Comparecencia de la Rectora de la Universidad Provincial de

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VERSIÓN TAQUIGRÁFICA
REUNIÓN DE LA
COMISIÓN DE
EDUCACIÓN y CULTURA
Córdoba, 14 de mayo de 2014
-En la ciudad de Córdoba, a 14 días del mes de
mayo de 2014, siendo la hora 10 y 49:
Sra. Presidenta (Perugini).- Buenos días a todos.
Les quiero presentar a nuestros visitantes de hoy: la Rectora de la
Universidad Provincial, doctora Isabel Bohorquez -muchas gracias Isabel por
su disposición para venir a darnos explicaciones acerca de la evolución,
crecimiento y desarrollo que está teniendo la universidad provincial en este
momento-, acompañada por su equipo: del área Legales, doctor Flavio Loforte;
Secretaria Técnica, Susana Arónica; Contadora, Anita Benedetto; Secretaria
Académica, Raquel Arrigoni, y el Director de Sistemas, Guillermo Ferreyra.
El grupo que acompaña a la Rectora viene trabajando en este proyecto
tan importante para los docentes, especialmente de nuestra Provincia, y para
todo el sistema educativo. Ellos están aquí presentes, en virtud de que hemos
comenzado con el tratamiento de dos proyectos de ley: el 13879, que propone
una modificación en el artículo 14 y, la derogación de un inciso. Pero,
fundamentalmente, lo que me importa de esto es que la derogación de este
inciso, y más que nada la modificación del artículo 14, es lo que va a permitir
que esta Universidad continúe su etapa de crecimiento y desarrollo porque, en
realidad, creo que ha superado las expectativas y hoy necesita de este
instrumento legal para continuar con su proceso de organización.
Por otro lado, también tenemos el proyecto de ley 13880, que establece
la derogación de la creación del Complejo Ciudad de las Artes, creado por ley,
y propone la transferencia a la Universidad Provincial. Esto es a los fines de
darle el marco legal que corresponde porque, de alguna manera, esto ya está
funcionando como Universidad Provincial.
Creemos que es importante la presencia de todos ellos, en primer lugar,
para que nos cuenten todo este proceso de organización que ha sido tan
exitoso, y también para que nos den las explicaciones que ustedes deseen
recibir de parte de ellos. De manera que, luego de la explicación que ellos han
preparado en un Power Point para darnos mayores detalles, ustedes podrán
formular las preguntas que consideren necesarias.
Muchas gracias a todos por su presencia.
Le cedo la palabra, Isabel Bohorquez.
Sra. Bohorquez.- Buenos días.
Nosotros estamos felices de estar acá porque tenemos todo el
entusiasmo de venir trabajando desde hace bastante tiempo, y como grupo
también queremos contar de qué se trata este proceso de organización y
posterior normalización de la Universidad Provincial.
–Se proyecta una imagen.
Hemos preparado algunos conceptos, tratando que sean lo más
concisos posibles, para que todos podamos ubicarnos en el proceso que está
teniendo Argentina –que no necesariamente todo el mundo conoce si no está
imbuido en el tema– respecto del sistema universitario.
Argentina tiene, a partir de la sanción de la Ley de Educación Superior
24.251, un marco que nuclea tanto la educación superior no universitaria como
universitaria. Este es el primer elemento que da pie como contexto de creación
de nuestra Universidad Provincial: tener un marco jurídico que regula el
sistema universitario argentino. Esto es una novedad histórica para nuestro
país.
En este sentido, la Ley de Educación Superior reconoce a las
Universidades provinciales como una posibilidad de vida institucional dentro del
sistema universitario. Y, de hecho –a eso después lo vamos a ver en el mapa–,
eso genera el surgimiento, hacia fines de los ’90 –esta Ley es del año ‘95–,
como proceso emergente de universidades provinciales, después vamos a ver
cuáles son y la cantidad de Universidades que hay en el país.
Por otro lado, como contexto local –más allá de lo que empieza a pasar
en Argentina a partir de esta nueva legislación– contamos con la trayectoria y
relevancia de nuestros 8 institutos fundacionales, con una importante
infraestructura y recursos. De hecho, nosotros les hemos distribuido unas
carpetas institucionales donde podrán apreciar un registro fotográfico de las
sedes de nuestra Universidad y verán que la infraestructura es muy importante,
no sólo el complejo de la Ciudad de las Artes sino también el IPEF y los
Institutos Monte Pacheco y Dr. Domingo Cabred.
Por otro lado, hay un punto central que ubica el contexto de creación de
nuestra Universidad, como elemento que precede a la ley que le dio origen: en
el trabajo previo a la sanción de la ley de creación de la Universidad, del año
2007, tuvimos la oportunidad histórica de dotar a la Provincia de Córdoba de
una Casa de Altos Estudios, lo que representa una respuesta regional y local.
Esta es la gran potencialidad que tienen las universidades provinciales.
Cuando en la calle nos preguntan cuál es la necesidad de que exista una
Universidad Provincial, siendo que en nuestra Provincia hay universidades
nacionales –como la Universidad Nacional de Córdoba, que tiene 400 años de
historia–, contestamos: “la Universidad Provincial es la respuesta que la propia
Provincia se da en términos de formación superior, de capacitación, desarrollo
de investigación y repuestas concretas a nuestros propios problemas”.
Esto implica la posibilidad de diseño de una política educativa provincial
en términos de formación universitarias, porque las universidades nacionales
responden a una política educativa nacional –lo cual es muy razonable–, en
cuyo diseño se observa el territorio completo. En tal sentido, somos
conscientes –lo digo con toda dignidad– de que nuestras universidades
nacionales, durante muchos años, han tenido una mirada más autorreferencial
que hacia el contexto, lo cual hoy está cambiando.
