“25ª años de la guerra de Malvinas, ¿Que se hizo desde la Salud Mental?” Rubén Darío Fernández1 Introducción: El siguiente trabajo tiene por finalizar analizar las consecuencias psicológicas de la guerra y realizar un recorrido por las investigaciones en los veteranos de guerra de Malvinas. El objetivo es indagar en los diversos estudios realizados en nuestro país, en función de observar los paradigmas predominantes y analizar los abordajes realizados en nuestro país. Finalmente planteamos la necesidad de alcanzar un enfoque integrador e interdisciplinario que supere las limitaciones propias de posiciones antagónicas que en vez de fortalecer obstruyen toda posibilidad de diálogo y de abordaje. Situaciones para pensar… El siglo XXI, se ha caracterizado por el avance del conocimiento científico y tecnológico. A la vez ha marcado una brecha entre los países desarrollados y los de menores recursos económicos, la guerra ha servido a utilizado estos conocimientos para dominar y controlar. Como toda guerra genera secuelas psíquicas y físicas en quienes participaron de ella de manera directa e indirecta. El conflicto de Malvinas es una herida abierta para la sociedad argentina y quizás la historia le de otro sentido algún día, como todo suceso violento, deja huellas en quienes la vivieron. La sociedad también dio la espalda a los veteranos luego de la derrota, el conflicto quedó “tapado”, reprimido por miedo quizás a despertar aquello que no se quería ver. Los efectos psicológicos de la guerra: Desde la Salud Mental nos compete hablar sobre las dolencias emocionales que se produjeron como producto de una situación traumática. Cuando hablamos de trauma, nos remitimos a la historia misma de la psicología dado que reviste concepciones diferentes, que son convenientes considerar para explicitar desde que lugar teórico nos referimos. Desde una concepción Psicoanalítica Gardiner plantea al daño psíquico de forma similar al trauma:” “un ataque que desborda la tolerancia del sujeto, que se instaura a nivel inconsciente por su grado de intensidad y la incapacidad del sujeto de responder a él por 1 Psicólogo. Este escrito es producto de la lectura que se encuentra realizando como integrante del equipo interdisciplinario de salud, en el marco de un proyecto mas amplio con sede en la Fac. de Ciencias Medicas/UNR. Dicho grupo esta conformado por el V.G. y Prof. de Educacion Fisica Claudio Sánchez y el medico Juan Pablo Pérez, bajo la dirección de María Alejandra Silva. 1 la desorganización de sus mecanismos defensivos, derivando en trastornos de características patológicas, que se mantienen por un tiempo indeterminado, que pueden o no ser remisibles” 2. Este tema no ha sido nuevo en Psicología, ya el mismo Freud lo abordado en las neurosis traumática (1920) y de guerra, retomando en ese momento una concepción energética del trauma, focalizando sobre aquellos aspectos que se relaciona con el papel que juega el acontecimiento vivido y el enfoque económico que se podía leer del mismo. Frente a situaciones complejas que genera una carga emocional importante que puede afectar la integridad física de la persona, el sujeto como primera respuesta no puede reaccionar de manera inmediata, motivo por el cual al aparato psíquico toma sus resguardos y lo repetirá en forma compulsiva al acontecimiento traumático a través de diversas significaciones sintomáticos, por medios de sueños, Flash backs, como intentos de poder generar ligadura de lo acontecido, produciéndose reacciones por donde se canaliza la situación traumática. De los mecanismo propios de esta surgen de forma alternadas momentos de negación, amnesia, despersonalización, apatía, desgano, ira. Manfredi de Poderoso plantea: “Clásicamente se ha relacionado el trauma con la disociación. Fue Pierre Janet en 1889, quien primero observó las relaciones entre trauma, memoria y disociación y la imposibilidad de integrar las experiencias traumáticas a la vida actual e incorporarlas en la historia personal. El paciente se mantiene apartado de sus recuerdos traumáticos de modo que estos, en lugar de mantenerse ligados en la cadena asociativa, se encuentran fragmentados y no se integran al resto, volviéndose instrusivos cuando determinados estímulos, vinculados de la alguna manera al evento, los desencadenan”.3 Es por eso que el paciente expresa a través de los sueños o de las diversas sintomatologías, como reexperimentando y repitiendo el acontecimiento traumático, tal como ha sido vivenciado presentado características y de intensidad marcada ligados a lo perceptivo y a los sentidos. Botella plantea que: “cuando el contenido perceptivo vuelve a imponerse al Yo, sin que este pueda desencadenar la señal de angustia, se reúnen las condiciones para el estallido de la neurosis