Creta: civilización cretense

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CRETA
Rasgos Básicos de la Historia Cretense e Informes Sobre el Carácter de la Gente, en Apoyo del Estudio de la
Epístola a Tito.Creta es una isla que forma un límite al sur del Mar Egeo, y al sudeste de Grecia. Creta mide
250 kilómetros de largo, entre once y cincuenta y seis kilómetros de ancho, y 8.164 kilómetros cuadrados en
área. Es la quinta isla más grande en el Mar Mediterráneo (después de Sicilia, Sardinia, Chipre, y Corsica).
Está en la cima de una sierra submarina que algunos piensan haber conformado en tiempos antíguos un puente
terrestre entre la península griega de Peloponeso y el sur de Turquía. En tiempos antiguos Creta ocupaba el
paso marítimo principal entre Grecia y Africa, y entre Asia Menor y Africa. Los Filisteos quizás emigraron a
Palestina de Grecia, viviendo en Creta por un tiempo en el pasado antiguo. Creta tiene ubicación central, pero
muy poco se sabe de su historia antes del período griego. No fue sino hasta las expediciones arqueológicas del
Señor Arthur Evans a fines del Siglo 19 que los hechos de la historia cretense antigua llegaron a conocerse.
Evans era un millonario sin empleo en Inglaterra, así que tomó el cargo de curador del Museo Asmoleano de
la Universidad de Oxford en Oxford, Inglaterra. Era un ávido aficionado de la arqueología, pero estaba por
alcanzar un renombre que lo puso entre los más profesionales. Evans también era un numismático, y oyó
contar de algunos sellos muy interesantes que algunos egipcios antiguos habían supuestamente dejado en la
isla de Creta. Tomando una vacación prolongada del museo, navegó su yate personal a Creta en 1894. Llegó
al puerto de Nosos en ese año y empezó una excavación arqueológica en un sitio cercano llamado Kefala. En
el primer día de excavar, destapó la cumbre de un palacio de la edad de bronce. Supo que había hallado algo,
pero siendo que la propiedad no le pertenecía; cubrió el hoyo y empezó negociaciones con el gobierno griego
de Creta para comprar el sitio. El lugar que Evans compró era el sitio del antiguo Nosos; y el palacio que
había hallado era el del Rey Minos, quien hasta ese tiempo, se consideraba como una leyenda. Evans llamó la
civilización de Rey Minos la civilización Minoa. Esta floreció de tiempos tempranos hasta aproximadamente
1400 AC, y su descubrimiento ha sido inestimable para el estudio de historia y lenguas griegas y europeas,
sobre todo las del área del Mediterráneo oriental. La cultura de Minos se distingue por la originalidad y alto
desarrollo de su arte y arquitectura. De hecho, esta cultura se considera precursor de la civilización Micena de
Grecia antigua. Se hallaron muchos ejemplos de escritura pictográfica en el sitio del palacio; y se identificaron
dos formas básicas, denominadas Minoana Lineal A y B. La obra de decifrarlas empezó en los años 1.930,
pero el secreto de la escritura Lineal B no se resolvió hasta 1.953, cuando dos hombres llamado Ventris y
Chadwick determinaron que la Lineal B es una forma arcaica del griego temprano. Lineal A todavía se sigue
estudiando.El Señor Arthur Evans fue reconocido con muchos honores: fue eligido Compañero de la Sociedad
Real de Arqueólogos; fue nombrado caballero en 1911; fue nombrado presidente de la Sociedad de
Anticuarios entre 1.914 y 1.919. Murió en Oxford en 1.941. La civilización de Minos fue destruida en
aproximadamente 1.400 A.C. con la erupción del volcán Santorini en la isla de Tera, aproximadamente 110
kilómetros al norte de Creta. Se piensa que primero una ola gigantesca golpeó la isla, la cual destruyó
ciudades y poblaciones costeras, y luego cayó ceniza volcánica, que enterró la isla entera. Arthur Evans
excavó los edificios 3.300 años más tarde. Por supuesto, la isla empezó a ser poblada de nuevo
inmediatamente cuando gente emigró del continente. En aproximadamente 600 A.C., griegos de Doria
vinieron con fuerza y conquistaron la isla. Sus primos eran los griegos de Esparta de Peloponeso y los griegos
filisteos de Palestina. Griegos de Esparta se establecieron en el lado occidental de la isla en ciudades como
Lito. Todos los griegos en la isla eran guerreros, luchadores feroces, con mucho orgullo de su independencia y
cualidades bélicas. Gente de las islas tienden a ser independientes, y este rasgo fue aumentado por su herencia.