Las grandes universidades nacionales están comenzando a preocuparse
por su contexto y por temas concretos como el desgranamiento de la matrícula;
sin ir más lejos, en Argentina, llegamos a tener una disminución del 10 por
ciento en los egresos, y las universidades asumían, como parte del proceso –
en la Facultad de Medicina, por ejemplo–, que ingresaban 600 aspirantes y
egresaban 50. Esto se había naturalizado como proceso, y hoy las
universidades nacionales están empezando –creo que esto es benéfico– a
preocuparse por este tema, por la mirada regional, por establecer sedes en los
lugares donde no se puede acceder a la educación superior.
Una universidad provincial supone el diseño de una política educativa
que debe emanar de la propia región, como repuesta local. Creo que esto tiene
una potencialidad muy grande; de hecho, esto se está advirtiendo en otras
partes del país y están surgiendo otras universidades provinciales.
–Se proyecta una imagen.
En base a datos obtenidos de la página web de la Secretaría de Políticas
Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación –a la que pueden
acceder también a través de la página de CONEAU–, podemos tener una idea
general de cómo se compone el sistema universitario actual: 47 universidades
nacionales, 50 universidades privadas –otro fenómeno típico de Argentina es el
altísimo índice de universidades privadas–, 7 institutos universitarios estatales,
14 institutos universitarios privados, 3 universidades provinciales. Estas últimas
están consignadas en la página web del Ministerio de Educación de la Nación
porque ya cuentan con dictamen favorable de CONEAU, más el reconocimiento
nacional, que son dos pasos diferentes.
–Se proyecta una imagen.
Lo que observamos a continuación es la Ley Nacional 24.521, de
Educación Superior –a la que hice referencia–, y podrán acceder y ver en
detalle de qué trata el articulado y la estructura de esta ley, que rige para todo
el país. En ese marco, queremos destacar los artículos 41 y 42, el primero de
los cuales establece que el reconocimiento oficial de los títulos que expidan las
instituciones universitarias será otorgado por el Ministerio de Cultura y
Educación. Los títulos oficialmente reconocidos tendrán validez nacional.
El artículo 42 dice: “Los títulos con reconocimiento oficial certificarán la
formación académica recibida y habilitarán para el ejercicio profesional, sin
perjuicio del poder de policía que tengan las colegiaturas profesionales o las
asociaciones de profesionales para regular el desempeño de algunas
profesiones”. Es un poco más largo el artículo, pero explico qué quiere decir
esto: que hay una oferta académica regulada por la Nación a través del
reconocimiento del alcance nacional de los títulos.
Nosotros consideramos que es muy atinado que haya una política
educativa nacional que establezca cuáles son los campos profesionales que
serán reconocidos; por lo tanto, el Ministerio de Educación de la Nación cuenta
con un organismo, la Secretaría de Políticas Universitarias, en cuya Dirección
Nacional de Gestión Universitaria se presentan los planes de estudios de las
carreras para que sean aprobados, para que luego, habiendo sido aprobados y
reconocidos con valor oficial, puedan tener titulaciones de alcance nacional.
Esta tramitación es una obligación que las universidades provinciales
tienen que cumplir si quieren que sus títulos tengan alcance nacional; de
hecho, a todas luces creo que sería una mala decisión no hacerlo. Hay una
universidad en la Argentina, la Universidad Provincial de La Punta, en San Luis,
que ha decidido no tramitar el reconocimiento nacional, por lo tanto, sus títulos
siempre van a ser de alcance jurisdiccional. Esta es un mirada intensamente
localista; es una universidad provincial que supone una mirada localista en el
sentido de plantear: queremos una universidad que dé respuesta a nuestros
problemas, a nuestros intereses y a nuestra región, pero queremos que
nuestros títulos tengan alcance nacional para que nuestros egresados, en tanto
personas singulares, puedan desempeñarse en esa profesión en cualquier otra
parte del territorio nacional.
Nosotros podemos decir: necesitamos diseñadores con tal y tal
orientación porque eso hace al crecimiento de nuestra región, de nuestra
Provincia; entonces, formamos diseñadores. El hecho de que ese diseñador a
su vez pueda ir a trabajar a otro punto del país y que su título tenga alcance
nacional es más un beneficio para la persona que para la región, pero
entendemos que a ese beneficio también debemos anhelarlo, por lo tanto,
también estamos haciendo las tramitaciones ante CONEAU. Acá empieza a
plantearse que este reconocimiento del alcance nacional tiene que ver con un
proceso que es paralelo al desarrollo de la vida institucional, porque está
relacionado con un beneficio puntual que indica la Ley de Educación Superior
en sus artículos 41 y 42.
-Se proyecta una imagen.
El único artículo donde la Ley de Educación Superior menciona a las
instituciones universitarios provinciales es el 69, que claramente plantea dos
cuestiones: por un lado, que los títulos y grados otorgados por las instituciones
tendrán los efectos previstos bajo los artículos 41 y 42; o sea, para que los
títulos emanados de universidades provinciales tengan alcance nacional
deberán cumplirse los requisitos que manda la ley, cuando se haya obtenido
primero el reconocimiento. O sea, primero hay que hacer el trámite en la
CONEAU cuyo dictamen, aun siendo favorable –nosotros estamos a punto de
obtenerlo-, no es vinculante.
