PROTECCIÓN DE DATOS PERSONALES EN LAS REDES SOCIALES DIGITALES: EN PARTICULAR DE NIÑOS Y ADOLESCENTES. 1.-Introducción 1 El Memorándum de Montevideo vio la luz después de la elaboración de un Informe de Investigación de Chantal Bernier. La autora es Licenciada en Derecho Civil por la Universidad de Sherbrooke y cuenta con una maestría en Derecho Público Internacional de la Universidad de Londres y ocupa el cargo de Comisionada Adjunta de Protección de los Datos Personales de Canadá en la Oficina de Privacidad. Al respecto, el Memorándum de Montevideo es el resultado del trabajo de un grupo de personas, algunas de ellas representantes de instituciones Públicas y Privadas, como: El Instituto de Investigaciones para la Justicia (II-Justicia). El Instituto Federal de Acceso a la Información de México (IFAI). La Agencia de Protección de Datos de Uruguay. La Agencia de Protección de Datos de Cataluña. La Agencia (Comisariado) de Protección de Datos de Canadá. La Secretaría Especial de Derechos Humanos de Brasil. UNICEF. Instituto Interamericano de Derechos del Niño. Jueces de Infancia y Académicos en tecnologías de la información, derechos humanos y derechos de la infancia y adolescencia, con el apoyo del Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá (IDRC). La experiencia de la Comisionada en la investigación relativa a Facebook contribuyó a la elaboración del Memorándum de Montevideo para reflejar en dicho documento la modificación de los parámetros de confidencialidad de Facebook en todo el mundo. El compromiso emanaba del reconocimiento a las dimensiones internacionales de la protección de los datos personales en la era digital, la importancia de los desafíos a la protección de los datos personales de los más jóvenes en Internet y la urgencia de elaborar marcos normativos que puedan orientar a los Estados y las empresas en sus esfuerzos para responder a esos desafíos. 2- Importancia del Memorándum de Montevideo La importancia del Memorándum de Montevideo se puede resumir en cuatro puntos, a saber: 2.1. La base empírica del Memorándum de Montevideo El Memorándum de Montevideo es fruto de investigaciones sociales y jurídicas exhaustivas. El punto de partida para la creación de este documento de referencia procede de una investigación aplicada que contó con el apoyo de encuentros con grupos de jóvenes en los que se examinaron sus costumbres, usos, actitudes y experiencias acerca de Internet, así como sus expectativas con respecto a la protección de sus datos personales. Así pues, la 2 elaboración de este documento de referencia sobre las políticas, medidas y normas que deben regir la protección de los jóvenes en Internet se benefició de datos empíricos sólidos y exhaustivos para identificar los desafíos reales que deben superarse. Como resultado de ello, las disposiciones del Memorándum proponen medidas que responden de forma adecuada al contexto real de las actividades y a los riesgos en las redes sociales para los jóvenes en la región iberoamericana. 2.2. Un marco normativo claro, pertinente y exhaustivo A partir del análisis empírico de los riesgos, aunque también de las oportunidades del fenómeno social en Internet en la región iberoamericana, se elaboró un marco normativo. Por consiguiente, el Memorándum de Montevideo fue concebido para responder a la realidad social, cultural y jurídica de la región iberoamericana. El resultado es un documento que responde a los imperativos sociales y jurídicos de la región, y ofrece un marco normativo fundamentado en principios de derecho y en su sistema jurídico. 2.3. Una estructura centrada de forma eficaz en los principales actores El Memorándum de Montevideo ha identificado a los principales actores responsables de la protección de datos personales de los jóvenes en Internet; a saber; las autoridades educativas, las autoridades de políticas públicas, las autoridades legislativas y las empresas de la industria de Internet. La responsabilidad de los actores se define en el artículo 16 de la Convención sobre los derechos del niño, que estipula lo siguiente: Ningún niño será objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques ilegales a su honra y a su reputación. El niño tiene derecho a la protección de la ley contra esas injerencias o ataques. 2.4. El rigor jurídico El Memorándum de Montevideo es un marco de referencia único y esencial para los procesos de toma de decisiones, ya sea con relación a la elaboración de medidas sociales, políticas, legislativas o comerciales, o respecto al desarrollo de nuevas aplicaciones tecnológicas. Las disposiciones del documento constituyen una guía para la integración de la protección de los datos personales de los jóvenes en Internet. Ante el impresionante auge de las actividades de los jóvenes en Internet, documentadas por estadísticas que revelan que más del 90% de los jóvenes de entre 12 y 17 años están en línea, y ante la incidencia creciente de intrusiones, ya sea con fines comerciales o criminales, las medidas propuestas por el Memorándum de Montevideo se imponen como una necesidad urgente. 