones). Permite calcular el excedente de explotación (o la renta mixta, en el caso de los hogares) y la renta primaria. La cuenta de explotación presenta los sectores, subsectores y ramas de actividad que constituyen la fuente y no el destino de las rentas primarias. Esta cuenta analiza en qué medida el valor añadido puede cubrir la remuneración de los asalariados y los otros impuestos menos las subvenciones sobre la producción. En ella se mide, asimismo, el excedente de explotación, que es la renta que obtienen las unidades de la utilización de sus propios activos de producción. La segunda etapa se centra en la redistribución de la renta a través de transferencias distintas de las transferencias sociales en especie, lo que permite calcular la renta disponible. En la tercera etapa se describe la redistribución a través de las transferencias sociales en especie, lo que permite calcular la renta disponible ajustada. En la cuarta etapa se expone cómo se consume y se ahorra la renta, lo que permite calcular el ahorro. B) Las cuentas de acumulación analizan los diversos componentes de las variaciones de los activos y los pasivos de las distintas unidades y permiten registrar las variaciones del patrimonio neto (que es la diferencia entre los activos y los pasivos). Las cuentas de acumulación son cuentas de flujos. En ellas se registran las diversas causas de las variaciones de los activos y pasivos de las unidades, así como la variación de su patrimonio neto.