Seminario Internacional “Agua Segura a su Alcance” Experiencias en Vigilancia Ciudadana de la Calidad del Agua: Lecciones aprendidas Luis Egocheaga Young Asesor en Salud y Saneamiento - PROPOLI 10 de mayo de 2007 PROPOLI, sus objetivos y componentes. En el contexto de la cooperación bilateral que la Unión Europea mantiene con el Perú surge el Programa de Lucha Contra la Pobreza en zonas urbano-marginales de Lima PER/B7-3010/95/130, abreviado PROPOLI, bajo tutela de la Unión Europea y el Ministerio de la Mujer y el Desarrollo social (MIMDES). El objetivo fundamental de este programa es contribuir a la integración social y económica de las poblaciones más pobres de los distritos urbano-marginales de Lima, a través de su participación en los procesos de desarrollo de estos distritos. El programa se dirige a poblaciones urbano-marginales de Lima, situados en el contexto de "pobreza" y “extrema pobreza". Su área de intervención corresponde 10 distritos: Ventanilla, Puente Piedra, Comas, San Juan de Lurigancho, Ate, San Juan de Miraflores, Villa María del Triunfo, Villa El Salvador, Lurín y Pachacámac. PROPOLI desarrolla sus actividades en cuatro componentes o ejes de intervención: 1. Participación ciudadana y fortalecimiento institucional, que apoya la descentralización de los gobiernos locales, fortalece las organizaciones sociales, las PYMES, desarrolla capacidades municipales a favor del desarrollo económico local, y sensibiliza la opinión pública en el ejercicio de los derechos ciudadanos; 2. Capacitación para la generación de ingresos, que facilita el acceso a los servicios de capacitación, asistencia técnica y articulación comercial de las microempresas, apoya la creación de nuevas microempresas a través de fondosconcurso, promueve los servicios de información e intermediación laboral, y el desarrollo de capacidades laborales de los jóvenes en situación de pobreza; 3. Igualdad de oportunidades, que apoya a las instituciones locales en sus iniciativas sociales y emprendedoras, el fortalecimiento de las redes sociales y la participación ciudadana, los servicios municipales especializados para la integración social y económica, y el registro de las poblaciones vulnerables; 4. Salud y saneamiento, que apoya los planes integrales de gestión de los residuos sólidos municipales, a las organizaciones sociales de base para la vigilancia de la calidad del agua, y la sensibilización ambiental de la población. PROPOLI ha apoyado a los distritos de Puente Piedra, Comas, San Juan de Miraflores, Lurín y Pachacámac en el diseño, aprobación y publicación de ordenanzas municipales relativas a la conformación de Comités de Gestión Distritales para la vigilancia del agua, y la supervisión y control de los camiones-cisterna que transportan agua para consumo humano en sus ámbitos territoriales. Además, se fortalecieron capacidades de funcionarios y promotores municipales, de vigías y líderes de organizaciones sociales, en temas relativos a la vigilancia de la calidad del agua y su manejo en el hogar. Situación actual de los distritos en pobreza. Actualmente, más de 1,3 millones de habitantes, de escasos recursos económicos y establecidos en zonas urbano-marginales de Lima Metropolitana y El Callao, no cuenta con acceso al servicio de agua potable proveído por SEDAPAL, y debe acceder a un servicio sustituto caro y de mala calidad, prestado principalmente por camionescisterna. Esta situación sólo podrá considerarse superada cuando SEDAPAL logre el 100% de cobertura de este elemental servicio, del cual depende la salud de estos pobladores. En tanto esto no sea posible, las autoridades locales y la propia población deben aunar esfuerzos para vigilar la calidad del agua que les es proveída por estos camiones-cisterna, que se abastecen tanto de surtidores autorizados y controlados por SEDAPAL, como de surtidores clandestinos, o autorizados sólo para proveer agua para riego agrícola o para ganado, poniendo en grave riesgo la salud de esta población, principalmente de niños menores de cinco años y ancianos. Considerando lo extenso del territorio a ser controlado para evitar estos excesos, y al hecho que aproximadamente dos tercios de la flota de camiones dedicada a esta actividad es informal, la tarea pareciera poco menos que imposible de efectuarse exitosamente. Los Sistemas Municipales de Vigilancia de la Calidad del Agua (SMVCA) intentan llenar este vacío, a través de la distribución de roles y funciones en el control de la cadena surtidor camión-cisterna hogares, que se ha desarrollado para atender las necesidades de esta población. Entre 2004 y 2006, PROPOLI apoyó la implementación y operación de estos sistemas en los distritos dentro de su ámbito de influencia, logrando su conformación en