Estuvimos hace quince días en Buenos Aires, en audiencia con el
presidente de la CONEAU, y tenemos entendido que estamos a un paso del
informe final. Hasta acá hemos pasado todas las etapas y todas han sido
favorables así que, la verdad, estamos muy contentos. Por supuesto, tenemos
que esperar la comunicación oficial de CONEAU, pero hemos cumplido con
todos los pasos y hasta acá los evaluadores externos han presentado informes
positivos. Tenemos algunas observaciones, por supuesto -esto pasa siempre-,
y estamos esperando –como dije- el informe final. Inclusive, el presidente de la
CONEAU nos decía que el Ministerio de Educación de la Nación, a través de
una línea directa de nuestra presidenta, ha establecido que va a respetar todos
los dictámenes de CONEAU porque es un organismo que tiene mucho prestigio
y que es reconocido por su rigurosidad en su forma de trabajo.
La verdad es que nosotros nunca tuvimos inconvenientes con CONEAU,
al contrario, cuando empezamos nuestra gestión, en febrero de 2012, nos
encontramos con un elenco de 10 observaciones severas al proyecto y tuvimos
la posibilidad de hacer nuevas consideraciones. O sea, en ese sentido,
CONEAU tuvo un gesto de mucha apertura con la Provincia de Córdoba
porque nos permitió hacer estas nuevas consideraciones, que las presentamos
en agosto de 2012; fue un trabajo intenso, de aproximadamente 500 folios, y
ahí empezó a darles curso nuevamente a las consideraciones. En ese sentido,
nosotros hemos tenido un proceso muy intenso porque CONEAU nos ha
evaluado dos veces: la primera etapa del proceso pasó por los evaluadores
externos, llegaron a sus conclusiones e hicieron sus observaciones, nosotros
las respondimos con un trabajo importante; luego, volvió a evaluadores
externos, y hace 10 ó 15 días dieron su informe que fue positivo. Les decía que
hay que pasar por ese proceso, nosotros lo hicimos, y lo vivimos con mucho
ímpetu.
Por otro lado, las universidades provinciales tienen que ajustarse a las
normas de condiciones de funcionamiento y estructuras generales que indica la
ley, salvaguardando las autonomías provinciales. Esto es muy importante para
nosotros porque ese es el margen que nos deja de posibilidad de diseño de
política educativa y de tomar decisiones en relación al destino de nuestra
universidad, respetando la ley madre.
-Se proyecta una imagen.
En el mapa de Argentina, estas son las universidades provinciales que
existen actualmente -ésta es la nuestra-, UADER es la más antigua de todas,
se encuentra en Entre Ríos, y es un caso muy particular, porque fue creada en
el año 2000 y en el 2001 obtiene su reconocimiento nacional. Fue un proceso
muy complejo, controvertido, difícil, absorbió muchos institutos terciarios,
secundarios e incluso primarios. Fue una experiencia bastante osada que tuvo
muchos vaivenes, en este momento está bien, tiene una vida institucional
intensa e importante.
Antes de la Ley de Educación Superior y antes de UADER -la
Universidad Superior de Entre Ríos- hubo en el país iniciativas de
universidades provinciales que rápidamente se nacionalizaron por falta de
presupuesto, éste ha sido como el hilo más débil que se ha cortado en el
sostenimiento de un proyecto de esta naturaleza, por eso CONEAU “aprendió”,
esto quiere decir que cualquier institución que se crea necesita que el Estado,
en el Poder que sea, nacional, provincial o municipal, lo sostenga en el tiempo,
y esto siempre es una decisión política. Nosotros podemos decir que las
universidades son eternas, pero ninguna es eterna, terminan instalándose en la
sociedad y terminan consolidándose con un lugar, que luego la voluntad
política no lo cuestiona porque han tenido un recorrido y una posibilidad de
desarrollo que hacen que tengan esa solidez que hace que parezcan eternas o
que nadie cuestione que cerraría una universidad nacional. ¿Ustedes se
imaginan a alguien diciendo: cerremos la Universidad Nacional de Córdoba?
imposible. Pero en realidad no es imposible, es una cuestión de sostén del
poder del Estado nacional, pero tampoco es tan fácil. Esto mismo sucede con
las universidades provinciales.
Ahora, CONEAU para determinar las condiciones de desarrollo
institucional de funcionamiento -y en esto nosotros insistimos en un principio
cuando lanzamos nuestra universidad- la primera objeción que recibimos fue:
“no tienen el aval de CONEAU” y nosotros respondimos: “es imposible que lo
tenga”, porque CONEAU no avala un proyecto en papeles sino que avala una
universidad funcionando, de hecho a partir de la historia de UADER se demora
bastante tiempo en dar su dictamen favorable.
Desde mi humilde lugar pero como experta en educación, digo que la
política educativa de Buenos Aires es muy inteligente, tiene tres universidades
provinciales, la UPSO, que es de fines de los ’90, ubicada en la zona de Bahía
Blanca, que es muy grande; la UNIPE, creada en 2006 y obtiene su dictamen
favorable en el 2011 -ya lo vamos a ver en la página de CONEAU-, y la UPSO
obtiene su dictamen favorable en el 2013, o sea que llevó un tiempo
considerable, y estas dos universidades todavía no tienen su reconocimiento
nacional, tienen su dictamen favorable pero no su reconocimiento nacional.
La UPE, la Universidad Provincial de Ezeiza que ha sido inaugurada por
nuestra Presidenta en noviembre de 2011, cuenta también con mucho aval
político, mucho respaldo político y aún tiene su dictamen en análisis. Está igual
que nosotros, está en el mismo momento que nosotros.
La Universidad de La Punta, la Universidad de San Luis, es la única
universidad provincial en el territorio que no ha presentado su tramitación ante
CONEAU, tiene un desarrollo importante, y IUPA, que es el Instituto
Universitario Patagónico de las Artes.
-Se proyecta una imagen.