3 Vivimos en la era digital, en donde gracias al avance de las tecnologías de la información, Internet se ha convertido en un medio de comunicación esencial, al punto que forma parte ya del desarrollo de nuestras actividades cotidianas. Son muchas las ventajas que Internet ofrece; es un recurso educativo que permite incrementar nuestros conocimientos y acceder rápidamente a información que hace apenas unos lustros resultaba prácticamente inimaginable. Asimismo las redes sociales en Internet han devenido herramientas de comunicación multifuncionales, que nos permiten entrar en contacto con personas de todo el mundo y compartir experiencias. Es así como, las redes sociales permiten obtener, almacenar y transmitir un sin número de datos, documentos, fotografías, videos, música – entre otros–, y el acceso a éstos es muy sencillo, con simplemente un clic. Sin lugar a duda, las redes sociales han significado una revolución en la forma de comunicarnos, y son los jóvenes, los adolescentes y también los niños los usuarios más frecuentes, porque encuentran en ellas oportunidades de conocimiento, de entretenimiento, de diversión y también de socialización, ya que con frecuencia para formar parte de estas redes hay que registrar un perfil del usuario al que después se invita a pertenecer a amigos y conocidos, formándose así un complejo tejido de relaciones sociales, que si bien ofrece una atractiva interacción, los expone a una serie de riesgos. Esta exposición constante y pública de la información en las redes sociales que implica ciertos peligros, es particularmente importante cuando es relativa a los menores de edad, porque pueden acceder a contenidos de información que no son pertinentes para su edad o entrar en contacto con personas que explotan su información; esa información que circula con gran fluidez pudiendo ser objeto de discriminación, de difamación, de violencia psicológica e incluso de acoso sexual o pornografía. Todos estos riesgos pueden dañar el desarrollo integral del niño y del adolescente. Frente a la vulnerabilidad de los menores de edad en estas nuevas formas de convivencia social a través de las redes sociales en Internet, el derecho no puede quedarse rezagado. Internet es un espacio lleno de oportunidades, especialmente para los jóvenes, y en consecuencia, debe existir un balance entre el despliegue de la libertad de expresión y la protección de su dignidad como personas, ya que ellos tienen una expectativa razonable de privacidad al compartir su información con otros en los ambientes digitales. El Internet es un espacio que nos brinda grandes libertades, y por esa razón exige grandes responsabilidades del adulto que está cerca del menor, y de los propios niños, niñas y adolescentes. El papel del Estado es garantizar la convivencia y el balance adecuado entre ambos derechos, es decir, de la libertad de expresión y de la protección a los derechos de la privacidad, estableciendo con claridad que el Internet no es un espacio sin ley. En consecuencia, el propósito de las autoridades de protección de datos y otras instituciones 4 deberá ser el de garantizar una navegación segura a través de un conjunto de normas y políticas públicas que fomenten el pleno conocimiento de las consecuencias que conlleva la participación en redes sociales. Se pretende que el Estado logre que la industria de las redes sociales se responsabilice de que el servicio que ofrece alerte y proteja a los usuarios frente a invasiones indebidas o ilegales a su vida privada. El “Memorándum sobre la protección de datos personales y la vida privada en las redes sociales en Internet, en particular de niños, niñas y adolescentes” referido también como Memorándum de Montevideo, contiene una serie de recomendaciones dirigidas a organismos gubernamentales, a legisladores, a jueces, pero también a la sociedad y a la industria de las redes sociales, para que en el ámbito de sus respectivas competencias, se comprometan a trabajar a favor de la protección de los menores y de sus datos. Atento que Internet no tiene fronteras y, en este sentido se requiere de un esfuerzo conjunto sin límites, el 3 de diciembre de 2009 se presentó el Memorándum de Montevideo en la Ciudad de Méjico, congregando a los representantes de la industria, medios de comunicación, legisladores, jueces, padres de familia, organizaciones