traumática, y para que le fenómeno de repetición alucinatoria de contenido perceptivo se instaure nuevamente, si bien la repetición alucinatoria de la percepción constituye una primera ligadura antitraumática, una explicación, un comienzo de elaboración”4. Esto lo podemos pensar de la siguiente manera: Toda situación traumática repercute en el psiquismo, que genera determinadas tendencias a la repetición, que en caso de no ser elaboradas aparecen como alucinaciones auditivas o visuales. Por eso la importancia de una ayuda terapéutica que permita sobrellevar esa situación para darle una connotación menos dolorosa y mas saludable. Para el caso de los veteranos de guerra se suele hablar de una secuela: el estrés postraumático. Sin embargo, se confunden dos conceptos que están implicados en cierta forma, pero que es conveniente separarlos. Graciela Gardiner. “Construir Puentes en Psicología Jurídica”. Edit.JVE. pp89, Argentina. 2003 Clelia Manfredi de Poderoso. Revista “Actualidad Psicológica”.Trastonos de Ansiedad. Año XXXI- N° 344. pag10. 4 Botella C. y S. “Más allá de la representación”. Edit. Promolibro. Valencia. 1997. 2 3 2 A los fines de desmembrar estos dos conceptos importantes empezaremos por definir al estrés, palabra de origen ingles”Stress” que significa constricción, fuerza impulsora o esfuerzo o demanda. Esta ligada a todas les exigencias, tensiones y agresiones a las que es sometido un organismo humano o animal, en forma aguda o crónica. Los mecanismos físicos y psicológicos que se ponen en juego en situaciones que ameritan mucha atención emocional y que el organismo trata de responder y defenderse ante un medio que se presenta como hostil y peligroso. Fue Selye (1936) quien definió al estrés como:”la respuesta no especifica del organismo a toda demanda que se le haga”, por ende la OMS lo describe como “el conjunto de reacciones fisiológicas que preparan al organismo para la acción”. Pero como es sabido niveles de exposición a situaciones percibidas como peligrosas trae aparejados diversos trastornos en la salud física de quien lo padece, podemos citar los trabajos de Gorlin de 1962, que describió en sus estudios el “Síndrome del corazón hiperquinético” y los escritos de Frohlich y col. de 1966 sobre “Estados circulatorio beta-adrenérgicos hiperdinámico”. Por otro lado, otros estudios muestran que los síntomas del “Corazón de soldado” podrían atribuirse a una hiperventilación involuntaria con la consiguiente alcalosis respiratoria (Solye y Schock, 1938). 5 Asimismo en 1939, Caughey describe la “Neurosis cardiaca” como una variedad de neurosis en la que se destacan las manifestaciones cardiocirculatorias, entre otras, temas de una mirada medica sin considerar los aspectos subjetivos6 del estrés que hasta ese momento no se consideraban. Es por eso que cuando nos referimos a trauma debemos relacionarlo con la presencia de trastornos emocionales en un sujeto, que por producto de una exposición a eventos de naturaleza grave o catastrófica conlleva implícitamente un esfuerzo importante para afrontar esa situación peligrosa y de los cuales se activan respuestas involuntarias de sistema nervioso para poder controlarla, sus respuestas revisten diversas respuestas desde pesadillas, reminiscencias, apatía, irritabilidad, perturbaciones emocionales, trastornos del sueño entre otros. En este grupo, los V.G., por lo que se conoce a nivel bibliográfico, la historia personal juega un rol protagónico para desencadenar el estrés postraumático. Inciden factores como: la herencia, la personalidad, las redes sociales, la resiliencia7y el tipo de apego (figura de apoyo importante en el periodo de la hasta los 16 años). Según Kessler y col. 1995, un 8% en promedio de la población general sufrirá estrés postraumático a la largo de la vida. En el caso de los V.G. esta cifra es mayor, alcanzando entre el 16% y el 20% de situaciones de stress postraumático. Janoff Bulman (1992) informó que los sucesos traumáticos tienen un impacto determinante en los sentimientos y en los sistemas de creencias de las personas y son capaces de producir una sensación de pérdida en diversas áreas: en la creencia en uno mismo, en la seguridad del mundo, en la confianza hacia los demás y en la propia identidad, citado por Alfredo H. Cía. 8. Schock y Soley M.H. “Te etiology of the effort syndromne”. American Journal of Science. 196;840-851. 1938. 6 Cunado se habla de los aspectos subjetivos nos referimos a cuestiones de indole psicologica. 7 Se llama RESILIENCIA a la capacidad que tienen las personas para sobreponerse a situaciones adversas. 