Mesa Redonda: Las competencias y obligaciones de los archivistas a partir de la legislación costarricense “El caso de los Archivos de las Universidades Públicas” Marco Antonio Cordero Rojas Comisión de Archivos Universitarios Costa Rica cuenta con cuatro universidades autónomas financiadas por el Estado: la Universidad de Costa Rica (UCR) creada en 1940, el Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC) establecido en 1971, la Universidad Nacional Autónoma (UNA) creada en 1973 y la Universidad Estatal a Distancia (UNED) establecida en 1977. La legislación Universitaria común a estas cuatro universidades, comprende los artículos 88 y 89 de la Constitución Política de Costa Rica, donde se consagra su autonomía; el Convenio de Coordinación de la Educación Superior Universitaria Estatal, que permite un trabajo concertado y que regula los principios de distribución del Fondo de la Educación Superior (FES); y luego, las Leyes y Reglamentos comunes a todas la Administración Pública. En cuanto a la normativa interna, existe una jerarquía de normas que comprende: los correspondientes Estatutos Orgánicos, donde se definen sus principios, propósitos, funciones y estructura; los reglamentos generales, las normas generales, las resoluciones de las autoridades superiores y las disposiciones de los órganos internos de la administración. La autonomía de organización y funcionamiento que la Constitución le otorga a las Universidades, les permite modificar sus estructuras mediante los procesos de Congreso Universitario que se llevan a cabo cada cierto tiempo. El Convenio de Coordinación de la Educación Superior, crea un órgano de toma de decisiones llamado el Consejo Nacional de Rectores (CONARE) y permite a las Universidades llevar a cabo un proceso de planificación común por medio de la Oficina de Planificación de la Educación Superior (OPES). Además, en los últimos años, del seno del CONARE ha surgido y madurado la iniciativa de establecer un Sistema Nacional de Acreditación de la Educación Superior (SINAES), que hoy en día ya cuenta con un Manual de requerimientos de información válido para todas las universidades públicas o privadas que quieren ser acreditadas por él. En cuanto a las regulaciones de la Administración Pública, del conjunto de leyes y reglamentos vigentes que regulan el funcionamiento de los procesos de toma de decisión por parte de los órganos y autoridades internas de las Universidades, merece destacarse La Ley Nº 7202 del Sistema Nacional de Archivos del 24 de octubre de 1990 y su Reglamento; la Ley Nº 8220 de la Protección al ciudadano del exceso de requisitos y trámites administrativos y la Ley Nº 8292 del Control Interno y el Manual de Normas Generales de Control Interno para la Contraloría General de la República y las Entidades y Órganos sujetos a su Fiscalización, pues en los últimos años estas leyes han obligado a las universidades a replantearse su capacidad de respuesta en materia de administración documental. 2 En el caso del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC), que cuenta con el Centro de Archivo y Comunicaciones desde 1972, la legislación citada ha venido a fortalecer sus procesos de dirección y coordinación archivística y ha favorecido la introducción de nueva tecnología para facilitar la consulta de tipos documentales como los planes de estudios y las actas del Consejo Institucional. Además, con el paso del tiempo el sistema de clasificación institucional de archivo del Instituto Tecnológico (ORFUAS), ha servido de referente a las otras tres universidades para establecer el suyo. La Universidad Estatal a Distancia (UNED), por su parte, ha desarrollado desde 1986 un centro de documentación referente a la Universidad, el cual, respondiendo a las políticas internas aprobadas en la institución en materia de información, se integra en los últimos años al Centro de Información, Documentación y Recursos Bibliográficos de la institución. Actualmente, el Archivo de la UNED centraliza la documentación administrativa producida en todas las oficinas de la Universidad y asesora a todos los archivos de gestión, tanto de la Sede Central como de los 29 centros universitarios. Con diez años de funcionamiento, el Sistema Institucional de Archivo de la Universidad Nacional ha desarrollado un modelo de archivos periféricos que le permite cubrir las áreas académicas mediante la asignación conjunta de recursos para el desarrollo de nuevos archivos. Desde la Jefatura del Sistema, además, se dirigen, coordinan y supervisan las políticas en materia archivística vigentes en la Universidad. El más joven de todos, el Archivo Universitario de la Universidad de Costa Rica, es la mejor prueba del efecto de la Ley Nº 7202 en el mejoramiento de la administración documental de las Universidades; pues su organización y puesta en funcionamiento a partir del año 2003, fue motivada por el cumplimiento de esta Ley. Independencia de organización y responsabilidad en el cumplimiento obligatorio de la Ley Nº 7202, son las características más notorias del cumplimiento de la legislación archivística vigente por parte de las Universidades Públicas Costarricenses. En cuanto al crecimiento y al mejoramiento continuo de los archivos universitarios, éste se caracteriza por ser gradual, exigente y competitivo. Gradual, porque las Universidades están sometidas a una presión financiera muy alta que proviene tanto de su propio crecimiento académico, como de los nuevos requerimientos que le establece la legislación; tal es el caso de la legislación sobre igualdad real de oportunidades, protección del ambiente o la ley de pensiones. Esta relación desigual entre generación de proyectos y capacidad financiera de las universidades, obliga a los archivos universitarios a revisar constantemente sus estrategias, para que los objetivos por alcanzar no dependan únicamente de sus presupuestos, siempre insuficientes. En este sentido, el trabajo conjunto con otras áreas afines de la Universidad como información, planificación o bibliotecas, ha resultado ser muy beneficioso. 3 También se ha tratado de un desarrollo gradual, porque la rentabilidad de la inversión en los archivos, cuando no se articula como un proyecto integral en el que converjan recursos humanos, físicos y tecnológicos, no es todo lo eficiente que podría ser. En los últimos diez años, las Universidades se caracterizaron por haber dado más prioridad a la contratación de recursos humanos calificados, que a la construcción de la infraestructura necesaria (depósitos de documentos) o al desarrollo de programas automatizados que faciliten el flujo y el control de la información. Recae en los Archivos Universitarios, la responsabilidad de no perder el hilo conductor que establece la Ley Nº 7202 e insistir en la necesidad de un planteamiento y una estrategia de archivo integral. La legislación vigente que afecta a las Universidades y cuestiona su proceder en el campo documental, ha venido a significar para los archivos un arma de doble filo. Por una parte, presiona a las autoridades universitarias para que aumenten sus inversiones en este campo. Por otra, ponen en jaque los sistemas de archivo existentes –de las cuales los archivos centrales son solo un componente- porque en el corto plazo rebasan su capacidad de respuesta en cuanto a agilidad en el trámite, velocidad de respuesta y pertinencia de la información. Esta disconformidad entre alcances y metas, sumada a la exigencia propia de calidad que corresponde a cualquier archivo universitario, por la vocación de excelencia que caracteriza a estas instituciones, es una pesada carga que los archivos universitarios de las universidades públicas costarricenses han resuelto compartir en el seno de una comisión coordinadora, por medio de la cual compensan con prácticas de cooperación y transferencia de experiencia, las debilidades de recursos que los archivos no han podido superar. Esta estrategia de articulación de un frente común, sin embargo, necesita todavía de un punto de encuentro con las autoridades universitarias y los órganos de planificación y desarrollo de las universidades, para que las competencias y obligaciones de los archivistas universitarios a partir de la legislación vigente, venga acompañada de una norma legal que promueva más claramente en las instituciones públicas y particularmente en las universidades, las competencias y obligaciones de las instancias de más alto nivel en la Universidad, sin cuya intervención, los archivos universitarios difícilmente podrán desarrollarse como sistemas institucionales altamente efectivos y eficientes en el cumplimiento de sus funciones.