Esta es la página de CONEAU, acá se pueden ver las universidades
provinciales, la nuestra figura en análisis, la de Ezeiza también; Sudoeste tiene
su dictamen finalizado, mejor dicho, ya tiene su reconocimiento nacional, hace
un mes; están la Universidad Pedagógica de Buenos Aires y la Autónoma de
Entre Ríos.
Con esto queremos decir que los ejes de la política nacional en cuanto al
sistema universitario funcionan de la siguiente manera: el Ministerio de
Educación regula la oferta nacional a través del reconocimiento de carreras y
sus titulaciones, y controla a través de CONEAU y la Secretaría de Políticas
Universitarias. Está muy bien que así sea, es un proceso beneficioso, de
hecho, es un proceso que a Argentina le está haciendo mucho bien.
CONEAU es un organismo creado en el ’96 y ha comenzado un proceso
de control sobre la oferta académica muy riguroso. Hace dos años comenzaron
evaluando las carreras de Medicina, que son las que integran el artículo 43 de
la Ley de Educación Superior, que son las carreras donde hay responsabilidad
de Estado, y el 92 por ciento –escuchen bien esta cifra- el 92 por ciento de las
carreras de Medicina de la Argentina no pasaron la aprobación de CONEAU.
Esto puede generar discusiones, de hecho, la UBA está haciendo una
discusión y un planteo sobre si va a aceptar o no las evaluaciones de
CONEAU. El 92 por ciento de las carreras de Medicina en Argentina no aprobó
la evaluación de CONEAU. De hecho, se tuvo que establecer lo que se llamó
un plan de mejoras porque ahora, por la Ley de Educación Superior, todas las
carreras de todas las universidades y de todos los institutos superiores tienen
una revisión cada cinco o seis años, son cíclicas, ya no son más planes de
estudio que duran para toda la vida o carreras que se establecen y se dictan
así para siempre, sino que son revisadas periódicamente. Para estas carreras
que no pasaron la evaluación de CONEAU, se estableció un plan de mejoras a
tres años.
Este control es estricto pero, por otro lado, las provincias, en base a su
autonomía, pueden crear universidades y ponerlas en marcha. Son dos
procesos que van de la mano pero son paralelos. Por supuesto, las provincias
están obligadas a tramitar el alcance nacional de sus títulos, porque eso es lo
que indica la ley, en su artículo 69, haciendo referencia a los artículos 41 y 42.
Es decir, nosotros tenemos la obligación de hacer la tramitación del
reconocimiento nacional, pero para que nuestros títulos tengan alcance
nacional. Mientras tanto, tenemos que ir haciendo nuestra Universidad.
-Se proyecta una imagen.
¿Cuáles son las etapas en la conformación de una universidad? No sólo
en la nuestra sino en cualquiera, primero, tenemos la creación. Luego, la
organización, que consiste fundamentalmente en la elaboración del proyecto
institucional, la redacción del estatuto provisorio y la disposición de las
condiciones para poder lanzarla. Luego, viene la normalización, y acá entramos
en el punto que queremos presentar. Esta normalización supone el desarrollo
de la universidad hasta ponerla en condiciones para pasarla a su vida plena,
que quiere decir la constitución de la asamblea universitaria con todos los
órganos de gobierno, el Consejo Superior y entrar en el proceso electivo de sus
autoridades. A mí me gusta decir –discúlpeme la metáfora- primero la
gestación, la infancia, la adolescencia y la adultez.
Por lo tanto, son dos procesos complementarios pero paralelos, un
proceso es exógeno, es decir, tiene que ver hacia fuera de nuestra universidad,
tiene que ver con la tramitación ante CONEAU y la obtención del
reconocimiento nacional por parte del Ministerio de Educación. De hecho, con
que la CONEAU establezca su dictamen no alcanza para tener el
reconocimiento, tiene que haber un decreto de reconocimiento nacional.
Luego, una vez que uno obtenga el decreto de reconocimiento nacional,
comenzar a itinerar con cada una de nuestras carreras para que se nos
aprueben los planes de estudio y, por lo tanto, recién ahí nuestros títulos
tendrán validez nacional.
Por otro lado, hay un proceso exógeno que es el cumplimiento de las
etapas, es decir, pasar de la creación y organización, de la organización a la
normalización, y de la normalización a la vida plena. Estos son procesos
complementarios, pero son paralelos.
-Se proyecta una imagen.
¿Qué sucede con el artículo 14? Es el que estamos exponiendo para su
reformulación. Este vincula un proceso con el otro, por lo tanto, nos impide
pasar de la etapa de organización a la de normalización, y nos deja a nosotros
como en un estado evolutivo innecesariamente detenido cuando, en realidad, la
muestra está a través de la casuística que hemos expuesto del proceso,
primero de dictamen de la CONEAU y luego de reconocimiento nacional. Es un
proceso que lleva entre 5 y 10 años. Por ejemplo, la Universidad Provincial del
Sudoeste -UPSO-, que es una Universidad muy grande y muy prestigiosa, con
sedes en varias partes del sur de la provincia de Buenos Aires, y largó en 1999
ó 2000 y estamos hablando del 2013, es decir, 13 años. Si durante esos 13
años esta Universidad hubiera esperado quieta en el proceso de organización,
no sería lo que es hoy. Otro ejemplo, la UNIPE –Universidad Provincial
Pedagógica de Buenos Aires-, es dirigida por Adriana Puiggrós, a quien
admiro. He sido docente de Historia de la Educación Argentina y
Latinoamericana en la Universidad Católica y, como historiadora de la
Educación, para mí la licenciada Puiggrós tiene un reconocimiento especial; ha
sido hasta hace poco rectora de la UNIPE. Es una Universidad muy prestigiosa
que ha desarrollado carreras de formación docente que hoy están siendo
reconocidas en todo el país. Esta Universidad empezó en el 2006 y estamos
hablando del 2011.