8 Alfredo H. Cía. “La Ansiedad y sus Trastornos”. Manual Diagnóstico y Terapéutico. Edi. Polemos. Pp298.Argentina.2002 5 3 El origen de las situaciones de trauma pueden ser explicadas por factores internos (predisposición temprana antes descripta) o por factores externos (el hecho que lo provoca). Al factor externo se refieren Kardiner A, Spiegel JP, 1947, y a los factores internos de personalidad aluden Greenacre PH, 1952; Moses R., 1978 y Kahn M, 1963 cuando desarrollan el tema de los” “traumas nucleares acumulativos” tempranos. Un poco de historia no viene mal... Podemos decir que el trauma es inherente a la complejidad humana, no habiendo un consenso en el ámbito académico y científico unificado, Benyakar 9 nos remite un poco a la historia para buscar antecedentes del mismo Se conoce ya desde el antiguo Egipto, donde los “médicos” del faraón describían las reacciones histéricas en los Kunyus Papirus, unos de los primeros libros de Medicina (alrededor del 1900 a.c.). Veith I (1965) comenta, en su análisis de la historia de la histeria, que a lo largo de los siglos, múltiples sucesos fueron descriptos como reacciones emocionales a situaciones estresantes presentando síntomas tales como: insomnio, ansiedad, “flashbacks”, “Startle response” (sobresalto) que consideraban síntomas obras de los dioses y demonios. Ya en el Siglo XVIII, el medico Franz Antón Mesmer desarrolló el concepto de magnetismo, que luego dio lugar al hipnotismo, queriendo explicar científicamente esta sintomatología. También Charcot J. M. en el hospital de la Salpetriere (1899), demostró que la histeria es una enfermedad de origen psíquico, posibilitando con estos estudios las consecuencias de los eventos traumáticos de la histeria. Posteriormente Freud, estudió también la sintomatología de la histeria, de donde dedujo que la misma se originaba en un trauma acontecido en el pasado. También sugirió en 1895, estudiando las neurosis traumáticas, que el enfrentamiento con situaciones que provocan afectos avasallantes dan como consecuencias un estado que desorganiza algunas funciones psíquicas. Años mas tarde considera al trauma como la ruptura de las defensas, causadas por estímulos internos y/o externos que provocan una incapacidad temporaria del Yo, restando valor a la naturaleza específica del estimulo y otorgándole importancia a la “realidad intrapsíquica".En sintesis, lo que determina lo traumatico para Freud no estaria dado por la situacion externa en si, sino por la realidad subjetiva de la persona. John Eric Eichsen (1882) describió los síntomas de la llamada “enfermedad de Erichsen” (insomnio, ansiedad, parestesias sin etiología orgánica, etc.) producidas por accidentes, que tenían una sintomatología similar a lo que se conoce hoy como Estrés post Traumático. En Londres Herbert Page (1885) fue el primero en considerar dicha sintomatología como de origen psicológico. Pero fueron la Primera y Segunda Guerra Mundial, con los millones de victimas y heridos la que impulsó el estudio de investigaciones sobre la sintomatología postraumática, impulsando esto no solo estudio sino la necesidad de realizar tratamientos psicoterapéuticos, en aquellos pacientes que presentaban una etiología del síndrome conocido como “Shock de combate” o “fatiga de combate” Benyakar op.cit. : En esta guerra casi un tercio de los heridos presentaban sintomatología considerada de etiología psíquica. Se discutía entonces en los altos mandos y entre los psiquiatras si éste debía ser considerado un “fenómeno mental involuntario “o una manera intencional de Benyakar, Morddechai (Moty) “Salud mental y desatres. Nuevos desafíos”. Revista Neurología, Neurocirugía y Psiquiatría 2002; 35(1):Ene-Mar:3-25 (Artículo de Revisión). 9 4 eludir las obligaciones militares (Kardiner A, et. Al, 1959). Finalizada la segunda Guerra Mundial, Grinker y Spiegel JP (1963) publicaron el libro “Men Ander Stress” que resumía la experiencia terapéutica acumulada con los pacientes que presentaban sintomatología de etiología psíquica. Ellos consideraban a las “reacciones estresogénicas de combate” como un colapso emocional acaeció bajo el fuerte estado de estrés del campo de batalla. Propusieron la denominación de “Neurosis de Guerra” o “Neurosis Traumática” a dicho síndrome”Los estudios de Hans Selye sobre el estrés sirvieron para la explicación de la respuesta orgánica y fisiológica ante estímulos estresantes. Posteriormente se continuaron con estudios de este tipo del cual se pudo diferenciar entre estrés como factor externo la tensión como su correlato interno. Finalmente en los años 80 su profundizaron sobre los estudios del Síndrome de Estrés Post Traumático (/TEP). Y en 1980 por primera vez en el Manual de Diagnostico y Tratamiento de la Sociedad Psiquiatrita de los Estados Unidos de América (DSMIII) el síndrome catalogado como Post Traumatic Stress. El TEP se clasifica en el DSMIV(APA1994), dentro de los trastornos de ansiedad, categorizados en el Eje