Puente Piedra, Comas, Ate, San Juan de Miraflores, Lurín y Pachacámac. A pesar de sus innegables limitaciones –en algunos casos la falta de coordinación con otras instituciones públicas involucradas, o de la existencia de un instrumento legal que apoye las intervenciones-, los sistemas lograron alcanzar metas destacables a marzo de 2007: Creación de Comités de Gestión de la Vigilancia de la Calidad del Agua; Capacitación a más de 600 funcionarios y promotores municipales, y líderes de organizaciones sociales, en temas de manejo del agua, higiene y salud; Acreditación de 132 vigías en los seis distritos; Educación sanitaria impartida a casi 5 mil familias, en el control de la calidad y manejo del agua potable en sus viviendas; Elaboración de una Guía Metodológica para el Diseño e Implementación de Sistemas Locales de Vigilancia de la Calidad del Agua; Operativos de control a surtidores y camiones-cisterna, que en algunos casos derivaron en el internamiento de los vehículos que estaban cometiendo infracciones. Entre noviembre de 2006 y marzo de 2007, la transferencia y re-organización de los gobiernos locales afectó sensiblemente la estabilidad de estos sistemas; en todos los distritos del ámbito de intervención de PROPOLI, aún en aquellos en los que se reeligió autoridades municipales, se dieron cambios en la organización interna, que aún no han concluido. Esta inestabilidad en uno de los principales actores que conforman los SMVCA sólo podía tener como respuesta una nueva etapa de apoyo a los sistemas y a sus integrantes, a fin de de lograr su consolidación en beneficio de las poblaciones que no cuentan con acceso a agua segura. En ese sentido, el pasado 27 de abril PROPOLI organizó el I Encuentro Metropolitano de Intercambio de Experiencias en Vigilancia Ciudadana de la Calidad del Agua para Consumo Humano, evento en el que más de 120 representantes de municipalidades, SEDAPAL, DIGESA, organizaciones sociales de base y vigías, evaluaron la situación actual de los sistemas en cada distrito, sus fortalezas y debilidades, y sugirieron mejoras, en el convencimiento que estos sistemas son la mejor alternativa para garantizar un abastecimiento seguro de agua potable. El resumen de los aspectos más destacables de estos distritos se muestra en el siguiente cuadro: 2002 (miles de habitantes) AGUA DESAGÜE LUZ Ventanilla 168,7 70 74 44 15,6 Puente Piedra 168,1 72 85 35 17,7 Comas 496,1 20 24 11 14,4 San Juan de Lurigancho 755,5 43 49 24 17,1 Ate 350,9 41 53 28 18,5 San Juan de Miraflores 367,1 40 42 20 16,8 Villa María del Triunfo 329,1 34 39 23 14,8 Villa El Salvador 330,1 34 39 25 17,8 Pachacámac 153,4 83 89 67 24,7 Lurín 49,4 71 83 35 19,5 Total 3,168.4 1,340.4 1,531.8 818.9 538.3 DISTRITO POBLACIÓN NO ATENDIDA (%) Es importante señalar asimismo la clara relación inversa que existe entre la incidencia de enfermedades infecciosas transmitidas por el agua y el acceso a los servicios de saneamiento, como agua potable y alcantarillado (figura adjunta). La Organización Panamericana de la Salud elaboró en 2000 un informe acerca de la situación del agua y los servicios de saneamiento en América Latina, donde afirma que el mayor fracaso de la última década del Siglo DESNUTRICIÓN (%) Acceso al Saneamiento y Mortalidad Infantil en América XX ha sido la escasa cobertura de tratamiento de las aguas residuales domésticas, debido a la aplicación de tecnología desarrollada para otros contextos sociales, económicos y de salud, no apropiada a la realidad de la Región, donde la mayor mortalidad se origina por enfermedades infecciosas, la mayoría de ellas transmitidas por agua contaminada con patógenos como las bacterias fecales y los huevos de parásitos. La Participación ciudadana en la Vigilancia del Agua. A fin de fortalecer a las organizaciones sociales de base (OBS) y otros actores involucrados en la vigilancia del agua para bebida en zonas urbano-marginales, PROPOLI apoyó desde 2004 la formación y operación de sistemas municipales de vigilancia de la calidad del agua, a fin de reducir la incidencia de enfermedades transmitidas por el agua, y difundir prácticas adecuadas de higiene en los hogares. La población organizó comités zonales y distritales de vigilancia, y empezó a participar en los operativos a surtidores y camiones-cisterna en diversas zonas. Se elaboró un mapa de riesgo, que se define según el contenido de cloro en los surtidores, tanques y recipientes en los hogares. Este mapa mostró que, en la mayoría de casos, más de 50% de esta población se encuentra expuesta a patógenos causantes de enfermedades infecciosas intestinales, ya que el contenido de cloro se encontró por debajo del mínimo recomendado para agua para bebida. En el evento de fines de abril, los grupos de trabajo