Habían Judíos de Creta en Jerusalén en el Día de Pentecostés (Hechos 2:11) y Pablo bajo por lo menos una
vez en Creta, en su viaje a Roma (Hechos 27:7). Las citas siguientes son de las obras de Políbio, uno de los
historiadores griegos más famosos y prolíficos de la época romana. Las citas se toman de sus Historias,
Tomos II, III, y VI. Las citas indican tomo y número de página con [II, 319], etc.Respecto al ejército Cretense
[II, 319] −− "Los cretenses, tanto por tierra y mar son irresistibles en emboscadas, correrías, trampas para los
enemigos, ataques nocturnos, y todo enfrentamiento pequeño que requiere fraude; pero son pusilánimes y
cobardes en ataques en masa, cara a cara, de batalla abierta." Respecto a las disputas internas y guerras cíviles
de Creta [II, 429] −− "La ciudad de Lito se encontró con un desastre sin remedio. Ejércitos de Nosos y
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Gortínia habían sujeto la isla entera, salvo Lito (aproximadamente 225 A.C.). Siendo que Lito no se rendía,
declararon guerra contra ella. Al principio, todos los cretenses participaron en la guerra contra Lito, pero celos
resultaron por razones insignificantes como era común con los cretenses. Varias ciudades fueron a ayudar a
Lito. "Entretanto, la ciudad de Gortín sufría guerra civil, en el cual los ciudadanos mayores tomaban la parte
de Nosos y los jóvenes la de Lito. Los gortínios mayores, con la ayuda de nosios y etolios, quienes habían
entrado secretamente a la ciudad y la ciudadela, mataron a los ciudadanos jóvenes, entregando la ciudad de
Gortín a Nosos. "Al mismo tiempo, los de Lito salieron con toda su fuerza en una expedición en territorio del
enemigo. Pero los nosios se enteraron de su partida y aprovecharon la oportunidad para ocupar a Lito, destruir
el pueblo y esclavizar al pueblo. El ejército lito regresó a una ciudad saqueada y estaban tan perturbados que
ni entraron al pueblo, sino buscaron refugio en la ciudad de Lapa, volviéndose en un día forasteros sin ciudad,
en vez de ciudadanos."Así fue que Lito, colonia de Esparta, y aliado a ellos por sangre, la ciudad más antigua
de Creta, y el criadero de sus hombres más valientes, fue absolutamente e inesperadamente deshecha."