de la sociedad civil y autoridades en educación, con el objeto de fomentar el diálogo, definir las estrategias y alentar a la adopción de políticas públicas encaminadas a la protección de los menores en Internet. Algunos de los riesgos asociados al Internet que se han identificado son: uso abusivo y adicción, vulneración de derechos de propiedad industrial o intelectual, acceso a contenidos inapropiados, interacción y acecho por otras personas, ciberbullying, grooming, acoso sexual, amenazas a la privacidad, riesgo económico y fraude, riesgos técnicos y malware, etc. Muchas de estas amenazas pueden ser provocadas por los mismos niños, niñas y adolescentes que -como usuarios- pueden vulnerar derechos de otros, afectar la integridad personal, violentar la intimidad, transgredir derechos de propiedad, etc. Un estudio del Observatorio para la Seguridad de la Información, de marzo del 2009, da cuenta de una sustancial diferencia entre el uso adulto y el de los niños, niñas y adolescentes; mientras los primeros usan Internet con una finalidad, es decir – “para algo”, los niños, niñas y adolescentes reportan un uso más natural, es decir, están en Internet, lo utilizan para estudiar, para charlar o para escuchar música: “Internet constituye una herramienta básica de relación social e identidad”. El estudio citado demuestra que los adultos sobre estimamos la incidencia de algunos riesgos (ciberbullying), acoso sexual, violación a la privacidad) y minimizamos los más frecuentes (riesgos técnicos), existiendo un elemento común entre adultos y niños, niñas y adolescentes: no saben cómo enfrentar las amenazas cuando se producen. 5 El Memorándum declara que su “referente normativo fundamental” es la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN), a partir del hecho de que todos los países de la región la han ratificado y por tanto refleja un ‘consenso’ en la materia. A partir de este reconocimiento se puede identificar que el documento se sostiene en cinco principios, por tanto todas sus recomendaciones se derivan de ellos, a saber: 1. Un enfoque de derechos que se refleja en lo siguiente: Reconocer que niñas, niños y adolescentes son titulares de todos los derechos humanos; La obligación de tomar en cuenta las opiniones de niños, niñas y adolescentes en función de su edad y madurez; El derecho a una protección especial en aquellas situaciones que resulten perjudiciales para sus derechos (en particular su desarrollo integral) y, El reconocimiento del principio del interés superior, no como una cláusula que permite la discrecionalidad adulta para la restricción de los derechos, sino como una formula que obliga a promover su respeto y garantía en un marco de estricta ponderación de los beneficios que las medidas que se tomen, especialmente aquellas de carácter restrictivo, tengan en los derechos. 2. La responsabilidad compartida del Estado, la sociedad civil y la familia: Asegurando un protagonismo de la familia en la guía del ejercicio de sus derechos. El rol específico del Estado. Un reconocimiento del papel de la sociedad civil y los Organismos multilaterales. La responsabilidad de la “industria”, como se ha llamado a los proveedores de los servicios. 3. Un enfoque fundamentalmente preventivo y educativo, dejando en claro la necesidad de erradicar ciertas prácticas intolerables como la pornografía infantil en Internet. 4. Un definitivo “si” a la tecnología y los beneficios aparejados a ella, lo que se refleja en la necesidad de: Extender los aspectos positivos de la Sociedad de la Información y Conocimiento (el Internet, las redes sociales); Aceptar que es necesario enfrentar las prácticas perjudiciales, los riesgos y los impactos perjudiciales para el desarrollo y derechos de los niños, niñas y adolescentes. 5. Un reconocimiento de las particularidades de género y de las provenientes de la rica diversidad cultural en América Latina. 3. Recomendaciones Las recomendaciones que se formula en el documento, se agrupan en cinco ámbitos: 6 3.1. Recomendaciones en el ámbito de la prevención A los niños, niñas y adolescentes se les debe formar, en un lenguaje fácil, que permita la comprensión del espíritu de la protección de la vida privada de ellos y los demás, en: el uso responsable y seguro del Internet y las redes sociales digitales; en que Internet es un espacio con normas y que las acciones allí tienen consecuencias, en particular debe hacérseles conocer que: la distribución de pornografía, el acoso, la discriminación, la promoción del odio racial, la difamación, la violencia son ilegales y penados por la ley; en el respeto a la vida privada, buen nombre e intimidad de terceras personas; en las posibles responsabilidades