I. Este es un trastorno que pueden presentar en personas que han experimentado o presenciado eventos que involucran amenaza de muerte, o muerte, daño serio o amenaza a la integridad física la persona u otro cercanos. Se ha caracterizado como un síndrome dada la complejidad de su sintomatología tales como experimentar terror, desesperanza o horror, y reexperimentación persistente del evento, evitación de estímulos asociados con el trauma entre otras, agregado a esto que la duración debe ser de mas de un mes y provocar un deterioro en las áreas funcionales del individuo. Las secuelas psíquicas de la guerra Cabe indicar que : “Algunos factores median la severidad del trastorno tiene que ver con la intensidad del trauma, su duración, las circunstancias del suceso, la edad del individuo, su historial de agresiones previas, la estabilidad emocional anterior, los recursos psicológicos propios, autoestima, el apoyo social y familiar entre otros”(Novoa, Nieto, Forero, Aponte, Caicedo, Rivero Montealegre, Bayona & Sánchez,2005).”10 Los excombatientes con TEP, suelen presentar otros desórdenes como la ansiedad, depresión, abuso de sustancias, conductas antisociales y trastornos en el control del impulso, con estado de ira considerables mostrando conductas violentas. Chemtob, Novaco, Hamada, Gross y Smith (1997) afirman que; “La ira es un síntoma sobresaliente del ajuste de la posguerra y contribuye a la dificultades que reportan en las relaciones interpersonales y en el trabajo. Por otra parte, se ha encontrado que los excombatientes son una de las poblaciones mas proclive a desarrollar este trastorno.”. El DSMIV(1994) plantea que los estudios con población de riesgo muestran una prevalencia del 3 al 58%. Investigaciones de este tema concluyen que algunos eventos pueden ser tan traumáticos, que muchas veces puede verse amenazado la vida y el daño personal. La prevalencia de este desorden dependerá de la naturaleza de la experiencia. “Foy, Sipprele y Carrol(1987) observaron que de 25 a 30% de los sujetos altamente expuestos levemente al combate y 70% de los sujetos altamente expuestos fueron 10 Botero Garcia, Carolina: Efectividad de una intervención cognitiva-conductual para el Trastorno por Estrés Postraumático en excombatientes colombianos. Univ. Psichot. Bogotá (Colombia).4 (2):203-219, juliosetiembre de 2005. 5 diagnosticados con TEP. Foy y colegas observaron que ser herido en combate involucrarse en las muertes de no combatientes y la exposición a atrocidades son elementos críticos en el desarrollo del TEP en veteranos de combate” Benyakar, (op.cit p, 6) postula el concepto de “desórdenes disruptivos”: “siendo estos desórdenes psíquicos consecuencias de situaciones repentinas que no han permitido l a metabolización psíquica de la mismas, provocando de esta forma un desorden tanto en el proceso constitutivo del psiquismo del infante o desorden de integración psíquica cuando estas situaciones irrumpen en adultos como mecanismos y defensas constituidas(Benyakar M. 2000 a) La frecuencia de situaciones traumática en condiciones de guerra civil se caracteriza por una repetitiva sistemática exposición a los estresares, de los que la victima no puede huir, generando un temor y una respuesta de supervivencia que se convierten en parte de la vida diaria, Herman ha propuesto el concepto de ESP complejo que abarca una abanico de respuesta psicológica a un trauma de este tipo. Y otro concepto es de contexto histórico, económico, cultural de la sociedad en la que se da la situación traumática. No debemos dejar de considerar estos factores. “ Según las características del conflicto bélico, y de la sociedad/cultura que se enfrenta a él, es decir, teniendo en cuenta todos los factores anteriores, la guerra de Malvinas, y la primera del Golfo no fueron seguidas de importantes secuelas (para los vencedores, que son los que han hecho los estudios). Fueron breves, implicaron fundamentalmente a soldados profesionales, sin mucho peligro para los hogares y las familias, el enemigo era definido y los motivos, más no menos claros. (Ibáñez Rojo, 2006). El mismo fin, diversas corrientes: En la explicación de trauma los modelos psicológicos más característicos son: la teoría sicoanalítica (psicodinámica), la teoría cognoscitiva y del procesamiento de la información y conductual. De la teoría psicodinámica Sigmund Freud y otros analistas intentaron explicar los síntomas y la causa de las neurosis traumáticas. La teoría propone que el trauma revive la neurosis infantil original a través de la regresión. Más tarde, se postula un modelo energético en el cual el trauma externo intenso altera la energía del organismo, que entonces excede la barrera protectora de los estímulos. Los mecanismos de defensa que se ponen en juego, como