Respecto a la codicia de cretenses [III, 373] (Respecto a una comparación de las constituciones de Esparta y
Creta) −− "Por todos éstos conceptos la práctica cretense es exactamente el opuesto (al de Esparta). Sus leyes
hasta les permiten adquirir todo el terreno que puedan regir, y estiman tanto al dinero que su adquisición no
sólo se ve como requisito, sino como lo más honorable. "El sórdido amor a ganancia y deseo de riquezas
prevalece tanto entre ellos, que los cretenses son los únicos en el mundo que consideran no tener ganancia
como algo deshonroso. Debido a su codicia innata por riqueza, se encuentran en constantes riñas en público y
privado, en asesinatos y guerras cíviles." Respecto a la perfídia y connivencia cretense (esta es la refutación de
Polibio a las declaraciones de Eforo, Xenofón, Platón y Calistenes que las constituciones de Esparta y Creta
son similares) [III, 375]−− "Tales son los puntos en que considero que difieren estos dos sistemas políticos, y
ahora doy mis razones por no reconocer al de Creta como digno de alabanza o imitación."Yo opino que hay
dos cosas fundamentales en cada estado, por virtud de los cuales sus principios y su constitución o son
deseables o lo opuesto. Es decir, sus costumbres y sus leyes. Lo que es deseable en estos hace de las vidas
privadas de los hombres algo virtuoso y bien−ordenado y el carácter general del estado algo manso y justo. Lo
que hay de evitarse tiene el efecto opuesto."Así que, cuando observamos que las leyes y las costumbres de un
pueblo son buenas, no vacilamos en declarar que los ciudadanos y el estado por consiguiente también serán
buenos. Por lo tanto, cuando nos damos cuenta de que hombres son codiciosos en su vida privada y que sus
acciones públicas son injustas, estamos claramente justificado en decir que sus leyes, sus costumbres
particulares, y el estado entero, son malos.Ahora sería imposible encontrar, excepto en algunos pocos
ejemplos, conducta personal más traicionera, o una política pública más injusta, que la de Creta. Considerando
la constitución cretense como ni similar a la de Esparta ni de ninguna manera mereciendo alabanza o
imitación, la despido de la comparación que he propuesto hacer." Respecto a la perfídia de algunos
ciudadanos de las ciudades de Cidonia y Apolonia [VI, 31]−− "La gente de Cidonia de ese tiempo cometieron
un acto chocante de perfídia universalmente condenado. Aunque muchas tales cosas han sucedido en Creta, lo
que se hizo se pensó sobrepasar los demás ejemplos de su ferocidad habitual. "Aunque no sólo eran amigos
con los apolonios, sino que se unían con ellos en general en todos los derechos observados por los hombres,
con un tratado jurado con tal efecto depositado en el templo de Zeus, ellos perfidiosamente saquearon a la
ciudad, matando a los hombres, tomando con violencia toda propiedad, y dividiendo entre sí a las mujeres y
niños, y a la ciudad con su territorio."De Creta vs. Roda [VI, 285]−− "Antifatas... porque, de hecho, éste joven
no tenía carácter cretense sino que había escapado el contagio de la mala crianza cretense." La Historia de la
Captura de Aqueo (un episodio verídico, verdaderamente cretense)
Primero, un trasfondo histórico griego.
Felipe de Macedonia había alcanzado renombre como griego por fuerza de armas. êl anunció su intención de
encabezar un ejército griego unido contra Persia para derrotarla para siempre. Fue eligido general en la ciudad
de Corinto en 335 A.C., pero fue asesinado casi enseguida, y el ejército y generalato pasó a su hijo, Alejandro.
Alejandro cruzó el Helespont en 334 A.C. con un ejército de 35.000 macedonios y griegos. Visitó a Troas,
dedicó su armadura a Atena, y colocó una corona en la tumba de Aquiles, a quien consideraba como
antepasado. Su primera batalla con los Persos aconteció en el río Granico, al oriente de Troas, la cual abrió su
paso a Asia Menor. La segunda batalla principal ocurrió en Iso, después del cual conquistó toda la costa
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oriental del Mediterráneo hasta Egipto. Su tercera batalla principal aconteció en Guagamela en 331 A.C.−−
ésta condujo a la derrota conclusiva del imperio Persa. Siguió adelante, conquistando hasta la India, pero
murió a los 32 años de una fiebre probablemente empeorada por el alcoholismo. Alejandro había empezado a
pensar en un imperio mundial, pero no lo logró. Sus generales lucharon entre sí para ser su sucesor; y al fin
dividieron los terrenos conquistados entre sí. Tolemi empezó su dinastía en Egipto, el cual duró hasta
Cleopatra. La dinastía Seleucida en Asia Menor, con los reyes de nombre Seleuco o Antioco, duró hasta 65
A.C., cuando Siria se convirtió en provincia romana. Los gobernantes Antigonid de Grecia continental y
Macedonia también permanecieron independientes hasta la conquista romana.