Entonces, si nosotros sostenemos este artículo 14, que establece que
hasta tanto no tengamos el reconocimiento nacional no podemos pasar a la
etapa de normalización, estamos condenándonos a un estado vegetativo de la
Universidad, es decir, necesitamos pasar a la etapa de la normalización para el
desarrollo institucional.
¿Cuáles son las condiciones de cumplimiento de la etapa de la
organización? -y esto para tranquilidad de los legisladores y asesores
presentes. Primero, se elaboró el proyecto. De hecho, el proyecto es histórico;
nosotros intervenimos en el proyecto en el 2012 haciendo las nuevas
consideraciones, pero el proyecto se presentó en 2007 con su estatuto
provisorio y su posterior aprobación por parte del Poder Ejecutivo y el Poder
Legislativo provincial. Hicimos la presentación ante la CONEAU, que es parte
de lo organizativo; una parte es hacer el proyecto y, otra, elevarlo a Buenos
Aires. Definimos los lineamientos y acciones a seguir en el orden institucional y
la oferta académica presente. De hecho, se están dictando las carreras. Nos
transfirieron los ocho institutos; por ello el pedido de reforma de la ley de la
Ciudad de las Artes, porque se conforma en 2005 con cinco institutos que
dependían de Educación. Ya fueron transferidos en agosto del año pasado,
incluso con acuerdo sindical. Tenemos un convenio con los dos sindicatos,
UEPC y SEP, para sostener la situación de revista de todos los docentes y
empleados no docentes transferidos; a partir de enero de este año tenemos
más de 1000 personas a cargo.
Cuando se crea la Ciudad de las Artes constaba de cinco institutos de
educación, el auditorio Perón y la Sala de Cultura Farina, y el predio dependía
de la Secretaría General de la Gobernación. En este proceso nos adjudican la
responsabilidad de cuidar el predio y los ateliers que, de hecho, no figuran en la
ley de creación porque se construyen a posteriori, y nos transfieren los cinco
institutos. De manera que la reforma de la ley de la Ciudad de las Artes no
hace más que regularizar algo que en la práctica está sucediendo de otra
manera.
Por último, como un elemento que también hace para cubrir la etapa de
la organización, es decir, salir de nuestra “infancia”, es que se elaboró y aprobó
un presupuesto. De hecho, cuando nos preguntaban por qué nos largábamos
sin un dictamen de la CONEAU, respondíamos que, entre otras cosas, lo que la
CONEAU mira es un presupuesto efectivamente aprobado, no en los papeles
donde prometemos que vamos a ejecutar tanta cantidad de dinero. El 25 de
octubre del año pasado tuvimos una auditoría y tomaron entrevistas a docentes
y estudiantes. Es más, desde Buenos Aires enviaron el listado de los docentes
que habían elegido para entrevistar; también nos pidieron entrevistas a
alumnos que estaban cursando las carreras; revisaron todos los contratos, en
definitiva, se interesaron por hechos concretos y, en verdad, fue muy
exhaustiva.
Por lo tanto, las condiciones generales de la organización ya están
cumplidas.
Con relación al artículo 10 de nuestra ley de creación, que establece que
se integrarán los ocho institutos fundacionales, debo informar que no sólo se
han integrado en cuanto a que nos han transferido los edificios, sino que nos
han transferido la administración y la gestión institucional de los ocho edificios.
También hemos dado cumplimiento al artículo 11 de la ley porque ya los
trayectos de licenciatura no son un proyecto sino que, efectivamente, se están
dictando. Son las 7 licenciaturas que constan en la carpeta institucional que les
hemos entregado.
El artículo 12 también se cumple porque se han transferido los institutos,
como también se cumple el artículo 13 ya que se encuentra presentada toda la
documentación.
Es decir, ya hemos cumplido con los artículos 10, 11, 12 y 13. Este es el
presupuesto –quizás a ustedes les interesaba conocer efectivamente cuál es,
lo recordarán seguramente porque se aprobó el año pasado-: 95.430.000
pesos para el año 2014, de los cuales consta la transferencia de los sueldos de
los institutos fundacionales, esto es lo que se nos va en sueldos de los
docentes de los 8 institutos fundacionales.
¿Cuáles son las condiciones que ahora necesitamos cumplir para entrar
a la normalización? Consolidar una estructura institucional, esto quiere decir
armar los claustros docentes y no docentes, y alumnos.
Para implementar progresivamente las unidades académicas,
necesitamos ingresar a la normalización porque no podemos quedar con una
estructura institucional que congele los 8 institutos y nunca se genere una
unidad académica nueva como es una facultad o un departamento, esto
contradice la noción misma del entramado de la vida institucional. Nosotros
necesitamos, no de manera abrupta, ni traumática, ni conflictiva, ir pasando de
la estructura de los 8 institutos superiores a la estructura de facultades o de
otra clase de unidad académica.
Por último, pasar a la normalización -y es el punto más importante para
nosotros- significa ingresar en el proceso de democratización paulatina de la
vida institucional. Si estamos dando clases, si tenemos alumnos, si tenemos un
área de bienestar estudiantil, si tenemos un programa de investigación ya
estamos trabajando desde un área de la perspectiva universitaria, y para que
esta perspectiva pueda tener el desarrollo que se merece necesitamos pasar a
la normalización.