la represión y anulación retroactiva representan los intentos del yo de afrontar el evento y de esa forma eliminara el exceso de energía. El trauma grave con evolución crónica, bajo respuesta terapéutica puede inducir alteraciones irreversibles del yo. En tanto que la teoría cognoscitiva y del procesamiento de la información plantea que algunos sujetos no pueden procesar ni asimilar en forma adecuada el evento ni enfrentar los efectos de un estrés grave. Como deben realizar cambios inesperados en sus planes, la asimilación satisfactoria de la experiencia puede ser difícil, prolongada y a veces incompleta. Puesto que esa experiencia se mantiene con un recuerdo activo que se entromete repetidas veces a la conciencia. El sujeto intenta negar o evitar esta experiencia penosa para reducir el nivel de ansiedad. Para explicar la génesis del trastorno se utilizan modelos de procesamiento de información que se refieren al miedo, el recuerdo y como se almacena en la memoria a largo plazo. El miedo puede almacenarse como una red de memoria que contiene información sobre 6 estímulos relacionados con el peligro. Un trauma que amenaza la vida evoca una respuesta potente, por lo cual dicha red particular de temor mantiene su intensidad y es fácil de activar. Las diferencias entre lo seguro y lo peligroso no son nítidos y las personas muy afectadas por esas estructuras de temor pueden sentir que no poseen control ni pueden predecir con respecto a su entorno inmediato. En tanto que el último enfoque, la Teoría de la conducta, propone un proceso de aprendizaje de dos factores en el TEP. Primero, las personas expuestas a un trauma (estimulo no condicionado) aprenden a través de la asociación a preocuparse por eventos, imágenes, ideas o situaciones vinculadas con dicho trauma (estimulo condicionado), dando como respuesta una conducta condicionada. En segundo lugar, esto se da por un tipo de aprendizaje instrumental que conduce al segundo factor, la evitación de estimulo condicionado y del no condicionado (proceso que se mantiene para reducir la ansiedad) produce un condicionamientos elevado y por ultimo, un amplio espectro de estímulos produce el estado de alerta interno (generalización del estimulo). Podemos decir entonces que: “Si la respuesta es de miedo, por una mecanismo reforzamiento negativo, la persona evita todo lo referido a la situación del trauma, pero por otro lado termina limitando aspectos de su personalidad” Ahora bien también hay otros factores que deben ser considerados que pueden ayudar a mitigar la situación traumática como “el apoyo social” que produce un efecto amortiguador y su ausencia es un factor de vulnerabilidad. Desde la psicología y las ciencias sociales se suele hablar actualmente de la “resiliencia” que podemos entenderla como la capacidad que tienen las personas para sobreponerse a situaciones adversas en función de los recursos propios y del apoyo social (de la familia, grupo de amigos, barrio, instituciones, grupo de pares, etc.) Otro autor afirma que:“Los factores de riegos premórbidos adicionales hallados en muestras epidemiológicas y de grupos que solicitan tratamiento incluyen antecedentes familiares de enfermedades mentales en general y trastornos de ansiedad en particular, trastornos psiquiátricos previos, rasgos de personalidad neurótica y de poca autoconfianza, separación precoz de los padres, pobreza, mal comportamiento y abuso en la niñez, bajo nivel de educación, eventos vitales adversos antes del trauma, etc.”11. De las corrientes mencionadas y las diferentes corrientes que existen en la recuperación de los V.G. también se tiene en cuenta el apoyo social como un factor importante en el proceso de recuperación. Si bien estas corrientes están de acuerdo en el apoyo social, existe desacuerdo en el abordaje. Esto se observó en la Jornada de capacitación sobre Estrés Post Traumático, realizada en Rosario en 2006, muestra una vez más las dificultades que existen en relación a las diversas corrientes teóricas en Psicología: “ algunos aspectos de la Jornada de Capacitación para el Tratamiento de veterano de Guerra, organizado por el Centro de Excombatientes de Rosario, asistiendo profesionales de la salud mental y , esposas y los propios veteranos.(2006) disertando el Dr. Alberto Dupen, especialista en el tema., De dicha jornada de capacitación se desprenden disputas entre profesionales de la salud Mental: unas de las madres luego de escuchar las discusiones sobre corrientes y métodos de abordaje dijo:” “no importa el método, la escuela, si se apela a la hipnosis o se utiliza la técnica de pegarle al almohadón, lo que va a movilizar a los profesionales para mejorar que todos estos años bienvenido sea” Jonathan R. T.”Tratado de Psiquiatría” Vol.II Davidson. Trastornos por estrés postraumático y trastornes por estrés agudo. Edit. Intermédica. Argentina. 