identificaron las I Encuentro Metropolitano principales fortalezas y debilidades Fortalezas Debilidades de los sistemas en sus respectivos distritos (figura adjunta); entre las • Ordenanzas publicadas. • Escasa difusión y conocimiento de normas y • Promotoras de salud primeras destacan la existencia de derechos en la población. activas. • Pocos vigías acreditados. ordenanzas y normas, una mejor • PNP, Fiscalía y Defensoría participan. • Escasa capacidad de organización de las OSB y el nivel de fiscalización y sanción. • OSB mejor organizadas. • Escasos fondos y respaldo • Opciones artesanales. participación de la población en municipal a los sistemas. • Mecanismos de asignación • Pocos proyectos de agua y algunos distritos. Entre las principales de fondos similares. desagüe. • Pobladores involucrados y debilidades se mencionó el reducido • Comités de Gestión sin vigías capacitados. presupuesto ni Plan de número de vigías acreditados, la Trabajo. escasa capacidad de fiscalización y control, y el hecho que los Comités de Gestión Distrital no cuentan con Planes de Trabajo ni asignación presupuestal. Asimismo, se propuso una serie de mejoras a los sistemas, entra las que destacan la demanda de un mayor esfuerzo por acreditar vigías, mayor difusión de las ordenanzas y otras normas, la incorporación de los SMVCA en el presupuesto participativo, y un mayor envolvimiento de los principales actores en apoyo a las actividades del Comité de Gestión del Distrito (figura adjunta). I Encuentro Metropolitano Propuestas • • • • • • • Difusión de Ordenanzas, normas y derechos. Intercambio de información entre instituciones. Mayor capacitación y acreditación de vigías. Incorporar los SMVCA al Presupuesto participativo. Mayor presupuesto municipal y de otros actores. Sanciones más drásticas por delitos contra la vida. Promover proyectos de agua y desagüe. Las lecciones aprendidas. La transferencia de gobiernos municipales de 2006 aportó un componente adicional a las experiencias en participación ciudadana de la vigilancia de la calidad del agua, que puso en evidencia la inestabilidad de los sistemas frente a cambios en una de las principales entidades-miembro. Entre las principales lecciones que nos han aportado los años de formación y operación de los sistemas en los distritos del ámbito de intervención de PROPOLI se destacan: • • • • • • • La población es el actor principal en la vigilancia del agua; de su organización depende la seguridad de sus hogares y vecindarios, y la identificación de los infractores. Al sistema le faltan “dientes”; sin sanciones más drásticas y mecanismos de fiscalización y control más eficaces, los delitos no se van a reducir. Las municipalidades deben involucrarse más en la vigilancia del agua: 42% de la población de estos distritos carece de agua segura. Los actores deben articularse mejor, pero no depender uno del otro; es necesario que cada actor sea independiente en el ejercicio de su rol. Sin el apoyo del MVCS, esta crítica situación de más de 1,3 millones de habitantes -sólo en Lima y El Callao- continuará sin solución; se percibe que, hasta el momento, el ente rector no se ha involucrado. En general, la situación de las EPS es dramática; las opciones para ampliar las coberturas deben considerar subsidios para las poblaciones más vulnerables. En todos los distritos del programa se da una gran contradicción: sectores importantes de población sin acceso a agua, y cuantiosas deudas por gastos en agua potable para el riego de áreas públicas; resulta urgente encontrar fuentes alternativas de agua para riego, que protejan la salud pública de los principales patógenos. La solución al acceso a agua segura que actualmente le es esquiva a más de un millón de pobladores de bajos ingresos de Lima y El Callao no será fácil ni inmediata; hasta tanto estas poblaciones sean incorporadas a la red de SEDAPAL –y de otras EPS en otras ciudades del país-, la calidad del agua para bebida que actualmente les proveen los repartidores, debe ser el centro de atención de las partes involucradas, empezando por la propia población. A las entidades públicas les compete, si no liderar, cuanto menos apoyar a las organizaciones sociales de base que han asumido esta vigilancia por el bien de sus propias familias, a través de la asignación de personal capacitado y fondos para efectuar los operativos de control y los programas de capacitación en higiene en el hogar. A los demás actores sociales nos compete apoyar la inclusión de estas poblaciones en sistemas seguros de abastecimiento; debe recordarse que un Nuevo Sol invertido en agua segura, nos ahorra como sociedad cuatro en gastos de salud por la atención de enfermedades asociadas al consumo de agua contaminada. Miraflores, 7 de mayo de 2007.