En este sentido, hay un punto muy sensible que es la posibilidad de
dotar a nuestra estructura de un régimen escalafonario para nuestros docentes,
para poder generar lo que son las estructuras de cargo, de concursos y de
titularizaciones, o por lo menos de designaciones interinas en los cargos. En
este sentido, ya estamos trabajando con los dos sindicatos de manera abierta y
amplia, cualquiera que se quiera acercar a trabajar con nosotros es bienvenido
porque tenemos un desafío puntual que es la creación de una figura nueva, la
del docente universitario provincial, de hecho, ya estamos tratando de
aprovechar la experiencia de las otras universidades provinciales, porque aquí
se viene una discusión de orden salarial y demás importante.
Todo esto es normalizar, y no es un punto menor para poder darle un
esqueleto más consistente a esta institución. Este sería el pasaje, por lo
menos, a la adolescencia; la adultez estará dada cuando podamos generar la
asamblea universitaria, llamar a elecciones y demás. Pero este proceso de
normalización es indispensable.
Para nosotros, en realidad no para nosotros -aunque hoy nosotros
somos los que encarnamos esta historia- sino para la universidad provincial es
indispensable, más que defender un posicionamiento de un equipo de trabajo,
tratar de establecer un posicionamiento de una institución, y estamos
convencido de que estamos haciendo historia a nivel nacional porque estamos
en el conjunto de las primeras universidades provinciales que tiene Argentina y
esto tiene un valor más que considerable.
No sé si algunos de mis compañeros quiere decir algo, estamos
dispuestos a responder preguntas.
Sra. Presidenta (Perugini).- Tiene la palabra la legisladora Del Boca.
Sra. Del Boca.- Sé de lo engorroso de los trámites porque me tocó estar en la
creación de una universidad privada hasta llegar al proceso de acreditación
definitiva por la CONEAU y todo lo que significa peregrinar a Buenos Aires con
expedientes.
No sé si me perdí en la exposición; ustedes han presentado los planes
de estudio…
Sra. Bohorquez.- No.
Sra. Del Boca.- Entonces, hago la pregunta.
Este año empezó el dictado de las licenciaturas sin los programas, los
planes de estudio aprobados de cada uno, ¿cómo va a quedar con los chicos el
tema que hayan iniciado la licenciatura?, ¿tienen planeado en un futuro
continuar con los dos niveles: licenciatura y tecnicatura, o pasar todo a una?
Sra. Bohorquez.- Esa es una flor de pregunta.
Nosotros tenemos atribuciones desde la autonomía provincial de crear
carreras, planes de estudio y aprobarlos. Así como el Ministerio de Educación
de la Nación aprueba, también desde la injerencia provincial se pueden aprobar
planes, pero estas carreras sólo van a tener validez provincial en tanto y en
cuanto no accedamos al reconocimiento nacional.
Esto es como una angustia en la panza y largarse a la pileta y decir:
alguna vez hay que empezar. Ojalá, las cosas estuvieran planteadas de tal
manera que uno pudiera, primero, alcanzar el reconocimiento nacional y
después, largarse a dictar las carreras, pero esto no es posible, porque
CONEAU nos entrevistó, también a alumnos, docentes y nos revisó los planes
de estudios.
Entonces, primero hay que largarse a dar clases; después, una vez que
CONEAU emita su dictamen favorable, inmediatamente esto pasa al Ministerio
de Educación de la Nación. En ese momento, esperaremos serena y
pacientemente –ojalá que sea lo más rápido posible, pero tenemos como
antecedente que esto ha llevado varios años-, que salga el reconocimiento
nacional por decreto. En el caso de las universidades privadas es diferente en
ese sentido.
Sra. Del Boca.- En algunos folletos o páginas que he visto, ya se habla del
alcance nacional, esa era mi preocupación. No puedo decir que era de ustedes,
porque no recuerdo, pero ya se habla del título con alcance nacional. Incluso,
cuando vino Grahovac, dio el ejemplo y me generó esa duda: si ya tenían
algunos de los decretos aprobando los planes.
Sra. Bohorquez.- No, porque una vez que obtengamos el reconocimiento
nacional, ahí empezamos a peregrinar carrera por carrera -de Diseño, de
Turismo-, y los expertos curriculistas en Buenos Aires -la Secretaría de
Políticas Universitarias, Dirección de Evaluación- nos aprobarán los planes.
Somos de trabajar rápido, pero eso tiene que ver con tiempos
administrativos que no son los propios, justamente, son exógenos, esperamos
que antes de contar con nuestros primeros egresados podamos tener este
proceso muy avanzado. De hecho, si todo sale bien, tendremos nuestros
primeros egresados a fines de 2015 o comienzos de 2016; si estamos
finalizando el proceso de CONEAU ahora, tendremos un año –sé que
complejo- donde tendremos que trabajar mirando nuestra tarea más que otra
cosa.
Con relación a las tecnicaturas y profesorados, la decisión que tomamos,
trabajando muy bien con el Ministerio de Educación –el profesor Grahovac ha
sido para nosotros un respaldo muy importante-, fue que establecimos un
convenio: que hasta tanto nosotros obtengamos el reconocimiento nacional, las
titulaciones de las tecnicaturas y los profesorados las seguirá emitiendo nuestro
Ministerio de Educación provincial, porque las mismas sí tienen alcance
nacional, y esto tiene que ver con que esa misma ley a la que hacía referencia
–Ley 24.251- homologó todos los títulos. Antes del ’95, en Argentina uno
estudiaba un Profesorado en Historia, en Matemática, una Tecnicatura en
Diseño o lo que fuere –me puede corregir Raquel, porque es la experta- y los
planes de estudio eran muy diferentes, la calidad era muy diferente, entonces
uno podía estudiar un Profesorado de Historia en Jujuy y no tenía nada que ver
con el que se dictaba en Chaco o Chubut, por ejemplo.