1997. 11 7 Silva Alejandra. Humanizando el 10 de junio Como es sabido dentro del Campo de Salud Mental y mas específicamente desde la Psicología, hay diversos teorías y corrientes (escuelas)que marcan posiciones epistemológicas/políticas e históricas distintas, dando lugar a debates actuales sobre: tipos de tratamientos. Nos referimos principalmente al Psicoanálisis, motivo que tiene explicación histórica que no desarrollaremos en este trabajo, y otra de las corrientes importantes es la Cognitiva –Comportamental, que tienen un sustento científico más desarrollado desde las investigaciones sostenida por el paradigma dominante. Nos parece que en función de la trama y de las consecuencias sintomatológicas que presentan el estrés post traumático, deberíamos aunar criterios de abordaje en función de disminuir las secuelas psicológicas. Creemos necesario pensar en un enfoque mas integral que posibilite tener diversas miradas considerando las múltiples variables que se ponen en juego. Cifras que preocupan: Durante el conflicto bélico hubo las siguientes bajas en combates, sobre un total de 649, el 69 oficiales fallecieron (10,5%), se dio en Oficiales, 300 suboficiales (46%) y 278 conscriptos (43%).Fuentes “Cuna heroica de combates”. Asociación Amigo del Crucero General Belgrano Argentino. Editorial Yaguarán ediciones Argentina. 1998, extraído del libro de Bonzo, Héctor “1093 Tripulantes del Crucero ARA Gral. Belgrano”. Testimonio y homenaje de su comandante. Edit. Sudamericana. Bs.As. 1992. De un estudio realizado por Fernández, Foradini y Ulloque (1995), estudiando las “disfunciones sexuales en veteranos de guerra”, se observaron que aparte de sufrir diversas dificultades sexuales se observaron que sobre una población de 40, de los cuales participaron de una encuesta, 16 de ellos, presentaban discapacidad corporal el 44%, el 43% no se había insertado en la sociedad, y 12% de la muestra había recibido atención de salud (médica, atención psicológica/psiquiatrita). Mario Borini, Cesar Gonzáles, C. Solano12,”La Salud antes y después de la guerra”.1997 Esta investigación realizada sobre la salud en general, nosotros limitaremos a los datos referidos con respecto a la salud Psíquica, sobre una población e 145 veteranos de Córdoba, Bs. As., La Rioja, Mendoza, Santa Fe y Chaco, desprendiéndose los siguientes datos, realizaron para esto entrevistas abierta y semipautadas: “un 77% de los entrevistados reconoce padecer trastornos para conciliar el sueño, sobre esta muestra hubo un 10% posteriormente a la guerra presentaron síntomas sicóticos, un 20% de fobias, un 28% dice tener frecuencias ideas suicidas y un 10% reconoced haber tenidos intentos de suicidios. El 37% se reconoce con tener conductas violentas, un 58% sufría de depresiones y un 70% padece de algún tipo de trauma.” María Alejandra Silva y Juan Cruz Vázquez “Malvinas: los desafíos de la democracia”: VII Congreso Nacional sobre la Democracia”los desafíos del Siglo XXI en América Latina, Democracia e integración. Octubre 2006.UNR. Los autores remarcan en su estudio la importancia de trabajar sobre los aspectos psicológicos de los que participaron de la guerra, para considerar la magnitud de problema citan el trabajo de la Prov. De Buenos Aires (1995), sobre una muestra de 500 realizada en la Región Sanitaria VI (Distrito Quilmas y Avellaneda) que el 41% alcanzó la escolaridad primaria completa, el 60% no tiene resuelto en forma estable su situación laboral, el 98% recibe pensión del estado, el 36% padece 12 Resaltamos que los datos de esta investigación son parciales, y no se han analizados las patologías descriptas por provincias ni se correlacionaron las mismas. 8 discapacidad física o psíquica, el 89% cuenta con cobertura médica, no reciben atención el 72% y específicamente tratamiento psicológico /psiquiátrico. El 88% nunca concurrió a un centro de Salud (Programa Malvinas de Pcia. de Buenos Aires). Como hemos de destacar en toda guerra no solo se ven afectados los que participaron de ellas, sino también de manera indirecta los familiares: “Sería bueno que además de recordar el horror de la guerra, reflexionemos sobre qué podemos hacer por este grupo de jóvenes excombatientes. No hubo políticas desde el gobierno destinado a contener psíquicamente a ellos y al grupo familiar…” Silva Alejandra.” “Boletín ENREDANDO, Rosario 2006. Maria A. Silva “Humanizando el 10 de Junio: los derechos de los excombatientes de Malvinas. “Derechos Humanos” del Boletín ENREDANDO. 