El origen de Europa
La más vívida imagen del rey Minos, sin embargo, es la entretegida en la luminosa telaraña del mito
griego. De acuerdo con la leyenda, Zeus, disfrazado de toro blanco, raptó a la bella princesa fenicia
Europa y con ella cruzó a nado el mar y llegó a Creta.Europa tuvo tres hijos, uno de los cuales fue
Minos, quien reclamó su derecho al trono de Creta, e invocando su derecho divino, se jactó que los
dioses le concederían lo que les pidiese. Entonces rogó a Poseidón, dios del mar (hijo de Cronos y Rea,
hermano de Zeus), que un toro emergiera de las aguas, para sacrificarlo. Inmediatamente un hermoso
toro nadó hasta la playa. Codiciándolo para sí mismo, Minos lo incorporó a sus manadas y sacrificó
otro.Disgustado, Poseidón infundió en Pasifae, la esposa de Minos, una gran pasión por el toro sagrado.
El hijo contranatura de Pasifae y el toro fue el Minotauro, monstruo con cabeza de toro y cuerpo
humano, al que Minos confinó en un laberinto diseñado por el artista Dédalo.Hasta allí llegaba
periódicamente de Atenas una ofrenda viviente que consistía en un tributo anual de cincuenta
mancebos y doncellas, alimento para el Minotauro.La tercera vez que correspondía enviar ese tributo,
el héroe ateniense Teseo fue a Cnosos, entró en el laberinto con la ayuda de Ariadna (hija de Minos y de
Pasifae, que enamorada del héroe ateniense le dio un ovillo, cuyo hilo iba devanando y sirvió para
indicarle el camino de regreso) y, sin otras armas que sus manos, dio muerte al Minotauro. El padre de
Teseo era Egeo, rey de Atenas.Teseo había prometido izar en su nave si volvía vencedor, velas blancas,
y si el barco regresaba sin él, velas negras. Pero Teseo, ofuscado por las maldiciones de Ariadna, a
quien había abandonado en Naxos, se olvidó de cambiar las velas, y Egeo, que vigilaba su regreso desde
la orilla, al ver el color del velamen creyó perdido a su hijo y se tiró al mar que, desde entonces, lleva su
nombre: mar Egeo.Como muchas leyendas, la del Minotauro tiene sus raíces en los hechos. Se ha
encontrado en las excavaciones de Cnosos abundante evidencia de que el toro era un símbolo central de
la civilización minoica. Muchas pinturas murales sugieren claramente que el deporte nacional era una
forma de lidia con toros o tauromaquia. Otro indicio sobre el origen de la leyenda del Minotauro reside
en lo intrincado del palacio de Cnosos, capital del reino en la edad de oro de Creta.Al extranjero nativo
de las montañas de Arcadia o las inhóspitas regiones del Asia Menor, sus interminables y retorcidos
pasadizos, sus compartimientos desconcertantes, innnumerables salas, columnatas, corredores, salones
oficiales y depósitos, le parecían sin duda un laberinto. La misma palabra laberinto es significativa,
porque deriva del vocablo griego labris, "doble hacha".Y el hacha de dos filos constituía un motivo
religioso que se repetía en Cnosos por todas partes. Para los griegos, el palacio de Minos era,
literalmente, la casa del hacha de dos filos. El palacio de Cnosos es una perfección desde las
instalaciones sanitarias hasta los bellísimos frescos de las paredes de los aposentos: plantas y flores,
monos y aves azules, delfines saltando en el «cuarto de la reina», grifos con plumas de pavo real y
personas vestidas con gran distinción.Es curioso cómo recuerdan esos frescos el estilo «modernista»,
demoda precisamente en los años del descubrimiento. «Une petite parisienne!», exclamaron los
excavadores impresionados (y así se llama hasta ahora aquella belleza multimilenaria, de hecho la
pintura en que aparece la sacerdotisa minoica con una túnica larga, con el pelo sujeto por un tipo
especial de nudo sagrado).Evans había hallado en Cnosos más de mil tablas de arcilla con la enigmática
escritura que buscaba, pero fue otro el que las descifró.La principal dificultad para interpretar la
civilización cretense resulta del enigma del lenguaje minoico que es todavía un misterio. El esplendor de
esa cultura sólo llega hasta nosotros por obra de la reconstrucción arqueológica. Se levanta en muda
magnificencia sin explicación ni interpretación, «un libro de figuras sin texto», como dijera un estudioso.