Algo muy bueno de esa ley es que homologó los planes de estudios,
puso un piso de calidad, hay toda una movida en ese sentido en términos de
mejoramiento de la calidad de la educación superior y la formación docente en
Argentina, y al unificarse esos títulos tienen alcance nacional también.
Entonces, se estudia una carrera en Chaco, Córdoba, Chubut o donde sea, y el
título debería ser el mismo en calidad y con validez en todo el territorio
nacional.
Si ahora “nos largamos a la pileta”, en el sentido de transformar carreras
que ya tienen validez nacional en carreras universitarias, en realidad les
estaríamos lesionando los intereses a los alumnos. Por ahora, entendemos que
lo más conveniente es que nuestros alumnos –en el caso de Turismo-, hagan
su Tecnicatura en Turismo, se reciban, ese título tiene alcance nacional, y
luego el que quiera haga el tramo de Licenciatura en Turismo, que ese título
aun tendrá alcance de jurisdicción provincial hasta tanto obtengamos todas
estas habilitaciones, pero ese egresado ya tiene un título de alcance nacional,
lo cual no es menor. En realidad, tiene un título intermedio…
Sra. Gigena.- Perdón.
Quería hacerle una pregunta muy concreta. En Santa Rosa de
Calamuchita está el Instituto Superior con una de las tecnicaturas en turismo,
de donde egresan con el título de Técnicos en Turismo y Hotelería. ¿Esos
egresados pueden acceder a la Universidad Provincial?
Sra. Bohorquez.- Hoy tenemos algo más de 13.000 alumnos, contando las 41
carreras, o sea, las 7 nuevas y todas las tecnicaturas y profesorados. El año
pasado ingresaron casi 2.000 alumnos a las licenciaturas y, sinceramente, creo
que estábamos más asustados nosotros con el tema de si la gente iba a
confiar, y fue sorprendente, porque incluso vinieron de otras provincias a hacer
nuestras tecnicaturas.
Por ejemplo, Turismo es –y ustedes saben muy bien lo que significa en
términos de desarrollo regional- una de las industrias más prometedoras a nivel
mundial, pero tiene escaso desarrollo académico. Hace pocos años que la
carrera de Turismo está siendo vista, más que como un oficio o una carrera
menor, como una carrera de mayor jerarquía, donde además se puede
desarrollar investigación y se puede llevar a nivel de la especialización y del
posgrado; en Córdoba no hay oferta pública de turismo, es más, en el país hay
escasísima oferta pública. La única Facultad de Turismo es la de la Universidad
de Comahue.
Nuestro instituto, Monte Pacheco, es la primera escuela de turismo y
hotelería del país. Cuando se creó la Escuela Monte Pacheco, venían
estudiantes de varios lugares, en los registros de las matrículas de alumnos
figuran alumnos hasta de Tierra del Fuego y de países limítrofes –de Perú,
Bolivia, Chile, etc. En ese sentido la Escuela Monte Pacheco fue una institución
que hizo camino con el tema del turismo y merece ser Facultad de Turismo, y
de hecho queremos crear -pero eso será parte del proceso de normalización- la
Facultad de Turismo y Ambiente para también poder desarrollar carreras
ambientalistas vinculando el turismo con el desarrollo sustentable; tenemos
varios sueños al respecto.
Sería incluso una facultad estratégicamente ubicada porque estaría en el
centro del país, y todas las carreras de turismo tienen que ver con
universidades privadas –me refiero a las licenciaturas. También estamos
soñando con la posibilidad de crear especialización y posgrado en este tema.
En Argentina es muy reciente, pero en otras partes del mundo tienen
más clara la perspectiva, el futuro que tiene el turismo como sector productivo,
han desarrollado vida académica en torno a este tema, y nosotros queremos
hacerlo acá y contamos con el elemento y antecedente fundamental, que es la
primera escuela de Turismo en Argentina.
Pero cualquier egresado de cualquier tecnicatura afín… Hay gente que
te dice: “Soy arquitecto, ¿puedo hacer la licenciatura en diseño?”, y bueno, sí,
puede hacerla; pero hay quienes te dicen: “Soy enfermera, ¿puedo hacer la
licenciatura en psicopedagogía?”, y la respuesta es no. O sea que no es que
cualquier título intermedio, cualquier tecnicatura va a dar lugar a que puedan
hacer los tramos de licenciaturas, tiene que haber una afinidad directa.
Sra. Presidenta (Perugini).- Quiero destacar de esto, y felicitarlos, por la
forma armoniosa de cómo se ha ido generando esta universidad, sin conflictos
para los docentes. Destaco esto porque cada vez que se realizaron
transformaciones educativas en nuestra provincia los docentes tuvieron que
vivir etapas de incertidumbre, angustia e inestabilidad. Se trataba de un
proceso al cual parecía que se oponían –aunque, en realidad, no era asíporque generaba angustia y temor.
Raquel, vos recordarás que en el año 2003, juntamente con Evelina,
concurrimos al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas –
estaban citadas todas las provincias argentinas- para hablar del proceso de
acreditación que estaban llevando adelante los institutos técnicos superiores de
la Provincia de Córdoba. En esa oportunidad, llevamos todo el trabajo de
políticas educativas que veníamos realizando -a fin de acreditar los institutospara lograr mayor calidad educativa. Fuimos los únicos en tal sentido, a tal
punto que cuando terminamos de exponer, se nos vinieron encima todos los
representantes de las diferentes provincias para pedirnos, por favor, que les
enviáramos toda la documentación que habíamos elaborado para llevar
adelante ese proceso. Es decir, doy fe de esta acreditación que tienen los
institutos superiores técnicos porque participé de ese proceso y valoro
enormemente que esta etapa de organización se haya hecho con tanta
prolijidad, ya que generó acuerdos de los sectores gremiales, lo cual es
invalorable.