2006. www.enredando.org.ar. Plantea que “…que tanto en Argentina como de Gran Bretaña, en ambos casos hoy son más los suicidios de excombatientes que los caídos en la guerra. El daño mental nunca es tenido en cuenta luego de las guerras y la ayuda psicológica debiera ser proporcionada por los gobiernos”. (Alex Mcdonald, 2006). En la literatura científica sobre Personalidad y trauma, se resalta que TEPT, Son mas frecuentes en poblaciones que tienden a tener síntomas asociadas para el tratamiento como culpa por haber sobrevivido, alteraciones somáticas, paranoia, alineación interpersonal y cambios negativos depresivos: “…las víctimas de abuso interpersonal prolongado pueden exhibir deterioro de la modulación del afecto, conductas impulsivas y sentimientos de ineficacia y desesperanza. Las pruebas psicométricas pueden revelar puntajes elevados de neurosis en el inventario de la Personalidad de Eysenck y puntaje Sc, D, F y Ps elevados en el inventario Multifásico de la Personalidad de Minesota (MMPI). El test de Roschach puede revelar pensamientos agresivos y violentos, Empero, la mayoría de los estudios psicométricos citados se realizaron en veteranos de guerra” (Davidson, 1997, op.cit) De un estudio realizada por una población de 120 veteranos de guerra de Entre Ríos y Capital Federal, el estudio “Neuroticismo, extraversión y estilo atribucional en veteranos de guerra: una aproximación desde el estrés postraumático”. Citar la fuente. Los altos puntajes en neuroticismo están relacionados con la vulnerabilidad al estrés, como así también con la posibilidad de desarrollar sintomatología del PTSD(David & Clark,1998;Morgan, Matthews &Winton,1995) y también con la presencia de depresión clínica(Enns & Cox,1997).Por otro lado, tanto los pacientes depresivos como aquellas personas que padecen PTSD muestran un estilo atribucional desadaptativo, Salomón, Weisenber y Schwarzwald(1985m Cf, Makulincer &-Solomón,1988)sostienen que la presencia de PTSD se encuentra asociada con la aparición de emociones tales como el enojo y la hostilidad, presentes en el factor neuroticismo. “De la investigación se desprenden niveles altos en neuroticismo y mas bajo en extroversión; esto indica que tienen una mayor sensibilidad para ser afectados por sentimientos negativos tales como la ansiedad, enojo y también por situaciones estresantes que se manifestará en desajuste e inestabilidad emocional. En cuanto a las diferencias encontrada en los niveles de extroversión(los veteranos presentan valores significativos inferiores al grupo de control), se mostraron menos abiertos hacia el mundo, a su vez se pueden ver en ellos comportamientos relacionados con pensamientos negativos, baja participación social y baja autoestima”. 9 Alejandra Ruiz López. “Estrés Postraumático enmascarado”. Univ. De Buenos Aires.2000.Sobre una muestra de 22 veteranos de guerra para observar las dificultades sociales y laborales podían estar relacionas con el trauma de la guerra y esconder bajo esta sintomatología un PTS., luego de un tratamiento de terapia grupal durante seis meses se observaron que el nivel global de actividad había mejorado mucho. La comorbilidad se encontraba muy disminuida a expensas especialmente de los trastornos de ansiedad, control de los impulsos y depresiones. El nivel de adhesión al tratamiento fue notablemente mayor en nuestro grupo que en los que fueron asistidos en el consultorio externo de un gran hospital municipal así como los consultaron en una institución privada. (López, P.6). Gerding Eduardo, en el artículo “El conflicto del Atlántico Sur de 1982: Sus secuelas. Resalta que los que presentan SDPT, según estudios SDPT de EEUU, el 25-75% de los sobrevivientes de abuso o traumatismos violentos presentan problema con el consumo de alcohol, asociado a esto un tipo de vida caótica que reduce la proximidad emocional de los lazos familiares, incremente el conflicto familiar y reduce la capacidades de paternidad., resalta como características de los veteranos que presentan este trastorno y como afecta en la relación familiar. 1. Reaccionan emocionalmente: los familiares se sienten heridos, frustrados, etc. 2. Se aíslan de las otras personas. 3. Tienen dificultad en comunicarse con el veterano de guerra. 4. Evidencian un compromiso excesivo con la vida de sus hijos. 5. Los familiares sienten que se abusa de ellos, se sienten atemorizados y traicionas. 