civiles, penales o administrativas derivadas del uso abusivo del Internet; debe formarse a niños, niñas y adolescentes en el uso responsable y seguro del Internet, en particular sobre las políticas de privacidad, seguridad y de alertas de las distintas redes y en la “incertidumbre” que rodea a la veracidad de la información y a buscar y discriminar las fuentes; y, debe recordarse que el uso de seudónimos es aceptado, siempre que estos no sirvan para engañar o confundir sobre la identidad real, pero debe informarse sobre los riesgos de ser engañados sobre la identidad de otra persona y los robos o la suplantación de identidad. El proceso de promoción y educación sobre la Sociedad de Información y el Conocimiento, el uso seguro y responsable del Internet y las redes sociales debe ser permanente, para ello debe: incluirse en los planes educativos de todos los niveles; los docentes deben ser formados en estos temas. Las autoridades educativas –con el apoyo de las autoridades de protección de datos, académicos, organizaciones de la sociedad civil- deben asistirlos; debe establecerse –en los centros educativos- mecanismos para que los niños, niñas y adolescentes resuelvan los conflictos derivados del uso del Internet y las redes sociales. 3.2. Recomendaciones para el marco legal Existe un lento avance del marco legal en relación al desarrollo de nuevas aplicaciones y el avance de la tecnología, pero los vacíos deberían ser enfrentados usando los principios constitucionales compatibles con estos temas. Debe existir una normativa que asegure la protección de los datos personales y la aplicación efectiva de los mecanismos, dando prioridad a los niños, niñas y adolescentes. La protección de los datos personales requiere del desarrollo de una normativa nacional, aplicable al sector público y privado, que contenga los derechos y principios básicos, reconocidos internacionalmente, y los mecanismos para la aplicación efectiva de la misma. 3.3. Recomendaciones para la aplicación de la ley por parte de los Estados Se reconoce el rol relevante que pueden cumplir los sistemas judiciales para asegurar el buen uso de Internet y las redes sociales. Experiencias recientes demuestran que pueden 7 cumplir un doble rol: restaurar los derechos vulnerados; y, enviar un mensaje claro a ciudadanos y empresas sobre la voluntad de aplicar las normas y los principios. Para esto se debe garantizar: La existencia de procedimientos sencillos, ágiles y de fácil acceso, en donde estas causas se tramiten con prioridad; Fomentar la especialidad en el juzgamiento de la protección de datos, promoviendo el desarrollo de la capacidad de los actores jurídicos; Crear canales de comunicación para que niñas, niños y adolescentes puedan presentar denuncias; y, Difundir ampliamente los fallos y crear bases de datos que los recopilen. 3.4. Recomendaciones en materia de políticas públicas En el documento se recomienda el establecimiento de: Mecanismos de respuesta para las víctimas de abusos y sistemas de información para que niñas, niños y adolescentes tengan preocupaciones por su seguridad y derechos, reciban asesoría y apoyo rápido; Se deben elaborar protocolos para canalizar las denuncias sobre contenidos ilegales; Crear mecanismos –nacionales e internacionales- para compartir y procesar información reportada sobre los eventos denunciados para establecer formas de protección temprana en base a los riesgos detectados; Promover la sensibilización y divulgación de información pública sobre estos temas; Promover mayor participación en las acciones de difusión y sensibilización; Impulsar el desarrollo de un conocimiento especializado en la materia y de investigación para formular políticas adecuadas. 3.5. Recomendaciones para la industria En el Memorándum se reconoce la importancia central que tiene industria –proveedores de acceso, desarrolladores de aplicaciones y de redes sociales- en las medidas a tomarse en la prevención, en la cooperación con las autoridades y en las medidas de protección. En el campo del manejo y protección de datos debe considerarse lo siguiente: La protección de la vida privada debe ser la característica por defecto de todos los sistemas, las reglas sobre este tema deben ser explícitas sencillas y claras, en un lenguaje adecuado; Los cambios de los perfiles de privacidad deben ser sencillos y gratuitos; Los “parámetros de privacidad” deben estar disponibles siempre y advertirse sobre los que se han preseleccionado, asegurando que la opción sea la privacidad; No deben recopilarse los datos personales de niños y niñas; No debe permitirse la recopilación, tratamiento, difusión, publicación o trasmisión a terceros de datos personales, sin autorización expresa del titular. 