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Sin embargo, de la síntesis de las investigaciones arqueológicas emergen ciertas formas de la vida
minoica.Y la mayoría de las imágenes que así se perciben son atrayentes, porque revelan una
comunidad sana, espiritual y cultivada, e iluminan la isla de Creta como primer paso en la expansión
lenta de la civilización, desde su cuna en el Cercano Oriente hacia Europa y el resto del mundo
occidental.Aproximadamente hacia el 1400 a.C. tocó a su fin la civilización minoica. Una misteriosa
catástrofe cayó de nuevo sobre Creta. El esplendoroso palacio de Cnosos quedó reducido a escombros y
en su mayor parte carbonizado y calcinado por el fuego.Tres siglos antes los cretenses habían resurgido
gloriosamente de las cenizas; esta vez no habría ya renacimiento. De tan gigantesco holocausto no se
tienen más pruebas que arqueológicas. Las tablillas minoicas descifradas no dicen nada al respecto, ni
lo registran tampoco los posteriores anales griegos.Sostienen algunos eruditos que la isla fue invadida y
subyugada por los micénicos, otro pueblo egeo creador de una vigorosa cultura autóctona en la Grecia
continental. Según otra hipótesis, la destrucción de los palacios fue obra de los mismos cretenses, que se
alzaron contra el yugo micénico. Pero los restos hallados sugieren también la posibilidad de que el
agente destructor haya sido un terremoto o un maremoto.Hay indicios, no obstante, de que Cnosos
sufrió el influjo micénico en las postrimerías de su existencia. No se sabe si esa influencia fue sólo
cultural o también política. Pero en las artes empezaron a manifestarse pronunciados cambios de estilo,
con alejamiento del naturalismo y simultáneamente acercamiento a formas y convencionalismos de la
civilización continental. El cambio más significativo tuvo lugar en la escritura minoica,En los 600 años
del apogeo cretense aparecieron tres sistemas distintos de escritura. El primero de ellos, coetáneo con el
de los primeros palacios (2500 a 1700 a.C.), era jeroglífico y constaba de 135 símbolos. Esta modalidad
de escritura desapareció con la destrucción de los palacios y fue suplantada por una forma más
avanzada, conocida entre los estudiosos como escriura lineal A. Era en realidad un silabario cuyos 75
caracteres representaban combinaciones silábicas de consonantes y vocales. Nunca se ha logrado
descifrar ni una sola de las tablillas de arcilla escritas en estos dos primeros sistemas minoicos. Palacio
cretenseReconstrucción del palacio de Cnossos.
Arquitectura micénica
La cultura micénica es ya una cultura griega, pero, desde el punto de vista artístico, está muy emparentada con
las culturas urbanas más antiguas.
Los restos arqueológicos de la ciudad de Micenas muestran una ciudad amurallada con puertas monumentales
(Puerta de los leones). Los monumentos funerarios son magníficos: cámaras circulares cubiertas de falsa
cúpula a las que se accede por un corredor. Las viviendas (¿tal vez palacios?) son de planta rectangular con
atrio. La forma circular de las tumbas (tholos) y la rectangular (mégaron) de las viviendas pasarán a la
arquitectura griega.
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Arquitectura griega
La arquitectura griega se da en el marco de la ciudad y de los santuarios.