6. Las adiciones del veteranos de guerra le acarrea problemas de violencia 7. Suicidios. Los pacientes con SDPT son más propensos a considerar e intentar suicidios. Remarca el estudio que “la única manera de determinar la prevalencia de las bajas psiquiatritas de la guerra entre soldados y sus su familiares es mediante estudios epidemiológicos (Jones GH- J r. Cool fo Gen Pract, J 1987).sin embargo dos elementos conspiran contra esto ultimo: Los datos son inexactos y la renuencia por parte de los excombatientes”. (A asistir a los Centros de Salud en mi opinión). Los suicidios en Argentina según el estudio mencionado no hay precisión de los datos: “Según Héctor Beiroa, Presidente de la Federación Argentina de Veteranos de Guerra de Malvinas de la República Argentina se ha suicidado hasta la fecha 264 veteranos de guerra desde 1982: No existen datos oficiales de suicidios ni por parte de la Federación de Veteranos de guerra de la Pcia. De Buenos Aires ni de la Federación de Veteranos de Guerra de la República Argentina. Según Rubén Rada, Presidente de Veteranos, en 1995 tomaron contacto con estadísticas del Hospital Militar de Campo de Mayo, se las cuales se habrían constatado 236 casos. Los veteranos han estado actualizando dicha cifra desde entonces”. (Gerding, 2002) 10 Conclusiones: Hemos podido realizar un breve recorrido sobre el trauma, el estrés post traumático, y las diferentes concepciones de abordaje. Se desprenden de las mismas que no hay un consenso dentro del ámbito académico sobre éste. También evidenciamos una dificultad que presentan estos desencuentros teóricos en el ámbito de la psicología y psiquiatría, esto limita muchas veces el trabajo de equipo, el tipo de tratamiento a realizar y la apertura a un trabajo interdisciplinario. Desde el campo de salud mental con los veteranos de guerra de Malvinas, queda mucho por investigar, sobre todo a nivel nacional y provincial, la consecuencias psicológica de la guerra es una problemática que se ha instaurado y que el Estado debe hacerse cargo implementando políticas a tales fines. Las investigaciones realizadas hasta la fecha son insuficientes, y los estudios sobre esta temática se han profundizado recién en esta última década. Se han observado diversas variables a ser consideradas a la hora de estudiar esta problemática(desde factores, personales, sociambientales y familiares). Los síntomas del STP, agregado a la comorbilidad de otras patologías más severas necesitan de poder trabajar de forma interdisciplinaria. Si bien, el grupo de veteranos por sus características particulares, producto de toda una series de factores que hemos desarrollados se muestra muy renuentes a cualquier tipo de tratamiento(psicológico, psiquiátrico, medico), es menester desde los diversos organismos (Estado Nacional, provincial y municipal, Universidades, Ministerio de Educación, Fundaciones, ONG, etc.) implementar políticas de promoción, prevención y Asistencia para los veteranos y sus familiares, y no dejarlos libros al azar; porque con esto estamos sosteniendo y reforzando un estado de inequidad social con quienes realmente lo necesitan. Si bien han pasado 25 años, y muchos de ellos quizá no han recibido el tratamiento adecuado, lo importante es empezar a trabajar desde las diferentes perspectivas existentes en psicología y psiquiatría. Lo que se ha hecho hasta el momento en el tema de salud Mental ha sido insuficiente, y es tiempo de implementar modos de abordajes focalizando esfuerzos que ayuden a mitigar el dolor de quienes participaron de una guerra que no eligieron. Los colegas tendemos por nuestra formación a realizar una practica clínica en sus diferentes marcos (individual, grupal, familiar) en consultorio; y nos estamos olvidando de una faceta importante de la prevención que es aquella que produce un corrimiento de la mirada tradicional para la búsqueda de tratamiento mas comprometido con la realidad social donde los profesionales trabajen mancomunadamente con los que padecen estas consecuencias, y lo hagan desde el mismo lugar donde ellos se desenvuelven cotidianamente. Resaltamos esto porque la concurrencia a un sistema de salud mental refuerza lo que en este grupo social se caracteriza como “locura” y termina estigmatizándolo doblemente, por un lado, desde los psicológico y por otro desde la sociedad. Si la guerra afecta al soldado, su familia y la sociedad, entonces la forma de abordaje debería ser integral, con equipos interdisciplinarios, para disminuir esta estigmatización social y evitar mayores secuelas. 11 Bibliografía: Alejandro Enrique. “Neuroticismo, extraversión y estilo atribucional en veteranos de guerra: una aproximación desde el estrés postraumático, Interdisciplinaria v.21 n.2 Buenos Aires jul./dic. 2004. Botero Garcia, Carolina: Efectividad de una intervención cognitiva-conductual para el Trastorno por Estrés Postraumático en excombatientes colombianos. Univ. Psichot. Bogotá (Colombia).4 (2):203-219, julio-setiembre de 2005. Benyakar, Morddechai (Moty) “Salud mental y desastres. Nuevos desafíos”. Revista Neurología, Neurocirugía y Psiquiatría 2002; 35(1):Ene-Mar:3-25 (Artículo de Revisión). Botella C. y S. “Más allá de la representación”. Edit. Promolibro. Valencia. 1997. Cía, Alfredo.”La ansiedad y sus trastornos”. Edit. Polemos Argentina 2002. 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