8 Los sistemas deben tener formas de acceso a la información, rectificación y eliminación de datos personales, para usuarios y no usuarios, en particular deben contar con: políticas accesibles sobre conservación de datos personales entre los que debe constar la eliminación , luego de un tiempo, de los mismos luego de que alguien desactive la cuenta; Nunca se debe recopilar o mantener datos de no usuarios; Las opciones para desactivar o suprimir cuentas deben ser visibles; Debe limitarse el acceso a los datos personales de parte de terceros proveedores de aplicaciones y evitar cualquier solicitud de datos no necesarios para el funcionamiento de las aplicaciones; Los terceros solamente deberían acceder a los datos personales con autorización expresa del titular; Es necesario que todos los servicios establezcan filtros de seguridad y medidas de índole técnica y operativa para garantizar la seguridad de la información, en particular la disponibilidad y confidencialidad. La industria debe comprometerse a notificar a las autoridades cualquier ocurrencia de pornografía infantil; Respetar de manera irrestricta las legislaciones nacionales sobre crímenes cibernéticos; Reformular servicios de atención a clientes y usuarios para dar respuesta a todas las reclamaciones generadas por la creación de comunidades falsas u ofensivas; Desarrollar tecnologías eficientes de filtrado e implementación de moderación para impedir publicaciones de pornografía infantil; Crear herramientas de ayuda telefónica para brindar apoyo a niñas, niños y adolescentes y que las denuncias de estos sean procesadas de inmediato cuando exista indicios de pornografía infantil, racismo u otros crímenes de odio; Desarrollar herramientas de comunicación con las autoridades competentes para la tramitación de denuncias; Informar a los usuarios sobre los crímenes cometidos en las redes sociales digitales; Desarrollar campañas de educación sobre el uso seguro y respetuoso del Internet, inclusive mediante la publicación de material impreso y audiovisual para ser distribuidos en los establecimientos educativos; y, establecer sitios de denuncia en línea de fácil acceso a niñas, niños y adolescentes. 4. Casos Ilustrativos 4.1. Una adolescente británica a la cárcel por bullying en Facebook. El bullying es una intimidación y maltrato, de forma repetida y mantenida, casi siempre lejos de los ojos de los adultos, con la intención de humillar y de someter abusivamente a una víctima indefensa, por parte de uno o varios agresores a través de agresiones físicas, verbales o sociales con resultados de victimización psicológica y rechazo grupal. Por su parte, el cyberbullying es una manifestación del acoso que se produce mediante plataformas virtuales, tales como chats, blogs, fotologs, mensajes de texto, correo electrónico, consolas de juegos, páginas webs, redes sociales, teléfonos móviles y otros medios tecnológicos. 9 Una adolescente de 18 años se ha convertido en la primera persona encarcelada en Gran Bretaña por hacer ‘bullying’ e intimidar a una compañera de Instituto, a través de una la red social. Keeley Houghton había acosado a Emily Moore durante la etapa en la que acudieron juntas al colegio. Houghton se jactaba en su página de Facebook de que iba a matar a su compañera. La joven inglesa fue condenada a tres meses de encierro en una institución para delincuentes juveniles, tras declararse culpable de acoso. Houghton también recibió una orden de restricción que impide acercarse a Emily Moore, ya sea por internet o por cualquier otro medio. 4.2. Viví un infierno, todo por ser buen estudiante. País: Colombia, 6 de septiembre de 2009 Un adolescente de 13 años concurría a un prestigioso colegio de Bogotá. Por ser estudioso y respetuoso, un par de compañeros empezaron a hacerle la vida imposible. Además de golpearlo e insultarlo a diario, no le permitían jugar con ellos. Todo se complicó cuando las agresiones trascendieron al escenario virtual. En el Messenger era costumbre que cada uno de los compañeros de curso pusiera, en su estado, un mensaje insultante hacia él. Hacían concursos de la mejor frase, y él las veía cuando se conectaba. Todo el tiempo recibía mensajes en su correo electrónico y en su celular. El adolescente, narró: “Empecé a tener pensamientos malos, a perder las ganas de vivir. Quise morirme, no quería ser el rechazado del curso”. Tal fue la presión que, según su médico de cabecera, sufrió un bloqueo de la hormona del crecimiento. 