Los docentes de la Provincia de Córdoba a lo largo de toda una vida
fuimos a golpear las puertas de las universidades nacionales para poder
continuar estudiando y cursar la licenciatura porque nos exigían ser
licenciados, y las universidades no abrían sus puertas. Nos decían que
teníamos que comenzar otra vez a estudiar una carrera desde el primer año.
Hay eximios docentes que comenzaron a cursar en la Facultad de
Ciencias Exactas, Físicas y Naturales de la Provincia de Córdoba la carrera
desde el primer año -cuando yo era estudiante- con los saberes del colegio
secundario.
Que hoy les brindemos a nuestros docentes la posibilidad de la
formación continua de nivel superior a través de un proceso armonioso,
respetuoso y respaldado me parece de un valor extraordinario. Ahora
comprendo que esto debe ser así, ya que es imposible detener el crecimiento y
someter el proceso a un estado vegetativo, porque todas las universidades que
existen en la Provincia de Córdoba tienen los mismos tiempos, etapas y
exigencias.
Les quiero hacer una pregunta –que será para el futuro. El artículo 7º de
la Ley de Educación Superior contempla que cualquier persona que pueda
acreditar saberes de nivel medio –aún sin haber cursado dicho nivel- y que
tenga una trayectoria y una experiencia laboral relacionada con la carrera
puede entrar a un instituto superior de la Provincia -digo esto porque cuando
era inspectora de la Provincia trabajamos ese artículo para darle el marco en la
legislación provincial-; quiero saber si hoy se mantiene eso.
En realidad, a nivel de institutos era opcional, ¿ustedes van a mantener
eso?
Sra. Bohorquez.- Sí.
Primero, tenemos como política institucional la inclusión y la justicia
cognitiva; estos son dos principios de los que estamos, además de
enamorados, convencidos.
Creo que sí, porque nosotros trabajamos bajo la base de atender casos
puntuales -el año pasado nos pasó y tuvimos varias corridas en ese sentido.
Por un lado, los institutos fundacionales también tienen su trayectoria y su
mirada sobre cómo debe ser la formación del técnico superior, en tal o cual
área; les costaba entender que técnicos egresados de otras instituciones
ingresaran, cuánto más si una persona no tenía la titulación adecuada.
Eso pasó con el famoso tema –fue famoso para nosotros- de los
trayectos artísticos, de los TAP. Mucha gente egresada de los TAP quería
cursar la licenciatura en Arte y Gestión Cultural. Entonces, entramos en una
discusión, porque a nosotros nos interesa que la gente siga formándose. La
cuestión es que hay que generar, dentro de la caja curricular y el plan de
estudio, instancias complementarias de formación, hacer un seguimiento
tutorial especial de esas personas; es toda una ingeniería de acompañamiento.
Sra. Presidenta (Perugini).- Hay una intencionalidad.
Sra. Bohorquez.- Sí.
Nosotros estamos trabajando sobre un régimen de regularidad especial.
Este tema nos interesa porque la totalidad de nuestros alumnos de las
licenciaturas son egresados de tecnicaturas y trabajan. Por eso, tenemos
horarios particulares –hay comisiones los días viernes y sábados- y tenemos
un proyecto de creación de una guardería para los hijos de nuestros alumnos que ojalá que este año podamos realizar.
Nosotros trabajamos sobre la base de contemplar la condición del sujeto
que tiene la inquietud de formarse, pero eso no quiere decir que le podamos
resolver todos los problemas.
Sra. Presidenta (Perugini).- De todas formas, no todos van a estar en
condiciones, pero se debe trabajar en eso a futuro es un acto de justicia, sobre
todo a nivel artístico, donde hay gente con tanta formación.
Sra. Bohorquez.- Sí, es muy particular el nivel artístico.
Sra. Presidenta (Perugini).- Hay gente que quizás no pudo terminar el
secundario.
Sra. Bohorquez.- Muchas gracias.
Sra. Presidenta (Perugini).- Tiene la palabra la señora legisladora Olga Rista.
Sra. Rista.- Yo llegué tarde, porque estuve en otra actividad legislativa,
discúlpenme.
Simplemente, quiero saber si podemos acceder a su currículum, por
escrito, porque tengo entendido que usted va a ser la Rectora.
Nada más.
Sra. Bohorquez.- Sí.
Soy Doctora en Ciencias de la Educación, egresada de la Universidad
Católica de Córdoba.
Sra. Rista.- Por escrito, lo quisiera ver.
Sra. Bohorquez.- Está bien, pero como yo estoy tan contenta por todo lo que
estudié lo cuento.
Soy Licenciada en Administración y Gestión de la Educación, egresada
de la UNSAN –Universidad Nacional de San Martín-; Psicopedagoga, egresada
de la Universidad Nacional de Río Cuarto; y mi título de base -que siempre dejo
para el último pero es el más querido- es el de Profesora de Educación
Especial, egresada de la Universidad Nacional de Río Cuarto.
Sra. Presidenta (Perugini).- Agradecemos tu generosidad, porque esto no
forma parte del tratamiento de este día, por eso, muchas gracias por tu
disposición.
¿Alguien más quiere hacer algún tipo de preguntas? Bueno, parece que
han sido muy claros, por lo menos para mí ha sido así, y seguramente, para
todos también.
Les agradecemos la disposición, como así también la profundidad y la
claridad de la exposición.
Muchas gracias.
-Es la hora 11 y 51.
Dra. Silvana Sabatini
Directora del Cuerpo de Taquígrafos
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