Las ciudades griegas no responden, en general, a un plan urbanístico preestablecido, sino que se pliegan al
terreno y se desarrollan de forma un tanto caótica. Sin embargo, en el siglo VI a.C., Hipodamos de Mileto
reconstruye la ciudad de Mileto, tras ser destruida por los persas, siguiendo un plan que ha dado lugar a la que
denominamos planta hipodámica, que se difunde en el período helenístico.
Toda ciudad griega tiene un ágora o plaza en la que se desarrolla buena parte de la vida pública de los
hombres griegos; las mujeres de las clases altas vivían confinadas en las casas.
Los edificios más significativos de la arquitectura griega son los templos y los teatros.
El templo griego
Los templos griegos estaban situados en la zona sagrada de la ciudad (temenos), a veces en el interior de un
recinto elevado y fortificado, la acrópolis, a la que se accede por una escalinata monumental (propileos) y
también en los santuarios.
La planta deriva del mégaron micénico, es rectangular y simétrica respecta de un eje longitudinal; consta de
pronaos (vestíbulo), naos o cella (recinto cerrado en el que se sitúa la estatua de la divinidad homenajeada y
opistodomos.
La magnificencia de algunos templos griegos, como el Partenón de la acrópolis de Atenas, no es prototípica,
todo lo contrario: los templos griegos suelen ser pequeños (Tesoro de los Atenienses en Delfos o el templo de
Atenea Niké en la Acrópolis ateniense), puesto que en su interior no se realiza el culto, sólo contiene la
imagen de la divinidad y las ofrendas. El rito principal es el sacrificio que se realiza fuera del templo, en un
altar que puede ser muy sencillo, o magnífico, como el altar dedicado a Zeus y Atenea en Pérgamo (ciudad de
la costa de Asia Menor en la actual Turquía). Se construyen algunos templos circulares (tholos).
Respecto al alzado (soportes y cubiertas), los templos griegos se construyen siguiendo los denominados
órdenes, es decir, una determinada combinación de los elementos que sustentan o de los que son sustentados.
Los órdenes son tres: dórico, jónico, y corintio. La arquitectura griega es siempre adintelada.
El Partenón es de orden dórico, el Erecteion y el templo de Atenea Niké, del jónico. Los tres templos se hallan
dentro del recinto de la Acrópolis de Atenas. La impresión que causan hoy, con sus sobrias superficies pétreas
−o marmóreas−, nada tiene que ver con la que causarían en el pasado, puesto que los templos griegos estaban
pintados con chillonas policromías.
Otros edificios griegos
La representación teatral, sobre todo de las tragedias y comedias, formaba parte del culto religioso griego. Los
griegos asistían al teatro como parte de sus obligaciones políticas. Para la construcción de teatros se
aprovechaban las laderas de los montes, sobre las que se levantaban las graderías, semicirculares (cavea), que
envolvían la orquesta circular, es decir, el lugar de la representación donde evoluciona el coro cantante y
danzante; detrás de ésta se sitúa la escena, que hace de decorado y sirve para que realicen su aparición los
intérpretes.
El prototipo de teatro griego es el de Dioniso en Atenas. El más renombrado fue el de Epidauro, con una
orquesta circular de 20,3 metros de diámetro y capacidad para 12.000 espectadores.
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Otros edificios públicos son el buleuterion (ayuntamiento), el pritaneo y el strategion (reservados a los altos
magistrados), la stoa (espacio comercial y de relación social), el gimnasio, la palestra (edificio destinado a la
educación física e intelectual), la biblioteca, los arsenales y las torres.
Templo griego
El templo griego no estaba concebido para acoger a los fieles, por eso se cuida mucho más el aspecto exterior
que el interior.
Las diversas partes del templo son:
• frontón
• triglifos
• metopas
• acróteras
• cornisa
• friso
• columnas dóricas
• pórtico o pronaos
• naos
• dos escalones (estereóbato)
• estilobato
• pórtico lateral (peristilo)
• arquitrabe
• Acrópolis de Atenas
La Acrópolis es la parte elevada y amurallada de algunas ciudades griegas, donde se situaban los edificios
públicos y de carácter sagrado.
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