4.3. Mi ‘ciberamigo’ me chantajeaba. Ingresa en prisión un joven que acosó desde Cádiz a más de 250 mujeres, muchas de ellas menores, a través de la red. País: España (Cádiz), 15 de junio de 2009. El detenido en Chipiona (Cádiz) era, en realidad, varón y tenía 24 años pero se había inventado hasta 12 personalidades distintas para ganarse la confianza de sus víctimas de diferentes maneras. Durante semanas habló con ellas a través de Internet. Se intercambiaron palabras en el chat, mensajes por correo y fotografías en algunas redes sociales como Facebook. Cuando la amistad se consolidaba y reunía material suficiente, él amenazaba y chantajeaba a las que supuestamente eran sus amigas. Así engañó a 250 personas, la mayoría mujeres y menores. El método usado por este delincuente cibernético se conoce como grooming, nacido de la revolución que ha supuesto el auge de programas de mensajería instantánea, chats, redes sociales donde es fácil encontrar amigos pero no siempre con buenas intenciones. La operación policial ha acabado con el arresto y encarcelamiento de este joven. El detenido dominaba la técnica informática. La policía conoció los hechos a través de una denuncia 10 registrada en Madrid. Una joven reveló que alguien al que había conocido en Internet la estaba chantajeando. Ella misma le había entregado, en virtud de la confianza ganada, una foto con una imagen suya desnuda. Ahora su supuesto amigo cibernético le amenazaba con difundirla y humillarla públicamente si no le entregaba semanalmente un vídeo de contenido sexual en el que ella apareciera. La Brigada de Investigación Tecnológica del Cuerpo Nacional de Policía le localizó en octubre de 2008 en Chipiona y se le intervinieron dos ordenadores portátiles y dos discos duros. Fue detenido pero quedó en libertad. El material intervenido fue analizado y se constató la existencia de 250 víctimas, la mayoría de ellas mujeres y menores de todo el territorio español, aunque también había extranjeras. El acosador no se limitó a utilizar la información personal que sus víctimas le habían cedido voluntariamente, sino también usó programas de control remoto para acceder al contenido de cuentas de correo electrónico y los archivos personales de sus ordenadores. 5. Conclusiones Al tiempo que evolucionó la ciencia y la tecnología surgió un nuevo derecho fundamental a la protección de datos personales y la necesidad de desplegar sus mecanismos de tutela, para la efectiva protección de las niñas, niños y adolescentes. La realidad nos demuestra la urgente necesidad de comprometernos en todos los niveles para que no se irrumpa en ese ámbito, por demás delicado. La afectación en la vida presente y adulta de los niños, niñas y adolescentes no solo pone en riesgo su integridad personal sino además su desarrollo en todas las esferas de su crecimiento. El uso casi generalizado de los teléfonos móviles trae consigo grandes retos, ya que no todos los menores tienen acceso a una computadora, sin embargo, todos pueden acceder a las redes sociales desde su teléfono y eso complica el cumplimiento de los principios de protección de datos, como el de información y consentimiento, así como la supervisión de los padres y educadores respecto de los contenidos a los que se accede. Si bien los Estados no han adoptado un modelo único para la tutela del derecho a la protección de datos, en los Estados Unidos de América existe una ley para proteger la privacidad de los niños cuando navegan en Internet. Es por ello que dado que existe consenso en cuanto a la necesidad de proteger a los menores de edad, en general en Internet y más recientemente en redes sociales, es necesario actuar para garantizar una tutela efectiva. Los Estados deben tomar las medidas apropiadas para garantizar que los niños, las niñas y adolescentes sean protegidos y se garantice su bienestar. La experiencia demuestra que el nivel de responsabilidad y el papel de un gobierno en el establecimiento y la defensa de estándares de protección, como el liderazgo de su nación para proteger los derechos de los 11 niños, determina la naturaleza, la cantidad y la calidad de lo que el país logra hacer por sus niños a través de generaciones. Bibliografía: Memorándum de Montevideo. Carlos G. Gregorio: Impacto y evolución de las redes sociales digitales: libertades y derechos. Lina Ornel:. El derecho de las niñas, niños y adolescente a la protección de sus datos personales: evolución de derechos y su exigencia frente a las redes sociales. Chantal Bernier: El Memorándum de Montevideo: un marco de referencia para la protección de los datos personales de los jóvenes en Internet en la región Iberoamericana. Jacqueline Peschard Mariscal: Protección de las niñas, niños y adolescentes en el ámbito digital: responsabilidad democrática de las instituciones de gobierno y de las agencias de protección de datos. Farith Simon Campaña. El enfoque de derechos en el “Memorándum de Montevideo”. 12